EN SILENCIO…
Entre el corazón y los labios hay un
camino de palabras en silencio.
La calidez matutina envolvía todo mientras las risas
infantiles empezaban a llenar la casa de alegres pasos, Elena descendió en
compañía de su esposo con el fin de desayunar descendía con alegría las
escaleras en parte porque sentía que las nauseas que disimulaba y los mareos se
estaban marchando lo que la obligaría a tener que… su boca se abrió levemente
al ver a Stefani abrazada al pie de la escalera a Andrea, pero más allá de
aquella acción le sorprendía la suavidad de los gestos, la discreción de la
conversación que entablaban porque era
claro que allí había algo
diferente.
Observo a la banda en pleno pasar silbándole a la joven
rompiendo el momento, para empezar una pequeña escaramuza matinal típica de los
amigos cuando molestaban a algún otro extremadamente acaramelado, notando como
acababan discutiendo rumbo al comedor sin que la mano de su cuñada fuera
soltada en ningún momento.
Con suerte y no tendría que esperar tanto, estaba por
bajar de nuevo en el momento que Vittoria paso moviendo su raqueta de derecha a
izquierda con bastante emoción lo que le recordaba otro asunto importante,
porque habían formas de bailar y la de la otra noche no entraba dentro de las
decentes dirigió su mirada más pesada para ver la raqueta dejar de agitarse
generando que el inmenso cielo de los ojos de Victoria la enfocara – Buongiorno
- negó con la cabeza notando el gesto de desconocimiento - ¿che cosa?.
-Si sa- escucho un suspiro algo enfadado- Vittoria - dejo
escapar amenazantemente.
-No lo son- ladeo la cabeza viendo como le dedicaban una profunda
observación a la raqueta, desentendiéndose de ella- No lo son…- le repitieron
con una suavidad que la abrumo estaba por bajar las escaleras cuando Amara
apareció dándole un empujón a su prima también con una raqueta en la mano.
-Buenos días- observo la sonrisa relajada de Amara y al
parecer una mejor disposición de hablar que Vittoria la cual simplemente
continuaba analizando su raqueta - ¿Pasa algo?
-Anoche, su baile- se cruzo de brazos observando a Amara
riendo a carcajadas mientras se pasaba la mano por el cabello con
despreocupación.
-Anda Elena era una bar, un baile y estaba atestado de
gente… ¿Nunca has bailado así antes?-
desvió los ojos levemente- además solo nos divertíamos no le veo nada
malo… Victoria no se sintió incomoda porque en dado caso me lo hubiera dicho.
-Lo sé- dejo escapar quedamente - es solo que si no se
llevan bien pues…
-Espera- enfoco a Amara con sorpresa - somos competitivas
eso no quiere decir que no la soporte - escucho la risa suave - la italiana ya
sabe que tenemos un trato cordial y tu también - termino de descender la
escalera para alzar el mentón enfocando con intensidad a Amara, mientras
juraría sentía la mirada preocupada de su prima sobre ella pero esa condenada
de Amara no desvió sus ojos para nada como buena Savedra que era - Algo más -
esa frase sin duda había sonado algo molesta - Porque vamos a jugar tenis
después de desayunar.
-Molto bene - escucho a Victoria carraspear quizás porque
su usual y perfecto español se acababa de ir
al traste, posiblemente por la sensación de enfado que la actitud de
Amara le genero, esa misma que a pesar que había aclarado que estaba bien
seguía mirándola desafiante a los ojos.
-Amara- escucho el tono suave de la voz de su prima- ¿Andiamo?- fue
entonces solo entonces que los ojos color tormenta la dejaron de enfocar para
reparar en su prima y asentir dirigiéndose al comedor, y sin embargo ella ladeo
la cabeza siguiéndola con la mirada para dar de lleno con los ojos grises de
Amara que al parecer hacían lo mismo….
Clarisse observo a su nieta porque así la consideraba
tomar asiento con tranquilidad, entre las conversaciones amenas que solían
invadir el comedor, noto la raqueta a su lado y a la joven italiana preparada
al parecer también para ello, pero lo que le llamo la atención fue la mirada
amenazante de Elena Del Valle y como Amara se la regresaba con idéntica
intensidad, observo el plato de comida intacto, su nieta no paso ni diez
minutos en el comedor antes de levantarse sin tocar la comida y abandonar el
mismo, dejando la raqueta tirada.
Se giro a mirar a la Victoria levantarse de golpe tomándose
todo el jugo y llevándose una tostada en la boca para estirar la mano con
elegancia recogiendo la raqueta de Amara, sus ojos la siguieron para luego
enfocar a Elena y el gesto de evidente fastidio en su cara ¿Pero qué paso?, se
cuestiono internamente con preocupación más hacia su nieta que cualquier otra
cosa.
-Amara- Victtoria llamo con suavidad a su futura rival
que la ignoro de lleno para continuar subiendo las escaleras_ Amara- llamo de
nuevo con preocupación - Arian- la mención del nombre genero que Amara se
detuviera del todo a medio pasillo del piso donde estaba sola - Nuestro juego…-
movió la raqueta intentando esbozar una sonrisa inocente.
-Tengo trabajo- parpadeo sorprendida ante aquello- no
tengo tiempo para tonterías y menos para soportar miraditas altaneras de tu
prima- suspiro con algo de abatimiento esperaba que Arian al menos fuera inmune
a las miradas de Elene pero al parecer no era así.
-Arian- la llamo ubicándose a su lado - la mía prima es
molto protectora, Elena ha cuidado de mi desde que soy una… niña- dejo escapar
con algo de inseguridad sobre la palabra adecuada- es totti…- estiro su mano
tomando la de la joven con algo de inseguridad- Arian por favore…
-Tengo trabajo- tomo la mano con más firmeza al sentir
que se intentaban soltar de la suya, era una tontería lo sabía, Amara era un
mujer viuda, que estuvo casada con un hombre maravilloso, acaricio la palma con
suavidad, en su vida algo que siempre supo hacer era dejar ir las cosas, toda
ilusión de practicar un deporte o tener una vida normal la dejo ir… incluso
ahora seguía dejando ir cosas, entonces ¿Por qué le costaba tanto dejar ir
aquella mano? Bajo el rostro soltándola del todo.
-Va Bene- dejo escapar con suavidad dándole la raqueta
para girarse con toda la dignidad que le era posible aparentar, ¿Cómo era
posible que la vida cambiara en un instante?, en la madrugada estaba feliz
muerta de frío nadando en la piscina y ahora ni siquiera querían verla…. El
firme apretón en la muñeca la hizo detenerse en seco para enfocar a Arian que
simplemente miraba hacia otra parte.
-Te dije que tenía trabajo… no que te fueras…- la miro
con sorpresa- tengo un libro interesante y si quieres puedes leerlo mientras
trabajo y…- escucho la pausa- olvídalo…
-No- sintió como
soltaban su muñeca por lo que tomo la mano con firmeza- io tengo molto sueño- algo avergonzada- tu trabajas io duermo- noto
como le asentían con suavidad por lo que tiro de ella sonriendo hacia la
habitación- Arian…- la llamo quedamente- día en casa…
-Día en casa- le respondieron guiándola a la habitación
con tranquilidad mientras ella sonreía aliviada de al menos en ese instante de
no soltar aquella cálida mano.
La habitación de Arian era por mucho algo que Vittoria no
esperaba, por la forma que proyectaba simplemente esperaba algo más ordenado no
aquel caos de papeles distribuidos por la cama, la ropa sin desempacar, la
laptop abierta sobre el escritorio y la taza de café frío a su lado ¿Dónde
dormía? Enfoco la manta tirada en el piso con algo de sorpresa antes de mirar a
Arian recogiendo los papeles de la cama ¿Por qué dormía en el piso?
Se giro para ver como recogía los papeles de la cama
dándoles perfecto orden en minutos- Ya casi te puedes recostar- le escucho
decir con suavidad ubicándolos en el escritorio de cedro de la recamara que al
parecer había sido reubicado justo al frente de la ventana- Disculpa el
desorden he estado algo atrasada con el trabajo.
-¿No te dieron vacaciones?- cuestionó al verla cargar la
ultima pila de papeles hacia el escritorio mientras escuchaba la risa
divertida.
-Yo nunca tomo vacaciones - le escucho explicar - le dije
a mi Jefe que debía acompañar a mi familia pero que seguiría trabajando, el
hombre asegura que no le importa donde este mientras siga haciendo lo mío y
esta semana no tenía que ir al tribunal.
-¿Solo pediste una semana?- cuestionó observando cómo le
asentían con suavidad- Mandonna mia io estaré aquí otra semana más - se dejo
caer en la cama con suavidad disfrutando del colchón encantada.
-Entonces no te veré en un tiempo- soltó un suspiro
resignado ante la tranquilidad de la frase haciéndose un ovillo mientras
abrazaba la almohada - epa baja los zapatos de la cama - escucho el tono serio.
-Tu dormitas allá- le dijo señalando con pereza el suelo-
io tengo sueño.
-Se dice “tu duermes”, Tory… quítate los zapatos- el tono
serio hizo que se aferrara más a su almohada antes de sentir como tiraban de su
pierna por lo que dio un grito divertido- anda eres una niña cuando quieres…
-No quiero- estiro la pierna escuchando un suave auch
antes que el cuerpo callera de lleno sobre el suyo provocando que los ojos
tormenta le miraran fijamente, casi juraría que un destello de travesura rompió
el cielo gris que los encerraba, acaricio la mejilla con suavidad- ¿Por qué
duermes en el suelo?- el tono cambio levemente mientras sentía el peso
agradable sobre su cuerpo.
-De niña con mi madre, dormía en el suelo siempre, ceras,
escaleras, edificios viejos… en el suelo- sonrió al sentir como Arian
simplemente se dejaba caer levemente refugiando su rostro en el hueco entre su
cuello y el hombro- el psicólogo del orfelinato decía que dormía en el suelo
porque no quería dejarla ir…
-¿Y cuándo te casaste?- cuestionó suavemente enredando un
mechón casi tan negro como los suyos entre sus dedos.
-Alonso usaba la cama… hacíamos el amor, y luego cuando
se dormía… yo acababa en el piso- rió quedamente al escuchar aquello- siempre
se enfadaba, decía que estaba casado para abrazar el cuerpo desnudo de su
esposa toda la noche, no para amanecer solo en una fría cama- ¿Y tú?
-Las mejores camas de los hospitales- dejo escapar
divertida- algunas más duras que otras, pero a como avanzo mi padecimiento se
volvieron más suaves…. Y en cuanto hacer el amor, no podía porque primero no
tenia con quien y segundo no me fuera a dar un infarto- rió quedamente- tuve el
primero a los seis años, así que no tuve una niñez o adolescencia normal- escucho
un suave suspiro sobre su hombro- ya sabes no bailes, no graduaciones, no
deportes o paseos… no amor, no matrimonio- dejo escapar con suavidad- no sexo.
-Eso era antes- sintió como se separaban levemente de
ella- ahora tienes un corazón nuevo, una vida por delante y podrás tener amor,
matrimonio y sexo claro no necesariamente en ese orden- rió suavemente ante la
tranquilidad con que le miraban- ya habrá un chico afortunado- arrugo la nariz
al escuchar aquello- ¿Y ese gestecito?
-Nada- percibió como le tironeaban el cabello suavemente
antes de escuchar su nombre en tono serio- io no quiero un chico- escucho el
suave silbido- ia va bene…mia familia no me permitiría amar a una ragazza como
io, son molto conservadores así que nunca tendré un amore, no el que io
quiero….
-Es interesante- observo el rostro apoyado sobre la mano
derecha con interés- tu corazón antes no te dejaba vivir ¿cierto?- asintió
quedamente- ahora estas sana y fuerte entonces ¿Por qué no te permites vivir?-
parpadeo confundida- Victoria tu mejor que nadie eres capaz de comprender lo
valiosa que es la vida, entonces deberías luchar por lo que quieres- la miro
algo sorprendía- Tory disfrútala y que lo demás no importe- la vio levantarse
con tranquilidad- zapatos fuera… hablo enserio.
-Si- sonrió sacándose los zapatos para abrazar la
almohada enfocando la espalda a pasos de ella con una enorme sonrisa en los
labios mientras sus ojos se sentían pesados… “vivir su vida, sonaba muy
agradable”.
-Descansa….
La música del carrusel volvía a resonar en su cabeza
generando que soltara el aire suavemente intentando tranquilizarse y no sacar
su arma para disparar a la maldita cabeza del unicornio en la cima del mismo de donde escapaba aquel ya
desagradable sonido, después de casi dos horas era más que claro que su
inmaculada paciencia se empezaba a evaporar producto de la falta de sueño y el
extremo cansancio que se alojaba en su cuerpo desde la noche y madrugada
anteriores, encima estar en casa en una cama sola no había ayudado a su humor,
que el celular de Herendira sonara ocupado tampoco.
Paseo sus ojos alrededor la feria vacacional estaba a
reventar a lo lejos escuchaba la música del área de conciertos resonando con
fuerza, las voces de los vendedores y los murmullos de cientos de conversaciones
y claro aquella maldita música del unicornio. Ella estaba en el peor lugar
posible a un lado del entarimado donde el Alcalde daría en breve su discurso de
apertura, una brevedad que ella sentía una eternidad por aquella maldita
musiquita, soltó un gruñido de molestia notando el movimiento inquieto de Tormenta,
cosa natural aquello era un hervidero de gente.
Se irguió observando pasar a varios niños saludando por
lo que regreso el saludo a su vez relajándose un poco antes de regresar a la
pregunta de rigor ¿Por qué Herendira no le respondió el teléfono?.... ¿Por qué
todos la querían casada?, ladeo al cabeza al parecer su tío estaba convencido
que se iba casar, eso era culpa de
Virginia sin duda… la misma idiota que le dejo ese estúpido regalo de bodas,
gracias al cielo regreso antes que Herendira a casa… ¿Pensar en boda era ir muy
rápido o no?, la chica aun las definía como amantes, tampoco ella hizo algo
para que pensara diferente pero amor y matrimonio eran palabras muy grandes… se
acomodo la boina algo incomoda, sin duda ella venia brincándose pasos con
Herendira.
