Capítulo 51
Al llegar a casa de mi padre me encuentro con la sorpresa
de ver en el comedor desayunado con ellos a Ariana.
Desde que entre no he podido despegar los ojos de ella,
no solo por el hecho de no verla hace años.
Sonrió al seguir mirándola, pero al verla aquí se me ha
ido todo lo que sentía por tener que verme con Damián.
No sé qué me pasa pero no puedo dejar de ver sus ojos y
un cosquilleo recorre todo mi cuerpo. De solo mirar sus ojos grises me he
olvidado de que aquí con nosotras están mis padres y mi hermanastro. Ella me devuelve la sonrisa.
¡No puede ser! Es ella. Arikel.
Tengo que contenerme de no pronunciar ese nombre al
sentir la mirada cargada de rabia de mi hermano.
El abrazo de mi madre hace que despegue mis ojos de ella.
Devuelvo el abrazo porque en verdad la extrañe, aunque la última vez que estuve
en casa las cosas no salieron bien. Espero que esta vez sea diferente aunque lo
dudo.
-
Hija como te extrañe-
dice mi madre llenándome de besos la cara.
-
Yo también te extrañe
- respondo tratando de que deje de besarme tanto.
-
¿para mí no hay
abrazo?- pregunta mi padre acercados.
Al tenerlo de frente a mí a solo un paso empiezo a
sentirme mal. Me invade la tristeza. El dolor es demasiado profundo y en estado
puro. No es la tristeza o dolor de
siempre como por ejemplo el de que las chicas o Luna no me hayan querido
escuchar. Se propaga en mi cabeza hasta que se me nubla la vista. Me apoya en
la silla que está a lado mío.
No puedo respirar, el cuerpo se me estremece. Tengo que
hacer una fuerza enorme en tratar de recuperar un poco la compostura,
Me he puesto a si al tener a mi padre demasiado cerca. Es
un caído. Él no tiene por qué enterarse lo que soy.
-
¿estás bien?-
pregunta mi padre rápidamente corriendo la silla para que me siente.
Si el supiera que estoy así por tenerlo tan cerca no sé
qué haría.
-
Si es solo un mareo-
por suerte tengo lo de la sobredosis para justificarme- ¿me pueden traer mi
bolso?
-
Hija ¿Qué tienes?-
dice mi madre acariciándome el rostro.
-
Es una historia
larga- respondo intentando no sentirme así con la presencia de mi padre sin
tener que mostrarme como soy para eso.
-
¿Por qué no nos
cuenta?- pregunta Damián mirándome y parece estar divertido ante la situación.
Vuelvo mi vista a la hermosa pelirroja de la mesa y le
sonrió encantadoramente y ella me devuelve el gesto, me vuelvo hacia Damián y
lo miro y puedo verlo con más enojado.
Cuando mi padre vuelve con el bolso saco una pastilla que
me dio la doctora para controlar los efectos de la droga. Mi madre me mira
preocupada.
-
¿estas enferma?
-
No madre- contesto
intentando tranquilizarla un poco- solo lo tomo por unos días por un
tratamiento.
-
¿Qué tienes?-
pregunta mi padre volviéndose acercar.
Otra vez a luchar por no dejarme invadir por su pena. Es como
si cabeza estuviera cayendo en un abismo dando vueltas y vueltas. Toda la
fuerza de voluntad poco a poco se me empieza a ir. Su dolor no va a vencerme.
-
Hace unos…- respondo
apoyando la cabeza en mis manos- días, salía de un bar donde estaba esperando a
mi novia mejor dicho ex novia- mientras relato esto miro la cara de Damián para
ver sus reacciones de si tuvo algo que ver- sentí un pinchazo en el cuello y no
recuerdo más nada- sigo relatando obviando detalles- un amigo paso por mi
departamento y me encontró tirada en el living sin poder respirar y llevo a una
clínica. Y allí desperté y me explicaron de una sobredosis y que podría haber
muerto o entrado en coma.
-
Quien sea que lo haya
hecho las pagara- dice mi padre furioso alejándose de mi- yo me encargo de
encontrar a ese o esa infeliz. Ahora tienes que andar así por su culpa.
-
¿abusaron de
ti?-pregunta mi madre.
Es algo que lo he pensado, pero no creo. Al menos la
doctora que me atendió me dijo que no había indicios de abusos, pero yo no
recuerdo nada de nada, solo algún fragmento.
-
la doc. Que me
atendió dijo que no- respondo.
Damián no ha mostrado emoción alguna con lo que he
relatado, al menos su rostro no me dio a entender que este metido en esto, pero
no confió en el. Tiene una mirada fría, y yo sé por experiencia lo que es mirar
fríamente a alguien. Mi padre muchas veces de niña me hacía reprimir toda
emoción. Está muy cambiado, no es el chico debilucho que vi la última vez hace
unos años, bueno la otra vez que lo cruce cerca de mi depa ya lo vi cambiado.
Desde el primer momento que lo vi allí, no me dio buena espina, espero
equivocarme.
****
¡Esta hermosa! Es preciosa. Siempre la recordé con su
cabello rubio ondulado y con sus ojos le hacía una niña hermosa, pero ahora con su cabello negro
que resaltan a un mas sus ojos azules.
Lo que ella acaba de contar a sus padres no puedo
creerlo, ¿Quién sería capaz de hacer algo así? Alguien que le tiene bronca o
ganas quizás. Hoy en día se maneja mucho la droga, pero drogar a alguien para
llevarle a tu cama, no me entra en la cabeza.
