Capítulo 82 2ª parte
-
Miguel ahora es un
humano más – sigue hablando Uriel – renuncio a ser ángel y así también a sus
alas. Y no es el único que ha caído, Rafael también – suspira ante esto – y no
creo que sea los únicos que caigan.
Las
tres estamos sorprendidas e incluso el parece estarlo un poco. ¿El arcángel
Miguel en la tierra? ¿Traicionando a Dios? Eso significa que las cosas están
graves. No entiendo como un ángel puede caer y renunciar a su inmortalidad o
alas como lo han hecho ellos. Yo caí
porque estaba en el momento en que Lucifer y los demás se rebelaron a Dios y
cayeron. Igual lo de las alas me parece algo raro ¿Cómo es que nosotras la
tenemos? E incluso Uriel la tiene, no sé si mi padre la tendrá. La única y
última vez que peleamos como angeles la tenía pero ahora no lo he visto
transformado, es más hace unas horas lo único que vi fue sus ojos rojos y una
estela de fuego que dejo al desaparecer.
-
Sé lo que se deben
estar preguntando ¿Por qué nosotros sí?- dice mirándonos a cada una – los tres
no caímos por voluntad propia es por eso que la tenemos, no renunciamos a
ellas, como lo han hecho hoy Miguel y Rafael.
-
¿Por qué han caído
los dos? – pregunto.
-
Solo puedo hablar por
Miguel por las veces que lo he visto – responde pensativo – parecía tener esa
inquietud de caer, al ver que allí arriba nadie y especialmente ÈL
reacciona. Con todo lo que los
seguidores de tu Lucifer hacen como por ejemplo eso de llevarse niñas para
sacarle su fuerza vital bebiendo su sangre.
-
Bueno parece ser que
allá arriba no es el paraíso como todos dicen – respondo - ¿Qué vamos hacer? ¿esperamos que mi padre
haga algo?
-
Como dije hace unos
momentos los seguidores de tu padre vienen hacia aquí y hay que ver qué pasa
cuando llegue la mayoría pero mientras tanto a practicar lucha. Tu Luz sabes defenderte porque tu padre
siempre te ha mandado a deportes que tenían que ver con lucha y llevas varios
enfrentamientos con los huestes pero ellas no, por eso quiero que las tres
practiquen y quizás puedas enseñarle algo.
-
Sabes que no tengo
ningún problema en enseñarles lo que se – contesto y sé que a las dos debo
enseñarle por igual pero una parte de mi prefiere enseñarle mejor a Luna porque
ella tiene que defender a nuestras niñas – tu solo dinos cuando comenzar.
-
Y ¿ustedes? –
pregunta a ellas dos – esta noche necesito que descanses y puedes estar con tus
hijas, pero mañana a primera hora a practicar.
-
Yo no tengo ninguna, y al enfrentarme a esos
huestes hoy que encima eran varios rodeando a una sola persona, tengo varios
motivos para aprender mejor.
-
Tengo que proteger a
las peques – responde Luna mirándome -
creo que es razón más que suficiente para hacerlo no.
Uriel
nos explica que también hará que vengas los demás angeles que están en la
tierra y sus hijos, con la diferencia de que al venir los seguidores de Lucifer
y este no se enteren como nosotros nos enteramos de ellos que se están
reuniendo aquí, veremos si eso se puede, de que no sean tan obvio.
Al
terminar su corta reunión para informarnos de esto y de qué bueno los angeles
al parecer no están feliz allá arriba y han decidido caer en estos momentos
¿justo ahora tienen que hacerlo? Pueden bajar a luchar y ayudarnos en esto pero
¿caer? al menos que estén cambiándose de bando y por eso lo hagan.
Luego
de terminada la reunión y haber acomodado mis cosas en una de las habitaciones
que nos designaron mientras estemos aquí, me doy un baño y relajo un poco. Sigo
el consejo de Uriel y prefiero pasar tiempo con mis hijas antes que ponerme a
pensar en todo lo que está sucediendo allí afuera, no es que no me importe pero
ellas son lo más importante de mi vida. Al caminar hacia su habitación e ir
acercándome allí veo como Dani abraza a Luna, solo observo y suspiro mientras
sigo caminando para estar con mis peques, si Daniela cree que con su mirada va
hacer que me detenga, pegue media vuelta o algo está muy equivoca, creo que se
está metiendo en algo que no la incumbe ademas no sabes todas las cosas que
pase como para que su mirada llegue amedrentarme, Ja. En todos casos la que
tiene que decirme algo si le molesta mi presencia aquí es Luna, en estos
momentos creo que está más preocupada en lo que está pasando afuera y de
proteger a nuestras hijas como para que le importe mi presencia aquí.
De
igual forma entiendo a Dani aunque se esté metiendo en cosas que no debe, pero
sé que al estar enamorada de Luna y verla sufrir estos días y también el hecho
de que me ve como una amenaza porque sabe lo que ella siente por mí, creo que
no sabe realmente porque motivos no dejamos con Luna o quizás sí. Sé que
debería hablar con ella pero si vamos a terminar como hace un rato es mejor
solo dejarlo en algún momento se dará cuenta de las cosas que ha dicho y en
donde está queriendo meterse.
Luna no
se da cuenta de mi presencia y entro a la habitación de mis princesas sin que
ella me note.
-
Hola pequeñas – digo
una vez que estoy a su lado - ¿extrañaron a mami? porque yo si las extrañe
muchísimo – las observo unos minutos en silencio y acaricio el rostro de ambas.
Lucero cada día que pasa la veo más parecida a Luna y Ana sigue teniendo rasgos
de ambas, solo falta Gabriel.
En
realidad los tres deberían estar juntos durmiendo agarrados de la manita en su
cuna en nuestra casa, sin pasar por nada
de esto que ha estado pasando, pero es todo mi culpa, por querer que nada malo
les pase, le termino pasando y ahora su hermanito no está con ellas.
