Capítulo 33
Al bajarse del avión a Rafael le faltó
poco para agacharse y besar el suelo. Lo había pasado bastante mal y esperaba
que para el vuelo de vuelta quedara aún bastante, Marina en cambio tenía un
cúmulo de sensaciones, por una parte sentía un gran alivio, su familia no la
podría encontrar tan fácilmente, también sentía dolor de abandonar de aquella
manera a sus padres y por otro estaba muy nerviosa, no sabía si Paula estaría
dispuesta a perdonarla, pero la morena estaba segura que haría todo lo posible
para conseguirlo. Como Macarena les dijo nada mas llegar un taxista los
esperaba con un cartel con su nombre. Las chicas le habían dejado bien claro al
taxista lo que tenía que hacer y habían contratado a uno que hablaba un poco
español cosa que agradeció Marina ya que ella y su hermano apenas sabían decir
algo en inglés.
Mientras iban en el taxi vieron cuan
diferente era ese país en comparación con el suyo, las casas, el clima, los
coches, la gente, todo era diferente. En España, ese día era soleado y aún
hacía bastante calor, en cambio allí estaba completamente nublado y amenazaba
con llover y la temperatura no era muy agradable comparándola con la de su origen.
El taxista estacionó en una calle
residencial.
–
Es aquí- dijo el taxista con un acento inglés
muy cerrado apenas comprensible- son treinta y cinco libras- los dos hermanos
se quedaron mirando extrañados ya que no habían entendido.
–
¿Disculpe?-dijo Rafael.
–
La dirección donde vais es ese piso de allá-
dijo con una pronunciación un poco mas entendible- son treinta y cinco libras.
–
Aah! Vale jefe, Marina treinta y cinco libras
pa’el señor-La morena sacó el dinero de su cartera, le pagaron y se bajaron del
taxi- Muchas gracias buen hombre- le dijo cuando se iba- Que esaborío ni
siquiera me ha dicho adiós- vio que Marina estaba parada en frente del bloque
de pisos mirando hacía arriba.
–
Es el tercero A, ¿qué hago?
–
Marina que vas a hacer criatura, llamar que
te abra.
–
Y si no me abre, ¿qué hacemos?, ¿nos volvemos
para España?
–
No digas tonterías mujer- en ese momento
salía una mujer mayor del portal, Rafael sujetó la puerta para que a la señora
no le costara trabajo salir, ya que llevaba un carrito de la compra-Hello
señora- la señora lo miró con una cara un poco extraña y le respondió el
saludo-vamos entra, tocaremos a la puerta y la sorpresa es mayor.
–
¿Cómo vamos a hacer eso?-dijo negando- mejor
será que toquemos aquí fuera.
–
Marina, me he montao por ti en el avión ese
que poco mas y nos mata, me debes una, así que hazme caso y entra- Marina lo
miraba con nerviosismo, estaba completamente aterrorizada por el posible
rechazo de la rubia.
–
Está bien- dijo entrando un poco reticente.
Subía los escalones como si le pesasen
los pies, por lo que su hermano la agarró del brazo.
–
Mírame- le dijo seriamente- ¿tú eres la misma
moza que hace unos días me dijo que amaba a esa niña con locura y que haría lo
que fuese por estar con ella?
–
Si- dijo sin entender.
–
Pues a mí no me lo parece, así que saca valor
y enfréntate con firmeza a tu destino, ¡que se te note el nervio gitano mujer!-
los ánimos de su hermano hicieron que los nervios se esfumasen.
Subió decidida y tocó a la puerta.
Unos segundos después, Emily abrió la puerta acompañada de Maia que la seguía
por todo el piso.
–
Hola, ¿puedo
ayudaros en algo?-dijo al abrir.
La pelirroja iba en pantalón corto
deportivo y una camiseta ancha que caía por su hombro dejándolo al descubierto.
Marina se quedó parada con los ojos completamente abiertos. Era lo último que
esperaba ver, ¿sería que Paula ya había rehecho su vida? Su hermano también se
quedó sin habla, los ojos de aquella pelirroja lo dejaron K.O.
–
A lo mejor nos han dao mal la dirección o nos
hemos equivocao- dijo el moreno cuando logró reaccionar.
