Capítulo 9
Una sala fría espera a Pepa Miranda para su interrogatorio como testigo
del disparo a Sara. Gonzalo estaba con ella dentro pavoneándose como si no hubiera
visto una mujer en mucho tiempo…Pepa lo observaba en cierta manera divertida
mientras yo le hubiera dado un pescozón en la cabeza
Mientras yo les observo a la sombra esperando a Rita
Parece inquieta, nerviosa…Me muero por entrar dentro y abrazarla pero
no puedo…
G: Silvia, ya estamos aquí, todo preparado…no veas con
Pepa Miranda ¿no?
S: ¿Qué?
G: Joder con los genes Miranda ¿no?
S: ¿Cómo?
G: Hombre, a Paco no se parece la chica…
R: La zagalita es muy bonica
G: Y tanto! Le he propuesto tomar un café luego
S: Gonzalo! Ya! no!?
G: Pero…¿qué te pasa??
R: Yo como que me voy dentro con la zagala (Este
Gonzalo no se entera de nada!)
S: (Pensando) Será idiota este hombre!
G: (Pensando) ¿Está celosa???
Empieza el interrogatorio y Pepa explica lo sucedido a Rita…hasta que…
R: ¿Y estabas en la ventana mirando?
P: Si…oí las voces de Sara con sus amigas y a
Silvia…entonces me asomé a la ventana…
R: Ya...
P: Quería ver porque reían tanto, y vi a Silvia
abrazada a su sobrina mientras le decía que no levantaran tanto la voz…y
entonces apareció aquel hombre, fue muy rápido… Por un momento pensé que el
disparo se lo había llevado Silvia por la posición que tenían…y ya no recuerdo
más…solo correr
R: tranquila chiquilina,
tranquila…
Pepa rompió a llorar mientras Rita la consolaba…y a mi se me partía el
alma fuera…porque no podía entrar con ella, porque realmente pensó que era yo a
quien perdía…porque se sentía culpable alegrándose en cierta manera de que
fuera Sara…era demasiado…demasiado…
G: Mírala, pobre, lo ha tenido que pasar mal estos
días, bueno…todos vosotros…voy a llevarle un poco de agua
S: No, no, ya se la llevo no
G: No mujer no es molestia
S: ¿Qué te pasa Gonzalo?
G: ¿A mí? A mi nada, ¿qué te pasa a ti?
S: Ves una tía y mira como te pones…atontando
Estaba a punto de explotar, me sentía como una bomba de relojería…
G: ¿Estás celosa Silvia?
S: Si…Gonzalo, es eso…estoy celosa…pero mucho!
G: Pero mujer si casi no la conozco…
S: NO! No estoy celosa de ti…estoy celosa por ella! No
quiero que babees encima de ella…te enteras!
Gonzalo estaba blanco, no entendía nada y yo…yo fuera de sí…roja, con
los ojos a punto de explotar en lágrimas…
G: Pero Silvia, ¿qué te pasa?
S: Ves…ves a Pepa… ¿a Pepa Miranda? ¿La ves?
G: SI!
S: Pues ella…ella es el AMOR DE MI VIDA!! Y la he
cagado durante años!! Y ahora está ahí dentro con Rita porque no quiere que me
acerque a ella, y no quiero que la mires, ni que la invites a café, ni a cenar,
ni NADA…lo entiendes! La quiero…MIERDA…SI LA QUIERO! ¿Y sabes lo peor Gonzalo?
Qué es la primera vez que lo digo en alto! Es la primera vez! Y no me lo
perdonaré nunca! Nunca!
G: Silvia...cálmate… ¿yo?
S: ¿Qué?
Vi a mi padre detrás en la puerta…pálido….y justo en el otro lado Pepa
y Rita apoyadas en la puerta…
Pepa agachó la cabeza y salió de la sala, ignorándome.
Gonzalo salió detrás de ella junto con Rita y yo…me quedé allí, mirando
a mi padre…
S: Papá…
D.L: Hija…debes de estar muy cansada…deberías irte a
casa y descansar.
S: No Papá. Estoy Bien.
