Capítulo 66
-
¿Cómo?-grito y seguro se
escuchó en todo el vecindario. Quería correr que era broma.
-
Se la llevaron a la abogada-
responde- no sé cuánto aguante aquí baje rápido- dice con la voz entrecortada y
apenas audible.
Mierda, grito otra vez. Tratando de desahogar la
desesperación que hay en mí. Salgo corriendo sin importarme si ya se metió del
todo el sol. Para mi suerte en las calles que yo debo tomar para que llegar a
la oficina hay sombras de las propias casas y edificios.
-
Karla- digo ni bien me atienden
del otro lado de la línea mientras camino lo más rápido posible, puedo correr
pero tampoco quiero llamar la atención- ¿Lilith está allí o ya se fue?
- Se fue esa misma noche- responde con preocupación en la
voz- dijo que ya te había dicho todo ¿Por qué? Me preocupas.
- Sabes que ella me amenazó con hacer algo Adriana y
Camila, y uno de los acólitos acaba de llamarme diciendo que se la llevaron-
dejo notar mi nerviosismo y desesperación en la voz.
- No creo que haya sido ella. Acuérdate lo de esa mina
Shannon y el tal Politari. Seguro fueron ellos. ¿Qué harás?
- estoy yendo donde el acolito. Lo note herido pero al
menos espero sepa darme información valida. Necesito que alistes a tus
contactos. No sé dónde se la habrán podido llevar. Ruego que no le pase nada.
Esta vez no creo que pueda soportarlo.
- Hey tranquilízate, no pienses de esa forma. Solo
quieren darle un susto a ella y a ti, pero llamo a los demás y sabes que Josías
y yo estamos para lo que sea, dime ¿Dónde nos vemos?
-
Primero voy a ver si llego a
que me den información y después te llamo pero estate en el departamento y con
el móvil en mano, yo te llamo.
Corto la llamada y acelero mi
paso, después de unos minutos llego a la oficina.
Veo cinta de seguridad, varios
policías y ambulancias. Miro buscando encontrar a los acólitos y veo como uno
esta caído sin vida en la vereda frente a la puerta del edificio.
Miro al auto de los acólitos y
lo veo al otro allí, recostado, con su camisa llena de sangre y tomándose la
herida.
-
Señorita no puede estar aquí-
dice uno de los oficiales.
Mi nervios están al máximo y el
me pide que no entre. Con una mirada oscura y llena de rabia lo miro y lo corro
de mi camino y acerco a Nick.
-
Oye necesitas un médico- digo
sentándome de cuclillas a su lado.
- Lo sé pero ahora a lo importante señorita-responde
mirándome e intentando sonreír saca unos papeles de atrás de su espalda- aquí
hay información y dentro del auto –dice-hay más. Lamento que no hayamos podido
hacer nada por la abogada.
- Ahora lo mirare- contesto haciendo seña a uno de los
médicos que se acercara-¿Qué paso?
- Esos tipos que la estaban vigilando vinieron con tres
más en una camioneta y muy armados, Ali y yo y los de seguridad intentamos
detenerlos pero no pudimos- su voz se escucha menos audible, hace el intento por
respirar.
- Está bien hicieron todo lo necesario. Ahora no hables
más. Eso te hace peor- respondo cuando llega el medico con una camilla.
- Sé que no saldré de esta- sigue intentando sonreír-
encuéntrela y haga lo que nosotros no- dice esto al acercarse a mi oído para
que no escuchara el médico- por favor dígale a mi mujer que la amo y cúmplame
el favor que le pedí la otra vez.
-
Tranquilo, yo lo cumpliré pero
intenta salir por tu hijo y esa mujer- digo al mirar la foto que me pone en la
mano el abrazado a una chica guapa con una gran panza.
Solo leo sus labios que dice
“gracias” cuando lo suben a la ambulancia y lo llevan, ya que entro en paro
además de perder mucha sangre.
Abro la puerta del auto y saco
otro sobre y un par de celulares, tomo todo eso y salgo de allí.
Me siento en una esquina
esperando que se vayan todos de allí, tanto los curiosos como la policía para
poder entrar en la oficina de Adriana.
