Zahara - July. MC - Capítulo 27

CAPITULO 27

Habían pasado tres días y aun no teníamos noticias de Berenice, estaba tan enojada con ella, tan decepcionada, tan… a quien quiero engañar estaba tan triste, tenía miedo de no encontrarla de que no volviese, que creyera que es más importante alejarse que estar conmigo, quería que se enterase que mi vida sin ella, no, simplemente no tiene un sentido, que me hace tanta falta, la extrañaba tanto, la cama era tan grande para Zahara y para mí, solo iban tres días, tres y yo no sabía que hacer empezaba a desesperar no saber de ella, una angustia enorme me invadía, el solo pensar que no quisiese volver con nosotras esa idea era tan dolorosa; no podía con tres días sin ella, al irse se llevó una parte de mí, de nuestra hija se iba con ella; la desesperación se volvió más grande cuando en mi surgió una duda… ¿Qué voy hacer si la encuentro y no quiere volver?, ¿qué voy hacer?’, me encontraba enseguida de la cuna de mi borreguito cuando apareció cole.

-       Eey hola, ¿cómo estás?

-       No quisiera responder a esa pregunta (le dije casi en un susurro).

-       (el respiro profundo y me miro triste) que piensas.

-       En Zahara, en su apodo.

-       ¿Borreguito?

-       Si (le dije esbozando una sonrisa)

-       ¿Porque la llamaron borreguito?

-       Bere la llamo así.

-       ¿Porque?

-       Pues… (en eso Zahara despertó con un llanto incontrolable), eey mi cielo chiquito, aquí estoy… que pasa amor porque lloras?

La levante en brazos y empezó a calmarse, mientras la abrazaba, cole le hablaba por y conversaba con ella,

-       Aun no deberías cargarla Mía, no tiene ni una semana que saliste del hospital, y de verdad no queremos que vuelvas, ven dámela.

Le día Zahara mientras la tomaba sonó mi celular, vi el número y era Antonio.

-       Hola, buen día, ¿cómo has amanecido el día de hoy?

-       Bien y tú?

-       También bien, gracias por preguntar, te hablo para decirte que… tienes la contraseñas de las cuentas de banco de Berenice, y no precisamente de las cuentas de banco, más bien de las contraseñas que usa para checar los estados de cuenta en línea?

-       No, pero no creo batallar para saberlas.

-       Esta segura.

-       Sí.

-       Pues bien, entonces voy para ya y verificamos, para ver en que partes ha usado sus cuentas, y saber dónde está, que te parece.

-       es.

-       Ok.

Después de unos minutos entro mi hermana corriendo a la habitación, se paró frente a mí y casi sin poder respirar me dice…

-       Lose.

-       Que sabes.

-       Ya se…

-       Haber tranquila, descansa y toma aire, sino te va dar algo acá.

-       (después de unos minutos en lo que se compuso me dice) ya sé dónde está Berenice, bueno sé dónde está en este momento, está en el aeropuerto.

-       Que, como lo sabes… bueno me lo explicas en el camino, vamos allá.

-       Espera, tal vez…

-       No, no hay tal vez, tenemos que ir allá.

-       Coda… siéntate ¿qée pasa si ella no quiere volver?

-       Yo… no sé…

-       No quiero verte sufrir más.

-       Lía tengo que hacer esto.

-       ¿Pero si pasa?

-       Entonces que se olvide de mí y es que puede porque yo me voy a dedicar a olvidarla.

-       Mía… (me dijo en una forma de ruego)

-       No, no me vengas con Mía, si ella no quiere volver entonces y habré hecho todo, puedo buscarla a donde fuese tenga o no tenga la oportunidad, pero entiéndeme tengo que hacerlo, quiero saber, quiero que me diga si en verdad quiere dejarme.

Salimos con dirección al aeropuerto, en el camino llame a Antonio para que me viera allá, Cole se quedó con Zahara, era la hora de saber, de ir por todo y ver qué pasaba.

