20
Mar abrió los ojos.
Luego sintió un tirón en su espalda y cadera. Mar estiró todo lo que pudo su
cuerpo. Seguía en el piso. Se había quedado dormida en aquella posición. Eso
significaba que Luna no había regresado, ¿o sí? Dirigió la vista hacia la cama,
donde había visto el cuerpo-recipiente de Luna la noche anterior. Como había
supuesto, el cuerpo parecía vacío todavía. Mar se desperezó, eran apenas las 6
de la mañana.
Curiosamente no le
preocupaba que Luna se hubiera ido o la hubieran llevado para siempre, porque
todavía podía recordar todo sobre la galáctica. Además, esos alienígenos
superiores no dejarían un cuerpo blanquecino tibio abandonado en el planeta
tierra. Se trataba de pasar desapercibidos, ¿no?
Dio un par de vueltas
alrededor de la habitación, pensando en qué hacer para no desesperarse. Marcó a
su mamá para saber cómo había amanecido Hugo. Sin novedad. Eso era bueno, sí.
Pensó en dibujar, pero no tenía suficiente cabeza como para ponerse creativa.
Leer, ¡eso!, podría
leer cualquier cosa que ya hubiera leído, así no tendría que poner tanta
atención y ayudaría a pasar el tiempo. Fue a su habitación y comenzó a recorrer
el librero cundido. Mientras repasaba los lomos conocidos empezó a ser
consciente de la repetición de cierto nombre impreso en ellos. Su corazón
comenzó a acelerarse. Ya todo giraba en torno a Nora, como para que además
estuviera su nombre por toda su recámara. Sin pensarlo mucho, corrió escaleras
abajo hasta la despensa. Tomó una caja. Regresó a su cuarto y comenzó a colocar
en ella, descuidadamente, cada ejemplar de la autoría de la escritora. Puso
dentro hasta el ejemplar que le había regalado Sara, sin importarle mucho el
valor sentimental que pudiera tener. Eran alrededor de ocho o nueve libros. Los
observó dentro de la caja. ¿Qué haría con ellos? Pensó en ponerlos bajo la
cama. No, no era buena idea porque entonces, algún día, mientras estuviera barriendo
debajo, podría saltarle uno como un alacrán (¿los alacranes saltan?). ¿Y si los
quemaba? No. Tampoco valía la pena el riesgo de comenzar un incendio; además,
árboles habían muerto para hacer el papel en el que estaban impresos y el hecho
de que no quisiera a Nora rondando por su librero, no significaba que fuera
mala escritora, así que alguien más podría aprovechar los libros. Sin embargo,
no quería donarlos, ni regalarlos. Los libros de Nora no le inspiraban
comportamiento filántropo. Su corazón se aceleraba más mientras contemplaba la
caja llena. Entonces la llevó hasta su ventana; la abrió de par en par y se
fijó cuidadosamente en que nadie estuviera siendo madrugador por la calle. Y
entonces, uno a uno, dejó caer los libros. Si alguien los encontraba, bien. Si
la sanidad municipal los levantaba, bien. Era reconfortante escucharlos rebotar
contra el pavimento.
Después, más tranquila
y corroborando que no había roto la cabeza de nadie, regresó hasta Luna,
todavía ausente. Se dedicó entonces a observar la galaxia flotando, no había
nada más interesante qué hacer. Si ella pudiera moverse entre tiempos y
espacios, ¿su galaxia también sería dorada con un centro blanco? Ella sin duda
preferiría colores más vivos y menos… menos… aristócratas. Sí, esa era la
palabra. Aunque vaya que con Luna combinaban.
Bueno, no se iba a
quedar ahí todo el día. Podría, pero probablemente entraría en crisis de
ansiedad si lo hacía. Bajó entonces a la cocina. Con total calma hizo una
enorme jarra de limonada (batalló para colocarla en el refrigerador) y luego
fue a la sala, encendió la televisión y esperó.
Mar volvió a
despertarse cerca del mediodía. La casa seguía hundida en silencio. ¿Acaso Luna
se demoraría mucho más? Y pues sí. Ahí seguía el cuerpo vacío, tendido. Entonces
decidió tomar un baño. Luego se vistió y comprobó si los libros seguían dispersos
por su acera. Solo quedaban 3. Perfecto.
En su celular había
cinco llamadas perdidas de Sara. Definitivamente no estaba de humor para hablar
con Sara pero bueno, anoche las cosas habían quedado raras y estaba eso de que
“novia” y pues marcó el número rápido.
“Hola”, contestó
enseguida Sara.
“Hey. Disculpa por no
contestar, dejé el teléfono en mi habitación y me quedé dormida”
“¿No dormiste en tu
habitación?”
