- Vamos Emma… – Tomadas de las manos, Jenny dando un
paso adelante y Emma otro hacia atrás, un juego de cinchada para desconectar un
poco del trabajo o para ir a casa a dormir porque mañana había que trabajar
temprano por la mañana – La negociación con aquel “viejo” ha sido una
porquería… necesitamos divertirnos…
- Aquí??? – Señaló la fachada del lugar – Si querías ir a un galpón inmundo
podemos ir al taller de mi hermano… Y no le digas “viejo” que es un profesor
prestigioso – Reprochó su manera de referirse a quien había aceptado 4 de sus
alumnos en su antigua escuela, una de las más prestigiosas y costosas de toda
Alemania… Y tiró con fuerza para su lado
- No le digas “inmundo” a este lugar precario – puso cara de indignación y
frenó sus pasos
- Lo siento, yo… – De pronto estaba fucsia y casi sin aire al saber que su
comentario había sido horrible y casi llegando a discriminador – No quise…
- Por favor… – Le importaba una
mierda la culpa que Emma pudiera sentir al faltarle a su moralidad, no estaba
rogando por hacer un juicio de moral solo quería entrar y probarse en un lugar
distinto de la cama – Por favor… – Susurró pegada a sus labios – Prometo que lo
pasarás bien… – La besó y aprovechando el efecto que provocaban en la rubia los
acercamientos espontáneos tiró para su dirección – Además será educativo…
- Educativo??? – preguntó desconfiada cuando recuperó el pensamiento – No
vengas a decirme que semejante griterío gutural es el sonido del aprendizaje…
porque sé que esto es una fiesta
- Lo aprendiste en un libro, bonita??? – Preguntó bromeando y arrastrándola
hacia la puerta
- Jajaja… No! – era un comentario bastante cómico y apropiado – fui a
algunas fiestas en mi vida… – Pero no de este tipo, el volumen de la música ya
le permitía figurarse la locura que había en el interior
- No es cualquier fiesta – Frenó sus pasos porque no quería obligarle y hoy
se sentía lo suficiente segura así que le tendió la mano dispuesta a enseñarle
– Puedes confiar en mí… – y lo complementó con una mirada profunda que podía
derretir lo que estuviera en frente
Y a Emma le hubiera encantado poder creer en sus ojos azules pero la vida
no se vivía ni en el cielo, ni el mar, ni volando, ni hundiéndose, ni
aterrizando, ni emergiendo, ni “dándolo todo guardándose lo importante”… Sonrió
algo torcido porque la conciencia le pesó como el cemento dado a que no era ni
la mitad de inocente ni ignorante que Jennifer creía
- De acuerdo… – Esta iba por las veces que le había hecho correr fuego en
las venas, por eso cerraría los ojos una vez más y las que hicieran falta… E
hizo a un “costado” aquella vieja rutina de dar paso al costado y dejar que
todo pase, la vida no era más que un momento armado de pequeñas cosas…
¿Para que demonios se había aferrado aquella mano? Cruzó la puerta y ya
había chocado con el sudor de 10 personas por lo menos… Odiaba las multitudes y
los altos decibeles de sonido eran insoportables para sus oídos, quizás era lo
único que destetaba de su organismo porque la condicionaba a asistir a
determinados lugares. La morena le sonrió y automáticamente cambió la cara de
desagrado por una sonrisa radiante y así siguieron avanzando.
Algunas lamparillas de colores en el techo más unas serpentinas que caían
irregularmente… El piso estaba patinado de un fango que era mezcla de tierra y
la bebida de los que habían perdido el equilibrio ya bien temprano por la
noche. ¿Cómo era que Jenny podía pisar el barro con esas botas costosas capaces
de alimentar una familia entera por semanas? Le vio mecer el cuerpo al compás de la música
y la curiosidad se acrecentó y aún más cuando se saludaba a besos y abrazos con
todo aquel que se cruzaba en su camino
Estaban bien lejos del Ballet y de la elegancia y finura que lo
caracterizaba, estaban a la misma distancia de aquellas piezas clásicas que
solían sonar con potencia en su casa y sin embargo la morena parecía no notarlo,
parecía que compartían mucho más de lo que se veía a simple vista. Aprovechó su
distracción para espiar el rudimentario escenario y dejó de contener la
respiración al ver músicos y de nacionalidad cubana… todos y cada uno de ellos
percusionistas.
- Podrás contarle más cosas mañana a tus alumnos… – Le habló al oído
sintiendo orgullo por el tanto que se había anotado a su favor, tal cual lo
creía no había fallado – algunos son “viejos amigos míos” – y la levantada de ceja que Emma le hizo
corregirse – No de esos amigos… de los amigos de verdad – Recordó que no tenía
amigos – Conocidos… eso, son conocidos
- Lo entiendo… – un simple parpadeo y una sonrisa y basta de poner en
aprietos – Y me encantaría platicar con
uno… Gracias
- Pero tendremos que esperar hasta el receso para eso – Le hizo una seña a
un músico y le indicó en donde estaría – Así que vamos a sentarnos…
- Ok…
Volvió a chocar con todos los cuerpos que pudo pero esta vez porque no
logró dejar de mirar el escenario, gracias a dios Jennifer la conducía de la mano.
