Capítulo 5
Estratagemas
*Freiya Tsukawa*
Cosas suelen pasar con los sentimientos, Asura es del tipo
de mujeres que no se dejan vencer o remover por nada, pero esta ocasión todo es
diferente, ante ella se presentaba el más fuerte y al mismo tiempo debilitante
sentimiento. Mi mejor amiga desde que recuerdo siempre fría e indiferente,
ahora estaba enamorada, nada más y nada menos que de una de las alumnas del
instituto.
No negaba en lo absoluto la belleza de la joven, sin
embargo pensaba absurdo el riesgo que corría en el ámbito profesional por decir
lo poco. Una niña, por favor ¿Qué puede saber una niña de esas cosas? Entonces
recuerdo sus palabras.
Es más mujer de lo que supones Freiya…
Sera que ellas dos ya han ¡No! Como saberlo, no la he
confrontado… aun me hace gracia recordar la actitud irreverente de Zyden el día
que llego a la enfermería, si es que ver a una chica en brazos de mi amiga ya
resultaba sub real, no puedo decir lo que notar sus primeros atisbos de celos
por una niña me provocó… nada malo en verdad, fue incluso divertido. Hubiera
querido que solo se quedara en diversión.
Hable con ella y me aseguró que nada pasaba, quizás aun
entonces ella no quería darme a saber lo que pasaba o quizás no quería admitir
ante sí misma lo que estaba pasando. Siento que todo se está saliendo de
control. Finalmente acabo mis cavilaciones sobre el asunto serio de la
historia, hay presiones por mucho peores en este momento.
-Pasaste la tarde con ella... has arriesgado la cita con él
Asura… ¿Segura que quieres ir en serio con esto?-
-Claro que si- Esa seguridad es la que necesitamos para
vengarnos del asesino de Zyon Tredyan.
Son las nueve de la noche y la cita será dentro de una
hora, la miró y no dejo de asombrarme de lo hermosa que puede llegar a ser
cuando luce sus atributos, si es que ya parece modelo en estado normal.
-Amiga la idea es mantenerlo engatusado, no que te acose
sexualmente a la primera que te vea- Aunque lo dije en tono de broma, no dejaba
de preocuparme esa posibilidad.
-Exageras, le dije que nada de nada hasta la noche de
bodas-
-Si hasta yo me estoy cuestionando si lanzarme o no sobre
ti, que será de él- Mencioné maliciosamente.
-Eres una coqueta irremediable… pero sabes que no quiero
perder a mi amiga- Dijo mirándose al espejo para ultimar los detalles.
-Lo sé… lo sé… solo digo que seas precavida- Cuanto más
miraba el sensual vestido negro de tirillas, el moño elegante pero hermoso en
su cabello, terminé por asegurar que la primera parte del plan va bien. -Llevas
cinco meses saliendo con él, seguramente estará impaciente por algo más- Me
atreví a insinuar.
-Ya tengo el anillo… solo tengo que esperar la boda y sabes
de sobra que se manejar a los hombres- Me levante de mi asiento en la sala de
nuestro apartamento y le puse el gabán.
-Acaba con él Tredyan- Susurré en su oído mientras la
sujetaba por la cintura. -Procura que nada te hiera- Las dos sabíamos cuanto
habían cambiado las cosas, desde el momento que ella comenzó a tener esos
fuertes sentimientos por Aleth, ya no sería tan fácil.
-No dejaré que eso me detenga… porque ya lo decidí-
-Eso es lo que tanto me temo amiga… ya lo decidiste-
Murmuré soltándola, pero esto no evito que ella escuchara mi suspiro o el tono
preocupado de mi voz.
-No seas tan negativa Freiya-
-Solo veo las posibilidades… pero no prestes atención, soy
solo una amiga preocupada- Sonreí mirándola y entonces sus brazos me rodearon.