La cosa era ¿Por qué todos la querían casada con
Herendira?, es decir novias había tenido antes y nunca se puso nadie a insistir
con el matrimonio, pero ahora hasta los idiotas de los gemelos la habían
molestado con ello- Estúpidos gemelos- murmuro quedamente. El ruido del
micrófono fuera de sintonía resonó en sus oídos generando que volteara a ver a
un hombre mayor que la enfocaba fijamente.
-Oficial- escucho que le decía por lo que bajo levemente
su boina a modo de saludo antes de regresar su atención al sitio que vigilaba- parece
muy ocupada- asintió suavemente- que silenciosa es usted- noto al hombre
impedir su campo visual del todo.
-Mi trabajo no es ser platicadora Señor- estiro la mano
apartándolo con delicadeza- disculpe pero me impide el campo de visión- escuchando la risa divertida del hombre.
-Vamos Señorita los dos sabemos que usted es un adorno
más- apretó el puño al escuchar aquello- no una policía de verdad- se giro a
enfocarlo recordaba perfectamente el gesto libidinoso la noche anterior en
aquel rostro- así que relájese.
-Estoy segura Señor que se sorprendería de lo que es
capaz de hacer este adorno- bajando
peligrosamente la voz para notar la mirada de sorpresa del hombre- recuerde que
las muñequitas mas lindas son las que suelen derrumbar imperios enteros-
escucho el suave refunfuñar del hombre y los pasos silentes alejándose para
detenerse a pasos de ella.
-Soy Víctor Villafiel- le aclararon sin lograr que su
rostro se inmutara siquiera- debería medir su lengua jovencita.
-Yo soy Vanessa Savedra- respondió con sequedad- y usted
es quien debería medir su lengua… después de todo soy una representante de la
ley y el orden- le afirmo lanzándole una mirada asesina que el hombre evadió
dándose la vuelta en el acto- y no le tengo miedo a nada- susurro por lo bajo
antes de regresar su mirada a sitio que vigilaba.
Las risas resonaban en sus oídos con fuerza, a la vez que
un suave regaño cada tanto observaba los delgados bracitos extendidos como si
de un vuelo se tratara y cada tanto los cabellos idénticos a los de Evelyn
girar alrededor suyo con diversión -Alison me estas mareando- rió suavemente al
escuchar la voz de Evelyn algo insegura.
-Déjala si vomita nadie la ayudara- noto como todo
movimiento de la niña se detenía y empezaba a caminar normalmente, era temprano
aun pero la feria vacacional estaba reventar y avanzar hacia el área de juegos
era algo complicado, observaba con detenimiento a los niños aunque cada tanto
miraba a su acompañante centrada en ellos, al parecer con preocupación de que
alguno se alejara de mas.
Paseo su mirada por el lugar cualquiera pensaría que no
habría tanta gente en la ciudad en esa época del año, pero por la actividad
estaba claro que ese año era algo diferente observo varios policías pasearse
por la zona, eran bastantes incluso diría ella que algo exagerados porque cada
nada se topaba alguno y había varios quietos vigilando, parecía que esperaran
un atentado. Estiro la mano tomando la de Evelyn antes de acercarla con fuerza
a su cuerpo- Vamos a otro sitio- le dijo quedamente.
-Le prometimos a los niños traerlos aquí- negó con la
cabeza suavemente enfocando a Alison y
Raúl que miraban todo emocionados- demasiados policías- observo como
Evelyn giraba y analizaba como ella aquella situación, la vio estirar la mano
atrapando a sus hijos- Cualquiera diría que esperan un atentado- dejo escapar
con suavidad ignorando las protestas de los niños.
-Andas lenta- le dijo divertida.
-Me tienes algo distraída- desvió los ojos incomoda ante
aquel comentario, era verdad Evelyn no era la única distraída en parte porque
se moría por tenerla desnuda en su cama pero con dos niños de por medio cada
que deseaba besarla se veían interrumpidas por alguno o por alguna travesura y
la verdad empezaba a desesperarse- no hagas esa cara- enfoco el rostro
divertido- mi casa estará habitable pronto y me podrás demostrar de que tanto
presumes.
-Lo mío querida no es presunción- le suavemente- es una deliciosa realidad- dejo
escapar casi en un gemido sobre su oído escuchando el suspiro de satisfacción
de Evelyn.
-Hace calor o ¿soy yo?- rió con fuerza al ver los ojos
entre deseosos y divertidos - Pero bueno lo del calor lo resolvemos luego,
ahora me preocupa tanto policía- miro alrededor con algo de tensión escuchando
las protestas de Alison ante el agarre de su madre.
-Ya niños- observo como ambos pares de ojos la enfocaban
con interés- vamos a ir al balneario mejor, muero de calor- observo los ojos
iluminarse con alegría- total que es un día más metidos en la piscina… y aquí
hay demasiada gente- hizo un gesto en extremo pensativo llamando aun más la
atención de los niños- eso quiere decir que el balneario debe estar vacío-
escucho los gritos de alegría mientras ambos niños tiraban de Evelyn instándola
a regresar sobre sus pasos.
-Espero que no pase nada malo- le escucho decir- lo
último que quiero es que nuestras vacaciones se vean interrumpidas por un
estúpido atentado- le afirmo.
-No quiero tener que hacerle autopsia contra tiempo a más
de veinte cadáveres- soltó un suspiro algo pesado - además el único cuerpo que
quiero examinar francamente es el tuyo.
-Querida… estoy en plena disposición de ello- sonrió
mirando con descaro el suave movimiento del trasero… sin duda examinar el
cuerpo de Evelyn se convertirá en el evento del año para ella.
Los cafés alrededor de la feria vacacional estaban a
reventar, cosa inesperada y bastante incómoda para lo joven de cabellos negros
que se revolvía en su asiento, había mucha gente aquello iba a ser un tema
delicado, además si ella no se equivocaba su madre y hermana poseían el mismo
temperamento… “La cagaste Georgina” se dijo mentalmente al ver entrar a su
hermanita con una cara de cansancio única y el casco de motocicleta en la mano
antes de que le sonrieran con sumo cariño.
La observo tomar asiento con aquella elegancia que le
caracterizaba y la chica ignoraba, noto como pedía un café cargado guardando
silencio al parecer tomando valor- Todo está bien- le dijo quedamente notando
los ojos verdes temblar levemente- Hermanita- agrego con una sonrisa que le
regresaron como espejo y le fue imposible no pensar que Herendira era la viva
imagen de su madre.
-Perdona estoy algo nerviosa- escucho la risa suave_ fui
poco precisa anoche- la vio tomar aire con fuerza antes de empezar a relatarle
una serie de sucesos que escuchaba con atención y que se vieron interrumpidos
solo por el café caliente, pero un nombre estaba enclavado en toda esa historia
Vanessa Savedra, notaba los cambios de expresión en el rostro de su hermana, la
determinación que no conocía en su voz y el creciente enfado al referirse a su
padre_ No quiero que la lastime, porque la amo…
-Comprendo- trago grueso unos instantes- ¿Con que chicas
eh?- rió algo nerviosa - eso explica muchas cosas- noto el intenso sonrojo por
lo que rio abiertamente eliminando sus nervios iníciales- teniendo en cuenta el
tiempo que no nos hemos comunicado has hecho bastante, casi puedo decir que
tienes un familia propia- suspiro con pesadez mirando a la entrada- pero hay
cosas que debo decirte yo también…- detuvo sus palabras al ver los cabellos
rojos de su madre ingresar por la puerta enfocando el rostro preocupado de su
hermana- no te enfades- dejo escapar quedamente observando la mirada confundida-
escúchala por favor….
-¿Eh?- sintió la caricia cariñosa de la mano Herendira
sobre la suya- ¿Georgi…qué?
-Hola hija- noto los ojos verdes abrirse
desproporcionadamente mientras su hermana giraba enfocando a su madre antes de
mirarla de nuevo- No te enfades con ella… es mi culpa siempre lo ha sido…
-Claro que si- enfoco el rostro enfadado de Herendira-
¿Cómo te atreves a venir a dar la cara ahora?- dio un suspiro notado la cara de
seriedad de su madre y llevándose las manos a las sienes por instinto- No sé
qué pretendes Sasha- escucho el tono despectivo encogiéndose en su silla- pero
no resultara…
-No pretendo nada Herendira- observo las pupilas de su
hermana temblar levemente ante la mención de su nombre y quizás también porque
su madre si irguió del todo recordándole cuan imponente podía ser- mi intención no vas más allá del solo hecho de
hablar contigo, así que te pido que te tranquilices- observo sorprendida como
su hermana se sentaba mientras su madre hacia lo mismo - Hola cariño- enfoco la
dulce sonrisa de Sasha sin poder resistir el impulso de permitirle acariciar
sus cabellos como si fuera una niña pequeña, había pasado tanto sin su madre
que negarse al hecho de que era la persona más cariñosa en su vida sería casi
una blasfemia porque ella le perdonaría todo a Sasha Montenegro.
-¿Es una broma?- abrió
los ojos enfocando los verdes intensos de Herendira fijos en ella con
ira- Esta mujer nos abandono y tú te dejas tocar como si nada- escuchaba el
dolor en el tono de aquella voz, era normal, era su derecho Herendira era
pequeña cuando su madre se marcho, literalmente la abandono en las manos de
Víctor y él le había recalcado que era su culpa que su madre se marchara….
Georgina suspiro lo de Herendira no era rabia era un profundo dolor- Vine hasta
aquí para decirte algo Georgi y tu montas este circo… con esta mujer como la
atracción principal.
-No le hables así a tu hermana- miro a su madre con
sorpresa- si tienes rabia, ira y dolor dentro tuyo… dirígelos a mí porque yo
los genere pero a tu hermana no te atrevas a reprocharle nada_ observo el duelo
de miradas por infinitos segundos_ vine a hablar contigo nada más a dejar en
claro mi verdad y mis razones… no las que tu padre te dijo, las mías.
-¿Y por qué te creería?- escucho la risa irónica de
Herendira sorprendida- a ti y no a mi padre, que siempre ha estado a mi lado,
dime Sasha ¿Dónde estuviste cuando me rompí el brazo?- observo a su madre bajar
los ojos suavemente- ¿Cuándo me gradué y nadie fue a mi graduación?, ¿Cuándo
era día de las madres y no tenía a quien darle un regalo? ¿Cuándo papá me decía que no servía para nada? ¿Cuándo mi
vida se convirtió en una prisión? ¿Dónde estabas, cuando mi padre me decía que era
mi culpa que te marcharas?- escucho la silla de Herendira al ponerse la joven
de pie- ¿Cómo te atreves a pedirme que te escuche?... cuando fuiste tú la que
me dejo sola…- vio a su hermana girarse- tú te olvidaste de nosotros, te
olvidaste de mi… rompiste tu promesa… de siempre estar a mi lado.
-Tienes una voz muy bonita-miro sorprendida a su madre
quizás tan sorprendida como su hermana lo hacía- y se te arruga acá- vio como
le señalaba la frente- como a mí cuando te enfadas- vio a Sasha bajar la cabeza
como tomando aire- aunque la mirada es lo que más me sorprende es idéntica a la
mía- enfoco finalmente a Herendira notando las lágrimas bajando de forma
silenciosa por sus mejillas- quería llamar pero no debía, quería tanto - vio a
su madre apretar los puños con ira- tanto sacarte de allí…. Pero no podía… me
conforme durante años con saber que donde ibas de vacaciones- escucho la voz de
Sasha quebrarse- con saber que cuando te caíste de la bici y te rompiste el
brazo tu abuelo te cuido, con entender que el día de tu graduación el viejo
testarudo te llevo a cenar…
-¿Cómo sabes eso?-
se sorprendió al ver a Herendira sentarse casi en automático- ¿Cómo…?-
vio el gesto arrugarse levemente mientras su hermana parecía analizar algo…-
Tu… llamaste cuando cumplí quince- vio el parpadeo mientras la joven se pasaba
las manos por el rostro casi con violencia deseando limpiar las lágrimas que
continuaban escapando de sus ojos- eras tú… ¿verdad?
-Si… ese día llore mucho- escucho a su madre- porque mi
pequeña contesto- la vio hacer una pausa- tu abuelito siempre tuvo comunicación
conmigo, así que sabía que estarías en su casa el día de tu cumpleaños con
Miguel y Georgi- escucho la respiración pesada al parecer su madre hacia un
esfuerzo sobrehumano por no perder la compostura- podía llamarte, pero no
hablarte, era el trato con tu abuelito…. Así que llame y contestaste… recuerdo
que decías ¿Hola? ¿Diga? ¿Mami eres tú…? pero no podía contestarte… no debía…
porque si lo hacía te perdería para siempre…
-No se te ocurrió que al no contestar me perdiste - escucho
la voz entre melancólica e iracunda - deseaba tanto que fueras tu… porque aun
entonces te amaba, a pesar de todo lo que papá me decía, de lo mucho que me
recalcaba su molestia por ser tu viva imagen, de que no paraba de señalarme
como la causa de sus desgracias, de negarme sus abrazos y cariño por verme como
tu… yo te amaba y aun creía en ti… creí firmemente que me llamarías ese día
que… que… - Georgina vio con pesar a su hermana bajar el rostro intentando como
su progenitora controlarse.