Mientras
las sigo acariciando y pensando en las cosas que hice mal para perder a un hijo
y casi perderlas a ellas y su madre, Ana comienza abrir sus hermosos ojitos,
una sonrisa involuntaria asoma en mis labios al instante, tengo unas ganas
inmensas de besarla y abrazarla, pero al haberlas puesto en incubadora cuando
llegaron hipotérmicas no puedo hacerlo. El poder ver cómo mueve sus bracitos y
observa todo con sus ojos me alegra porque eso me muestra que se está
recuperando que todo está marchando
bien, puedo sonreírle y suspirar aliviada. Dentro de todo lo que ha pasado hoy
en el día, verlas a ellas y como Ana me mira y sonríe significa que todo está
mejorando, al menos aquí dentro, pero me da esperanzas de que allí afuera
también puede hacerlo. Unos minutos más
tarde ella vuelve a dormirse y recuerdos las palabras de Luna de que ellas ya
despertaron antes y que le dijeron que las primeras veces despertarían
poco. Espero que comience a despertar
más tiempo y poder tenerla en mis brazos antes de que tenga que salir allí
afuera a pelear con mi padre. Acerco una
silla y me siento a seguir mirándolas a cuidar de cierta forma sus sueños pero
mis manos siguen acariciando su cabeza, manitas y brazos. El cansancio del día empieza hacer efecto en
mi cuerpo pero a pesar de que sé que es
mejor ir a mi habitación quiero quedarme con ellas, al menos un rato más.
Al
sentir como alguien me toca del hombro me despierto sobresaltada y confundida,
mis ojos se encuentran con la imagen de mis niñas durmiendo tranquilas y mi
respiración vuelvo a la normalidad, giro mi rostro para levantarme y me
encuentro con Dani, no me queda otra que volver a respirar profundamente.
-
Deberías al menos
ponerte en el sillón de esa manera no vas a estar incomoda – dice.
-
Quiero estar cerca de
mis hijas – respondo - y no me importa
estar incomoda.
-
Son tan tiernas –
contesta - unos angelitos – sonrió
cuando dice esto porque es verdad, lo son – está bien después tendrás que
bancarte cuando andes dolorida por estar en esa silla incomoda.
¿Qué le
paso? hace un buen rato o mejor dicho horas nos agarramos feo y ahora está
hablándome como si nada. Yo no tengo ningún problema con ella pero igual sigo
molesta de cierta forma cuando se metió con el tema de ver o no ver a Lucero y
Ana.
-
Quiero pedirte
disculpas – dice mirándome, es como si estuviera leyendo mi mente – no quise
decir lo que dije. Simplemente que vi cómo sufre Luna y cuando quisiste hablar
con ella recordé sus lágrimas y me saque, aunque actué sin pensar bien y dije
cosas que no debería y me metí en algo que no me incumbe, como te dije solo no
quiero que sufra.
-
Entiendo. También te
debo una disculpa por cómo reaccione pero si dijiste y te metiste con ellas –
señalo a mis hijas – y eso fue lo peor que pudiste hacer. Como te dije entiendo
que no quieras verla sufrir porque es algo que yo también quiero y siempre
quise – respondo – Me sorprende que la defiendas tanto porque cuando ella creyó
que le fui infiel estabas muy enojada y ahora es al revés. Lo que hace el amor
– sonrió al decir esto sin dejar de mirarla, Dani solo agacha la cabeza.
-
Lo sé y por eso te
pido perdón. Paso tanto tiempo desde eso ¿hará un año ya? Cuantas cosas han
pasado en tu vida desde entonces. Yo no… - solo escucho su respiración porque
otra vez estoy mirando a mis princesas – no sé cómo paso eso, no quería…
-
Hey – digo al verla
angustiada acercándome a ella – uno no elige de quien enamorase, tampoco se
puede decir quería o no quería, el corazón no entiendo eso y es quien decida,
porque si vamos de querer o no, yo si quería entregarle el corazón
completamente a Luna, amarla como se merecía – respondo sentándome – la amo – y
veo el gesto de su cara – pero lamentablemente no como ella se lo merece y como
quiere y yo quiero. Ella siempre va ser parte de mi vida, de mi corazón.
Tenemos dos hermosas niñas en común y sé que volveremos ser amigas. Si tú
quieres algo con ella voy a respetarlo y apoyarlo, porque como te dije esas dos
preciosuras que están ahí – vuelvo a señalarlas – nos han unido para toda la
vida y es algo que tú también tienes que respetarlo e incluso de vernos juntas.
-
Lo sé que uno no
manda en el corazón – contesto – pero era difícil para mí a un lo es, porque
como tú lo dijiste eres mi amiga y al verla y ver lo que me pasaba me comenzaba
a torturar y ahora que es tu ex mujer igual porque ella está muy enamorada de
ti y me gustaría que al menos me amara un poquito de lo que te ama a ti.
-
Solo tienes que tener
paciencia – apoyo mi mano en su hombro – aquí entre nos, sé que tú a ella le
gustas al menos provocas algo en ellas, asi que conquístala y hazla feliz como se
merece.
-
¿es en serio? –
pregunta, entiendo que sea difícil para ella el ver cómo le estoy hablando de
Luna diciéndole que de cierta forma no me importa que lo intente con Luna.
-
Si, como te dije
quiero que ella sea feliz, ella necesita alguien que la ame completamente y no
un amor a medias como el mío. Vuelvo a repetirte si te da una oportunidad no la
desaproveches y hazla feliz.
-
Es increíble cómo
hablan tú y Luna, ese cariño y sin cero egoísmo se tienen, solo pensando en la
felicidad de la otra aunque eso les duela. Porque como dices tú puede que sea
tu amor a media pero duele igual.
Estuvimos
hablando un rato más de todo un poco, ella quedo más tranquila luego de hablar
de que de mi parte no hay ningún problema de que quiera intentarlo con Luna,
quiero que sea feliz que ambas lo sean, eso lo más importante, ella entendió
que no tiene que meterse en cuestión que tienen que ver con las niñas.
Dos
días han pasado desde la charla que tuve con Luna y de estar todo el tiempo con
mis hijas, viendo sus ojos como se iluminan con mi voz o la de su Luna, como se
mueven. La verdad toda es muy emocionante al saber lo que pasaron y que ahora
se estén recuperando, regalándonos algunos balbuceos y sonrisas. También hemos
estado practicando lucha entre las tres, nos hemos dado unos buenos golpes,
aunque eso ha sido más entre Ari y yo, porque como Luna también ha estado
internada no queremos hacer nada que le afecte, aunque ella parece recuperada no
lo sabemos, por supuesto que por eso tampoco queremos tratarla como a una
debilucha ni nada por el estilo. Con una
café en mano voy caminando hacia donde están mis hijas, Alberto ha dicho el
otro día que las peques están reaccionando bien a menos a lo que tiene que ver
con sus reflejos o estímulos, hay que ver que pasan con el transcurso de los
días pero hasta ahora está todo bien, también dijo que si seguían así ya
podríamos poder tenerla en nuestros brazos.