+

Una conversación conmigo…

‘Y ahí estaba yo, en el aeropuerto internacional, esperando que pasara el tiempo para abordar mi vuelo, me repetía infinidad de veces que eso era un error, me estaba alejando de mi vida, mi casa, mi familia, mis amigos, de todo lo que conocía, y sobre todo de lo que más amaba, incluso más que a mí, me estaba alejando de mi hija y mi mujer, pensaba que estaba huyendo, pero huir, propiamente, no, no estoy huyendo me estoy alejando por voluntad propia… y de verdad es por voluntad propia… tal vez sí, estoy huyendo, pero como no hacerlo, como tenerla cerca de mí y no poder estar con ella, como explicarle que temo por ella, de que le pase algo, que si algo le llegase a suceder no podría, no tengo la fuerza para volverlo a soportar y tal vez por eso soy más cobarde aun, porque tengo tanto miedo a perderla que prefiero alejarme, al fina estoy creyendo todo lo que repetidamente me dijo Victoria; pero… pensándolo mejor debí habérmelas robado, llevarlas lejos y nunca más volver, que nadie supiese de nosotras… no, por mucho que me ame Mía jamás lo aceptaría, o mejor dicho yo jamás la alejaría de su vida, de su zona de confort, de su familia, que aunque reniegue de ellos, no podría hacer como que no existen, ese no es su estilo, es más mío o, ¿ese no es mi estilo?, pero entonces cual es mi estilo?... a ya sé, el de dejarla sola con nuestra hija pequeña y recién dada de alta del hospital, si, ese es mi estilo… pff si seré idiota, no dejar lo que amo por miedo, que patético…’

-       Hola, está ocupado este asiento.

-       No, adelante.

-       ¿Viaje de negocios?

-       no lo sé.

-       ¿Viajas sin una razón?

-       Tal vez.

-       Lo siento si te incomode, soy Andrea Liu.

-       Berenice Mora, y no, no me incomoda, solo que nose.

-       Espera encuentres tu razón a donde quiera que te encuentres.

-       Digamos que estoy dejando mi razón aquí.

-       ¡No!... (me le quede viendo con cara de duda ya que su no sonó un tanto histérico) ay disculpa, no quise gritar, solo que… perdona.

-       No te preocupes, está bien, solo que…. ¿?

-       Solo que si ya has encontrado tu razón nunca la abandones.

-       Es fácil decirlo.

-       Y porque iba se difícil hacerlo?

-       Siento esto como un interrogatorio.

-       Jajaja discúlpame.

-       Está bien.

“pasajeros con destino a Dallas, Texas favor de abordar por la puerta 4, passangers traveling to Dallas, Texas for addressing through gate 4”…

-       Bueno al parecer ese es mi vuelo, con permiso.

-       El mí también, bueno solo es una de mis dos escalas.

-       Viajas a… (le pregunte)

-       Bélgica.

-       En verdad ‘que coincidencia’

-       Sí.

-       Entonces tenemos un largo camino que compartir.

-       No me digas, vas a Bruselas.

-       Así es.

-       Pues vamos.

+

-       ¿Y a dónde se supone que va?

-       A Dallas

-       ¿A Dallas?, ¿por qué Dallas, si ella ni siquiera le gusta ese país, como lo sabes?

-       Pues me dijo su asistente de la constructora ella le programo el vuelo.

-       Que lista… gracias Lía.

-       No te preocupes, a mí también me urge encontrarla para darle un par de golpes por imbe… lista, por lista.

-       Tienes todo mi permiso.

-       Lo sé.