-Pero te llamo- dejo escapar sin poder controlarlo
notando como los ojos verdes le miraban con sorpresa - mami te llamo- de nuevo - te llamo como esperabas, quizás no
te hablo pero te llamo, como me llamo a mí el día de mi boda sin hablarme… -
sintió sus ojos arder - aunque yo deseara escucharla tanto como tú… ella llamo…
no puedo imaginar que se siente llamar a alguien que amas y no poder hablar…. -percibió
algo cálido resbalar por su mejilla - mami llamo- repitió con voz quebrada
quedamente…
-¿Y de que sirve una llamada frente a años de abandono?-
escucho el cuestionamiento sorprendida - tú te fuiste - parpadeo varias veces
al escuchar aquello -yo me tuve que quedar, siendo alguien que no deseaba ser,
viviendo una vida que no quería y ahora que al fin siento que mi vida es mía…
me la intentan quitar de nuevo, ¿Por qué quieres que hable con esta mujer que
no conozco? - negó suavemente- Georgi ella solo busca calmar su conciencia
porque nos abandono, no es que nos ame… es como papá dijo solo pensaba en ella
cuando se marcho, y en que nosotros, yo era una carga…
-Eso no es verdad- enfoco a su madre con sorpresa- tú no
eras una carga, eras una bendición- escucho a su madre hacer una nueva pausa-
lo que paso entre tu padre y yo no era algo que se pudiera controlar o algo de
lo que tu inocencia amada hija tuviera culpa alguna, tú no eras responsable más
que como tus hermanos de llenar mis días de alegría- la vio levantar la mano al
predecir un reproche de Herendira- me fui porque su padre me amenazo con
lastimarlos, me amenazo con hacer que me odiaran… me aseguro que nunca podría
volver a verlos y que más me valía desaparecer y nunca volver.
-Y no pensaste que al irte te odiaríamos- la voz de
Herendira resonó con más fuerza de la que Georgina consideraba adecuada- al
final el resultado fue el mismo, porque al menos yo te odio profundamente-
cerró los ojos al escuchar aquello_ y no te creeré nada de lo que digas de papá
porque te repito el sí estuvo conmigo ese hombre puede tener un millón de
defectos pero nunca me abandono…
-Ese hombre fue el que me alejo de ti- se sorprendió por
la ira que la voz de su madre reflejaba por primera vez- ese hombre es el que
se encargo de que me odies, dándote una realidad que es un gran mentira… ese
hombre al que llamas padre es el monstruo de esta historia y si hija te
abandone, me largue creyendo que era lo mejor y lo arruine- escucho como la voz
de Sasha se elevaba levemente- pero te amo y te amare profundamente toda mi
vida, sino no estaría aquí intentando reparar mi error, y si me odias… bien…
pero escúchame al menos antes de seguirme odiando.
-¿Y qué tendría que escuchar de ti?- la frialdad de la
voz de Herendira le sorprendió sobremanera - un montón de excusas que no
cambiaran el hecho que te largaste, al final Sasha no estás aquí porque quieras
arreglar algo, sino por un acto de pleno egoísmo… pero yo no seré tu maldito
juguete, no soy algo que tiras a la basura y luego puedes recoger…
-Claro que no porque no eres un objeto, eres mi hija-
observo la seriedad de su madre - y como mi hija que eres te diré toda la santa
verdad - vio la intensidad en los ojos de su madre - tu padre me golpeaba hasta
el cansancio, me humillaba hasta que la dignidad que tenia fue destruida parte
por parte…. Y yo no lo dejaba, porque lo amaba o eso creía, así que mato mi
vida de a pocos, ahogo mi ser con cada golpe e insulto preciso y me empecé a
aferrar a lo último que me quedaba mis adorados hijos, hasta que el amor volvió
a mi vida y me dio otro regalo…. No espero que lo entiendas ahora hija, no diré
nada más que te pueda lastimar y sin embargo te puedo afirmar que me marche de
tu vida contra mi voluntad, salí de esa casa dejando lo único que me quedaba
allí, mis amados hijos… y con ello el poco amor propio que me quedaba.
-¡Si éramos tan importante! ¿por qué te fuiste?- Georgina
enfoco sorprendida las lágrimas en el rostro de su hermana mientras Herendira
tercamente intentaba mantener la compostura- ¿Por qué si éramos tu vida…. Tu...?-
escucho la voz quebrarse del todo mientras un gemido dolorido era ahogado…
-Me dijo que…. Te lastimaría, porque eras como yo-
escucho finalmente el llanto de su madre- y eras tan pequeñita, tuve tanto
miedo, le tenía tanto miedo… algo estúpido e irracional de mi parte, porque
olvide que eran mis niños… y si yo no se lo permitía no podría tocarlos, pero
en eso entonces no lo creía- observo como Sasha se llevaba las manos al rostro
intentando controlarse- no quería que mis niños fueran lastimados… y yo preferí
que me odiaran antes que eso, antes de que….
-Mami- se puso de pie acercándose a su madre para
intentar tranquilizarla mientras enfocaba a su hermana en un estado similar al
parecer profundamente angustiada- te amo mamá- dejo escapar quedamente- y
comprendo lo que paso- agrego- Miguel
también…. Los dos te amamos - no incluyo a Herendira porque bien sabía que su
hermana menor había empezado a tomar sus propias decisiones.
-Yo...- escucho la voz quebrada- necesito pensar todo
esto- escucho la silla de Herendira al levantarse la joven- yo no puedo
creerte…. Lo siento… pero prometo pensar en lo que me dijiste- escucho el
llanto de Sasha aumentar- no llores mami- se sorprendió al escuchar aquello de
boca de Herendira- yo no te odio- sintió como su madre se separaba levemente de
ella- Realmente no podría- escucho la voz de su hermana quebrada en el llanto-
los mejores recuerdos de mi infancia… los únicos que realmente amo… Son en los
que estás tú- la observo bajar la cabeza para salir prácticamente corriendo del
café en el que estaban, rogando al cielo que la bondad de Herendira se
impusiera ante todo lo que su padre con tanto afán había cultivado en ella.
La gente se empezaba a aglomerar justo en el momento en
que el alcalde iniciaba su dichoso discurso, su rostro examinaba el lenguaje
corporal de toda persona presente en el sitio, justo en el momento que el
reflejo de unos cabellos pelirrojos rompió su concentración del todo, se
levanto de puntitas intentando enfocar entre la multitud pero debió alucinarlo
porque su adoración estaba lejos de allí, en un lugar seguro…
Escucho las palabras del alcalde con pereza, un
desperdicio de día sin duda alguna los discursos iban y venían, la banda toco
sus canciones, las personas se dispersaron terminada la actividad principal
pero no por ello disminuyo el flujo, la primera escaramuza de la tarde se
presento sin mayor novedad, mientras el día se escurría con rapidez por sus
pupilas oscuras.
Rostros miles de rostros, los eventos así de agitados le
generaban una inquietud extraña al remover con intensidad sus recuerdos, esos
donde su padre la cargaba en hombros y ella le revolvía el cabello encantada,
esos mismos recuerdos que generaban que desde lo alto mirara la sonrisa de su
madre mientras sus hermanos caminaban delante dándose de empujones y riendo, en
un día como aquel mucho tiempo atrás.
Quizás por eso odiaba la música del carrusel y odiaba el
maldito unicornio en lo alto de él, quizás porque en el fondo le hacía recordar
ese día, lo feliz que se sentía y lo rápido que todo podía cambiar, movió la
cabeza con suavidad enfocando a un grupo de chicos que al parecer la miraban
sin el menor recato, escucho el gruñido de Tormenta por lo que la miro algo
sorprendida por aquella reacción, enfoco a los chicos de nuevo notando como
conversaban con otro grupo que al parecer se le había unido… más de diez pares
de ojos enfocándola solo a ella, el gruñido de su compañera aumento provocando
que mostrara su hilera de dientes mientras ella se llevaba la mano al hombro
avisándole a los compañeros en el perímetro.
-Chica lista- se giro al escuchar aquello apenas
evadiendo el bate que casi le conecta en la cabeza para soltar la correa de
Tormenta que ataco a su agresor en el acto, escucho los pasos a su espalda por
lo que estiro la pierna hacia atrás generando con ello un grito dolorido, volteo
el brazo tomando su macana para dar un golpe certero en la mandíbula de otro
atacante al tiempo que veía pasar el reflejo de la hilera de dientes de
Tormenta atrapando a otro más -¡MALDITA BRUJA!- giro de nuevo antes de sentir
el primer golpe, con el eco de los gritos a su alrededor, una patada conecto su
estomago mientras intentaba mantenerse en pie escucho un chillido dolorido de
su compañera, eran demasiados… ella lo sabía, pero no quería sacar el arma
había demasiados civiles alrededor, se giro haciendo un barrido con las piernas
tumbando a dos más antes que tres fuertes golpes en sus costados le hicieran
quejarse con fuerza, vio un puño venir directo a su rostro tomándolo en el aire
antes de conectar una patada y dejar al tipo en el suelo “¿Dónde demonios
estaban los refuerzos?”.
Tormenta paso a su lado con el pelo manchado de sangre
mientras se lanzaba sobre otro atacante, se giro mirando alrededor mirando
al menos nueve tendidos en el suelo, con
alguna parte del cuerpo con una fuerte mordida y otros sangrando suponía por
los golpes que ella aplico. Se giro envistiendo a otro de lleno dándole un
fuerte golpe en la base de la mandíbula antes de escuchar aquel ruido seco y
mas gritos a su alrededor mientras perdía el equilibrio del todo yéndose al suelo
de espaldas, justo en el momento en que sentía aquel intenso dolor en el
abdomen, enfoco el cielo encima suyo celeste intenso tan intenso…. Escucho dos
detonaciones mas, junto con un fuerte alarido de Tormenta y un mar de gritos
extendiéndose a su lado…. Gritos y rostros como ese día… tantos rostros, el
ardor en su pecho llevándose el aire con ello mientras acompañaba al de su
abdomen, se llevo las manos a su cintura intentando imponerse sobre el dolor
físico logrando girarse para ver a un hombre armado a pasos de ella apuntándole
a su compañero cuyo pastor belga atacaba a un joven que no paraba de gritar,
levanto el arma y disparo…. antes de enfocar el cuerpo de Tormenta tirado a un
lado completamente ensangrentado con la música del carrusel aun resonando en
sus oídos….
Soltó un fuerte suspiro mirando el automóvil de mala
manera mientras sentía la caricia de los labios en su cuello tranquilizándola
infinitamente, acompañados de aquel olor que bien conocía - ¿Enojada?
-Esa pregunta sobra mi vida - sintió los brazos rodeando
su cintura por lo que cerró los ojos suavemente - sabes que mi moto es sagrada
y ella se la llevo.
-Pero- la voz se escuchaba apagada al estar los labios
pegados a su cuerpo - está enamorada, sabes cómo es eso… te vuelve irracional.
_ Te quería llevar de paseo - dejo escapar quedamente -
es tu día libre esta semana y además la tarde esta hermosa y yo.., - sus
protestas se vieron interrumpidas por un cálido beso mientras sentía como la
apretaban con delicadeza casi meciéndola - te amo - dejo escapar quedamente.
-Yo te amo más- sonrió al escuchar aquello buscando otro
beso en el acto - podemos ir en automóvil donde quieras- escucho aquello en una
pausa de besos antes de hacer un enorme puchero - yo manejo - sonrió complacida
- chantajista.
-Un poco si - dio un rodeo para ubicarse en el asiento
del copiloto con completa tranquilidad enfocando los cabellos castaños con
interés - quería ir al mirador de la
zona este- escucho la risa divertida.
-¿Para qué quieres un mirador? - le cuestionaron - tu casa
completa lo es.
-Sí, pero las cosas están tensas por acá - dejo escapar
enfocando los ojos cafés profundos que le miraban al parecer curiosos - Elena
esta en modo bruja amargada_ dejo escapar notando el parpadeo de sorpresa-
empezó esta mañana y Arturo y yo preferimos escapar - admitió suavemente - no
sé qué lo detono, pero te juro que es peor que antes… - - le hice un comentario
inocente sobre que Vic era demasiado competitiva con Amara y me empezó a gritar
de la nada…
-¿Enserio?- escucho el cuestionamiento mientras Andrea arrancaba
el auto saliendo del estacionamiento de la casa de playa - ¿Pero porque se puso
así?- vio la mano dirigirse al radio ubicando la estación de música
instrumental que tanto le gustaba a su novia.
-No sé… pero cuando dije “Amara” creí que perdería mi cabeza,
grito el doble - observo la ceja levantarse levemente - la sola mención del nombre la volvió loca.
-Supongo que es porque esas dos no paran de competir en
todo- le afirmo- la otra noche en el bar parecían competir por el baile más
sensual- vio los ojos cafés esbozar un gesto malicioso- excepto por una cosa,
el baile iba dirigido de una hacia otra, sino supiera que Amara es viuda….
-Es que Victoria es muy hermosa- vio el coche frenarse de
pronto a medio camino mientras la enfocaban con enfado- es un comentario- noto
el bufido amenazante que la hizo sonreír- eres una celosa.
-No lo soy, solo que no me agrada Victoria- escucho el
tono agresivo al mencionar el nombre- ojala y Amara la reviente cualquier día
de estos en una de sus competencias- sintió el arrancón del coche ahogando una
risa- es toda encimosa contigo… seguro y
te ama y todo- Stefani ahogo la risa guardándose celosamente el hecho de que
Vic probablemente era la persona más heterosexual del mundo a su criterio.
-Yo solo te amo a ti- dejo escapar quedamente sintiendo
como Andrea tomaba una de sus manos besándola brevemente.
-Demuéstramelo- escucho que le decían por lo que la miro
sorprendida, notando como los ojos iban del camino hacia ella.
-Más de lo que ya lo he hecho- dejo escapar con suavidad-
Accederé a tu deseo… ¿Cómo quieres que te lo demuestre?.
-Cásate conmigo-
la miro sorprendida del todo- no me mires así… yo… yo… estoy hablando
enserio, buscare un trabajo o dos para poder mantenerte y que sigas estudiando,
el departamento no es muy grande… total no es tan importante ser doctora para
mí y… bueno yo- la vio llevarse las manos a la chamarra antes de sacar una caja
que era algo grande para ser un anillo, la abrió sorprendida enfocando un
rosario de oro en ella- está lleno de todos los sentimientos que tengo hacia ti
y es con el que te pido que te cases conmigo.
-Pero Andy- la miro preocupada- amor yo..
