Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Física, Química y Piel - Fanfic Jemma - Memo (Parte 31)


Y tiempo avanzaba envolviéndola en una rutina que era un tanto aburrida pero segura. Era su vida anterior, los días estaban repletos de obligaciones y las noches repletas de cansancio, volvía a la penumbra del claustro para guardarse todo lo que no quería decir y alcanzaba una normalidad que solo se cortaba con las prolongadas punzadas en la cabeza que lastimaban hasta forzar el olvido y la pérdida de conciencia… En algún momento se acabaría, de una manera u otra tenía que acabar…


Una sola vez, Bodo, le había preguntado si le extrañaba y su respuesta había sido un escueto “No lo sé” y esa era la verdad. Se enajenaba en sus propósitos y lo que le obsesionó toda su vida volvía a aprisionarle el pensamiento y como todo buen “transformador” consumía lo que estaba a su alcance y lo innovaba sin corromperlo porque no se animaba a más. No era la tristeza de existir ni las ganas de morir ni el privilegio de sufrir, aquello no le daba placer, era resistir a la “mano dura” de la sentencia que le robaba el alma

Hacía años que había caído de rodillas con la cabeza gacha y en vez de pedir perdón y arrastrase a los pies de alguien prefería besar lo desabrido y áspero del suelo. No esperaba más que sobrevivir en la vida pero no lograba estar lo suficientemente ciega y desesperada como para preguntar y aceptar una respuesta mentirosa, ni tampoco lo suficientemente rota y desalmada como para pisar y no dejar pisar, ni mucho menos seducida y abandonada como para regalar besos falsos. 

Al fin de cuentas el tiempo nunca era piadoso y siempre terminaba llevándoselo todo… Aquello que parecía no tener salida, que ahogaba en la espera y que agitaba de desesperanza lo había olvidado porque ahora estaba cubierto de “obligaciones” que le hacían trabajar más de la cuenta. Y en alguna parte de su cuerpo estaba cautivo ese “recuerdo prohibido” y en algún lugar de su cabeza guardaba “la llave” pero ya nadie venía a enamorarle y mucho menos a recordarle…                              

Apuró el paso y empujó la puerta de entrada con su hombro y sin despegar su vista de la carpeta que tenía en sus manos se adentró en la cafetería. 10 minutos de retraso para ella eran comparables con el fin del mundo y sabía que no repasar su clase por la mañana le haría tartamudear en frente de sus alumnos así que murmurando y contando contenidos con los dedos siguió avanzando.

- Oh!!! Lo siento… – Rápido, y sin mirar a quien había colisionado, se agachó a recoger los papeles

En cambio ella no hizo ni la prueba de moverse, simplemente miraba como Emma ordenaba con manos habilidosas y precisas y bastó con echar un vistazo a todo lo que les rodeaba para preguntarse, después de dos meses de lo ocurrido… ¿Qué era lo que estaba haciendo?... ¿De quién se había alejado? ¿A quién había lastimado? Irremediablemente ahora todo eran rumores y recuerdos, discreción y respeto, choques y anulaciones… como si nada hubiera existido…         
                   
- Listo! Esto es mío y esto… – Y se incorporó lentamente, como de costumbre, sus pies estaban en alguna posición de Ballet – Es suyo…

Emma distinguió, al instante, lo duro y vacío de la mirada azul y no encontrar ni siquiera desprecio le hizo endurecer su propia mirada. Ya no era más la Emma “tímida e inocente”… dos meses también habían transcurrido para ella… quizás su casa era un desastre, quizás se había golpeado la cabeza demasiadas veces en sus desmayos y quizás lastimaba de tanto brillar… Pero las miradas que provenían de este lugar ya no le eran imposibles y menos aquellas que no transmitían nada

- Profesora Hartmann  – acercó un poco más los papeles – lo siento… Buenas tardes – un lento parpadeo 
Una vez que los tuvo en su mano solo le quedó la oleada con aroma a mujer y a pasado y no acometió contra lo débil de la garganta y el estómago, esta vez pesó en la conciencia. Porque a causa de todas estupideces que había dicho y hecho solo le quedaba un saludo cordial y un choque “sin intención” que era inconsecuente, cuando antes, alcanzaba con un roce para poner el mundo al girar al revés. Relamió un poco sus labios ante la sensación de sequedad, y sin mirar atrás, avanzó, en lo que ahora, lucía como un desierto