Al
girar el pasillo que me lleva directo de la cafetería a la habitación de mis
niñas veo como Dani tiene agarrando la cara de Luna con sus dos mano y besa sus
labios, solo puedo abrir los ojos grandes y antes de que me vean girarme y
dirigirme a otro lado. ¿Qué siento a lo que vi? No sé, es confuso, quizás por
el hecho de que llevamos poco días separadas y ellas se están besando diría que
no pierden el tiempo pero yo también me he besado con Ari y sería algo injusto
decir eso, por un lado me alegro por ellas por Dani porque sé que para Luna
será difícil y por eso mismo me fui antes que me vieran viéndolas besarse, sé
que Luna si me veía en ese momento se pondría mal y lo único que quiero es que
no piense en mí para empezar algo con Daniela.
****
Rafael
caminando por las oscuras calles de aquella ciudad siguiendo el rastro de
Miguel observaba a los humanos seguidores de Lucifer que habían sido convocados
aunque no sabía si por el mismo Lucifer o algún otro caído casi igual al poder
de este podría ser Makaelis, corrían de un lado para otro, excitadísimos
buscando la forma de ir a la montaña. Mientras seguía caminando tratando de no
perder a Miguel, se chocó con un joven que corría hacia la estación de
autobuses que acaba de pasar, era en vano, el último servicio ya había salido y
su fantasmal silueta se perdía.
-
Oh lo siento – dijo
el apenado.
-
No se preocupe –
respondió la chica sacándose el gorro que llevaba y hacía creer que era un
joven. Esta le sonrió.
Rafael
nunca había estado en la tierra pero creía saber diferenciar a los nefilim o
incluso caidos, al ver la anatomía de la chica o mejor dicho la belleza de
esta.
Los que
son caidos o descendientes de angeles se diferencian por su belleza
inigualable. Siguió observándola en silencio mientras ayudaba a juntar las
cosas que se le habían caído a esta al chocar “mierda, perderé a Miguel”
pensaba, la chica de pelo castaño también lo escudriño y sonrió.
-
¿Cómo te llamas? –
pregunto ella al ponerse de Pie.
-
Rafael – respondió
algo dubitativo - ¿tu?
Le
respondía porque sospechaba lo que era y no por amabilidad si hubiera sido una
humana seguramente ya estaría siguiendo su camino pero la realidad era que
quería seguir y encontrar a Miguel antes de que fuera tarde.
-
Raguel – respondió
esta.
Le
gusto el nombre a Rafael aunque le pareció raro y conocido pero ¿Dónde lo había
escuchado? Prefirió no darle mucha importancia, volvió a mirar la calle por la
cual iba caminando.
-
Lo encontraras – digo
ella y él se giró rápidamente a mirarla, tenía una sonrisa en el rostro – será
mejor dejarte ir.
Seguía
confundido hasta que vio en la mano de la mujer cartas de tarot, volvió la
vista a la chica que continuaba sonriendo.
-
Nos volveremos a ver
– volvió a decir y emprendió su camino hacia la estación.
Se
quedó mirándola ¿le había tirado las cartas? ¿En qué momento? O es que acaso
veía el futuro. No comprendía nada, una vez que vio casi perderse en la noche.
Respiro y le parecía todavía raro estar respirando el aire contaminado de los
humanos cuando allí arriba todo era puro. Volvió a emprender su caminata tratando de encontrar el rastro de Miguel
nuevamente. Al cabo de un buen rato cuando empezó a sentirse cansado y
frustrado por haberlo perdido encontró en el aire el olor a Miguel, sintió
como su corazón de cierta manera se tranquilizaba
pero de igual forma no quería que este cometiera ninguna locura de la cual
arrepentirse.
Aarón
observo como la puerta de la habitación y las luces se encendían, ser un
demonio tenía sus ventajas y no tenía que dar explicaciones de cómo usaba su
poder. Al entrar suspiro sorprendido al
darse cuenta de que no tenía ganas de tener relaciones ¿Qué le pasaba? Observo el lugar y la cama al menos parecía
cómoda, el resto de los muebles era una mesita de noche y una silla.
Lo
primero que hizo Miguel fue tirarse en la cama de espalda, se estiro a sus
anchas bajo la atenta mirada de Aarón, este sonreía con tristeza. Miguel no comprendía muy bien que hacía y al
verlo triste quiso ayudarlo y se levantó, al ver cómo su acompañante se sentaba
al borde la cama. Se acercó por detrás y puso sus manos en sus hombros sin
decir nada.
Miguel
era demasiado puro y Aarón lo sabía, podía sentirlo casi respirarlo siendo un
demonio, podía separar de todos los aromas la fragancia de su inocencia. Sabía que si corrompía un ser puro el castigo
era terrible.
-
¿estás bien? –
pregunto Miguel.
-
Si… - se dio vuelta y
se encontró con los ojos de Miguel “¿jamás has tenido relaciones? ¿porque
comienzas de este modo?”.
No iba
hacerle preguntas, no, aunque lo deseara. Silencio. Aarón no iba a preguntar
nada. Miguel había acudido a él, bueno de cierta manera claro está. Lo tumbo en
la cama. Si iba a corromperlo, si los dos iban a corromperse. Lo mejor sería que lo disfrutaran. Le saco la
ropa, la cabellera castaña de Miguel se agito por un instante y sus mejillas
comenzaron a encenderse, sus ojos se cerraban. Aarón estaba atento, deslizo los
pantalones por sus piernas hasta quitárselos. El quedo perfectamente desnudo,
con toda su piel al descubierto y su belleza expuesta, se apartó para
desvestirse, lo hizo rápido dejando caer la ropa al suelo. Cuando volvió a la
cama Miguel abrió los ojos y lo contemplo, Aarón se inclinó sobre él y su larga
cabellera lo fue acariciando.
“eres
mío preciosa criatura, haz vendido tu alma por un pasaje a la montaña”
-
¿estás seguro? –
pregunto.
No hubo
vacilación.
-
Sí.
