Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Cara o Cruz - Candelita & Nab 11

Capítulo 11: Despedida

Mi abuela era parte importante en mi vida y no quería decirle adiós. Mi mirada estaba perdida en algún sitio del otro lado de la ventanilla, y mis pensamientos eran una enredadera entre los besos de Lena, mi abuela y Nadia.


Cuando yo tenía seis años, mis papas trabajaban todo el día, por lo que yo me quedaba en casa de mi abuela la mayor parte del tiempo. Ella era como mi mamá, cuidándome y revisando que hiciera la tarea; pero era mas como una amiga a la hora de jugar o contarle mis problemas. Cuando nos marchamos a Moscú lloré mucho por dejarla; pero el trabajo de mi padre nos llevaba lejos y no había nada que yo a mi corta edad pudiera hacer.
Entre corriendo al hospital de San Petersburgo. Mi madre estaba sentada en la sala de espera.
-Yulia- me llamo cuando me vio pasar frente a ella.
-Cómo sigué?-
-Igual hija… tu papá esta desecho-
-Quiero verla-
-Te acompaño-
Cuando Entramos a la habitación el alma se me fue hasta los pies; el verla postrada en una cama de hospital me destrozo.
-Anya… Yulia ya esta aquí-
Mi abuela abrió lentamente los ojos y sonrió al verme. Anya Volkova era muy parecida a mi, con los ojos del azul mas intenso que yo conocía. Su cuerpo estaba mas delgado de lo que yo recordaba; en sus manos se marcaban visiblemente los huesos y las arrugas llenaban su piel.
-Hola pequeña- dijo quitándose la mascarilla de oxigeno.
Mientras respiraba se escuchaba un silbido en su pecho.
-Hola abuelita- Apenas y podía contener las lagrimas.
-Que bonita te ves- dijo viendo el color de mi cabello
-Las dejo solas- dijo mi madre y salió de la habitación.
Me senté en una silla a un lado de la cama y tome su mano.
-Tienes que ser fuerte- le dije.
-Y lo soy… o lo dudas hija?-
-No, claro que no abuelita-
-El que me tenga que ir no significa que sea débil… y si yo me voy tu tienes que mantenerte igual que siempre, fuerte-
-Abuelita no…-
-Yuli, yo ya estoy vieja… es obvio que mi cuerpo ya no aguanta como antes… pero antes de irme quería verte y decirte que no importa lo que piensen de ti, tu siempre tienes que salir adelante. Eres una Volkova, eres fuerte y puedes llegar a donde tu quieras. Te quiero mucho y estoy orgullosa de ti hija-
En ese momento me desmorone, llore como una niña pequeña y me aferre a su mano; me acarició el cabello con la otra como lo hacía cuando era pequeña.
-Shhh… tranquila… vas a estar bien… y yo siempre voy a estar contigo-
-Pero no me vas a poder abrazar-
-Claro que si… mientras duermas voy a venir a abrazarte y a velar tus sueños-
-Te quiero abuelita, siempre fuiste como mi mama-
-y yo a ti te quiero como una hija, te quiero mas que a nada en el mundo. Solo quiero que seas feliz y vuelvas a tener esa sonrisa que ilumina el mundo… prométeme que serás feliz-
-Lo prometo abuelita-
Sonrió, me dedico esa última mirada y luego se quedo dormida.
Mi padre se encargo de todos los trámites y un par de horas después estábamos en su casa esperando la hora del entierro. La sala se lleno de gente que yo no reconocía y que hablaban en susurros. Me sentí aturdida, todos daban sus condolencias y repetían uno tras otro el típico “comparto su dolor” ****!... solo era ****! No sabían lo que yo estaba sintiendo; la que perdió a su abuelita era yo!. Salí buscando un poco de soledad, me senté en el porche de la que una vez fue su casa y deje que mis lágrimas corrieran por mis mejillas. El sentimiento de tristeza era tan grande que no lo podía contener. Cómo se supone que aprendes a vivir sin alguien a quién amas? Cómo aceptas la idea de no volver a verla?. Me giré viendo ahora la casa verde cubierta de nieve donde pase la mayor parte de mi infancia. Aun podía ver a mi abuelita corriendo tras de mi en el jardín y jugar tiradas en el pasto en primavera.