“No. Me quedé dormida
en la sala. Me desperté muy temprano, encendí la televisión y parece que la
tomé como arrullo”
“Ya veo. Mar,
¿necesitas algo? ¿Quieres que te lleve comida? ¿Quieres compañía?”
“La verdad es que no”
“Ya veo”
“Escucha, no estoy
siendo grosera contigo a propósito, ni nada por el estilo. Ni te estoy
rechazando. Solo estoy cansada, y tengo muchas cosas que atender y aquí tengo
suficiente comida y ahora también mucha limonada…”
“Entiendo”
“Podemos vernos en la
noche, si quieres, o mañana. Sin pretextos”
“De acuerdo. ¿Cómo está
Hugo, has hablado con tu mamá?”
“Sí, en la mañana, muy
temprano. Está estable, sin novedades. Al parecer sí serán solo tres días el
tiempo que lo tendrán ingresado”
“¿Eso es prudente?”
“Pues es casi milagrosa
la manera en que está recuperándose”
“Me alegro. ¿Puedo
llamarte más tarde?”
“Claro, las veces que
quieras”
“Mar. Yo soy solo tuya”
Excelente. Justo ahora.
“Te quiero, Sara”
“Y yo a ti. Hasta
luego”
Sara cortó la
comunicación. Definitivamente no era solo su paranoia, Sara intuía algo. Eso o
un hada mágica la había convertido en la mujer cursi que nunca imaginó ser.
¡Mar! ¡Mar! ¡Mar!
Luna gritaba su nombre.
De inmediato se lanzó hasta la otra habitación.
“¡Volviste!”, exclamó
Mar, entrando al cuarto de Luna. La galáctica se abalanzó hacia ella. Luna
tenía los ojos muy abiertos, sus mejillas estaban muy sonrosadas y tomaba el
rostro de Mar como comprobando que efectivamente estuviera ahí.
“Calma, Luna, calma”
“Estas aquí. Pensé,
creí que… no te vi cerca cuando regresé y entonces pensé lo peor”
“Son casi las dos de la
tarde, estuviste ausente más de doce horas. Tuve que encontrar la forma de no
volverme loca mientras te esperaba.”
“Bien… bien. Ahora
tenemos que irnos. No puedes decir nada a nadie, lamento eso, pero es la única
forma en la que podré mantenerte a salvo. ¿Entiendes? A donde vamos no
necesitas llevar nada. Nos vamos ahora mismo”
“Luna, basta. Me estás
asustando. Pareces más humana que nunca y una humana un poco psicótica, debo
decir. Cálmate… ¿a dónde vamos?, explícate”
Mar tomó las manos de
Luna; notó que la alienígena estaba temblando. La condujo hasta la orilla de la
cama y juntas se sentaron.
“Luna… escúchame.
Tienes que concentrarte, no permitas que los sentimientos te desborden, tienes
que enfocarte en contarme qué es lo que ocurre. Respira. Puedes mantener la
cabeza fría… Respira”
Mar acompañó estas
instrucciones con algunas caricias firmes a Luna, con la finalidad de llamar su
atención.
“Mírame a los ojos,
Luna”
Luna se recompuso poco
a poco. Mar pudo comprobar que volvía a ser ella en su versión alienígena
cuando sus ojos se normalizaron y dejó de temblar.
“Lo lamento, Mar. Los
sentimientos humanos…”
“Ya había notado que
tienes problemas con el control de los sentimientos negativos, afortunadamente
tu vínculo resultó ser una gran reprimida. Bien… ahora dime, qué sucede. ¿A
dónde me querías llevar y por qué?”
“Mar. Mi investigación
se ha convertido en un pretexto, en un arma. Ellos van a utilizar lo que yo y
otros como yo hemos aprendido para controlar la raza humana”
Luna vio
significativamente a Mar, esperando.
“Bien… sigue hablando,
porque no entiendo nada”
“Escucha. Es necesario
que entiendas que ellos no tienen ambiciones, no tienen necesidades, solo
tienen poder y sabiduría. Seres como yo, que nos materializamos mediante
vínculos para aprender de éstos, contribuimos a incrementar esa sabiduría y ese
poder. Hemos investigado a los seres humanos desde que sus almas errantes
encontraron un lugar en el universo para existir. Mis superiores se han
alimentado del conocimiento de este y de muchos mundos, y hasta ahora eso ha
sido todo. Pero entonces algo cambió. Yo debí saberlo. Los últimos enviados a
este planeta, todos nosotros, tenemos la misión de sentir. Tú sabes
perfectamente que pedí vivir en mi corporalidad, todas y cada una de las
emociones que los seres humanos sienten y tú también has sido testigo de que
cada sentimiento me modificaba. Cada día fui más humana y lo mismo sucedió con
otros compañeros de mi misión.”