- Es que no entiendo a las mujeres… ¡Y menos a las lesbianas!... No se hablan y con un par de miraditas ya saltan chispas por todos lados ¡Hay que ser ciego para no verlo! – Dejó caer la espalda contra el respaldar de su silla, abrió las piernas y sus nudillos golpearon su frente en un evidente signo de testarudez     
- Jajaja Ellas no lo notan…o no lo quieren notar, lo que sea – los dos habían observado la escenita desde la distancia – Pero están en un ambiente cerrado y lo cargan de algo… hay algo… – Hizo la mueca de querer atrapar ese “algo” entre sus dedos – En la sala de profesores pasa lo mismo y encima se llaman por sus títulos en ese tono tan “profesional”… Me apuesto que más de un profesor le dedica pajas…jajaja 
- De seguro!!! Jajaja – le pidió con un movimiento de mano que se acercara – Para mí Piet es uno de ellos – y le hizo con la mano el gesto de la masturbación masculina – Emma le tiene fascinado…  
- Jajaja – Bodo comenzó a beber su café
- Es una pena… – Bodo se asombró al ver el cambio anímico tan repentino, ahora miraba lleno de nostalgia a ningún lugar en particular – A mí me gustaban…
- ¿Te la machacabas pensando en ellas? Jajaja – intentó desesperadamente volver a la conversación anterior dado a que sabía que Ben insistiría con algo que ya estaba concluido y que era lo mejor para todos
- ¿Qué dices? No… – sonrió y negó con la cabeza – Me gustaban como pareja… No sé tenían algo de “cuento”… algo de “moraleja”…
- ¿Moraleja? – Eso lo había perdido completamente
- Sí! – afirmó con su cabeza porque estaba convencidísimo – Al menos a mí me han dejado algo profundo – se encogió de hombros – Que se puede sufrir más deseando que olvidando y que cruzar armas es una forma distinta de intercambiar y que en los intercambios a veces damos todo sin darnos cuenta… como que se nos escapa sin querer y lastima – y clavó su mirada de ébano en azul sorprendido de su acompañante. Estaban en plena guerra y los dos colocados en trincheras opuestas y si podían hacer un paréntesis para hablar con tranquilidad de la “paja” también lo podían hacer para hablar de sus respectivas amigas – ¿Por qué crees que ni se miran?
- No lo sé… – sonrió inquieto porque tenía una idea un similar a la de Ben pero era imposible. Emma lo hacía imposible porque cada vez que habían discutido sobre la academia no había piedades para Jenny, no había nada, ni bueno ni malo, sólo quedaba una máquina que ideaba con fervor y tanto miedo le había propiciado ese borrón y cuenta nueva que él mismo había pedido que dejaran a la morena libre de culpas – Quizás realmente se acabó – posó los ojos sobre el trabajo      
- Me gusta pensar que se esquivan porque son conscientes de que la próxima cruzada será “fatal” – sonrió e hizo un pequeño temblor – Me gusta más que creer que se acabó… y es condenadamente romántico…        
- Te hace falta un buen polvo – No hablaría nada más con él y su trabajo no era el de casamentero – sigamos con esto…             

Apenas desplegó el mapa sobre la pizarra algunos silbidos, negaciones y palabras de desprecio dedicadas a la geografía hicieron eco en su salón. Los “hijos del demonio” hoy eran una bendición, eran lo más genuino de su trabajo y eran los únicos que le daban algo gracia al día… Ellos habían llevado su clase a la popularidad y a veces las personas no cabían en el aula y las manos solían sudarle en frente al desafío haciéndole recordar que su único deber era “educar”

Y había tenido un buen enfrentamiento con la Junta, más bien con Bergmann y su esposa, a causa del espacio físico y del confort de sus “verdaderos alumnos”. Stefan había rechinado los dientes con furia cuando la decisión final rondaba entre un aula de mayores dimensiones o unos seminarios gratuitos pero que sumarían una buena cantidad de dinero en su salario mensual. La idea se fundamentaba en que ya había pasado bastante tiempo desde la última vez que la academia había hecho algo por sus alumnos y ahora que el presupuesto alcanzaba…

Su clase ya era una espina clavada en el culo de los conservadores que tiraban de los hilos y los derechos de alumnos eran la llama que ardía debajo de la soga y Bergmann podía ser un gran empresario pero a veces se le pasaba por alto el hecho de que su negocio lo alimentaban los alumnos y nada peor que clientes descontentos… y nada más “agitador” que alguien le incentivara a formar parte y hacer uso de lo que les pertenecía          

- Bueno… – Dio unos aplausos para llamar su atención – Espero que todos sepamos que este es un mapa de nuestro país, no?
- Sííí…
- De acuerdo – tomó una gran exhalación – Nos hemos ganado un viaje… a cualquier punto del país – señaló el mapa vagamente – Así que debatan justamente… lo cual significa que no pueden tirarse de los pelos ni muchos menos extorsionarse los unos a los otros – advirtió con el dedo en alto – Y cuando tengan algo claro, aquí estaré yo – señaló su escritorio – redactado los permisos  
- Biennn!!! – todos saltaron de sus pupitres de la alegría y estamparon rápidamente sus ojos en frente de la lámina 
- Yupi! – susurró irónica dado a que este viaje era por demás de inoportuno. Tendría que volver a pedir días en la empresa, Dennis pondría el grito en el cielo y cargaría de trabajo nuevamente a Lara. Solo podía rogar porque no fuera en la punta opuesta y con un gran suspiro se sentó en frente del ordenador a trabajar 
- ¿Profesora esto lo paga la academia o debemos pagarlo nosotros?
- ¿Por qué nos ganamos un viaje?
- ¿Cuántos días son?
- Eh… – tres alumnos y tres preguntas a las cuales no tenía respuesta. Bodo solo le había dicho que escogiera algún lugar del país y ya – Eh…
- El viaje está todo pago por la academia – la voz de Jenny se hizo presente y con pasos sensuales se adentró. Sostenía en su mano un folio y un bolígrafo, allí apuntaba sus opiniones acerca de las clases que presenciaba, y según Bodo, siempre eran positivas – Dura una semana. El motivo es la…