Me doble sujetando mi estómago y cerré los ojos con fuerza.
-Yulia!- No necesitaba abrir los ojos para saber quien me llamaba.
Lena estaba bajando de un taxi sujetando una maleta. Al mirarla no se exactamente porque pero supe que todo iba a estar bien y en medio de tanta tristeza sonreí. Me levante y ella corrió hacia mi. Me abrazo y yo deje que sus brazos me cubrieran del dolor que sentía, era lo primero de esa mañana que se sintió sincero y real.
-ya estoy aquí y no te voy a dejar sola- me dijo al oído.
-Abrázame fuerte por favor-
Ella me apretó fuertemente y dejo caer su mochila. Mis brazos quedaron atrapados entre nosotras. Su calor, su olor y su fuerza fueron un consuelo en ese momento.
-Quieres que le llame a Vitya?-
-No lo se, no quiero que me vea así-
-Nena, es tu amigo y se que el quisiera estar contigo en este momento-
-Gracias-
-Por qué? –
-Por estar aquí-
-No tienes nada que agradecer, no quisiera estar en ningún otro lado-
Sentí su nariz en mi cuello, y sin poder evitarlo temblé.
Entramos a la casa tomadas de la mano. Lena llamó a Vitya y a medio día llegó junto con Olga, Marishka y Vladimir. Me abrazaron y demostraron que estaban a mi lado.
-Te quiero mucho enana- dijo Vitya levantándome del suelo en un abrazo.
-Y yo a ti amigo-
-Mucha fortaleza nena- me dijo Marishka, quien tomo un vuelo para llegar, dándome un abrazo menos efusivo.
-Sabes que cuentas con nosotros- dijo Olga
Y Vladimir solo se limito a darme un abrazo.
Lena no me dejo en ningún momento, cuando no me estaba abrazando me tenia sujeta de la mano. Nos sentamos juntos en un sofá.
-Ya estas mas tranquila?- Me pregunto Lena mientras me acariciaba el cabello.
-mmjummm- dije con los ojos cerrados recargada sobre su hombro.
-dormiste?-
-No-
-Duérmete, yo te despierto en un ratito-
-Yulia- me llamo mi padre apenas 5 minutos después –Es hora-
-Sí, papá- dije levantándome del sofá.
Tome la mano de Lena y vi como mi padre y sus compañeros levantaban el féretro donde Anya Volkova duerme para siempre. Al ver como se la llevaban mis piernas me fallaron. Lena me sostuvo por un lado.
-Estas bien?-
Asentí y salimos de la casa rumbo al cementerio.
Veía mucha gente llorando, yo comenzaba a enojarme. Sentía la hipocresía de la gente. Solo buscaban quedar bien con mi papa.
Un sacerdote oficio la ceremonia de despida para Anya. Habló de lo buena persona que fue y eso solo me hizo enojar mas. Jamás en mi vida lo había visto y tampoco mi abuela. Como se atrevía a hablar de ella si no la conocía.
Cuando comenzaron a bajar el féretro de nuevo comencé a llorar. Vitya me abrazo muy fuerte y sentí que parte de mi se iba con Anya. Después tome una rosa blanca la bese.
-Siempre te voy a querer- tire la rosa en la fosa antes de que comenzaran a ponerle tierra encima.
Vitya y Lena se quedaron conmigo mientras todos los demás se marcharon. Mis papas se fueron con el abogado para revisar los documentos del testamento y después de un rato nosotros nos fuimos a la casa.
Entramos a la habitación que yo ocupaba cuando era pequeña. Lena me guió hasta la cama y yo me recosté. Me quito los zapatos y me arropo para que pudiera descansar. Cerré los ojos y casi de inmediato me quede dormida.
Cuando desperté Lena estaba dormida junto a mi y Vitya en el otro extremo de la cama. Tome su brazo lo pase por debajo de mi cabeza y me acomode sobre su hombro para después volverme a dormir. Descansamos hasta el anochecer. El flash de la cámara de Vitya nos despertó.