La percusión no era su área, aparte de las cuerdas, manejaba bien los vientos
pero con la percusión la cuestión era simple: no podía ejecutarla, si lo hacía
sus manos no serían capaces de tocar su violín jamás en la vida… Destrozaría la
precisión de sus falanges…
- Cómo es que conoces este lugar? – se sentó los más recto que pudo, la sensualidad
ya la cargaba Jennifer, que a diferencia de ella, cruzó sus piernas dejando medio
muslo a la vista por la raja de su falda. Era una cuestión de tiempo que
alguien se les acercase…
- Bueno… “salí” – Y afirmó con la cabeza para hacerle saber que sí, que era
alguien con quien se había acostado – Con un chico que venía aquí… un bailarín,
un buen bailarín… – Y cruzó las manos sobre la mesa, ya estaba, la verdad no
era tan mala sino más de lo mismo
- Y que pasó con él??? – avanzó por que la información le supo a nada
- Lo de siempre… – Sonrió – No supe valorarle, no le di una oportunidad,
jugué con él hasta que me aburrí…
- Vaya… – Se acomodó un poco en la silla, sacó un papelito que estaba en la
mesa y sus manos que de repente estaban inquietas se escondieron debajo de la
mesa. Nervios… Jenny descifró que aquella manía de limpiar su espacio venía
cuando algo le incomodaba, lo apuntó mentalmente…
- En fin, pasado… Creo que ahora es buen esposo de alguna buena dentista
aburrida – Emma terminó por sonreír, había que ser bien descarada e hipócrita
para dedicarle semejante palabras de burla a un ex pero entendió que solo se
mofaba de lo trágico de su pasado
- Bueno… Tú no estas muy lejos de lo mismo, no? – Levantó los hombros y
apoyó la espalda en el respaldar de su silla, parecía relajarse y dejó escarpar
sus palabras sin ser tan consecuente – Poco tengo de divertida… – Levantó la
ceja pidiendo cuidado en sus palabras, que también le podía pasar a ella y que
quizás hasta le estaba pasando
- Si… – se reclinó sobre la mesa mordiendo sensualmente sus propios labios
– …esta es tu forma de pedirme matrimonio te digo que es muy original… y
apresurada – Y terminó por sonreír
- Noooo!!! – saltó de su silla como estuviera forrada de clavos – Coof!!!
Coof!!! – Y entre querer negar y desmentir se olvidó de tragar debidamente – No
lo dije por eso!!! – dijo con un hilo de voz y la mano fue a parar a la
garganta
- Emma! Sólo bromeaba Emma… – La preocupación le embargó al ver que estaba
demasiado roja y se colocó a su lado para palmearle la espalda – Una pésima
broma, respira tranquila por dios!!! – Estúpida! Si no tuviera que asistirla se
hubiera reventado el cráneo a golpes en contra la pared… Agua solo necesitaba
agua y miró a la mesa y no había nada allí, recién acababan de sentarse. Una
mano pasó por su campo de visión con un vaso y se lo arrebató – Bebe… – Y sin
saber que demonios era lo que contenía se lo puso en los labios. Y Emma
desesperada lo tomó
- Ya esta… – Sobó su espalda
- Hey! Me debes un trago – dijo el pobre hurtado
- Eso… tranquila… – Secó algunas lágrimas que se le había escapado por el
esfuerzo. Debía tener más cuidado con lo que decía si no quería el sincope y el
posterior para cardiaco – Cómo te sientes? – preguntó apenas dejó de beber,
casi medio vaso de un mojito cubano
- Mejor… – Otra gran mentira, la vergüenza le corría por dentro, había
hecho de una simple broma el fin del mundo y una puta atracción para las mesas
cercanas. Y lo peor era que la garganta ardía como el mismo infierno – Es sólo
que…
- No pasa nada… – Acarició sus mejillas y la miró a los ojos para
cerciorarse de que todo estaba bien – Tranquila… bonita – Sonrió para
transmitirle confianza
- Hey!!! Lesbiana!!! – Y el grito de aquel pobre infeliz retumbó en los
oídos de las dos – Te dije que me debes un trago ¿A ver como mierda me lo
solucionas?
- Pide lo que quieras – Cerró los ojos soportando partirle la cara a quien
le hablaba a su espalda – Para ti y para tus amigos… a mi cuenta, lo siento –
lo mejor era dejarlo pasar
- Y quien demonios eres tú??? – El tono era neutro a pesar de la grosería
aquella persona solo necesitaba un nombre al cual cargar su trago y Emma rápido
hurgueteaba sus bolsillos en busca de algún dinero y su mirada no estaba atenta
para ver lo que estaba por suceder
- Lo mismo me preguntó yo – Se dio la vuelta encolerizada – ¿Quién demonios
eres tú para creer que puedes hablarme de esa manera maldito imbécil???
