Amor Inmortal - Ve.C - 77

Capítulo 77

La mañana llego y no quiero salir de la cama. Pero tengo que levantarme a preparar el desayuno a Josefina, que dentro de un rato se levantara para irse a seguir con su caso.

La miro dormida a mi lado y solo sonrió, es una gran mujer, me ha soportado todo, en especial mi desconfianza.

Me doy un baño y luego voy al comedor a preparar café con tostadas con dulce.

-      ¿Cómo amaneció mi mujer hermosa?- escucho a mi espalda mientras unos brazos me sujetan de la cintura.

-      Estoy bien-respondo girando para darle un beso en los labios- y ¿tu?

-      Me alegro que así sea-responde- estoy bien, aunque me preocupe al no sentirte a mi lado.

-      Tenía que levantarme hacer el desayuno. Además tengo asuntos que resolver en la oficina.

-      Está bien, entonces tomemos el desayuno- dice besándome nuevamente- y nos vemos hacer nuestras cosas.

Entre charlas y risas  desayunamos. Después de darnos unos besos salimos cada una rumbo a su trabajo.

Al llegar a la oficina lo primero que hago es hablar con uno de los abogados del bufete muy amigo mío, para que se haga cargo los casos que estoy llevando hasta que vuelva.

Después de hablar y explicarle el porqué de mi decisión, salgo rumbo al aeropuerto a sacar el pasaje.

Estoy decidida a irme unos días para allá a descansar tanto físicamente como mental.

Llego a casa luego de un par de horas y me pongo a preparar la valija que llevare en el viaje.

El vuelo sale esta noche y tengo que tener todo listo. En eso recibo un texto de Camila, diciendo que está afuera que le abra la puerta.

-      ¿Cómo estás?-pregunta al entrar y saludarme.

-      Bien un poco triste-respondo sentándome en un sillón frente a ella- ¿tu?

-      Entiendo, fue fuerte para ti recibir esa noticia- responde- bien ando a full con lo de la boda. Me dijo Karla que te iras unos días.

-      Demasiado, aun me cuesta aceptarlo. Si tienes muchas cosas que preparar para el gran día- contesto sonriendo- si me voy a un lugar que ella me ha dicho. Necesito descansar de todo Camila.

-      Es porque a pesar de que ha paso esto dos años tú la sigues amando. Y esperabas verla en la boda, no lo niegues.

-      Yo amo a Jose ahora-respondo.

-      Si la amas, pero el amor que tu unió a Natalia es más fuerte. Y es algo que ella no ha podido cambiarlo ni lo hará. Jose es una gran chica y sé que te hará feliz, pero sabes bien que no podrás amarla como a Natalia. ¿A qué hora sale tu vuelo?-pregunta viendo hacia la valija que está cerca de la puerta de mi habitación.

-      Pero la vida continua y ella ya no está, no puedo  ni quiero seguir atada a ese amor. Sale a las ocho.

-      Si no está, pero ya te lo he dicho, ahora si tú quieres creer y meterlo en la cabeza que amas a Jose igual que a ella, allá tú con eso. Espero allá consigas la tranquilidad que necesitas. Sabes viene porque quiero que seas mi dama de honor además de testigo en la boda civil.

-      Es que es así-respondo- claro que acepto ser tu dama de honor y testigo también. Sabes me alegro por ti-digo esto abrazándola- te mereces esto y más.

-      Gracias- dice sonriendo- espero tú también logres ser feliz y  mira que después sigue tu boda.

Hablamos un rato más de los preparativos y demás, dejando de lado mi boda, cada vez que tocan el tema, me pongo mal y no quiero hablar de ellos.

Ella se va a llegar Josefina unas horas antes para estar conmigo y acompañarme a tomar el vuelo.

Entre beso y beso que me dio al llegar a casa fuimos a la recamara para terminar haciendo el amor.

Sentir sus besos caricias y esas palabras de amor era todo lo que necesito para saber que me ama y mis sentimientos corresponden a los suyos.

Al llegar al aeropuerto unos minutos antes de que salga el vuelo no me despego de su lado.

-      Voy a extrañarte- dice besando mi frente- pero solo espero no me olvides por alguna de allá.

-      Y yo a ti cariño-respondo besando sus labios- eso no va a pasar así que puedes estar tranquila.

Le doy un beso apasionado cargado de todo lo que siento por ella y me dirijo a tomar el vuelo después de escuchar el llamado para abordar.

Mil sensaciones pasan por mi cabeza al encontrarme en el avión rumbo a Transilvania.

Después de unas horas de viaje llego al aeropuerto. Al estar tantas horas de viaje lo único que quiero es llegar a la ciudad y hospedarme un hotel para pasar el resto del día y noche y así después salir rumbo a la cabaña tempranito.

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