La vie no est rose - Anna Capítulo 20

Capítulo 20

Confusión

Eva se encontraba volviendo a su casa después de pasar la noche con Edith, habían tenido sexo en la encimera de la cocina, ya que los muebles estaban en casa de Sophie, aunque Eva al principio se había negado y al final ni siquiera había llegado al orgasmo ni una sola vez.

Edith le había rogado durante toda la fiesta que volvieran, y al final Eva termino aceptando.

No quería volver con Edith, pero esta le había prometido montón de cosas que ni siquiera era capaz de recordar. Eva era consciente de que Edith no iba a cumplir ni la mitad de cosas que había prometido, pero de todas formas le pareció un bonito detalle por parte de Edith, que intentara cumplir algo.

Eva aun guardaba esperanzas de que su relación con Edith se volviera como siempre había soñado. Y lo que Eva siempre había soñado era estar en una relación en la que tu pareja te respete y te amé, una relación en la que tu pareja no se canse de demostrarte cuanto te ama y te valora, y además una relación en la que puedas ver a tu pareja a diario, o por lo menos, poder disfrutar de largas llamadas.

Finalmente Eva llego a su casa, y se puso a pensar en todo lo que le decían de Edith, todas las recomendaciones que había recibido por parte de Carlos y de su cuñado, para que dejara de perder su tiempo con Edith. Sin embargo y por alguna razón que Eva desconocía, no sentía capaz de terminar con Edith, y no porque la amara, sino porque era una cobarde que no era capaz de dejar atrás su infelicidad con Edith y empezar una nueva, aunque desconocida, vida.

Por alguna razón se le vino a la cabeza Sophie. Con Sophie había disfrutado de muy buenos momentos, es mas en todo momento junto a Sophie había sido feliz, incluso cuando se enteró del engaño de Edith, ya que Sophie la animo y la tranquilizo, pero de todas formas, Sophie solo era una amiga, Sophie en ningún momento había manifestado que le gustara Eva, para esta, los besos que Sophie le dio solo fueron una reacción de gratitud por los detalles que había tenido ella con Sophie. No se podía negar que Sophie era guapísima no solo por fuera, sino también por dentro, ella es una gran persona, es muy detallista y tierna, pero de todas formas Eva no quería arriesgarse a tener esperanzas con alguien que apenas conocía.

-      Hola Carlos

-      Hola Evee

-      Yo no soy un pokémon

-      Hola Eva

-      Mucho mejor, no me gusta que me llamen Evee.

-      Vale, llamaba para preguntarte como te  fue anoche

-      Bien, supongo

-      Sophie estuvo aquí hace un rato, te dejo el disfraz

-      Oh, vale

-      ¿Mañana vas a ir al instituto?

-      Si

-      ¡Madre mía, que conversadora estas Eva! – Exclamo Carlos con sorna – que te pasa, ¿Por qué me contestas con una o dos palabras?

-      Lo siento Carlos es que no sé dónde tengo la cabeza

-      No será que el viaje te hizo daño

-      Para nada, ese viaje ha sido la mejor decisión y además la más inteligente que he tomado últimamente.

-      Sabes que, hablemos mañana en el insti, porque ahora mismo me estas generando más preguntas que respuestas, me tienes que contar como es que terminaste volviendo con Edith, y también me tienes que contar que paso en ese viaje.

-      Si señor

-      Así me gusta Eva, nos vemos mañana.

-      Ok, au revoir

El sábado de la semana siguiente, Eva recibió una noticia.

-      Cariño, nos vamos de vacaciones a América – Dijo Edith a través del teléfono

-      ¿Eh?

-      Cariño, he conseguido que me den vacaciones del 1 al 14 de Diciembre, y quiero pasarlas contigo en América, pero tú decides el país. Ya he hablado con tus padres y han aceptado.

-      Pe….

-      Nada de peros, dime a donde vamos

-      No sé

-      Tienes que decidir ya para yo poder reservar en los mejores hoteles.

