Capítulo 50
Salí
del bar caminado sin rumbo. No quería ir con Karla y Lilith. En realidad no quiero estar cerca de Lilith.
Seguro habrá problemas ahora que apareció.
Y suficiente tengo con el senador y sus secuaces como para tener que
bancarme a ella.
New york es una ciudad vistosa. Sus largas
calles, grandes edificios y conjunción de gente la hace excelente para mi
especie. Muchos vampiros construyeron la ciudad, en especial los inmigrantes
que llegaron en barco. Incluso yo llegue en uno.
En estos días es más fácil pasar
desapercibido. Los humanos nos facilitan las cosas, ya que muchos de ellos se
visten más ridículos que nosotros, punk, góticos, etc. Es como si fuese la
fiesta de Halloween todo el año. Es una forma ridícula de llamar la atención.
Muchos humanos consideran esto un estilo de vida, pero la verdad no es más que
una forma de escapar de sus míseras realidades.
Llego a un parque y me siento en una de sus
bancas. Observo a la nada. Mi cabeza
divaga entre los recuerdos y el presente preguntándome ¿se volverá a repetir la
misma historia?
- Con entrenamiento podrá. Pero sabes que
no soportara el poder de los ¿con cuántos lo intentamos? Y nadie aguanto.
-
Lo sé, nadie
aguanta. Solo que no me gustaría que viviera en la oscuridad, pero no lo
haremos de esa manera quizás más adelante.
- Sabes Caín que es su decisión de vivir
en la oscuridad, ella ha decidido ser una oscura.
Ellos seguían
hablando como si yo no estuviera allí.
- Ast- dice Caín- cuando sane tu herida
de la espalda, se hará, por lo que has venido.
-
Solo trata de
recuperarte bien y no gastar energía- comenta Lilith.
-
Ahora puedes ir
donde tu hermano y la chica que te acompaña.
- Está bien- conteste- con permiso- y
Salí de allí.
Volví donde
encontraban Kiya y Josías.
- ¿está todo bien?- pregunta ella al
verme entrar
-
Si está todo
bien- dije sentándome a lado de Josías mientras acariciaba su cabello.
-
¿en verdad
piensas convertirte en una de ellos?
-
Si Kiya seré
una de ellos- dentro de poco.
-
Pero ¿Por qué?-
pregunto intrigada
-
Porque es lo
que quiero.
-
No te entiendo-
dijo de repente – eres joven, hermosa, puedes tener lo quieras, conseguir quien
quiera casarse contigo tener una familia hasta envejecer y dejes este mundo.
-
Si tienes razón
pero sabes que Kiya pero sabes lo que yo quiero tener ya no está.
-
Eso no significa
que te conviertas en una oscuro, pero es tu vida.
- Si ya lo has dicho es mi vida.
La semana
transcurrió así, Kiya tratando de persuadirme para no que no me convierta y
Josías seguía jugando con la niña del lugar. Mi herida ya estaba sana
perfectamente. Solo quedaba una cicatriz bastante grande en mi espalda.
La noche llego
y fuimos todos a cenar, esa noche vinieron todos los ancianos consejeros de
Lilith y Caín, desde que yo llegue ahí ellos no habían vuelto estar allí.
- Mañana a media noche- dijo Caín- Ast se
convertirá en una de nosotros por eso hice llamar a todos, al ser convertida
por uno de nosotros pasara hacer nuestra hija, la heredera de este reino
oscuro. Saben bien- dijo mirando a los
ancianos- que Lilith y yo siempre hemos querido tener un heredero o heredera y
creo que ella es la indicada por eso decidimos hacerla una de nosotros.
-
Si es lo que
quiere mi rey- respondió uno de los ancianos- sabe bien que ella deberá ser
educada con todas las leyes de los oscuros y deberá aprender a controlar sus
poderes, cualquiera sea que llegue a poseer.
-
Eso lo hemos
hablado con Lilith y así se hará. Por más de ser mi heredera será tratada como
cualquier oscuro si no sigue las leyes pero deberán respetarla.
- Será como usted diga- contesto otro de
los ancianos mientras los demás solo asentían con lo que les dijo Caín.
