Feliz,
feliz cumpleaños…
Acércate a la vida como si fuese un
banquete.
Epíteto.
Los pasos se esparcieron en la sala con el ruido seco de
las llaves al contacto con la madera, miro alrededor el silencio embargaba el
pequeño espacio que llamaba hogar. No
había risas, ni desorden ni pequeños pasos de aquí para allá llevándose su
tranquilidad. Estaba libre de nuevo para vivir como quisiera.
El rodeo por la barra de la cocina le demostró lo
impecable de su hogar y sin embargo aquello no le agrado nada, las películas
infantiles estaban abandonadas sobre su televisor y ella por alguna razón tuvo
deseo de ver por décimo quinta vez Bambi - estoy jodida - dejo escapar en una
media sonrisa.
-¿Y eso? se giro sorprendida al umbral de su recamara
para dar de lleno con los ojos de Evelyn que le miraban divertidos mientras en
su mano giraba un llavero- Te las vine a devolver- le afirmaron- y los niños se
quedaron con una niñera- sonrió de medio lado sacando el saco que usaba para
trabajar y acercarse despacio a ella en silencio- ¿Me dirás porque estas
jodida?
-No, en realidad tengo cosas más interesantes que atender
en este momento- estiro la mano tirando de ella para reducir la distancia al
mínimo, había dado miles de besos en su vida, a infinidad de labios diferentes
pero la sensación de excitación que le genero la respiración de Evelyn sobre su
boca era única tanto que el control le juraría a cualquiera fue algo que
perdió en ese mismo momento, probar
aquellos labios fue su perdición lo supo mientras ahogaba un gemido de éxtasis
sintiendo un calor diferente abrazando su piel.
Evelyn era una madre dedicada, una profesional aplicada
pero en ese momento se estaba revelando ante ella como una amante excepcional
un plato digno de degustar hasta el cansancio, sus besos eran profundos, suaves
pero abrasivos una mezcla inusual acompañada de una expresividad que no
esperaba encontrar en unos simples labios.
Las manos de Evelyn parecían estar revestidas de una
paciencia sorprendente dentro del evento pasional que estaban a punto de
desencadenar, era extraño sentirla desnudándola ella juraría que era un
escultor ante el trabajo de su vida, la tenía tan confundida que no sabía
siquiera como reaccionar… la mayoría de las mujeres solían tener el mismo
patrón de descontrol con ella pero esta no, esta parecía simplemente ir
despacio delimitando el terreno a recorrer y dejando a la pasión crecer con
lentitud en su interior…. Exquisita y destructora.
Cuando su blusa finalmente cayó podía decirle a
cualquiera que fueron los 5 minutos más gloriosos de su vida ¿Cómo demonios
quitabas una simple prenda de aquella manera? Percibió el calor de la boca en
su cuello tan lento, el equivalente a un
degustador ante una comida exquisita, ni siquiera pudo evitar el sonoro gemido
que escapo de sus labios al percibir las manos en su espalda, delineando sus
músculos en un trayectoria inevitable hacia sus sostén- Evelyn- la llamo con una
única intención la de sosegar su cabeza, intentar poner orden a su cuerpo y a su
necesidad creciente, con un infructuoso resultado.
-Tranquila querida- escucho el murmuro algo ahogado-
tengo tiempo sin hacer esto y ciertamente nunca lo he hecho con una mujer- recibió
el mordisco en el cuello sintiendo el aire escapar del todo de sus pulmones-
pero simplemente pienso en hacer todo con calma, disfrutando el momento y
experimentar en tu cuerpo lo que siempre he querido con el mío.
Deseo responderle con un frase o un comentario irónico
pero su maldito cerebro no reaccionaba, ni tenía espacio para nada que no
fueran aquellos labios sobre su piel, en la orden a sus piernas de no flaquear
y mantenerla en pie en el umbral de la recamara donde la estaban desnudando, en
las caricias que creaban nuevas sendas sobre su piel, conduciéndola a un mundo
que creía conocer perfectamente, demostrándole de nueva cuenta que la vida
estaba llena de sorpresas y que en ella nunca se dejaba de aprender.
Sintió la calidez de los labios abandonando su piel al
tiempo que el resto de su ropa terminaba de desaparecer, la inspección visual
de la que era presa y que no hacía otra cosa que acrecentar el deseo, escucho
los pasos mientras aquel cuerpo delante suyo daba un rodeo llenándola de anticipación
percibió las yemas de los dedos viajar fugazmente por su espalda antes que
tomaran su mano instándola a dirigirse a la cama- Si…sigues…vestida- logro
articular finalmente llevándose con ello una sonrisa cariñosa.
-Soy algo insegura- tuvo ganas de reír porque en ese
momento Evelyn parecía de todo menos insegura- prometo quitármela en un
momento, pero recuéstate antes…- obedeció sintiéndose como una adolescente sin
experiencia alguna, las sábanas de su cama que generalmente le parecían cómodas
y calientes, le parecieron frías y distantes…considero quizás por distraerse
cambiarlas justo en el momento en que escucho el sonido de una prenda al caer
enfocando de golpe la blusa blanca de Evelyn en el suelo tuvo miedo de nuevo,
con esa mujer que se desnudaba enfocándola con intensidad el miedo parecía ser
una constante… deliciosa, provocadora y magnética, respiro con agitación
mordiéndose el labio - Ya voy…- fue una mirada que ella comprendió a la
perfección…
-Te estoy esperando- éxtasis grito de éxtasis al ver a su
cerebro regresar acompañando a su necesidad la vio sonreír mientras se sacaba
las prendas con tranquilidad delineando el cuerpo en el proceso de retirar cada
una de ella, haciéndola soñar por que fueran sus manos las que realizaban
aquella labor, pero no se movería contendría su excitación hasta el punto mismo
que el calor del cuerpo de Evelyn envolviera el suyo por completo y de nueva
cuenta se llevara la poca razón que había recuperado.
El cuerpo desnudo a pasos de ella se movió lentamente de
nueva cuenta inspeccionándola mientras ella apretaba las sabanas con fuerza
entre sus manos controlando sus estúpidas ansias de saltarle encima y devorarla
completa, finalmente percibió el colchón hundirse ante el nuevo peso, sin
embargo lo único que llego a su cuerpo fueron las yemas de los dedos delineando
despacio sus piernas, generando que su espalda se arqueara y su piel se erizara
-Evelyn por todos los cielos- murmuró entrecortadamente.
