Mi vida antes y después de ti - Rozz (Parte 19)

La cena había comenzado con pláticas diferentes y dispersas, yo sostenía la mano de Ximena por debajo de la mesa mientras observábamos como cada quien estaba en su tema, de pronto sentí una mano que me llamaba y me encontré con la sonrisa de mi abuelo quien me decía “como te ha ido…

escuche que Refugio se jubiló hace poco”, Refugio Solís era un amigo de la familia que apoyo en mi mamá en todo, incluso hasta hacia nada era el jefe de pediatría del hospital pero no sabía mucho de él, ni siquiera sabía de su jubilación hasta que fui y me encontré con la noticia de que ya estaba Lorena en su lugar, sin dejar que contestara desde el otro extremo de la mesa mi tío se hizo oír cuando me dijo “he escuchado que tienes a una nueva jefa de pediatría supongo que es tan buena como Solís”, lo había dicho en un tono que me molesto un poco y le conteste de la misma manera diciendo “pues la verdad que no sé qué tan buena es, la que la contrato fue Cinthia y de hecho yo tampoco tenía conocimiento de que estaba ahí hasta que un día fui al hospital”, me sonrió irónicamente y se dirigió a mi abuela diciendo “lo ves mamá ahora el hospital de mi hermana quedo en manos de una total desconocida… aunque  como están las cosas supongo que lo lleva mejor que la dueña”, pocas personas me sacaban de mis casillas en tan poco tiempo y me acababa de dar cuenta de que él era una de esas personas, tome de un trago lo que tenía en mi copa y la deje en la mesa con la intensión de pararme y proseguir con la discusión pero los ojos verdes de Valeria me pedían que no hiciera nada y de pronto sentí un ligero apretón en mi muslo izquierdo proveniente de la mano de anteriormente sostenía, voltee para encontrarme con aquellos ojos miel que provocaban de todo en mí y tenían la misma mirada que los de Valeria, respire profundo esperando que el coraje se me pasara y opte por no seguir con esa platica y sonreír ampliamente, las pláticas siguieron y la cena también, el hambre se me había ido y mejor me puse a ayudar a Ximena que se veía que se la estaba pasando fatal con la elección de cubiertos, le enseñe la función de cada uno de los tenedores así como el de los cuchillos, las copas y los platos, en una de esas se acercó y me dijo al oído “te amo”, y dejo un pequeño beso en mi mejilla, le sonreí y me volvió a decir “no crees que tengan agüita de limón o de Jamaica en vez de esto que sabe horrible”, y levanto un poco su copa para que viera a lo que se refería, sonreí otra vez y le dije “no sabe tan mal, lo que pasa es que no estas acostumbrada a tomar”, se puso seria y me dijo “pues tal vez no aguantare tanto como tu pero he probado casi de todo y es lo primero que me da asquito, pero sabes, a lo mejor a lo que no estoy acostumbrada es a los gustos de la gente millonaria y poderosa porque créeme que preferiría unos tacos de la esquina a esto que ni siquiera sé que es”, no estábamos comiendo nada asqueroso, de echo era la comida favorita de la quinceañera “robalo a la crema” pero era de suponerse que no lo hubiera probado nunca, le sonreí y me acerque a su oído para decir “me estás diciendo que no te gusta la gente millonaria y poderosa?”, volteo rápidamente y me dijo “no, no, no yo dije que sus gustos no me gustaban, aunque pensándolo bien no son muy de mi agrado, son muy presumidos, irrespetuosos, arrogantes, soberbios, se creen que son dueños del mundo y para acabar tienen ese acento en su forma de hablar que parece que no pueden sacarse la papa de la boca”, me sonrió todo el tiempo en lo que me decía eso y termino guiñándome el ojo, le sonreí y marque más el acento antes mencionado mientras le decía “eres muy observadora pero te falto algo”, se me quedo viendo y me dijo “que?”, me le acerque y le dije quedito y al oido “hay algunos que logramos que nuestras mujeres se vengan”, me quede divagando en las palabras que acabada de decir, desde cuando Ximena había pasado a ser de mi propiedad, la cara de ella al principio era de sorpresa pero poco a poco me sonrió de forma picara, después de la primera vez que estuvimos juntas habían habido solo 2 más pero ninguna como la primera, supongo que porque no teníamos mucho tiempo pero igual de excitantes y satisfactorias, empecé a sentir como mi cara tomaba un color rojo y solo bebí un poco champagne que había en la copa de Ximena, me sentí incomoda y estaba por levantarme al baño cuando escuche a mi abuelo decir “bueno creo que es hora de que digamos el primer brindis por la cumpleañera aquí presente”, se levantó y prosiguió “porque la vida no te enseñe a base de golpes a crecer y si lo hace por que tengas la madures suficientes para salir adelante”, eso ultimo me llego al alma y aunque sé que no lo dijo con el afán de hacerme sentir mal igual me dejo mal, tanto que reaccione cuando ya todos tomaban hasta el fondo su copa a excepción de Ximena que solo se limitó a levantarla, todos volvimos a nuestros lugares y Valeria le dijo a uno de los meseros “dale a la chica una copa de agua por favor”, en eso sonó su celular y se levantó de la mesa disculpándose con los presentes, todo quedo en silencio y mi prima Ivana le dijo a Ximena “y cómo te llamas o prefieres que te llamemos chica?”, Isabella que estaba a su lado le dio un codazo cosa que provoco que Ximena sonriera, y le dijo “me llamo Ximena”, mi prima se presentó y tuvo la decencia de hacer lo que yo por no sé qué razones no hice, presentar a todos los demás, cuando estaba por terminar llego Valeria y le dijo "bueno pues en caso de que no la conozcas ella es Valeria, tu antecesora”, todos inmediatamente volteamos a ver a Ivana y su característico humor y nos quedamos callados, eso fue como un balde de agua helada, pero pareció no afectarles ni a Ximena ni a Valeria, al contrario esta última sonrió y se dirigió a Ximena diciéndole “eso no es cierto, yo no tengo sucesoras”, nuestras miradas cambiaron de blanco y se pusieron sobre Valeria que sonreía ampliamente, como era posible que dijera eso, y yo sin nada que decir, voltee a ver a Ximena y su cara había cambiado, al parecer el ultimo comentario si le había afectado, regrese mi mirada a Valeria y le siguió diciendo “pero tranquila que tú tampoco has tenido antecesoras, se podría decir que no hay ninguna comparación entre nosotras”, todos empezaron a reír después de aquel comentario mientras que Ximena me tomaba suavemente de la mano pero ahora por encima de la mesa, después de que cesaran las risas Mariela la esposa de Damián le dijo a Ximena “y como le hiciste para que la niña sin corazón te hiciera caso”, eso estaba siendo un suplicio, desde cuando todos se habían vuelto tan interesados por mí y por nadie más, recuerdo que en todas las reuniones cada quien estaba es sus cosas sin importar la vida de los demás, todos se quedaron callados a la espera de la respuesta de Ximena que por su cara no sabía qué hacer ni que decir, mis miradas iban de Ximena a Valeria y esta última pareció entender que clamaba por su ayuda porque llamo la atención de mi abuela diciendo “Marce, sabias que Ximena está en el segundo año de medicina?”, mi abuela sonrió y se dirigió a Ximena por primera vez en la noche diciendo “y ya decidiste que especialidad vas a estudiar”, Ximena apretó mi mano como cuando estaba nerviosa y lo comprobé en el momento en que le comenzaron a sudar, le contesto como pudo y la cena transcurrió sin más percances gracias a Dios, todos parecían interesados en los estudios de Ximena porque a partir de ahí no dejaron de platicar temas médicos, cosa que no se podía reclamar, todos los presentes era doctores y como siempre las únicas que nos quedábamos fuera de la plática éramos Valeria y yo, aunque ahora solo nos veíamos y aunque físicamente no era una gran distancia espiritualmente si lo era.