Fue
toda la respuesta que necesitaba “serás mío por la eternidad. Estarás conmigo para siempre y entonces el
día que se acabe mi vida podrás descansar en paz” comenzaron pero algo extraño
sucedía. Aarón se sentía demasiado cansado ¿acaso ese era su castigo? ¿No
podría disfrutar de los placeres carnales nunca más? En los tiempos antiguos
había sido o de gloria como él lo llamaba el castigo fue la lepra y pobreza,
tal vez dios cambio su estrategia. Dios
lo estaba castigando por estar en la cama con esa criatura inocente, por
enseñarle el pecado que habían cometido Sodoma y Gomorra. Sí, eso tenía que
ser. Su semen era sal ¿no? como la esposa de Lot.
-
Alexander – sollozo
muerto de desesperación, intentando alcanzar los tesoros de ese cuerpo ahora
impuro - ¡perdóname, Alexander!
-
¡miguel! – grita, e
soltándose - ¡me llamo, Miguel! – se aparta de él y se cubre con las sabanas.
-
Lo siento – susurra
Aarón corriéndose el cabello hacia atrás.
Estaba
traspirado y caliente. Miguel no estaba mejor: estaba completamente mojado,
temblaba con la boca hecha un capullo rosado.
-
Es…
-
¿piensas que
corrompiste a Alexander?
-
¿Cómo? – pregunto
parpadeo, suspirando y confundido.
Miguel
lo observo mientras se vestía. Acaso Aarón lo creía ingenuo, si era inocente,
era su primera noche en la tierra pero era un arcángel aunque este no lo
supiera.
-
El amor no corrompe.
****
Estoy
aburrida de estar encerrada de alguna forma en este laboratorio, camino por los
pasillos distraída escuchando música desde el móvil. Hay una sala de juegos si
quiero ir a entretenerme un rato pero no porque sería volver a estar encerrada.
Voy cantando la canción que suena en
estos momentos necesito distraerme como sea “Tu iluminas el cielo.
Eres una estrella y tu luz me deslumbra. No cierres los ojos. No te
desvanezcas. Tú y yo podríamos viajar a través de las estrellas, si te quedas
conmigo…”
Al
levantar la vista veo como Luz va caminando por el pasillo que viene de la
habitación de las peques con la cabeza gacha. Quizás no ha podido tenerla en
brazos y eso la afecto porque la verdad ella andaba muy emocionada por poder
tenerla en sus brazos después de todo lo que ha pasado, es la única explicación
que encuentro para ver cómo camina. Va
hacia una de las salas que tenemos, decido seguirla para hablar con ella y
hablar, no me gusta verla de esta manera.
Cuando
llego donde se ha metido veo como esta recostada en el sillón con los ojos cerrados
y suspirando. Me acerco en silencio sin
hacer ruido mirando su rostro parece cansada, es extraño verla de esta manera y
más sabiendo cómo es ella.
-
¿está todo bien? –
pregunto al sentarme en la mesita frente a ella.
-
Si – responde – solo
tengo muchas cosas en la cabeza.
-
¿Cómo están las
princesas?
-
Creo que bien –
contesto – no entre a verlas…
-
¿Cómo qué no? pensé
hasta la tuviste en brazos.
-
No, no pude porque me
volví – dice abriendo los ojos
Me quedo observándola ¿Por qué lo hizo? Es
extraño que haya hecho algo de esa manera, y no lo entiendo, con lo que le
encanta estar con sus hijas y vuelvo a repetirle ahora que ellas ya están mejor
y le sonríen y se mueven al escuchar su voz contándole algún cuento o
simplemente cantarle alguna canción infantil a sus pequeñas.
-
¿Por qué? Si puedo
saberlo.
Ahora
es ella la que me observa en silencio mientras vuelve a beber su café. Me
inquieta es como si estuviera pensando en contarme o no que paso, creo que es
sencillo decirme si quiere o no contarme.
-
Ellas estaban juntas
y no quería interrumpirlas – responde.
¿Ellas?
Que Luna estuviera con sus hijas no era impedimento para que ella también
estuviera allí. Aunque ahora que lo pienso Dani no se separa mucho de Luna,
solo en muy pocos momentos como cuando vamos a practicar lucha.
-
¿ellas? – pregunto
tratando de que me diga bien a quien se refiere.
-
A Dani y Luna… -
contesta llevando las manos a la cabeza y masajeándola – estaban en una
situación… era mejor no interrumpir.
-
Y… esa situación en
la que las encontraste – ya me imagino más o menos de que se trata - ¿te
molesto?
-
¿Sinceramente? – dice
volviendo a mirarme – no, no me molesta, quizás si un poco pero no estoy
celosa, impelente que es difícil de explicar. es complicado ver a la persona
con la que hasta hace unos días estabas unida y ahora ver a otra persona
besándola… porque sé que ella la hará feliz, si me volví fue porque no quería
que Luna me viera observándolas y de laguna manera se sintiera mal.
-
Entiendo. Lo que tú
quieres es que Luna se deje llevar por Dani sin pensar en ti, en tu mirada, si
te veía ¿cierto? Y es entendible que te duela verla con alguien más aunque sea
tu amiga y sepa de sus intenciones, su separación es muy pronto y ustedes han pasado
muchas cosas juntas y como le dijiste le otro día que pelearon con Dani por
ella, están unidas para toda la vida, vuelvo a repetirte es entendible que
estés así.
Me
siento a su lado en el sillón y nos quedamos nuevamente en silencio, ella
seguramente analizando todo lo que acabo de decirle. No es que me agrade verle
mal por su ¿ex mujer? Bueno siguen casada es difícil saber cómo decirle al
menos que no sea por su nombre, pero la entiendo. Una separación nunca debe ser
fácil sobre todo cuando hay mezclas de sentimientos e hijos de por medio. Sé
que ella quiere lo mejor para Luna y que sea feliz, al igual que Luna quiere
eso para ella. Es envidiable ver la sinceridad de sus sentimientos sin
egoísmos, es un amor o cariño sincero, sano por así decirlo.
Porque
seamos realistas en muchas separaciones cuando hay sentimientos o explicándolo
mejor cuando una de las partes sigue enamorada comienzan las peleas, que ponen
a los niños en medio con tal de no separarse y en otros casos van al chantaje
emocional en otras cosas, aunque muchas veces eso pasa cuando hay mucho dinero
de por medio, bueno en este caso podría haberlo, Luz no es precisamente una
chica pobre. También están los casos donde existen los abusos y amenazas.