-¡Oh cariño! tú aun no conoces el cielo…- sintió como de
pronto tiraban de sus piernas y su cuerpo chocaba con el de Evelyn al quedar
sentada del todo sobre ella recibiendo la cabellera negra entre sus pechos
mientras no podía más que enfocar el techo con sorpresa, su racionalidad se le
escapaba de nuevo como el agua entre las manos al sentir los besos en sus
senos, lentos, calmos, desquiciantes, los labios y la lengua modelando aquella
zona sensible como ninguna mujer antes lo hizo sujeto la cabellera con fuerza
intentando controlarse, tranquilizarse… lo que fuera por un demonio o no
resistiría mucho y seria…. Seria… dejo escapar un fuerte gemido sintiendo el
cuerpo temblar de lleno y maldiciéndose a sí misma, a su poco autocontrol y su
extrema debilidad ¿Cómo demonios paso aquello?, ni siquiera podía controlar lo
espasmos y el gusto que la invadió por completo.
-Mala- fue lo único que logro articular como una niña
pequeña que guarda un enorme reproche al ver el fracaso en su resolución-
Acabas de hacer que….yo…. Evelyn - dejo escapar avergonzada notando como el
rostro se separaba de sus pechos, con aquellos ojos enfocándola con travesura.
-¡Oh cariño! dijiste cielos, y te acabo de mostrar el
primero, si sacas cuentas te faltan seis -
sintió ganas de reír antes de inclinarse a besar aquellos labios
apasionadamente dejando ir su peso del todo para acabar recostada al ahora
cómodo colchón, mientras su cuerpo se enredaba del todo con el de su nueva y
más grandiosa amante.
El Príncipe Adán estaba estático en medio del salón aun
abrazando la cintura de su Princesa mientras los murmullos se esparcían por
todo el sitio y la cara de Clarisse Savedra palidecía del todo, la orquesta
continuaba dejando escapar las últimas notas del vals mientras los personajes
principales del mismo respiraban agitadamente mirándose mutuamente.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- la voz de Arturo se alzo con fuerza
provocando que Victoria se volteara con sorpresa y su acompañante parpadeara
bajo el antifaz perdiéndose entre los invitados en el acto, solo para ser
atrapada por los hombros por un par de payasos que la arrastraron a uno de los
balcones cercanos.
Sintió el suave empujón mientras la brisa veraniega
golpeaba su rostro - ¿Qué hiciste?- escucho la voz de Clarisse que la hizo
palidecer levemente - Besaste a la chica.
-Opa- levanto las manos mirando al par de payasos de los
cuales estaban vestidos los gemelos fugazmente- ella me beso- le asevero con
suavidad.
-Yo no te vi indispuesta - se giro hacia ese par de
idiotas intentando identificar al responsable del comentario pero viendo a los
dos mover las manos haciendo payasadas mezclándose como dominós.
-Malditos cobardes ya descubriré cual es cual- dejo
escapar con molestia antes de mirar de nueva cuenta a Clarisse- no iba a
rechazar su contacto delante de todos en la noche de su cumpleaños - revistió
su voz de seriedad - ella se dejo llevar por el momento ¿Quién era yo para
romper su alegría?
-¿Y quién eres tú para negarle la verdad de tu genero?-
enfoco a Clarisse parpadeando con sorpresa y agradeciendo el antifaz que
escondía buena parte de su mirada a aquellos ojos analíticos- Sabes la
decepción que le generaras cuando descubra que eres mujer y además una que a lo
visto se ve que no tolera.
-No tiene porque descubrirlo- intentando revestir su voz de veracidad,
porque era obvio que Tory tenía más que clara la identidad del Príncipe quizás
por eso no temió prendarse de su cintura para corresponder su beso- yo
simplemente desapareceré en esta noche y no sabrá quién era… lo recordara como
algo precioso en sus años por venir, ¿Por qué Clarisse debo robarle tal
alegría? ¿Acaso mi mentira le daña realmente?
-Una mentira nunca trae un beneficio… sobre todo si
comprometes un corazón en el proceso- afirmó con seriedad.
-Ella me beso por impulso su corazón no está comprometido-
desvío los ojos mirando las estrellas.
-No hablo de su corazón- la enfoco de golpe sorprendida -
te conozco. Hija mía como si te hubiera traído al mundo… y no quiero que te
lastimen, porque tu delicado corazón no merece sufrir más…
-No digas tonterías abuela - rió con fuerza - yo solo amo
a Alonso, de él es mi vida y mi corazón, suya es mi fidelidad nunca, nunca
podre amar a alguien más… así que olvida eso que viste porque no se repetirá,
fue un acto impulsivo el cual no supe rechazar, ella no me interesa…. Ni yo le
intereso, así que esta discusión carece de fundamento.
-Yo nunca hable de amor - la escucho finalizar mientras
regresaba al salón- mantente alejada de la chica el resto de la noche es lo
mejor para ti- le escucho decir quedamente.
Los gemelos ingresaron al salón dando saltos hasta llegar
a su hermana menor que volteo los ojos en blanco intentando evitarlos - Payaso
Uno tiene algo que decirle a la Ladrona - afirmo uno de ellos - parece ser que
el corazón del Príncipe está dolido… el baile no le alegro… le atormento - Vanessa se giro viendo una vuelta de carro de
parte del otro payaso- Payaso Dos cree que la Jefa C hizo mal en prohibirle al
Príncipe ver a la Princesa - vio a los gemelos hacer una nueva acrobacia que
llamo la atención del resto de los invitados - ¿Sera que el Ladrón guía a la
Princesa hasta su Príncipe?.
-¿Por qué lo haría creí que la Princesa no era de nuestro
agrado? - se giro despacio viendo la nueva payasada que consistía en hacer un
globito en forma de perrito tendiéndoselo.
-No lo es, pero el Príncipe debe descubrir solo las consecuencias
de una mentira, pues el disfraz no lo puede llevar siempre y al final si es
Príncipe o Princesa le evitara su dolor.
-Y si a la Princesa no le importa - enfoco la cara rota
de los payasos delante de ella riendo con fuerza - Payasos son tan tontos que no miden bien todo
el campo de acción, pero por eso Ladrona
soy yo ¿verdad?....
Elena miro a su prima empezar a bailar con un invitado
que giraba despacio con ella en el salón al ritmo de un vals diferente, cada
tanto intentaba dar con el Príncipe con el que compartió el primer baile sin
éxito era como si simplemente hubiera desaparecido del todo del salón.