- Hey!!! Tranquila muñeca…
- Jenny… – Los ojos de Emma casi se desorbitaron y logró sujetarle por el
brazo con fuerzas impidiéndole que se acercara a él – Vamos… Jenny… vamos… –
Rogó porque todo quedase en la nada aun sabiendo que estaba bañada en gallardía
y petulancia – Vamos… – le soltó de a
poco cuando parecía que volvía la calma. Encontró el dinero y estaba dispuesta
a entregárselo a aquel hombre con la pertinente disculpa… Y lo que siguió fue
muy rápido, lo que quedaba del mojito se estampó contra la cara de aquel
hombre. Emma quedó estática, con la boca abierta de par en par y con el billete
en alto al ver como se quitaba el alcohol de sus ojos
- Hija de puta!!! – Un paso adelante y un grupo de hombres lo estaba
sujetando por todos lados y le alejaban de donde ellas estaban preguntándole si
estaba loco
Miró como la morena se mantenía erguida y con el mentón en alto mostrando
orgullo de sus actos. Bien sensual y femenina y bien tosca y enardecida… ¿En
qué demonios estaba pensando con semejante atrevimiento? ¿Qué hubiera pasado si
nadie detenía aquel hombre? Destetaba la violencia, no encontraba justificativo
para tal estupidez humana de solucionar problemas con golpes e insultos
- Nos sentamos bonita??? – Propuso con una sonrisa como si nada hubiera
pasado
- Nos vamos a casa… – Fue su determinante respuesta
Estacionó el coche en la puerta de la casa de Emma, esta primera salida
había dejado mucho que desear y un silencio que les había acompañado todo el
viaje de vuelta ¿Acaso no le había prometido que no se arrepentiría? ¿Qué lo
pasaría bien? ¿Qué podía confiar en ella? Cerró los ojos ante el fracaso y
llevó la mano a su nuca… realmente había salido todo como la mierda
Se había sentido humillada y no acostumbraba a dejarse amedrentar por nadie
con o sin fundamento y menos en frente de la persona que más le importaba, solo
se había defendido según ella. ¿Pero de que? Solo le había dicho lesbiana y
ahora era una lesbiana ¿o no? Y Emma también era lesbiana ¿Y de que modo
procesaba todo esto???
- Hasta cuando el silencio, Emma??? – Preguntó después de un largo suspiro,
pensar no traía respuestas sino más preguntas que se sumaban al silencio de
Emma – ¿Qué tendría que haber hecho, Emma? – las manos cayeron sobre el volante
mostrando toda la frustración que causaba la situación
- No lo sé…
- ¿No lo sabes? – Escupió ironía porque no podía dejar de sentir que estaba
tachando su conducta de primitiva y agresiva – Tú siempre lo sabes todo… Tú lo piensas
todo…
- No es así… – De la forma más insípida e inexpresiva la sacó de su error –
No lo sé todo y menos puedo racionalizarlo todo… – Y pensó bien lo que decir –
Y no es necesario que te defiendas de mi – terminó por sonreír de una forma
extraña
- Lo siento… Lo siento… Me sobrepasó la situación… No pude controlarme –
agitó las manos con desesperación es que era de recordar y enfurecerse
nuevamente y de hablar y empeorar todo
- Y posiblemente te sobrepasará más veces... no es fácil escuchar lo que
escuchaste – Siguió con aquella entonación que no trasmitía nada
- Tú en cambio pareces acostumbrada!!! – Levantó los brazos indignadísima
para golpearlos nuevamente contra el volante
- Estoy acostumbrada a no escuchar lo que no quiero oír… Y mi consejo es
que deberías intentar hacer lo mismo si quieres evitar pelear cada vez que
escuches algo que no te guste…
- Estás enojada? – Era lo único que quería saber… si podían dormir juntas,
si podían olvidar juntas y si podían despertar juntas una vez más y que todo se
fuera a la mierda
- No… – Le sonrió cálidamente – Que tengas buenas noches Jenny – Dejó un
beso con un gusto extraño en sus labios y todas respuestas negativas
- Lo siento… – Logró disculparse nuevamente antes de que se bajara del
coche
- Mierda amigo!!! – apenas subió la llave de la luz vio el desastre que era
su casa. Plumas por todos lados y en el medio del pasillo su zapato preferido
hecho añicos. Se llevó la mano a la frente… su zapato, el cojín y ahora una de
sus costosas almohadas de plumas. Enyesado y todo parecía que su “amigo” no
tenía dificultades para subirse a la cama. Dejó lo que tenía encima sobre el
sillón y comenzó a recoger, no pegaría ojo sabiendo que algo estaba fuera de su
lugar…
Se apoyó en el marco de la puerta solo para observarla. Leía algo con total
concentración mientras hacía un repiqueteo nervioso con su bolígrafo. Estaba
nerviosa e insegura, y no era para menos, sus días en la empresa estaban
contados y su matricula profesional atada al criterio de sus empleadores y todo
por un capricho, por una idea, por una especulación…
Una pregunta sin respuesta no era más que la chispa que encendía la
curiosidad, le seguía la investigación y a posteriori el enunciado de
hipótesis, pero lo más importante eran las pruebas empíricas y los resultados
que las mismas arrojaban. La mayoría de las personas creían que el ritual
metódico era algo que concernía a la ciencia cuando en realidad la vida misma
era un enorme ensayo en el cual se ponían a prueba las acciones, los
conocimientos y sentimientos…
Realmente era hermosa e inteligente, realmente le gustaba el afín de sus
personalidades pero no tanto para llegar a ser su conejillo de indias, no tanto
para dejarle sentenciar aquello que creía saber. No debía haber algo, en este
universo, tan complejo y poderoso como la mente humana y error de todas las
personas que trabajaban con ella era dejarse seducir por lo entreverado de sus
encantos
Animales con pensamientos, no había nada de divino en aquello y así de
imperfectos que nos obsesionan tanto los cuerpos como las conductas y así de
repetitivos y poco originales para caer siempre en las mismas preguntas y así
de poco valientes para dejar de cuestionarnos “ciertas cosas”. Lo sabía, alguien le había enseñado que un
comportamiento distinto era antihumano
- Se puede??? – Y no esperó contestación, simplemente se adentró. Y no hubo
amonestación, le estaba esperando.