Su voz de a poco se perdía y tanto que ya ni siquiera podía oírle… y como no era la primera vez que ocurría comenzó a teclear… La indiferencia era una nueva forma de hablar y estaba bien, porque lo único que había aprendido, de lo vivido con Jennifer, era que debía aceptar y sin rechistar lo que le “tocaba”, tanto sus acciones como las de los demás, lo racional e irracional y el extraño revoltijo que se armaba entrañas cada vez que tocaba verle con alguien más

Al principio pasaba que los celos traían un inmenso ardor y tal cual como venían se retiraban… y sin embargo no le quitaba el sueño ni la respiración lo sexual y apasionado de los amantes… y quizás Jennifer le había dejado más de lo que creía y más de lo que toleraba pero ahora el “sexo” se veía cómo una “acción cualquiera” y no sentía miedo al aceptar que presumir deseo no era más que un juego en el cual la morena era una profesional

No había perdido nada, se había doblado un poco en frente al asolamiento de semejante tempestad, pero al final solo quedaba el rocío sobre su cristal, el brote de una flor y un nuevo sol… Y de misma manera que no sabía ser feliz tampoco sabía sufrir y al igual que el viento se llevaba las tormentas también se llevaba los juramentos  y si algún día había amanecido tarareando una canción también lo había olvidado…

- ¿Ha escuchado profesora? – Emma retiró la mirada de la pantalla – Hemos ganado el viaje por nuestro buen comportamiento!!! – Timo saltó alegre en un abrazo grupal con otros compañeros  
- Pues… felicitaciones – sonrió levemente con la intención de volver a su redacción
- Y podemos llevar a otra clase con nosotros!!! Porque somos pocos en cantidad… Y hemos decidido que será la clase de la profesora Hartmann – Y señaló a Jenny que, al igual que ella, lo miraba con un asombro que cubría el recelo
- ¿Por qué??? – las dos preguntaron al unísono
- Porque tenemos más amigos en esa clase y pintamos el mural con ellos – Luzi se encogió de hombros y las miró algo extrañada – La profesora dijo que podíamos elegir a cualquiera
- Es que es así… – Jenny miró a Emma casi pidiendo disculpas
- Además las chicas de Ballet están buenísimas…  ¿Qué pasa? – Timo interrogó de inmediato – Parece como si Ud. no quisiera ir de viaje con nosotros – señaló a Jenny y después a Emma – y como si Ud. no quisiera que ellos nos acompañen, profesora – Y este era un momento incómodo para las dos, aquel mocoso parlanchín les había tirado a la cara una buena cuota de realidad
- Sr. Özgül… – Que Emma se pusiera de pie y con la mirada oscura era un mal presagio. A Jenny no se le había olvidado esa hermosa cualidad que le permitía “desmentir” a cualquier costo y Timo no era más que un alumno un poco lanzado
- Pasa… – Levantó la voz para aplacar lo que se avecinaba – Que no llevo bien con la naturaleza – se encogió de hombros – Mis zapatillas de Ballet no son todo terreno y las arañas me dan pavor – al pensar en ese miedo un escalofrío recorrió toda su espalda – y la tierra también… y esa “vida campestre” a la cual no estoy acostumbrada – y terminó cruzándose de brazos y agachando la cabeza 
- Jajaja – Timo se acercó un poco a ella y se permitió apoyar una mano en su hombro – ¿Qué terror, no? – y sus dedos representaron las patas de un araña en frente de la cara de pavor de Jenny 
- ¿Saben a dónde viajarán por lo menos? – Si algo odiaba, Emma, eran estos tipos de cuestionamientos precipitados y triviales. Sin un lugar definido no sabrían si habría arañas o tierra, si dormirían en un hotel o en una tienda, si debían cazar para alimentarse o simplemente entrar en un mercado y bramar una tarjeta de crédito      
- Viajaremos!!! – dijo con entusiasmo – Todos iremos!!! – descolgó el mapa de la pizarra y caminó rumbo a la salida seguido de sus compañeros
- ¿Dónde van? – preguntó levantando sus brazos y cruzó una sola mirada con Jenny que estaba llena de incredibilidad y a la cual la morena solo le levantó los hombros  
- A preguntarles a los chicos de Ballet a donde quieren ir ellos y sin extorsionarlos – dijo con el mentón alto casi envaneciéndose de sus actitudes de chico bueno – Por cierto… ¿A dónde están? – le preguntó a Jenny
- En la ducha – consultó su reloj pulsera – Hace 5 minutos acabó la clase 
- Los esperamos afuera y sin hacer ruido – Y a la espera se quedaron y con su mejor mirada de súplica para para influenciar en el dictamen de su profesora       
- De acuerdo… – Terminó por ceder ya que lo que harían era lo justo – Vayan al jardín o la cafetería, después los alcanzo… – “Adolescentes” le susurró la cabeza    
- No iré… – Y casi se le escapa a su iodo esa negación que venía desde 2 metros de distancia – conseguiré a un profesor que cubra mi puesto – Sonrió y arrugó sus labios – después me envías los permisos…
- Debería pensarlo un poco más… – Y volvió a sentarse y a llevar su mirada a la pantalla – Se maneja muy bien con ellos…
- No creo que los extravíes – Sonrió un poco más amplio pensando en que no estaría nada mal que dejara a Caro olvidada en el medio de la nada – Lo hará bien profesora – y comenzó la retirada, no había clases ni tampoco razón para quedarse 
- Pero quizás ellos quieran que Ud. les acompañe, son sus alumnos profesora – dijo frenando los pasos de la morena. Se tomó un momento para mirarle a la cara porque el trabajo estaba por encima de todo y ahora más que nunca – Y de seguro que mis alumnos también quieren lo mismo – no le quedó más que admitir la obviedad              
- Puede ser – lo pensó un poco y Emma, como siempre, estaba en lo correcto – Cuenta conmigo entonces…
- Gracias – dijo con un leve asentamiento de cabeza 
- De nada… Ah!!! Casi se me olvidaba. Hoy sí podré acompañarte a la negociación de los contratos
- De acuerdo… Nos vemos más tarde entonces…           

