Capítulo 56
Suspiro
de la frustración. Estaba a punto de probar nuevamente los labios de Ari cuando
a él se le ocurrió entrar en mi oficina.
-
¿Qué quieres?
–pregunto sin soltarla
-
Hablar contigo-
responde él seriamente.
-
Eso ya me di cuenta
pero de ¿Qué?
-
Sí, pero me gustaría
hablar a solas contigo- Ella se suelta de mis brazos y me sonríe.
-
No te preocupes Agos,
nosotras hablamos ahora más- dice depositando un beso en mi mejilla y saliendo
de la oficina.
Ninguno
de los dos décimos nada por un buen rato, pero como no tengo todo el día para
perderlo con el decido romper el silencio entre los dos.
-
Damián será mejor que
hables que tengo cosas que hacer.
-
Bien – responde
parándose frente a mí – solo vine a pedirte de que hables con nuestro padre.
-
Y ¿de qué quieres que
hable con él?- pregunto bastante desconcertada.
-
Con respecto al
castigo por lo de hoy – dice bajando la mirada e intentando aparentar
arrepentido – puedes pedirle que me lo baje, sé que tú puedes convencerlo.
-
¿Por qué tendría que
hacer eso?- respondo apoyándome en el escritorio y cruzando los brazos.
-
Porque soy tú hermano
y tú no sabes lo que me espera.
Al
escuchar eso me da ganas de reírme, ¿ahora se acuerda de la hermandad? Solo
puedo morderme los labios y negar con la cabeza.
-
Si yo estuviera en tu
lugar ¿harías eso por mí?
No sé
para qué pregunto si ya se me la respuesta, él solo baja la cabeza y se queda
en silencio.
-
No, no lo harías-
continuo hablando – y además el castigo no creo que sea tanto, lo único que
hará nuestro padre es sacarte la tarjeta, el auto y no podrás ver a ninguna de
tus “amiguitas”.
-
Es que tu…- no dejo
que termine de hablar.
-
Yo nada Damián,
tienes que aprender hacerte cargo de tus actos, esa pelea ya estaba terminada y
tu decidiste seguir y ni siquiera fue de frente- digo y puedo ver en sus ojos la furia – ahora
tienes que aceptar el castigo que ellos te den.
Me mira
furioso y aprieta la mandíbula. No sé porque tanta rabia, si él se la busco, no
sé por qué tanto miedo al dichoso castigo, al menos que entre todos le den una
paliza cosa que realmente dudo.
-
Ya vas a necesitar
que te ayude en algo- dice y ambos nos miramos sin apartar la mirada - ¿Qué
hacía Ariana aquí?
-
¿perdón? Lo que ella
hacia acá, no te importa.
-
Solo te digo una cosa
Agostina mantente alejada de ella. ella es mía- contesta de manera desafiante.
-
¿en serio? – respondo
riendo- no vi que en algún lado tuviera escrito “propiedad de Damián”. Y yo te
digo que no voy apartarme de ella, solo porque tú lo digas.
-
Como siempre, tu
queriendo todo lo mío.
-
Jajá ¿te estas
escuchando? – no puedo evitar reír- la abofeteada que te dio padre te ha
afectado el coco. No quiero nada tuyo y ella no es tuya.
Empieza
a exasperarme con sus idioteces y más el pedirme que me aleje de Ari como si
fuera su novio, cuando no es nada. Tengo
la sospecha que siempre que hablemos los dos o estemos juntos van a existir
este tipo de discusiones.
-
Ya te avise- dice
caminando rumbo a la puerta- después no digas que no y espero que te mantengas
alejada de ella- antes de que pueda responder azota la puerta fuertemente.
Me
llevo la mano a la cara y luego de esto suelto el aire que contuve hace unos
momentos. Está muy mal mi hermano no sé qué quiere advertirme si sabe que no
voy hacer lo que él me diga, ni que le
tuviera miedo para eso. De todo esto lo único bueno que ha salido es que tengo
que tener cuidado con él, porque no sé de qué será capaz esta vez.
-
¿Qué fue eso?- dice
mi padre abriendo la puerta.
-
Tu hijo- respondo
mirándolo.
-
¿Cómo?
-
Que tu hijo cerro de
esa forma la puerta.
-
Pendejo- puedo ver
que está furioso pero no por lo de la puerta - ¿qué hacía aquí? – y esta vez
sus ojos se posan en mi – debería estar castigado. Esos van a escucharme son
unos inútiles.