Un silencio le indicaba, que al igual que todas las veces que entraba en
esta habitación, estaba siendo observada casi llegando a estudiada. Detrás de
los cristales de sus gafas se hallaba el escrutinio y la egolatría en todo su
esplendor y aquello solo le confirmaba que no le debía piedad, que ya
suficiente había aguando de sus insolencias
- ¿Qué es lo que quieres? – Preguntó mientras cerraba la puerta
- Tus reportes psicológicos… – Dijo con los ojos clavados en los papeles
que tenía en su escritorio – Algo que me dé una pista de lo que padeces…
- De lo que padezco??? – preguntó extrañada mientras tomaba asiento y se
cruzó de piernas con una enorme sonrisa. Y esa caramelera estaba repleta y no
pudo evitar la tentación, uno a la boca y otro al bolsillo – Qué es lo que
padezco???
- También hago ciencia!!! – Levantó la voz porque sabía que la Dra. estaba
riéndose en su cara
- De una manera poco convencional… – Dijo imponiéndose y bañándose de
crudeza – Durmiendo con tus pacientes y poniendo en riesgo tu carrera
- Tú has sido la única!!! – gritó sin poder contenerse, era su
profesionalismo el que se sentía herido
- No hagas que sea la última… – intentó no perder la calma – ¿Dónde crees que te llevará ese afán de
búsqueda?
- A la satisfacción de mi curiosidad profesional – Dijo apretando las
muelas – pero entiendo que no puedas comprenderlo ni mucho menos sentirlo – Le
atacó con la mirada en alto – He visto lo que padeces gracias a mi falta de
profesionalismo
- No has visto una mierda – terminó por escupir mientras se levantaba de la
silla sin mas paciencia para escuchar semejantes estupideces – Y no verás una
mierda
- Me amenaza Dra.??? – Preguntó apenas pudo encajar la mandíbula. Lo
fascinante era la muestra de enojo, aquellas palabras no eran más que el acto
reflejo de la defensa, muy humano y muy lejano de lo que ella creía – No es
necesario que finjas aquí… – Le detuvo con palabras antes de que marchara –
Eres muy inteligente… y algo me dice que no solo con los números y presiento
que me engañas… – Se puso de pie y avanzó hasta acercarse a ella…
La Dra. le tenía fascinada y esta muy posiblemente fuera la última vez que
le viera… Que viera esa inexpresión, esa indiferencia y ese brillo en los ojos
que contradecía a esa frialdad que reinaba en sus actos, y todo dio igual, ya
le condenaban por decir lo que nadie se animaba. Y le gustó que Emma ni
siquiera inmutase cuando invadió su espacio personal…
- Que te hizo así? – Y manos de sus paso en un caricia por su mejilla y no logró
moverle ni un pelo. Dolió la ambigüedad de calcular que a lo mejor ella no le
provocaba nada – Desde cuándo? – Buscó en su mirada la razón y poder hacerle
entender que solo quería ayudar
- Nada… – con delicadeza retiró su mano – Así nací… – Sonrió porque mas de
eso no diría – Déjalo… por favor – Y terminó por salir de su oficina
- ¿Y que? – preguntó expectante apenas Emma llegó a su lado – ¿Le despido?