Apenas cerró la puerta, a su espalda, suspiró largo y tendido porque las rodillas estaban débiles, a consecuencia de que Emma alcanzaba los deseos ajenos y por el efecto que causaban sus gestos… Avanzaba a pasos agigantados en este lugar y estaba en boca de todo el mundo menos en la de ella… con su maldita benevolencia estaba obligando al cambio y Bodo le había dicho que si no permanecía aquí para verlo, con sus propios ojos, le denunciaría ¡Vaya ironía! Emma no les permitía a sus alumnos que se extorsionasen

Así que ahora ni siquiera podía ser prófuga de lo que le laceraba y no acostumbraba a huir de lo que amaba pero ver a Emma, día tras día superarse, mientras ella caía más profundo en el pasado, era un puto castigo que debía pagar. Y quizás estaba excedida y con los sesos reventados pero se jactaba por no haber “llamado” ni una sola vez, por lograr ponerle cadenas al deseo y por nunca haber perdido la compostura cuando estaba en frente de ella.

Ben solía decirle que cuando todo acabase sería más fácil, que esto no era personal, que no querían aplastar su cabeza y claro que no lo querían… Ella no era más que una empleada sin moral, poco profesional y adicta que cambiaba sus horas de sueño por el éxtasis que le daba darle la espalda a toda esta situación, ella bailaba y se divertía mientras todos peleaban pero… A veces pasaba que le entraban muchísimas ganas de correr y sabía a donde quería llegar y sabía lo que quería hacer pero se enredaba y comenzaba a comprender…                        

Que si le buscaba la encontraría, que si penetraba en su mirada le descubría, que si le sonreía le lastimaría y ya no creía que esto fuera un juego de niños… solo sabía que se había acabado… Que a lo mejor Emma tenía todo lo que ella buscaba en otra persona pero le faltaba “algo para dar o alguien para estar”… Y en la soledad ni siquiera acompañaba el dolor… Y hoy Bergmann también le había apretado, quería saber todo sobre los jugosos contratos que tramitaba la nueva estrella del lugar…así que a trabajar


Estar en un segundo plano le había permitido notar dos cosas… que Emma tenía procedimiento bastante riguroso e inútil con su comida, una “manía” que consistía en respetar un orden preciso al hinchar los alimentos de su plato, para después llevarlos a su boca y que su estómago los digiriera como él quisiera. Y por el otro lado esta mujer bella, interesante y talentosa, quien engañaba con su femineidad y la cual no había parado de insinuársele a una Emma que estaba concentradísima en comer que no notaba nada

A veces pasaba esto, que no teníamos interés en el producto si no en quien nos lo vendía… y por lo general hacer de los negocios placer era una pésima inversión, dado a que el placer era un momento… Pero de la misma manera que las armas estaban hechas para la guerra Emma estaba hecha para complacer…Y en cierto punto entendía a esta “mujer calentona”, que cruzaba de medio lado sus muslos generosos para el deleite. No había nada mejor para un predador que un pobre cordero indefenso que técnicamente venía servidito en bandeja… “pobre ilusa” se descalabraría apenas Emma colocara un dedo encima de ella

No podía definir qué era lo que le molestaba más… Haber perdido esa imagen inocente y angelical que tenía de Emma aunque si asumía con madurez esta faceta de mujer sin corazón no le era nada despreciable o tener que escuchar todos esos halagos baratos, mezclados con una conversación que estaba disfrazada de inteligencia, que la estaban llevando al hartazgo o que esto le estaba afectando más de la cuenta siempre podía hacer iodos sordos y retirarse de manera civilizada      
  