-
Padre cálmate, te
hará mal – la mirada que me lanza me da escalofríos así que prefiero callarme.
-
Te hice una pregunta
y no me has respondido.
-
¿Por qué no vas y se
lo preguntas a él?- contesto con otra pregunta.
-
La pregunta te la
hice a ti y quiero la respuesta.
No sé
qué hacer primero porque no quiero ser cotilla y tener más problemas con
Damián, quiero llevar la fiesta en paz, pero por cómo me está mirando mi padre
creo que no me queda otra que decírselo, antes de ser yo la castigada. Además
si Dam estuviera en mi lugar no dudaría en mandarme al frente.
-
Estuvo aquí por el
tema del castigo.
-
Seguramente estaba queriendo
que hables conmigo para que le reduzca su castigo- responde saliendo y alcanzo
a escuchar lo último que dice- hacer eso lo único que logra es que le aumente
su castigo.
****
Llego
al edificio donde por ahora trabaja Uriel. Creo que la única decisión correcta
de estos últimos días es esta que he
tomado ahora.
-
¿Qué haces aquí?-
dice Uriel que justo va saliendo de su oficina.
-
Vine hablar contigo.
-
Espérame dentro. Hago
firmar estos papeles con Carlos y vuelvo contigo.
Hago lo
que me ha pedido y la espero allí, puedo ver muchos papeles e incluso una caja.
Al tener que irse de aquí, deberá dejar todo al día para Carlos puedas llevar
los líos el, hasta que Luz se haga cargo porque estoy segura que cuando se
reciba decidirá qué empresa manejar, eso es lo que decía siempre que primero
tendría su título y después si vería que hacía.
Una
pequeña foto del escritorio me llama la atención me acerco a mirarla y es un
bebe pelirrojo como Uriel, no creo que sea él o ¿sí? Lo que se también es que
no tiene familia, de todo el tiempo que ha estado con nosotras, siempre ha
estado solo.
-
Y bien- dice entrando
U, y sentándose frente a mí - ¿en qué puedo ayudarte?
En su
rostro hay una sonrisa paternal, todo este tiempo se ha comportado con nosotras
como si fuera nuestro padre y yo que
nunca conocí a mi padre le estoy agradecida que sea así con nosotras, aunque se
viene que también es porque él tiene que guiarnos al ser un arcángel, bueno
ahora lo hará conmigo una simple nefilim.
-
He tomado la decisión
de irme contigo- suelto de repente – y tendrás que ayudarme con las últimas
materias.
-
¿está segura? No
haces esto por ella ¿no? Sabes que voy ayudarte en todo lo que necesites.
-
De cierta manera sí,
pero puedo asegurarte que de estas semanas es la mejor decisión que estoy
tomando. Sé que lo harás U.
-
No quiero que vayas
arrepentirte a último momento y agradezco que vengas a trabajar conmigo. Veras
que te va a gustar conocer lugares nuevos, gente nueva, ojala tus amigas
también vengan.
-
Yo también espero lo
mismo, pero todavía tienen tiempo para decidir. Bueno yo solo quería decirte
eso, porque no te veré hasta mañana.
-
¿Por qué no?
-
Tengo clases mañana y
tarde y cuando salga me quedare un rato en la biblioteca para empezar a buscar
temas de las materias que tengo rendir.
-
Es cierto no voy a
poder verte así, hagamos una cosa.
-
¿Qué?
-
Vayamos almorzar
juntos, ¿Qué dices?
Sonrió
ante los gesto de su cara y salimos juntos de la oficina rumbo algún restaurant
donde podamos disfrutar un buen rato del día largo que tenemos hoy y que
durante dos meses lo tendré.
****
Estoy
llevando la caja con los libros que estoy revisando para pasar todo a la
computadora. Al ser una empresa tan grande como esta, debieron tener todo en
computadora hace rato y no ahora, pero bueno me toca a mí.
Agos
recién paso y volvió a decirme que me da su oficina, y que su trabajo no es
tanto como lo mío y que ella no estará tanto aquí en la empresa, aunque tal vez
tenga que bancarme un rato cuando ella venga, bueno eso palabras de ella. Me
hizo reír porque si tengo que compartir oficina con ella, sé que sería difícil
concentrarme con ella allí.
-
Se la levanto a la
hija del dueño y ahora se va otra oficina- escucho que dicen las chismosas del
lugar.