Terminamos de cenar y pasamos a la sala a seguir platicando y a tomar café, ellos seguían con los temas de medicina y doctores reconocidos y cosas así mientras yo observaba la imagen de Ximena en medio de mis primos y primas hablando animadamente, después de todo los nervios se le pasaron, en eso vi pasar a Valeria y la seguí, tenía que agradecerle lo que había pasado en la cena, la encontré en el jardín trasero recargada en el barandal de las escaleras, viendo hacia la oscuridad, me acerque y sin que volteara a verme me dijo “cuando te extraño suelo venir para estar con Marce”, se volteó hacia a mí y siguió “a veces ella también te extraña”, me sonrió y me dijo “si sabes que no era necesario que me consiguieras novio verdad, aunque gracias de todos modos, Aarón es diferente y se ve que se leyó el libro de las constelaciones”, le sonreí y le dije “no lo hice porque necesitaras ayuda, lo hice por él ya dependería de ti si lo aceptabas o no”, me sonrió y nos quedamos calladas, por primera vez la estaba viendo, estaba más delgada de lo normal, y el maquillaje tapaba las ojeras que tenía, sus ojos no brillaba como antes, por el contrario estaban opacos, me acerque más y ella camino en dirección contraria con la intensión de irse, la tome del brazo cuando paso junto a mí, sentí sus huesos y pude sentir el miedo recorrer por todo mi cuerpo así que le pregunte “que te pasa”, “nada” me dijo sin voltearme a ver, la acerque más a mi cuerpo y le dije al oído “que no se te olvide que conozco mejor que nadie cada uno de los poros de tu piel”, me volteo a ver y me dijo “te odio”, y se fue dejándome ahí, sentí el mundo sobre mi cuando me dijo eso, trate de respirar pero no pude, trate de pensar pero no pude, trate de moverme pero no pude, lo único que pude hacer fue llorar desconsoladamente.

No  recuerdo mucho de lo que paso después, solo recuerdo que ya estábamos en el antro celebrando el cumpleaños de Isabella, Ximena platicaba con mis primos y con Aarón que cuando llegamos estaba esperando y yo oía pero no escuchaba, mi mente estaba en lo que momentos atrás había ocurrido, me levante al baño para mojarme un poco la cara y me encontré con Valeria  saliendo de este, me sonrió de una manera que me dolió y se acercó para decirme al oído, “que te hizo para que te fijaras en ella?”, por su voz me di cuenta de que estaba más que tomada así que puse mi mano a la altura de su cintura para que no se tambaleara, me miro a los ojos y me dijo “sabes que, no importa, solo contéstame una cosa, ¿te quiere ella más que yo?”, la pregunta me dejo helada, últimamente me estaba quedando sin respuestas para nada, me sonrió y pego sus labios con los míos para después irse a seguir con la fiesta.

Estaba sentada en la mesa mientras Ximena se divertía con mi familia y Valeria bailaba con Aarón de quien no se había separado en toda la noche, cuando sentí una mano en mi hombro y al voltear era Roque el cual me saludo como siempre y prácticamente me jalo para bailara con él, perdí la cuenta de las canciones que bailamos hasta que me dijo jadeando “vamos a tomar algo que al parecer ya no aguanto como antes”, caminamos a la barra y me dijo viendo hacia la pista “pues parece que la chica paso la prueba con tu familia, se ve que se llevan bien”, sonreí porque era gracioso como aunque hubiéramos crecido seguíamos teniendo las mismas ideas de pequeños, para nosotros siempre fue chica o chico el que no era igual a nosotros y solo por eso no nos caída del todo bien, razón por la cual Valeria no se cansaba de decirle chica y ahora Roque lo hacía también, podía jurar que si Emmanuel la conociera también le diría así, estaba por contestarle y vi llegar a Valeria a la barra cayéndose de lo tomada que estaba, mire mi reloj y vi que pasaban de las 3:30 de la mañana, así que decidí que lo mejor era irnos pero antes de ir por Ximena le dije a Roque “llévate a Valeria a tu casa o llévala al departamento, no dejes que llegue así a su casa y mucho menos que maneje por favor”, él asintió con la cabeza y se despidió de mi como siempre, le di una última mirada a Valeria y me fui con Ximena.

