Capítulo 51
Llegue a
casa y entre sin hacer ruido. Es bastante tarde y Adriana debe estar
descansando si es que ya llego.
Fui a
saciar mi sed luego a mi dormitorio al
llegar y estar cambiándome escuche un ruido en la puerta.
Al darme
vuelta pude verla con una remera y un short bastante cortito, que dejaba ver
sus piernas bien formadas. Tuve que inhalar y exhalar lentamente para que no se
notara como me había puesto.
-
Estaba preocupada por ti- dice- hoy estuviste rara en el bar.
- No quise preocuparte- respondí dándome vuelta y
seguir cambiándome- es que Lilith saca
lo mejor de lo peor de mí.
- No quiero entrometerme en tus asuntos pero- se
queda callada unos momentos- es alguna ¿ex amiga o ex?
- No es mi ex mucho menos mi amiga. Es una
historia larga que- dije mirándola- espero contarte en algún momento.
- ¿Por qué creo que tienes mucho por contarme?-
responde con una sonrisa.
- Porque así es- dije. Y para qué negarlo es la
verdad.
- ¿Puedo quedarme contigo lo que queda del resto
de la noche?- sonríe a eso y ella lo entendió- solo dormir.
- Está bien por mí no hay problemas con que
duermas conmigo-respondí- aunque no estaría mal que admitieras que extrañas mis
brazos jajaj.
- Jajaja no seas tonta y muévete más allá quieres.
- ¿así está bien?- dije corriéndome un poco- no
pienses que vas a ocuparte toda mi cama.
-
Si así está bien y puedes quedártela toda… de ese lado.
Se
acostó me moví de la manera más lenta
posible para acercarme a ella y abrazarla por la cintura.
-
¿no eras esto lo que querías?- dije sonriendo en su cuello.
- No no era eso-responde - ¡suéltame!- dijo
sonriendo y pegándose más a mí.
- Anda duérmete que tienes que descansar-
conteste- buenas noches- le di un beso fugaz en su mejilla.
-
Tú también descansa. Buenas noches.
Cerró
los ojos y al rato empiezo a escuchar su respiración pausada, está dormida.
Acaricio
su cabello, si supiera todo lo que tuve que pasar para volver a tenerla junto a
mí.
También
cierro mis ojos, estoy cansada y no es que haga mucho en el día para estar así,
pero el encontrarme con Lilith ha hecho que mi mente este con mil pensamientos
y eso me ha cansado.
Estando
relaja, los recuerdos fluyen rápidamente.
Mis manos
subieron por la espalda de Kiya, mientras mi boca respondí a sus besos. Fue
sacándome la ropa sin apuros, yo solo me dejaba hacer.
Ella estaba
arriba de mí y después de despojarme de mi ropa, sus besos fueron bajando hasta
mi cuello, podía sentir su lengua allí. Y mi excitación simplemente exploto. Me
levante un poco de la cama y empecé a desnudarla mientras nos seguíamos
besando.
Una vez desnuda
volvió recostarme en la cama, sus manos fueron bajando hasta a mis caderas y
volvieron a subir hasta mis senos y de nuevo bajo hasta mi cadera. Con las
yemas de sus dedos empezó a recorrer mi abdomen.
De su parte
había tanta ternura, sus besos eran suaves mientras comenzó acariciar mis
pechos con delicadeza que fueron poniéndose duros. Sus labios volvieron a bajar
hasta mi cuello sin dejar de acariciar mis senos después de un rato bajo su
boca hasta mis pechos y comenzó a besarlos con mucha delicadeza, pasaba su
lengua por uno y luego por el otro, estuvo así por un rato, mientras tanto yo
la sujetaba de su cabello, entre gemidos la solté y para acariciar su espalda,
cada vez me excitaba más, sentía que explotaría.
- No… creo poder… aguantar… más- dije
entre gemidos y mi respiración me la dificultaban.