-
Si y hay que ver qué
pasa cuando este el hijo- dice otra.
A ellas
le gustaría estar en mi lugar y tener su propia oficina y aunque me haya
negado, Agos de toda forma ha insistido en que vaya a su oficina. Nunca pensé
que unas mujeres grandes con hijas o hijos seguramente hablen así, sabiendo que
ellos pueden pasar por lo mismo. Tengo que respirar profundo para no llorar, si
estoy aquí es porque me están dando la posibilidad de mostrar y poner en
práctica lo que he estudiado estos años y de lo cual voy a recibirme.
-
¿qué te pasa?-
escucho la voz de Agos al verme entrar a su oficina.
-
Nada- contesto sin
más.
-
No me digas nada,
porque sé que algo te pasa, puedo verlo en tus hermosos ojos.
-
En serio Agostina –
contesto mirando suplicante porque no quiero hablar del tema, por suerte no
tendré que escucharlas todo el tiempo ahora.
-
Bien – responde seria
y cuando voy a salir por la última caja me detiene – voy yo.
****
No
conozco bien a las viejas, sé que al ser mayores debo tratarla con respeto pero
ellas son unas chismosas entrometidas y no voy hacerlo. Sé que algo le habrán
dicho ha Ari por eso ahora está así, pero van a escucharme.
-
¿se puede saber qué
carajo les pasa a ustedes? – pregunto al entrar a la oficina y se quedan
calladas estas urracas.
-
¿nosotras? – dice
una.
-
No, hablo con los
fantasmas de la oficina si con ustedes.
-
Nada ¿acaso esa te
dijo algo?
-
Esa tiene nombre y
apellido – respondo furiosa – y ella no es como ustedes mangas de chismosa.
Escuche lo que estaban diciendo antes que entre.
Se
quedan con lo boca abierta, no saben qué decir,
tampoco saben con quien se metieron.
-
Nosotras estamos
feliz de que ella pueda tener una oficina aparte- responde la de más antigüedad
en la empresa- estábamos comentando de que debe ser muy buena en su trabajo – y
las demás ríen.
Desde
que entre cuando llegue de estar con mi padre supe que le estaban haciendo la
vida imposible a Ari y busque en las cámaras de seguridad de la oficina que
están oculta algunos videítos que no querrán que lleguen a sus maridos.
-
Ustedes trabajan muy
bien – respondo sonriéndoles y mostrándole un Cd – Acá tengo algunos videítos
que no querrán que vean sus esposos – las observo y algunas de ellas empiezan a
mirarse entre si – tu – digo señalando a una que estaba tratando de puta a Ari
e incluso insinuó de que se pudo acostar con mi padre - ¿tu esposo sabe que el
hijo que esperas no es de él? – no responde solo se queda mirando – antes de
hablar así de ella, les dejo los videítos y más respeto con ella, porque no
querrán que lleguen la compilación de esto – tiro el cd en el escritorio – si
quieren seguir haciendo orgia entre ustedes y los de seguridad no hay problema,
los videos a los demás de aquí nos servirán de entretenimiento.
Les
hubiera dicho más cosas pero no iba a
perder mucho el tiempo con ella, para que anden con la boca cerrada están los
videos ahora no dirán nada o quizás sí, porque ella a pesar de todo lo que
dicen, igual critican y juzgan a los demás.
Camino
hacia la oficina que he dado a Ariana y paso por un ventanal y miro hacia el
exterior cuando en el vidrio veo una persona a mis espaldas con todo el pelo en
la cara lo único que puedo ver son sus ojos rojos, y su vestimenta negra
completamente. Me quedo observo unos instantes pero al darme vuelta no hay
nadie. Ya me paso esto en la universidad.
-
Te
están vigilando – escucho una voz a mis
espaldas que por el tono me da escalofrió.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Ve C - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
ES MAS DE UNA SEMANA... EN MI PAIS SI ALGO NOS QUEDA PEQUEÑO ... SE RECONOCE SE ACEPTA...PERO NO SE JUEGA CON LOS DEMAS... LO SIENTO SI MIS CRTICAS NO SON DEL TIPO... ME ENCANTAS.... YO TE AMO ESCRIBE MAS.... SOLO SOY DIRECTA... POR ESO NO ESCRIBO....CAMILA CAMACHO C&C
ResponderEliminarNadie te obliga a leerlo. Desagradecida.
ResponderEliminar