Capítulo
18
En
la escuela se podían tomar de la mano en el pasillo y nadie las miraba de
manera rara, procuraban en ningún momento tocarse, ni abrazarse, pero no
negaban el ser pareja.
-¿Profesora?
Sintió que jalaban la orilla de su suéter.
-Dime
pequeña…
-Necesito
de su ayuda, mi tía Irene se va a casar y yo quiero hacerle un regalo sorpresa.
-Claro
Mildred, ven vamos al laboratorio para que me platiques que te gustaría,
haremos algo bonito.
-Gracias
profesora, -mostrándole su sonrisa.
-Bueno
¿qué tienes en mente? ¿Por qué crees que yo te puedo ayudar?
-Porque
también usted tiene novia, -torciendo sus ojitos y levantando sus manitas al
cielo.
-Veamos
que se nos ocurre.
-Me
asomé para saludarte y estabas ocupada con Mildred. ¿Qué se trae entre manos
esa niña? Me da un poco de miedo.
-Estamos
haciendo un regalo sorpresa para la tía Irene que se casa con la novia.
-Ah!
y tú tienes experiencia en eso, la niña es inteligente ¿eh?
-Lo
es, ella supo antes que tú y yo terminaríamos juntas. Por cierto este sábado
nos vamos al taller, paso temprano para que tengas lista tu maleta, ya encargué
a pepper para que lo cuiden.
-No
lo he olvidado, casi está lista. -Se orilló para dejar a Jordan, hoy le había
tocado a ella manejar. -¿Te gustaría un poco de compañía?
-Siempre,
-le cerró un ojo. -Vamos.
Por
la mañana al llegar a casa de Izumi ésta ya la esperaba, subió una maleta que
era para una semana, prefirió no hacer comentarios, no quería herirla, le había
preparado un café y tostadas con mermelada de manzana, tenía un par de botellitas
con agua, le pareció muy considerado de su parte. Ella se hubiera parado en el
camino para comprar algo, pero esto le hacía sentir que le importaba a alguien
como nunca antes.
-Ven
aquí cariño, -dijo Jordan. La abrazó y la besó tiernamente. -Me encantan tus
detalles, eres perfecta.
-Gracias,
me importas mucho sólo quiero hacerte feliz, como tú lo haces conmigo.
El
viaje estuvo bastante bien, Izumi era muy buena copilota, entretenida, con
plática, lo único mal que había encontrado en ella era que cuando dormía hacía
unos ruiditos.
-…pero
así está bien?
-Perdona
cariño me distraje un momento.
-El
volumen, que si así está bien. ¿En qué piensas?
-En
ti, tú me distraes.
-Claro,
todo yo.
-Ja,
ja, ja, eres irresistible. Ya estamos cerca, mira ahí el letrero ¿ves?
Universidad del Valle, ahora después de la loma veremos las cabañas, lo primero
será registrarnos y acomodarnos, aún tendremos un par de horas antes de que
inicie la apertura del registro de participantes.
-¿Yo
podré entrar a la ponencia?
-Si
quieres, sí. Te registro como acompañante y ya está.
-Eso
estaría bien, porque no quisiera estar sola esperando por ti, me gustaría verte
en acción, hablando de lo tuyo.
-Creo
que te será interesante. -Acomodó el auto cerca de la recepción, ya se podía ver
a algunos de los otros invitados. -¿Me acompañas o esperas en el auto? Sólo
recojo la llave.
-Te
espero, se ve que hay bastante movimiento.
Mientras
veía el complejo de cabañas, pudo ver que eran varios edificios no muy cercanos
unos de otros, separados por árboles, jardines y pequeñas calles, era bonito.
Regresó en menos de 10 minutos.
-De
acuerdo, iremos por la calle principal, pasaremos tres calles y a la izquierda
al fondo, la cabaña se llama “constelación“.
-Circularon despacio hasta dar con su alojamiento.
-Es
preciosa, es más bonita que las otras que vimos antes. Bajemos para
inspeccionar la zona, -bajó entusiasmada con la llave en la mano.
Jordan
abrió el maletero para hacerse cargo del equipaje y se adentró en la cabaña.
Los muros eran de barro, había una chimenea, una cocineta con bancos altos, un
sofá muy grande y acogedor, vio la puerta abrirse y salió una Izumi muy
sonriente.
-Cariño
la habitación es perfecta, ven te ayudo.
-Es
pequeña, -había otra chimenea más pequeña y otra puerta le indicaba el baño.
-Pues
sólo porque tú casa es grande, pero esto es muy lindo.
-La
cama es cómoda, debo saber si rechina. -Y se dejó caer varias veces. -Tienes
razón es perfecta.
Izumi
se acercó a ella despacio.
-Eso
no es suficiente para probarla. -Se sentó en sus piernas, empujándola para
dejarla sobre su espalda, acercó su rostro lentamente para acariciar su nariz,
besó sus mejillas y luego se quedó dando pequeños besos sobre sus labios.
Jordan
la mantenía cerca acariciando su espalda y costados, aguantando las caricias en
su rostro, dejó salir un suspiro dejando entreabiertos los labios, Izumi no
desaprovechó el momento y se adueñó de ellos, estuvo por un buen rato
besándola, dándole placer a sus labios, a la lengua que se movía con destreza
dentro de ella, sintió como su cuerpo empezaba a responder a esos estímulos
enviando descargas a su sexo, la respiración de ambas se estaba tornando
entrecortada.
-Me
están temblando las piernas, debo acomodarme, -susurró sobre sus labios.
