Capítulo 52
En el
baño mientras el agua cae por mi cuerpo intento recordar lo que soñé pero por
más esfuerzo que hago no lo consigo.
De tanto
pensar en eso empieza a dolerme la cabeza. Pero sonrió al estar cambiándome y
recordar lo bien que descanse en los brazos de Natalia. Y por más que lo pienso
no descubro que es lo que tiene, que me tiene así de embobada.
Mejor dejo de pensar y salgo a ver esa
sonrisa y ojos que me derriten y disfruto del rato antes de que salga al
trabajo.
Termino de vestirme puse un pantalón negro
una camisa blanca y saquito negro y ate mi cabello en una cola lo bastante
alta. De solo pensar lo que tengo que hacer hoy, me dan ganas de seguir sentada
en la cama. No soy millonaria así que debo ir a trabajar y también averiguar lo
de mi casa, desde que estoy acá con Natalia no he ido a mi casa ni siquiera a ver mis flores. Como pude
descuidar mis flores. Debo admitir que lo que me gusta de esta casa es que al
llegar esta ella, puedo hablar un rato, aunque es demasiado callada, pero en mi
casa, llegaba y estaba sola. Y es algo que no me gusta.
Bueno a quien le gustaría llegar y estar solo
en su casa. Un tiempo tal vez sea interesante pero después ya no.
Me mire en el espejo y Salí rumbo al comedor.
Estaba sentada en una silla con los ojos cerrados.
- Ya estoy aquí-
dije acercándome a su lado.
-
¡dios!- respondió mirándome de arriba
abajo.
-
Podrías dejar de mirarme así- me
ruborice.
-
Si puedo, pero primero respóndeme algo-
dice sonriendo y una mirada picara.
-
Está bien ¿Qué es?- respondí mirándola
interrogativamente.
- ¿Cómo haces
para verte cada día más hermosa?
Quede mirándola sorprendida, esperaba otro
tipo de pregunta.
- Eres una
tonta-respondí sonriendo al reaccionar- y no hago nada.
-
Si, además una abogada muy guapa me
tiene así- contesto guiñándome un ojo mientras me sentaba a su lado- y no
tienes que hacer nada, eres hermosa pero de verdad cada día te pones más guapa.
-
Insisto eres una tonta- respondí entre
risa por su ocurrencia- si tú lo dices.
-
Ya te dije porque soy tonta- dice con
mirada picara- sabes creo que volveré a ponerme celosa.
-
¿y eso porque?- dije todavía sonriendo
mientras bebo el café.
-
Porque la abogada que me trae tonta-
contesta poniendo carita de pena- creo que le gusta alguien de su trabajo o tal
vez de los juzgados porque cada día se va más guapa a su despacho.
-
¿está segura de eso? Jajá- no pude
contener la risa al ver su cara- yo creo que le gustas tú, y se pone así para
que la mires.
-
¿tú crees?- responde a un siguiendo con
su cara de pena que ni ella se la cree.
-
Si yo te digo que es así estoy segura-
mirándola- pero si me dices el nombre de tu abogada puedo ayudarte.
-
¿Cómo?- poniendo mirada picara- se llama
Adriana Sarabia.
-
La conozco y sabes- respondí
acercándome a ella- tú le gustas y se pone guapa para ti, además recuerda que
ustedes se están tomando un tiempo para conocerse mejor.
-
Entonces dejare los celos- responde
sonriendo antes de ponerse seria- lo sé y espero podamos conocernos bien.
-
Lo harán- respondí acercándome más a
ella y rozando sus labios con los míos- lo siento, no pude resistirme- dije
después de separarme de ella.
- Por mí no te
resista- contesta sonriendo- pero tienes razón sigamos despacio.
Miro la hora y tengo que salir al bufete y la
verdad no quiero. Quiero quedarme acá hablando con ella y riendo de sus
payasadas.
- Gracias por el
desayuno- digo mientras me levanto- estaba todo muy rico.
-
No fue nada- responde llevando todo a
la cocina.
-
Tengo que irme Nati- agarro mi bolso y
los demás papeles que necesito para el día- ¿tú que harás? además de estar aquí
encerrada.
-
Voy hacer un poco de ejercicio, fijarme
unos mails que recibí, son importantes y después iré hablar con Lilith ¿quieres
que pase por ti?
-
Si puedes si pasa por mí, sino se te
complica o sino vengo yo sola.
-
Bueno iré por ti y si no llego ten
cuidado al volver.
- Tranquila yo me
cuido- bese sus mejillas y salí de casa.
Al llegar al bufete baje del auto con una
sonrisa pero veo el auto de los tipos de los Politari, no dejan de seguirme a
ninguna parte.
- ¿Por qué esa
cara?- pregunta mi secretaria Analia- recién empieza el día.
- Ese es el
problema que recién empieza y ya tengo problemas que resolver pero bueno
llévame lo que te pedí ayer a mi oficina- respondí y seguí mi camino.
Me deje caer
en la silla de mi oficina. Necesito sacarme de encima a Politari y toda
su gente aunque con ellos caiga Shannon. No debería importarme, pero lo hace,
después de todo compartí buenos momentos con ella.
Fije mi vista en los papeles que tengo en
mano. Necesito prepararme para el juicio que empezara en unas horas.
No entiendo a la gente que tiene dinero que
cree que puede cometer delitos y salir libre. Porque claro con su dinero e
influencias compran a jueces, jurados y hasta forenses, con tal de salir en
libertad y seguir cometiendo delitos pensando que la ley no los puede tocar.
Sinceramente espero que en este caso no se
haya vendido nadie ni siquiera hayan sido amenazados. Porque no es la primera
vez que este sujeto comete este tipos de delitos y no quiero que vuelva a
salir, así paga de una vez por toda lo que le ha hecho a tantos niños y niñas.
A media mañana salgo rumbo al juzgado, por lo
que observe todas las pruebas están bien y esta vez puedo conseguir que
encierren a este tipejo.
Cuando voy llegando al juzgado veo como
entran las abogadas, secretarias o ayudante de los fiscales y recuerdo lo que
me ha dicho Natalia. No puedo evitar sonreír por ello. Y entre decidida a
encerrar a ese infeliz violador de criaturas.
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Ojala que Lilith no complique mas la vida de Natalia y no quiera alejar de ella Adriana
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