–
No, es su piso, esa es la perra de Paula-dijo
triste.
–
Perdonad pero
no os entiendo, emm, yo no hablar…española- dijo sonriéndoles un poco avergonzada.
En ese momento, Marina se fue por el
pasillo sin decir nada.
–
¡Marina espera! ¡No sabes si es su novia o
no!- la morena siguió su dirección y comenzó a bajar las escaleras.
–
¿Marina?- dijo
sorprendida la pelirroja.
–
Hello- dijo con una acento muy cateto y
alzando la voz-My name is Rafael y ella es mi hermana Marina- dijo señalando al
pasillo y gritando las palabras en español creyendo que por hablar mas alto la
pobre inglesa lo entendería mejor- Hemos venio en avión- Rafael intentaba
buscar un gesto para cada palabra que decía-pa’que mi hermana vea a su Paula, ¿no
esta?
–
¿Paula?
–
Yes, yes Paula.
–
Paula no está,
está en el trabajo, pero espera, ¿ella es Marina, la ex de Pau?
–
Yes, Marina, es mi hermana- aunque los dos le
ponían mucho empeño, no se enteraban de lo que decía el otro-¿tú- le dijo señalándola-
eres la novia de Paula?
–
Oh dios no te
entiendo nada, todos estos meses viviendo con Paula y no le he pedido que me
enseñe español- dijo con cara de angustiada.
–
Yes, Paula y tú, ¿novias?- hizo un gesto de
besar a su propia mano-tú y ella ¿novias?
–
¿Novias? Oh
no- negó
con su cabeza-Yo…-empezó a arrascarse
la cabeza intentando recordar lo poco que sabía de aquella difícil lengua-friends… ¡amigas! ¡Si! ¡Amigas! Paula y yo
somos amigas, compartimos piso.
–
¿Amigas?- dijo con una gran sonrisa el
moreno.
–
Si
–
Ole que bien- le faltaba poco para pegar
saltos después de todo lo que le había costado comunicarse con esa chica.
Estaba feliz por que su hermana tenía aún oportunidades y también sintió
felicidad por él mismo, aunque no sabía por qué- espera aquí ¿ok? Voy a por
Marina, espera- le decía haciendo gestos con las manos.
Comenzó a correr por el pasillo y a
bajar las escaleras lo más rápido posible con más de un traspiés mientras las
bajaba. Al llegar abajo y abrir la puerta del portal se encontró a su hermana
llorando sentada en un pequeño escalón que había antes de bajar a la calle,
estaba refugiada de la lluvia en el pequeño techado.
–
¿Por qué te has ido así niña?
–
¿Es que no ves que la he perdido Rafa?
–
Ay no me seas tonta, si no le has preguntado
si quiera a la muchacha, cosa que yo sí he hecho, es la compañera de piso de la
Paula.
–
¿En serio?
–
Que si, así que ya estas tardando en dejar de
llorar y subir pa’rriba pa’hablar con la pelirroja- la tomó de la mano y juntos
subieron de nuevo las escaleras.
Al llegar arriba de nuevo, Maia y Emily
las esperaban en el mismo sitio, al llegar a su lado Emily abrazó a Marina que
iba secándose las lágrimas.
–
Oh dios mío,
aún no me creo que hayas venido a por ella, no se lo va a creer cuando venga,
la vas a hacer la mujer mas feliz del mundo.-aunque Marina no la
entendía sabía que la muchacha tenía buenas intenciones-Me llamo Emily y soy la compañero de piso Paula.
–
¿Emily?
–
Si, estoy más
que feliz de que estés aquí, de verdad.
–
Emily- le dijo Rafael- ¿dónde está Paula?
–
Ay Rafa no le grites, que porque lo hagas no
se va a enterar mejor.
–
Oye tú cállate que así nos hemos entendío
antes.
–
Paula está
trabajando, la empresa esta a unas manzanas de aquí, pero podéis esperar a que
regrese.
–
Creo que dice que Paula esta trabajando,
Emily, ¿Paula work?
