Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Amor Inmortal - Ve.C - 51

Capítulo 51
Llegue a casa y entre sin hacer ruido. Es bastante tarde y Adriana debe estar descansando si es que ya llego.
Fui a saciar mi sed  luego a mi dormitorio al llegar y estar cambiándome escuche un ruido en la puerta.

Al darme vuelta pude verla con una remera y un short bastante cortito, que dejaba ver sus piernas bien formadas. Tuve que inhalar y exhalar lentamente para que no se notara como me había puesto.
-      Estaba preocupada por ti- dice- hoy estuviste rara en el bar.
-      No quise preocuparte- respondí dándome vuelta y seguir cambiándome-  es que Lilith saca lo mejor de lo peor de mí.
-      No quiero entrometerme en tus asuntos pero- se queda callada unos momentos- es alguna ¿ex amiga o ex?
-      No es mi ex mucho menos mi amiga. Es una historia larga que- dije mirándola- espero contarte en algún momento.
-      ¿Por qué creo que tienes mucho por contarme?- responde con una sonrisa.
-      Porque así es- dije. Y para qué negarlo es la verdad.
-      ¿Puedo quedarme contigo lo que queda del resto de la noche?- sonríe a eso y ella lo entendió- solo dormir.
-      Está bien por mí no hay problemas con que duermas conmigo-respondí- aunque no estaría mal que admitieras que extrañas mis brazos jajaj.
-      Jajaja no seas tonta y muévete más allá quieres.
-      ¿así está bien?- dije corriéndome un poco- no pienses que vas a ocuparte toda mi cama.
-      Si así está bien y puedes quedártela toda… de ese lado.
Se acostó  me moví de la manera más lenta posible para acercarme a ella y abrazarla por la cintura.
-      ¿no eras esto lo que querías?- dije sonriendo en su cuello.
-      No no era eso-responde - ¡suéltame!- dijo sonriendo y pegándose más a mí.
-      Anda duérmete que tienes que descansar- conteste- buenas noches- le di un beso fugaz en su mejilla.
-      Tú también descansa. Buenas noches.

Cerró los ojos y al rato empiezo a escuchar su respiración pausada, está dormida.
Acaricio su cabello, si supiera todo lo que tuve que pasar para volver a tenerla junto a mí.
También cierro mis ojos, estoy cansada y no es que haga mucho en el día para estar así, pero el encontrarme con Lilith ha hecho que mi mente este con mil pensamientos y eso me ha cansado.
Estando relaja, los recuerdos fluyen rápidamente.

Mis manos subieron por la espalda de Kiya, mientras mi boca respondí a sus besos. Fue sacándome la ropa sin apuros, yo solo me dejaba hacer.
Ella estaba arriba de mí y después de despojarme de mi ropa, sus besos fueron bajando hasta mi cuello, podía sentir su lengua allí. Y mi excitación simplemente exploto. Me levante un poco de la cama y empecé a desnudarla mientras nos seguíamos besando.
Una vez desnuda volvió recostarme en la cama, sus manos fueron bajando hasta a mis caderas y volvieron a subir hasta mis senos y de nuevo bajo hasta mi cadera. Con las yemas de sus dedos empezó a recorrer mi abdomen.
De su parte había tanta ternura, sus besos eran suaves mientras comenzó acariciar mis pechos con delicadeza que fueron poniéndose duros. Sus labios volvieron a bajar hasta mi cuello sin dejar de acariciar mis senos después de un rato bajo su boca hasta mis pechos y comenzó a besarlos con mucha delicadeza, pasaba su lengua por uno y luego por el otro, estuvo así por un rato, mientras tanto yo la sujetaba de su cabello, entre gemidos la solté y para acariciar su espalda, cada vez me excitaba más, sentía que explotaría.
-      No… creo poder… aguantar… más- dije entre gemidos y mi respiración me la dificultaban.
Me miro a los ojos, sonrió y volvió hacer lo de hace unos momentos. Solo que esta vez una de sus manos empezó acariciar mis piernas y sus labios bajan por mi abdomen besándome. Sentí como con sus manos abría un poco más mis piernas para situarse allí. Pude ver cómo me miraba y sonreía.
Después de eso sentí sus labios en mi sexo. Su lengua acariciaba mi clítoris.
Con una mano tome su cabellos y con la otra la sabana. Su lengua estaba ocasionando estragos en mi interior. Realmente sabía que hacer allí.
Mis gemidos eran cada vez más fuertes, sus lengüetazos entraban  salían de mi interior. Mis caderas se movían al mismo ritmo.  Los movimientos  de caderas empezaban hacerse cada vez más rápidos, hasta que llegue al orgasmo. Sentí toda la humedad salir de mi pero ella seguía con su boca en mi sexo.
-      Eso... ha…- dije mientras trataba de recuperar el oxígeno- estado… bien- no era la primera vez que sentía una lengua allí, solo que ella parecía experta en eso, no como los tipos con los que había estado antes.
No dejo que me recuperara del todo cuando se había abalanzado a mi cuerpo y empezó a besar mi boca otra vez.
Con una de sus manos volvió a bajar mi sexo y acariciarlo con sus dedos.
Saque su mano de intimidad y con la que tenía en mi pecho las entrelace y la gire en la cama quedado esta vez sobre ella y nuestras manos entrelazadas arriba de su cabeza.
-      Ahora me toca a mí- dije besando su cuello.
La mire, tenía los ojos cerrados, sonreí y seguí besando su cuello  mientras rozaba su sexo con el mío. Podía sentir su humedad.
Con mis manos empecé acariciar sus pechos que se pusieron duros ante mis caricias, con mis labios los bese, chupe y succione, podía escuchar sus gemidos, en tantos sus manos se aferraban a mi espalda. Con mi boca seguí bajando hasta llegar a su abdomen allí me entretuve un rato y volví a su boca.
Mi mano llego a su sexo donde jugué con su clítoris haciendo que ella se mojara más de lo que ya estaba.
Lentamente fui introduciéndome en su interior. Salía y entraba lento pero los movimientos de sus caderas iban en aumento y así también mis embestidas.
-      Ast más… rápido…- escuche decir entre sus gemidos y mis jadeos.
La transpiración se hizo presente en nuestro cuerpo.
Mis dedos seguían entrando y saliendo de su interior más rápido, mientras mi boca se entretenía con sus pechos, primero con uno y luego con el otro y así sucesivamente. Con los movimientos de su cadera sabía que ya estaba llegando al orgasmo. Mire su rostro y me sonreía así que bese sus labios para callar su grito de placer ya que sentí como su vagina apretaba mis dedos aun dentro de ella.
Cuando recupero el oxígeno saque mis dedo de ella y me acosté a su lado.
-      ¿estas cansada?-pregunto acariciando mi abdomen.
-      No, no estoy cansada- respondí sonriendo al ponerme de lado y mirar su cara- ¿quieres más?
-      Si- respondió dándome un beso y tumbándome otra vez en la cama- quiero disfrutarte bien esta noche.
-      Entonces no perdamos el tiempo.
-      Estoy de acuerdo- contesto antes de volver a besarme.