- Disculpen… – con una sonrisa sensual, que tenía un blanco marcado, abandonó la mesa
- Me voy… – Se puso de pie con la cartera en mano
- ¿Qué se supone que estás haciendo? – preguntó al verle dejar un buen fajo de billetes, que era dinero en demasía para lo que habían consumido, sobre la mesa    
- A mi cuenta – sonrió después de apurar el último trago de su copa – ha sido una velada diferente  
- Esto lo paga la academia – dijo con el ceño fruncido 
- La academia paga por las reuniones de trabajo
- Esto es una reunión de trabajo... así que recoge eso! – llevó la mano a su entrecejo porque era imposible que hubieran cruzado un puñado de palabras y ya se sintiera ofendida 
- Mira Emma… esa mujer está esperando a que me evapore para poder invitarte una copa en su casa… Después follarán y dependiendo de tu desempeño en la cama firmará o no esos contratos 
- ¿Que dices??? – Y se puso de pie para quedar a su altura – ¿Estás loca??? – Y de sólo pensarlo le dio repugnancia 
- Digo lo que veo – Apoyó el dedo en la mesa y no perdió la oportunidad de enfrentarla. Quizás no tenía ni idea de cómo se movían las cosas entre las “lesbianas” pero podía distinguir el coqueteo y el deseo   
- Alucinas… – Dijo con una sonrisa incrédula 
- Estás ciega… – fue su rebatida espontánea – Y tú – le apuntó –  estás loca si crees que me quedaré a verlo  
- Espera! – la tomó por el antebrazo antes de que se le escapara – Pensaré que esto… te… incomoda  
- Tengo celos! – admitió descaradamente – No me hace ni una pizca de gracia ver como alguien intenta llevarte a la cama… disculpa soy así de egoísta y engreída… y estoy segura que ella no te lo hará pasar tan bien como yo  
- Pues… – asintió con la cabeza y volvió a sentarse totalmente relajada, todo esto se trataba de sexo y no era un asunto que quisiera discutir con ella – yo te he visto con 6 personas irte a la cama y aquí estoy – se señaló y sonrió, estaba intacta – y estoy segura de que cada uno de ellos te lo hizo pasar  “tan bien o hasta mucho mejor” que yo – llevó la mirada a sus manos – Eso no mata… 
- ¡¿Qué mierda sabes?! – dijo ahogando lo que quería escupirle a la cara – A ti todo te da igual!    
- Tal cual… – llevó las manos a sus bolsillos y sosteniendo la mirada propuso la primera locura – ¿No crees que sería mejor olvidarnos de todo?
- ¿Eso es lo que quieres? – ahora la que sentía asco y repulsión era ella ¿Quién demonios era la persona con cual estaba hablando? – ¿Quieres olvidar? Hazlo tú… Yo soy un poco más valiente que eso
- La valentía nada tiene que ver con el dolor – preciso, inteligente e hiriente 
- Claro que no… El dolor viene de las heridas… Y puede que tú no pierdas la calma, que no sangres ni grites pero eso no significa que no te duela ni muchos menos que no puedas causar heridas – y salió del lugar sin ver la media sonrisa en el rostro de Emma 