Siempre he visto esos casos más para separaciones heteras pero no se puede que
exista alguna separación del mismo sexo así y no este ni enterada.
Por eso
me parece increíble que ellas dejen de lado lo que sienten y piensen en la otra
sin importarle nada. Luna me lo mostro ni bien llegue a su casa en Italia
cuando rechazaba las explicaciones que me quería dar de lo que paso en el
internado y bueno yo testaruda no quería escucharla.
-
Si no quiero que me
vea y no deje que Dani se acerque a ella, de todas formas si quiere puede hacer
que no se acerque, pero no quiero influenciar en nada.
Asiento
en silencio y aprieto su mano. No puedo decirle más nada, yo tampoco
influenciar en sus sentimientos en sus decisiones. Luego de eso hablamos un poco de todo lo que
está pasando últimamente con los demonios y angeles, y obvio los humanos
también están un poco locos con todo. Como lo dijo mi padre Rafael y Miguel no
han sido los únicos angeles en caer. La mayoría de lo que han caído han buscado
a Uriel pero con los que él todavía no se ha podido encontrar o no lo buscaron
son los dos primeros. Creo que está sorprendido de Miguel siendo su amigo no
hay buscado la forma de cómo humano comunicarse o buscarlo. Con los humanos también las cosas están
complicadas en muchas ciudades importantes hay problemas por el tema de las
desaparición de criaturas y no solo eso sino que con el caos ha habido muertes
y las cosas siguen empeorando, los conflictos entre países y que en cualquier
momento se viene una guerra y no se sabe quién atacara a quien, si los países
aliados se terminaran traicionando o no.
Algunos
dicen que es el fin del mundo y es muy probable que hacía sea porque no sabemos
en que terminara esta guerra entre angeles y demonios y más las que los propios
humanos tiene entre ellos. Luego Dios es el que destruyo la humanidad una vez
con el diluvio el que no tiene compasión de ellos y ni se acuerda ¿si ellos
tienen compasión entre ellos? No. Ellos
mismos se terminan destruyendo unos a otros sin arrepentirse de lo que hacen y las almas puras o podría decirse las personas
inocentes terminan cargando con eso.
Como si la culpa fuera de ellos.
El día
ha pasado sin ningún otro sobresalto, Luz paso a verla a las niñas y por su
cara estoy segura que la tuvo en brazos. También pase a verlas y estaban
bastante inquietas ambas pero bueno cuando uno ve a esas dos preciosura se
olvida de todo son muy tiernas con esos ojos que observan y brillan demasiado
cuando escuchan que le hablan, para ser pequeñas son despiertas. Cada una sabe cuándo le estás hablando por la
forma en que mueven su mano y sus ojos. Estas niñas son increíbles.
Caminando
por los pasillos nuevamente el encierro de estar acá sin poder hacer mucho
comienza afectarme y a pesar de ser de noche y bastante tarde no quiero ir a mi
habitación. Observo las escaleras que llevan arriba de la montaña donde
descubrimos con Luz que ambas somos los angeles que su padre busca y
seguramente hora más que nunca.
Aire
puro, por fin. Respiro lo más profundo un par de veces al estar arriba de la
montaña viendo el cielo algo nublado, al menos una nube cubre la Luna y no deja
verla en todo su esplendor. Escucho unos
ruidos en mi espalda y me giro a mirar…
****
-
¿Quién eres? –
pregunto Aarón anonadado.
-
Me llamo Miguel.
Lo toma
de los hombros y lo sacudió para que todas las palabras que estaban guardada en
su órganos le entraran por los oídos.
-
¿Quién eres? Responde Maldita sea.
Miguel
abrió los ojos aterrorizados y prefirió hablar.
-
¡Soy un ángel Caído!
¿Un
Ángel caído? ¿Miguel? No, no podría ser cierto. ¿El arcángel Miguel? Ahora entendía porque no podía hacerle el
amor aunque eso en esos instantes no importaba, no salía del asombro de tener
frente a él al gran Arcángel Miguel, y tampoco podría comprender que lo llevo a
traicionar a Dios.
Cubriéndose
el rostro Aarón comenzó a sollozar.
-
Hey…
-
¡suéltame! ¿Qué haces
en la tierra? ¿qué quieres?
-
He Caído como lo han
hechos muchos – responde – quiero ayudar a Uriel desde aquí.
Aarón
levanto el rostro que lo tena agachado y
lo miro, unos segundos después se
limpió el rostro y levanto de la cama. ¿En qué está pensando Dios? ¿Cómo
permite que sus angeles le abandonen fácilmente?
****
-
¿Has visto a Ari? –
pregunta entrando a mi habitación Uriel.
Puedo
ver cómo Uriel trata de recuperar la habitación parece que estuvo corriendo por
lo agitado que se encuentra.
-
Desde ayer no ¿ha
pasado algo? – pregunto despertándome completamente.
Un
escalofrió recorre mi cuerpo. Ella estaba aburrida de estar encerrada tal vez
salió… no quiero seguir pensando en nada más. No quiero que mis pensamientos
vayan para esos lados.
En ese
momento mi celular comienza a Sonar y veo que es una llamada de Ari, hago que
Uriel se acerque y le muestro el móvil, atiendo poniendo el alta voz.
-
¿sí? – trato de
parecer lo más normal por si es ella y su padre y yo solo nos estamos haciendo
falsa alarma.
-
Por fin atiendes –
escucho esa voz y me hela la sangre, la reconozco perfectamente – deberías atender más rápido la llamada de tu otra
mitad – me quedo callada sin saber que responder y Uriel me mueve la cabeza
hasta hacerme reaccionar - ¿Qué pasa? ¿no me recuerdas?
-
¿Quién eres? –
respondo buscando la forma de hacerlo enojar aunque reconozco perfectamente su
voz – no tengo la más minina idea de quién eres y busco entre mis recuerdos
recordarte pero debes ser tan insignificante que no, no te recuerdo.
Uriel
me mira con los ojos abiertos, sin creer lo que estoy haciendo y si la verdad
es que estoy poniendo en peligro la vida de Ari pero solo quiero que me dé una
pista.
-
Eso me lastima –
contesta enojado - ¿acaso quiere que a ella también la dejes sin alas?
