24
La
sala estaba en completa oscuridad, deslice la mano por la pared en busca del
apagador, y como siempre cuando lo busco con más desesperación no lo encuentro,
hasta que recuerdo que se encuentra al otro lado de la puerta.
-Adelante-
la invite a que pasara.
-Gracias.
Un
silencio que duro varios segundos se hiso presente, ella solo estaba sentada
sin decir nada, miraba al piso, sabía que estaba triste o tal vez enojada con lo que paso en su casa.
-Deberías
de tomar un baño, te relajara - dije mientras tomaba su mano.
-Tienes
razón- dijo al momento en que nos poníamos de pie.
La
lleve al baño de mi habitación, le di ropa y la deje que se duchara. Me olvide
por un segundo de que yo estaba en la misma situación que ella, así que fui a
tomar una ducha en el baño de la otra habitación.
El
agua tibia calmaba el escalofrió que sentía, las suaves gotas que se
distribuían en mi cuerpo parecían calentarme mientras esperaba tranquila bajo
la regadera, el agua se escuchaba al llegar al piso, y yo seguía inmersa en la
paz del momento.
Después
de la relajación por la ducha salí a la habitación, Abril estaba sentada en la
cama esperando mi llegada.
-Terminaste-
dije al entrar en la habitación.
-Sí,
gracias por…
-Por
nada- interrumpí.
El
cielo se había nublado desde que salimos de su casa y una suave lluvia
comenzaba a caer.
-La
lluvia me inspira- dijo viendo por la ventana- es maravillosa.
-¿Maravillosa?
-Sí,
es muy inspiradora, me gusta, disfruto de ver como moja el suelo- sonrió
dándose cuenta de lo obvio que sonaba eso- como se lleva lo que está a su paso,
purifica, limpia, además de que me gusta el aroma de la tierra mojada inundando
mis sentidos, es tan natural, da vida a todo lo que toca, y a veces lo
destruye, además el agua tiene la capacidad de adaptarse a todo- un suspiro
escapo de su pecho- ¿crees que estoy loca?
-No,
creo que eres demasiado especial- me acerque a la ventana para contemplar con
ella las gotas de lluvia que seguían cayendo tan rápido como les era posible-
¿Qué te inspira a hacer?
-Bueno,
me dan ganas de tocar la guitarra, tal vez cantar o escribir algo, poesía.
-No
sabía que fueras poeta- dije
sorprendida.
-No
lo soy; solo en ocasiones tengo mis momentos de inspiración.
-¿Este
es uno de ellos?
-Algo,
digamos que sí.
-Dime
un poema tuyo.
-Un
poema mío- se quedó pensando- ¿Qué sienta ahora mismo?
-Sí,
algo que sientas.
-Bien,
siempre he querido decirte esto, pero me
parecía muy cursi.
-Dilo,
adelante- gire hacia ella para quedar de frente.
-Bien,
no venía preparada pero… esto pasa desde hace mucho…- sacó una libreta de la
maleta y comenzó a leer.
- Cuando te pienso…
De pronto me siento triste
y no sé el por qué;
quizás sea que solo soy tonta
y realmente no importa,
pero cuando te pienso,
las cosas cambian…
Cuando te pienso
pierdo la noción del tiempo,
los segundos se congelan pareciendo
eternos ante mí.
Cuando te pienso
te siento cerca y me asusta,
me asusta estar cruzando la línea,
y en silencio susurro tu nombre
anhelándote, esperando que aparezcas
y mi amor por ti por fin florezca.
Lo que siento es difícil,
difícil de verdad.
Y en mi eterna soledad,
no me queda más que pensarte,
tan cerca y tan lejos de mí.
Siento que está mal,
pero…
Eso ya no me importa…
No entiendo cuándo surgió,
tal vez fue desde el principio,
me negué a reconocerlo,
me odie por sentir esto
trate de acabar con ello,
pero no puedo matar
a mi propio corazón.
¡Sí!, matar…
Esa es la única forma en que podría
dejarte de amar.
Dejar de pensar en ti…
en tus ojos, tus labios, tu suave piel,
tu aroma dulce como la vainilla,
tu presencia impactante y seductora,
tu cuerpo perfecto como esculpido por los dioses del olimpo,
simplemente en ti.