El tiempo paso y la relación con mi familia mejoro un poco, iba una vez por semana a jugar ajedrez con mi abuelo y mi abuela cada vez ponía menos barreras aunque seguía sin hablarme, mi tía iba con Ivana que era la más pequeña de sus hijas 2 veces por semana a comer con nosotras, mi tía Gemma llamaba regularmente para saludar y yo poco a poco fui acercándome más a Cinthia y al hospital, después de todo lo que había dicho Román en la cena me afecto, la relación con Xime cada día era mejor, comprobé aquello de querer ser una mejor persona por ella, cambie mucho casi sin darme cuenta, incluso las pesadillas ya eran ocasionales, deje de tomar, sonreía más seguido, trataba a la gente de una manera amable, era otra persona, pero lo único que en vez de mejorar empeoro fue mi relación con Valeria, que termino por ignorarme otra vez.

Un fin de semana en el que Xime se había ido con su familia yo me fui al hospital con Cinthia, yo no sabía nada de medicina pero el hospital seguía siendo mío, así que tenía que interesarme por él, ese día trabajamos hasta como las 6 de la tarde en  un proyecto de ampliación de una de las salas cuando sonó mi celular, conteste y escuche a Ximena alterada cuando me dijo “necesito que llames al hospital para que me dejen pasar, necesito que atiendan a mi mamá”, me saco un poquito de onda y le dije “estoy aquí, quieres que valla por ti?”, “no voy en un taxi” y colgó sin decirme más, la verdad me preocupe y se me hizo eterno el tiempo que espere a que llegaran, en cuanto vi que se bajó del taxi corrí junto con unos camilleros y cuando llegue lo primero que vi fue a Norma llena de sangre y sin fuerza, el señor del taxi se bajó a ayudar pero se lo impedí, los camilleros sabían que hacer, la pusieron en la camilla y la metieron al hospital, Xime se quedó sacando dinero de su bolsa cuando le dije “yo pago”, se quedó pensando unos segundos y se echó a correr detrás de la camilla, mientras yo le pagaba al señor taxista lo del viaje y le di algo extra porque el asiento había quedado manchado de sangre, me metí al hospital y me encontré a Ximena tirada en el suelo con las rodillas a la altura de su pecho y su cabeza recargada en ellas, me acerque para ayudarla a levantar y nos fuéramos a mi oficina para que estuviera más a gusto pero en el momento en que trate de levantarla me aventó y me dijo “déjame en paz”, me agache para que hubiera necesidad de gritar porque después de todo estábamos en un hospital y había personas y así en cunclillas frente a ella le dije “creo que es mejor que nos vallamos a mi oficina”, no me dejo terminar de decir que era para su comodidad porque me contesto “que, no quieres que la gente me vea aquí como vagabundo en medio de tu hospital”, por alguna razón que no sabía estaba enojada y era completamente entendible la manera de tratarme porque estaba preocupada así que deje mis intentos de acercarme y me fui a sentar a un sillón que estaba a lado de ella.

Pasado un tiempo salió Cinthia y se nos quedó viendo, supongo que le sorprendió nuestra lejanía, me le quede viendo y me hizo un gesto de querer saber que había pasado pero en eso Ximena se percató de su presencia y se levantó preguntándole “como esta”, Cinthia puso la cara más profesional que tenía y le dijo “está estable, le logramos controlar las hemorragias, pero es necesario operar la nariz porque está rota, pero de ahí en fuera va a estar bien, quieres verla antes de que la suban a cirugía?”, Ximena no dijo nada solo asintió con la cabeza y empezaron a caminar rumbo a la habitación, yo me quede ahí esperando, tampoco la acosaría, ya vendría cuando se sintiera mejor, en eso vi a Julia acercarse con una botella de agua, me la entrego y le dije “porque siempre me das botellas de agua?”, me sonrió y me dijo “porque te gusta el agua, si no me equivoco no te gusta el café a solo que sea preparado como a ti te gusta y como en la cafetería de aquí no lo saben preparar tomas agua”, era increíble que se aprendiera aquello que alguna vez le dije, le sonreí y me dijo “me da gusto que le estés echando ganas, siempre has sido especial”, eso más que confort me sonó a coqueteo y le dije “gracias, tú también”, me sonrió y comenzó a jugar con su cabello mientras me decía “te puedo dar un abrazo”, aquello me desconcertó completamente pero igual le dije que sí, se fue acercando poco a poco y me veía a los ojos como pidiendo permiso aunque ya se lo había dado, finalmente puso sus manos alrededor de mi cuello y yo la abrace por la cintura, había un pequeño espacio que cerré cuando la apreté más a mi cuerpo digo no es que anduviera repartiendo abrazos así porque si pero cuando los daba me gustaba que me los dieran bien, sentí como puso su cara en mi cuello y respiro profundo cosa que me causo cosquillas pero solo porque mi cuello es un lugar muy sensible, y en eso escuche a Ximena decir “interrumpo?”, instintivamente levante las manos como diciendo “yo no fui”, Julia se separó de mi rápidamente y su cara estaba completamente roja, se agacho y casi corrió a su escritorio, voltee a ver a Ximena y de lo más normal le dije “como esta?”, se me quedo viendo como esperando algo y al ver que no iba a decir nada más me dijo “bien, ya la subieron a cirugía, no es riesgosa pero igual hay que esperar que todo salga bien”, estaba por sentarme de nuevo en el sillón cuando me tomo por la cintura y me jalo hacia su cuerpo, me abrazo y pego su cabeza a mi pecho, le correspondí el abrazo y le dije “estas bien?”, pero yo me refería al hecho de lo que paso con su mamá aunque no lo tomo así porque se separó de mi bruscamente y me dijo “entonces la recepcionista te puede abrazar porque si y yo que soy tu novia no”, la solté y me senté en el sillón sin hacerle mucho caso, ella quería pelear y no iba a ser conmigo, se me quedo viendo unos minutos y después de agacho y puso su manos en mis rodillas, me le quede viendo y me beso, tiernamente, ella era sabedora de lo que esa clase de besos provocaban en mí, se separó y pego su frente con la mía mientras me decía “lo siento mucho, estaba preocupada y no supe cómo reaccionar”, la levante e hice que se sentara junto a mí, abrí mi brazo y se acostó sobre mi pecho, nos quedamos un buen rato así abrazadas hasta que me topé con la mirada de Julia quien me sonrió y le correspondí y Ximena me dijo “le gustas”, le seguí sonriendo a julia y le dije “no sé de qué hablas”, sentí como se levantó y me tomo del mentón para que la volteara a ver, poco a poco se acercó para besarme y cuando se separó me dijo “le gustas a Julia… pero hay un pequeño problema”, fruncí el ceño y sonrió diciendo “eres mía”. En ese momento escuchamos como le gritaban a Julia, nos levantamos y vimos que era Aarón que en cuanto nos vio corrió hacia nosotras, abrazo a Ximena y empezó a llorar, después de unos segundos se separó y le dijo “llegue a la casa y me encontré con mi papá, no me dijo bien que paso, pero me dijo que habías traído a mamá a un hospital”, Ximena se le quedo viendo y le dijo “como sabias que venía para acá”, en eso entro Valeria con su característico caminar, unos lentes oscuros, su cabello suelto y sus tacones que resonaban en el piso y dijo “no lo sabía, yo lo supuse y nos venimos para acá”, se quitó los lentes y dejo un pequeño beso en mis labios, me sonrió y se acercó a Ximena para darle dos besos en las mejillas, cuando termino de saludarnos me fije en que tomo la mano de Aarón, se hizo un silencio incómodo y optamos por sentarnos a esperar.

