Capítulo 62
Al estar pidiendo que nos
trajeran unas hamburguesa a casa puedo verla pensativa sentada en el pequeño
piso que da al patio.
Debería comer más sano pero en
casa no hay nada para cocinar.
-
En unos minutos estarán aquí-
digo al acercarme a ella- pedí hamburguesas
Solo hizo un movimiento con la
cabeza como respuesta.
Busco un poco de agua y empiezo
a regar las plantas, se ven descuidadas, todas las noches al llegar a casa las
regaba y este tiempo ni siquiera he pasado hacer eso.
El césped está un poco crecido,
mañana tendré que cortarlo. Mientras sigo regando las plantas, la mayoría
rosas, siento en mi espalda una insistente mirada, al darme vuelta me encuentro
con esos ojos que al mirarlos siempre alteran todo en mí.
-
¿necesitas ayuda?- pregunta
sonriendo.
- No. Estoy bien-respondo también con una sonrisa y
escucho el sonido del timbre- pero tal vez podrías atender- se levantó
dirigiéndose a la puerta- en la mesa deje la plata.
-
No es necesario- contesto sin
detener su caminar- pago yo.
Al atender al repartidor veo
como este le dice algo, no alcanzo a
verle el rostro al muchacho por la gorra del local que lleva puesta pero me
resulto algo familiar.
Cierra la puerta y se vuelve
sonriente, deja la hamburguesa sobre la mesa y se acerca a mí que estoy
lavándome las manos.
-
No te pongas así- dice con una
sonrisa divertida.
- ¿Cómo?-pregunto haciéndome la desentendida, pero la
verdad es que me molesto que sonriera con el repartidor.
- Celosa- dice aun sonriendo y acercándose a mí – no
tienes porque.
- Que fácil decirlo no- respondí molesta todavía.
- Al menos ¿viste quién era el repartidor?-pregunta
divertida- creo que no sino no estarías con esa carita- dice riéndose.
- Ya deja de divertirte a costa mía y dime ¿Quién era?
- Está bien- contesta poniéndose seria y más cerca de mí-
Josías mi hermano.
- ¿en serio?- pregunto, sabiendo porque me resulto
conocido.
- Si anda trabajando de repartidor.
- Pero Natalia no pasa de los 16 años para que trabaje y
¿el estudio?
- Si quiere comprarse sus cosas tiene que hacerlo. No voy
a comprarle todo yo. Ya le compre el auto entre otras cosas- responde- y tiene
17 y no quiere estudiar, y por eso mismo lo mande a trabajar, si estudia, yo le
pago lo que quiera, incluso sus citas, pero no quiere hacerlo y no voy a
mantener un vago.
- Tienes razón y estoy de acuerdo en que hagas eso con
él. Tiene que aprender cómo es la vida- respondo- y no a obtener nada de
arriba.
- Es precisamente por eso que le dije que buscara algo-
respondió sentándose en el sillón- y más si quiere mantener a su novia.
- Vaya míralo al niño-respondo sonriendo- seguro tiene
tanto levante como tú. Se parecen mucho- digo al sentarme a su lado.
- Si nos parecemos en algunas cosas-responde- pero me
alegro que la chica lo acepte como es.
- ¿Por qué?-pregunto algo desconcertada.
- Él tiene el mismo problema que yo y ella lo sabe y lo
acepta. Solo espero sea así por mucho tiempo.
- Entonces la chica lo ama- contesto sonriendo- y
¿conoces a tu cuñada? O es solo que él te hablo de ella.
- Creo que si- responde también sonriendo- oficialmente
no, pero si se quién es, y él no me hablo de ella.
- Lo es bueno es que sabes quién es y cuando esté listo
te lo dirá. Sabes cómo son los chicos a esa edad, tal vez quiera ver cómo van
las cosas además es joven para una relación seria. ¿cenamos?
- Lo sé, además es mi hermano, lo crie yo – respondió,
mientras me sorprendía lo que decía de criarlo ella, su diferencia de edad no
es mucha- así que se cómo es. No tengo hambre, pero cena tú, lo necesitas más
que yo.
- Está bien- respondo un poco decepcionada pero otra vez
lo de ser vampiro ronda mi cabeza.
- ¿tienes algo para beber?
- Depende de lo que quieras, hay vino y gaseosas.
-
El vino estaría bien- responde
levándose- siéntate a cenar, yo busco las copas y el vino obviamente.
Mientras ella busca para beber,
quedo pensando en lo que dijo de criar a Josías, es tan raro, porque no se
deben llevar muchos años, ella tiene entre 26 0 27 años seguramente, bueno
serian diez años de diferencia. No podría criar una criatura a otra criatura.
La única manera es que haya pasado mucho tiempo con el hablando y enseñándole
cosas, tal vez se refería a eso.
-
Ya estoy de vuelta- dice
sonriendo- ¿Por qué tan pensativa? ¿estas así porque no quiero cenar?
-
La verdad si me desconcierta
pero lo entiendo no tienes hambre per estaba pensando en otra cosa.
El resto de la noche
transcurrió hablando de todo un poco, me daba información de su familia, que su
padre murió, cuando lo quisieron robar y este lucho por su vida, su madre de
una enfermedad extraña y quedaron los dos solos. Después de un tiempo
conocieron a Lilith y pasaron algún tiempo con ella y su marido y allí conoció
a Karla, y después de algún tiempo una aventura con ella pero la termino por no
amarla y la quería como amiga. Aunque hasta hace un tiempo atrás había cierta
aspereza entre ella.
-
¿vamos a dormir?-pregunte
después de acomodar las cosas en el comedor.
- Si vamos- responde- necesitas descansar.
- Tú también- contesto sonriendo.
- Estuve todo el día sin hacer nada y no tengo sueño. Es
difícil dormir sin gastar energía.
- Y ¿hay alguna forma de ayudarte a gastarla?-respondí
sonriendo y acercándome a Natalia, he resistido mucho estos días sin besarla
como deseo.
- Si hay una forma- dice sonriendo y atrayéndome a su
cuerpo- ¿quieres ayudarme?
-
Sabes que si te ayudo, sin
ningún problema-contesto también sonriendo y uniendo mi boca a la suya.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Ve.C - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Ke suspenso!!!
ResponderEliminar