La vie no est rose - Anna Capítulo 16

Capítulo 16

El sueño

Cuando Sophie termino su largo y agradable baño, fue a buscar a Eva, pero no la encontró por ningún lado, la llamo, pero nada. Así que decidió vestirse y preparar algo de comer mientras Eva llegaba.

Una hora después llego Eva echa un mar de lágrimas.

-       Hola Eva te estaba espe…. ¿Qué te ha pasado?

-       Nada no importa

-       Si estas llorando es porque es importante. Ven sentémonos.

Ya en el sofá Eva se dispuso a contarle a Sophie que Edith le había mentido y que en realidad no estaba en Fuerteventura sino en Nancy (Ciudad Francesa) y además Edith le había admitido que se había estado acostando con una chica.

Sophie decidió hacer que Eva se durmiera en el sofá en el que estaban para que esta se calmara. Así que hizo que Eva se acostara en el sofá y le recostara la cabeza en sus piernas, Sophie empezó a acariciarle la cabeza a Eva y al poco tiempo esta se quedó dormida.

Sophie guardo la comida que había hecho y se puso a buscar por internet algún lugar al que pudiera llevar a Eva para levantarle el ánimo.

Al cabo de dos horas Eva se despertó, Sophie la obligo a comer y también la obligo a salir. Se divirtieron mucho y volvieron a casa cerca de las 10pm, y Sophie había logrado que Eva dejara de pensar en Edith.

Eva se cambió y se acostó en el sofá, Sophie quería volver a dormir con ella en el sofá, pero le daba pena pedirle que durmieran otra vez juntas en el sofá, así que le propuso otra idea.

-       Eva puedes dormir conmigo en la cama.

-       ¿Estás loca? Yo a esa cama no me acerco – Sophie iba a decir algo, pero Eva la corto – Te propongo una mejor idea.

-       ¿qué?

-       Hagamos un hueco y pongamos el colchón aquí.

Sophie acepto, aunque se daba cuenta de que el colchón era grande y no iba a poder poner una excusa para tocar a Eva.

Durmieron cada una en su lado del colchón. Sophie se levantó a las seis de la mañana, desayuno, intento volver a dormir, no pudo, así que se quedó mirando a Eva hasta que por fin se pudo dormir otra vez.

Miércoles y jueves pasaron tranquilamente, Sophie prácticamente no pudo tocar a Eva, pero aun así se había divertido ya que habían estado los dos días recorriendo los mejores sitios de León.

El viernes Sophie se despertó a las cinco de la mañana, se había dormido tan solo tres horas atrás, ya que había estado conectada hablando con sus amigos un rato después de que Eva se había acostado. Sophie se levantó, calentó leche, se la tomo, y ni con la leche fue capaz de volver a dormir. Decidió hacer algo arriesgado para intentar dormirse; volteo a Eva que dormía de lado dándole la espalda, y la puso boca arriba, con mucho cuidado para que esta no se fuera a despertar, después se recostó la cabeza en el hombro de Eva y puso su brazo alrededor de la cintura de esta.

Se sentía en el cielo, Eva olía genial, y su cuerpo era muy cómodo, y por fin un par de minutos después Sophie logro quedarse dormida.

-----------

Eva despertó sintiendo algo que olía muy bien haciéndole cosquillas en la nariz. Abrió los ojos y se encontró con que Sophie estaba durmiendo muy cómodamente sobre ella. Sophie tenía la cabeza sobre su pecho, un brazo le estaba rodeando la cintura y una pierna estaba abrazando las suyas. No se acordaba a qué horas habían terminado así, de hecho, no se acordaba a qué horas Sophie se acostó.

Eva decidió que intentar levantarse era completamente inútil e innecesario así que mejor empezó a acariciar el cabello de Sophie.

------------

Sophie despertó cuando Eva le acariciaba el cabello, en un primer momento no fue consiente de cómo estaba sobre Eva, pero apenas se dio cuenta de que está prácticamente no se podía mover por la forma en que Sophie estaba abrazándola, dio un brinco y se quitó de inmediato.

-       Hey!!! qué te ha pasado?

-       Lo siento mucho Eva, te estaba aplastando, de verdad lo s…

-       No pasa nada, y no me estabas aplastando, tranquilízate

-       Lo siento – Sophie no sabía que más decir, se estaba muriendo de la vergüenza, ella no pretendía quedarse así acomodada sobre Eva, pero el hecho de que Eva hubiese despertado y la hubiese encontrado de tal forma sobre ella, la avergonzaba bastante.

Sophie siempre despertaba primero que Eva, y por esto en un principio no le preocupo que Eva la descubriera. Pero ahora y por alguna extraña razón descubrió que cada vez que dormía abrazada a Eva, dormía mucho mejor y durante más tiempo.

-       Deja de decir lo siento. – dijo Eva interrumpiendo sus pensamientos

-       Vale

-       Sophie de verdad tranquilízate no ha pasado nada, no te he violado ni nada. – Dijo Eva pensando que la reacción de Sophie era porque ella la estaba tocando.

-       NO! Pero si yo me preocupo por lo que tú hayas hecho, me preocupo por lo que yo hice.

-       ¿Lo qué tú hiciste?

-       Pues abrazarte o mejor dicho, aplastare en mitad de la noche.

-       Jod** tía que pesada eres, de verdad, que no me has aplastado, de echo he dormido de p*** madre.

-       ¿En serio?

-       Que siiiiii. De hecho si miras el reloj te darás cuenta de que son las 3pm, y yo nunca había dormido hasta tan tarde.

En ese momento Sophie se tranquilizó aunque seguía algo avergonzada.

Eva se fue a bañar y Sophie se fue a hacer algo para comer.

---------------

Eva se estaba bañando mientras llamaba al hermano de Edith para saber el a qué horas llegaría.

Edith tenía una pequeña sorpresa preparada para Sophie, y para poder darle la sorpresa necesitaba hacer unas cuantas llamadas.

Primero necesitaba llamar a una tienda donde le proporcionaran lo que necesitaba.

Y luego debía ir a recoger el regalo que había comprado para Sophie. Eva había decidido darle una pequeña sorpresa en León ya que así tendría la atención de Sophie solo para ella, el problema sería distraer a Sophie para poder preparar las cosas.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

La Teta Feliz Historias y Relatos ® Anna Derechos Reservados

© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.