Nueva Administración - Oriana - 17

Capítulo  17

Terry estaba ansiosa en su habitación, el hecho de que Carol le pidiera que hicieran el amor le sorprendió, pero los nervios de Terry se basaba en que tenia tanto tiempo sin tocar a una mujer, se había entregado al Rancho y esto consumía su tiempo al extremo, pero ahora deseaba a Carol, ¿podría recordar como amar a una mujer?, ¿podría lograr hacer que Carol perdiera sus sentidos?, las preguntas resonaban en su cabeza. De repente unos suaves toques en la puerta de Terry hicieron que saliera de sus pensamientos. Se levanto de la cama y al abrir la puerta allí estaba Carol, envuelta solamente en su bata de seda beige.

¿Puedo pasar?.- pregunto Carol

Por supuesto.- Terry estaba sin aliento al verla vestida solo con esa prenda.- ¿sucede algo?

Si.- dijo, pero cuando observo que Terry cerró la puerta continúo sus palabras.- Terry…..esta noche  es solo para nosotras.- indico para luego deslizar la bata por sus hombros y dejarla caer hasta el suelo, exponiendo su cuerpo desnudo.

La respiración de Terry se detuvo brevemente, sus ojos se agrandaron y su boca se abrió, estaba atónita con el cuerpo mostrado, ni en la mejor de sus fantasías ella imagino cuan hermosa era Carol en realidad, tenia curvas de infarto y su piel no era tan blanca como imagino, era ligeramente tostada. De manera automática paso el cerrojo de la puerta, poco a poco se acerco a Carol y la envolvió en sus brazos.- ¿estás segura?.- ésta era una pregunta más para sí, que para la mujer en sus brazos.

Si…lo estoy….quiero ser tuya Terry…..quiero tu tacto en mi, quiero tus besos sobre todo mi cuerpo, quiero hacer el amor……porque te amo.- contesto suavemente.

No sabes cuantas veces he imaginado hacerte el amor…..te deseo Carol, te necesito en mi vida….te amo.- contesto para cerrar las palabras con un profundo beso.

Sus cuerpos se fusionaron con la intensidad de sus emociones transmitidas a través de sus labios, todavía de pie en la habitación, todo parecía transcurrir con lentitud, poco a poco el beso fue en aumento, la ternura se empezó a transformar en pasión, excitación, deseo; Terry se encontraba vestida pero esto no le impidió sentir los pezones de Carol endurecerse, sentir las manos de está subir por su espalda en una suave caricia, tenía que deshacerse de la ropa, necesitaba sentir en cuerpo cálido de Carol en su piel, el beso concluyo y antes de ejecutar cualquier movimiento, noto como Carol empezaba a desabrochar su pantalón.

Carol estaba hirviendo de deseo, no podía seguir otro beso sin tener a Terry desnuda sobre su cuerpo,  empezó por quitar los pantalones, al lograr abrirlos noto de inmediato su ropa interior, era de color blanco, contrastando con la hermosa piel debajo, el duro y atlético abdomen de Terry se asomo; Carol deslizo sus manos a través de la piel expuesta de manera ascendente, levantando la camisa sobre está, su boca quedo sin salivación, era firme y musculoso, no era de extrañar tomando en cuenta todo el trabajo que Terry hacía en el rancho.

Terry tomo el rostro de Carol que estaba hipnotizada observando su cuerpo, lo levanto y mantuvo su mirada.- tienes que quitarme la ropa si deseas más.- indico de manera picara, lo cual era muy inusual en ella.

Carol obedeció, comenzó a desabotonar la camisa pero justo antes de sacarla de los brazos la besó, quería volver a probar sus labios, deslizo suavemente la camisa hasta sacarla por completo, luego termino el beso para admirar el pecho de Terry, no era demasiado grande, pero sí muy firme, su brasear era igualmente blanco, no perdió tiempo y llevo sus manos a la espalda de Terry, acaricio suavemente y bajo introduciendo sus manos en el trasero firme de la otra mujer, sentía que sus manos se quemaban con solo sentir la piel desnuda, impulso el pantalón hasta el piso de manera sensual.

Para Terry la manera en la cual fue desnudada, era impensable, sentir la manos de Carol acariciando su piel, era la cosa de mayor erotismo que pudo alguna vez imaginado, agradeció haber estado con sus pies desnudos o habría arruinado el momento; ataco vorazmente el cuello de Carol, sus labios se deslizaban con facilidad, quito por completo su pantalón y de manera lenta fue llevando a la otra mujer a la cama,  se recostaron en ella, pero casi al instante sintió como Carol la movió sobre su cuerpo.

Quiero tenerte sobre mí.- indico Carol

Por supuesto.- contesto

Terry volvió a su boca, pero se percato de que la otra mujer estaba quitando su sujetador, fue rápido y en segundos ya estaba fuera, sus pecho finalmente se encontraros, las cimas femeninas se encontraban una y otra vez, sus pequeños picos endurecían tras cada roce, poco a poco el cuerpo de Terry empezaba a recordar como amar a una mujer, sin embargo se sentía como si fuera su primera vez, sus sentidos despertaron al máximo, deslizo sus manos y confirmo el cuerpo debajo, la firmeza de su carne y la calidez, recorrió la cintura de Carol, bajando hasta sus piernas y regresando por el mismo camino, su boca que ahora estaba nuevamente en el cuello cual vampiro, fue bajando hasta llegar a los pechos firmes de Carol, no dudo en besarlos; su boca se movía en el pezón endurecido, comenzó a hacer círculos sobre éste, luego se traslado hasta el otro pezón y lo humedeció con su saliva, iniciando su amasamiento.