-
¿quieres dejarla como
tú? – digo sabiendo que es Makaelis pensé que mi padre le había hecho algo pero
se ve que no - ¿eres capaz de eso?
Me
pregunto si mi padre está detrás de todo esto, es posible que sí, pero sé que
Makaelis siempre ha estado enamorado de ella, nunca le gusto cuando estábamos
juntas y por su culpa y la de Lucifer estamos aquí metidas en esta guerra
absurda, pero no me arrepiento de ello porque dos hermosas hijas, tres amigas
increíbles y también personas que me han rodeado desde niña a los cuales y son
mi familia. Dejando de lado a Damián y el hecho de tener un padre que es nada
más ni menos que Lucifer mi vida aquí en la tierra ha sido muy buena. He
conocido la amistad, el cariño, el amor, los placeres de la carne como dicen
los demás angeles, se lo que es el dolor, se lo que es perder a personas que
quieres, se lo que es sentir como te rompen el corazón, la soledad, la
tristeza, las lágrimas, ya sean por la risa o por el sufrimiento, la
sinceridad, la mentira. Muchas cosas que siendo angeles solo veíamos de lejos y
por supuesto “secretamente” muchos deseábamos conocer. Y Digo secretamente porque
a los ojos de ÈL nada se escapa.
-
Yo sé muy bien de lo
que soy capaz ¿no te lo demostré la otra vez? – escucho que prácticamente está
gritando – no llores – vuelvo a escuchar que dice – solo que ella no colabora y
si no lo hace aunque no quiera me terminare desquitando contigo.
-
Sabes que eso para ti
no significa nada – contesto bastante molesta que se meta con Ari – me quieres
a mí, déjala a ella en paz. Ademas ambos sabemos que es tu debilidad y no le
harías.
-
También es la tuya y
no me provoques – su voz suena cada vez más enojada.
-
¿Qué quieres? – digo
pasándome la mano por la cara.
-
Te quiero a ti – dice
y puedo imaginar la sonrisa que tiene en su rostro y sé que voy a borrársela.
-
Entonces ¿Por qué no
has venido por mí directamente? Sabes
que no puedes conmigo tú solo ¿no?
-
Creo que sabes cómo
son las cosas. Haremos un intercambio. Yo dejo libre a Ari si tú te entregas.
Tu padre quiere verte.
Con que
él también está atrás de esto. Normal los demonios son así solo saben actuar
poniéndote trampas o llevándose lo que quieres para atraparte.
-
¿Cómo sé que la
dejaras libre?
-
Tendrás que confiar
en mi palabra y la de Lucifer.
Comienzo
a caminar por la habitación con la mirada de Uriel en mí esperando una decisión
de mi parte. No puedo confiar pero no me queda otra no quiero que le hagan
daño. En mi mente solo puedo recordar las veces que nos torturaron a ambas
hasta matarnos, sobre todo mi padre que siempre se la ensaño con ella, solo
quiero que esta vez sea diferente y ella no sufra.
-
Está bien ¿Cuándo y dónde? – pregunto y siento
como el padre de Ari suelta un suspiro.
-
Eso me gusta, que
colabores. Nos vemos en… en donde está la tienda de campaña de tu padre, mañana
a las doce de la noche. Espero estés puntual si no quieres que le pase nada.
Solo
escucho el tono de que la llamada ha sido cortada, me quedo observando el cel
esperando que vuelva a sonar y sea ella la que hable esta vez pero sabemos que
eso no va a pasar. Me llevo la mano corriendo el pelo de la frustración que
tengo en estos momentos ¿Cómo es posible? La única forma que se la haya llevado
es que ella salió del laboratorio y sin decir nada ¿Cómo pudo hacer eso?
sabiendo el peligro que corremos fue algo muy estúpido y ahora estamos así.
-
Me voy a la sala –
dice Uriel también se ve mal – hablaremos allí con Luna y los demás.
-
Bien – respondo.
La
mandíbula me duele de lo apretada que la tengo de la rabia que recorre mi
cuerpo, no entiendo cómo es que fue a salir de esa manera Ari, también estoy
rabiosa con Makaelis incluso con mi padre, quizás creí que fuera hacerle algo
pero no lo hizo. Me termino de cambiar e
higienizar y salgo rumbo a la sala donde están esperándome.
-
¿Qué está pasando? –
pregunta Luna al verme entrar.
-
Se han llevado a Ari.
Veo en
su rostro la sorpresa y luego este pasa a la preocupación llevándose una mano a
la boca. Si es preocupante y más al no saber de dónde se llevaron a Ari, sí
estuvo por aquí cerca o fue a la ciudad.
-
Bueno – dice Uriel
llamando nuestra atención y de tres personas más – mi hija ha sido llevada por
los caidos. ¿Cómo nos hemos enterado? Esta mañana Makaelis llamo a Luz
diciéndole que quiere un intercambio de cierta forma, no creemos en eso.
sabemos que él siempre ha estado obsesionado con Ari es más con ambas. Y
también se encuentra Lucifer en esto, al menos eso es lo que dijo Makaelis…
-
Aquí entre nosotros
sabemos que es una trampa para atraerte a ti – dice Luna mirándome – tienes que
tener cuidado al ir, porque sé que aunque nos opongamos vas a ir.
-
Sé que lo es –
respondo – pero tengo que ir al menos para averiguar dónde está. No puedo dejar
que le pase nada. y voy a necesitar a
todos. Bueno tú te quedaras aquí con las niñas.
¿los demás lo saben? – pregunto mirando a Uriel.
-
Sí, vendrán esta
noche y prepararemos todo para mañana porque iremos a la boca del lobo. Todos
los seguidores de tu padre están allí. Mañana en la noche empezara la guerra.
Quedo
observándolo pensativa con lo que acaba de decir. Makaelis sabe que soy de
Lucifer y sabe que soy un ángel, los demás no lo saben. Él siempre ha querido
quedarse con el infierno y manejar las cosas a su antojo, no ha estado de
acuerdo en las decisiones que ha tomado Lucifer, estoy segura que quiere hacer
la vida de los humanos y angeles aquí más infelices y creo que la trampa es que
todos se enteren quien es la hija de su padre y que decisión va a tomar.
Quieres que sus seguidores se pongan en contra de él y obvio que la guerra ya
empezó pero mañana se sabrá la decisión de Lucifer cuando sus seguidores me
ataquen o mejor dicho nos ataquen.