En ese instante un baile de disfraces le parecía un
pésima idea, ¿Quién fue el desconocido que beso a Victoria? Y ¿Por qué se
aferro a él como si el mundo se acabara mañana? , la enfoco bailando con una
falsa sonrisa mientras al parecer fingía que la plática que tenían con ella era
interesante, su prima haciendo un teatro impecable mientras estaba segura su
mente se encontraba concentrada en aquel desconocido.
Descendió de la mano de Arturo para empezar a bailar
también aquel vals girando con elegancia sorprendida del todo al pasar al lado
de su prima escuchando un suspiro dolorido con sorpresa - Al final no te
deberás preocupar por Amara - enfoco a Arturo sorprendida - parece que erraste
tu observación.
-Eso parece- respondió con calma- aunque me encantaría
saber quién es el famoso Príncipe, parece que se lo trago la tierra.
-Quizás solo le gusta hacerse el misterioso- sonrió a su
esposo divertida- que lo busque Vic tu mira a tu guapísimo esposo- se recostó
en el pecho para cerrar los ojos continuando con aquel vals.
La Ladrona se junto con su Policía y esta a su vez con La
Pirata y su Dama manteniendo amena conversación en un rincón del salón, ante la mirada atenta de Clarisse no sabía
porque ver a aquel grupito conversando le generaba una extraña inquietud, cada
tanto en la noche alguno de los gemelos daba una ronda al balcón asegurándose
que el Príncipe continuaba cautivo en él, aunque poner un payaso de guardián
ciertamente podía ser poco sensato.
Los ojos de la anciana se desviaron momentáneamente hacia
Rachel que contaba una anécdota divertida a Susan que hizo un extraño
movimiento que llamo su atención evitando que notara el momento justo que el
grupo se disolvió, parpadeo extrañada buscando a los miembros en el extenso
salón sin éxito alguno, se giro para cuestionar algo a Susan y Rachel pero
entonces noto que se encontraba sola del todo.
Miro alrededor intentando localizar a los payasos sin éxito
alguno por lo que se dirigió con pasos presuroso al balcón solo para
encontrarlo desierto del todo, del Príncipe no había rastro alguno al igual que
del resto de los miembros de su familia, se asomo al interior localizando a la
Princesa para respirar aliviada ante ello, pero su tranquilidad duro escasos
segundos los mismos que se esfumaron en el momento en que la batería y la guitarra
sonaron suavemente provocando que toda conversación se detuviera mientras La
Pirata aparecía sobre el escenario, y el nuevo ritmo invadía todo… vio los
cuerpos estáticos una fracción de segundos… los segundos que tardo la voz y la
energía de esa condenada chiquilla en invadir el lugar.
Segundos que pasaron volando cuando todo el salón esta
aglomerado y saltando alrededor del escenario, mientras el cuerpo de Andrea se
movía con sensualidad absoluta al ritmo de aquella condenada canción, incluso
ella se le quedo mirando escasos segundos… valiosos segundos.
En el instante en que Clarisse se concentro en La Pirata
no noto como los Payasos la traicionaban vilmente cargándose al hombro a una
muy asustada Princesa mientras le cubrían la boca, tampoco noto como de la
esquina contraria la Ladrona traía con ayuda de las Damas Francesas al pobre Príncipe
que parecía medio inconsciente, quizás porque en el balcón la Policía se había
asustado y creyendo que la macana que los payasos le dieron a modo de broma
diciendo que todo buen policía llevaba una era de plástico la utilizo para
tranquilizar a un intranquilo Príncipe, golpeándolo con tanta fuerza que se
desplomo en el acto como fardo.
Si Clarisse no hubiera enfocado su atención como el resto
de los presentes en la Pirata, también
hubiera visto a La Dama pasar a su lado con una llave plateada apuñada
empujando a algunos invitados y evitando del todo a su hermano mientras se
perdía sin ser notada hacia las escaleras del salón siguiendo al pobre Príncipe
para perderse por el Ala Izquierda, pero todo eso paso sin ser notado porque
cuando Clarisse Savedra miro alrededor solo vio cuerpos saltando, gritos
desordenados y alguno que otro beso apasionado.
-Casi la matas- Herendira enfoco a Amara que se sostenía
la cabeza al parecer sin poder regresar de su aturdimiento- ¿Cómo se te
ocurrió?
-Es que me asuste cuando empezó a gritar y se suponía que
era plástico no que era de verdad- agregó escuchando un quejido de la joven al
tiempo que la puerta detrás suyo se abría dejando pasar a los Payasos con una
Princesa que se revolvía entre sus brazos con insistencia antes de dejar
escapar un fuerte grito que genero que el Príncipe reaccionara en el acto
descargándole un fuerte golpe a uno de los payasos en la cara que trastabillo
ante la mirada sorprendida de todos los presentes, mientras Herendira gritaba
de nuevo dándole un sonoro macanazo que la hizo irse al suelo de nuevo.
-¡AMORE MIO!- escucho el grito de Victoria mientras se
acercaba a Amara que estaba tirada en el suelo al parecer intentado recuperarse
del golpe mientras uno de los payasos gritaba algo parecido a ¡CORRAN POR SUS
VIDAS!, quizás la mirada asesina bajo el antifaz de la Princesa la convenció de
que era lo correcto porque ni lo pensó para salir con el resto dejando que
Stefani cerrar con llave aquella habitación que tenía una extraña y enorme
puerta de piedra.
-¿Por qué la golpeaste de nuevo?- Herendira escucho el
cuestionamiento de Vanessa algo arrepentida.
-Golpeo al payaso- se defendió- me entro pánico, no sé
porque sentí que si Victoria gritaba de nuevo nos mataría a todos.
-La verdad se comporto como todo un Príncipe- dejo
escapar el payaso con parte de la cara inflamada- Y les aseguro no golpea como niña -agregó.
-¿Estará lastimada?- cuestionó preocupada mirando la
enorme puerta de piedra y la cara descompuesta de Stefani.
-No creo, pero no pienso abrirla - asintió a la rubia -
mañana solo deslizare la llave bajo la puerta, esta habitación esta aparte de
todas las demás y en el último piso porque era la de mis padres, yo solo espero
que todo salga bien, Victoria me lo dijo y yo lo respeto pero Amara…
-El Príncipe es poco sincero siempre - giro a ver a su
mujer divertida_ dale tiempo aun tiene el corazón dolorido pero creo que si
Victoria es paciente…. Lograra grandes cosas.