En el transcurso de los segundos
que esperando tu llegada se vuelven eternos,
eternos como el infinito mismo,
eternos como la intensidad
de tus bellos ojos,
y eternos como las noches
que paso pensando en ti.
Cuando trato de ser “normal”
y controlar mis impulsos,
en ese momento te acercas
y me derrumbo de nuevo,
sé que esto está mal,
pero no lo puedo evitar,
cuando veo tus ojos, ilusos,
sobre lo que siento,
y te acercas suavemente
solo para saludar,
e ignoras que en mi mente
siempre ocurre algo más.
Mil formas para olvidar,
pero ninguna parece funcionar,
los latidos acelerados
solo con verte caminar,
los suspiros ahogados
al no poderte estrechar entre mis brazos,
no con la amistad que esperas
sino con algo más…
Solo pensarlo me aterra,
y solo me queda llorar,
llorar por no tenerte…
pero…
¿si te tuviera?
Creo que me aterra más.
La tristeza me inunda
al no poder estar en paz.
¿Paz?
Suena tan distante…
Y el dolor embriaga mi cuerpo
y lo adormece,
después de tanto dolor
ya parece no sentir,
mi corazón se acostumbra a sufrir,
y comenzó a ver lo como “amigo”,
amigo, el cual no lo piensa dejar,
se ha instalado en mi pecho,
y no lo planea abandonar.
Cuando te pienso… quiero llorar,
llorar amargamente por no tenerte,
quiero reír,
reír sin razón aparente,
quiero gritar,
gritar por la desesperación
de no estar contigo,
quiero enmudecer,
enmudecer al tener tus labios contra los míos,
tu cuerpo unido a mí,
tus ojos conectados con los míos
con miradas que encienden
el fuego que se esconde en mi alma.
Pero despierto de mi largo sueño,
sueño que me lleva hacia ti,
a tocarte en mi mente, a sentirte imaginaria torpemente ilusionada,
a decirte al oído
las palabras que emergen de mi corazón,
y en el más hermoso de los instantes…
todo se desvanece, frente a mis ojos expectantes
deseosos de ti,
y despierto llorando,
por no tenerte,
por no poderte olvidar.
¡Te odio!
Sí, ¡te odio! Y mil veces más ¡te odio!
Te odio porque te amo.
Te odio porque te deseo.
Te odio por no poder odiarte de verdad.
El alma me quema hasta llegar a los huesos,
y el calor deshace todo mi ser.
Cuando te pienso… no puedo parar.
Eres tan adictiva como la droga más mortal.
Tan dolorosa como la muerte, tan poderosa como súper héroe,
tan malvada como satán,
eres tantas cosas,
que todo parece nada.
¡Te amo!
No lo puedo negar.
¡Te amo!
Pero…
¡No!
¡No, no, no!
Esto no puede ser real.
¡No!
¡Te odio!
Si, ¡te odio!
Y mil veces más, ¡te odio!
Te odio porque te amo.
Te odio porque te deseo.
Te odio por no poder odiarte de verdad.
Te detesto desde lo más profundo de mi, ¿por qué te conocí?
¿Por qué no puedo sacarte de mi mente?
Y lo más importante…
¿Por qué no puedo sacarte de mi corazón?
Cuando te pienso, se me ocurren mil cosas, pero todas están mal.
¿Mal?
Aun no sé si eso sea cierto, ¿Qué está mal?
¿Es malo amar?
¿Es malo sentir?
¿Es malo el amor puro?
¿Está mal que no quiera lo que se me impone?
Cuando te pienso me olvido del mundo, me olvido de todo, incluso de mí.
Si, de mí impotencia por no poder decírtelo, de la torpeza que me acompaña cuando estoy contigo, de lo que está mal ante la gente.
Todo eso ocurre cuando te pienso.
Cuando te anhelo a la distancia, cuando no estás, te marchas y eso pasa, una y otra vez.
Siento como cadenas enredadas en mi cuerpo, apretándome suaves y mortales, esperando que en algún instante muera de dolor.
Pero lo más doloroso es no poder hablarte, tener que negar lo que siento.