Después de unas horas de espera y silencio salió Cinthia para avisarnos que todo había salido bien, inmediatamente Ximena y Aarón pidieron ver a su mamá y nos quedamos ahí Valeria y yo, unos minutos después se levantó y se fue rumbo a la recepción, yo mientras me senté y cerré mis ojos tratando de descansar un poco, poco después sentí como me movían mi pierna, abrí mis ojos y era Valeria quien me entregaba unos folletos, los tome y decía algo de la violencia familiar, los ojee unos momentos y cuando lo cerré me le quede viendo y me dijo “yo no los conozco tanto como supongo que lo haces tú pero creo que estaría bien que hablaras con ella para que valla a uno de estos lugares a buscar ayuda”, puso cara de circunstancia y recordé un poco de nuestra historia, el papá de Ximena era un hombre de esos que pensaban que las mujeres no valían ni servían para nada más que para tener hijos y quedarse en la casa para atender a su marido cuando llegara, razón por la que Valeria casi siempre estaba en mi casa, cuando Val creció los malos tratos también empezaron a ser hacia ella, razón también por la que conocía cada parte de su cuerpo, había veces que era yo a la única que dejaba que la curara, hubo una ocasión después de varios años en la que los golpes la dejaron tan mal que no se paró de la cama en una semana, mi mamá la atendió en nuestra casa y fue ahí que después de hacerle unos estudios se dio cuenta de que sufría de un trastorno alimenticio, recuerdo que cuando mi mamá se dio cuenta me hizo los mismos estudios a mí para cerciorarse de que no tuviera la misma condición, fue muy duro para mi darme cuenta de lo que le pasaba a mi mejor amiga sobre todo porque fue la primera vez en todo ese tiempo que caí en cuenta de lo egoísta que era, no alcanzaba a comprender como era que pasábamos todo el día juntas y nunca me di cuenta de que había bajado de peso, o que tampoco comía y que cada día era más retraída, se había vuelto la sombra de lo que era y nunca me di cuenta, mi mamá trato de hablar con la suya respecto de la situación pero la reacción de su mamá fue la de prohibirle mi amistad, cosa que no cumplí, siempre iba a su casa a escondidas y me quedaba con ella hasta que se dormía, por fortuna para nosotras sus papás nunca entraban a su habitación así que podíamos estar ahí sin preocupación alguna, una tarde en la que no pude ir por no sé qué cosa llamo su mamá para decir que la había encontrado en su baño desmayada, la llevamos al hospital y ahí la señora decidió que necesitaba ayuda, mi mamá las llevo con el psicólogo y a partir de ahí las cosas cambiaron para bien, ellas dejaron la casa del señor, se divorciaron y siguieron con su vida. Regrese de mis recuerdos y le sonreí en señal de agradecimiento, los recuerdos me dejaron sin palabras.          

Norma se quedó en el hospital unos días y después, cuando se sintió mejor nos platicó que Daniel le había pegado porque se había encontrado a un amigo de ella en la calle y los vio platicando, Ximena trato de convencerla de que dieran parte a las autoridades para que hicieran algo pero Norma se negó, pude ver el miedo en sus ojos aparte del dolor, me acerque y le dije a Ximena “tú y Aarón lleven las cosas a la casa en mi camioneta, Valeria y yo llevamos a tu mamá para que valla más cómoda en la camioneta de Valeria que es más grande”, los 4 me voltearon a ver pero pronto Valeria capto lo que quería hacer y se le acercó a Aarón lo suficiente para abrazarlo mientras le decía “si amor ve para que arreglen la casa y su mami la encuentre linda”, eso me sorprendió un poco desde cuando esos 2 tenían una relación, le dio un beso y con eso lo convenció, le di las llaves a Ximena y nos acompañaron a la camioneta de Valeria para ayudar a Norma a subirse, arranque con cuidado y emprendimos camino.

A mitad de camino Valeria me pidió que me parara porque tenía sed, me detuve en un súper mercado y le dije a Norma “voy a decirte algo que nadie absolutamente nadie sabe…yo amo a tu hija”, me sonrió y me dijo “eso todos lo saben”, le regrese la sonrisa y proseguí “no, lo que todos saben que tengo una relación con tu hija, pero el amor es diferente, al menos para mí, para mí el amor es ver a la persona que quieres y sentir que no puedes respirar de la emoción, sentir que cuando se acerca las piernas me tiemblan de emoción, que sus besos y su piel me llevan a lugares desconocidos de mi misma, despertar con ganas de ser una persona mejor para poder ser digna de su amor, pero también es libertad para ella, libertad de que haga lo que le gusta, que vea y conviva con la gente que es importante para ella y si me deja también convivir yo, libertad de decisión y llegada la ocasión en que ella decida que la relación ya no da para más dejarla ir y desear con toda el alma que sea más feliz que yo, eso siento yo por tu hija, pero aún no lo sabe”, cuando termine de hablar empezó a llorar y entre sollozos me dijo “porque no se lo dices?”, hice una media sonrisa y le dije “porque soy una cobarde”, se soltó a llorar más y me dijo “alguna vez ame así como tú lo haces… pero ahora ya no, y no sé cómo hacer para terminar esa relación”, en eso llego Valeria por la ventana del conductor y nos dijo “hay algo que quisiera mostrarles ,me acompañan?”, voltee a verla y me sonrió mientras Norma asentía con la cabeza, me pidió que la dejara manejar y me coloque en el asiento de atrás.

