Capítulo 69
Al amanecer llego al departamento y sin ganas entro en
él. Los ojos de Karla y Josías me interrogan.
-
Fui a todas las fábricas abandonadas de ese Politari y
nada, absolutamente vacías- respondo apretando los puños y la mandíbula.
-
Ahora no puedes hacer nada, es mejor que trates de
recuperar energía- dice Karla pasándome una bolsa.
-
Camila ha estado muy preocupada, tuve que darle una
pequeña pastilla para dormir- dice Josías- nosotros no podemos salir al sol,
ella deberá investigar ahora.
-
Se va a preocupar más cuando me vea y sepa que no la
encontré.
-
La vas a encontrar- responde Karla acariciándome el
cabello- pero ven vamos a tu habitación.
-
Tú no pierdes el tiempo, Adriana no está y aprovechas
para querer llevártela a la cama- Josías ríe con su comentario y lo fulmino con
la mirada.
-
No soy tan fácil- respondo sonriendo sabiendo que
quiere distraerme, le doy un beso en la mejilla y me alejo de allí- ve con tu
mujer antes de que se vaya.
Me cambio la ropa y al salir del baño la veo a Karla
acostada a un lado de la cama con otra bolsa para mí y la de ella vacía.
-
Ven- me llama
con la mano- necesitas descansar estuviste dos días sin beber nada además de
hacer eso con ella- dice lo último sonriendo.
-
Lo que quisiera en este momento es estar buscándola y
no acá encerrada.
-
Eso es lo mismo que sentimos todos- responde al
acostarme en su regazo y acariciar mi mejilla- Camila ha estado muy inquieta en
toda la noche porque no nos dejaste ir contigo.
-
Karla ella es humana y no puedo arriesgarme a ponerla
en peligro y la única forma era que ustedes también se quedaran. Tus contactos
¿averiguaron algo?
-
No, nadie vio la matrícula de la camioneta y de Politari
bueno, tiene muchas propiedades en la ciudad y fuera de ella.
-
Maldita sea. Solo espero que este bien y no se le
ocurra hacer nada.
-
Ojala sí. ah Shannon se fue de la ciudad hoy pasado el
mediodía.
-
¿Qué? Sabes que al menos a ella hubiera podido sacarle
información pero la muy desgraciada.
-
La encontraremos. Ahora cierra los ojos he intenta
recuperarte.
-
No puedo no es fácil para mi estar acá.
-
Para todos lo es- dice Camila desde la puerta con
Josías a su lado- yo me voy, intentare averiguar lo pueda.
-
Cualquier información sirve- respondo mirándola.
-
Entonces me voy, cuanto antes hagamos las cosas mejor y
no te sientas mal por no poder seguir buscándola, ya lo has hecho toda la
noche.
-
De todas formas- contesto intentando sonreírle- anda
con cuidado, no queremos que a ti también te pase algo.
-
Lo hare- dice dándose media vuelta y saliendo.
Me quedo acá, pensando en donde podrá estar, en todo lo
que hemos vividos las últimas horas Adriana y yo y ahora tengo que estar
buscándola así, desesperadamente.
-
Deja de pensar- escucho decir a Karla- esta vez al
menos no terminara así.
-
Espero, no me gustaría volver a cometer otra vez la
misma atrocidad.
-
¿Qué quieres?-pregunta Akil haciendo que las mujeres se
retiren y dejándonos solos.
-
¡venganza!-respondo bebiendo un poco de su vino- su
sabor es horrible-dijo dejando en la mesa la copa.
-
Yo a ti no te hice nada- dice además de sonreír- además
soy hombre y mis hombres están aquí, no podrías hacer nada.
-
¿Están aquí todos lo que también violaron a Istar? ¿los
que mataron a mi padre? Sufrirás el triple de lo que yo he sufrido. Tú no eres
hombres y esos tampoco.
-
¿Cómo sabes eso? Nadie nos vio en ninguno de los dos
crímenes.
-
¿Estás seguro?- respondo mirando y vio a su joven hija
y su madre disfrutando de la fiesta, sonrió por eso- tu hija se ve hermosa, me
pregunto ¿Cómo es en la cama?
En sus ojos veo la furia ante tal comentario, vaya
punto débil, pensé sonriendo con maldad.
-
No te atrevas a querer hacerle nada- dice mirándome con
odio- no sabes de lo que soy capaz.
-
Si se de lo que eres capaz, violas a las mujeres que no
puedes tener y por eso te crees intocable, pero esta noche veras lo que se
siente, bien dicen que los pecados de los padres los pagan los hijos. Además
todo esto que tienes es por todo los asesinatos que tú y tus hombres cometen
pero te aseguro que a ti ni a ellos nadie va a extrañarlos.