-Nosotros con que no nos golpee tenemos - afirmaron los
gemelos al unisonó perdiéndose con el resto del grupo por el pasillo.
Victoria estuvo a punto de levantarse al escuchar la
enorme puerta de piedra cerrarse, pero la urgencia de sostener la cabeza de Arian
sobre sus piernas le gano al escuchar los quejidos ahogados y doloridos de la
joven acariciaba los cabellos cada tanto, no tenía la remota idea de lo que
pasaba allí pero aquello no sonaba a secuestro en regla sobre todo porque
juraría que sus atacantes le resultaban familiares- Malditas…. Idiotas…- la
escucho murmurar intentando incorporarse.
-Non spostare la mia vita - dejo escapar quedamente
intentando que la chica no se moviera mientras soltaba otro quejido dolorido.
-No te entendí nada- la escucho decir por lo que rio
aliviada abrazándola con suavidad- Espera Tory- se separo dejándola
incorporarse mientras se sujetaba la frente al parecer intentando ubicarse-¿Estás
bien?- asintió con suavidad ante el
cuestionamiento.
-Io danzaba cuando dos pai…paia… dos hombres vestidos de
colores- dejo escapar notando como la miraba con extrañeza- ¡ahhh! la parola
es….es…. ¡ahhh pagliaccio…!
-¿Payaso?- le cuestionaron a los que asintió- ¿Dos?-
volvió a asentir- pelucas una roja y otra azul - asintió de nueva cuenta- muy
altos- asintió- un traje blanco con azul idéntico los dos - noto la ira empezar
a formarse bajo el antifaz mientras Arian se levantaba ante su nuevo
asentimiento.
-SAVEDRA!!!_ la escucho gritarle con fuerza a la puerta antes de darle una patada y
quejarse por lo que se levanto intentando acercarse -¡ESTAN LOCOS, LOS VOY A
MATAR, APENAS SALGA DE AQUÍ!- retrocedió algo asustada - ¿CÓMO SE ATREVIERON A
ASUSTARLA? ¡MONTÓN DE IDIOTAS!
-Arian va bene - se acerco despacio para verla girar
enfocándola.
-No está bien Tory… Dios no está nada bien - la vio
llevarse las manos al cabello antes que se acercaran a ella revisándola al
parece de arriba abajo- ¿No te lastimaste verdad? - negó un par de veces - esos
imbéciles de los gemelos_ parpadeo abriendo la boca al escuchar aquello- como
te hubieran dejado caer - la vio girarse hacia la puerta - LES QUIEBRO LAS
PIERNAS, ¡PORQUE SOLO YO PUEDO CARGARLA! - la vio darle otra patada a la enorme
puerta de piedra.
-Va bene amore mío- tiro de la mano con delicadeza
alejándola de la puerta - va bene - acaricio el rostro notando como la
respiración empezaba a normalizarse - estoy bien y tu al parecer también… solo
debemos ver …como salir - pensó detenidamente cada palabra buscando no
mezclarlas con el italiano - ia no golpees la puerta bastante con tu pobre
cabeza.
-No lo entiendes yo no puedo estar en una misma
habitación sola contigo- noto el gesto
desesperado de los ojos bajo el antifaz - no puedo - observo como la joven se
dirigía trastabillando y sujetándose la cabeza en dirección al balcón, al
parecer estaba necesitada de tomar aire.
Tomo asiento en el borde de la cama mientras hacia una
inspección visual de la recamara, tenia grabados en todas sus paredes parecía
hecha toda de mármol, con figuras que relataban paseos en los bosques, con
seres fantásticos paseándose en ella, un enorme jacuzzi que tenía un acabado
idéntico a toda la habitación, la enorme cama que parecía estar entre el
follaje de un árbol y el balcón que daba una vista imponente del mar y las
estrellas… ese mismo balcón donde su Príncipe estaba inclinado sujetándose la
cabeza, percibía la brisa marina acariciando su rostro y moviendo los cabellos
de Arian con suavidad.
-Madonna mia - tomo aire con fuerza levantándose para
encaminarse al balcón manteniendo una distancia prudente de su objetivo- ¿Per
qui no puedes estar conmigo en la misma habitación? - escucho el suspiro entre
pesado y dolorido.
-No sabes lo que me cuesta tenerte cerca de mí -
retrocedió un paso algo insegura al escuchar aquello - respirar tu mismo aire
y… y…
-Io no sabía que la mia presencia te incomodaba tanto -
trago dolorida bajando el rostro y enfocando la enorme puerta con pesar -
intentare no molestarte… io…io… creí…
-No- se giro de
nuevo viendo como la joven se sujetaba la cabeza - estas malinterpretando, en
casa de Vanessa fue muy difícil dormir en la misma recamara porque yo… yo…
-Me odias- dejo escapar con voz quebrada escuchando un
grito ahogado y al parecer frustrado.
-Te deseo- se sorprendió al escuchar aquello levantando
el rostro - te deseo como nunca he deseado a nadie en mi vida, ¿Lo entiendes?
esa noche en casa de Vanessa solo tenía una única cosa en mente… y era tomarte
entre mis brazos… y tú… tú mereces amor - la vio girarse de nuevo hacia el
balcón inclinándose- amor… no solo deseo…
Se encamino al balcón inclinándose levemente en él para
quedar del todo al lado de Arian enfocando el vasto océano que se extendía ante
sus ojos - Yo quiero que me desees… me gustan tus brazos - se abrazo suavemente
- me encanta como me besas… yo…. Solo quiero que me desees.
-Tory - sonrió estirando la mano y acariciando suavemente
aquella que estaba tendida al vacío - yo no te puedo ofrecer nada que no sea
solo un deseo puro y animal - escucho aquello recostándose en ella
delicadamente_ no hagas eso_ sonrió por lo bajo al percibir el estremecimiento
por lo que simplemente se aparto para abrazar la espalda con fuerza_ Dios mío
Vittoria no me tortures.
-Entonces tómame- afirmó sorprendida de su propio
atrevimiento - tómame y no pienses en nada más… yo estaré encantada de que
tomes todo de mí yo… - no pudo terminar la frase cuando sintió como Arian se
giraba pegándola a ella contra el balcón y devorándole la boca en el acto. Con
esos besos que solo Arian sabia darle un beso arrítmico, desesperado, pero
chicloso, profundo y eléctrico… uno que la obligaba a desear no despegarse
jamás de aquellos labios y ese cuerpo que la presionaba con necesidad.