– Se cruzó de brazos y se recargó nuevamente sobre la pared del pasillo
- No… – continuó con su camino por
aquellos pasillos blancos y helados como la nieve, eran mismo color de la bata
que le cubría la piel pero le regalo una sonrisa al Sr. de la limpieza
- Insistirá Emma – Caminaba a su lado y aquel hombre para él era
insignificante – Para mi es mejor despedirla y sacarnos este clavo de encima –
mas importantes eran los problemas de trabajo
- No la despedirás… no es necesario
- La reubico entonces – Sostuvo la puerta con la mano para cederle el paso a
Emma – Desde lejos de seguro que no escucharemos sus preguntas… Jajaja – Su
carcajada era pura malicia – De acuerdo, allí la dejo – dijo cuando la mirada
reprochadora de Emma le decía que era suficiente – Si es lo que quieres…
- Te lo agradezco…
- Bueno… – Ya no encontró nada más que decir, ni que hacer más que llevar
las manos a sus bolsillos – Te dejo…
- Dennis… – Se giró extrañado. No le llamaba por su nombre en aquella
entonación desde hacía años y se agitó al saber que pediría algo personal…ya
hacía tanto tiempo desde la ultima vez que le había pedido algo que casi se le
estaba olvidando que algo de placer había en ayudar
- Si? – Y no pudo reprimir la sonrisa idiota a pesar que Emma tenía los ojos
puestos en la pantalla del ordenador
- Sería posible que me tomara unos días de vacaciones? – dejó lo que estaba
haciendo y le miró a la cara decirle una verdad – creo que los necesito – y no
se privó de mostrarle en una mueca el cansancio
- Bueno… – Estaba más extrañado todavía. De los 5 años que Emma llevaba en
la empresa no se había tomado ni un solo día de vacaciones, algo que era
inconstitucional y que encubrían con viajes a instalaciones que estaban en
distintas partes del mundo – No sería bueno, acabas de empezar con tu equipo de
investigación esta semana, sin órdenes no sabrían que hacer – Y lo pensó un
poco más – Pero sabes que puedes hacer lo que quieras…
- Me tomaré dos semanas – Afirmó con la cabeza
- Y la investigación??? – Algo definitivamente no estaba bien. Un año para
obtener un presupuesto y cuando se lo entregaron lucía más triste que feliz y
ahora abandona la investigación apenas empezaba – Emma no hay tanto dinero… –
Él todo lo pensaba en números
- No perderás nada… Lara lo continuará
- Lara??? – Listo esto ya era una locura, poner montones de euros en las
manos de una niñita trastornada – Tiene 19 años Emma… – no podía creer los que
escuchaba, Emma misma le había dicho que era una niña haciendo cosas de mayores
- Lo sé y sé que es mucha responsabilidad – Se acercó un poco a él – pero
no viajaré, me quedaré en la cuidad, así que puede llamarme cuando quiera por
si pasa algo. Ella conoce el trabajo – Sonrió al recordar lo que hacía y lo
comprendida que Lara estaba con todo – Puede hacerlo igual o mejor que yo…
- De acuerdo… – Se encaminó a la puerta y frenó – Puedo hacerte una
pregunta?
- Sí, claro
- ¿Qué es lo que quieres hacer esta vez? – Sus dedos hicieron un repiqueo
en la puerta y la curiosidad por la nueva empresa de Emma volvía hacer que
sonriera
- Plantas… Quiero aprender sobre plantas – se encogió hombros – así que
salgo de aquí y me voy a una florería
- A un vivero… Jajaja
- ¿A un vivero? – Aquella risa la desconcertó completamente
- Las plantas se compran en un vivero, Emma, las flores en una florería –
La sacó de su ínfimo error – Que tengas suerte…
Se sentó, apenas se quedó sola, a mirar el resultado de sus acciones, los
frutos de su vida sólo que esta vez le acompañaba la sensación de perderlo
todo… Apoyó los dedos sobre la mesada mientras buscaba el incentivo que debía
ayudarle a continuar caminando por este desierto. Ahora que le conocía no
reconocía su propia soledad y parecía que todo se solucionaba con una bella
mirada
No podía ser, simplemente no podía ser. Salió de su trance y hurgó en sus
bolsillos en busca de su teléfono y marcó apresurada
- Norbert! Necesito que nos veamos…
- Voy! – Intentó gritar pero el bostezo le cortó la voz a la mitad, miró
hacia la cocina y vio la botella vacía sobre la mesa y de pronto aquel dolor de
cabeza tenía significado. Era tan débil y para no “caer” había pasado la noche
bebiendo
Dos noches y un día era la distancia que la separaba de Emma y le había
jurado a su orgullo que no sería ella quien se acercaría para resolver aquello
que no llegaba ni a ser una pelea. Y en el trabajo solo le había dado las
“buenas tardes” con cordialidad aumentado esa impresión de desinterés y no permitiría
que le arrebatara la poca dignidad que le quedaba
- Voy… – Abrió y un rayo de sol casi le deja ciega del único ojo que tenía
abierto y al instante se protegió de él con la mano – Emma… – Y sonrió como idiota
olvidando lo que venía pensando de camino. Siempre demoraba pero era
condenadamente efectiva y oportuna, siempre provocaba el mejor de los olvidos
- De… de… – demonios!!! El corazón
se le dio un vuelco al ver lo hermosa que era por la mañana… con los ojitos
medios cerrados y el pelo todo revuelto… y por dios!!!... ese babydoll – De-sayuno…
– Sacudió la cabeza quitándose la estupidez y levantó una bolsa que tenía en la
mano – Siento despertarte… ¿Te apetece? – preguntó ingenua
¿Qué si apetecía? Por dios… la noche había sido una mierda entre tanto
pensar, pensar y extrañar. Dando vueltas en la cama como si en alguno de sus
giros le fuera a encontrar y bailó sola entre sus sábanas de seda hasta que
logró soñar con ella y con algún mundo de cine en el cual los “errores” se
arreglaban con besos apasionados mientras sonaba una linda canción de fondo…
La tomó de la mano y apenas la puerta se cerró se lanzó contra sus labios… Los
finales eran de los escritores y algunas cosas solo las sabía Dios, lo tenía
claro, pero podía afirmar y reafirmar y hasta apostar su vida a que Emma
también le había extrañado… y que era la persona que la liberaría de la ficción
literaria en cual había estado perdida toda su vida…
Todo pasaba de por demás rápido. Contaba con el tiempo que duraba un desayuno
para explicarle que no quería estar más sin su compañía por las noches ni por
el día, que sentía que moría cada vez que le soltaba la mano… y todo era su
culpa, ella le había modelado a su antojo, le había frenado los pies y le había
obligado a mirar la vida con nuevos ojos y no necesitaba saber a donde iría a
parar todo esto, alcanzaba con sentir su presencia mientras caminaba sobre lo
desconocido...