- ¿Puedo hacerte compañía? – alguien gritó a su oído y lentamente rotó la cabeza para observarle objetivamente. Era lindo y un buen candidato a polvo así que le ofreció la banqueta que estaba desocupada a su lado – Gracias… – Jenny no respondió nada, solo pitó su cigarrillo y se quedó a la espera de todas las idioteces que le debía escuchar antes de hacerse rogar un poco para hacer el amor – No soy el mejor…
- ¿Cómo? – pues aquello la había sacado de foco, estaba a la espera de un nombre o de alguna profesión ostentosa
- Que hace rato te estoy observando – dijo algo avergonzado – Y que he visto todos los hombres que te han abordado y no creo que sea mejor que ellos… Por cierto están haciendo cola detrás de ti – Y la morena miró por encima de su hombro y efectivamente había un grupo de hombres cercano – son como una manada de hienas… Jajaja
- Tú no eres mejor que ellos – el comentario cortó la risa de su acompañante de ocasión
- Tú no eres como todas las chicas bonitas que beben sola en la barra de un bar y solo por eso te invitaré una copa – hizo un repiqueteo con sus dedos sobre la barra
- No tienes que hacerlo – se negó al instante – Deja yo…
- Yo soy el hombre… Cantinero! – Jenny simplemente lo dejo hacer, algo en su cabeza le dijo que quizás podría ser gracioso – Otra botella de lo que ella este tomando… 
- Jenny? – aquel cantinero solo recibió un leve parpadeo afirmativo – Aquí tienen…
- Esta buenísima – puso su mejor cara de deleite y la morena simplemente le sonrió – Dime ¿por qué estas triste? ¿Un hombre te ha partido el corazón? Porque solo vienes a un bar a beber cuando quieres olvidar las penas
- Así parece… – Jenny volvió a observarle y algo en él llamó su curiosidad – ¿Porque estás tú aquí? ¿También un hombre te ha partido el corazón?
- Yo pregunté primero – respondió con astucia y hasta rio de su comentario y eso le gustó y ya estaba casi segura que descargaría toda la mierda de su día en su cuerpo
- Te haré una pregunta bonito – sonrió, se giró en su asiento para mostrarse bien y puso sus pies en “sur les pointes” – ¿Cuál es mi profesión? ¿Qué te dice lo que ves?
- Mmm… – la miró de pies a cabeza y después de unos segundos sentenció – Abogada o algo por el estilo…
- ¿Abogada? – Eso estaba bien lejos de la respuesta que le había dado Emma y se sintió segura, esto era seguro. No había enigmas por resolver ni frases que harían eco durante semanas – Seré abogada si quieres…jajaja
- Se tú misma… creo que es más fácil – y esa sonrisa invitadora terminó por convencerle 
- Lo has pedido… – cruzó sus piernas, apoyó la cabeza en su mano y mordió un poco sus labios – estoy aquí, tomando un trago contigo y con todas esa hienas riéndose a mi espalda, porque lo que más deseo en esta vida posiblemente esté follando con otra
- Ouch!!!   
- Porque otra mañana ocupará mi lugar en su almohada, y ya sabes, antes de entrar a su cuarto con un revólver y volarle las tapas de los sesos
- Mejor una copa con un extraño – chocó sus copas en un pequeño brindis por las casualidades – Haces lo correcto
- Gracias… – bebió un poco de su copa
- Pero hay algo que debo decirte… Eres… – la señaló – eres hermosa y estoy seguro que puedes conseguir a cualquier hombre que quieras
- Eso es cierto… pero mi problema es que lo quiero no es un hombre… si lo hubiera querido me hubiera llevado a casa a uno de esos musculosos 
- Hay mujeres aquí también – miró hacía todos lados dentro del local ya casi sintiéndose triste por la derrota – y tampoco creo que con ellas se te dificulte
- Es que no entiendes – negó con el dedo – No lo estas captando bonito – y centró en lo que debía beber para mañana sufrir y así no tener que pensar – No sabes lo que esa desquiciada puede hacer sentir…
- Explícamelo – sugirió con entusiasmo – No tengo nada mejor que hacer…


Apenas escuchó los ladridos del perro abrió sus ojos, eran anticipados porque nadie había llamado a puerta o quizás era un gato o algún simple ruido que encendía las alarmas del can, giró en su cama cubriéndose un poco más con la manta. Extrañaba a la música y hacía esfuerzo por no olvidar esa canción pero era en vano cada vez que lo pretendía flaqueaba y así que cerró los ojos intentando conciliar el sueño…

- y??? –preguntó cuándo la morena volvió hasta él
- No he podido… – estaba agitada por la carrera que había hecho a toda prisa desde la puerta de la casa de Emma hacía su coche y recompuso un poco el ramo de flores que sostenía entre sus brazos – Estaba el perro y comenzó a ladrar…
- Pero solo debías pasarla por debajo de la puerta y a estas dejarlas en el piso… Dame eso!!! – arrebató la carta de las mano de Jenny y se bajó del coche dispuesto a realizar esta misión que para este par de borrachos era cuestión de vida o muerte
- No, no, no – intentó hacerlo desistir pero no pudo – No creo que sea buena idea… otro día dejamos la carta y las flores
- Que va! – cruzó la reja de casa de Emma – te has dejado el corazón en este papel, unos cuantos euros en estas bonitas flores y has pagado la champaña costosa. Eso lo mínimo que puedo hacer por ti
- De acuerdo… hazlo rápido – y miró hacia todos lados y el corazón latía con fuerza. Se dijo que solo eran unas flores, una carta y la borrachera obligándole a hacer diabluras. Y le rogó a dios que nadie estuviera viéndoles y menos que pensaran que eran ladrones o algo por el estilo… No quería terminar presa por una patética declaración de amor
- ¿Qué es esto???

La morena solo alcanzó a ver la puerta abierta, Emma en pijama y con su mejor rostro de confusión y el salto que el perro hizo en dirección de su más reciente nuevo amigo, el cual para su desgracia estaba de cuclillas intentando pasar la carta. Emma tardó en reaccionar y después de algún tiempo de lucha logró calmar a Amigo y alejarlo de su víctima, la sangre ya estaba brotando del antebrazo y manchando todo lo que estaba a su alcance. Ahorcándolo con el collar, lo llevó al perro a la rastra hacía dentro…