-Si ya se- la vio golpear el volante con frustración-
somos muy jóvenes, aun no acabamos de estudiar y yo soy un desastre últimamente...
pero no quiero perderte… cásate conmigo, quiero hacerlo correctamente, sabes
casarme, tener mi luna de miel, una familia, es como mi madre me enseño, era
como me gustaba vivir, me agradaba pensar en eso porque lo pensaba todo contigo,
y ahora se disfrutar más de todo… quiero combinar lo que he aprendido y para
eso te necesito a mi lado… Rocky cásate conmigo…_ observo la gruesa lágrima
resbalar por la mejilla mientras la vista seguía fija en el camino.
-Si…si… cuando quieras.
-Ya mismo- parpadeo tragando grueso- conozco una capilla,
revise ayer en internet luego de que te quedaste dormida, nos casan de una… solo necesitamos testigos,
pero… pero… sino tenemos… ellos nos dan..Y yo… yo… sé que no es la boda más
romántica del mundo y…
-Te amo, lo demás no importa, detén el auto, por favor-
espero a que Andrea se estacionara un lado del camino mirándola con intensidad
-me encantara ser Almeira- dejo escapar con una media sonrisa.
-No- la miro con sorpresa de nuevo - no… me gusta más Del
Valle… sonara bien ya sabes cuando sea médico… Doctora Del Valle, además
Almeira es el apellido de mi padre… - asintió suavemente - te amo Rocky-
percibió el beso cargado de infinito cariño regresándolo con la misma
intensidad.
-Y yo a ti Andy…- rió algo nervioso observando la enorme
sonrisa formarse en la cara de Andrea.
-Prometo ser la mejor esposa del mundo- le escucho decir-
trabajare mucho para que no te falte nada-
con seguridad- lo prometo.
-Si te tengo a ti no me faltara nada- respondió con
tranquilidad.
-Uno no vive de amor Rocky, pero por eso tu no debes
preocuparte- sonrió suavemente, sabía que no debía preocuparse, desde que la
conoció tenía claro que Andrea era una persona centrada, aplicada y
trabajadora, aunque ninguna tuviera una centavo encima se casaría con ella sin
pensarlo, porque su Andy nunca rompía una promesa.
-El mejor verano de mi vida- dejo escapar con suavidad…
Estaba corriendo como nunca en su vida, persiguiendo su
objetivo que bajo la escaleras como relámpago casi atropellando a los gemelos
Savedra mientras ella los apartaba con fuerza de su camino ignorando las
miradas curiosas, vio el cuerpo girar directo al sendero que conducía al bosque
por lo que sonrió aun más, en
determinado punto se preocupo al ver las piernas delante suyo tropezar
levemente justo antes de aumentar velocidad y que el sonido de la risa resonara
en sus oídos.
Veía alguna hoja caer arrancada de los árboles por el
viento, aumento la velocidad a la vez que su acompañante estirando la mano a
punto de atrapar la ropa pero fallando miserablemente en su intento, escuchaba
la risa y cada tanto veía el rostro asomarse entre los árboles con la luz de
sol reflejada en los cabellos negros, no supo cuando empezó a reír pero si
entendió que eso de cazar a una chica linda le agradaba mucho, estiro la mano
de nuevo fallando- Se te acaba el tiempo- dijo divertida al ver la velocidad de
Tory disminuir levemente.
-No e vero- le escucho recriminar agitada, por lo que
continuo persiguiéndola entre los árboles completamente absorta- madonna mía-
la vio esconderse detrás de un árbol haciendo una pausa suponía que siete
minutos de carrera le habían valido por veinte, por lo que dio un rodeo
intentando acercarse sin hacer mucho ruido, enfoco a la joven intentando
recuperar aire por lo que rio por lo bajo antes de estirar su mano sujetando la
muñeca con fuerza para pegarla a su cuerpo.
-No, es trampa- le escucho decir mientras la apretaba más-
me quede sin aire- rió con fuerza ante aquello- Arian no aprietes tanto- hizo
lo contrario a la petición escuchando un grito ahogado.
-Es tu castigo niña mala- se inclino levemente besando el
cuello con cariño- mira que empujar mi cabeza de esa manera tan brutal contra
el escritorio cuando te creía dormida como un angelito- escucho un suave
suspiro.
-Te hable tres veces y no me hacías caso- puso atención a
la protesta aflojando el agarre y separándose- quería ir a jugar tenis pero ya
estoy agotada- sonrió al escuchar aquello.
-Pero a que fue más divertido- se separo del todo
enfocando el rostro sonrojado de Victoria antes de tomarla en brazos generando
que se abrazaran con fuerza a su cuello- Ya que me desconcentraste ¿Que quieres
hacer?- dejo escapar quedamente encaminándose de regreso a la casa de playa.
-Juguemos billar- escucho aquello sorprendida para
asentir sin darle mucha importancia al asunto, contra toda lógica se aseguro de
entrar por donde nadie la viera no deseaba mas miradas curiosas o en su defecto
asesinas, subió las escalera aun con Victoria en brazos directo a la sala de
juegos para depositarla con cuidado en el piso, mientras la joven corría en
dirección a los tacos de billar provocando que ella mirara con atención la
falda de corta que utilizaba para jugar tenis, antes de ver a la joven
sopesando el peso de los tacos- io aposto..
-Se dice yo apuesto- le corrigió- y sabes que te ganare
así que déjalo Tory - escogió su taco mientras acomodaba las bolas_ mejor no
apuestes nada porque perderás todo- le afirmo notando la cara de enfado delante
de ella.
-No es deporte- parpadeo al escuchar aquello- io a esto
jogo molto bene- sonrió al escuchar aquello acercándose a la joven hasta
dejarla entre ella y la mesa- ia se tienes molto miedo- dejo escapar una fuerte
carcajada enfocando el rostro a centímetros del suyo.
-De acuerdo diremos que ganamos después de jugar- tomando el taco para dar el primer golpe,
justo a la mitad del asunto cuando vio la bola blanca volar al recibir un golpe
en la base esquivando a la bola azul que se interponía en su camino y dándole a
la que debía ir a la buchada se dio cuenta que estaba oficialmente jodida,
porque nunca se le ocurrió pensar que si Victoria no hacia ejercicio físico,
gastaba su tiempo en otras cosas y entre esas otras cosas al parecer estaba el
billar- estúpido juego- dejo escapar quedamente enfocando los ojos cielo que le
miraban divertido- aun no termina- le
con seriedad.
-En realidad si- levanto la ceja sorprendida al ver bola
por bola entrar en el sitio que le correspondía mientras tragaba grueso ante el
despliegue de habilidad delante de sus ojos y al notar que su cerebro se
desconcentraba en el vano intento de ver más allá de la corta falda de Victoria
cada que se inclinada, se reprendió a si misma cualquier idea sexual sobre la
joven estaba cancelaba oficialmente en el momento mismo que supo de su enfermedad,
una cosa era aprovecharse de una italiana idiota, otra cosa era aprovecharse de
Victoria… porque era mucho más que eso aunque en ese instante ella sintiera que
era una completa imbécil por la santa paliza que le estaba montando - último-
la bola final se perdió en la buchaca mientras ella daba un suspiro frustrado-
io gano.
-Para una vez en tu vida que me ganas en algo- dejo
escapar con altanería viendo los ojos voltearse en blanco.
-Pero vinco- le afirmaron con seguridad por lo que movió
la cabeza en signo de no te entendí nada_ que io…. Ahhh gane eso_ bufo por lo
bajo de nueva cuenta _ io quiero un…. Paseo y que te quedes qui una semana más.
-¿Qué?- la miro completamente sorprendida - te llevo de
paseo pero no me pienso quedar más tiempo acá -
con seriedad - tu prima me odia y no quiero aguantarte una semana extra.
-Ma que cosa, io gano io decido- se acerco a Tory
lanzando el taco de billar al suelo con molestia para empujar a la chica contra
la mesa mirándola de manera amenazante a lo que la joven respondió lanzando
también su taco y mirándola_ io no te tengo miedo, io gane.
-Deberías tenerme miedo Tory- le arrastrando la voz para inclinarse levemente
sobre ella generando que la joven echara la cabeza levemente hacia atrás- no
sabes de lo que soy capaz… y es mejor que entiendas de una vez que apuesta en
pie o no, yo nunca obedezco a nadie que no sea yo misma…
-Va bene- noto como Tory acercaba su rostro al suyo con
seriedad- no tienes palabra - sintió la sangre hervir ante tal afirmación -
eres una mujer sin palabra alguna… - la miro con intensidad como era posible
que esa chica le hiciera hervir la sangre de aquella manera, y a la vez la
excitara a niveles inimaginables de solo ver la mirada encendida, intensa y
desafiante que le dirigían - de ahora en adelante recordare que tu Arian no
tienes parábola - sintió el aliento sobre los labios, si se seguía acercando
así no se podría controlar - Arian… - escucho el tono cambiar levemente por lo
que enfoco los ojos respirando con agitación para sentir el corazón en el pecho
a punto de estallar.
-Me ganaste la partida - murmuró entrecortadamente sobre
los labios de Victoria - exijo una compensación por tal humillación - escucho
una voz lejana en su cabeza que le indicaba que se detuviera, pero su protesta
fue ahogada por el latido de su corazón que retumbaba en sus oídos, se dirigió
en pleno a los labios, devorándolos, apretándolos, haciéndolos uno con los
suyos y perdiendo la noción de la realidad.
Victoria sintió su cuerpo estriparse contra la mesa
mientras las manos de Arian se unían a sus labios sujetando sus caderas y
dejándola sentada en pleno sobre el borde de la misma, detenerla o apartarla
cuando sintió el beso feroz y devorador, era algo que ni siquiera cruzo por su
mente al contrario se aferro a ella con fuerza era consciente que no era algo
que realmente pudiera controlar, se dejo llevar de lleno por la pasión era como
si en brazos de Arian el miedo fuera algo que simplemente se desvanecía, podía
sentir su corazón latiendo fuerte, sano en su pecho uniéndose al ritmo del de
Arian mientras la joven la tomaba del trasero intentando pegarla aun mas a su
cuerpo.
Percibió las manos cálidas delineando sus muslos para
perderse bajo su falda evitando la ropa del todo, mientras sentía los labios elásticos,
eléctricos, tersos y furiosos devorar su boca sin pausa alguna, podía seguir el
camino de las manos que se detuvieron al borde de su ropa interior por lo que
dejo escapar un gemido que se descargo de lleno en aquel beso encendido que le
había hecho perder la cordura, protesto levemente al perder el contacto de los
labios mientras una mano firme abarcaba su trasero levantándola levemente para
empezar a deshacerse de su ropa interior que acabo en el suelo sin saber ella
como, sintió como el cuerpo de Arian se volvía a ubicar entre sus piernas, lo
que produjo que su cuerpo finalmente reaccionara tirando de la blusa que la
joven mujer llevaba exponiendo parte del torso mientras sus bocas emprendían
una nueva guerra y sus piernas envolvían las caderas de su acompañante, era
como si un huracán se hubiera desatado dentro suyo y las nubes grises que lo
envolvían eran los ojos de Arian, que se abrían levemente revelándole el deseo
que solo lograba incitarla más, estaba rendida, entregada… lo supo desde que la
vio ese día en la seguridad de su balcón que esa mujer sería capaz de llevarse
todo de ella, sin que siquiera pudiera evitarlo.
Un fuerte gemido escapo de su garganta cuando las manos
levantaron del todo su falda, acariciando su vientre, sus caderas se movieron
solas y fue cuando escucho un murmullo ahogado “preciosa… no me puedo
controlar”, percibió su corazón latir más fuerte en su pecho “eres exquisita…
yo… Victoria”, cerró los ojos al ver los ojos tormenta cerrarse en plena
disposición de besarla de nuevo cuando escucho la puerta del salón y un grito
ahogado que genero que Arian la apretara contra su cuerpo semidesnudo
cubriéndola del todo sin girarse – Perdonen - escondió su rostro completamente
avergonzada en el pecho descubierto delante suyo, cayendo en cuenta finalmente
de lo que estuvo a punto de pasar.
-¡RACHEL APRENDE A TOCAR LA MALDITA PUERTA!- escucho la voz
enfada, y excitada a la vez -DEJA DE VERLA ¡MALDITA SEA!- sintió como la
apretaban aun más mientras Rachel parecía dar una disculpa fugaz y algo más
mientras se escuchaba la puerta cerrarse de nuevo - Perdona- se sorprendió al
escuchar aquello mientras se separaban levemente de ella - yo… hablare con
Rachel, perdóname no comprendo que me
paso - percibió un beso en la frente mientras la joven se separaba - soy una
pésima amiga - no tuvo tiempo ni de detenerla, y aunque lo hubiera intentado
dudaba mucho que sus piernas la sostuvieran…
Clarisse vio pasar a Rachel pálida del todo mientras una
Amara con el cabello desordenado y las mejillas sonrojadas corría detrás de
ella llamándola, ladeo la cabeza con extrañeza ante aquella bizarra escena
mientras continuaba caminando hacia uno de los salones de la casa con la única
intención de ver el noticiero de la tarde como era su costumbre.
Tomo asiento analizando de nueva cuenta la cara de
consternación de Rachel y claro el aspecto de Amara pero también aquella
preocupación reflejada en su mirada, encendió el televisor enfocando sorprendida
la imagen que se repetía una y otra vez…
“El ataque a las
fuerzas policiales, parece ser parte de un nuevo acto de iniciación en las
pandillas de la zona, al parecer según las declaraciones de los implicados
dicha iniciación consiste en atacar a un agente de la ley y el orden de acuerdo
a la gravedad de la heridas que se le provoquen así será el rango dentro de la
pandilla, quedando patente que si el oficial muere el rango dentro de la
organización criminal será elevado. El Jefe de la Policía Turística que estaba
a cargo de la vigilancia del evento se mostro consternado ante los sucesos que
se presentaron esta mañana.