Después de una media hora de manejar llegamos a la casa de Valeria, me pidió que esperara en la sala y ella se llevó a Norma rumbo al despacho y yo me quede mirando las fotos que tenía en una de las mesas de las orillas, escuche como regresaba y me voltee para verla con su sonrisa más natural y bella, se acercó y me dijo mientras me tomaba de la mano “perdón, no te odio, solo estaba un poco enojada contigo y… lo siento”, le sonreí y le dije “no pasa nada, aunque a decir verdad te lo creí”, me abrazo y luego me jalo rumbo a su habitación porque tenía que medirse un vestido que había comprado para la fiesta de fin de curso que era dentro de 2 semanas, de pronto me di cuenta que había pasado casi un año del accidente y mi vida no estaba ni siquiera encaminada a lo que era antes, termino de probarse el vestido que por cierto se le hubiera visto  fantástico si no estuviera tan delgada, el mismo miedo que me dio el día de la cena volvió a instalarse en mí al darme cuenta de su peso, estaba por preguntarle que le pasaba cuando saco otro vestido que estaba junto al suyo, me lo dio y me dijo “este es para ti, pruébatelo”, me lévate sin mucho afán y sin pensarlo 2 veces me empecé a quitar la ropa para probármelo, estaba en eso cuando sonó mi celular y Valeria contesto, supuse que era Ximena porque le empezó a dar excusas del porque no habíamos llegado a su casa, cuando colgó se acercó por mi espalda para ayudarme con el cierre del vestido y me dijo “parece que tu novia se enojó”, de pronto me puse a pensar en lo que me pregunto el día de la fiesta de Isabella y le dije “no sé si me quiere más que tú, lo que si se es que no tiene intenciones de dejarme”, se recargo en mi hombro derecho y nuestras miradas se encontraron a través del espejo, me sonrió y me dio un beso en la mejilla diciendo “siento haberte hecho pasar un mal rato en la fiesta de Isa, creo que tome de más”, me gire y la abrace fuerte, se acercó a mi oído y me dijo “el vestido se te ve genial, es el que te llevaras a la clausura”, me separe de ella y se fue a recoger mi ropa que estaba en la cama para entregármela.

Salimos de su casa después de casi una hora y muchas llamadas de Ximena y Aarón, nos fuimos rumbo a su casa y nadie dijo una palabra en todo el camino, llegamos y ya nos estaban esperando con cara de enojados, nos quedamos arriba de la camioneta y cuando íbamos a salir nos dijo Norma “gracias por lo que hicieron, pero les agradecería también que mis hijos no se enteren de lo que hemos hecho”, las 2 asentimos con la cabeza, nos bajamos y ni Ximena ni Aarón nos hablaron, después de unos minutos en los que Norma les dijo que nos habíamos ido a comer porque ella tenía mucha hambre pero no creyeron mucho, nos despedimos porque estaba un poco incómodo el ambiente, me dieron las llaves de la camioneta y me fui sin que Ximena se despidiera de mí.

Paso casi una semana de eso y Ximena seguía distante conmigo, no puse mucha presión porque no era para tanto, y darle explicaciones era señal de que había hecho algo malo aunque claro no le estaba echando nada de ganas, no se, tener cerca la fecha que cambio mi vida me estaba dando para abajo, no tenía ganas de salir, de hablar ni de hacer nada. Llegado el jueves recibí la llamada de Aarón para recordarme que su presentación seria al siguiente día en el bar de Roque, en eso llego Ximena y le dije que estaría ahí, colgué y empecé a escuchar su plática acerca de los ensayos, le propuse ver una película y gracias a Dios acepto, estaba siendo un suplicio no ponerle atención pero por más que lo intentaba no lograba nada, después de la película nos subimos a costar pero antes de que se metiera a la cama se acercó a mí y me dijo al oído “discúlpame por comportarme así pero es que no me creo para nada eso de que se fueron a comer y nadie nos dice nada” me quede en la misma posición sin hacer ni decir nada y cuando sentí que se iba me voltee y la jale de la mano hacia a mí, la bese con pasión y me respondió inmediatamente, sin mucho preámbulo me la lleve a la cama y empecé a despojarla de sus ropas, ella hizo lo propio con las mías y en un dos por tres ya estábamos en la cama desnudas, empecé a besar sus pechos y después a morderlos, me encantaba escucharla gemir cuando hacia eso, cuando iba a la altura de su obligo me levanto de la cara y me volteo para que ella quedara encima de mí, empezó con un beso en mis labios, su lengua con la mía y prosiguió con mi cuello después bajo a mis pechos que ya clamaban por su boca, se entretuvo un momento con ellos y fue bajando poco a poco, rodeo con su lengua mi ombligo y de ahí partió hacia más abajo, no tarde mucho en terminar y me di cuenta de que lo que hacía estaba mal, no podía simplemente tener relaciones con Ximena, ella era diferente a todas la personas con las que había estado, y no podía estar haciéndole eso, trate de pensar rápido aunque no estaba en el mejor momento para hacerlo, no quería que se diera cuenta de que me había dejado llevar por el remolino de sentimientos que tenía dentro de mí y mi cabeza pronto me dio la solución, la bese profundamente y cambie de posición, había quedado encima de ella, introduje dentro de ella 2 de mis dedos y empecé con un vaivén dentro de ella que aumentaba la fuerza cada vez más, deje sus labios y puse mi boca en donde estaban mis dedos, mi lengua hizo lo propio y antes de que se viniera hizo que me levantara y la besara haciendo que su grito se ahogara en mi garganta, nos quedamos unos momentos en esa posición hasta que hizo que me pusiera a lado de ella, sus ojos me encantaban y mientras los veía escuche cuando me dijo “te amo más que a nada en este mundo, y creo que es necesario que sepas por qué”, me acerque un poco más y empecé a acariciar su cabello mientras ella me seguía diciendo “te amo por lo que soy cuando estoy contigo, no importa si soy un poco tonta, un poco ignorante, nada absolutamente nada te importa sigues conmigo sin importarte nada de eso, me haces feliz con solo sonreírme, me enseñaste que el amor no tiene pretensión alguna más que hacer a la otra persona feliz, aunque a veces no lo entiendo y te hago escenas que sé que no te gustan sigues conmigo y me haces feliz, aun no sé si yo provoco todo eso en ti pero sé que tú lo provocas en mi”, me beso y después recogió las cobijas para taparnos y dormir.