Puedo levitar pero al a ver
tanta gente podrían verme y lo que más quiero es pasar desapercibida.
Ni siquiera sé cuánto tiempo
paso hasta que se van todos, es la primera vez que no controlo el horario.
Subo por las escaleras
corriendo, viendo que allí no hay cámara de seguridad. Al llegar a la puerta del despacho de Adriana
abro la puerta y veo que su bolso no está al igual que varios papeles que tenía
esta mañana, lo que si noto es que dejo su chaqueta, la tomo y reviso los
papeles para intentar encontrar algo pero nada. Busco en los de más papeles,
computadora y demás y nada de Politari.
Un golpe en la mesa es todo lo
que se escucha en esa oficina. Bajo despacio acercándome donde suelen estar los
de seguridad y al no ver a nadie entro y busco entre las grabaciones.
Lo que veo hace que aumente mi
rabia, ella iba saliendo cuando freno la camioneta y salieron los
secuestradores, uno de ellos la golpeo y ella cayo, antes de llegar al piso la
agarro con otro y la subieron a la camioneta y allí empezó el tiroteo entre los
acólitos y de seguridad contra los sicarios, ellos tuvieron dos bajas, mientras que los de seguridad y Ali y Nick
murieron.
Salgo de allí, con mucha
frustración y deseando que no le pase
nada Adriana o pobre de los sicarios, Shannon y Politari.
-
Karla voy para allí- es lo que
digo antes de cortar la llamada y dirigirme a casa.
Llego al departamento y
Benjamín ni saluda solo abre la puerta y vuelve a su lugar. Sabe que por la
cara que traigo las cosas no están bien y es mejor que no dijera nada.
Vuelvo a subir corriendo las
escaleras, es más rápido que el ascensor es estos momentos.
Una vez en el piso, intento
mantener la calma sabiendo que son todos chismosos. Veo a Karla, Josías y una chica en el
pasillo, esperando impaciente. Al estar a lados de ellos, empujo a los tres y
cierro la puerta de un portazo.
-
¿Qué sabes?- dice mi hermano,
mientras agarro la bolsa de sangre que me pasa Karla.
- Shannon y Politari fueron, esos dos me la van a pagar-
respondo clavando mis colmillos en la bolsa- la golpearon en la cabeza para
subirla en esa camioneta- digo haciendo un esfuerzo intentando contener la
rabia y no apretar la bolsa con fuerza.
- Esa maldita- escucho decir a Karla- hace todo esto
porque Adriana se enamoró de ti. Tú eres su blanco y harán todo para
debilitarte empezando por ella.
- Ella es la que lleva el caso que involucra a ese senador
y sus secuaces, no solo es por mí, pero si yo no decía nada, ella no tendría
estos problemas.
- Tienes razón, pero no es tu culpa por eso- dice la
mujer- no pensaste que fueran capaces de
tales acciones.
- Debes alimentarte. Necesitaras energía- escucho a Karla
decir- ha estado dos días sin esto- dice pasándome otra bolsa y tirando la que
deje vacía.
- Aquí hay fotos de todos los corruptos y algunos
vehículos pero ninguna camioneta- dice Josías que estaba mirando los sobres- y
más pruebas para encerrarlos a todos.
- Me voy- respondo levantándome y dirigiéndome a mi
habitación para sacar un arma- me fijare en la fábrica donde lo vi esa vez,
pueden que la hayan llevado allí. Karla llama a tus contactos y que averigüen
si vieron la camioneta o matricula, algo al menos.
- Está bien- responde- pero ándate con cuidado o ¿quieres
que vayamos contigo?
-
No, voy sola y ustedes intenten
encontrar información de los lugares de Politari o su gente.
Me acerco a la puerta y acomodo
el arma en mi cintura y pongo una chaqueta para tapar.
-
Encuéntrala- escucho en mi
espalda- no dejes que nada le pase.
-
Hare todo para encontrarla-
respondo viendo cómo se abraza a mí y
derrama unas lágrimas- Camila a ella no le pasara nada.
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Deja con la intriga!! Muy buen capítulo, me encanta esta historia.
ResponderEliminarArlinv
Uf, adrenalina pura, que bien.
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