Capítulo 50
Solo me quedo mirando que mis ojos resaltan más.
-
¿te gusta?- pregunta
un poco temeroso Christian aun atrás mío.
-
Quedo genial. Me
gusta como resaltan mis ojos además de
alguna manera mi vida en esto momentos esta del mismo color.
-
Uff que alivio, creí
que había hecho mal- responde sonriendo.
-
Tú siempre sabes qué
hacer con mi cabello.
Luego de hablar de un rato más con el vuelvo al
departamento donde me están esperando Uriel y Dani.
Le he dicho a ella que voy a viajar de noche así voy
tranquila sin apuros y llegare a mi casa de mañana.
-
¿qué te hiciste?-pregunta
Dani sorprendida al verme llegar.
-
¿no te
gusta?-respondo con otra pregunta sentándome a su lado.
-
Me gusta cómo te
queda y más tus ojos. Lástima que te vayas- dice pensativa.
-
¿Qué tanto piensas?
-
Que así podrías
reconquistar a Luna.
-
Eso no pasaría aunque
me quede ella está decidida. y yo lo estoy con el de irme un tiempo.
-
¿no hay nada que te
haga cambar de opinión?-pregunta U, acercándose con una bandeja con sándwich y
una jarra de jugo y vasos.
-
Te lo he dicho hoy y
no, no hay nada- contesto agarrando un sándwich- no sé cómo lo supiste pero me
moría de hambre.
-
Sé que te vas en unas
horas y quiero que alimentes bien. Si te sientes mal mientras conduces, por
favor para, sabes que tú todavía cada tanto sufres esos mareo culpa esa
sobredosis.
-
No te preocupes- le
digo mirándolo con cariño, porque la verdad voy a extrañarle – voy a cuidarme
en el trayecto, voy a estas horas porque no hay casi tránsito.
Los tres seguimos hablando y haciendo bromas. Con Dani
siempre hablamos en la Universidad y pocas veces fuera de ella pero estos días
me ha demostrado ser una buena amiga, al menos no resulto como las que creía
mis amigas de verdad.
Uriel nos dejó sola cuando fui a la habitación que me ha
designado en su depa, y mientras acomodo todo para dejar como él me entrego.
-
Vuelvo a decirlo no
deberías irte.
-
Si y no me gustaría.
Ya sabes necesito tiempo y hay algo que me dice que vuelve a casa. Hace mucho
no veo a mi madre y no sé cómo esta y quiero verla.
-
Está bien que vayas a
verla, ella debe extrañarte.
-
Yo también, pero
estos años que he estado en el internado nos hemos alejado demasiado y cuando
salí de allí, solo volví una vez, hasta ahora.
-
Es mucho tiempo ¿Cómo
pudiste estar alejada de ella?
-
No lo sé, quizás por
no ver a mi hermanastro.
-
¿tienes un hermanastro?-pregunta
algo sorprendía, a ella nunca se lo nombre a Damián.
-
Si- digo mirándola y
suspirando cuando me acuerdo de lo que fue capaz de hacer – uno que me odia con
toda su alma.
-
No creo ¿Cómo podría
odiarte? Yo con una hermana como tu…
-
Me odia porque cree o
creyó que le quite a su chica, cuando ella estaba conmigo ya, cuando el decidió
decirme que le gustaba.
-
Las mujeres en tu
vida son una problema- dice riendo.
-
La verdad si me han
traído bastante problemas- respondo sonriendo, acordándome de cosas del
internado, recuerdo que me comí a la madre de Luna- Sabes Luna podría haberme
odiado hace tiempo.
-
¿Por qué lo dices?-
se pone seria de repente a igual que yo.
-
Estando en el
internado me comí a su madre- respondo mirando hacia la ventana- si ella se
hubiera enterado creo que odiarme seria poco y no solo a mí.
-
Si y a su madre
también, porque mira que comerse a la chica que le gusta a tu hija.
-
No creo que Adela lo
supiera. Eso paso estando en el internado, solo fue sexo y yo era su alumna
nadie tenía porque enterarse.