Me desperté porque sentí su brazo pasar por mi estómago y su cuerpo pegado al mío, me voltee y me beso, le correspondí y empezamos a dar vueltas en la cama hasta que me dijo “me quedaría contigo en esta cama por siempre pero creo que deberíamos levantarnos y bañarnos porque si no, no vamos a llegar a la escuela”, salió de la cama y se metió al baño para abrir la regadera.

Después de un buen baño y arreglarnos nos fuimos a la escuela, en el camino ella me hablaba de no sé qué cosas, a decir verdad seguía metida en mis cosas, llegamos a la escuela y la lleve a su salón como siempre, me beso de despedida y me hizo recordar todo lo que me había dicho la noche anterior por lo que me dejo con una sonrisa en la cara, me dirigía a mi salón y sentí cuando me jalaron del brazo, no vi quien era hasta que estuve en el baño y Valeria cerraba la puerta con seguro, termino con lo que hacía y se acercó sacando un maquillaje de su bolsa, por su cara se veía que estaba enojada pero no recordaba haberle hecho nada así que estaba más que desconcertada, me volvió a jalar y me puso contra los lavabos, se puso en frente de mí y tomo un poco de maquillaje con una brocha, después con su mano movió mi cabeza de manera que quedara al descubierto una parte de mi cuello, empezó a pasar la brocha por mi cuello y a los pocos segundos comenzó a decir “quien eres y que hiciste con mi mejor amiga… sabes reconocía algo de ti en cada una de las cosas que hiciste, en las peleas, en la soledad, en tu indiferencia, de hecho te reconocí cuando decidiste tener una novia, pero esto, esto es mucho, mira que llegar toda chupeteada a la escuela, como si se viera tan bonito”, como era posible que no me hubiera cuenta del momento en el que me lo hizo, ni cuando me estaba arreglando, trate de tocarme el área que maquillaba pero me dio un manazo, cosa que nos causó gracia a las 2, terminamos de reírnos y se hizo a un lado diciendo “ya está, ahora solo trata de no tocarte mucho para que no se te caiga el maquillaje y para la próxima ten más cuidado, podrías explicarle la regla de que los haga en donde no se vean”, me voltee hacia el espejo e inspeccione el área recién maquillada y era un buen trabajo porque no se veía nada, le sonreí y le dije “ya se la sabe, seguro tampoco se dio cuenta”, guardo sus cosas en su bolsa y me respondió “bueno tu vida sexual no es de mi interés así que mejor cambiamos de tema, mi mamá me dijo ayer que hiciste una donación a la fundación de mujeres maltratadas”, tome mi mochila y le dije “pues sí, pero le dije que no le dijera a nadie”, estaba abriendo la puerta y me dijo con una sonrisa “bueno pero la persona que no quieres que se entere no lo hará… por cierto también me dijo que te avisara que Norma empezó a ir antier”, término de abrir la puerta  y le dije “quieres ir a desayunar?”, me volteo a ver y me dijo “tu no desayunas tan temprano”, salí del baño y la tome de la mano diciendo “no, pero hoy amanecí con hambre”, caminamos de la mano hacia la cafetería y cuando llegamos pedimos unos sándwiches, comimos en silencio y antes de terminar le dije “como van las cosas con Aarón?”, se me quedo viendo y me dijo “bien, es un poco aferrado a sus ideas y la mayoría del tiempo peleamos pero cuando estamos bien es muy bueno sobre todo muy simpático, vas a ir a su presentación en la noche?”, me le quede viendo y le dije “supongo que sí, después de todo es el hermano de mi novia lo recuerdas?”, término lo que comía y se levantó, me levante con ella y le dije “Que te pasa?”, miro hacia otro lado y me dijo “nada”, la tome del brazo y puso su mano sobre la mía tiernamente, me miro a los ojos y me dijo “ahora no me pasa nada, tengo todo bajo control”, quite mi mano de su brazo y ella la tomo con sus 2 manos, se acercó a mí y me dijo al oído “nunca debí de haberme alejado de ti, es el error más grande que he cometido, perdóname”, la abrace fuerte y perdí la noción del tiempo que estuvimos así, si hubiera sido por mi nos hubiéramos quedado así todo el día pero ella rompió el abrazo y me beso, no como normalmente lo hacía, no, ahora fue más intenso, empezó solo pegando sus labios a los míos y poco a poco fue abriéndolos, llevándose los míos con los de ella, fue un beso húmedo pero sin excitación alguna, sus besos siempre sabían a lo mismo, y esa vez no fue la excepción, hubo un momento en el que sentí que las fuerzas de mis piernas se me iban y tuve que recargarme en la mesa pero el beso no se rompió, de hecho ella se recargo en mí, después de unos segundo el beso ceso y nos quedamos viendo, me sonrió y de pronto se separó de mí y me dijo “lo siento”, la tome de la mano y se quedó viendo fijo hacia atrás de nosotras, voltee al mismo lugar que ella y vi a Tamara con su grupo de amigas, regrese mi mirada a ella y ella seguía viéndolas, tome su mentón con mi mano y le di un pequeño beso en los labios para después irnos al salón, sigo sin saber que pasaba por mi cabeza en esos momentos, solo sé que no me importo que le dijera a Ximena lo que acababa de ver, y tampoco pensé mucho en ella, solo quería estar con Valeria.