Así seguimos durante la noche entre besos, caricias y sexo. Nos dormimos cuando ya estaba amaneciendo, estaba agotada.
-      ¡Ast!- escuche a mi hermano decir al entrar a la habitación- pensé que estabas sola- dijo dándose vuelta para no vernos a mí y a Kiya aunque nos cubría las sabanas.
-      Está bien Josías hablaremos de esto después y te lo explico ¿sí?- respondí apenada de que me encontrara en esa situación- ahora dime ¿Qué quieres?
-      Es que estamos almorzando con Anat y yo nos preguntamos donde estarías y vine a buscarte.
-      Es tarde- dije levantándome un poco de la cama- Josías espérame con Anat, yo me cambio y voy.
-      Bueno Ast- respondió y cerró la puerta.

Me levante y arregle de la mejor manera aunque tenía un poco de ojera.
-      Kiya levante, ya es tarde y Anat y Josías están almorzando.
-      Un rato más- respondió sin abrir los ojos- estoy cansada todavía.
-      Si quieres dormir más hazlo- dije levantándome- pero no voy a dejar que ellos dos almuercen solos. Nos vemos más tarde.
Llegue al comedor y en esa mesa larga, solo estaban sentados Anat y Josías hablando animadamente. Y los sirvientes parados a un lado.
-      Ya estoy aquí- dije besando la mejillas de ambos.
-      Perdón por despertarte, no nos gusta estar solo.
-      Eso lo se Josías. Igual tu y yo tenemos que hablar ahora más.
-      Está bien- respondió mientras empezamos a comer.
Mira a la amiga de Josías, era bonita, ahora entendía porque él se la pasaba todo el día con ella aunque era un poco más grande tendría unos trece años.
-      ¿es cierto que serás uno de ellos?- pregunto la niña.
-      Si esta noche pasare  a ser una oscuro.
-      Lo bueno es que serás parte de mi familia y Josías también- dijo sonriendo.


Desperté por la claridad del día que empieza a filtrarse algunos rayos a la habitación.
Mire la hora y faltaba un poco más de una hora para que Adriana despierte.
Me levante con cuidado de no despertarla. Llegue a la cocina preparo su desayuno, un café con tostadas y miel, la cocina no es lo mío, espero le guste. Yo ya tengo mi desayuno.
Pienso los recuerdos que estaba teniendo antes de despertar.  Cuando conocí a Karla (Anat) siendo una niña, hemos pasado tantas juntas al igual que Josías. Ella tuvo razón ese día la decir que pertenecería a su familia, porque ya forma parte de la mía.
Siempre ha estado en las buenas, pero más en las malas, es una gran amiga aunque se bien que ella tiene otro sentimiento hacia mí y ella conoce lo que siento por ella. Si nos alejamos tanto tiempo fue por eso, no quería hacerle daño y tampoco perder su amistad. Pero ahora sé que jamás la perderé, ella jamás se alejara de mí aunque le duela que no le corresponda. Solo deseo que vuelva a enamorarse de alguien que si le corresponda.
Aunque se dice que se ama sola una vez y de verdad. Espero que ese caso no sea el de ella conmigo.
La mesa ya está lista con el desayuno de Adriana. Espero le guste ya que no estoy acostumbrada preparar estas cosas.

-      Adriana- dije al entrar en la habitación- es hora que despiertes tienes que desayunar.
No se movió, tiene un sueño profundo.
-      Adri- dije moviéndola un poco- anda sé que estas cansada pero tienes que- seguía moviéndola levemente.
-      ¡Suéltame!- dijo sacando mi mano de su hombro de manera brusca e incorporándose.
-      Está bien. Perdón – respondí levántame de su lado. Me miro confundida.
-      Lo siento no fue mi intención gritarte, es solo que…- dijo pasando sus manos por la cara- estaba teniendo un mal sueño. Aunque ya se me olvido, solo sé que era una pesadilla.
-      Seguro después la recuerdas y sabes que fue. Pero si a bañarte y a desayunar.
-      Bueno – dice levantándose y saliendo en a su habitación- te veo en el comedor.  Te veo en el comedor.
La  miro yéndose a su habitación y sonrió. Si supieras todo lo que ha pasado para ahora tenerte.


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2 comentarios:

  1. Así me gusta verlas, siempre junticas a pesar de todo :)

    Vane

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  2. El amor es verdaderamente inmortal a pesar de las diferentes dificultades

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