El operativo
policial estaba dirigido a proteger civiles, a nadie se le ocurrió que las
victimas fueran los mismos oficiales, el ataque organizado ha dejado el saldo
negro de dos oficiales caídos, tres heridos de gravedad y siete más que
sufrieron lesiones menores, El Jefe de la Policía Marcos Perdal ha hecho
patente que la investigación que se abrió el día de hoy dará con los cabecillas
de estos grupos con el fin de evitar que sucesos de este tipo vuelvan a darse.
Según han informado
nuestras fuentes la sobrina del Jefe de la Policía resulto...”
-¡NO DIOS MIO, NO ME HAGAS ESTO!- Clarise abandono la
sala con la respiración agitada, y los ojos desorbitados intentando ubicar a
algún miembro de su familia -¡HIJOS MIOS!- grito con desesperación -¡NIÑOS!- su grito resonó con fuerza, aquello no podía
estar pasando su niña aun no tenia treinta años… no era justo, ¿Por qué la vida
insistía en arrancarle a todos?, tenia lágrimas en los ojos mientras empezaba a
gritar los nombres de sus nietos y sus respectivas esposas con desesperación,
observo la cabellera de negra de Amara seguida de Rachel que se acercaron
corriendo a ella con preocupación, escucho las voces de los gemelos minutos
después acompañadas de las de Susan todos intentando tranquilizarla - Mi niña -
dejo escapar entre lágrimas minutos después - mi bebé…. Mataron a dos… a dos -
observo los rostros horrorizados a su alrededor.
-Aaron llama al tío - escucho decir a Adrian con firmeza
- abuela cálmate tal vez a ella no le paso nada, mira estaba toda la policía
allí…
-Lo dijeron en las noticias_ escucho la voz de Amara
maldecir y la figura perderse escaleras arriba a toda prisa - que la sobrina
del Jefe de la Policía.
-Aun no sabemos nada -
Adrian intentando calmarla mientras enfocaba a Elena ingresar mirándolos
extrañada - abuela debes calmarte no te hace bien - observo a su nieto
esperanzada noto como se giraba conversando con Elena que se cubrió la boca
preocupada antes de desaparecer también de su rango visual mientras ella
imploraba al cielo porque su niña estuviera bien.
Marcos Perdal se paseaba de izquierda a derecha en el
hospital ante la atenta mirada de su esposa e hijo, ese maldito día fue un
desastre completo enfocaba las familias de los oficiales heridos apretando los
puños con rabia deseaba dar con los líderes de esas pandillas cuanto antes, observo
a una de las doctoras salir seguida de su adolorida sobrina por lo que respiro
con alivio - Necesitara descanso -
le la mujer - y tendrá los moretones un
buen tiempo, de no ser por el chaleco estaría muerta, las balas se incrustaron
del todo casi lo atraviesan… si el del pecho hubiera sido un poco más arriba y
el disparo golpeaba una zona descubierta no lo hubiera contado, enfoco a
Vanessa doblarse levemente sujetándose el abdomen - asegúrese que tome su
medicación eso disminuirá su malestar - se acerco a la joven respirando
pesadamente para acariciar el cabello con cariño.
-Tío- escucho el tono ahogado - ¿Tormenta? - observo los
ojos negros idénticos a los de su hermana que en paz descansaba llenos de
preocupación mientras el simplemente se llevaba la mano al saco para extraer el
collar de él y tendérselo viendo como la mano temblorosa lo tomaba con infinito
pesar.
-Lo siento mucho - la cabeza negra le asintió mientras
los cabellos ocultaban el rostro y los dedos acariciaban con cuidado la correa
de cuero - Cariño yo… - percibió la
vibración en el bolsillo sacando el móvil en el acto para responder escuchando
la voz preocupada de su sobrino para finalmente alejarse un poco intentando
tranquilizarlo.
Le dio la espalda a su sobrina el tiempo necesario para
explicarle al hermano de la misma que era lo que había ocurrido y el estado de
salud de su hermana, cuando se volteo observo entre sorprendido y alarmado que
la joven se había marchado.
Herendira se paseaba de derecha a izquierda en la sala de
su casa finalmente su celular voló estrellándose en la pared, ese día fue un
maldito desastre primero su madre y luego Vanessa no aparecía por ninguna
parte, respiro profundo intentando calmarse desde que vio la maldita noticia
toda serenidad se esfumo de su mente, ni siquiera Clarisse respondía el
teléfono y Stefani y Andrea tampoco, no tenía sentido ir a buscar a su Savedra
por todas partes ya solo le quedaba esperar, pero la maldita espera era eterna.
Escucho la puerta de la casa abrirse pero sin el ladrido
característico de Tormenta por lo que se giro enfocando sorprendida a su mujer,
con el cabello desordenado, un moretón en el rostro, sangre en su generalmente
impecable uniforme y el collar colgando en su mano, noto como los ojos negros
le miraban con confusión, antes de pasearse por la sala como asegurándose que
estaban donde debían- Amor - se acerco despacio a ella con algo de temor de
alterarla - ¿Qué?..
-Me intentaron matar - le escucho decir con suavidad -
pero Tormenta no los dejo_ enfoco el collar vacío también algo manchado de
sangre comprendiendo el silente mensaje de aquello antes de enfocar las
lágrimas que escapaban silenciosamente de aquellos ojos que amaba paseándose
lentamente por el rostro, se acerco acariciando las mejillas con delicadeza
para finalmente dirigirse a la mano derecha desprendiendo con cuidado de ella
el collar ubicándolo en el descanso de la sala - me dispararon - enfoco la
mirada turbada por lo que con cuidado retiro la chaqueta y abrió el uniforme
observando los hematomas en el pecho y
el abdomen, respiro profundo controlándose ponerse histérica no ayudaría a
tranquilizar a Vanessa.
-Todo está bien - tiro de ella con suavidad instándola a
sentarme mientras la dejaba sola unos instantes regresando con compresas que
ubico con suavidad en ambas zonas, observando el gesto profundamente dolorido a
pesar de la ausencia en aquellos ojos- ya estoy aquí mi vida - arrugo el
entrecejo preocupada por la heridas delante de ella, suponía que su mujer había
ido al hospital pero al revisar la ropa noto la ausencia de medicación por lo
que se mordió el labio nerviosa, se levanto extrayendo el chip de su celular
para ubicarlo en el de Vanessa buscando el número - Georgi necesito ayuda -
murmuró suavemente.
El médico examino las heridas de la joven mujer delante
de él, notando los ojos algo idos antes de presionar suavemente el pecho
obteniendo por respuesta que le sujetaran las manos con violencia - ¿Quién
demonios es usted?.
-Parece ser señorita que finalmente reacciona - Vanessa
miro al hombre sorprendida del todo antes de reparar que efectivamente
continuaba en su casa y su habitación - es natural sentir algo de desubicación
luego de recibir disparos y malas noticias, no se sienta mal por lo ocurrido.
-No se sienta usted mal cuando le quiebre el brazo_ noto
como el hombre palidecía - esta parte de mi cuerpo solo la puede tocar una
persona…
-Y esa soy yo - levanto los ojos enfocando a su adorada
pelirroja y suspirando aliviada al ver al médico apartarse al parecer entre
asustado y preocupado - Hola… me alegra que estés de vuelta - sonrió con algo
de tristeza - me tenías asustada.
-Disculpa - enfoco
al hombre en la puerta calculaba ella debía tener más de treinta años como
mucho, momentos antes que una mujer suponía ella más o menos de la edad de los
gemelos se colgara de él depositándole
un beso cariñoso en la mejilla.
-Querida la novia de tu hermana intento matarme - le
escucho decir por lo que miro a Herendira sorprendida - si vamos a ser familia
política simplemente pido poder continuar con vida para cuidar a mis hijos - le
escucho agregar en tono divertido.
-No seas pesado Rodrigo - escucho decir a la mujer con
seriedad- discúlpalo a veces es algo grosero - la miro unos instante antes de sentir la
delicada caricia sobre su tórax.
-Estará bien cuñadita - enfoco al hombre - la coloración
y el dolor es normal, aunque debes estar agradecida de la resistencia del
chaleco esa coloración es indicación de que te dispararon algo bastante pesado
- noto la mirada seria - te recete medicación, que ya mi esposa hizo el favor
de comprar quiero que reposes todo lo que puedas, no sé si te mandaron algo en
el hospital pero Herendira dice que no lo traías contigo - desvió los ojos
enfocando a su mujer.
-No lo recuerdo - dejo escapar quedamente - solo quería
llegar a casa es lo único en lo que pensaba- parpadeo arrugando el entrecejo.
-Iremos a terminar de preparar la cena- enfoco a la
hermana de Herendira - conversen un rato y que se tome la medicación.
-Epa el médico soy yo - medio sonrió al escuchar la
protesta de al parecer el médico de la familia.
-Rodri - noto como la mujer tiraba de él fuera de la
recamara por lo que enfoco a Herendira respirando pesadamente.
Iba a disculparse porque necesitaba hacerlo pero un beso
cariñoso se lo impidió del todo, seguido de aquel abrazo que le transmitía una
extraña calma, percibió su cabello ser acariciado con delicadeza hasta que los
dedos lo abandonaron delineando su rostro - Tuve tanto miedo de perderte - la
miro con sorpresa - vi las noticias y no sabía nada de ti- aquello le cayó como
agua fría, era verdad en caso de que algo le pasara nadie le informaría a
Herendira, porque ella no formalizo nada ni siquiera la tenía en su lista de
contactos de emergencia ¿Cuánto llevaba Herendira tratando de localizarla?,
parpadeo sintiendo los ojos arder de pronto - Tranquila amor estoy aquí - tomo
la mano con suavidad besándola lentamente.
-Morimos a los treinta - se separo sintiendo su voz
quebrarse - todos nosotros morimos a los
treinta - intento formular una broma - así que antes de que cumpla treinta si
me disparan no tengas miedo soy inmortal -
intento reír percibiendo un nudo en su garganta - mi abuelo murió en un
tiroteo un mes después de cumplir treinta - percibió su corazón pateando con
fuerza en el pecho con aquella incomodidad al respirar -queríamos ir de paseo
por el parque yo estaba tan feliz mi papá prometió comprarme mi perro ese día,
ellos se llevaban un mes de diferencia en edades ambos tenían treinta- desvió
sus ojos a la pared intentando evitar enfocar a Herendira - papá me llevaba sobre los hombros y el cielo
era tan azul, los gemelos iban corriendo delante y Alonso los regañaba mientras
mamá lo regañaba a él, mamá era muy hermosa y cuando sonreía… - enfoco
brevemente a Herendira- se sentía…
-Como si el mundo se iluminara de pronto- le escucho
decir mientras asentía sintiendo algo caliente paseándose por su mejilla -¿Qué
paso?- tomo aire presionándose el pecho levemente - no hagas eso - sonrió de
medio lado ante la reprimenda_ hablo enserio Savedra…
-Murieron ese día- observo como Herendira palidecía -
estábamos paseando cuando el primer disparo se escucho, recuerdo que papá me
bajo de sus hombros y estiro las manos tirando de los gemelos hacia mamá y
empujando a Alonso al suelo -trago grueso - ellos siempre llevaban sus armas
aunque no estuvieran en servicio, decían que nunca estaba demás creo que por
eso yo nunca salía sin Tormenta… - desvió sus ojos al colchón- papá desenfundo
disparando hacia el hombre que parecía loco en medio del parque… escuchaba los
gritos alrededor pero estaba pegada al cuerpo de mama hasta que sentí como me
empujaba y quedaba con la cara pegada al suelo, vio sus zapatos, sus piernas
girar… papá grito… ella grito más fuerte aun… luego se derrumbo y todo fue
silencio…. - tomo aire con fuerza- lo entendí en su funeral todo Savedra muere
a los treinta, a Alonso le volaron la cabeza en servicio- apretó la mandíbula
con fuerza- dicen que el atacante salto por detrás y el intento proteger a su
compañero, no nos dejaron ni verlo y a Amara no la dejaban ni acercarse… voy a
morir a los treinta pero eso no evito que cuando acabe en el suelo… hoy creí
que moriría.
-No vas a morir a los treinta- intento replicar pero las
manos tomaron con firmeza su rostro- no permitiré que mueras, porque tienes una
vida para vivir a mi lado- percibió la suave caricia en su rostro- tus padres
murieron protegiéndolos, tu hermano protegió a alguien y por ello se descuidaron-
la enfoco con seriedad- piensas que
morirás a los treinta y cuando cumples esa edad te preocupas por no morir y
acabas pensando cada que vas a hacer tu trabajo que morirás- trago grueso al
escuchar aquello- y acabas muriendo…
-Herendira…
-No permitiré que mueras- percibió como tomaban sus manos
con fuerza- porque a los treinta señorita, usted será mi esposa- la miro con
sorpresa- tendremos un bebe y estaré esperando otro, quizás trabaje en algún
restaurante y llegue a casa temprano esperando que llegues tú… así que no
puedes morir porque el bebé y yo nos pondríamos muy tristes…- observo a
Herendira hacer una pausa mirándola con intensidad- borra eso de tu cabeza,
borra esa tontería de morir… hoy fue un mal día pero sigues aquí…. Mañana será
mejor y seguirás aquí conmigo, llenando mi vida del todo… te amo… te amo, no lo
olvides… por un demonio Vanessa eres el amor de mi vida, lo supe desde la
primera vez que te vi en esa avenida… y te juro que ninguna maldición o lo que
sea te va a separar de mi- noto como respiraban con pesadez- y si algún día nos
separamos, estaré tranquila porque sé que en algún lugar y en otro momento te
encontrare…. Porque de verdad eres la otra mitad de mi alma- noto las lágrimas
deslizarse por el rostro de Herendira antes de sentir como la joven limpiaba
las suyas con suavidad- sintió como rodeaban su cuello y acababa pegada al
pecho de Herendira- ahora llora lo que necesitas amor… todo lo que necesitas.
Respiro profundo intentando controlarse sin lograrlo
siquiera para finalmente aferrarse al cuerpo de su adorada pelirroja llorando
con fuerza mientras la mecían con suavidad, besando su frente con una pausa que
solo generaba que todo su dolor brotara cada vez con más fuerza… era un río que
la paciencia y la calidez de la mujer a la que ahora se aferraba como una niña
había desbordado finalmente… si alguien le preguntara en ese instante a Vanessa
Savedra que era la felicidad respondería que aun en los momentos más duros de
su existencia la felicidad era Herendira Villafiel.