Y colisionaban los cuerpos con premura y se pusieron de acuerdo para dar
esos pasos que las conducían hacía el sillón. Y como siempre, lo que Jenny
ataba le apretaba en la garganta dejándole sin habla y tragaba lo dulce de sus
confesiones aunque tenía el presentimiento de que se notaba mucho la
importancia que tenía en sus desvelos…
Una mano en el hombro le hizo desplomarse en aquel sillón y no pudo mover
ni un músculo en frente de su sonrisa sensual, ni siquiera atinó a aferrarse
con fuerzas a algo. Y como una ola peligrosa, la morena, avanzaba con sus
piernas contorneadas dispuesta a arrastrarla hasta lo mágico e incoherente. No
aceptaba el desenfreno pero en sus brazos todo era auténtico e indiscutible y
lo peor era que le hacía “creer”…
Cuando la tuvo en su regazo percibió el dolor de ver como la razón se le
escapaba como agua entre los dedos. Sufría horrores abandonarse y le intimidaba
no recordar quien era ni las veces que estuvo a punto de preguntárselo… De
preguntarle si ella sabía quien era realmente y si aceptaría el vacío que de
poco se comía su corazón…
Respiró de la piel de su hombro y tembló, vibró entera y apoyó los labios quebrados e
indecisos sobre la tibieza. Escuchó una exhalación ahogada, distinguió el
aliento merodear su cuello y la suavidad de la piel de su mejilla posarse
contra la de ella, poco pretenciosa y solo deseosa de sentir el poder de una
caricia…
- Tiemblas… – susurró a su oído mientras, ajena a todo, se llenaba de su
aroma con los ojos cerrados – Como cuando me diste el primer beso… – le
permitió a su dedos pasearse por los antebrazos de Emma y recordar aquella sensación
que no tenía superada porque llegaba como hormigueo en el vientre
Volvió a temblar con el roce y con dulce de las palabras, era tan disímil
de lo duro y riguroso del flagelo que terminó por convencerla de que no podría
sentir en su vida. Y el tacto traía un consuelo que no buscaba pero que siempre
encontraba cada vez que uno de sus besos decidía apoyarse en alguna parte de su
cuerpo. Y casi adivinando su fortuna los labios de la morena estaban en su
sien… Simples e imperceptibles bajaban hasta su mandíbula y las manos subían
desde los hombros hasta su nuca.
Y Emma se aferró a su estrecha cintura porque se encendía y de a poco
desaparecía esa invisibilidad que le protegía. Era nuevo eso de sentirse viva
en un mundo que para ella estaba muerto, un mundo del cual no esperaba nada, un
mundo al cual no le demandaba nada. Y el silencio, aquel que siempre era
compañía, la mayoría de las veces terminaba por arrebatarle lo poco que tenía
así que luchó contra él…
- Deberás comerme a besos… – Suplicó por escuchar aquella voz que hacía eco en su cabeza – Y decirme lo que
debo hacer… guíame – Y si exigió una dirección era porque realmente estaba
perdida
- Arriésgate… Apuesta… Yo tampoco sé que es lo que viene después – Le
aconsejó, suave al oído, lo que nadie tuvo el valor de decirle a ella
- Quiero estar contigo… – Y Jenny
casi se le escapó una lágrima en frente de aquellas palabras simples. Eran el
opuesto de lo que ella requería, era tan diferente a su “necesito que seas
mía”
- Entonces quédate… el tiempo que quieras…– y pagó el desinterés con
incondicionalidad
La mirada verdosa estaba expectante y la acompañó todo el camino hasta el
primer botón de su camisa y uno tras otro… desajustaba con lentitud lo que
estaba aprisionado en su pecho y para cuando consiguió abrirla entendió que
Emma estaba totalmente dispuesta a dejarse querer y no pudo evitar mirarla
y encontrarle débil le inquietó
Le falló a la seducción cuando decidió abrazarse a ella con toda el alma y
apoyar los labios en su pecho… algo estaba siendo simultáneo y reciproco porque
la respuesta de Emma le llegó al instante.