-Eres y has sido siempre la única que ha logrado que no me
pierda, sé que no estás de acuerdo con esto… pero yo no podré vivir en paz con
lo que nos hizo ese sujeto, destrozó nuestra familia, desde los cimientos-
-Lo sé… pero no quiero que mueras tú también-
-André hará el trabajo difícil, yo solo llevaré la presa
sobre la red- André, tampoco es que me calme, no confió en ese asesino a
sueldo.
-Vale… es hora de que te vayas o llegaras tarde… no vas a
empezar a ser impuntual ahora Asura- Me solté de sus brazos aunque no quisiera
hacerlo.
Se despidió con un ademán y una sonrisa, que supe no era
sincera, calmarme… ese era su objetivo, es una pena que te conozca tan bien
querida amiga. Suspiro, ¿Por qué se me escapan suspiros siempre con ella? Evito
pensar y me poso cerca de la ventana, la veo salir, tomar el auto, tan solo
quiero que no salgas herida Asura, pero nada me quita de la mente que eso
pasara.
*Asura Tredyan*
Llegue al lugar de siempre, mi restaurante… sin embargo y a
diferencia de la velada con Aleth, aquel hombre que me acompaña no tendrá el
placer de compartir la sala privada conmigo. Otro punto a mi favor es que el
ignora que yo sea una persona adinerada, me he hecho pasar por un sencilla
profesora de instituto. Punto que a él pareció encantarle, seguramente piensa
que tendrá control sobre mí después de casados, que tonto. Sonrío cínicamente.
-Hoy estas contenta… sé lo que te gusta este restaurante-
Tomó mi mano con su desfachatada sonrisa de Casanova.
-No… este es mi segundo lugar favorito- Me prendo
intencionalmente de su brazo, con una sonrisa a todas luces inocente.
Caminamos, el informa la reservación. El gerente finge no conocerme tal como le
he dicho explícitamente que lo haga.
-Ahh ¿sí? ¿Se puede saber cuál?- Parece muy interesado.
-¿Qué me darás si te digo?- Le finjo una expresión mimada
mientras nos guía a la mesa el gerente.
-¿Un beso quizás?- ¡Puaag! Controlo mi repulsión, piensa
Asura, respira y sobretodo que no se note el odio en tu cara.
-Eso es trampa, yo puedo robar muchos de esos cuando guste-
Malicia, ¡eso es! Nos sentamos.
-Tienes razón… adoro tus besos- Sonríe tomando mis manos
sobre la mesa. -¿Entonces que deseas?-
Me quedo mirándolo, es un verdadero desperdicio, siendo
sincera es un hombre muy atractivo, alto, atlético, de cabellos negros, ojos
verdes de un tono muy exótico, piel pálida… ahh… me recuerda tanto a… Aleth.
¡NO! Asura… no mancilles en tu pensamiento a una persona tan pura, que resulta
insultante compararla con este asesino, este ejemplar de ¡basura humana!
-Quiero… mmm… una botella de vino excelente- Invente
rápidamente.
-Yo siempre procuro el mejor vino para ti mi amor… pide
otra cosa ¿no crees?- Tocó mi mejilla, casi como un show bien preparado, el
problema Zeth Deityan es que te encontraste con una mejor actriz.
-Ya sabrás compensarme… ¿Pero la respuesta es fácil
sabias?- Que ternura más falsa, que delicadeza tan natural. -mi lugar favorito
es el parque en el que nos conocimos- Un ligero pensamiento a la mentira y
sonreí divertida, un flash de ella en mi mente y acudió a mí un sonrojo
culpable, resultaba un carrusel de emociones ahora.
Como olvidar las cosas ahora, había planeado
meticulosamente aquel encuentro para que todo saliera de acuerdo a mi plan,
parecer una damisela en peligro, un traje disimulado pero muy sexy, actores
fingiendo un robo, todo cronometrado con el final de la junta que tendría Zeth
aquel día, un pinchazo en su auto, en realidad fue un disparo muy acertado,
analizamos todo su itinerario. Fue una planeación de meses, acolitada por
muchos de sus enemigos. Pero aquel esfuerzo flaqueaba en mi voluntad ahora,
sintiendo la traición más aguda a la persona amada.