Se sujeto con fuerza al cuello cuando percibió que la
sentaban sobre el borde marmoleado - No me puedo controlar - le escucho musitar
contra su oído - Te deseo… yo… te deseo… eres tan dulce, preciosa…. Yo… yo… -se
separo para acallar la boca apoderándose de los labios y esbozando una sonrisa
entre aquel urgente beso “amor, matrimonio y sexo no necesariamente en ese
orden”, eso le había dicho Arian y ella... Ella deseaba los tres con la joven, sintió
como subían su vestido buscando poder abrir sus piernas y pegar del todo la
parte baja de sus cuerpos se impulso para bajarse del balcón pegando el cuerpo
de Arian contra la pared con urgencia mientras sentía las manos inspeccionando
con algo de desesperación el vestido - Maldito vestido.
-Rásgalo- dejo escapar entrecortadamente contra los
labios antes de escuchar la tela empezar a romperse en su espalda - rómpelo
todo y haz que en mi solo quedes tú…. Amore… amore mío, mia vita - dirigió sus manos nerviosas hacia la parte
superior de las ropas intentando sacar las prendas lo más rápido posible…
razonar no era algo que deseara en ese instante.
-Tory- el frío de la brisa que golpeo de lleno su espalda
al quedar la parte superior hecha tirones y colgando sobre sus caderas la hizo
estremecer de excitación al mezclarse con la calidez de las manos que se
encargaban de desaparecer el resto de la ropa, antes que Arian pasara literalmente a arrancarse la suya también
quedando solo con el pantalón y las botas antes de cargarla con fuerza - Cama…
frío…- la joven italiana sonrió divertida porque aún cuando sabía que la parte
racional de Arian debía estar de paseo la joven continuaba cuidando de ella en
todo momento.
Agradeció el contacto del cálido colchón en su espalda
mientras notaba a Arian sacarse las botas con premura antes de dejar caer su
cuerpo contra el suyo, percibió la tela de los pantalones con desagrado
mientras el calor de su cuerpo se mezclaba del todo con el de ella en la parte
superior… sensaciones tantas sensaciones y su corazón latiendo a mil en su
pecho como si estuviera en plena maratón… la más satisfactoria de su vida, los
besos cambiaron de intención en su piel, su cuello se veían invadido por ellos,
incluso por la sensación entre dolorosa y placentera de los dientes sobre su
delicada piel, arqueo la espalda al sentir las manos perderse en la curva de su
cintura obligándola a levantarse brevemente para al parecer permitirle a la
boca un acceso más directo a sus senos – pantalones - logro articular con
dificultad - estúpidos pantalones- agregó tirando de ellos aun con las manos
temblorosas.
-Sí, estúpidos pantalones - le respondieron entre-cortadamente,
mientras los besos empezaban un fatal descenso entre sus senos, no sabía en qué
punto empezó a sujetar las sabanas ni en qué momento las cambio por la
sensación del cabello negro entre sus dedos, su respiración se agito el doble
al sentir los labios en su vientre era como si su amante no quisiera tomar
pausas, ni consideraciones consumida como por ella la pasión - Perdóname pero iré directo a lo
que quiero - ahogo un grito al percibir los labios envolver la parte más
sensible de su cuerpo mientras su boca dejaba escapar los gemidos que ya no
podía contener, era demasiado violento y arrasador…. Se estaba consumiendo de a
pocos y sin embargo su cadera se levantaba buscando un mayor contacto con
aquella boca… parecía que Arian seguía al pie de la letra su petición
llevándose todo de ella en ese instante, moldeándola a sus manos y necesidad…
Sujeto la cabellera negra con más fuerza rogando por todo
lo sagrado en su lengua natal que no se detuviera, no recordaba cómo hablar
nada que no fuera italiano, si le entendían o no le importaba un carajo
mientras sonreía arqueándose envuelta por el deseo, y gimiendo con más fuerza,
para sentir como Arian se separaba de ella y se deslizaba por su cuerpo directo
a su boca enfrascándose en una batallas de lenguas que no deseaba perder.
La sentía agitarse contra su cuerpo, enredarse apasionada
contra ella antes de que sus manos se aferraran a aquella tela de los bordes
con fuerza “malditos pantalones” tiro con fuerza de las costuras de los
extremos, sacando energía de quien sabe dónde
y rasgando la tela por completo produciendo con ello un grito extasiado
de parte de su amante que se inclino por inercia contra su cuello intentando
ahogarlo dejándole caer un mordisco más fuerte de la cuenta produciéndole un
grito mientras los pantalones finalmente desaparecían llevándose con ello el
resto de la ropa, la sensación de la desnudez completa la hizo emitir un gemido
de gusto que hizo coro con el de su Arian que momentáneamente ronroneo
volviendo los ojos en blanco brevemente extasiada, la vio agitarse exigiéndole más que el simple
contacto provocando que su cuerpo se encendiera
como una hoguera que no conocía limites… noto como se enredaban de nuevo
con sus piernas iniciando un suave vaivén que hizo evidente que no era la única
que estaba presa por una necesidad que clamaba por ser satisfecha, estiro las
manos clavando las uñas del todo en la espalda generando un gesto dolorido que
fue acompañado brevemente por un fuerte gemido - ¿Pero que me has hecho? - vio
una sonrisa más que pervertida mientras el movimiento incrementaba en ritmo.
-Lo mismo que tu a mi - soltó un sonoro gemido antes de
aferrar con más fuerza aquella espalda,
observándola arquearse del todo
mientras un nuevo gemido escapaba de los labios de Arian - No me dejes atrás...-
suplico brevemente generando que la enfocaran para modificar la posición
levemente provocándole un mayor contacto mientras el sudor provocaba que sus
cabellos se pegaran a su frente y su respiración aumentara en intensidad… la
marea de sensaciones la empezaba a ahogar guiándola a un acantilado donde no
existía más que aquella piel, el olor de ella mezclándose con el suyo, la
satisfactoria sensación de un sudor compartido mientras todo lo demás
desaparecía en la nada dejándole solo el sonido de los gemidos de su diosa
personal, de su amante salvaje… de su nueva y absoluta dueña.
Temblaba envuelta en aquellos brazos mientras el universo
empezaba a tener sentido de nuevo y su alma regresaba a su cuerpo, sintiendo el
ritmo fuerte, marcado, seguro en su pecho mezclándose con otro idéntico…
creando una melodía perfecta… sonrió al percibir la respiración agitada en su
cuello - Más… de nuevo- la escucho murmurar por lo que la enfoco tragando
grueso unos instantes antes de volver a unir sus labios con pasión…
-Todas las que quieras- afirmó riendo mientras abrazaba
con fuerza el cuello al sentir las manos empezar a despertar su piel de nuevo -
amore mío….