Es mucho, pero todo pasa…
Cuando te pienso…
Mi
visión se distorsiono levemente por algunas lágrimas, la forma en que lo dijo,
el tono de su voz, su mano sosteniendo la mía mientras sus labios pronunciaban
cada una de esas palabras, sus ojos de jade clavados en los míos que no dejaban
de verla con asombro y ternura, no imagine que todo eso sintiera, uno sonrisa
se asomó en mis labios mientras ella secaba con sus dedos una lagrima que
resbalo por mi mejilla.
-¡Dios!
Te hice llorar lo siento- dijo mientras secaba la lagrima.
-¡No!,
no tienes que disculparte, eso es hermoso, es lo que yo sentí por ti, me
sorprende como lo has descrito. Es como si hubieses leído mi mente, tienes
talento, eso me gustó mucho- la abrase lo más fuerte que pude- no sé por qué
ese día dijiste que te intimido Sofía, tu eres muy buena con las palabras.
-Tal
vez, pero solo cuando me inspiro, y tú sí que me inspiras.
-No
seas tan adorable- dije para después darle un beso.
Sus
labios eran suaves, jugueteaban con los míos mientras me acercaba lo más que
podía a ella queriendo fusionar nuestros cuerpos. Mi respiración se aceleró al
momento en que sus brazos rodearon mi cintura, sentía que mi corazón se saldría
de mi pecho… abrí los ojos por instinto, para encontrar esas hermosas
esmeraldas fijas en mis labios.
Sin
pensarlo dos veces la bese de nuevo, con la ternura de antes, para después
transformarla en completo deseo…
Mis
manos exploraron su silueta con ansiedad, mientras mis labios hacían lo propio
con su boca.
-¿Estas
lista?- pregunte cuando pude apartarme un poco; la mire esperando su respuesta.
-Lo
estoy ¿y tú?
-Lo
estoy- conteste asintiendo con la cabeza antes de besarla nuevamente.
Conforme
tocaba su piel sentía que esta quemaba mi alma y el dolor era tan placentero
que me era imposible detenerme, lo dulce de sus labios en los míos al momento
en que estos se unían, mientras nuestras caderas comenzaban la danza placentera
del amor, mi corazón estaba más que acelerado a punto de estallar, entre
movimientos lentos, pausados y cadenciosos nos fuimos abriendo paso hacia la
cama.
Mi
mente se quedó en blanco, todo desapareció, lo único que quedaba era ella, allí
a mi lado, lista para pertenecerme por completo en cuerpo y alma…
Su
piel rosando la mía mientras en mi interior un número interminable de
sentimientos placenteros se desbordaba con cada beso, con cada caricia.
Me
entregue a ella por completo, quede a su merced, sin fuerza para negarme, sin
aliento para hablar mientras el fuego se extendía incendiando mi cuerpo unido
al suyo. El verde esmeralda de sus ojos me absorbía como la trampa más perfecta
y mortal, mientras sus piernas me aprisionaban enredadas en mí y sus manos
llenaban cada uno de los rincones de mi persona.
El
calor extendido a su máxima expresión parecía reducirnos a solo llamas humanas
que se unían al compás de las contracciones involuntarias de lo que por
instantes parecía un solo cuerpo.
Gritos que parecían de fieras salvajes
gobernaron al silencio de antes, y movimientos rápidos como relámpagos
remplazaron la suavidad de las caricias inocentes. Hasta que las puertas de lo
que parecía el cielo se abrieron y me dejaron entrar a llenarme de su paz, y probar el dulce sabor de la felicidad al
mismo tiempo que el aroma más maravilloso de flores mezcladas entre sí me llevo
de la mano al más mágico de los lugares…
Al
abrir los ojos y bajar del cielo, lo primero que vi fue la mirada dulce de ella y una sonrisa de
satisfacción resaltando la belleza de su delicado rostro.
Después
de eso la noche pareció absorbernos sumergiéndonos en el letargo más profundo,
sin separar nuestros cuerpos ni siquiera un poco nuestros ojos se cerraron
lentamente para perderse en un nuevo sueño aparte del que habíamos cumplido
hacía apenas unos minutos…
Desperté con la molesta alarma del celular
que me avisaba que se hacía tarde para
la escuela.
Abril
estaba profundamente dormida, y yo me moría del sueño, tome el celular y avise
que no podría ir ese día, después de dar el aviso, decidí preparar el desayuno.
Después
de una hora Abril bajo de las escaleras, completamente amodorrada.