-Ya veo… por eso tienes esa expresión tan pensativa-
-Bueno como olvidar a mi héroe aquella tarde- Dulce e
indignante falsedad.
Lo demás transcurrió con la monotonía habitual, la cena, el
vino, sus intentos de llegar más lejos que un beso, todo tan molesto, Zeth
Deityan eres repugnante. Me llevó en su limusina a mi apartamento, el que se ve
modesto por fuera para los fines de hacerle creer mi historia. Caminamos hasta
la entrada y el tomo mi mano.
-Ya no queda más que un mes para nuestra boda- Una sonrisa
maliciosa, un roce sugerente en mi mano y sus labios sobre los míos, cerré los
ojos como toda una actriz, pero nada de ello me quitaba el peso en el pecho
sobre lo que estaba ocurriendo, la culpa fue algo que apenas pude contener en
el apasionado beso que fingí.
-Lo sé… y nada me hace más feliz-
-Me alegra tanto…- Volvió a besarme y note con esta acción
que él deseaba algo más, me arrinconó contra la puerta tratando de hacerme
sentir algún deseo, pero mientras más lo besaba más lejos estaba de esa idea.
Su mano bajo para rosar mi pierna, cerca de mi muslo y esta fue la gota que
rebasó el vaso.
Me separe respirando agitadamente como parte del show.
-¡Zeth! Dijiste esperarías hasta la boda- Dije cual niña inocente, como si la
idea de casarme de blanco y conservarme pura hasta la luna de miel realmente
fuera el sueño de mi vida.
-Perdona amor pero… es que eres tan hermosa-
-Amor… sabes que yo fui criada por una familia muy
conservadora, además está mi amiga en el apartamento, me apenaría si nos viera…
apenas falta poco… espera ¿Si? Te aseguro que te premiare entonces- Sonreí con
un sonrojo culposo, que había aprendido al recordar a mi verdadero amor.
-Está bien Asura… seré paciente, ya falta poco para que
seas mi esposa- Asentí, un beso más corto pero asqueroso, el se dio la vuelta
con una sonrisa y camino hacia la limusina. Ya era de madrugada y mañana
tendría un largo día.
Entre a la casa con mis llaves, y allí estaba esperándome
Freiya en el sofá de la sala cercana a la entrada, la vi con desgano. -Fue más
difícil esta vez ¿verdad?-
-Lo fue- Suspire con verdadera frustración.
-Te lo dije- Aún con el reproche su voz me fue
tranquilizadora. -Pero falta poco para el plan sea completado-
-Hoy estuve a punto de tirarlo todo por la borda- Me senté
abrumada sobre la silla.
-Eso también lo sé… tus sentimientos por esa niña son
demasiado fuertes- No entendí si su mueca era de reproche o ¿algo más?
-Para colmo él se parece a ella… su color de cabello, sus
ojos, ¡hasta su piel! No puedo creerlo…- Frote con mis dedos el arco de mi
frente, para calmar el malestar en mi cabeza.
-Te molesta que si él no fuera el asesino de tu padre,
probablemente todo esto no sería un farsa y le querrías, te casarías incluso-
-Nada más cierto, por tanto nada más insultante que eso…-
-Deberás dejar por un tiempo a esa niña en paz o
retractarte del plan- Freiya se levanto y me ofreció un vaso con un poco de
crema de whisky.
-No puedo hacerlo…-
-Si él nota algo raro, terminara dándose cuenta de quién
eres y entonces tendremos serios problemas, nos tomamos tantas molestias es
porque queremos eliminarlo limpiamente, adicionalmente recuperaras las
propiedades robadas y podrás devolverlas a sus propietarios… ¿no era ese tu
plan?-
-Lo sé, no habrá más dudas, tomaré las medidas necesarias
para llevar a cabo el plan, pero no me apartaré de Aleth- Afirmé sin dejar
lugar a dudas.