Los ojos profundos de Herendira enfocaban a su mujer
aplaudiéndole a uno de los gemelos que al parecer decidió participar en el
improvisado karaoke que se había armado luego de que la banda de Andrea
detuviera su aun más improvisada actuación, aquella noche era una locura pero
al lado de los Savedra cual no lo era, negó levemente con la cabeza estaba
aliviada que ella estuviera bien o al menos lo pareciera… tenía claro que
habían cosas de las que no la podía proteger, pero deseaba intentar protegerla
de todo.
Miro alrededor personas de dinero por doquier ese era el
mundo en que se había criado, uno lleno en parte de apariencias pero ella sabía
desplazarse perfectamente en aquel tablero sin embargo en ese instante no podía
errar ningún movimiento… conocía a su padre y lo peligroso que era, encima
estaba el tema del regreso de su madre, aún no le había dicho nada a su mujer
pero suponía que era algo a lo que tarde o temprano debía hacer referencia, vio
la sonrisa que le dirigían regresando por acto reflejo mientras la abrazaban
con fuerza - Rojita - rió al escuchar su apodo.
-Savedra- respondió divertida_ contrólate… pareces muy
deseosa…
-Me siento lo suficientemente bien como para poder hacer
muchas cosas- percibió el beso en el cuello mordiéndose el labio divertida.
-Vamos a pasear al jardín- tiro de ella con fuerza
dirigiéndose a la salida trasera del lugar, para empezar a pasear alejándose de
la mansión, la noche estaba fresca y algo fría por lo que termino abrazada a su
oficial mientras se detenía elevando sus ojos al cielo - Hable con mi madre -
dejo escapar finalmente - regreso, al parecer quiere arreglar las cosas con
nosotros -parpadeo esperando un comentario que no llego por lo que continuo - me
conto su versión de los hechos, es mi madre… pero me abandono aunque parece
tener razones muy convincentes para ello…. Sin embargo yo continuo sin saber
que hacer… mi padre es un hombre horrible y ella…. Ella… los mejores recuerdos
de mi vida son de ella pero el más doloroso también es suyo…
-Yo no puedo decirte que hacer - escucho la suavidad de
la voz mientras se separaban de ella alejándose unos pasos - eres tú quien sufrió por su ausencia, sin
embargo si yo tuviera la oportunidad de recuperar a mi madre…. No la
desperdiciaría… aprendería a perdonar y escuchar - vio los cabellos negros
acunados brevemente por el viento- porque volver a sentir sus brazos sería un
inapreciable regalo.
Contuvo la respiración lo había olvidado por completo se
acerco ubicando una mano en el hombro para notar cómo se retiraban el antifaz
enfocándola con completa calma - soy una idiota - admitió finalmente - tienes
toda la razón…. Debo resolver esto con mi madre, no quería despertarte
recuerdos tristes.
-Estamos juntas tu y yo- le afirmaron- apoyarte es parte
del trato - vio la sonrisa asomarse con diversión mientras ella a su vez se
retiraba su antifaz.
-¿Así que tenemos un trato? - cuestiono acercándose para
rodear el cuello con calma mientras le asentían - Creo entonces que el
apoyarnos es la parte menos satisfactoria del asunto - agrego con voz sensual
sobre el oído.
-Para mí es tan placentero como todo lo demás- enfoco los
ojos negros con intensidad sonriendo con dulzura.
-Te amo- murmuro quedamente antes de fundir sus labios en
un beso lento y tranquilizador, agradeciendo aquel momento en medio de esa
noche de verano.
La fiesta transcurría con normalidad aparente en medio de
las pláticas de los invitados y la música amena del sitio, Elena se paró de
puntillas buscando de nueva cuenta a la festejada sin éxito alguno la hora de
partir el pastel se acercaba y ni rastros de ella.
Su buen sentido del humor se acababa oficialmente de ir a
la basura, si Victoria no se presentaba sin duda más de un invitado pediría una
explicación y suponía debería emplear la usual de un estado de salud delicado
de su prima, es que aquello era una completa irresponsabilidad de parte de esa
condenada, enfoco a Arturo que negó mientras ella suspiraba apretando los puños
con enfado.
Esa mujer estaba metida en un buen lío como diera con ella
más tarde la mataría, encima tenía a muchos de sus invitados preguntando por
ella o solicitándole un baile, a como la noche avanzaba era claro que no
volvería aunque la pregunta que la inquietaba era ¿Dónde estaba?
Pregunta similar se formulaba Clarisse al mirar a su
familia en pleno menos a su sospechosa de turno, a pesar de que sus ojos se
distribuyeron por lo el lugar y su cuerpo recorrió el salón entero el Príncipe
Adán estaba ausente del todo, se encamino a la terraza mirando las estrellas
con preocupación mientras recordaba el rostro de su adorado Alonso y su cara de
inocencia al presentar a la niña que era Amara en ese entonces.
No le fue difícil a ella descubrir que la vida de aquella
niña era todo menos un cuento de hadas según el relato con total sinceridad el
día que Alonso anuncio su matrimonio se había criado de lleno en un orfelinato,
sin un pasado al cual aferrarse parecía en aquel entonces decidida a
construirse a base de esfuerzo un futuro, ella no pudo más que admirar la
entereza de carácter de la joven y su inmenso corazón
Descubrir a Amara había sido todo un placer era una
esposa cariñosa y comprensiva, con un carácter fuerte y su propio criterio
sobre el mundo, la pareja ideal de su nieto y la mejor amiga que cualquiera
pudiera desear a pesar de que al parecer ella carecía de amigas, era un alma
solitaria en miles de aspecto que protegía a aquello que amaba con todas sus
fuerzas.
Reconocía cuando se quedaba en su casa junto con Vanessa
estudiando que tenían una mente vivaz e inquieta, dispuesta a aprender y nunca
dejar de crecer la observaba con su inquieta nieta en silencio y aplicada de
maneras que le sorprendían en una adolescente de aquella edad, extremadamente
madura era la definición adecuada para ella, recordaba que el único escándalo
que tuvo en su casa fue porque Amara quería ser policía y Alonso se lo prohibió
rotundamente, ese día descubrió el fuerte carácter de esa chica decidido, pero
a la vez flexible al escuchar las razones reales de su nieto negocio claro hizo
una negociación magnifica para acabar estudiando leyes.