-Buenos
días Abril, ¿dormiste bien?
-Sí,
buenos días, pero ¿no se supone que deberíamos de estar en la escuela?
-Avise
que no iría, y puedo darte un justificante mañana.
-Ok,
se ve delicioso- dijo al acercarse a la mesa que ya estaba preparada para el
desayuno.
-Espero
que te guste.
-Sí
lo hiciste tú me va a encantar.
Durante
el desayuno platicamos de cosas sin relevancia, el clima y todo eso, hasta que le pregunte sobre su casa.
-¿Cómo
crees que estén las cosas con tu madre?
-Bueno,
debe de estar enojada, pero se le pasara, mi papá es quien debe de estar
preocupado.
-¿Cómo
te sientes?
-Bien.
-Debe
de ser muy difícil tener que lidiar con esto.
-Sí
lo es, aunque me hace fuerte.
Mientras
platicábamos sobre esto ella se veía muy tranquila, como si no fuera la gran
cosa.
Después
del desayuno nos sentamos en el sofá a ver algo de tv.
-Dani.
-Sí.
-¿Te
conocí antes de la escuela cierto?
-¿Qué?-
no era posible que me conociera de antes, ella no me vio en el parque.
-Sí,
domingo por la mañana, eran las 10 o 11, estabas en la banca de un parque
sentada, parecías cansada.
-¡Me
viste!
-Aja,
estabas sentada, de hecho pensé que eras linda, solo que el odioso de Gastón no
me dejaba en paz y no pude acercarme, bueno además de que estaba perdida y no
recordaba el camino a casa, acababa de llegar.
-Sí,
era yo. No lo habías mencionado.
-Pensé
que creerías que soy rara por recordarlo- dijo un poco apenada.
-No
creo que seas rara, además yo también lo recuerdo.
-¿Qué
recuerdas?
-Recuerdo
que llevabas una camiseta negra con un estampado de calavera de color plateado,
no estabas peinada, y tus pantalones eran algo entallados con las rodillas
rotas.
-Wow,
creo que eres rara por recordarlo- dijo riendo- por cierto tu pulsera de
delfines era linda.
-¿Te
fijaste en mi pulsera que casi no se veía y dices que soy rara por recordar tu
ropa?
-Bueno,
tal vez soy más rara, pero también me fije en ti.
-No
pensé que esto fuera a pasar, que estaríamos juntas.
-Ni
yo, no espere que esto ocurriera, después de todo lo que pasé.
-¿Qué
fue todo lo que pasaste?
-Muchas
cosas ¿quieres oír mi historia?
-Me
encantaría.
-Primero
me mude, cosa que ya sabes, después al día siguiente peleo con mamá por la
mañana y salgo a dar un paseo, me pierdo y tengo un accidente con el chico de
la bicicleta, Gastón, después creo perderlo y veo a esta sexy chica en el
parque pero antes de acercarme llega Gastón y se ofrece a llevarme a mi casa.
-¿Gastón
es tu amigo?
-No,
es un chico que no me agrada nada.
-Ya
veo, continua.
-Gracias.
Como te decía, en la escuela me encuentro con la sorpresa de que esa chica que
estaba en el parque resultaría ser mi maestra. Encuentro una amistad en Judith,
después algo más, mi tía enferma y al ir con ella me encuentro con Mar y Nora,
después mi tía mure y regreso a la escuela, en donde la linda maestra me brinda
su apoyo, luego todo lo de Mateo.
-Por
cierto ¿Qué paso con él, es el chico que salía con Judith no?
-Algo
así, ¿si quieres te lo presento?
-Mantienes
contacto con él.
-Claro,
es imposible dejarlo, aunque no me agrada pero en su momento fue funcional,
pero me trajo problemas- se levantó del sofá aclaro su garganta y dijo- hola
soy Mateo- engrosando un poco la voz.
-Eras
tú, te hiciste pasar por chico.
-Sí,
era yo.
-Fue
difícil.
-Algo,
lo más difícil fue el día en que los papas de Judith quisieron conocerlo, se
complicó cuando su hermano me invito a jugar futbol americano.
-¡Jugaste!
-Sí,
termine muy cansada, pero no me mataron esos orangutanes.
-Pobre,
te golpearon mucho- la abrase y le di un beso en la mejilla.
-Un
poco, pero el ballet me salvo.