Luego
de la reunión me fui a practicar un poco para tener la mente ocupada y seguir
pensando de donde se llevaron a Ari, es que de solo pensar que haya sido de
alrededor del laboratorio porque es posible que haya ido arriba de la montaña o
salido a caminar en otro lado, en si me preocupa porque aquí están las niñas y
no quiero que ninguno de ellos se vuelva acercar y descubra a las peques y le
hagan daño. Luna y yo ya hemos tenido suficiente con lo de mi madre y Gabriel y
el estar aquí internadas sin poder disfrutar completamente de nuestras
niñas.
Al caer
la noche me dedique a disfrutar de ellas con Luna hablamos de que se quedara
con más gente de lo normal cerca de la habitación donde se encuentra ella y
nuestras princesas es más incluso Dani y las chicas tendrán seguridad rondando
cerca de ella. La pudimos tener en
nuestros brazos un rato a cada una, ambas felices de poder disfrutarla así
después de tantos días que no pudimos darle nuestro calor sentirlas en nuestros
brazos. Ellas cada día están más grandes y picaras y de solo pensar que tengo
dejarla solas nuevamente es algo que no me gusta. Quisiera no ir pero tengo que
hacerlo porque al final de cuenta a quien quiere Makaelis es a mí, aunque mi
padre quiera a las dos y sigo preguntándome ¿Qué hará?
La
noche y el día pasaron muy rápido hasta llegar nuevamente a la noche. Me pongo
una ropa que me trajo Uriel supongo que tendrá algo de protección de igual
forma no le veo diferente a los demás solo que es blanco. Uriel También está de
blanco igual que las otras tres personas que están cerca de nosotros. Me
despido con un beso en la frente de Luna diciéndole silenciosamente que se
cuide y cuide a las pequeñas, Lucero está en su brazo y Ana en los brazos de
Rosa a ellas también beso su rostro y las miro un instante antes de irme.
No sé
qué pasara no sé si volveré pero lo que quiero es tener grabada la imagen de
ella en mi mente. Sigo a Uriel en silencio creo que no hay mucho por decir
vamos a buscar a su hija, el entiende lo que es separarse de una hija para
situaciones asi. No me queda más que confiar que esta vez las cosas si saldrán
bien, al menos lo que corresponden con mis hijas, Luna y Ari, de lo demás no
puedo estar segura ni siquiera conmigo misma.
Al
llegar a fuera del laboratorio veo unas cien personas o quizás más la verdad no
estoy en la labor para estar contándolos.
Al igual que nosotros todos están de blanco.
-
Necesito que algunos
de ustedes quede aquí. No sabemos si ellos saben nuestra localización de acá
pero necesito que protejan este lugar
mientras nosotros nos encontramos con Lucifer, Makaelis y los demás.
Uno que
parecía ser el jefe de los que se quedaran protegiendo el Lugar se acercó a
Uriel.
-
Con nuestra vida –
respondió y volvió su mirada hacia mi dedicándome una sonrisa como diciendo que
no me preocupara.
Algo
imposible no preocuparme cuando lo más importante de mi vida está en este
lugar. Creo que no hace falta decir más
nada en los ojos de lo que quedan aquí puede leerse que nos desean suerte o
mejor dicho que esperan que Dios este de nuestro lado y todo salga bien. Que seamos lo que nosotros triunfemos y no
como aquella vez.
Los que
van con nosotros comienzan a seguirnos. Al ir todos de blanco no creo que
tarden en darse cuenta de que somos nosotros. Sé perfectamente que la mayoría
se quedara lejos que los únicos que nos acercaremos seremos nosotros bueno
ellos estarán conmigo pero la que tiene que dar la cara soy yo.
El
trascurso del camino que nos lleva a las tienda de campaña dónde está mi padre
vamos en silencio cada uno con sus
pensamientos, observo la cara de Uriel y los otros que nos acompañan y puedo
ver las emociones en su rostro y seguramente ellos pueden ver lo mío. Creo que
todos los que vamos aquí tenemos familia. Y ahora tenemos que luchar por quien
ni siquiera nos agradecerán.
Mientras
continuamos nuestro camino recuerdo una carta antigua que leí en un libro de
alguien que murió por unos minutos y bueno según él conoció a Dios y Lucifer.
No sabía en qué lugar me encontraba solo veía
una luz que me cegaba. Tratando de
distinguir el lugar que me encontraba comprendí que me encontraba en el cielo,
sonaba el arpa tocadas por angeles, no podía verlo y tampoco sabía de dónde
provenía el sonido pero podía reconocer lo que era. Caminado me choque con una
puerta y ahí me encontré con San pedro. Me pregunto si había sido llamado, no
tenía idea a que se refería supongo que quería decir de si había llegado mi
hora pero no estaba seguro. L e respondí que no entonces me rechazo la entrada
dijo algo así como que la entrada solo estaba permitida a los hijos de Dios.
Seguí vagando hasta que me encontré con Dios y entonces me atreví hacerle
algunas preguntas: ¿Por qué sufrimos tanto? ¿Porque nos rompen el corazón?
¿Porque nos juzgan? ¿Porque nos tienen envidia?.... No supo darme respuesta
alguna, me sentí muy desilusionado al parecer esperaba que yo respondiera eso
pero si tuviera la respuesta no le hubiera preguntado. Quede muy triste,
observe el cielo al menos la parte donde me encontraba parecía estar muy
tranquilo, todo era paz, alegría y lleno de amor. Podía comprender porque Dios
no me respondió.
Cerré los ojos y aspire el aire
profundamente, al volver abrir mis ojos pude sentir mucho calor, ya no me
encontraba en el cielo. El lugar a pesar de parecer sombrío era diferente al
silencio, me sentía bien y no tenía frio como cuando estuve con Dios. Quitando
los gritos de las personas que estaban pagando sus pecados para mi estaba
bastante bien, capaz era mi lugar. Me
acerque a lo que parecía ser un trono, había alguien sentado y no podía
distinguir su rostro a pesar de las llamas.