Miro a sus ojos y a pesar de que muestra estar bien por
lo que paso y que intenta recuperarse de o de recién, puedo notar algo de
tristeza y rabia incluso.
Su madre le acaricia el rostro y ella solo le sonríe,
tratando de restarle preocupación. Su padre está muy loco ante la situación que
vivió su Agos y no me sorprende siempre fue su niñita y ahora que es toda una
hermosa mujer debe serlo aún más. Lo que si me sorprende es la reacción de su
hermano, esta como si nada. Por lo visto las cosas entre ellos cambiaron mucho
porque hace años eran unidos, sé que si él estuviera en su lugar, ella estaría
ya mismo buscando a quien le hizo eso.
-
hija- dice Antón
acercándose a ella- yo me encargare de encontrar a quien te hizo eso. tengo que
ir a trabajar pero hablare allí con un amigo para que investigue quien fue.
-
gracias padre, te
agradecería mucho que hicieras eso- ella mientras responde a su padre no deja
de mirar a Damián, este solo agacha la mirada- mantenme al tanto ¿sí?
-
por supuesto mi niña-
responde el besando su frente- me alegro que estés aquí en tu casa. Nada va a
pasarte aquí. Nos vemos en el almuerzo.
-
Si padre. nos vemos –
responde ella media fría.
Su madre despide al señor Antón y vuelve a la mesa con
nosotras. Damián también se retira y con ella no se dirigen la palabra.
-
Como se alegran de
tenerme aquí- dice ella mirando a su hermano- ¿Por qué hay tanta seguridad?
-
Hace un tiempo
entraron unos tipos y quisieron secuestrar a tu padre- responde la señora
Gabriela- desde entonces hay seguridad y el sale con seguridad e incluso yo.
-
Que extraño- responde
ella como si nada mientras bebe un vaso de jugo de naranja- al parecer todos
los Gaultier estamos en la mira de alguien.
-
Sí y con lo que te ha
pasado tu padre no dejara que andes sin seguridad. Pero cambiando de tema ¿te
acuerda de ella?
Agos se muerde el labio lo que me parece sexi. Pero ¿Qué
estoy pensando? Niego con la cabeza antes de ver como se gira y se me queda
mirando como buscando entre sus recuerdos.
****
¿Qué quieres que te diga madre? Pienso al mirar los ojos
grises de Ariana o Arikel. En fin son la misma persona. La odie mucho tiempo
por haberse ido el día de mi cumpleaños sin despedirse a pesar de dejarme un
regalo que nunca me he sacado. En el internado me recordaba a alguien y yo
sabía a quién y resulto que era esa niña con la cual muchas veces corrimos por
esta casa. Termino gustándome y no puedo
negar que se ha puesto mucho más guapa que antes y sigue gustándome. ¿Qué haría
si supiera que yo soy Luzbel?
Bueno sé que se me
vendría encima por el hecho de que cree que yo quise violarla cuando en
realidad fue el otro imbécil con ayuda de otros idiotas perdedores igual que
él. No sé si Damián se haya dado cuenta de Arikel y Ariana son las mismas
personas, ojala no pero tengo que tener cuidado. Por el momento con respecto a
eso me andaré con cuidado, tal vez en algún momento pueda decirle a ella la
verdad.
-
Mmm su rostro se me
viene a la cabeza pero no sé de donde- digo mirándola a los ojos y puede ver en
ellos un destello de tristeza – me suena un nombre ¿Ariana? – pregunto, sé que
estoy haciendo mal pero le haré sufrir un poco.
-
Si me llamo Ariana y
viví aquí cuando era niña. Éramos amigas- el tono de su voz me da pena lo que
estoy haciendo pero bueno yo sufrí cuando se fui, ella va a sufrir un poco.
-
Seguramente por eso
recuerdo tu nombre. Podemos ser amigas ahora- contesto mirándola sonriendo-
aunque con lo guapa que eres va a estar difícil ser tu amiga sin querer algo
más.
Sus ojos se abren de la sorpresa. Bueno hace un rato
hable de mi ex novia. Es más que obvio que soy lesbiana y eso es desde que a
los doce empezaron a gustarme. Ella sigue mirándome de esta manera y vuelvo a
sonreírle y hacerle un guiño.
-
No me gustas las
mujeres.
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Por fin leo otro poco de esta historia me tiene enganchadisima ...
ResponderEliminarNo te demores tanto en subirla please muero de intriga.
Saludos a la escritora, por tan buena historia.
Noelia
Por fin!!! Mujer me tienes super enganchada de esta historia... por favor ten piedad de nosotros e intenta no demorarte tanto entre capitulos o en su defecto que sean mas largos.
ResponderEliminarUn caluroso saludo desde colombia.
Luisa V
perfectoooooo..... me has salvado de irme al manicomiooo ya estaba apunto de hacer tonterias para que escribas la historia..
ResponderEliminarmmmmm me tienesss muymuy enganchada a la historia
jjajja si supiera arikel jj
A esperar dos semanas mas para otro capitulo.. en verdad la espera es demaciada
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Nohelia... Escritora no nos tengas así por favor... Demoro días intrigada esperando q pasara!
ResponderEliminarSaludos desde Colombia
wooooooooooooooooooo totalmente sin palabras increible
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