- Mierda! Mierda!!! Mierda!!! Que perro de mierda!!! – sostenía su braz 
- No sé qué ha pasado… es un cachorro tranquilo ¿Cómo te sientes? – Era la pregunta más estúpida que podía hacer pero no se le venía nada mejor a cabeza. La cara de dolor y la sangre le hicieron estar lúcida de pronto – Médico!!! debemos ir a un médico… Eso no tiene buena pinta
- Ven! – Emma estaba de vuelta, le ayudó a levantarse del suelo y observó minuciosamente la herida – Entra… debes lavarte… Jennifer ayúdale por favor
- Aquí… – lo llevó hasta la cocina, más precisamente hasta el fregadero y abrió el grifo
- Súbele la manga – Emma le aconsejó y ya estaba con el teléfono colocado en su oreja– Norbert!!! Siento la hora pero… No, yo estoy bien… Es que aquí tengo un muchacho que Amigo ha mordido – se acercó a ver nuevamente la herida – Necesita puntos de sutura, antibióticos y una antirrábica por las dudas… Gracias hermano. Tomen asiento por favor y aprieta esto sobre la herida – Les dejó una toalla sobre la mesa a pesar que Jenny estirado su brazo – Ya llega el médico… ten paciencia por favor  
- Oye ha sido mi culpa… no debí – Aquel chico intentó explicarse
- Después! – ni siquiera le dio la cara mientras le hablaba – Ahora lo importante es que dejes de sangrar ¿Estás vacunado contra el tétanos? – preguntó de pronto
- No lo sé…
- Perfecto! – Y desapareció nuevamente
- Tiene un carácter de mierda… – sonrió entre el dolor que le provocaba la morena mientras presionaba su antebrazo – pero no está nada mal…
- Odia los problemas – explicó con una sonrisa – Le hemos despertado en medio de la noche y te ha mordido su perro…
- ¿Entonces hemos metido la pata bien profundo, no?... Lo siento parecía un plan perfecto
- No pasa nada, no es tu culpa… es solo que a mí todo me sale mal cuando se trata de ella – se encogió de hombros asumiendo la culpa

Había regresado y solo había dejado un vaso de agua sobre la mesa para después sentarse a esperar a su hermano. No pronunciaba palabra ni se movía, de a ratos parecía que estaba muerta… y ellos simplemente intentaban no perturbar ese ambiente tan vacío y áspero que Emma sostenía. Definitivamente debía estar furiosa, y no era para menos, pero una vez más le ganaba la severidad y la integridad y se mostraba helada, como si no hubiera nada en su piel ni en sus venas y mucho menos en su cabeza… Y el timbre fue el único capaz de sacarla de ese lugar en el cual estaba refugiada… 

- Flores y una carta – fue lo primero que escuchó decir a su hermano – creo que son para ti… estaban en tu puerta ¡Que romántico! – dijo con una gran sonrisa
- Déjalas en cualquier lugar… Amigo ha mordido a alguien y necesita atención
- Ok – Sacudió la cabeza, cerró la puerta y las dejó sobre la masilla del living. Emma quería al médico y medico sería y mejor no ser nada más porque había notado que su hermana estaba enojada y solo dios sabía lo que pasaba cuando Emma estaba enojada – Hola alguien y hola morena – Su presencia explicaba las flores, lo que no le quedaba claro era que hacía aquí este muñeco sangrante. Mejor ni preguntar

El sol molestó en sus ojos y como era habitual estiró brazos y rotó un poco sus pies… y después se abrazó a la almohada y al reconocer el aroma la noche pasada golpeó con fuerza su cabeza. De un solo movimiento estaba incorporada y con los ojos bien abiertos, observó la camiseta que llevaba encima y recordó a Emma ¿Emma? Y al llevar la vista al frente se cruzó con lo plomizo de su mirada      

- Podría sermonearte… – desde la recta pose que tenía en su silla impartía su sentir con voz pausada – podría decirte que esto me está enfermando, que has agotado mi paciencia o simplemente que te ves hermosa por las mañanas – sonrió casi imperceptible – Entiendo que estés dolida y que creas que todo haya sido un engaño… Entiendo que intentes con todas tus fuerzas castigarme y dejaré que hagas conmigo lo que quieras porque quizás me lo merezco…  
- Emma yo… – intentó hablar cuándo despertó de lo que Emma acaba de decirle 
- Quizás no soy nada de lo que creías pero desde que has caído dormida en mi cama – consultó en su reloj la hora – Han pasado 6 horas y yo he estado aquí sentada pensando en que decirte cuando despertaras ¿Y a ti te parece que he dicho algo importante? ¿Te he dicho algo que no sepas? ¿Te he dicho que es suficiente? ¿Mencioné que frenaras?
- Emma… – Pestañó y la primera lágrima rodó por su mejilla
- Buscas lo que no tengo – y el dedo se hundió en su pecho – Y quizás se te haga imposible creerlo pero me gustas muchísimo y he pasado un infierno solo para poder asumirlo… Y no es que quiera victimizarme ni escudarme en tus defectos pero tú no quieres escuchar esta vez…
- ¿Estoy aquí, no? – Era una mierda decir aquello después de dos meses y por esa razón lloró con más intensidad – Lo siento…
- No hay nada que sentir – dijo llena de pena – Has hecho lo que has podido y yo igual… Así que no simulemos piedad ni sorpresa… sabíamos desde el principio que era una cuestión de tiempo – se acercó a la cama para decir su verdad – Haré lo que tengo que hacer, Bodo me ha contratado para eso 
- No te tengo miedo – fue lo único que acertó a decir en frente de la amenaza – También me gustas mucho y yo me busqué… así que no sientas culpa
- No se puede sentir culpa – se acercó aún más y acarició su mejilla – jugar contigo ha sido una de las mejores cosas de mi vida – y de a poco se acercó para besar su boca                    