-Vitya!- dije levantándome.
Lena sintió mi movimiento y se despertó-
-Lo siento pero se veían muy lindas- me dijo sonriendo aun con la cámara en las manos.
-Qué?- pregunto Lena aun medio dormida.
-Nada…- le respondí
-Como te sientes?- me pregunto.
-Mejor, gracias-
-Bueno tórtolas creo que mejor las dejo solas… puedo dormir en tu sofá?-
-Claro que si… necesitas algo?-
-No, solo esto- dijo jalando la cobija de mi cama. –por cierto, tus papas llegaron hace rato y se fueron a dormir-
-Gracias- le dije antes de que saliera de la habitación.
Lena me jalo y me abrazo de nuevo.
-Tienes sueño?- le pregunte
-No-
-Yo tampoco-
-Yul?-
-Dime-
-hummm y … mi beso?-
-Cual beso?- dije fingiendo no recordar.
-Este- dijo antes de besarme.
A comparación del beso de un día antes este era lleno de ternura. Nuestros labios se movían lentamente en una danza llena de cariño; sin prisas ni objeciones.
Cuando se separó de mi me regalo una sonrisa y volvió a envolverme en sus brazos.
-La voy a extrañar-
-Lo se, pero piensa que ya esta en un lugar mejor. No creo que quisiera verte triste.-
-Lo se-
-Crees que te deje algo en su testamento?-
Esas palabras provocaron que explotara. Pero mas que eso, me aterraron. Fue como si Lena volviera a ser la Elena Katina a la que yo temía.
-QUÉ? CREES QUE ESO ME IMPORTA?-
Me enoje mucho por sus palabras tan superficiales.
-No, claro que no. Fue solo un comentario-
-Pues guárdate tus comentarios! Mi abuela se acaba de morir, lo ultimo que me importa es si me dejo algo-
-Yul no te enojes, no fue mi intención…-
-Vete!-
-Qué?-
-Que te vallas, no quiero verte!-
-Pero Yul…-
-Vete Elena!-
Lena tomo su maleta del suelo junto a la cama. Camino mirando sus pies.
-Perdóname Yulia-
Yo no respondí y ella salio. Me tumbe sobre la cama y de inmediato me arrepentí de correrla. Había ido hasta San Petersburgo para estar a mi lado. Me abrazó y consoló en todo momento. Y en ese momento que no estaba la necesitaba.
Esa noche soñé con Anya. Yo era una niña de 7 años jugando en el jardín. La vi saliendo de la casa con una maleta en la mano. Aunque lucía mas joven, sus ojos me decían que era ella.
-Y la pelirroja?- pregunto dejando su maleta en el suelo.
-Le pedí que se fuera abuelita- dije tirada en el pasto.
-Y quieres que se valla?-
-Noup- Dije algo apenada.
-Entonces porque la corriste?-
-Porque me da miedo-
-Que te da miedo pequeña?-
-Quererla. No se si ella me quiere o solo esta jugando-
-Pues descúbrelo hija, si la alejas nunca lo vas a saber. Arrepiéntete solo de las cosas que hiciste y no de las que dejaste pasar- Dijo sonriendo.-Ya me voy Yul, solo vine a despedirme-
-Lo se- dije con mi voz en un cuerpo que ya había dejado de ser mío.
-Te quiero mi niña-
-Y yo a ti abuelita… buen viaje. Hummm… después te voy a encontrar?-
-Claro que si… luego nos encontramos hija. Descansa- Me dijo dándome un beso en la frente.
Sonreí sintiéndome mas tranquila. Esa fue nuestra despedida.


------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Candelita & Nab - Derechos Reservados
© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.

3 comentarios:

  1. Tu relato me llego al alma, todavia tengo lagrimas en los ojos...... Gracias!!. Da -Argentina-

    ResponderEliminar
  2. Si muy emotivo, un beso Noe de argentina

    ResponderEliminar
  3. Aww capitulo conmovedor. :( Cuando leo cosas asi me hace recordar q no debemos perder tiempo en decirles a nuestros seres queridos cuanto los amamamos y sobre todo compartir con ellos como si fuera el ultimo dia.
    Muy buena la Historia.
    Att: Ozhii Vnzl.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...