–
Si, trabajar, Paula esta trabajando y no sé a que hora
volverá. Entrad a dentro, estáis en vuestra casa- les hizo señas y los tres
entraron dentro- esperad aquí un segundo,
por favor- la pelirroja entró a una de las habitaciones y minutos después
volvió con un diccionario inglés-español- Sabía
que tenía uno de estos en alguna parte.
Gracias al diccionario y después de un
buen rato los tres se lograron entender. Marina le pidió a Emily que llamase a
la rubia para ver cuánto le quedaba para volver a casa insistiéndole en que no
le dijera que estaba allí. Esta le hizo casó, la llamó y Paula le dijo que hoy
estaría hasta tarde, que esa tarde habían tenido una reunión con unos clientes
y después del papeleo tendría un coctel en honor de los clientes allí en la
empresa.
–
¿Qué vas a hacer? Te esperas a que vuelva o
vas allí- Marina estaba sentada acariciando a Maia, que también la había echado
de menos y no se separaba de ella.
–
Voy a ir, no quiero esperar ni un minuto más
para verla.
–
¡Así se habla cojones! ¡Esa es mi hermana!
Emily nos tienes que decir la dirección.
Después de que se entendieran, Emily
bajó con la morena a la calle, paró el primer taxi que vio y le indicó la
dirección y le pagó la carrera por adelantado. Antes de que se fuera, le dio un
papel a la morena para que lo entregara en recepción y que así no tuviese
problemas a la hora de saber don de estaba Paula.
–
¡Muchas
gracias Emily!- dijo con una gran sonrisa.
–
No es nada, ¡¡que
tengas mucha suerte!!
La morena se fue a por su chica y
Rafael y Emily se quedaron a esperarlas en el piso.
El corazón de Marina se quería salir,
su cabeza no dejaba de repasar las miles de situaciones posibles mientras que
pedía por favor que no la rechazase.
Por fin llegó, el taxista le indicó
por señas el gran edificio al que se dirigía. Tenía que atravesar una gran
calle y llovía a cantaros por lo que salió corriendo hasta la entrada sin poder
evitar mojarse.
Al entrar se quedó totalmente
impresionada, era un gran edificio con un estilo muy moderno y con cientos de
personas de aquí para allá, aunque ya era bastante tarde, al haber una
celebración, el edificio estaba a rebosar. Se acercó a recepción y enseñó el
papel que le había preparado Emily. La recepcionista lo leyó y le dijo que no
podía ver a Paula en ese momento porque hoy era un día especial y la invitó a
salir del edificio cortésmente, aunque Marina no entendió nada, por lo que se
adentró en el hall del edificio. La recepcionista, al ver que no le hacía caso,
comenzó a llamar a seguridad y en cuestión de segundos dos hombres fornidos
estaban invitándola a salir, aunque ella seguía sin entenderlos, hasta que uno
de ellos la cogió del brazo.
–
Ya sé que no me entendéis pero necesito ver a
Paula- le dijo a uno de ellos alzando la voz.
Por suerte, alguien de todos los allí
presentes si entendió lo que decía, una señora de unos cincuenta años se acercó
hasta donde estaba la morena.
–
Hola querida, ¿qué se te ofrece?
–
Señora, ¿usted me podría ayudar? Estoy
buscando a Paula Castellar, es la sobrina del director de la empresa.
–
¿Y me podrías decir quien la busca?
–
Soy Marina Heredia y soy…era…su novia,
necesito por favor hablar con ella lo antes posible- la mujer esbozó una pequeña
sonrisa al saber quien era la chica.
–
No pasa nada
chicos-
le dijo a los de seguridad- es una
invitada. Acompáñame- le indicó el camino- yo soy Irene, soy la secretaría
del tío de Paula, ella esta en su despacho, te guiaré hasta allí.
Después de subir siete plantas en
ascensor, la mujer la dejó ante una gran puerta de cristal. Marina se quedó mirándola
durante unos minutos, para intentar que su corazón no se saliese por la boca.
Respiró hondo y abrió la puerta sin tocar.