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Memo Derechos Reservados
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12 comentarios:

  1. Q#$R"#$T%QEGSTH QWqeuj chieeeiiii waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... ODIO EL LETRERO DE DERECHOS RESERVADOS!, me agarró demasiado desprevenida (tan desprevenida como encontrarme el nuevo capítulo hoy).

    Gracias por mostrar piedad Memo!!!... ahora respiraré profundo y comentaré en unos días :)

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  2. Un gustazo leer el capitulo. Pocos comentarios puedo añadir ya a tu historia y que no suenen repetitivos, es mi historia favorita, cada capitulo con un giro inesperado, en cada capitulo una sorpresa... eres buena escribiendo (desde un punto de vista nada objetivo) jajajajajaja.

    Makeys. España.

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  3. Gracias por este nuevo capítulo!!! Como siempre eres genial cada capítulo es mejor!...
    Saludos
    Natali Chile

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  4. Que placer ingresar y encontrar un maravillosos capitulo. Siempre me dejas deseando poder leer el siguiente. Gracias.
    Kikas. Colombia

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  5. Un excelente capitulo como todos gracias memo y gracias por esta vez no dejarnos avandonadas por tanti tiempo

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  6. Ohhh nooooo... pero como lo cortas ahi!!!!! Quiero ver (leer) que conversen y se digan sinceramente todo lo que nunca se han dichooooo!!! incluso si no terminan juntas (cosa que espero NO suceda)!!!

    Memooooo apiadate de nosotras y sube un nuevo capítulo prontooooo!!!

    Estas esperas son tremendas!!! Aún así esta es mi historia favorita!!

    Saludos

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  7. Que genial escribes! Esta historia te tiene en vilo y no sabes donde ira a parar!! Eres muy buena...sigue así!!

    Mati. España.-

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  8. OHHHHHHHHHH!!! No Por Favor!!!!! No puedes dejarlo allí!!! Este capítulo me gustó mucho jugaste con las distancias perfectamente. Al principio se encuentran a Km, en el desarrollo a m y en el final a cm de un beso. Me quito el sombrero, comencé a leer la historia hace poco (una amiga me la recomendó) y noté que has evolucionado todos tus personajes sin peder su esencia. Eso dice mucho de ti y del empeño que pones en cada vez que escribes. Estaré pendiente de la actualización
    Gracias por compartir tu arte

    Julián

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  9. Memo eres de lo mejor escribiendo, me apasiona este relato, me haces sentir por ellas, eres grande escritora, solo un pqueñito fallo te encuentro y es que tardas a veces mucho para nuestra ansiedad, porfa, porfa, porfa, no tardes tanto que estoy ansiosa de saber si vuelven al amor, y cuanto me gustaria leer un relato detallado de sexo entre ellas, para saber en propia piel como te hace sentir Emma y como de experta en el juego amoroso es Jenny, seria el mejor regalo de reyes atrasado que nos puedas regalar.
    Gracias por tu generosidad con nosotras con este relato, que tengas un año muy lindo.
    Betsy

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  10. cierto es que ya han habido escenas subidas de tonos, pero la mayoria son solapadas por el choque de personalidades y dudas que tienen los personajes, me apetece un relato de sexo explicito, narrado por Memo tiene que de lo mas increible que pueda leerse, a veces echo de menos un poco mas de erotismo en sus encuentros de cama, pues muchas veces nos deja claro que tienen una noche de pasion pero no la relata(a dos capitulos anteriores me remito) y seria soberbio, me fascina memo y la encuentro la mejor escritora que he leido hasta ahora y mira que he leido, memorable seria que empezara el proximo relato narrado con pasion y amor por parte de los personajes, y con lo que esta pasando con ellas un beso no seria la solucion, me encantaria que Emma le hiciera el amor a Jenny del tal forma que le quite las ganas de buscar desahogo en cualquier hombre, aunque esto sea una caracteristica clara de Jenny de todas formas chapò por Memo, tanto me gusta que no me gustaria que terminara nunca este relato, tanto es mi adicion que me haria muy feliz leer un capitulo suyo por semana, y se que esto no es posible porque como todas sabemos Memo estudia en la facultad y ademas tiene vida propia, lo se porque yo tambien soy universitaria y se como tenemos tiempo limitado pero no puedo evitar desear asi, besos a todas.
    Betsy.

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  11. "Lo supe en el momento en que te vi
    Quererte iba a dolerme de verdad
    Pero volví a mirarte y comprendí
    Que iría contigo hasta el final".

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  12. Por favor.. Necesito un nuevo capítulo!! Gracias

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