“Espera. ¿Cuántos más
hay como tú en este planeta, en este momento?”
“Somos 199 sujetos,
distribuidos por el mundo”
“Vaya número… tenía mis
sospechas sobre China… pero… esto es una sorpresa. Bien… entonces, con el
conocimiento de las emociones, ustedes pueden volverse un poco humanos. Tú eras
consciente de eso…”
“Es correcto. Es lógico,
o por lo menos me pareció lógico cuando empezó a sucederme y es precisamente
esa naturalidad la que ellos consideran peligrosa. ¿Qué pasaría si la
materialización terrestre de nosotros pudiera ser capaz de aniquilarnos como
seres únicos? Todo empezó a parecer más peligroso cuando Nora fue incapaz de
olvidar, porque eso comprobó que los sentimientos no solo son capaces de
convertirnos, sino también de anular nuestra capacidad de manipularlos. Esas
capacidades convierten a la raza humana en una amenaza.”
“Pero lo de Nora fue un
caso único, eso dijiste. ¿Su obsesión por encontrarte fue capaz de anular su
control mental?”
“Es correcto. Nora tuvo
la capacidad de crear un vínculo artificial emocional hacia mí desde muy
pequeña y eso, de alguna manera, rompió todo poder de manipulación sobre ella.
Aún no estoy segura de que fuera accidental, yo no sé si ellos tuvieron que ver
en la selección del alma de Nora. Ellos son los que nos indican a quienes
acudir en primer lugar.”
“Nora es especial, sí.
Sus libros son maravillosos. Siempre pensé que se trataba de un espíritu dotado
y mira que apenas empiezo a creer en eso del espíritu”
“Sin embargo, Mar,yo
estaba… destinada a ti. El alma de Nora y sus emociones son fuertes, pero no es
más fuerte que lo que existe entre tú y yo; por eso…”
“Luna, basta con eso.
Nora es una amenaza, ahora con mayor razón tienes que hacer que ese vínculo
artificial que tienes con ella se convierta en real y…”
“Mar, escucha. A ellos
no les importa Nora, ella fue un experimento, como nosotros 199. Nunca ha
importado si ella me olvida o no, porque la idea era precisamente conocer la
capacidad de sus emociones”
“Como medir la fuerza
de un enemigo…”
“Es correcto”
“Para anularnos”
“Es correcto”
“Piensan volver locos a
todos los seres humanos”
Luna asintió y después
sentenció:
“Hacerlos inofensivos
para nosotros, para ellos”
Mar comenzó a caminar
nuevamente en círculos por la habitación.
“¿Y entonces la
amenaza? Lo que ocurrió con Hugo…”
“Tú eres la verdadera
amenaza, Mar. Cuando veas a Hugo, será a ti a quien no pueda reconocer, ni
recordar. Tú eres quien debe ser
anulada. Por eso tenemos que irnos ahora. Mi capacidad es suficiente para
moverme contigo en el vertedero de tiempos y espacios”
“Espera, Luna… espera. ¿Por
qué soy yo una amenaza? Es decir, todos los seres humanos lo somos, ¿cierto? ¿Por
qué no sólo me anulan y ya?Además, yo sólo he actuado como vínculo, ¿has
querido manipularme y no has podido o algo así?”
“No, Mar. Pero estoy
casi segura de que no puedo ejercer ningún poder sobre ti y ellos tampoco. Eso
es lo que trato de decirte; Nora es fuerte, pero tú eres una amenaza porque
además de que nuestras esencias se pertenecen, he creado un vínculo artificial
hacia ti, y de acuerdo a ellos, también tú hacia mí. Eresmás peligrosa que
Nora, no van a arriesgarse a averiguar cuánto más”
Mar encaró a Luna.
Intentaba procesar la información, lo que Luna estuviera tratando de decir,
porque todo sonaba ya a una locura. Sin embargo, los ojos de Luna no mentían.
“Luna, no podemos irnos
y tú ya sabes que yo diría eso”
Luna dejó caer la
mirada.
“Es correcto. Sabía que
dirías eso. Mar, yo no voy a poder seguir existiendo sabiendo que pasarás el
resto de tu vida deambulando en un mundo sin sentido. Sobreviviendo
simplemente; los animales terrestres tendrán más voluntad e instinto que los
seres humanos. Mar, tienes que venir conmigo”
“No, Luna. Tenemos que
encontrar otra manera”
“No la hay”
Mar caminó unos minutos
en silencio. Luna la observaba ir y venir.