Podía sentir su corazón latiendo de una forma más
acelerada de lo normal, al igual que el hombre que había llegado conmigo.
Estaban asustados, uno porque sabía de lo que era capaz y el otro por el enojo
de que tocara lo más sagrado para él.
Mis respetos por la sangre caliente de ellos empezaban
a desaparecer, tenía sed, pero debía controlarme, quería hacerlos sufrir.
-
Debes pedir que todos que se vayan- digo con mi espada
apretándole en la costilla, de un rápido movimiento me había sentado al lado de
el- menos a tu mujer e hija y lo mismo para tus hombres, ellos deben quedarse
al igual que sus mujeres, hay un espectáculo que quiero que vean.
Hizo lo que le mande y quedaron solo ellos.
-
¿Cómo se llama tu hija?
-
Se llama Nut- respondió tembloroso- no le hagas nada.
-
No le hare nada que ella no quiera- respondí cerca de
su odio- ¡Nut! Agarra esas cuerdas y átalos a todos y fuerte.
-
Está bien- contesto ella sonriéndome.
-
Sera mejor que ninguno se mueva y se deje atar o apenas
intenten escapar los matos.
Solo agacharon la cabeza sabiendo que el control lo
tenía yo. Después de que la muchacha termino de atar a todos. Ate a su padre de
la manera más fuerte, y empecé a fijarme
en ellos y ajustando las cuerdas que se veían flojas.
-
Se preguntaran que hacen aquí- grite un poco para que
pudieran oírme bien- los hombres deben saber, bueno no del todo. Ven Nut
siéntate a mi lado. Después te daré un poco de eso que deseas.
-
¡no te atrevas!- grito Akil.
-
Tu mejor cállate, que aquí tu hija y tu mujer y las
demás mujeres se enteran de lo que han hecho. Estoy segura que no saben lo que
hacen ustedes. Bueno señoras le sacare de sus dudas. Hace un tiempo conocí a
una muchacha virgen por supuesto, sus tíos la comprometieron con Arim, pero
aquí el poco hombre de Akil, no soportaba que ella lo despreciara- seguí
relatando todo lo que había pasado, como la habían violado, como la encontré,
podía ver el odio de las mujeres hacia sus
maridos, además del asco.
También les relate como conseguían tener todas las
cosas que le daban a ella, como mataban a los comerciantes que hacían largos
viajes para conseguir esas cosas y darle lo mejor a sus hijos.
Las mujeres se largaron a llorar y los hombres solo
agachaban la cabeza pidiéndole disculpas.
Nut trajo una de las telas que le pedí y las tiro en el
suelo, los hombres empezaron a tener una idea de lo que pasaría. De un rápido
movimiento arroje a la muchacha allí.
En sus ojos de joven inocente, despertó la lujuria y el
deseo con mis caricias, le saque la ropas y allí delante de todos quedo
expuesta y por supuesto tuvo sexo desenfrenado, se podían oír sus gemidos y
gritos. No me interesaba ver su rostro, solo miraba el rostro de Akil. Su hija
estaba allí delante de él, pidiendo por más, no podía creerlo.
Desate a uno de los tipos y la acerque a ella, en sus
ojos vi el miedo, pero ya era demasiado tarde para darse marcha atrás.
-
¡penétrala! Y hazlo como él le hizo a Istar.
-
¡noo!por favor-pedía entre lágrimas.
-
Lo siento, pero Istar le pedía lo mismo a tu padre y él
no la escucho. Lamento que tengas tú que pagar sus errores.
-
Haz conmigo lo que quieras pero deja a mi hija- gritaba
Akil.
-
¿te acuerdas lo que ella te pedía? No. Además por
supuesto que contigo hare lo que quiera.
Uno a uno sus hombres la violaron y golpearon, con la
única diferencia que no le clavaron ningún cuchillo. Lleve a la muchacha
adentro al igual que las mujeres.
Las imágenes de como encontré a Istar volvieron y la
cólera se apodero de mí. Mis ojos se tornaron oscuros y vi como ellos me
miraban con más miedo y gritaban horrorizados.
Las mujeres habían salido para ver si ya me había ido y
al verme intentaron correr. Tome sus cabezas y le quebré el cuello a cada una.
Fui bañada con la sangre de dos de las criadas.
Volví en si al recordad todo esto y solo pude
levantarme e ir al baño a lavarme la cara. No quería volver a cometer una
locura de esas pero para eso debería encontrar Adriana.
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Wow q fuerte...!
ResponderEliminarSii, definitivamente que fuerte.. Lo que puede generar el odio y el dolor . Ale (Colombia)
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