D.L: No hija, dices cosas muy raras
S: No, lo que has oído es cierto, ya no quiero vivir
en más mentiras, ya no…
(Silencio)
S: Te mentí Papá…ella nunca me acosó, fue una historia
de amor, la única en mi vida…
D.L: Silvia que dices
S: La quería y la quiero, no la he olvidado nunca, pero
tuve mucho miedo, solo teníamos 20 años y yo no quería defraudarte como hija y
la perdí, me vi tan agobiada que para excusarme os dije todo aquello…Y por mi
culpa Pepa ha sido una desgraciada..
D.L: Definitivamente has perdido el juicio…como vas a
ser tú igual que esa…
S: ¿A qué te refieres? ¿A qué me gusten las mujeres
Papá? ¿Es eso? Pues te diré que sí, que me gusta Pepa, no sé si me gustará
otra, solo sé que quiero a Pepa…como a nadie y he tardado 8 años en decírtelo…
D.L: Entre tu hermana y tú me vais a matar
S: Sé que no lo entenderás y quizás nunca lo
aceptaras…pero es lo que hay y yo soy tu hija y aunque ahora mismo quizás nunca
exista esa relación entre las dos, mis sentimientos nunca cambiaran….
Llora desconsolada en su laboratorio apoyada en la mesa sus codos y
refugiando sus lágrimas entre su pelo, desconsolada, llora y llora lo que no ha
sacado en años, su amargura…Pero ahora, quizás se siente más libre después de
gritar a los 4 vientos su amor por mí, reconocer a su padre su gran error…
Ha dado un gran paso en su vida forzado por mi regreso, por mis actos.
Quisiera entrar en su refugio y colmarla de besos y abrazos, susurrarle
al oído que no está sola, que está en el buen camino, que nuestro amor ha
permanecido en flor durante años y ahora no se marchitará…Pero sigo ahí,
inmóvil, con mis pies anclados al suelo.
Mi corazón, mi mente, mi alma se debate hace días entre el amor, lo
correcto, la responsabilidad, el buen hacer…todo… Adriana o Silvia.
Abro la puerta del laboratorio y me mira con esos ojos llenos de
tristeza, de cansancio, de amor, de amargura…
P: Silvia
P: Silvia mírame…
S: Vete Pepa, vete…déjame…
P: Silvia escúchame
S: ¿Qué Pepa? ¿Qué tengo que escuchar? ¿Qué es tarde
para nosotras dos? ¿Qué tu novia llega mañana? ¿Qué ya no me quieres?
P: Yo no he dicho que no te quiera Silvia
S: ¿No? Pues había otra Pepa en mi casa ayer…juraría
que se parece a ti…
P: Silvia...¿ya?
S: ¿Ya? Pero tu me ves…me ves…estoy histérica,
destrozada, acabo de decirle a mi padre que llevo 8 años enamorada de ti…que no
me acosabas! Y se lo acabo de decir a gritos! ¿Cómo quieres que esté?
Llegas aquí y destrozas mi mundo otra vez, te acuestas
conmigo y no una… unas cuantas Pepa…pero te levantas por la mañana con “HUY! La
he cagado!!...
TENGO NOVIA! ¿Pues sabes qué Pepa?
Que podías haberte acordado de ella antes…!
Y encima me dices que nunca te he demostrado nada…pues
quizás si, a mi manera pero tu nunca lo veías, siempre Pepa Miranda, el amor
perfecto de Pepa Miranda!
P: Me dejaste! Mentiste! Me humillaste!
S: Por Dios! Tenía miedo y 20 años!
(Silencio)
P: Tienes razón…
S: ¿Qué?
P: Que tienes razón, no pensé en las consecuencias de
todo esto, contigo cerca no puedo, no puedo pensar..
S: Pepa…¿me quieres? ¿Me quieres?
P: Ya sabes la respuesta…¿la pregunta es? ¿Nos
queremos igual?
S: ¿Sigues sin fiarte de mi?
P: Lo siento…
S: ¿Que tengo que hacer para que me creas?