Las noticias hacían eco del desastre de aquella tarde
mientras Sasha cortaba la llamada mirando a su esposo con seriedad- Georgi dice
que está bien- noto como Eduardo se desordenaba el cabello pelirrojo levemente-
parece ser que su novia es policía y estaba involucrada en el tiroteo- le
informo tomando asiento a su lado.
-Me asuste mucho- escucho la voz queda- creí que luego de
discutir contigo había tenido un accidente o algo - vio la respiración profunda
e incómoda- sabía que sería complicado pero lo que me contaste me dejo
perturbado… No sé que tanto le dijo ese hombre a la pequeña, pero si te odia
tanto a ti… ¿Entonces a mi?
-No me odia, solo estaba enfadada y dolida- enredo el
cabello entre sus dedos con cariño- me
lo dijo antes de irse- acaricio la barba con suavidad- cuando sepa de ti se
enfadara mucho y luego… su buen corazón se encargara del resto.
-¿Por qué lo crees?- sonrió enfocando los ojos hermosos y
profundos.
-Porque tiene tu hermoso corazón - recostándose sobre el pecho con suavidad-
solo necesitas tiempo y espacio - suspiro razonando levemente sus palabras - así
que tu y yo se lo daremos, es su decisión ahora pero eso no evitara que detengamos
a Víctor y cualquier intento que tenga con ella.
-¿Sabe algo de la novia de la pequeña?- arrugo el entrecejo ante la pregunta de Eduardo-
sabes Sasha que si es la debilidad de la niña…
-Víctor no intentaría matar a nadie Eduardo - le tragando grueso - quiero pensar que no
pondría la felicidad de Herendira debajo del dinero - suspiro con pesadez- pero
de todas formas averiguare el nombre de esta chica con Georgi para vigilarla
igual.
-Es lo mejor, por cierto debido a lo de hoy casi te
quedas sin modelo- parpadeo sorprendida- disparos en el pecho y abdomen, sino
no es por el chaleco- negó con la cabeza ante aquello- está bien pero tendrá
los moretones un tiempo por lo que no es conveniente tomar fotos.
-Madre mía- encendió el televisor observando las noticias-
todos dicen que es una prueba de iniciación de pandillas- observo los rostros
de los oficiales caídos en televisión junto con el anuncio de los funerales de
los mismos- mañana será todo un
espectáculo policial- vio al anunciador mostrando los rostros de los detenidos.
-Entonces preparare la cámara- le dijo su esposo
levantándose mientras ella observaba la sonrisa alegre de un joven de no más de
veinticuatro años asesinado de cuatro disparos, casi de la edad de Georgi, algo
mayor que Herendira y sin duda el hijo de alguien que en ese momento vivía el
infierno…
Clarisse miraba a los gemelos temblando de pies a cabeza,
era ya de noche pero la línea telefónica
continuaba en silencio, observo a Amara tenderle una taza de té mirando con
absoluta seriedad- voy a la ciudad- le dijo con suavidad_ voy a dar con ella,
el tío dice que estaba bien pero ahora necesito que te calmes abuela- acaricio
el rostro con suavidad- y confíes en mí.
-Confió en ti- dejo escapar sujetando las mejillas con
firmeza- no confió en el silencio que me arranco a mi esposo- vio los ojos
grises de Amara abrirse de golpe- al silencio que me arranco a mi hijo y su
esposa- sintió como la chica intentaba apartarse de sus cálidas manos- al
silencio que me arranco a tu esposo- escucho el gemido ahogado al tiempo que
una lágrima se derramaba por aquella mejilla.
-Abuela suéltala- escucho la voz de Aarón mientras miraba
con fijeza los ojos de Amara y las lágrimas continuar brotando de estos.
-Ella me entiende a la perfección por eso está llorando,
porque estuvo en silencio conmigo hasta que la llamada llego_ noto el gesto
dolorido de Amara, observando la mandíbula temblar levemente mientras la joven
contenía el llanto- y es por eso que aun no lo ha dejado ir del todo.
-Abuela- esta vez fue la voz de Adrián la que le llamo la
atención no obstante se negó a soltar el rostro dolorido frente a ella.
-Nona- aquella voz no la conocía lo que la desconcentro
del todo antes de ver las manos sujetar las suyas provocando que soltara a
Amara y que la joven se volteara en automático refugiándose en los brazos que
pertenecían a aquellos ojos cielo- prego- parpadeo notando como Amara temblaba
entre aquellos brazos- io misma iré a buscar a la sua nieta pero por favore no
altere a Amara- enfoco a Victoria, la mirada firme y decidida, ella conocía de
memoria aquellas miradas.
-Perdonen no sé que me paso- admitió nerviosa- yo lo
lamento cariño- noto como su nieta no la miraba por lo que suspiro con pesadez
estaba consciente que había tocado un punto delicado- yo simplemente.
-Iré a buscarla- se sorprendió al ver a Amara separarse
de Victoria- llamare apenas llegue.
-Io voy- enfoco a Victoria sorprendida- vamos en el
deportivo es más rápido- observo a ambas abandonar la mansión en silencio y con
el corazón en la mano, percibió las miradas de reproche de su familia en pleno
a lo que simplemente bajo su cabeza apesumbrada.
Las risas se escuchaban a lo interno del vehículo
mientras ella simplemente extendía el papel con la escasa luz del coche
maravillada enfocando su firma y la de Andrea en él, rio quedamente abrazando
el papel por quien sabe vez número que, estaba casada con aquella joven que
manejaba el auto y cantaba como loca al parecer igual de alegre que ella -Léelo
de nuevo- rió con fuerza al escuchar aquello.
-Aquí dice Señoras Del Valle- dijo divertida- Andrea y
Stefani Del Valle- agrego escuchando a Andrea gritar con fuerza- Dice que eres
Andrea del Valle- dijo escuchando la risa aumentar- mi esposa _ agrego con
suavidad.
-Y tú la mía- noto como la miraban brevemente con una
sonrisa antes de estirar su mano y acariciar el cuello delicadamente -y como
eres mi esposa, deberé buscar otro trabajo -parpadeo sorprendida - porque debo
tener comida decente en casa - vio el pecho inflarse con alegría - se que el
apartamento es pequeño pero podemos venderlo si quieres una casa y dar el
enganche, hablare con Ted para ver si tenemos más tocadas y…
-Amor- la llamo suavemente acariciando el cuello con
delicadeza - cualquier lugar está bien si estoy contigo.
-No- le sorprendió la firmeza de la respuesta- estas
acostumbrada a tener más espacio, y que dirán de mi sino le doy a mi esposa un
hogar digno y todo lo que necesita- sonrió de nuevo al escuchar aquello- ese
departamento me lo dejo mami pero no creo que se enfade si lo vendo- noto los
ojos cafés oscurecerse levemente.
-No lo venderás- dejo escapar- olvida Señora Del Valle-
dijo con orgullo- que estoy podrida en
dinero.
-Ahora- noto la cabeza moverse con suavidad- cuando
Arturo sepa que te casaste con una muerta de hambre, y mujer encima puede que
te desherede- parpadeo arrugando el entrecejo “desheredar” , ¿De dónde sacaba
la loca idea de que Arturo tenía algún poder sobre su dinero?- pero ya pensé en
todo antes de que eso pase, no te preocupes voy a suspender medicina
temporalmente para que puedas terminar arquitectura- suspiro suavemente amaba a
Andrea, esa terriblemente centrada y
responsable pero también esa Andreita con tanto empuje por la vida, ya no se le
veía apagada como en ocasiones, sino decidida y parecía disfrutar hasta el
último de sus respiros.
-Andy- la llamo suavemente- Arturo no me puede desheredar
- noto la mirada extrañada - porque no me puede quitar un dinero que es mío - generando la mirada sorprendida del todo -
amor, soy dueña de una buena parte de Industrias Del Valle, incluso tengo
secciones independientes - rió quedamente- no me mires así…
-¿Es tuya?- escucho el cuestionamiento.
-Manejo mi parte desde que tengo doce- dijo divertida -
así que ¿Cómo sería?, viviremos en el departamento de tu madre porque solo
somos las dos y si es pequeño estaremos más juntitas - dijo sonriente - me
gusta eso de que tu compres la comida y tengas más trabajo, pero seguirás
estudiando medicina me encantara el sonido de Doctora Del Valle.
-Entonces yo…
-Si amor como firmaste este papelito, te acabas de volver
inmensamente rica - dejo escapar riendo con fuerza al ver la palidez en el
rostro de Andrea y como está al parecer intentaba encontrar algo de
racionalidad en su mente - puedes ser lo
que quieras, tu cuidaras de mí y yo de ti- observo el acta con cariño antes de
extraer el rosario de su blusa mirándolo con intensidad.
-Yo, sigo pensando que Arturo me matara - acaricio las
mejillas con absoluta gentileza - sobre todo al ver que los testigos son unos
completos desconocidos.
-¿Cómo pagaste todo esto? - cuestiono quedamente.
-Me gaste los ahorros de las últimas tocadas y una parte
de la beca - la miro perpleja - bueno pensé que si ya no iba a estudiar pues -
noto como tragaba grueso - quería darte un rosario bonito y perfecto, hacerte
una cena romántica para declararme pero me di cuenta que si yo… bueno… no me
alcanzaba el dinero - noto las manos apretar el volante al parecer con rabia -
no me alcanzaba para todo así…
-No importa - se
recostó en ella brevemente - me encanto la boda, el juez fue divertido – - ya
sabes todo el discurso anterior sobre nuestra juventud hasta que le enseñaste
el dinero se quedo callado y nos dio el papel- estallo en risas divertidas- a
lo sumo mi hermano querrá que renovemos votos y cambiemos testigos.
-Sigo pensando que querrá matarme- suspiro al escuchar
aquello- pero no me importa, me enfrentare a quien debe, ya eres mi esposa y
nada me separara de ti - noto como Andrea bajaba velocidad al observar un
automóvil pasar zumbando a su lado- ¿Rocky?
-Acelera- le dijo enfocándola con intensidad - ese era el
deportivo de Victoria algo malo paso - noto como le asentían por inercia.
-¿Cómo sabes que era su deportivo? - le dio un golpecito
en la cabeza a Andrea.
-Deja de ser celosa….
El televisor alumbraba la habitación con su luz
blanquecina haciendo proyectar sus rayos sobre la copa de vino tinto que era
sujeta por una mano con un anillo que resplandecía también levemente, la
sucesión de imágenes aumentaba en intensidad y crueldad mientras la sonrisa
maliciosa se dibujaba en los labios. Al final no tuvo que esforzarse en darle
una lección a aquella joven insolente al parecer el destino solo se ocupaba de
ponerla en su lugar.
Víctor Villafiel solía asegurar que él no era un hombre
impaciente, visceral o impulsivo, la vida que había llevado le enseño a planear
incluso hasta el último de sus pasos con la finalidad de conservar siempre su
poder, pero también le enseño a valorar aquellos pequeños golpes que el destino
generaba jugaran a su favor y le hicieran ahorrar energía, el de ese día por
ejemplo era invaluable esperaba que la oficial Savedra estuviera más que
lastimada y asustada; quizás con suerte imposibilitada para realizar su trabajo
lo que le daría a él un margen de ofrecer una cantidad sustancial de dinero
para que echara a su hija de su refugio.
Era cuestión de dar con el precio indicado, miro el
televisor de nuevo ya con más desinterés en el momento en que su celular resonó
con suavidad, respondió de mala gana antes de esbozar una enorme sonrisa sin
duda el destino empezaba a jugar a su favor, el médico recién le informaba que
el estado de su padre se había agravado y que darle una quince días o un mes de vida más era lo único
que podía ofrecerle, levanto su copa con suavidad antes de extender un brindis
por su vida, sus guerras y derrotas así como por la enorme victoria que estaba
a punto de obtener, incluso brindo por Sasha y los tres hijos maravillosos que
le dio todos utilizados a conveniencia.
Rodrigo dio un salto al escuchar la puerta de la entrada
abrirse enfocando a dos figuras en ella, entrecerró los ojos cuando las luz se
encendió de golpe dando con unos potentes ojos grises que le miraban con franca
molestia y perplejidad, removió suavemente a su esposa que se incorporo
frotándose los ojos antes de enfocar también a ambas mujeres- Señoritas Savedra
supongo - noto como una asentía y la otra negaba- bien soy Rodrigo Fuentes para
los amigos Rodri y ella es mi esposa Georgina Villafiel - noto el gesto de la
joven de ojos grises suavizarse mientras soltaba un suspiro y maldecía
suavemente.
-¿Cómo está Vanessa?- le escucho cuestionar por lo que
paso a explicar paso a paso el estado de la joven oficial de policía,
observando a la joven de ojos cielo perderse en dirección a la cocina para
regresar varios minutos después con una taza de té caliente que le tendió a la
otra mujer, miro a su esposa brevemente concluida su explicación - Olvidamos a
Herendira - escucho una risa algo apagada - pero me alegro que estén bien
ambas.
-Scusa - enfoco a la joven que estaba sentada
elegantemente en uno de los sofás razonando que si la novia de su cuñada estaba
como de infarto, esta otra no se quedaba atrás - mi nombre es Vittoria Selvaggi, ella es Amara Savedra - asintió
suavemente - estamos molto agradecidas por su atención.
-Herendira nos llamo preocupada - escucho explicar a su
esposa despacio los sucesos mientras su cabeza intentaba hacer memoria Salvaggi
¿Dónde? ¿De dónde le sonaba?, repaso profundamente todo los lugares de donde
podía recordar el apellido, libros de medicina, platicas en la escuela, negaba
solo sin reparar en lo absurdo de su comportamiento antes de enfocar a la chica
y abrir la boca desproporcionadamente.