Llego la noche y Ximena no había mencionado nada acerca de lo que Tamara vio y tampoco estaba diferente conmigo, salimos de mi casa rumbo a el bar de Roque y llegamos más pronto de lo que tardamos en arreglarnos, no tardó mucho en empezar la presentación y para ser honestos habían mejorado muchísimo, nos sentamos en una de las mesas del frente con Valeria y otras personas familiares de los demás chicos, pedimos las bebidas y yo pedí un vodka tonic al igual que Valeria mientras Ximena solo pidió una naranjada, después del primer vodka le siguieron muchos, perdí la cuenta en el sexto, la presentación termino y empezaron a subir a cantar a micrófono abierto, la verdad era que no estaba prestando atención a nada de lo que sucedía a mi alrededor hasta que vi que Valeria subió al escenario con todo y guitarra  y empezó a tocar “soledad” de la oreja de van gogh, durante toda la canción no dejo de mirarme y no fui la única que se dio cuenta de que me la estaba cantando a mí, cuando termino me sonrió e hice lo mismo, antes de que terminaran los aplausos Ximena me jalo y me dijo “vámonos”, la seguí sin mucho interés y sin despedirnos de nadie, la lleve a su casa y durante el camino no hablamos, llegamos y me dijo “mañana vamos a ir con mi abuela ¿quieres ir?”, lo pensé un momento y le dije “no puedo, de hecho no te puedo ver en toda la semana, ósea obvio en la escuela si nos vamos a ver pero en las tardes no”, puso carita de tristeza y le dije “lo que pasa es que tenemos muchas que arreglar en el hospital ya ves todo lo de la ampliación y eso pues voy a estar un poco ocupada”, eso fue en parte verdad y en parte no, si tenía asuntos pendientes en el hospital pero no los iba a resolver en esa semana, pero tampoco quería estar con ella, bueno ni con ella ni con nadie, solo quería estar sola, no me dijo nada y se bajó del carro.

El fin de semana me acabe todo el licor de mi casa y para el lunes no quería ni despertar, la semana paso larga como ninguna, recibía mensajes diarios de Valeria para despertarme y alguno que otro de Ximena donde me ponía que me extrañaba.

EL 11 de junio llego y lo último que quería era levantarme, no pude dormir esa noche y estaba despierta cuando llego el mensaje de Valeria, generalmente me ponía “levántate, nos vemos en el cole TE QUIERO” pero este decía “no hagas nada tonto, recuerda que siempre estaré esperándote TE AMO”, me levante con solo una cosa en mente “el continente”, salí de bañarme y había otro mensaje pero este era de Ximena, lo leí y decía “necesito verte, por favor TE AMO”, termine de arreglarme y me fui al bar, empecé a tomar una tras otra y lo último que recuerdo fue que me empecé a marear, no recuerdo como llegue a mi casa bueno era obvio que manejando porque mi carro estaba ahí, pero no recuerdo haberme subido, entre a la casa y subí como pude las escaleras hasta la recamara de huéspedes que ocupaba, cabe mencionar que después de la primera vez que estuve con Ximena nunca volví a entrar a la mía, abrí la puerta y entre sin prender la luz, manía mía esa de estar siempre a oscuras, me estaba quitando la chamarra y prendieron la luz, voltee y me tuve que agarrar de una silla que estaba cerca por que mi coordinación no era muy buena y no quería caerme, Ximena se levantó de la cama y me dijo toda enojada “sabes la hora que es?”, trate de ver mi reloj pero las manecillas se movían mucho así que decidí mover la cabeza en forma negativa, se detuvo frente a mí y me dijo “son las 4:30 de la mañana”, termine de quitarme mi chamarra y la deje en la silla diciendo “¿Qué haces aquí?, no crees que es muy tarde?”, camine hacia la cama y me dijo “eres una egoísta, te dije que necesitaba verte”, me senté para quitarme los tenis y le dije “yo soy la egoísta?, perdón pero estas en mi casa sin importarte la hora y solo porque querías verme y sí que te importa que no estoy en condición de verte, dime entonces quien es más egoísta”, se sentó en la silla y me dijo llorando “no sé qué te pasa, llevas días así, hoy quería que no estuvieras sola por eso necesitaba verte, no sé porque no me hablas con la verdad”, me levante para quitarme los pantalones y le dije “que verdad?”, se levantó y me volvió a gritar “esta”, dijo señalándome “que quieres salir con tus amigos y ponerte hasta la madre de alcohol, que no quieres estar conmigo o que prefieres mil veces estar con Valeria”, con lo ultimó logro que la volteara a ver y le dije “no sé de qué me estás hablando”, se acercó mucho más a mí y me dijo “que, crees que no me doy cuenta de la manera en la que se ven las 2, o como se hablan sin palabras o creíste que no me entere de la escena que dieron en la cafetería cuando se besaron, y no te atrevas a negarme que ella me lo comprobó el viernes cantándote la canción esa”, ”no sé de dónde sacas esas cosas”, le dije y vi cómo se fue rumbo a la puerta y me dijo ya más calmada “solo quiero saber si la amas?”, me voltee hacia la ventana y le dije “claro que la amo”, escuche como giro la perilla de la puerta y le dije “espera”, me voltee y vi en sus ojos un pequeño brillo entre las lágrimas, sabía lo que tenía que decir, lo tenía en la punta de la lengua, sentía unas ganas enormes de decirle que también la amaba a ella pero en lugar de eso solo dije “quédate”, ella me miro extrañada y yo agache la mirada para decirle “ya es muy tarde y supongo que no querrás que te lleve, así que por favor quédate”, levante mi ropa de la cama y camine hacia la puerta diciendo “no te preocupes yo dormiré en la otra habitación” y salí sin mirar atrás.

Al día siguiente sentía mi cabeza explotar, mis ojos ardían con el reflejo del sol y los tenia cerrados, decidí rápidamente que no me levantaría y fue demasiado rápido porque hasta pensar dolía, de repente recordé lo que había pasado horas atrás y me arrepentí profundamente de lo que le dije pero mucho más de lo que no le dije, trate de levantarme pero fue imposible mi cuerpo no me respondía, de pronto escuche el caer del agua de la regadera, abrí mis ojos para darme cuenta que no era el sol el que me lastimaba sino las luces de la recamara, puse mayor esfuerzo en levantarme esperando que fuera Ximena la que preparaba el baño, logre sentarme en la cama y vi del baño salir a Valeria, se me quedo viendo y me sonrió diciendo “veo que por fin te amaneció y que bueno que lo hiciste por propia voluntad porque recuerdo que nunca te ha gustado que te despierten”, sonreí y le dije “que yo recuerde me despiertas diario con un mensaje”, me sonrió más ampliamente y me dijo “a si claro pero es que es diferente porque no estoy aquí para que te desquites”, trate de levantarme de la cama pero la gravedad me volvió a sentar, Valeria soltó una carcajada y me dijo “tu sigue intentando levantarte en lo que yo voy por tu ropa interior”, salió de la habitación y mire mi reloj, eran las 7:30 de la noche, como era posible que hubiera dormido tanto, y si mi cabeza y mis cálculos no me fallaban tenía que posponer mis planes de no dejar mi cama porque tenía la fiesta de fin de curso de la universidad y yo tenía que ir porque el taller de canto incluyéndome a mi amenizaríamos la reunión, me levante como pude y me metí al baño, después de unos minuto escuche como abrían la puerta y decía Valeria “aquí está tu ropa, tu toalla y por favor apúrate que no me gusta llegar tarde”, salió del baño y yo me tome mi tiempo.