El despacho de Paula era enorme, tenía
un sofá de cuero blanco a un lado y enfrente de la puerta una gran mesa de
cristal de estilo moderno presidida por una enorme butaca de cuero blanco, las
pinturas y los colores del despacho le recordaron a la habitación de Paula en
Madrid por lo que no había duda de que era su despacho, pero ella no se
encontraba allí. La morena avanzó lentamente unos pasos y se percató de que
había una puerta corredera de cristal detrás del escritorio la cual estaba
abierta, daba a un balcón que tenía unas magnificas vistas de la ciudad y la
rubia se encontraba allí. Estaba fumándose un cigarrillo mientras veía
resguardada gracias a un techo la tremenda llovizna que estaba cayendo.
Marina se quedó totalmente congelada, ¿qué
sería lo mejor? ¿Acercase corriendo abrazarla y besarla? O tal vez un simple
hola para poder dejarle un poco de espacio. La razón por la cual no había perdido
la cordura todos esos fatales meses por fin estaba delante de ella y no sabía
que hacer.
–
¿Sabes?- dijo intentando no tartamudear- creo
que soy la única persona en todo Londres que no lleva paraguas- Marina ya había
comenzado a llorar y Paula, al principio de escucharla se asustó, creyó que su
mente le estaba jugando una mala pasada, pero al seguir escuchándola, no se lo
podía creer, apretó sus puños con fuerza y sacó las fuerzas necesarias para mirar
a ver de quién se trataba, era imposible que fuera ella la que le estaba
hablando, por lo que se dio la vuelta para acabar con ese sufrimiento y
comprobar que no era ella…
Los ojos de Paula se abrieron como
platos, no podía creer lo que estaba viendo, Marina estaba a escasos dos
metros. Su corazón comenzó a latir como la primera vez que la besó.
–
Quizás me pueda resguardar contigo, como el
primer día en que hablamos y te ofreciste a llevarme a la universidad- esbozó
una pequeña sonrisa ante ese recuerdo, pero su llanto la hizo apenas
perceptible.
Paula ya se estaba acercando
lentamente a la morena, cuando al escuchar eso no aguantó mas y se abalanzó
hacía ella besándola con pasión y necesidad. La rodeó con sus brazos y la apretó
contra sí. Las lágrimas de las dos se fundieron en unas solas, pero ahora esas
lágrimas eran de felicidad. Marina se separó un poco.
–
Por favor, perdóname, todo tiene su explicación, yo…- Paula no la dejó
seguir, volvió a besarla con ansias demostrándole que le daba todo igual, que
verla allí, a cientos de kilómetros de su casa era explicación suficiente para
ella-Paula te amo, siempre te he amado, cada día separada de ti ha sido como
una alfiler en mi corazón. ¡¡Te amo!!
–
Yo también te amo preciosa- por fin escuchó
la voz de su amada- la besó dulcemente- me da igual todo lo que haya pasado,
estas aquí y es lo que importa.
–
Te amo
–
Te amo.
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Hayy!!! Divino!!!!! Al fin se reencuentran... me encanta que al fin pueda estar otra vez juntas y espero q esta vez sea para siempre...
ResponderEliminarDiossssss, si el amor nunca muere si es de verdad.... estaría bien q el hermano se enamorara de emely y ella de el jejeje
ResponderEliminarM.S (galicia)
La historia es muy buena solo espero que el hermano de Marina no las encuentre jamas...
ResponderEliminarQue capitulo tan tierno. Ese reencuentro no pudo ser mejor gracias valió la pena la espera
ResponderEliminarSiiiii que hermoso reencuentro esperó pronto el proximo capitulo besotes ya quiero saber mas
ResponderEliminarQue bonito reencuentro........
ResponderEliminarJejejejeeeee.....
Otro prontito... ;)
He llorado. :')
ResponderEliminarQue felicidad tan grande :D
ResponderEliminarMe has sacado un par de lágrimas.
Saludos y gracias por tan bellos capítulos.
espero mucho el siguiente capitulo; felicidades por la historia
ResponderEliminarPor faaa no nos deje sin capitulo quiero que sigas la historia te extrañamos
ResponderEliminarPor favor ten piedad, regalanos otro capitulo de la historia gracias
ResponderEliminarxiion sigue la historia , no nos puedes dejar asi .
ResponderEliminarte queremos de vuelta con nosotras. : )
M.S ( galicia)
No nos deje asi. Por favor :-(
ResponderEliminarM.M (Brasil)