El día que la había golpeado
el rayo que transportaba a Luna, Mar se había sentido como la más normal de las
personas. Había conseguido un nuevo trabajo normal y ni siquiera había sido
mérito único de ella. Unas semanas después, ni siquiera muchas, estaba en su
habitación representando una amenaza para quizá la raza alienígena más poderosa
de todo el universo. Aquello era en verdad risible. Había escuchado que cuando
algunas personas entran en nuestra vida son capaces de transformarla, pero el
efecto de la marciana era ciertamente ridículo.
“¿Por qué sonríes,
Mar?”, preguntó Luna, contrariada.
“Me acabo de dar cuenta
de lo que quisiste decir con el vínculo artificial que tenemos tú y yo.
¿Entonces tus superiores saben que estamos enamoradas? No, no. ¿Que nos amamos
profundamente,incluso cuando tú y yo ni siquiera somos capaces de aceptarlo?”
“No entiendo por qué lo
dices en ese tono, pero es correcto. Ellos lo saben, por eso te consideran una
amenaza”
“Dime algo, Luna.
¿Ellos saben que tú sabes todo lo que me has dicho? Me da la impresión que si
lo supieran, tú no habrías vuelto y no tendríamos la oportunidad de escaparnos
a tu vertedero”
“Yo…hice cosas. Violé
reglas inquebrantables para averiguar todo. Te dije que haría lo que fuera
necesario, haría cualquier cosa para mantenerte a salvo, Mar”
“Lo sé”
Mar se acercó hasta
Luna, sentándose nuevamente junto a ella.
“Si ya pusiste tu
existencia en riesgo para averiguarlo todo, no vamos a desaprovechar la
información, Luna. Vamos a encontrar la manera de salvarnos todos”
“¿Cómo haremos eso?”
“Bueno, el conocimiento
es una ventaja que he aprendido a valorar más gracias a tus superiores. Ellos aún tienen la versión
en la que nosotros creemos que Nora es el objetivo, vamos a mantenernos en esa
historia, hasta encontrar una solución a todo esto, eso nos dará tiempo”
“¿Y si te atacan?”
“Confiaremos en que eso
no pase. Si yo me muestro dispuesta a no estar enamorada de ti y tú te
mantienes atenta con Nora, mantendremos a raya el proceso. ¿Tienen ellos manera
de saber qué pienso o siento?”
“No. Pueden observarte,
pero soy el único ser que puede establecer ese tipo de conexión contigo”
“Bien”
“¿Qué pasará cuando
veas a Hugo y no te reconozca? Ellos lo intervinieron para que fueras
consciente de que eres tú el objetivo y no Nora.”
“Entonces creeré lo que
hubiera creído antes de saber la verdad: que has logrado vincularte a Nora y
ahora yo soy la que debe olvidarte”
“Una cosa más, Mar. Yo
puedo mantenerlos alejados de mí durante cortos periodos, como esta
conversación, pero no puedo hacerlo todo el tiempo. Tendremos que…”
“Sé lo que tengo que
hacer. Lo he hecho hasta ahora, Luna. ¡Por todos los cielos!, fui capaz de
enviarte alos brazos de Nora y lo volveré a hacer si con eso estarás segura, tú
y todos. Nunca se ha tratado de no amarte, sino de decidir no hacerlo. Eso debe
darnos suficiente tiempo para hacer lo único que se me ocurre”
“¿Qué?”
“199 marcianos
sentimentales, ¿cierto?”
“Es correcto”
“Llama a tu novia. Dile
que venga, quiero escuchar una vez más la historia sobre cómo te buscó durante
tanto tiempo”
“Haré lo que me
indiques, Mar”
“Luna,mi vínculo es el
tuyo”
Mar abrazó a Luna con
todo su ser, entregando todo lo que era, lo que fue y lo que sería.
“Yo soy tu Luna”
“Yo soy tu Mar”
“Mar, si algo sale mal,
voy a llevarte conmigo, no va a importarme lo que digas. Tendré una eternidad
para convencerte de que me perdones”
“Si algo sale mal, me
iré contigo y tendremos una eternidad para ser tercas la una con la otra”
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Laura T.D - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Wowww.... solo woowwww... se pusooo superrrr intrigante la historia.... muy preocupante pero se q ellas dos juntas... ahora q reconocieron su amor... saldran de todo eso....
ResponderEliminarWuaooo que Capítulo mas tierno a pesar del peligro que se aproxima sobre ellas por amarse ¡Uyyyy !! que ternura de descubrir que están enamoradas es mas que siempre se han amado sin saberlo pura ternura que emociona el alma Laura gran capítulo gran historia espero el siguiente de esta historia de amor intergaláctica
ResponderEliminarQue giro de la historia, excelente, seguro lo resuelven son una pareja perfecta...
ResponderEliminarJajajaj asta a mi medio risa con la naturalidad k mar dijo que se amaban. Ta muy buena sigue asi
ResponderEliminar