Quiso atraparla como si fuera un sueño y la apretó con
fuerzas entre sus brazos rogando por que no se le escapara y sin querer llamó a
gritos a la urgencia.
Bastó con receptar ese beso apresurado para comprender que esto era aparte
de ellas. Que nada tenía que ver lo caótico de sus encuentros y lo enredado de los
sentimientos, esto era reflejo del miedo de amar por primera vez… Y así Emma
bajaba rápidamente sus breteles hasta dejar la prenda a la altura de su cintura
y desesperadamente volvía a abrazarle y a respirar…
Intentó contenerle como pudo y probó placer y dolor cuando aquella mordida
le apretaba la piel del hombro obligándole a gemir en su oído. Sabía lo que
ocurría, ella misma lo había sentido en carne propia las primeras veces que
habían intimado, era como en este lugar después pudiera soplar una ráfaga que
la arrancaría de sus brazos y la colocaría bien lejos y por primera vez, Emma,
le demostraba que no quería que eso sucediese…
Y las manos habilosas se deshicieron del cinturón y unos pies desesperados
lucharon contra el pantalón… Su espalda se pegó al sillón y desde el cuello
hacia abajo, directo al pecho y a uno de sus senos bajó la lengua de Emma. Se
retorció de gozo con un choque de pubis y aquello que supuestamente
contaminaba, nublaba y empañaba lo puro traía una calidez que abrigaba como luz
de la mañana… y deseó cubrirse de ella.
- No te olvidaré… al menos no mañana – Y jaló de la camisa mal colocada de
Emma desvistiendo la pasión, podía complacerle por primera vez y no fallaría…
- Cómo lo…??? – Miró sorprendida aquellos ojos azules y aquellos labios que
habían respondido a sus más grandes anhelos, aquello que punzaba la cabeza por
las noches. Y se odió por no encontrar la mentira, la desconfianza y la
lujuria. Apoyó las yemas de sus dedos en los labios de la morena acariciando su
textura
- Deseo lo mismo… – Sonrió y mientras suavemente bajaba su prenda íntima
- Por que me miras así? – La intensidad de su mirada se le hacía imposible y
le obligaba a bajar su propia mirada, se ruborizaba y temblaba, más estúpido
imposible
- ¿Es que no puedo mirarte? – Sabía que su descaro cohibía a Emma y tuvo
que levantarle el mentón para decirle algo que debió decir apenas le vio aquel
primer día en la academia – Me resultas hermosa e intrigante…
- Que dices? – Besó la palma de su mano y sacando la resistencia volvió a
bajar la mirada – No…
- Shhh… – Sopló encima de sus labios – No puedes decirme lo que debo
sentir… Eres hermosa e intrigante… y si lo siento, lo asumo – Buscó acomodarse
nuevamente entre sus brazos y descansar
- Esta bien… – dijo con resignación al no estar acostumbrada a este tipo de
comentarios. El momento de silencio le hizo olvidar en donde estaba y se
permitió pensar al lado de la tibieza de su cuerpo y enredando los dedos en sus
risos.
Su madre fue lo primero que se vino a la cabeza, había visto el brillo en
los ojos de su madre, ese destello que aprobaba su relación con Jenny antes de
que fuera existente… Su madre, que todo lo sentía, le había dicho que a Jenny
le faltaba peso, que a ella le faltaba madurez y que lo demás francamente no
importaba. El mejor consejo que alguien le podía dar…
- Jenny???
- Mmm??? – Acomodó el flequillo que cubría sus ojos
- Voy a comparar plantas – Se incorporó llevándose a la morena con ella
- Ahora??? – preguntó con pena al ver que Emma se desprendía de su cuerpo –
precisamente ahora???
- Ahora… – Comenzó a buscar su ropa y a colocársela – Debo conseguir
plantas y no matarlas
- Por qué??? – Entendió que su madre tenía algo que ver en lo de las
plantas pero no sabía más que eso – Quieres enorgullecer a tu madre??? –
preguntó bromeando
- No… – Ya casi estaba lista – Quiero demostrarle que le quiero... ¿Me
acompañas a comprarlas?
- Sí… – Con toda lentitud respondió por qué su cabeza intentaba descifrar
de que manera unas plantas eran una muestra de amor
- Hola hijo… – Y Norbert no necesitó mas que mirarla para darse que cuenta
que había hecho todo el viaje con el corazón en un puño.