-¿Yo
también?
-Sí,
súbete un poco más.
Izumi
se acomodó de nuevo encima para continuar con los besos, dejando una pierna
entre las suyas para balancear el peso de su cuerpo, lo que hizo que Jordan
soltara un gemido de placer. Tenía unos labios tan apetitosos, no se cansaba de
ellos. Los movimientos con la cadera eran suaves.
-Mm…
Izumi?…
-¿Pasa…
mm… algo? -Separándose para mirarla.
-¿No
extrañas estar con un hombre?
-No
claro que no, contigo es mejor… más placentero… sabes dónde tocar y cómo… mi
vida sexual es celestial ahora, -sonrió. Volvió a besarla recuperando los
segundos perdidos. Empezó a sacar la blusa de entre su pantalón y con sus dedos
recorrió la tibia piel.
Metió
sus manos tomando su cintura y subió un poco más arriba hasta llegar al borde
de su sostén, Jordan se había estado dejando hacer sólo recibía, dominando un
poco sus movimientos y jadeos, la respiración era lo que delataba su estado de
excitación. La sensación en su entrepierna era cálida y la humedad aumentaba
con el meneo de su amada.
Izumi
sentía lo mismo, se incorporó y bajó las manos para abrir el pantalón y poder
acomodar la mano en el monte venus de Jordan y acariciar de arriba a abajo,
sintiendo su abertura a través de la braga, deslizó el dedo medio un poco más y
entonces la notó mojada, fijó su mirada en ella y con la mano libre acarició su
boca con el pulgar, se inclinó para besarla con deseo, sintiendo el aliento
caliente mientras se fundía en su boca. Se desabrochó su blusa para arrojarla a
un lado junto a su sostén, abrió su pantalón y metió la mano de Jordan dentro
de su braga para que la tocara, necesitaba sentirla con urgencia, apenas sintió
sus dedos brincó de gusto, los dedos resbalaron por su longitud y se detuvieron
en la entrada de la vagina. Sintió que acariciaba sus senos con la otra mano.
Esperó a que entrara y al no hacerlo abrió los ojos buscándola, entonces Jordan
entró, provocando que abriera la boca para soltar un gutural sonido lleno de
emoción, le sonrió agradecida y empezó a mover las caderas haciendo que entrara
más profundo. La sintió salir, atraerla y girar para dejarla debajo, le bajó el
pantalón y se apoderó de su sexo con la boca, Izumi se retorció de placer al
sentirla, se apoyó sobre sus codos para ver cómo le daba placer, le gustaba
verla entre sus piernas.
Las
caderas comenzaron a tener vida propia, se recostó de nuevo y acomodó las manos
entre el sedoso cabello corto, haciendo un poco de presión, Jordan levantó la
cabeza y se apresuró a despojarse de toda su ropa para sentirla, se deslizó
hasta estar sobre su boca y besó como si la vida se le fuera en ello, Izumi la
mantenía pegada a su cuerpo de las nalgas empujando hacia su sexo buscando la
fricción para liberarse, Jordan aventuró su mano en dirección al centro de su
amada, que la recibió jubilosa, introdujo dos dedos y se movió al ritmo de la
lengua en su boca, en respuesta escuchaba los jadeos entre besos, bajó a su
mentón mordisqueando, chupando hasta su cuello, pasó el brazo libre por su
espalda para atraerla mientras se encargaba de sus senos sin dejar de embestir
su intimidad, volvió a su boca aprisionando un labio y luego otro hasta que la
sintió tensarse y sostenerse de sus hombros clavando las uñas. Su agarre se
suavizó. Jordan la rodeó con sus brazos sintiendo su corazón y respiración
tranquilizarse, quedando abrazada de su hermoso cuerpo.
Volteó
a ver la hora que marcaba su reloj, aún tenían tiempo, se levantó para atraer
el cobertor y cubrirse desde su espalda apoyada en sus rodillas, entonces
sintió los dedos de Izumi acariciar su sexo, cuando entró en ella soltó un
resoplido, la detenía de la cadera mientras se movía dentro de ella, empezó a
subir y bajar, el sonido mojado excitó su oído, sostuvo la mano de Izumi
dándole el ritmo que necesitaba, poco a poco se fue inclinando para besarla, su
boca era tan condenadamente deliciosa, su ritmo era cada vez más profundo y
rápido, por lo que no tardó en desplomarse sobre su amada. Ahora fue Izumi
quien la arropó, permanecieron un rato abrazadas dormitando, susurrándose
palabras tiernas.
-Démonos
prisa.
-Ahora
si tienes prisa eh?, -le dijo pasándole una braga limpia a Jordan.
-Amor
tú empezaste, además yo tengo que registrarme. -Terminó de lavarse y se puso la
braga. -Tienes esa costumbre de despeinarme siempre. -Viendo su imagen en el
espejo, acomodando su cabello con agua y espuma.
-¿Te
peinas? Quiero decir que no se te nota, estás muy guapa.
-Eres
graciosa… -la besó, -¿me pasas el perfume?… gracias.
-Te
espero en el auto.
-Ok,
ya casi estoy.
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Muy lindo capitulo... seguir pendiente de todos los capitulos.
ResponderEliminarFelicidades por esta gran historia de amor.
Indudablemente es una de las historias que mas me fascinan, espero dia con dia la publicacion no me canso en leerla , me encanta muchoooo n.n
ResponderEliminarEs inigualable esta historia me encanta: $
ResponderEliminarVale (Colombia)