P: No lo sé…
S: ¿Y qué harás mañana? Ir al aeropuerto a recoger a
tu novia y hacer como que aquí no ha pasado nada…
P: No...No sé…no me presiones
S: ¿Presionarte? No te equivoques…
P: Como quieres que tengamos algo si no dejamos de
pelear…no ves que necesitamos olvidar/perdonar muchas cosas y no somos capaces…
S: ¿Y prefieres vivir una mentira con
Adriana…prefieres meterte cada noche en su cama y levantarte cada mañana y
tener a alguien a tu lado engañada sabiendo que no es lo que deseas?
P: ¿Cómo sabes que no lo es que deseo?
Y se acerca a mí agarrando mis manos y aunque por un momento me resisto
no me suelta…
Se acerca más, mucho más y retrocedo un paso…
Pero me vence, con Silvia todo es una guerra perdida…
Y mientras se acerca clava sus ojos en mi boca y repasa con sus dedos
mis labios que se van humedeciendo poco a poco al sentirla…
S: (voz cortada) Dime que esto no es deseo…
P: Aha
Su boca es un manjar exquisito que se junta con la mía para saciar un
hambre irresistible, siempre ha sido así, siempre…
Notar su lengua jugando con la mía, sus manos abrazando mi cuerpo, mis
manos en su espalda…juntas, muy juntas…deseándonos más a cada segundo que
pasa….los besos amorosos y con sentimiento desaparecen para que lleguen
aquellos que desatan pasión, que desean lo que no se puede, lo que no se
tiene…intimidad.
Madrid aeropuerto de Barajas
14:00
Pepa en off:
¿Compro flores? Debería comprar un buen ramo de rosas rojas para
recibirla aunque eso le hará pensar que he hecho algo malo, nunca le regalo
flores, eso es…”has hecho algo muy malo Pepa”...
Su avión viene con retraso, ya no me quedan revistas por ojear, pasillo
por recorrer de esta terminal, y uñas que morder…
Llevo escrito en la cara “Infiel” y lo notará…
En realidad no tengo miedo de Adriana, sino de su reacción, de su
sufrimiento, de su dolor…del dolor que voy a causar cuando le cuente la verdad
de todo...
Por un momento había pensado no hacerlo pero no es justo, además creo
que este amor/pasión por Silvia es demasiado evidente, lo vería, se daría
cuenta al vernos juntas.
Y aunque esta mañana le he dejado las cosas claras a Silvia es justo
ser sincera con Adriana…
24 horas antes
Mis piernas flaquean al notar sus dedos por debajo de mi camiseta…tiene
esa manera maravillosa de tocarme, de rozarme...besar a Silvia es una de las
mejores cosas que tiene la vida…rozar su piel…
Pero la cordura vuelve a mí y me separo…
P: Para…
S: No puedo parar…
P: Pues tienes que parar, estamos en comisaría…
S. Me da igual…que nos vean
P: Silvia…para por favor…
S: Te necesito…te necesito…
P: No…no me lo pidas por favor…para..Por favor…
S: ¿Qué quieres de mí? ¿Qué tengo que hacer para que
veas mi amor?
P: Pues como que besarme en comisaría delante de todo
el mundo, con tu padre cabreado y media familia en el hospital, en medio de un
caso donde eres responsable de una investigación…no creo que sea el momento…
S: Ven esta noche a casa, mi turno acaba a las
20:00…ven a casa…
P: No…No Silvia…Adriana llega mañana, ¿cómo quieres
que vaya a tu casa? Además ya sabemos lo que va a pasar…
S: Necesitamos hablar…
P: ¿Ahora le llamas hablar?
S: Prometo no hacer nada
P: ¿Pretendes que me lo crea? Ni yo aguantaré tenerte
cerca y tú tampoco
S: No eres tan irresistible Pepa Miranda…
Me acerqué a ella pegando mi cuerpo al suyo
S: Vale…si, si tienes razón…
P: Lo ves, además no es justo Silvia, ella viene
mañana y tenemos que parar esto, por lo menos durante un tiempo, quiero
aclararme…
S: ¿Aclararte?