-¡SALVAGGI!- grito haciendo a su esposa dar un bote y a
la tal Amara moverse como resorte ubicándose delante de la joven Salvaggi - Madre
mía - agrego quedamente notando el intenso sonrojo en el rostro - eras la cara
principal de una de las compañías de ropa mas respetas de Europa hasta hace un
año, tu familia es, es…. Dios son el equivalente a la familia Del Valle, según
se tienen tratos financieros muy cercanos porque uno de sus herederos contrajo
matrimonio con una de las joven Salvaggi pero si tu nombre es Vittoria solo
quiere decir una única cosa, eres la
heredera universal y cabeza del grupo empresarial más imponente de Europa además
de la receptora de un novedoso procedimiento cardiovascular - noto como
Victoria se encogía - es un milagro de la ciencia que estés viva - afirmo
quedamente.
-El mío coure es molto sano- la escucho decir.
-Es un milagro de la medicina moderna - dejo escapar
emocionado - fue diseñado especialmente para ti, prácticamente se creó de la
nada, tus padres en su afán por conservar tu vida dieron origen a un avance
medico sin precedentes que salvara cientos de vidas - le - y tu… ¿Te negaste a ir a la última
conferencia de ciencia y biogenética?
-Si - noto los
ojos celestes desviarse- io cumplí, fui a tottis quería un descanso la mi vita
para mi, normal… io quería un vita normal.
-No puedes tener una vida normal- se levanto enfocando a
la chica - porque bueno nada en ti…
-Usted- enfoco a Amara sorprendido notando la mirada
asesina- es usted… y si puede Señorita Salvaggi y ella no es una conejillo de
indias de nadie ni un objeto de investigación ¿le quedo claro?
-No quise dar a entender eso- asevero con algo de
preocupación- yo simplemente puntualizaba el hecho de que ella es un caso
único.
-Claro que lo es pero no como lo plantea- noto como la
Amara tiraba de Victoria instándola a subir las escaleras por lo que miro a
Georgina que le levanto una ceja molesta por lo que froto el cuello incomodo.
El corto trayecto de la sala a una de las recamaras se le
hizo a Victoria más extenso que las horas en silencio en su deportivo, luego de
lo que paso en la mesa de billar ella sentía que entre ambas se había abierto
un enorme abismo. Aun cuando intervino ante Clarisse por ella, no podía ni
mirarla a la cara sin sentir que su rostro ardía en mil colores, quizás lo más
pesado de ir en el auto con ella es que noto algo en lo no reparo antes a pesar
de estar tanto tiempo juntas el anillo matrimonial que brillaba en su dedo
anular, no comprendía a ciencia cierta el enorme malestar que le produjo ver la
sortija brillar ¿Quizás el recordatorio que Amara amaba a alguien más? ¿Cómo
competir con un fantasma? Y quizás la más importante de la preguntas ¿Ella
quería competir?
Observo la silenciosa indicación que le daban de
detenerse frente a una puerta de madera, antes de ver la mano de Amara con
aquel anillo abrirla dándole paso- Puedes dormir aquí- le escucho decir- me
conozco la casa de Vanessa de memoria y esta habitación es de visitas como la
mayoría- asintió suavemente- hay pijamas
en la gaveta son las mías- la enfoco sorprendida- tengo un juego acá para
cuando me quedo, puedes usarlas, voy a ver a Vanessa ya regreso- escucho la
puerta de la recamara cerrarse.
Toda su vida la habían tratado diferente y cuando pensaba
que al fin tendría la vida que siempre deseo se entero de que probablemente
nunca sería así, ella siempre sería diferente pero con Arian aunque fuera
brevemente se sintió normal, alguien que paseaba, jugaba, salía a bailar e
incluso gustaba de alguien como la gente normal. Se dirigió al espejo
extrayendo el pijama de la parte superior del cajón antes de retirarse la
camisa dejando su torso desnudo y reparando en la línea del sostén para
detenerse en la ya apenas perceptible cicatriz sobre su esternón, ya casi se
deshacía de ella del todo pero se acababa de dar cuenta que aunque fuera así su
vida nunca sería normal “milagro médico” aspiro con fuerza unos instantes.
-No es verdad- se giro sorprendida enfocando a Arian en
la puerta, la cual cerro con delicadeza- eso que dijo no es verdad- le repitió
por lo que simplemente se cubrió el pecho con la playera- no eres un milagro
médico o un caso de exposición- noto el gesto arrugarse con desagrado mientras
le retiraban la playera que cubría su cuerpo con suavidad- solo eres Victoria-
la miro sorprendida- ya sabes la italianita engreída- percibió la caricia suave
en los hombros antes que los dedos se dirigieran a la cicatriz y ella intentara
retroceder- no pasa nada- la miro algo asustada- tienes un lindo corazón, sano
y fuerte, una forma de ser única… es por eso que no puedes ser normal- vio la
media sonrisa dibujarse- si fueras normal serías aburrida- finalmente sintió la
calidez de los dedos sobre la línea- ¿Por qué te escondes?- percibió la caricia
suave en el rostro- eres tan hermosa.
-Arian- la llamo quedamente antes de percibir las manos
alejarse de ella.
-Lamento mucho lo que paso antes- la miro sorprendida-
debo ser responsable de mis acciones, no dirá nada hable con ella- asintió
suavemente- yo no sé qué paso, pero sé que fue una completa falta de respeto
hacia ti y…- cubrió la boca con suavidad ubicando una de sus palmas sobre ella
delicadamente mientras negaba- Victoria.
-Tory- dejo escapar quedamente antes de mirar la cama- Io
¿Te quedas qui?- vio como le asentían por lo que sonrió suavemente, notando a
Arian retirarse antes de volver a centrar su mirada en la cicatriz del pecho,
ser anormal de la manera en que Arian lo planteaba era sencillamente
maravilloso.
En una semana podían pasar tantas cosas, como que Vanessa
y los gemelos obtuvieran unas vacaciones más prolongadas debido al atentado,
que ella se sorprendiera al verla marchar con su uniforme de gala detrás de los
féretros de sus compañeros caídos, notar que en la habitación de la casa de
playa y la de casa todo era más silencioso debido a la ausencia de Tormenta,
notar los ojos negros que amaba enfocar con tristeza la nueva medalla de honor
que adornaba la repisa de Clarisse, comprender las implicaciones reales de amar
a un oficial de policía.
En una semana se acostumbro a ser ella la abrazada al
dormir, a curar con cuidado aquellos horribles moretones en el tórax y estomago
de su mujer, a acariciar los cabellos negros mientras le leía quedamente el
libro que compro para ella, aprendió a enseñarle a Vanessa a disfrutar unas
vacaciones, e intentar borrar aquella tristeza de sus ojos.
Cada cual aprende a su manera y afronta las cosas
distinto en el caso de su adoración las afrontaba con largos silencios y besos
necesitados que ella regalaba encantada, la comprensión de una persona es un
aprendizaje de por vida, con pequeñas lecciones que se deben valorar diario
como aquella que dicta que una simple taza de chocolate se puede llevar el
malestar momentáneo de no poder tener una sesión de sexo completo como se debe.
Sin embargo reunida en aquella habitación con las mujeres
Savedra tenía una certeza no era la única con una semana particular, Clarisse extendió
una hermoso vestido de corte medieval sobre la cama, junto con varios disfraces
más escucho varios suspiros a su alrededor antes de sentir los brazos de
Vanessa en su cintura- Yo iré de policía- dejo escapar generando que todos la
miraran- medieval muy sexy- agrego con una sonrisa.
-Y yo seré tu ladrona- percibió el beso en el cuello que
la hizo reír.
-El tema no es medieval - escucho decir a Rachel- uno se
puede vestir como quiera.
-Yo iré de puta fina- escucho las risitas amortiguadas
acompañadas del regaño de Clarisse dirigido con seriedad a Amara- ¿Qué?...
sería lo más económico para mí, ya saben una faldita reveladora, además me
vería bien.
-Jovencita sé lo que hiciste - rió - quedamente al ver como Amara palidecía
y le lanzaba una mirada asesina a Rachel-
esa pobre niña y tu de abusona vas y le golpeas la cabeza contra la mesa
de billar solo porque pierdes, es normal que no sepas ni cómo dirigirle la
palabra.
-Fue un accidente- escucho el tono poco convincente.
-Bien tu castigo es que yo escoja el disfraz- escucho las risitas ahogadas ante la
afirmación.
-Vístela de pitufo- rió con fuerza junto con Vanessa al
recibir la mirada asesina de Amara - no de Pocahontas - escucho a Rachel.
-No mami- todas miraron a una de las niñas que miraba
fijamente a Amara mientras daba un rodeo alrededor de ella- a la tía en toda
fiesta le gusta verse ele… el…elegante- percibió el abrazo cariñoso y el beso
en el cuello mientras continuaba enfocando a su sobrina - vístela elegante pero
no como quiere ella - dijo la pequeña señalando a su tía que la miraba de mala
manera - la tía tiene el cabello largo
muy bonito- la pequeña junto las manos al centro con inocencia- y le gusta en
una capa, córtenselo en dos capas - dijo provocando que todas parpadearan - si
le hacen una coleta y el corte superior le queda suelto, y - las manitas se
abrieron con emoción - la visten de príncipe de la Bella y la Bestia.
-¡NO SEÑOR!- Herendira rio con fuerza el escuchar el
grito de Amara porque sin duda esa sería su condena, la escucho maldecir por lo
bajo mientras Clarisse le preguntaba a la pequeña como iba vestido el Príncipe
de la Bella y la Bestia.
La fiesta que daba razón a su reunión no era otra que la
del cumpleaños de Victoria y el final de sus vacaciones en aquel sitio, ella no
entendía bien de donde surgió toda aquella idea de la fiesta, pero si hubiera
cuestionado a Victoria seguramente le diría que fue culpa de Amara con eso de
celebrar la vida. Fue la última conversación que tuvieron antes de que al
parecer Amara tomara la decisión salida de quien sabe donde de evadirla.
También si Herendira hubiera sido más observadora notaria
que los ojos de Amara no parecían ni la mitad de vivaces de lo usual y que su
mirada estaba como perdida, se encerraba grandes periodos en su recamara y
evitaba miradas, comentarios o platicas tanto con Elena como con Victoria.
Y es que en general aquella casa de playa se había vuelto
un sitio de miradas esquivas, Stefani se paseaba por el jardín cada tanto
sujetando de la cintura a Andrea mientras platicaban con algo de abatimiento,
no le habían dicho a nadie de su matrimonio más por el revuelo que encontraron
y luego simplemente no se daba la oportunidad, en parte porque Andrea sentía
que le iban a arrancar la cabeza y Stefani tenía esa rara sensación de que si
su esposa no lo quería decir era por algo.
Encima estaba el asunto de Elena y Victoria, su cuñada
literalmente había sacado a Andy de su recamara para meter a Victoria, que se
veía más incomoda que otra cosa, hablaba de cero a nada y dormía sabía Dios
porque en el piso... encima Andy era un mar de celos y reclamos que cesaban al
decirle diles que nos casamos, pero no con ello se iba el enfado y ahora
estaban discutiendo en el jardín por el disfraz del dichoso baile. Cuando eran
amigas estaba claro que ambas eran un mar de testarudez aunque ella no negaría
que Andy siempre fue más madura.
Al menos antes que le diera su rebeldía con la tal
Karina, lo que la llevaba otro punto a tratar
porque ella soportaba toda mujer antes de ella menos a esa, apretó los
dientes con ira perdiéndose en mil formas de decirle a esa mujer que Andy era
suya y que si la veía a menos de cinco metros de su esposa porque era su esposa
le partiría la cara.
-¿Del Valle me estas escuchando?- parpadeo enfocando a su
esposa que le miraba con una ceja levantada.
-¿Dijiste Bob Esponja?- sonrió de manera encantadora
recibiendo una mirada asesina - lo siento me disperse pensando en nuestra luna
de mil que aun no tenemos_ y ahí estaba
el siguiente punto a tratar su ausencia de vida sexual por culpa de Elena y esa
manía de andar sobreprotegida a Victoria, ¿Pero de quién la protegía?
-Es culpa de tu cuñada-
asintió era inútil negar lo evidente- ya tendremos nuestro espacio,
además así me da tiempo de ahorrar y darte algo digno de nuestra luna de miel y
no quiero que me digas que puedes costearlo tu porque es algo que deseo
regalarte.
-Ya lo sé- estiro
sus manos extrayendo el rosario que brillo con intensidad antes de ser besado
por ella- te amo mucho- dejo escapar con
suavidad- ahora en cuanto a ese disfraz.
-Quiero ir a juego contigo- la vio separarse levemente- y niégame que vampiros no es un tema genial-
levanto una ceja suavemente, en definitiva el problema no era el tema, era la
ropa… dudaba mucho poder contenerse con su Andrea vestida de esa manera, ya se
hacia una idea del asunto- bueno vampiros no ¿Pero algo con cuero?- desvió la
mirada incomoda- seguro te ves genial con ropa pegadita- sintió como la tomaban
de la cintura con suavidad- aunque mejor no…. Muchos idiotas viéndote no será
agradable- rió ante el suave mordisco que recibió en el cuello.
-Niña mala- dejo escapar divertida para ver la mano
extrayendo su rosario mientras Andrea enredaba los crucifijos uno con otro.
-Te amo… y espero poder hacer feliz- recibió el delicado
beso encantada.
-Andy- enfoco el rostro brevemente- puedes tener amantes
si quieres- trago grueso al decir aquello, pero era una realidad, la forma de
vida de Andrea era algo más que una sola mujer…- yo no quiero restarte
libertades, ni que este matrimonio…
-¿Por qué querría una amante?- la enfoco con interés al
escuchar aquello- si tengo en ti todo lo que deseo- la abrazo con cariño
aquello simplemente le aliviaba mas allá de lo impensable- no necesito nada que
no seas tú
-Andy tú nueva forma de vida…
-Mi nueva forma de vida es contigo- observo como la
apretaban con más fuerza- así que digamos que empiezo a aprender de nuevo y a
darle una nueva dirección a todo… no quiero amantes y tu… tu…
-No quiero tampoco- asevero al ver la mandíbula tensarse.