Cuando estuve frente a Lucifer me pregunto:
¿Qué haces aquí? ¿Eres un pecador? ¿Dios te envió? Me sorprendió de todas las
preguntas que me hizo. Luego de salir de mi sorpresa le respondí: Estuve con
Dios y le hice un par de preguntas que no pudo responderme. Me pidió que le repitiera la pregunta. Volví
a repetir las preguntas y amablemente me respondió: Si no existieran gente que
te hicieran sufrir, que te juzgara, que te envidiara, no estaría aquí siendo un
corazón buscando respuestas. Yo estoy aquí castigando a los pecadores. Quedo un
instante pensativo y siguió con lo que decía: eso me hace ser maligno y por
querer superar a Dios por eso soy un caído. Al final de cuenta me parezco a los
humanos. Yo nos los tiento a ninguno, las tentaciones están en la vida de cada
uno. El verdadero mal es elegir la maldad teniendo dos opciones… Luego de eso
desperté en mi casa preguntándome muchas cosas sobre Lucifer o el diablo como
lo llamamos los humanos. También comprendimos que necesitamos la maldad para
que exista el bien.
Me
pregunto si eso fue verdad y si él respondió realmente eso. Él es malo quizás
con ese humano pudo hacerse bueno o responder con amabilidad. Cuando leí la
carta mucho tiempo pensé en las palabras que se supone son de Lucifer y algo
que siempre dio vuelta en mi mente fue: al final de cuenta me parezco a los
humanos. Se habrá referido a las
tentaciones o a ¿Qué?
Poco a
poco escuchamos los murmullos que vienen de donde se encuentran las tiendas de
campaña, solo estamos a unos metros. Mucho de lo que vienen con nosotros
comienzan a separarse para cubrir todos los flancos del lugar.
Cada
paso que doy al ir acercándome siento como el aire se me hace más pesado, algo
me dice que Ari no se encuentra aquí, desde un primer momento supe que era una
trampa pero tenía la esperanza de que asi fuera, ahora estando en este lugar la
ilusión comienza a esfumarse.
Al
vernos llegar mi padre está en un lugar elevado con Makaelis este sonríe
victorioso y Lucifer niega con la cabeza.
Sus huestes nos observan y algunos tienen los ojos rojos, uno de esos
ojos lo reconozco y son de mi hermano, ellos parecen decirme que van apoyarme
pero vuelvo mi vista a mi padre y Makaelis. Este sonríe y comience hablar.
No
estoy prestando mucha atención a lo que dice ademas parece entenderse con pocas
palabras, también está el hecho de que quiero que me diga donde esta Ari. Su vista se dirige a mí y veo como sonríe con
una sonrisa de victoria y el brillo de maldad en sus ojos aún son más, brillan
con más fuerza.
-
Su hija es nuestra
enemiga – suelta y los ojos que estaban posado en mi padre se vuelve hacia mí –
es el ángel que siempre hemos buscado. Saben lo que deben hacer. Este es el
momento para deshacernos de ella. Lucifer no lo hará.
Apenas
unos instantes estos parecen estar sorprendido cuando avanzan hacia nosotros.
Mis ojos están puesto en ambos me importa poco estos demonios que se acercan,
no son rivales. Mi máximo rival se encuentra parado a lado de mi padre con una
sonrisa triunfante en su rostro.
Le
devuelvo la sonrisa cuando atravieso a un hueste con mi espada y al caer lo
decapito, donde sea que tenga a Arikel voy a encontrarla. Solo hay que dejarlo
disfrutar de lo cree que es su victoria.
Con la
espada voy abriéndome paso hasta estar cerca de él, nuestras miradas se
encuentran nuevamente. Ambos nos
estudiamos, Mi padre está peleando con un par aunque por la forma que pelea es
como si no quisiera hacerle daño pero ¿Por qué?
No puedo hacerme muchas preguntas respecto a la actitud de Lucifer
porque nuevamente centro mi atención en Makaelis.
-
¡Nunca vas a
encontrarla! – dice con la mirada y la voz llena de odio – tampoco saldrás viva
de aquí. Fuiste muy ingenua.
-
Ella nunca será tuya,
nunca exististe para ella – respondo – no fui ingenua, sabía que era una
trampa. Aunque tú puedes disfrutar de lo crees una victoria, ella volverá estar
conmigo.
-
Si sales viva de aquí
– y la sonrisa de su rastro se hace más grande – No la encontraras.
Y antes
que pueda responderle desparece delante de mis ojos. Solo Puedo ver el fuego
que dejo donde estaba parado, un hueste se acerca a mis espalda pero la espada
de Lucifer se interpone en su camino y por supuesto es atravesado por la
espalda misma.
Mis
ojos se encuentran con los suyos tan idénticos a los mismos y en silencio puedo
agradecerle, aunque se lo agradeceré más si me dice donde ha ido Makaelis sé
que él lo conoce y estoy segura de que también sabía que lo vendería antes sus
seguidores.
-
Dime donde fue – digo
y le suplico con la mirada.
Sé que
mis ojos dicen todo que si en verdad me quiere como su hija dejando de lado
nuestra parte de angeles nuestra enemistad los que no ha llevado siglos ha
estar enfrentados me lo diga.
Puedo
ver cómo se debate internamente su parte ángel caído quiere negarse pero su
parte humana lucha por imponerse.
-
Está bien – responde.
Y a mi
mente viene la frase de aquella carta.
Necesitamos la maldad para que exista el bien, para reconocerlo.
El Bien
puede triunfar a la maldad.
Nota:
No tengo palabras para pedirles disculpas, solo puedo decirle que se acerca el
final de cuatrimestre en la universidad y eso significa parciales, trabajos
prácticos, exposiciones y talleres.
Ángela: ÈL
aparecerá en el capítulo siguiente o puede ser el otro. Solo será una pequeña
aparición que dejara muchas cosas en clara pero bueno para eso tiene que
terminar la guerra. Gracias por estar siempre y ser paciente. L: me alegro de que te guste la
historia y por la paciencia que me tienes y más para las conti. Luisa: Bueno la verdadera reacción de
Lucifer veremos en el siguiente capítulo y también cual será su destino.
También que pasara con Miguel y Rafael. Como le he dicho a Ángela ÈL aparecerá
cuando termine esto. También Gracias por ser paciente conmigo y la historia.
También quiero agradecer a tod@s las personas
que siguen la historia y tienen paciencia con la historia y las continuaciones.
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autor.
Solo puede decir que nos dejaste en un super final de capítulo.... toca esperar con paciencia el proximo capitulo... y que ya pronto se acabe la guerra y ellas puedan ser felices...
ResponderEliminarSaludos