-Solo ten presente… es una niña… no le hagas daño- Dijo
esto último levantándose y sin dirigirme mayor palabra se marcho a su cuarto.
No cayo la copa de mi mano solo porque estaba tan impactada
que la sujetaba con fuerza. Aunque este en vilo continúo, esa es una
posibilidad que no había pensado, esa idea no cabe en mi mente o en mi corazón
¿Hacerle daño? No pude pensar más, tome el contenido último de la copa y la
puse a un lado, luego acudí a mi habitación, era mejor pensar cuando tantas
emociones encontradas fueran tranquilizadas con el sueño.
-0-0-0-
*Aleth Zyden*
Esa mañana al despertar me sentía mucho mejor, acudir al
instituto me parecía una gran idea, todo porque podría verla. Incluso el
desayuno paso relativamente tranquilo, o bueno eso hasta que él me dirigió la
palabra.
-Aleth… hay algo importante que debo decirte- Mencionó en
tono serio, la piel se erizo bajo mi uniforme al pensar que se tratara de algún
otro negocio, no me repongo del último y… -Voy a casarme-
Escupí mi jugo de naranja. -¿Que?-
-Lo que oíste niña… guarda los modales en la mesa
¿Quieres?- Se mostro molesto por mi reacción. -No esperabas que yo me
mantuviera esperando a Esmeralda por tanto tiempo ¿o sí?-
En realidad la perspectiva de que dejara a madre en paz
seria un respiro para mí, sin embargo conociendo el gusto de mi padre, traería
a casa alguna fulana de mal paso. Pero va… que no me importa que haga con su
vida en tanto me deje por la paz a mí. -¿Cuál es el problema entonces?-
-Ella no sabe que tengo una hija- Por primera vez en siglos
vi un sonrojo en la cara de Zeth, esto era serio.
-Así que… ¿Qué quieres?-
-Voy a presentártela en una semana… la boda es en un mes-
Murmuró serio luego dio un bocado a su comida.
-Vaya… estás serio con esto- Dije sarcásticamente. -Ni
siquiera con mi madre te casaste y fíjate… hasta hija le diste- Dije con tono
burlón, aunque nada había de gracia en ello.
-Harás hasta lo imposible por agradarla, ¿entiendes?-
Golpeó la mesa para acallar mis palabras.
-Lo que hagas con tu vida me vale Zeth… pero cuenta con
eso, solo que me dejaras ir cuando cumpla la mayoría de edad- Expuse mi
condición.
-Podrás hacer lo que te plazca entonces… ya debes tener una
buena suma juntada, ¿no?- Asentí sabiendo que por un lado estaba la casa
heredada de mi madre, el fideicomiso y mis ahorros, más las reprochables sumas
de dinero que él me pago por la “negociación”.
-Así es-
-Mejor para mí… no interferirás en mi nueva vida- Sonrió
complacido, pero yo no buscaba cosa distinta que mi libertad.
-Se bien que soy una carga para ti, pero… recuerda si
Esmeralda está bien, todo bien conmigo…- Me levante de la silla con el apetito
arruinado. -Te aseguro que no tendrás que mencionar siquiera que soy tu hija…
yo ya compre un apartamento- Lo deje pálido con esta aseveración, luego rio
descaradamente.
-… si es que eres digna hija mía, tienes mente para los
negocios… eso no será necesario Aleth… ella estará de acuerdo- Se levantó de la
mesa y desarregló mi cabello fingiendo ser un padre amoroso.
-Como prefieras… “a
mí no me enorgullece llamarme hija tuya… por eso desprecie tu apellido Deityan”-
Comencé a salir del comedor. -Adiós, no quiero llegar tarde al campamento-
Suspiré aliviada de que al menos por tres días no tendría que cruzarme con su
horrenda presencia. Había predispuesto todo la noche anterior, hoy me iría en
el auto dispuesto para mí, aunque yo prefiera a mi Yuna2, no tengo otra opción,
le prometí a Asura que actuaría más prudentemente, con eso de mi seguridad.