Recordaba las lágrimas contenidas cuando el teléfono
finalmente sonó dando la noticia que ella tanto temía, los puños simplemente
apretados a los costados mientras ella parecía tomar aire con fuerza, recordaba
el llanto ahogado durante la noche en el lugar donde nadie la veía y la
entereza de su rostro al caminar detrás del ataúd de su esposo directo al
cementerio, había aprendido a leer su lenguaje corporal perfectamente y esa
noche se preocupo como nunca en su vida, porque su cuerpo al abrazar a Victoria
en medio del baile, en medio del beso…. Le dijo mucho más de lo que ella
hubiera deseado saber, algo que temía pudiera destrozar el delicado corazón de
su nieta.
Finalmente el frío envolvió su cuerpo provocando que se
abrazara a si misma mientras escuchaba la música en la distancia la fiesta
estaba consciente empezaba a morir, enfoco la espalda desnuda de Arian… era
como si el fuego se hubiera apagado del todo trayéndola de regreso a la
realidad a esa que le recordaba que era un deseo puro y salvaje que ya estaba
satisfecho, todo su cuerpo estaba lleno de marcas que hacían patente aquel
hecho… y que no esperara un abrazo de la persona que le daba la espalda, se
giro intentando darle calor a su cuerpo… quizás porque el frío que lo acababa
de invadir era espantoso y no sabía de dónde provenía.
Escucho el colchón perder peso cerrando los ojos con
fuerza al recordar que Arian tendía a dormir en el suelo, escucho pasos
alrededor de la recamara por lo que decidió intentar ignorar todo ruido y
dormir a pesar de que su corazón aun latía como desbocado y le daba trabajo
respirar, el ruido de una puerta y luego el del agua haciendo eco por toda la
habitación le llamo profundamente la atención junto con el olor a rosas – Tory-
se incorporo levemente en la cama para observar el cuerpo desnudo de Amara
junto al jacuzzi con la mano extendida, al parecer no había terminado de
saciarse con ella y deseaba algo diferente, pero no le importaba porque sabía
que entre aquellos brazos no sentiría frío… al menos no durante los instantes
en que la tomaran.
Se puso de pie sintiendo temblar las piernas de golpe por
lo que se apoyo en el colchón con fuerza para sentir instantes después como la
cargaban con delicadeza llevándose todo el frío mientras la sumergían en el
agua caliente, la observo abandonar el jacuzzi volviendo a percibir el frío
invadirla junto con el ruido de la puerta del balcón al ser cerrada del todo.
Se abrazo en el agua antes de ver las piernas de Arian
ingresar a su lado y a la joven ubicarse a su espalda para abrazarla con
profundidad, se quedo esperando caricias comprometedoras y excitantes que nunca
llegaron al contrario y con sorpresa recibió besos delicados en el cuello y
manos que acunaban agua para dejarla caer sobre su pecho con suavidad - ¿Te
sientes mejor?- escucho la pregunta asintiendo levemente - Pensé que tendrías
frío - percibió las manos en el agua rodeando su cintura y abrazándola -eres
maravillosa - se sonrojo con intensidad ante aquello -la amante más maravillosa
del mundo - contuvo la risa al percibir el beso cariñoso en la mejilla - perdón
por no abrazarte antes es que me
temblaban los brazos, me dejaste agotada - se separo girándose para mirar el
rostro y recibir una suave caricia sobre él.
-Y tú a mi- admitió suavemente - fue maravilloso - noto la sonrisa dulce que le dirigían- muchas
gracias… de verdad, todos decían que la primera vez era horrible - rió nerviosa
_ pero esto fue…
-Vaya ¿Horrible?, tus fuentes debieron estar muy mal…
además la tuviste conmigo - percibió el agua empapar su cabello delicadamente-
ven acá y te abrazo un rato más… ¿Te sientes bien?... ¿Tienes hambre?
-Hambre es decir poco - admitió con más vergüenza de la
que esperaba - pero no sé si aquí habrá algo - miro alrededor algo preocupada
antes de ver de nueva cuenta a Arian erguirse observando por primera vez la
espalda con detalle, reconoció las marcas de sus uñas bajando por ella- Amore
mío - la vio girarse y enfocarla con sorpresa - tu espalda…
-No me duele créeme, es más me encantan mis trofeos de
guerra…- le escucho decir mientras al parecer daba un recorrido breve por el
espacio dejando charquitos de agua por donde pasaba hasta llegar a la cabecera
de la cama - gente rica- la escucho musitar por lo que intento salir del agua -
tú te quedas ahí - le indicaron por lo que volvió a sumergirse - no quiero que
te de frío… vamos a ver para que sirven estos botones - la vio apretar uno
notando una pantalla descender sorprendida - millonarios- observo como repetía el proceso notando la
luz cambiar, la música activarse, y finalmente una de las esquinas hacer un
ruido revelándole lo que parecía un refrigerador pequeño - bingo italianita -
rió suavemente apoyando su cabeza en el borde del jacuzzi para escuchar el
suave silbido - parece que quienes nos secuestraron pensaron en todo o alguno de ellos tenía
planeado hacer algo parecido a lo tuyo y lo mío.
Removió su cuerpo en el agua con curiosidad para verla
voltearse con una botella de champagne en la mano y una bandeja de frutas - Ma
que cosa - dejo escapar quedamente antes de ver como regresaban la botella al
refrigerador extrayendo una de agua- Arian… no - dejo escapar en tono
consentido.
-Lo siento Tory tu y el alcohol no - le afirmaron por lo
que hizo un enorme puchero - no me pongas caritas que por más que me exciten no
me convencerán - sumergió medio rostro algo avergonzada en el agua- ahora que
lo pienso te daré de comer solo para que repongas energía…
-Vita mía- observo como la comida y bebida quedaban
abandonadas al borde para que Arian la enredara con suavidad contra su cuerpo
besándola apasionadamente - ia no tengo hambre - murmuró regresándole el beso
con idéntica pasión porque en definitiva con esa mujer cerca las necesidades de
su cuerpo eran otras.
Los invitados empezaban a marcharse mientras el resto de
la banda terminaba con diversión en un escándalo en la piscina, Andrea sonreía
desde un balcón cercano observando a sus amigos despedir aquellas vacaciones
con alegría antes de sentir los brazos invadiendo su cintura del todo - Niña
buena fuiste muy amable.