Llegamos cerca de 30 minutos después, lo cierto es que el trafico estaba insoportable, al llegar nos dirigimos a preguntar por el vuelo a Dallas, aun no podía entender a que rayos iba a Dallas, no entendía nada, cuando preguntamos la encargada nos dice… “lo lamento, el vuelo acaba de despegar con retraso hace 10 minutos aproximadamente”, yo me le quede viendo, no lo podía creer, se había ido, se fue, y se fue sin mí, sin su hija, que le pasaba, que estaba pensando cómo pudo irse, ¿cómo?... “disculpe señorita, se encuentra bien?”, de pronto reaccione “si gracias”, “quiero un vuelo a Dallas” después de 10 minutos de conversar con ella acabe diciéndole “disculpe, sabe que mi esposa viajaba en ese vuelo, yo no alcance a tomarlo me puede decir a qué hora aterrizar para alcanzarla el nombre de ella es Berenice Mora”, “a muy bien, deme un segundo, aquí está, el vuelo a Dallas llega a las 14:35 y transborda a las 18:45 para llega a Londres a las 09:35 y sale de ahí a las 12:40 para llegar Bruselas a las 12:45” “Bélgica (no pudo escoger un lugar más lejos, pensé)… necesito un vuelo a Bruselas sin escalas, es posible?”, “espera, dame unos momentos, necesitas llegar antes que ella a Bruselas, mmm, no, no, no, no… aquí esta… necesitar viajar ya el DF, de ahí a NY y de ahí directo a Bruselas estarías allá a las 09:45, eso te da una ventaja de 3 horas”, “a qué hora sale el vuelo a DF?”, “en una hora, y llegando transbordas directamente al vuelo de NY y en NY solo media hora para transbordar a Bruselas”, “perfecto ese quiero”, “muy bien dame unos minutos y te llamo para hacer todo lo necesario”, “gracias” , de pronto sentí un jalón proveniente de Lía, me vio con cara de molestia y me dice:

-       Claro que no, tú no puedes viajar Marcela.

-       Ey ey ey, no me llames Marcela.

-       Sabes que no puedes viajar, es muy peligroso en tu condición, ningún médico lo autorizara por no decirte lo que van a decir nuestros padres.

-       No se van a enterar.

-       Claro que sí.

-       Lía, en verdad tengo que ir.

-       Lo lamento, Mía pero esta vez tengo que decirte que no.

-       Yo creo que tú no me lo puedes impedir.

-       No me retes.

-       No te equivoques.

En eso tomo su teléfono y marco un número…

-       Hola madre, necesito que vengas al aeropuerto.

-       Que, porque?

-       Tu hija quiere subirse a un avión para realizar un viaje de más de 19 horas.

-       Que está loca, en su condición no es prudente, pero que le pasa.

-       Puedes venir.

-       Voy para allá.

Me le quede viendo y no lo podía creer, en verdad me estaba acusando con mi madre, acusando a mí, eso me caso un poco de risa, pero me controle y le dije:

-       Enserio crees que le voy hacer caso a tu madre.

-       Sé que no, pero ella es igual que tú.

-       A que te refieras.

-       Sé que no puede evitar que te subas a un avión, pero sí que te vendan el boleto.

Ignore lo que me decía, tome mi teléfono y llame a mi asistente, para solicitarle que me trajera mi pasaporte, seguido hable con cole para encargarle a mi hija y decirle que si podía mandar a alguien con una maleta pequeña que trajera un cambio de ropa, Cole me dio un sermón de que no podía viajar y no sé qué más, pero así lo hiso, termino accediendo, después de aproximadamente 30 minutos, yo ya tenía mi boleto en mano, mi asistente estaba arreglando todo lo necesario en la secretaria de relaciones exteriores para salir y todo para entrar sin problema a Bruselas, realmente el problema estaba siendo New York ya que no me dejarían entrar sin permiso, mientras mi asistente y yo tratábamos de resolverlo todo, en ese momento llega Victoria gritando y detrás de ella mi Padre;

-       Pero que estás loca, o tienes problemas o…

-       Por favor baja la voz.

-       Que te pasa Marcela, que no tienes consideración, no quieres estar bien, haber sabido lo que harías no te hubiese dado el alta…

-       Y yo, haber sabido que perdería al amor de mi vida por tu culpa, jamas le hubiese pedido que hablara contigo, me hubiera ido lejos de ti, donde no pudieras encontrarnos y… (de pronto sentí que me apretaron el brazo y seguido de eso escucho)

-       Basta hija.

-       (volteo a ver a mi padre que me sonríe, regreso la mirada a mi madre e inmediatamente me invade una tristeza por lo que acaba de decir) lo lamento Victoria yo no quise…

-       Sí, sí que querías.

-       No, no es así solo que no quiero mi vida sin ella y tú no lo puedes entender, no sé por qué pero no lo entiendes, no entiendes que ella es todo lo que siempre quise, lo que soñé… no, no es lo que soñé, supera todo sueño que pude tener sobre una persona, todo sueño de cuento, toda fantasía, es mejor de lo que esperaba y es mía, Mamá, no puedo entender cómo es posible que no te des cuenta…

-       Tú no puedes viajar, y aunque pudieras no puedes hacer que vuelva, ella no regresara.