-
Es verdad y es algo
que Luna no puede enterarse.
-
Exactamente y no por
mí, si no que no quiero que odie a Adela por ello- me levanto de donde estaba
sentada y miro a Dani- es hora de irme.
-
Lo sé- responde
mirando la hora- te voy a extrañar lo sabes ¿no?- se acerca y me abraza.
-
Y yo a ti- respondo
estrechándola – pero estaremos en contacto.
-
Espero que hacia sea
o voy a ir a buscarte de donde sea.
-
No será necesaria
pero si quieres ir a verme no habrá problemas.
Entre bromas agarro mis maletas y voy hacia el living
donde me espera Uriel.
-
Creí que te habías
arrepentido de irte- dice abriendo sus brazos.
-
Eso jamás- contesto
abrazándome a él, no sé por cuánto tiempo me voy o si volveré a verlo. Él estos
años ha sido como mi padre- tengo que irme- digo mirándole a los ojos, el solo
asiente.
-
Promete que vas a
cuidarte, no harás ninguna locura o meterás en lio de faldas con tu hermano.
-
Prometo lo primero-
respondo sonriendo- lo segundo y tercero es algo imposible.
-
Es enserio, al menos
intenta llevarte bien con el- dice ayudándome con las maletas mientras salimos
los tres y entramos en el ascensor.
-
Voy a tratar pero no
será cosa fácil. Me odia demasiado y yo bueno sabes lo que pienso.
-
Si se perfectamente,
pero no te confíes vete con cuidado estando con él.
Subimos las cosas a mi auto nuevo. Esta vez espero no tener ningún accidente ni nada. Antes de
subir vuelvo abrazarlos y U, la sigue con el que me cuide, no hagas locuras,
etc.
Arriba del auto mientras voy alejándome puedo verlos a
través del espejos, han quedado tristes, pero lo bueno es que han entendido lo
que quiero a pesar de que no sé si es buna decisión. Tal vez no debí darme por
vencida tan rápido con Luna y quedarme insistiendo en que me escuchara y no
dejarle el camino libre al tantos de Marcos.
****
La señora Gabriela y su esposo nos han invitado todos a
cenar. Ella sigue sorprendida de como he crecido, de que este por recibirme. Es
ley de la vida que crezca pero es normal es de lo que todos hablan cuando hace
tiempo no ven a alguien. El señor Antón no ha dicho mucho, solo ha felicitados
a Emanuel y mi madre por tener hijos tan
bellos.
Ellos dos no hacen otra cosa más que hablar de negocios,
inversiones, propiedades, etc.
No sé qué podrá saber Emanuel de eso, pero por algo lo ha
hecho volver, quizás para trabajar en cosas de la casa como lo hacía antes de
que nos fuéramos de aquí. Al ver toda la seguridad que tienen, es normal que no
tengan mucho personal, no todos deben ser de confianza.
El señor Antón ni su esposa han nombrado a Damián o Agos.
Ellos deben estar en la universidad y no viviendo aquí. Ella es mayor que yo
por un año y Damián unos dos.
Además de ir a la universidad, deben salir, tener sus
grupos de amigos, parejas. El imaginarme a Agostina de pareja, besándose con un
chico me da un vuelco en el estómago
rápidamente.
Ellos siguen hablando mientras cenamos tranquilos, la
verdad ya me perdí el hilo de que están hablando.
-
Buenas noches- se
escucha la voz de un chico.
Me giro a mirar y veo un chico musculoso, vestido a la
moda. Al observar su rostro lo reconozco es Damián, pero creo haberlo visto en
un lugar más pero no sé dónde. Vuelvo mi vista
a lo que estoy cenando, me siento desilusionada, porque yo quería y quiero
ver a Agos.
****
Me detengo en una estación de servicio y compro algo para
comer en el camino me quedan un par de hora para llegar a la ciudad. Si
manejara más rápido ya estaría llegando a casa, pero por un lado quiero
disfrutar del camino y las horas que me quedan para no ver a Dam. No sé qué
pasara cuando nos veamos cuando tengamos que convivir nuevamente.