P: Necesito saber si esto es bueno para mí…
S: Estaré en mi casa a las 20:00 si quieres venir ya
sabes donde es…te estaré esperando…
Horas después…
Subo las escaleras que me conducen a casa de Silvia despacio con mi
discurso preparado “Silvia, lo nuestro no puede ser. Silvia no puedo estar
contigo. Silvia me iré unos días fuera con Adriana a enseñarle Ávila y luego volveremos
a Londres. Silvia, lo siento, es lo mejor para las dos”
Una sonrisa triunfal se dibuja en su cara al verme apoyada en el marco
de su puerta…me invita a pasar con sus manos haciendo una reverencia…
P: No he venido a quedarme, solo a decirte lo que
llevo toda la tarde preparando mentalmente, así que escúchame y no me
interrumpas..
S: Vale...
P: Lo he pensado mucho y…lo nuestro no puede ser
(Silvia se acerca más y su cara cambia de expresión)
P: No puedo estar contigo
S: ¿No?…(acercándose)
P: Voy a coger a…a...Adri y nos vamos a ir a … a …
Segovia no sé….y luego volveremos a Londres…
S: Si es lo que quieres (más cerca, casi pegada a mí)
P: Es lo mejor para las dos…
S: ¿El qué?
P: No…no…se…Sil-vi-a
Fueron mis últimas palabras…
Como un huracán, como dos animales en celo…como siempre...
Arranqué su camisa por la imperiosa necesidad de lamer su cuello, sus
pechos, arrastrándonos por el piso, sintiendo los golpes contra los objetos del
camino a su habitación…
La necesitaba a quien quería engañar, a mi misma sola…Silvia provocaba
en mí un mundo de sensaciones, de estímulos, de instintos primarios…y por un
momento vi reflejada mi furia en mis actos cuando la empujé sobre la cama…
No era yo ni mi manera de amar, paré, yo no quería ser esa persona, no
quería…
Me senté a su lado en la cama intentando relajar mi
respiración…entonces fue cuando la miré a los ojos para encontrar en ella la
respuesta…Silvia lo quería todo de mí, no quería sexo salvaje encima de la mesa
del comedor, quería mis caricias, mis abrazos, mis buenos días y mis buenas
noches…Por un momento decidí huir pero sentir sus brazos rodeando mi cuerpo…y
sus palabras…
S: Quédate a dormir si quieres, no tenemos porque
hacer nada, solo te necesito aquí, es nuestra última noche…
Agarré su cara con mis manos para besarle con toda la tranquilidad y el
amor del mundo…como hacia años que no hacíamos, sin peleas, sin violencia, solo
amor tranquilo, besos apasionados pero sin furia adornados con palabras de
cariño…
S: Echaba de menos esta parte de ti…
P: ¿Cuál?
S: La que me hizo el amor por primera vez…
La noche era mágica, mil caricias, mil besos, explorándonos con
tranquilidad, llegando una y otra vez a nuestro universo particular susurrando
nuestros nombres al oído….
Eran las 7 de la mañana y Silvia jugaba con mi pelo que caía en sus
hombros…
S: Voy a echarte de menos
P: Silvia, te quiero lo sabes ¿no?
S: Pero no es suficiente….
P: Solo necesito tiempo para aclararme
S: ¿Se lo vas a contar?
P: No se lo que voy a hacer…solo quiero que entiendas
que ahora estaremos muy distantes, que vas a sufrir, que voy a sufrir porque
tenerte cerca será una tortura…pero necesito poner en orden todo…
S: Te quiero
P: Y yo a ti, pero quiero estar
segura de todo y que si….tu y yo tenemos que tener un “Principio” por segunda
vez, quiero hacerlo bien, correcto…limpio…
Nos abrazamos como si la vida fuera en ello…hasta notar que Silvia se
había quedado dormida en mis brazos…
Me vestí sin hacer ruido….
“Te he querido, te quiero, te querré siempre…No lo olvides. P.“
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Reigh2008 - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Geniaaaa felicidaded muy buena historia las kiero juntas besoss RO ARGENTINA
ResponderEliminar