-       Pero que dices…

-       Espera déjame terminar.

-       Que pasa.

-       Iré yo, yo la traeré, yo la aleje yo te la regresare, claro si estás de acuerdo.

-       Lo siento, pero no, iré yo, esto es entre ella y yo, ya rebaso más de ti, más de cualquier cosa, por más que la hallas alejado esto es entre ella y yo, y perdón, pero jamás te dejare intervenir entre ella y yo, así que iré yo.

-       Entiende no es recomendable que…

-       Yo iré con ella (dijo mi padre)… nada debe interponerse entre una persona y su destino.

-       Gracias pa.

-       Un placer mi princesa.

Se dirigió a comprar el boleto, y llamo a… irónicamente a su abogado, para que arreglara todo para el permiso en la secretaria y le mandara de urgencia su pasaporte, aunque él no tendría problemas viaja mucho fuera del país, un par de minutos después estábamos abordando con destino al DF.

+

-       Mamá me puedes explicar que fue lo que paso, porque esta Mía tan enojada contigo, ¿por qué dice todo eso?

-       No, no puedo.

-       Necesito que me lo expliques para poderte ayudar a que Mía hable contigo, porque… en el peor de los casos si no regresa con Bere jamás te lo va perdonar, y en el mejor que vuelva con ella tardara demasiado en volver hablar contigo, así que por favor ayúdame a ayudarte.

-        Soy su madre, es mi trabajo preocuparme por ella y si ella no lo puede entender entonces…

-       Espera una cosa es preocuparte y tratar de que este bien, no joderle la vida… uy perdón por mi vocabulario, pero una cosa es eso y otra es que te empeñes en separarla de Bere.

-       Siempre eh creído y siempre creeré que Bere está y sigue y seguirá enamorada de Vanessa, al igual que Vanessa está enamorada de ella.

-       Emm no sé muy bien de Vanessa pero por lo visto tu sabes más que yo de ella, porque no me cuentas.

-       No hay nada que contar, simple y sencillamente que Vanessa y Berenice son la una para la otra.

-       No estoy de acuerdo, madre… Victoria, alguna vez has visto como se ven tu hija y Bere, alguna vez has visto cómo ve Berenice a Mía cuando esta esta descuidad, alguna vez has prestado atención a eso, porque eso, ese significante detalle demuestra más de lo que mil palabras podrán decirte, te explico.

-       Nunca, he visto esa mirada en Mía, nunca hasta que conoció a Berenice, y después de eso vuelvo a ver esa mirada con Zahara, esa mirada de tranquilidad, satisfacción, de amor, jamás eh visto esa mirada en Mía y en lo personal no quiero que termine jamás, no quiero que pierda esa felicidad, esa paz, esa magia que irradia Mía cuando ve a sus mujeres…

-       Tú no entiendes.

-       Tal vez no entienda tus razones, pero entiendo las de mi hermana, y créeme la conozco mucho mejor que tú, se lo que es mejor que ella incluso cuando ella no sabe que es mejor y lo mejor para ella tiene un solo nombre y es Berenice.

-       Tengo que irme.

-       Deja a Mía ser feliz.

+

-       ¿Y… quién es ella Berenice?

-       Ella es mi hija Zahara con su mamá.

-       Oh tu…

-       ¿Soy gay?

-       No, iba decir más bien, estás casada y tienes una hija.

-       Jajajaja… casi me caso, y si tengo una encantadora hija.

-       No me digas que le dejaste plantada y estas huyendo de ella.

-       Técnicamente… no… más o menos… sí.

-       Oh, muy claro.

-       Hay cosas de las que no deseo hablar.

-       Entonces juguemos.

-       ¿Qué?

-       Si, cartas… el viaje a Bruselas es demasiado largo.

El viaje a Dallas fue bastante divertido ella es muy graciosa, ya llegando a Dallas o faltaban un par horas para transbordar decidimos ir a comer y beber algo a algún restaurant cerca de ahí, lo cierto es que ya me estaba arrepintiendo de tomar ese vuelo, quería ya mismo regresar con Mía, con mi Mía.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® July MC Derechos Reservados

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