-¿Bailaste?
-Para
esquivarlos.
-Me
sorprendes.
-Es
loco verdad. Después descubro que la maestra no era como yo creía, y lo que
sucedió después tú lo sabes, recuerdas aquel día en que te llame y dije que me
había equivocado de número, en realidad solo quería escucharte.
-Lo
supuse.
-Mi
historia estuvo llena de confusión, no tenía idea de que hacer, ¿Qué hay de ti?
-Pues,
te conocí ese día en el parque, después por culpa de Ricardo tuve un sueño raro
y…
-Espera,
cuando dices sueño raro te refieres a…
-A
un sueño.
-Ok.
-Bien,
Sam insiste en que me gustas, pero me niego a aceptarlo porque eres una niña.
-No
soy tan niña- reprochó.
-Si
lo eres un poco, me convence de ir a ese lugar donde una loca casi me viola.
-¿Te
quisieron violar?- pregunto alarmada.
-Digamos
que quería llegar a home antes de lo que debería.
-Pero
no te hiso nada.
-No
nada, posterior mente en uno de mis intentos por distraerme de ti, fui a
visitar a mi Consti, la cual estaba de acuerdo con Sam en que la falta de
actividad me estaba afectando, es allí en donde conozco a Sofía y…
-¿Qué
paso?, dime no me enojare- dijo al darse cuenta de que dudaba de contarle.
-Me
fui con ella porque se ofreció a evitar que enloqueciera por falta de sexo,
cuando estaba a punto de hacerlo el subconsciente me traiciono de la peor
forma.
-Que
paso, le dijiste Abril o algo así- dijo riendo ya que se trataba de una broma.
-Efectivamente-
conteste apenada, ella solo se quedó seria y después sonrió y movió la cabeza-
al final termine contándole lo que me pasaba contigo, lo demás ya lo sabes, las
charlas lo que pasó.
-Me
soñaste desnuda- dijo riendo.
-¡Que!-
dije sorprendida.
-No
lo niegues lo hiciste, además yo si te imagine desnuda, y soñé cosas malas
contigo.
-Ha
yo- me sonroje y no pude decir nada más.
-¡Si
lo hiciste! No creí que fueras de ese tipo de personas tan… cochambrosas.
-Mira
quien lo dice.
-Ok,
no tengo la calidad moral para decirte eso, pero ¿Qué debemos de hacer?
-No tengo idea- conteste mientras suspiraba- ¿Qué
te parece un paseo?
-Me
parece genial, siempre que este contigo.
Salimos
de la casa y nos dirigimos al parque a dar un paseo, mientras pensábamos en lo
que el futuro nos depararía…
10
años después…
-Abril,
date prisa.
-Ya
voy, Dani, falta poco.
-Apúrate
o llegaremos tarde- tome una carta que estaba en la mesa- o Sam y Ricardo
mandaron algo- comencé a leer.
“Queridas Dani y Abril.
Les recordamos que tienen que asistir este sábado a nuestra tercera boda, esperamos que no
falten, prometemos no volvernos a divorciar, siempre y cuando a Sam se le quite
lo coqueta y a Ricardo lo mezo”
-¿Enserio
dice eso?- preguntó Abril acercándose para ver.
-Sí,
mira- le mostré y continúe.
“Por cierto les mandamos un libro que es como el
kamasutra lésbico, esperamos que lo disfruten y tengan mucho sexo, por
cierto envíenos un video para comprobar
que lo están aplicando…”
-Ok-
dijo Abril.
“Ignoren eso último, eso lo escribió Sam no yo, aunque si
lo mandan no me enojo.
La tía Consti les manda saludos y pregunta cuando vienen
a visitarnos de nuevo.
Las esperamos y les prometemos que será nuestra última
boda, si nos divorciamos de nuevo no nos juntaremos una vez más.
Besitos.
Atentamente:
Sam y Ricardo
Posdata lo del video es enserio, no olviden mover al
mundo con esa fuerza tan poderosa y maravillosa llamada SEXO”
-¿Video?
¿Fuerza poderosa? Esos dos son los únicos tontos que se casan y se divorcian
tres veces seguidas.
-Debería
de ser ilegal, si no es que ya lo es, y lo del video eso lo dejamos para Judith,
quien diría que se convertiría en una estrella del porno les, aunque Judith era
muy buena en lo que hacía, su novia debe de estar muy feliz.