-      ¿Te puedo contestar mañana?

-      Vaale, pero por favor, que no pase de mañana

-      Ok

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Sophie había pasado una semana horrible, le tocaba trabajar hasta las 6pm, haciendo papeleos, y todo para poder ir a Barcelona, y para empeorar las cosas, cada mañana al despertarse, pensaba en Eva; quería verla y sentirla, extrañaba su voz y su compañía, sin embargo se reusaba a encontrarse con ella o a llamarla, porque sabía que eso era hacerse daño a sí misma, ya que Eva no parecía no tener ningún interés en ella, es mas en toda la semana ella tampoco había llamado ni mandado ningún mensaje.

Sophie había dejado de darle clases a Carlos, sin embargo casi todos los días Carlos la llamaba para preguntarle cómo le había ido y para pedirle ayuda con algunas cosas. Carlos era un excelente amigo, Sophie incluso había pensado en hablar con él acerca de Eva, pero después se arrepintió ya que Carlos era el mejor amigo de Eva, y sería bastante incómodo para ambos.

Ese sábado, Carlos la había invitado a salir, él sabía que ella estaba muy estresada con el trabajo, así que la invito a que lo acompañara a hacer unas compras, para las decoraciones de Navidad. Ella había dicho que para navidad faltaba mucho, pero él había insistido y al final ella termino aceptando.

-      Carlos y a donde vamos a ir – dijo Sophie cuando Carlos se subió en su auto

-      A donde vendan cosas de Navidad

-      Tonto. Me refiero a que tienda.

-      Jaja. Mmm la verdad es que no se, busquemos algo por aquí cerca.

-      Vale

Cuando terminaron de comprar, salieron a comer algo.

-      ¿Qué quieres Sophie? Yo invito

-      No tranquilo yo he traído dinero

-      Sophie Ferre – La riño Carlos

-      Vaale. Un paquete de patatas fritas y algún refresco

-      Ok. ¿Por cierto cuál es tu segundo apellido? – Dijo Carlos después de hacer su pedido y el de Sophie.

-      No te lo voy a decir.

-      ¿Tan feo es?

-      Hey!! No es feo

En ese momento Sophie vio a Eva acercase a donde ellos estaban, por suerte para Sophie, Eva estaba sola.

-      Hola chicos

-      Hola Eva – Saldaron al tiempo Carlos y Sophie

-      ¿Qué hacíais?

-      Estábamos de compras y ahora íbamos a comer. ¿Te unes a nosotros? – Pregunto Carlos

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Eva había salido a caminar para tratar de despejar su mente por la llamada que había recibido de Edith, cuando vio a Carlos y  Sophie sentados en frente de una tienda. Se acercó a ellos y Carlos la invito a comer con ellos, Eva, obviamente, acepto.

-      Voy a pedir una hamburguesa, ya vengo – dijo Eva

-      Madre mía, Eva deja de comer que te vas a enfermar – dijo Carlos

-      Tu celoso – Dijo Eva cuando volvió de hacer el pedido

-      ¿Celoso yo? ¿De qué?

-      De que tú no puedes comer todo lo que como yo sin que se te note.

-      A ti si se te nota Eva, ¿O es que acaso nunca te has mirado el culo? – Se burló Carlos

-      Y tu alguna vez te has mirado la nariz – Devolvió Eva

-      ¡Ehhhh! No te burles de mi nariz, los que tenemos nariz grande, también  tenemos grande otra cosa.

-      Si, los pañuelos – Se burló Eva

-      ¡Serás zo***! – Grito Carlos mientras se levantaba.

-      Quieto Carlos – Dijo Eva antes de que Carlos empezara un ataque – ¿Sophie por qué estás tan callada? – Sophie no había dicho ninguna palabra después de que saludo a Eva

-      Es que estoy algo cansada.

-      Vale pues os tengo un plan, comemos y nos vamos a mi casa a ver películas. Y no acepto un no por respuesta – Eva dijo esto último mirando a Sophie

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