Termine el baño y salí para encontrarme con el vestido morado que me había probado días antes, unos tacones negros, un saco negro y varios estuches de maquillaje, suspire profundo y me empecé a cambiar, cuando estuve lista baje y escuche ruidos en el acuario, me quede en la entrada viendo lo que pasaba ahí dentro, era Valeria que se veía más hermosa que el día que se midió el vestido y Doris, estaba por entrar cuando oí que Valeria le dijo a Doris entregándole una bolsa “el otro día fui a comprar este purificador, es nuevo dicen que tiene la función de un regulador, solo tenían uno pero la semana que entra veré si llegaron más para ponerlos en todas, adentro viene el instructivo si se te dificulta algo llamamos a un experto y listo”, de pronto recordé que a la única persona aparte de mi mamá que disfrutaba tanto de ese lugar era precisamente a Valeria, mi cabeza pronto se dio cuenta de que era ella quien mantuvo vivo el acuario mientras yo desperdiciaba mi vida, toque ligeramente la puerta y le dije “ya estoy lista nos vamos”, se me quedo viendo fijamente mientras caminaba hacia mí, me sonrió y me dijo cuándo me tomaba de la mano “vas a ser la mujer más bella del lugar”, le sonreí y tomamos mi mustang para irnos rumbo a la fiesta.

Llegamos y no había porque negar que estaba nerviosa, un poco deprimida, y con un sinfín de emociones que sin pedir permiso se instalaron en mí, caminamos entre la gente y nos despedimos porque ella tenía que socializar y yo tenía que tocar, habían pasado varias horas en las que me había escondido de Ximena que estaba ahí por no sé qué razón, estaba en la barra tomando un vodka y la vi en un hermoso vestido negro, se acercó y me dijo “te ves hermosa”, voltee le sonreí y le dije “tú más”, se sentó en un banco junto al mío y me dijo “Tamara me invito”, me quede callada mientras sentía que dentro de mi crecía un sentimiento de enojo combinado con un poco de ira y me di cuenta de que sentí los peores celos del mundo, como era posible que fuera con ella, había olvidado la parte de la plática en la que me dejo?, pero como se supone que podía reclamarle si yo llegue con Valeria, me levante sin decirle nada y me dirigí al baño para poder acomodar bien mis ideas, no tarde mucho y cuando salí la busque con la mirada, estaba dispuesta a pedirle disculpas, a decirle que la amaba como a nadie en el mundo y que no quería que estuviera con nadie más que conmigo, la encontré cerca de la pista de baile, pero no estaba sola, estaba con Tamara a quien se le veía bastante tomada desde lejos, las vi por un momento pero comencé a caminar hacia ellas cuando vi que forcejeaban, cuando estuve lo suficientemente cerca escuche como Ximena le decía “no Tamara, mejor ya vámonos que ya estás muy mal”, Tamara no le hizo caso y trato de besarla, no me dio tiempo de pensar y cuando me di cuenta ya la había aventado, puse a Ximena detrás de mí y le dije a Tamara “vete de aquí”, se puso enfrente de mí y me dijo arrastrando las palabras “tú que te metes, esto es entre mi mujer y yo”, eso hizo que me enojara más y le dije “ya no sabes ni lo que dices mejor vete”, me sonrió y me siguió diciendo “ a no me crees, porque no le preguntas a ella que hacía en mi cama hoy justo antes de venir”, voltee a ver a Ximena y tenía la cabeza agachada, no podía creer lo que escuchaba, de pronto vi como Tamara trato de agarrar a Ximena y le di un puñetazo que la tiro, Ximena rápido se acercó a Tamara y le puso su cabeza sobre sus piernas mientras yo era sostenida por Valeria que me pedía que la viera, fije mi mirada en la de Ximena y era de entre miedo y enojo, no la reconocí y me sentí mal, decidí hacer caso a las suplicas de Valeria y cuando tuvimos contacto visual me dijo “vámonos de aquí por favor”, no lo pensé mucho y me salí con ella rumbo al estacionamiento, busco las llaves del carro y se dio cuenta de que habíamos dejado las bolsas adentro así que me dijo “espérame aquí ahorita regreso” y se fue rumbo al auditorio, segundos después escuche unos tacones resonar pensé que sería ella pero no, era Ximena que me dijo “no tenías derecho a hacer eso”, me limite a agachar mi cabeza y preguntarle “lo que dijo es cierto?”, se quedó callada unos segundos y dijo “no es lo que tú piensas”, estaba por seguir hablando pero la interrumpí diciendo “contesta, sí o no?”, escuche como paso saliva y me dijo “si”, levante mi cara y le dije “tienes el camino libre para salir con quien quieras, esto se acabó”, estaba por decirme algo pero el sonido de otros tacones inundaron el estacionamiento, volteamos al mismo tiempo y vimos a Valeria aparecer, se acercó despacio a nosotras y me extendió las llaves, le sonreí y le dije “manejas tu”, camine hacia el lado del copiloto y me metí, no voltee hacia atrás ni por error y escuche como prendía el carro, cerré los ojos y me recargue en la ventana porque no tenía intención de verla, después de unos minutos escuche a Valeria decir “ya no está a la vista”, abrí mi ojos y le sonreí, me devolvió la sonrisa y me dijo “¿A dónde quieres ir?”, puse mi mirada en el frente y le dije “lejos, muy lejos”, puso la vista en el camino y me dijo “tus deseos son órdenes”, 1 hora después estábamos en el aeropuerto internacional de la ciudad de México.     

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