-Bueno
Abril, eso nunca se puede saber.
-Tienes
razón, o lo que me recuerda que tenemos que pasar al aeropuerto el jueves por
tu mamá y su novio, ese que disfruta del porno.
-Marcos-
complete- increíble que mi madre salga con él, y aún no sabe que se acostó con
Sam.
-No
quiero estar cerca cuando la bomba estalle- dijo Abril antes de sentarse a
ponerse los zapatos.
-Sofía
llamo esta mañana.
-¿Qué
dijo?
-Quiere
vernos para lo del libro, dice que si lo quiere escribir.
-¡Genial!-
exclamó Abril- le pediré que me ponga muchas escenas eróticas con todo el
mundo, y que quiero tener los ojos azules y un tatuaje, y que diga que estuve
en prisión.
-¿Para
qué tanta mentira?- pregunte al escuchar todo lo que quiera.
-Eso
atrae a las chicas- contesto sonriendo- y hay una chica a la que quiero atraer.
-Ok,
y de quien se trata si se puede saber.
-Una
maestra, es muy sexy, me recuerda mis tiempos de estudiante.
-Le
diré a Sofí que a tu personaje lo ponga bizco, y con los dientes huecos, o
mejor sin un diente.
-No-
se quejó de inmediato- como te conquistare sin mis atributos.
-Te
las arreglaras.
-Siempre
lo hago- se acercó y me dio un tierno besito- el 17 tenemos que ir a la fiesta
del hijo de Taide y Alondra.
-Esas
dos sí que tienen un novelón como vida- dije recordando el día en que conocí a
Alondra.
-¿Mas
que tú y yo?
-No
tan hermoso- tome a Tulio VII y lo puse en su pecera- no lo saques Abril.
-Lo
siento, un momento- dijo mientras pensaba un rato- yo no lo saque.
-¿Luna
fuiste tú?- pregunté a la niña que bajaba las escaleras.
-Lo
siento mami, solo quería jugar con él.
-De
acuerdo, pero no olvides que él necesita estar en su pecera.
-Dani
tiene razón, hija si lo dejas a fuera corre peligro- continuo Abril.
-Lo
siento.
-Bueno,
como sea, vámonos, le prometí a Tony que estaría puntual, quien lo diría, mi
madre tan homofóbica y su hija lesbiana y su hijo gay- Abril comenzó a reírse-
siempre su supe que él era gay, lo sentía.
-Sí,
claro, tú siempre sientes las preferencias sexuales de la gente.
-Claro
que sí- dijo con orgullo- aunque sería un buen cliché que mi padre dejara a
mamá por otro hombre.
-Lástima
que tu papá la ama demasiado, además de que sería muy exagerado.
-Tienes
razón- dijo antes de que saliéramos.
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Me encanto tu historia, escribes muy bien, espero y sigas escribiendo saludos
ResponderEliminarJajajajaja que loco final me hizo querer llorar y reír que raro verdad bueno tulio 7 y seis sopas atrás Jajaja no me hagas caso me encanto esta historia sube otra pronto y perdona mis locos comentarios M.G.M y lo de judith quien lo diría artista les porno woo Jajaja
ResponderEliminarBonito, hermoso, lindo y chevere ese final y muy entretenida y divertida toda la historia; felicidades de verdad me gusto mucho. Espero publiques pronte me gusta como escribes. Chau
ResponderEliminarDefinitivamente una excelente historia; me entra una nostalgia extrañare esta historia que me acompaño a los largo de estos dias; como un amor secreto se hizo realidad; espero que nuevamente puedas cautivarnos con mas historias y quizá escribas el punto de vista de judiht aunque insista hay algo de ella que me gusto. Maria
ResponderEliminarmuchisimas gracias a todas por leer, todos y cada uno de sus comentarios me hicieron feliz, (en especial los locos) espero escribir algo pronto, jeje trabajo en algo de hecho y va bien nueva historia ;) de nuevo gracias <3 <3
ResponderEliminarHermosa historiaaa de nuevo felicidades !!!!el amor triunfoooo y con un hermoso fruto y obvio xfa que sigas escribirndo tus lindas historias jajajaja besitos ARGENTINA RO
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