Los pensamientos de Carol se habían nublado brevemente, la boca de Terry estaba haciendo maravillas en sus pechos, su humedad estaba ya establecida entre sus piernas, sus caderas se movilizaban brevemente hacia adelante, coloco sus manos dentro del cabello de Terry, ella por el momento tenía que sostenerla allí, justo donde estaba dándole placer, cerro sus ojos, su cuerpo estaba hecho un manojo sensible, cada centímetro que era tocado por Terry enviaba un azote de corriente a través de su  cuerpo, movió sus manos hasta la espalda y aquí procedió a acariciarla mientras enterraba su cabeza en la almohada.

Con cada caricia de Carol en su espalda, Terry sentía hervir su piel, su humedad se estableció y por un instante solo quiso quitar su tanga, pero cuando decidió hacerlo, las manos de la otra mujer ya estaban empujando ésta hacia afuera, cayendo al piso junto a su sujetador, ahora sus selvas púbicas se encontraron, y ambas por segundo cerraron sus ojos, la sensación fue maravillosa, al fin sus cuerpos se habían fusionado. 

Las caderas de Carol iniciaron un baile suave, empujando las caderas de Terry, al instante ésta supo que la otra mujer estaba pidiendo liberación, pero ella decidió que aun quería más de Carol, no la había saboreado de la manera adecuada, dejo continuar un poco más el ritmo establecido, luego tomo las manos de Carol por sus muñecas y las coloco al lado de la cabeza de está, sosteniéndolas con fuerza.

Todavía no……necesito más de ti…..necesito mi boca en ti.- culminando la frase para besarla profundamente.

Deslizo su boca a través del cuerpo de Carol, haciendo un trazado firme con su lengua, llegó hasta la selva húmeda que clamaba por su boca, saboreó los muslos de Carol, haciendo trazos con sus labios, casi al instante éstos se movieron dejando el espacio necesario para su rostro, movilizo sus ojos hasta el rostro de la otra mujer, se encontraba gimiendo, sus ojos cerrados y sus manos se aferraban a la sabana debajo, sonrió “definitivamente recordaba cómo dar placer a una mujer”, no perdió más tiempo y atacó la humedad de Carol.

Con sus ojos y puños cerrados a penas lograban contener la ebullición que sentía su cuerpo, la boca de Terry estaba demostrando ser letal en su cuerpo, no pudo ahogar el gemido de su garganta cuando sintió la lengua de Terry encontrar su clítoris, fue suave, poco a poco entraba y salía, saboreaba y besaba su sexo, con cada movimiento Carol se perdía en un lugar en el que nunca llego a estar, su orgasmo estaba en construcción y temió que al llegar sería tan poderoso que podría detener su corazón; sus piernas se arquearon y empezaron a empujar la sabana, era un movimiento involuntario, producto del placer que estaba recibiendo, sus caderas iniciaron nuevamente el movimiento rítmico, estaba cerca de perder por completo la razón.

Terry estaba concentrada en su objetivo, el clítoris de Carol, era la cosa más dulce que probo jamás, estaba hinchado, muy hinchado y su lubricación al máximo, con cada roce de su lengua corría el peligro de hacer llegar el orgasmo de la otra mujer, tenía que intercalar sus movimientos, quería hacerla disfrutar el mayor tiempo posible; al percatarse de los movimientos de sus piernas y su cadera, supo que ya no podía seguir haciéndola esperar, comenzó su ataque feroz en el centro húmedo, con cada movimiento los fluidos crecían, un leve temblor recorrió el cuerpo de Carol y finalmente llego la liberación, la fuerza con la cual ocurrió sorprendió a Terry, que bebió cada gota de fluido que emergió del centro, las caderas de Carol atraparon su rostro por un instante y al dejarla libre observo como Carol gemía profundamente, sus ojos continuaban cerrados y su cuerpo por un instante estuvo entumecido, poco a poco fue relajándose, sin embargo Terry no dejo de comer a Carol, tenía que tener todo de ella; ante la amenaza de que la otra mujer quedara fulminantemente dormida producto del placer encontrado, se movilizó hasta sus labios y la beso profundamente.

Carol estuvo en lo cierto, el orgasmo amenazo con detener su corazón y cuando pensó que podía morir sintió la boca de Terry sobre la suya, increíblemente pudo probarse a través de los labios de la otra mujer, se devoraban mutuamente, pronto el sueño que amenazo con establecerse, fue desplazado por completo, una nueva ola de excitación corrió por su cuerpo, increíblemente sintió el deseo de devolver el placer a Terry, ¿entonces es así de intenso cuando te enamoras? se pregunto, ni en la mejor de sus fantasías imagino sentir algo semejante. “Sí” fue su respuesta, de manera hábil logro colocar a Terry de espaldas en la cama, ahora era su turno.

¿Qué haces?.- preguntó Terry, no entendía que pretendía la otra mujer, pero observo la oscuridad del deseo en sus ojos.

Voy a hacerte el amor.- índico Carol, mientras bajaba su boca hasta el centro húmedo de la otra mujer.

Esa noche Terry constato que Carol sabía perfectamente como dar placer a una mujer.

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