Me miro a los
ojos, sonrió y volvió hacer lo de hace unos momentos. Solo que esta vez una de
sus manos empezó acariciar mis piernas y sus labios bajan por mi abdomen
besándome. Sentí como con sus manos abría un poco más mis piernas para situarse
allí. Pude ver cómo me miraba y sonreía.
Después de eso
sentí sus labios en mi sexo. Su lengua acariciaba mi clítoris.
Con una mano
tome su cabellos y con la otra la sabana. Su lengua estaba ocasionando estragos
en mi interior. Realmente sabía que hacer allí.
Mis gemidos
eran cada vez más fuertes, sus lengüetazos entraban salían de mi interior. Mis caderas se movían
al mismo ritmo. Los movimientos de caderas empezaban hacerse cada vez más
rápidos, hasta que llegue al orgasmo. Sentí toda la humedad salir de mi pero
ella seguía con su boca en mi sexo.
- Eso... ha…- dije mientras trataba de
recuperar el oxígeno- estado… bien- no era la primera vez que sentía una lengua
allí, solo que ella parecía experta en eso, no como los tipos con los que había
estado antes.
No dejo que me
recuperara del todo cuando se había abalanzado a mi cuerpo y empezó a besar mi
boca otra vez.
Con una de sus
manos volvió a bajar mi sexo y acariciarlo con sus dedos.
Saque su mano
de intimidad y con la que tenía en mi pecho las entrelace y la gire en la cama
quedado esta vez sobre ella y nuestras manos entrelazadas arriba de su cabeza.
- Ahora me toca a mí- dije besando su
cuello.
La mire, tenía
los ojos cerrados, sonreí y seguí besando su cuello mientras rozaba su sexo con el mío. Podía
sentir su humedad.
Con mis manos
empecé acariciar sus pechos que se pusieron duros ante mis caricias, con mis
labios los bese, chupe y succione, podía escuchar sus gemidos, en tantos sus
manos se aferraban a mi espalda. Con mi boca seguí bajando hasta llegar a su
abdomen allí me entretuve un rato y volví a su boca.
Mi mano llego a
su sexo donde jugué con su clítoris haciendo que ella se mojara más de lo que
ya estaba.
Lentamente fui
introduciéndome en su interior. Salía y entraba lento pero los movimientos de
sus caderas iban en aumento y así también mis embestidas.
- Ast más… rápido…- escuche decir entre
sus gemidos y mis jadeos.
La
transpiración se hizo presente en nuestro cuerpo.
Mis dedos
seguían entrando y saliendo de su interior más rápido, mientras mi boca se
entretenía con sus pechos, primero con uno y luego con el otro y así
sucesivamente. Con los movimientos de su cadera sabía que ya estaba llegando al
orgasmo. Mire su rostro y me sonreía así que bese sus labios para callar su
grito de placer ya que sentí como su vagina apretaba mis dedos aun dentro de
ella.
Cuando recupero
el oxígeno saque mis dedo de ella y me acosté a su lado.
- ¿estas cansada?-pregunto acariciando mi
abdomen.
-
No, no estoy
cansada- respondí sonriendo al ponerme de lado y mirar su cara- ¿quieres más?
-
Si- respondió
dándome un beso y tumbándome otra vez en la cama- quiero disfrutarte bien esta
noche.
-
Entonces no
perdamos el tiempo.
- Estoy de acuerdo- contesto antes de
volver a besarme.
Así seguimos
durante la noche entre besos, caricias y sexo. Nos dormimos cuando ya estaba
amaneciendo, estaba agotada.
- ¡Ast!- escuche a mi hermano decir al
entrar a la habitación- pensé que estabas sola- dijo dándose vuelta para no
vernos a mí y a Kiya aunque nos cubría las sabanas.
-
Está bien Josías
hablaremos de esto después y te lo explico ¿sí?- respondí apenada de que me
encontrara en esa situación- ahora dime ¿Qué quieres?