Lo he visto hace un mes más o menos cerca de mi
departamento, lo vi cuando íbamos al parque con Uriel y Luna, el día que ella estaba con resaca ¿Qué hacía
allí?
No quiero pensar mal de él, pero lo vi hablando con alguien y no pude ver
el rostro de la persona. Ahora me acuerdo de todo eso y no sé qué pensar,
porque lo que se me odia, y estando cerca de mi departamento puedo pensar
cualquier cosa.
Cuando llegue tengo que acordarme de llamar al detective
que encontré un cabello que le deje con su secretaria, si puede hacer algo y
que investigue a mi adorado hermanastro.
Una vez en el auto pongo música para no ir tan aburrida
en el viaje o no dormirme porque el cansancio empieza a sentirse en mi cuerpo,
también en el hecho de que no quiero pensar en todo lo que estoy dejando atrás.
Y si con eso me refiero a Luna e irme como si estuviera aceptando que realmente
le he sido infiel.
Ya no quiero pensar en eso, tengo mi conciencia tranquila
de que eso no paso, bueno en realidad no sé qué paso, pero no creo que quien me
haya drogado haya abusado de mí. Si pienso demasiado en eso, quien sea que fue,
buscaba separarnos, a cuestión es ¿hacer daño a quien de las dos? El noventa y
nueve por ciento es que a mí, pero como sé que lo piense o busque la vuelta
sigo sin entender el porqué.
****
Es muy temprano cuando despierto el sol recién está
saliendo. Los dueños de casa nos han invitado a dormir aquí en su a casa anoche
hasta que hoy terminemos de acomodar todo en la casa que vamos a vivir.
Bajo al comedor y me encuentro con Gabriela, Antón y
Damián. No he hablado mucho anoche con él, la verdad en estos días me hice
mucha ilusión de ver a Agos y no de ver a Dam, la verdad ni siquiera pensé en
él.
-
Buen día- saludo
mientras él rápidamente se levanta de su silla para ser todo un caballero
conmigo, al verlo de esta manera me dan ganas de reírme- gracias.
-
Buen día –
respondieron ellos- no hay de que preciosa.
Uh ya empezamos esto no va a gustarme. Hace años no nos
vemos y anoche cruzamos muy pocas palabras como para que me diga de esta
manera. Creo que es uno de esos hombres
agrandados y que cree que puede tener a la mujer que quiera. Justamente los
cuales yo no soporto, porque me recuerdan a Luzbel y no porque fuera agrandado
sino porque tenía a todas detrás suyo.
Intento seguirle la conversación a Damián mientras desayunamos
pero la verdad prefiero hablar con la
señora Gabriela e incluso con Antón.
La puerta que separa el comedor del living se abre de
manera brusca.
Los tres mirar hacia la puerta y yo hago lo mismo. Veo a
una chica de cabello negro ondulado que resaltan sus ojos. Esos ojos azules
imposible de olvidar y entonces la reconozco. Es ella.
Su mirada se enfoca en la mía como si estuviera
reconociéndome, ninguna de las dos dejamos de mirarnos, puedo sentir que el
corazón se me quiere salir del pecho.
Una sonrisa angelical se dibuja en sus labios y en ese
instante el tiempo se para mí, que estoy perdida en sus ojos y sonrisa.
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autor.
Cada vez que sigo leyendo me da gustando mas
ResponderEliminarSii por fin quiero que ellas dos queden juntas, tiene ese feeling que no tiene con Luna (además Luna me cae mal xD) aver que pasa con Damian es insoportable y rastrero ... A saber que hará esta vez ...
ResponderEliminarLo dicho me encanta como escribes. Un beso desde España.
Noelia
oooooo al fin se encontraronnnn... n.n
ResponderEliminarespero q damian no intervenga .... lo odiooo
otro , otro jejejeejeeee :-)
ResponderEliminarNos tienen esperando... Porfa no demores tanto... Ya hace varios días q escribiste
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