-0-0-0-
Apenas podía pensar en Asura, solo su imagen en mi mente
lograba animarme. Además no tendría que viajar con Yuki, se informo enferma y
yo no podía creer mi suerte. No es que me alegre que ella se enferme pero, eso
me daría un tiempo libre de su constante acoso.
Pasaron de largo los minutos y llegue al instituto, iba un
poco tarde, pero eso me concedió la posibilidad de encontrar a la directora,
saliendo de su auto. Calme la agitación de mi corazón y recordé los modos ante
los demás alumnos, lo menos que deseaba era causarle inconvenientes a mi amada.
-Directora Tredyan- Murmuré bajando del auto y acudiendo a
ayudarla con sus papeles, argumentaba que eso hacia parte de las labores de
secretaria. Entonces me paralice al ver que Tsukawa bajó del mismo auto.
-Hola Señorita Zyden…- Mencionó la doctora con una sonrisa
que se evaporo de su cara en cuanto distinguió los moretones que no se borraron
de mi cara en apenas 3 días. -¿Qué te paso?- Se acerco a mi preocupada y Asura
que aun ni chance de saludar tuvo, me miraba apenada.
-Un… accidente- Mencioné rápidamente muy sonrojada por las
revisiones de la doctora, que miraba muy de cerca las heridas.
-¡Otra vez! ¿Y es que no llevabas casco? ¡Te vas a matar a
este paso niña!- Verla actuar así me recordaba a mi madre cuando estaba
saludable, cuando me caía y me raspaba ella ponía exactamente la misma
expresión. Pero pronto corte mis pensamientos para no ponerme triste.
-Etto… iba distraída…- Recordé mi cuartada con Yuki, si
dijera algo diferente a ellas, existe la posibilidad de que ella me delate.
-Está bien… la verdad es que me robaron, opuse resistencia pero…-
-¿Así que eso paso?- Intervino Asura mirándome con una
expresión aterrada.
-Aleth… has debido dejar que te roben… ¡mejor eso a esta
agresión!- Poco le falto a la doctora para arrastrarme a la enfermería otra
vez, pero Asura negó con la cabeza para mi alivio.
-Ya no puedo hacerle nada… por favor déjenlo así- Las mire
con expresión suplicante, ya quería dejar quieto el tema.
-Aleth… por favor… se más cuidadosa la próxima vez-
Intervino Asura posando sus manos en mis hombros. -Me preocupas- Susurró más
quedo, dejándome hipnotizada con esa expresión de ángel que me dejaba a su
merced.
-Si… lo prometo- Dije igual de quedo y el trance se hizo
más fuerte, su aroma, su contacto, todo me condenaba a adorarla. De pronto me
sentí mal por deshacer la verdad del día anterior.
-Ejem…- Carraspeo su garganta Tsukawa. -Creo que es momento
de que vayas a clases señorita Zyden… ya en breve iremos por ustedes a los
cursos, para llevar a cabo el campamento.
-Si Sensei- Realice una venia, sonreí, me di vuelta y salí
corriendo a las aulas donde la campana señalaba el principio de curso.
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SE PONE CADA VES MAS INTERESANTE........
ResponderEliminarOhhh dios santo cada dia se pone mas interesante muy interesante, a la espera del próximo capitulo, (las horas se me hacen una enternidad u.u)
ResponderEliminarSi de acuerdo cada vez mas interesante, tremenda la situacion que estan viviendo estas dos mujeres; asio leer el siguiente capitulo. Ale (Colombia)
ResponderEliminarCada vez mejor, y la tortura se hace peor porque la ansiedad gana, siempre esperando al rededor de 8-10 pm (col.) para leer ,,, jeje me gusta como se va desarrollando la historia,animo!.
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