-
Es que estamos
almorzando con Anat y yo nos preguntamos donde estarías y vine a buscarte.
-
Es tarde- dije
levantándome un poco de la cama- Josías espérame con Anat, yo me cambio y voy.
- Bueno Ast- respondió y cerró la puerta.
Me levante y
arregle de la mejor manera aunque tenía un poco de ojera.
- Kiya levante, ya es tarde y Anat y
Josías están almorzando.
-
Un rato más-
respondió sin abrir los ojos- estoy cansada todavía.
- Si quieres dormir más hazlo- dije
levantándome- pero no voy a dejar que ellos dos almuercen solos. Nos vemos más
tarde.
Llegue al
comedor y en esa mesa larga, solo estaban sentados Anat y Josías hablando
animadamente. Y los sirvientes parados a un lado.
- Ya estoy aquí- dije besando la mejillas
de ambos.
-
Perdón por
despertarte, no nos gusta estar solo.
-
Eso lo se
Josías. Igual tu y yo tenemos que hablar ahora más.
- Está bien- respondió mientras empezamos
a comer.
Mira a la amiga
de Josías, era bonita, ahora entendía porque él se la pasaba todo el día con
ella aunque era un poco más grande tendría unos trece años.
- ¿es cierto que serás uno de ellos?-
pregunto la niña.
-
Si esta noche
pasare a ser una oscuro.
- Lo bueno es que serás parte de mi
familia y Josías también- dijo sonriendo.
Desperté por la claridad del día que empieza
a filtrarse algunos rayos a la habitación.
Mire la hora y faltaba un poco más de una
hora para que Adriana despierte.
Me levante con cuidado de no despertarla.
Llegue a la cocina preparo su desayuno, un café con tostadas y miel, la cocina
no es lo mío, espero le guste. Yo ya tengo mi desayuno.
Pienso los recuerdos que estaba teniendo
antes de despertar. Cuando conocí a
Karla (Anat) siendo una niña, hemos pasado tantas juntas al igual que Josías.
Ella tuvo razón ese día la decir que pertenecería a su familia, porque ya forma
parte de la mía.
Siempre ha estado en las buenas, pero más en
las malas, es una gran amiga aunque se bien que ella tiene otro sentimiento
hacia mí y ella conoce lo que siento por ella. Si nos alejamos tanto tiempo fue
por eso, no quería hacerle daño y tampoco perder su amistad. Pero ahora sé que
jamás la perderé, ella jamás se alejara de mí aunque le duela que no le corresponda.
Solo deseo que vuelva a enamorarse de alguien que si le corresponda.
Aunque se dice que se ama sola una vez y de
verdad. Espero que ese caso no sea el de ella conmigo.
La mesa ya está lista con el desayuno de
Adriana. Espero le guste ya que no estoy acostumbrada preparar estas cosas.
- Adriana- dije
al entrar en la habitación- es hora que despiertes tienes que desayunar.
No se movió, tiene un sueño profundo.
- Adri- dije
moviéndola un poco- anda sé que estas cansada pero tienes que- seguía
moviéndola levemente.
-
¡Suéltame!- dijo sacando mi mano de su
hombro de manera brusca e incorporándose.
-
Está bien. Perdón – respondí levántame
de su lado. Me miro confundida.
-
Lo siento no fue mi intención gritarte,
es solo que…- dijo pasando sus manos por la cara- estaba teniendo un mal sueño.
Aunque ya se me olvido, solo sé que era una pesadilla.
-
Seguro después la recuerdas y sabes que
fue. Pero si a bañarte y a desayunar.
- Bueno – dice
levantándose y saliendo en a su habitación- te veo en el comedor. Te veo en el comedor.
La
miro yéndose a su habitación y sonrió. Si supieras todo lo que ha pasado
para ahora tenerte.
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Así me gusta verlas, siempre junticas a pesar de todo :)
ResponderEliminarVane
El amor es verdaderamente inmortal a pesar de las diferentes dificultades
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