-Saca a Victoria de tu recamara- sintió como le daban un
beso apasionado antes de separarse del todo de ella- debo ensayar, no hagas
travesuras te veo más tarde.
Enfoco el cuerpo alejarse de ella levantando sus ojos al
cielo mientras pensaba en un adecuado disfraz y fue entonces que reparo en la
persona escondida en una rama- ¿Victoria?- llamo quedamente provocando que la
joven le mirara indicándole silencio en el momento justo que Elena pasaba
llamándola, una vez que su cuñada paso de la largo miro a la chica de nuevo.
-Io quería una fiesta piccola, pequeña, molto familiar no
a medio mundo en ella- vio el gesto
incomodo- la mia prima invito a molto
caballero y quiere poner quelo disfraz de princhipesa… y io…io… no quiero un
princhipe- noto como Victoria se acomodaba más pegada al tronco del árbol- io
quiero… io…
-¿Amara?- dejo
escapar a modo de broma pero vio los ojos abrirse desproporcionadamente
mientras un intenso rubor cubría las mejillas-¿En serio?- se acerco a la base
del árbol enfocando a Victoria- Dime por amor a Dios que no es verdad…
El salón de la casa de playa se encontraba adornado de
diferentes tipos de flores, la decoración
que emulaba a un elegante salón de fiestas del Medioevo estaba completa
mientras Elena supervisaba todo arreglo y la música con Arturo a su lado enfocándola
con seriedad.
-¿No crees que exageraste invitando a tanto soltero?- cuestiono
con seriedad a su esposa que simplemente
negó- ¿Me dirás que te pasa?
-No me pasa nada, solo velo por el bienestar de mi prima-
sintió la mirada pesada sobre él por lo que la regreso con firmeza- la conozco
desde que somos niñas y siempre la he cuidado que por eso soy la mayor, sabes
lo delicada que era su salud, eres consciente del puesto de importancia en los Salvaggi…
ella no puede ir… ir.
-¿Qué?- dijo con seriedad.
-Haciéndole ojitos a Amara- la miro extrañado- Arturo créeme
se cuando Vittoria Salvaggi le hace ojitos a alguien- la miro sorprendido al
escuchar el acento italiano sobresalir con fuerza- questo no puede ser… la mia
familia no soportaría quella situacione- noto como tomaba aire despacio- la mia
familia no es como la tua son molto conservadores y ella heredo questo imperio
va bene… se le dio totti el año pasado… totti…
-¿Pero de qué hablas?- cuestionó extrañada.
-El anno pasado la mia familia le heredo totti a
Vittoria, mis tíos creyeron que morirá, todos en el grupo empresarial lo
pensaron va bene entonces ellos le dieron totti perqui cuando ella muriera el
suo dinero- noto como su esposa bajaba la cara- seria mío- la enfoco
sorprendido- la mia mamma estaba molto feliche per qui es una mujer molto
ambiciosa, ella creyó que io me casaba contigo por conveniencia, va bene- noto
a su esposa bajar la cabeza- Victoria tuvo educación de heredera, tiene
estudios completos en administración y manejo empresarial pero totti totti
esperaban que muriera.. Pero ella es fuerte como roca Arturo… mírala está sana
totti el dinero es de ella.
-Entonces les echo a perder los planes a todos- noto como
le asentían-si tu heredabas me tenías a mí para hacer fusiones y acrecentar el
negocio, pero ella…
-Vittoria nunca ha presentado interés en nadie, o eso
creí hasta que quela mujer vino qui- rió quedamente al ver el enfado en el
rostro de Elena- la mía prima no es juguete de nadie…. E quela mujer la tiene
tonta… los tíos se volverían locos y…
-Pero si ella es feliz…
-La felicidad no es importante qui - miro a su esposa
sorprendido- Vittoria lo sabe, ella debe casarse con un hombre… - la miro
sorprendido - io no creo questo Arturo, ¿Sabes de dónde viene el apellido
Salvaggi?- negó con la cabeza-hace alusión a Salvaje, es la forma en que
definían a los huérfanos, mi tataratatarabuelo era alguien sin pasado y futuro
y aun así levanto un imperio de la nada e questo imperio descansa sobre los
hombros de Vittoria, la mia familia es molto conservadora mis tíos ellos…
-Deben respetar la felicidad de su hija y tu también -
le con cariño - puedes presentarle al
mundo entero que al final es ella la que decide ¿o no?- vio asentir a su mujer
- ¿Y si en lugar de asesinar a Amara con la mirada la conoces mejor?- noto a
Elena arrugar el entrecejo - es abogada una exitosa según he oído- quedamente - es viuda como sabes y bueno…
-Va bene- sonrió suavemente antes de abrazar a su esposa-
si lastima a mi prime io la mato - percibió como se separaban de él mientras su
esposa daba las últimas indicaciones sobre la tarima en el centro del enorme
salón.
Para cuando la noche cayo lujosos automóviles desfilaban
a lo largo de la entrada de la cada de playa, de él la más grande variedad de
seres descendían generando las carcajadas en algunos de los presentes al ver un
disfraz divertido o irracional, en el momento en que los invitados ingresaban a
aquel enorme salón se veían transportados a un mundo de ensueño, la orquesta
tocaba suaves vals que parecía hechizar a los invitados de a poco.
Herendira miro alrededor moviendo las esposas que
adornaban su uniforme policial más que provocador, escondiendo debidamente su
rostro bajo el antifaz hasta que sintió unas manos en la cintura mientras la
pegaban del todo a un cuerpo con un olor que bien conocía, porque habían miles
de tipos de ladrones pero los de cuello blanco eran tan elegantes y
provocadores y Vanessa estaba para comerse con aquella ropa, pantalones de
vestir entallado, tacones, maletín, saco
y el hecho que delataba su delito era el antifaz con los colores negro y blanco
y claro la parte de su maletín que decía “Te dejare sin dinero”- Oficial
arrésteme.
-Compórtate- dijo divertida enfocando a los invitados,
noto como Andrea sujetaba esperaba ella a Stefani de la cintura, vaya par el
pirata y su damisela en desgracia… que par de niñas malas razono fugazmente
viendo los pantalones de cuero entallados de Andrea y aquella camisa de pirata
provocativa, aunque el escote de Stefani estaba algo más que provocador, los
gemelos iban de payasos y sus esposas prefirieron ignorar la tontería
vistiéndose de damas francesas, lo que no sabía ella era donde estaba el “Príncipe
Adán” porque de pronto Amara parecía tragada por la tierra, normal se veía
bellísima porque Clarisse se esmero tanto que era un Príncipe en toda regla, ni
ella la reconocería en aquella multitud.
Los murmullos cesaron de pronto mientras Arturo y Elena
descendían vestidos como el rey y la reina que eran seguidos por Victoria, vestida
solo por un sencillo traje medieval, del corte en caída recta con aquella cinta
en las caderas que se perdía con delicadeza, para nada pomposo o exagerado y
que sin embargo remarcaba su belleza, la tiara en su cabeza llamaba la atención
hacia su hermoso rostro, tal era el sopor de los invitados al verla que
Herendira dudaba que alguien escuchara realmente el discurso de Arturo.
La parte que estaba segura todos escucharon fue - ¿Quién
será el valiente que baile con la Princesa?- enfoco a los caballeros invitados
disfrazados de miles de maneras y algunos empujones entre ellos como animándose
mutuamente a hacer aquello, enfoco entonces a Victoria descubriendo su
incomodidad aun debajo de aquel antifaz, mientras los cuchicheos se extendían
por el salón, la orquesta al parecer no parecía dispuesta a tocar; en ese
momento noto como Stefani le susurraba algo a Andrea y esta subía en dirección
al piano dando indicaciones a los músicos.
De inmediato reconoció la entrada de la pieza “Tiempo de
Vals” ¿Por qué esa pieza?, se separo enfocando a Vanessa que estaba de puntillas al
parecer buscando a alguien- Vamos Amara ella sigue allí de pie, no me hagas ir
a mi - le escucho murmurar, volvió a enfocar a Victoria notando a Arturo
removerse nervioso y a la joven con las manos apretadas al frente, en el
momento en que Andrea inicio la primera estrofa la vio porque por un demonio
era imposible no verla… era un príncipe en regla y el mar de suspiros que
provocaba en las damas hacían referencia a ello, la vio subir dos escalones y
hacer una elegante reverencia al tiempo que la primera parte de la canción
escapaba de los labios de Andrea llenando el salón con la orquesta de fondo,
observo la mano temblorosa de Victoria ser tomada con firmeza mientras sin
romper la reverencia Amara la llevaba al centro del salón haciéndola girar y
provocando que su vestido se luciera a más no poder.
El primer giro llego con elegancia provocando que la
atención de todos los invitados se situara en aquella pareja, Victoria
trastabillo algo nerviosa antes de sentir al Príncipe pegarse a ella –
Tranquila- se separo sorprendida al escuchar la voz de Amara enfocando los ojos
grises- solo déjate llevar- asintió quedamente antes de ver la sonrisa
formándose en el rostro- cierra los ojos- lo hizo sin dudarlo siquiera, aun
cuando percibía que había perdido buena parte del vals.
Fue entonces que escucho esa letra en un idioma que no
era el suyo pero que la hechizo al momento, haciéndola sonreír y abrir los ojos
viéndose del todo en el centro del salón, se separo girando sobre su eje percibiendo
la mano de Arian aun sujetando la suya con firmeza antes de volver a sus brazos
y girar juntas mientras los invitados aplaudían extasiados por la elegancia de
los movimientos que presenciaban y el mundo a su alrededor se volvía borroso e
insignificante.
Su corazón latía como si estuviera por reventarse en su
pecho, antes de sentir las manos en la cintura elevándola en el aire ante el
desencadenante del solo musical, para regresar al piso con suavidad a espaldas
de Amara sintiendo el ritmo del vals, aquel suave un dos tres que parecía
decirle que su vida era suya… y ese cumpleaños era el primero del resto de su
vida, percibió el giro violento que la dejo de frente a aquel antifaz y
prendada del todo a aquellos ojos grises y profundos.
Bésame en tiempo de vals
Un dos tres un dos tres
Sin parar de bailar
Haz que este tiempo de vals
Un dos tres un dos tres
No termine jamás...
Las manos en la cintura le anunciaban que de nuevo le
alzarían por lo que sujeto los brazos con fuerza ante aquello intentando impedir
el movimiento para ser girada con suavidad de nuevo ya no solo sobre su eje
sino con un suave avance en el salón, cuando volvió a quedar de frente enredo
sus brazos con suavidad en el cuello- Haz que este tiempo de vals no termine
jamás- dejo escapar con suavidad sobre el oído percibiendo el aroma que adoraba
antes de separarse para unir sus labios con suavidad provocando que todo
movimiento cesara, temiendo ser rechazada solo tres micro-segundos antes que las
manos de Arian tomaran su cintura abrazándola con suavidad y envolviéndola en
su calidez, porque era su tiempo de vals….. Su hora de vivir…
Con tres pasos de baile una
historia de amor
Es tiempo y es en fin
Mi tiempo para ti.
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autor.
Que les dije, que esta historia se hiba a poner mas buena en cada capitulo y todavia lo que falta, me encantan todas la parejas pero mi favorita es la de Arian y Tory, Sombra234 como siempre me dejas con muchas emosiones, saludos ;)
ResponderEliminarMe encanto uff que excelente capitulo hubo de todo ya quiero leer el proximo esta historia es muy adictiva me encanta ^^
ResponderEliminarWOAA este capitulo si que estuvo hermoso felicidades sombra me tiene enganchada esta historia besos Maria
ResponderEliminarMe encanta esta historia saluds desde paraguay
ResponderEliminarque barbaro, que tiron muy buena pobre tormenta ..era necesario en fin muy buena
ResponderEliminaresperando mas gracias
Wooow,si que te este diste con éste capitulo,menudo sorpreson!!
ResponderEliminarMe hiciste sufrir al ver a Vanessa en peligro y al saber que Tormenta murió por defenderla.
El resto me encantó,lo bien que están Stefani y Andy,el amor que está surgiendo entre Victoria y Amara,el avance lento pero seguro entre Evelyn y Karina,pero sobre todo la relación de Vanessa y Herendira,las palabras de ésta diciéndole a Vanessa el porqué no morirá a los 30...pfff me desarmaron :-D
En definitiva,que estoy enamorada de tu historia y estoy deseando seguir disfrutando de ella
Rita
vaya capitulo masss largo pero muy bueno
ResponderEliminargracias
Uy que gran capítulo, la verdad de Sasha a Herendira (ojala la perdone y que sepa que el papá de ella no es Victor), el atentado (creí que Vanessa iba a morir pero no fue así gracias a su fiel compañera Tormenta, me parecio triste que muriera la canina) las declaraciones de amor (de Herendira a Vanessa y de Andrea hacia Estafani fueron las escenas mas hermosas de este capítulo) lo único que no me gusto es que Helena se interponga entre Victoria y Amara (es muy perjuiciosa deberia apoyar a su prima como apoyo a Estafani y dejar tanta pendejada del que diran la familia, ellos no les importa verdaderamente a Victoria no la quieren para que congraciarse o complacerlos mejor que su prima haga lo que quiera y que ame a quien quiera).
ResponderEliminarDios mío! Es el mejor de todos los capítulos...Demasiadas emociones...he quedado impactada.
ResponderEliminarson tantas historias de amor y tan geniales, me encanta, cada vez se pone mejor.
ResponderEliminar- Maria, Colombia
Quiero que esta historia se convierta en un libro!
ResponderEliminarSombra a ti, mi más sincera admiración, y unas gracias infinitas por llenar mi alma de emociones desbordantes, de risas incontroladas y por momentos hacerme creer en lo imposible, si bien esto solo es un blog, deseo ansiosa el día de comprar todos tus libros y saber que aún sin conocerte, se que eres una excelente escritora y una gran persona!
Buena vida!