- Mamá… – Se abrazó a ella con todas sus fuerzas sabiendo que jamás podría
aliviar el dolor que sufría. Que no había medicina que aliviara los años de
terror – Vamos adentro…
- Bueno hijo – Desprendió su abrigo y tomo asiento – Sin preámbulos! – Dijo
mientras secaba sus lágrimas con sus manos – Dime que le pasa…
Siempre hacia lo mismo, tomaba una postura de fuerte que solo duraba un
instante y después de que le escuchara comenzaba el llanto y los temblores. Así
era todas las veces y a pesar de que partía el alma ver a su madre tan rota, le
había prometido que le mantendría al corriente de todo. Jamás le negaría
información sobre Emma…
- La medicación está fallando mamá…
- Y eso qué significa??? Tú eres el medico aquí! – cerró los ojos un
instante, no era su culpa, ni la culpa de nadie – Qué significa, hijo???
- Bueno… – Apretó su mano, Emma era su hija pero también era su hermana e
inevitablemente también estaba lleno de miedo e ir a la escuela de medicina no
le había aliviado – Probaremos otra…
- Y si no funciona??? – Ya tenía en el rostro dos lágrimas bajando
- Solo se hará más evidente lo que tiene…
- Demonios!!! – Apretó sus ojos con fuerzas, era lo único que no quería
oír
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por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
gracias por este gran capitulo!!, y que tiene emma?? ahora esperare con mas ansias el proximo capitulo para saber mas...
ResponderEliminardios emma está enferma, menudo giro de la historia, no se te ocurra matarla por dios.
ResponderEliminarDebo.
Me uno a la petición jajajaja no la mates por lo que mas quieras...
EliminarMakeys. España.
"Los finales eran de los escritores y algunas cosas solo las sabía Dios"
Eliminarme uno a esta petición y además agrego que por favor no vayas a hacer que Emma tenga algo como esquizofrenia o algo parecido a la sociopatia pero para los sentimientos (en serio, estoy al borde de ponerme a buscar todas enfermedades mentales para ver qué cosa tiene).
EliminarY solamente como regalo de navidad estoy rogando para que no nos dejes con la angustia hasta enero T______T por favooooooooor!!!
Ahora que ya recupere la compostura (o al menos puedo fingirlo u_u), espero que tengas una linda navidad por si ya no te vemos hasta después de fiestas. Tu historia es %&$/$%/%/!ªªª!!! y la vengo siguiendo desde ya hace muchísimo tiempo.
Cuídate mucho y feliz navidad!!! :D ... :O!!! y Año Nuevo también!!
Me parece que la autora había dicho en algún comentario que al personaje de Emma lo definían los demás personajes y me quedó grabado a fuego. Entonces hasta que Emma no diga con sus propias palabras que está enferma mantendré la esperanza de que todo esta bien con ella.
EliminarSensacional Memo, confundis a las lectoras y les obligas a leer con atención, acá nunca nada está dicho ni sobreentendido. Si lo haces sin intención te digo que queda genial y si lo haces con intención te digo que sos GENIAL.
UN BESO
Vale (arg)
noooo.... primero q nada muchas gracias x el capi muy bueno me encata esta historia... ahora si vamos con el noooo... x fa yo se q eres la escritora y todo y me re encanta como escribes pero x fa x favorcito no me mates a Emma hasle lo q quieras cortale una pierna una mano lo q sea pero no la mates!!! si??? ya ahora q deje mi drama me encanta!!!! saludos
ResponderEliminarGia
Bonito como siempre, pero me dejo con muchas dudas... y preocupaciones
ResponderEliminarGracias por el excelente capítulo!! Me encanta.. Ahora espero con ansias e intriga por lo que sucederá en el próximo capítulo, que espero sea pronto!! Espero que estés bien saludos..
ResponderEliminarNatali-Chile
En serio estoy enganchadisima a esta historia desde el principio, me encanta la verdad.
ResponderEliminarSinceramente espero que no le pase nada grave a Emma, y que puedan tener un poquito de paz entre ellas, aunque sea solo en un capitulo jeje
Saludos desde Madrid
Est
ay noooo ¡¡ q no le pase nada a emma por favor ¡ por favor ¡ por favor ¡abrazos ¡ =0)
ResponderEliminaromg! Esta historia desde un principio tiene intrinsico un velo de drama, y Emma es de esos personajes entrañables que se hacen amar y que extrañariamos horrores si le llegase a pasar algo :( Espero a igual q tod@s q no le pase nada, ni a Jenny ehh
ResponderEliminarEn fin, yo creo q la dolencia es algo mental, parkinson o algo degenerativo q se yo, en cualquier caso seria una gran pena.
Genial la historia e impresionante el modo en que escribes.
Un Beso!!
Paty (Col)
No la mates x amor a Dios!!! Tampoco la mutiles X) Me encanta tu historia, pocas escritoras me cautivan. Por cierto, Emma es bioquimica o algo x el estilo? Todavia no he podido descifrarlo del todo.
ResponderEliminarKisses and Hugs! Espero con fervor el proximo capi ;)
Gaby
Me encanta, espero con ansias el siguiente capítulo!!!
ResponderEliminarA la espera de un nuevo capítulo como regalito de Navidad..
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