Después de esas
palabras seguimos la cena tranquilos. Hasta que entraron varias mujeres y
hombres. Me sorprendió ver entre ellos a Kiya.
- Ast- hablo Lilith- lo que queda de esta
noche y mañana podrás pasar con quien quiera de ellos solo debe elegir.
-
No quiero estar
con ninguno- respondí de manera cortante.
-
No importa si
no quieres o no- respondió Caín- debes elegir a alguien, esta noche te vas a
divertir como quieras y con quien quieras.
-
Ya di mi
respuesta- volví a responder.
-
Y yo te di la
mía- contesto serio- así que elige.
- Está bien- dije resignada- me quedo con
Kiya entonces.
La mire y vi
cómo se le iluminaron los ojos.
- Buena elección. Kiya puedes sentarte a
lado de Ast y los demás pueden retirarse.
Seguimos por un
rato más allí. La mayoría de los hombres estaban tomados así que sus mujeres
decidieron retirarse con ellos.
- Que te diviertas- dijo riendo Caín- nos
vemos mañana en tu día.
- Si nos vemos- respondí.
Después de
beber un rato me levante para darle el beso de buenas noches a Josías. Llegue a su habitación y estaba acostado boca
abajo abrazado a su almohada. Corrí su cabello de la frente que estaba mojado
por su transpiración. Me quede viéndolo dormir por un rato.
“Josías ojala
algún día puedas perdonarme por lo que voy a convertirme y por lo que hare
después de eso. Y si no es así, espero que algún día lo entiendas. Eres lo
único que me queda y hare todo para que tengas una buena vida. Para que seas el
hombre que mama y papa esperaban que fueses. Les prometí a ellos que te
cuidaría con mi propia vida y es lo que hare. Pero también hice otras promesas
que debo cumplir. Te amo hermanito”. Bese su frente y Salí de allí.
Al llegar a mi
habitación ella me estaba esperando.
- Deberías estar durmiendo- dije al
ver que me esperaba.
-
Sabes que no me
mandaron aquí para dormir- responde con una sonrisa coqueta.
-
Lo sé pero no
me interesa- dije acostándome en la cama.
-
¿Por qué me
elegiste?
-
Porque de todos
eras la única a quien conocía.
-
Deberías relajarte-
dice acercándose a mí- al menos podríamos hacerlo y disfrutar como se debe tu
última noche humana.
-
Si podría pero
no quiero.
-
Ast sabes que
creo yo- la mire para ver que quería decir- no quieras estar conmigo porque
crees que vas a engañar pero no será así, mañana cuando vuelvas abrir tus ojos
seguirás amándola igual que hoy, todo lo que te ha pasado hasta ahora seguirá
igual nada cambiara.
-
se
perfectamente que todo seguirá así pero no puedo- respondí mientras caían unas
lágrimas de mis ojos- simplemente que me duela tanto todo que solo quiero
venganza.
-
Shh no digas
más- dijo Kiya acostándose a mi lado- déjame curar tu dolor al menos por esta
noche, a no pensar en nada-mientras con su manos secaba mis lágrimas.
-
Por favor no…-
y no pude terminar de hablar porque sus labios se adueñaron de los míos.
- Solo déjate llevar- decía mientras
besaba mi cuello- esta noche no hará que cambie nada, durante tu transitar en
este mundo como inmortal solo espero ser un bonito recuerdo de esta noche antes
de convertirte en una de ellos.
No me dejo
responderle porque nuevamente besaba mi boca. Y esa noche le hice caso, ella
tenía razón, nada cambiaria al día siguiente. Así que me deje llevar.
El sonido de los pájaros inquietos me
alertaron. Estoy sola en un parque podía ser un buen blanco para Miguel o
Lilith. Me inquita saber qué hace aquí.
Me pregunto si estarán relacionándose a escondidas de Caín. Debo admitir
Caín es un tonto enamorado o más bien un pollerudo de Lilith y estoy más que
segura que esta le ha sido infiel demasiada veces además hacer cosas escondidas de él y el
consejo. Pero no temo por mi sino Adriana
Camila. Lilith no debió conocerlas.
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