-Solo la quería lejos de tu recamara y si Amara la
mantiene entretenida toda la noche, aunque no paren de pelear estaré feliz -
admitió percibiendo el pequeño regaño que le daban- La verdad no me creo lo que
dices… si se odian.
-No se odian- escucho la voz tranquila de Stefani - solo
lo parece, la verdad cuando me lo dijo entendí las manías de Elena y su origen
ella también se lo debe estar oliendo la verdad, el comportamiento de Victoria
con Amara es bastante particular en realidad, pero para eso debe verse a fondo
y con interés… aunque no sé si podríamos decir lo mismo de Amara.
-Desde donde yo lo vi estaba encantada comiéndole la boca-
afirmo divertida - y te repito me importa un carajo mientras la italiana este
lejos de ti.
-Mi esposa es una celosa- escucho la afirmación con
incomodidad - hablando de esposas ¿Cuándo hablaremos con mi hermano? - se
revolvió incomoda ante aquello, tenía un discurso más que preparado para
Arturo, un decisión tomada y ciertamente mucha fuerza de voluntad pero
simplemente cuando pensaba en el instante la oportunidad no estaba a su favor.
-Solo te pido algo de paciencia, ya que deseo encontrar
el momento oportuno para ello_ se giro mirando los ojos azules profundos-
mañana es el último día de todos aquí, así que supongo que de mañana no pasa.
-Querrás decir que hoy es nuestro último día aquí y que
todos nos marchamos en unas cuantas horas más, apenas y creo que son cuatro
horas más antes de que el sol se asome y todo esto pase a ser un verano para
recordar…
-El mejor verano de mi vida- complemento sin pensarlo
siquiera- así que mañana lo cerrare con broche de oro diciéndole al mundo que
eres mía- hizo una pausa acariciando las manos- y luego tendremos nuestra luna
de miel.
-¿Podríamos tenerla ya?- sintió su cara arder de golpe
antes de girarse enfocando la piscina- No creo que haya algo mas especial que
tu desnuda frente a mí.
-¡Stefani María Del Valle!- se giro escuchando la risita
divertida_ eres una maldita pervertida- le afirmó - yo aquí queriendo todo
perfecto y tu seguro llevas toda la noche pensando cómo sacarme el disfraz ¿no?
-Uy, lees mentes- abrió los ojos desproporcionadamente
negándose a continuar mirándola para enfocar el cielo de la madrugada era
increíble la desfachatez de esa mujer - y encima te indignas porque me imagine
al menos veinte maneras de sacarte esos pantalones de cuero que me encantan… yo
estaría feliz ¿Sabes?.
-Tú… tu… eres una descarada- afirmó con enfado- y no me
los vas a sacar, porque cuando lo hagamos todo será perfecto - insistió en su
punto deseando que su esposa la comprendiera - todo lo maravilloso que te lo
mereces y… y… y…
-Ya es perfecto - la miro sorprendida - el solo estar en
este instante contigo hace mi vida perfecta, ¿Lo comprendes?, yo cumpliré todos
tus sueños, realizare todas tus fantasías siempre que al final del día me des
la mano y me beses con cariño… ¿Hacer el amor?, será un regalo divino que
decidirás cuando darme, si quieres esperar yo esperare la eternidad si deseas…
-Rocky- llamo quedamente antes que sellaran sus labios
con un beso cálido y profundo que la dejo, completamente sorprendida.
-Yo tengo todo el dinero que puedas imaginar pero mi
tesoro más grande eres tú - percibió como tiraban de ella hacia el interior
conduciéndola por los pasillos hacia la recamara - estar contigo Andrea hace
que me levante por la mañana dándole gracias al creador por ser amable conmigo
y permitir que me ames como yo a ti, mi madre decía que uno debe agradecer
siempre los grandes regalos pero en estos momento es como si las oraciones de
agradecimiento no me alcanzaran - escucho la puerta abrirse como hipnotizada -
hacer el amor… sería tan enorme que creo que moriría de alegría, así que en el
fondo agradezco que los pospongas…
-Te amo - murmuro suavemente esta vez guiando ella a su
esposa a la cama - espera solo un poco más, porque si mueres de alegría yo
también moriré contigo… - la abrazo con fuerza con esos abrazos que sabia solo
eran para ella y para todo lo que viniera de ella, con la seguridad de que en
verdad había encontrado un hogar.
Nunca imploro en su vida por nada a nadie, sin embargo
esa noche había implorado hasta el cansancio por ver satisfecha su necesidad
una y otra vez, porque Evelyn tuviera piedad en sus embates y le diera un
respiro, que la razón regresara a su cuerpo, poder manejarse y controlarse pero
no fue así.
¿Siete cielos? Eso había dicho ella segura estaba que
llevaba más de veinte en aquellos brazos, le dolía el cuerpo, le faltaba el
aire pero sus caderas se continuaban levantando en busca de más contacto una y
otra vez, traicionando a su mente y sus suplicas dejando escapar todo de ella a
base de gemidos y suaves gritos, Evelyn parecía un tornado insaciable que no se
hartaba de devorar sus cuerpo una y otra vez, por más que implorara por
descanso y se declarara agotada y vencida.
Cuando fue consciente que todo había terminado fue en el
momento justo que Evelyn estaba acurrucada en su pecho profundamente dormida,
¿En qué momento se había dormido?... si ella apenas y podía respirar, ¿Cómo se
había acurrado?, ¿En qué momento el jodido tiempo se había pasado tan rápido?,
se medio incorporo viendo la claridad de la mañana colarse por su ventana y
volvió a repetirse lo mismo que años antes ella nunca daba un paso atrás pero
sin duda… debió darlo en el momento justo que conoció a Evelyn Rodríguez.
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Que excelente capitulo esta historia me encanta me gusta la pareja del Principe Arian y Vittoria y ya quiero que Andrea pase la luna de miel con su esposa Stefani espero que pase pronto ^^
ResponderEliminarComo siempre sombra234, me dejas sin palabras, me encanto Karina cuando estubo con Su mero, mero Plato A, segun ella se la daba de muy experta y zaz! Pobresita aunque ni tanto por que Evelyn la recompenso enseñandole tantos cielos, pero como siempre mi parte favorita fue como describiste a Arian y a Tory haciendo el amor, ufff!! Asi quiero a alguien que marque mi cuerpo y me arranque la ropa jajaja! Kudos!!
ResponderEliminarLetty U.S.A
Eres la mejor! Capítulos más largos e interesantes que te hacen sentir parte de la historia, como siempre.
ResponderEliminarY el capitulo 32?
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