Nueva Administración - Oriana - 10

Capítulo 10

La cena había sido fulminante para toda la familia, Louis había servido guiso de carne, puré de papas y pastel de vegetales. Sure y su esposo decidieron ir a dormir, sus ojos se cerraban en contra de su voluntad, Peter decidió salir y seguramente ver a su novia, dejando a Terry y Carol a solas.

Louis quería matarnos con la cena.- comento Terry sonriendo sentada en el sofá

Creo que casi me dejo en coma inducido.- Carol sonriendo.

¿Quieres dar una vuelta por el Rancho?.- pregunto Terry con cautela

Claro….es lo mejor para bajar esta cena.- contesto levantándose de la silla.

Ambas salieron al patio y comenzaron a caminar, no habían palabras, el silencio tampoco era incomodo, estaban disfrutando del paseo y de ellas mismas, de sus pasos, sus respiraciones, su presencia.

¿Quieres dar aquel paseo que te ofrecí una vez?.- Terry pregunto girando su rostro para ver a Carol.

¿A esta hora?....¿que podría apreciar en la oscuridad?.

Justamente eso……en la oscuridad se oculta vida Carol, muchos animales viven en la noche.

¿En verdad?

Si

Entonces vamos.- contesto sonriendo.

Ambas se dirigieron al establo, aquí Terry se dispuso a ensillar a Sansón para Carol y a Suerte para ella.

¿Suerte, que nombre tan curioso?.- indico Carol al caballo blanco de Terry

Ese es el nombre perfecto para él…..yo lo conseguí en el bosque herido, estaba deshidratado, y desnutrido……creo que se escapo de algún establo.- extendiéndole la mano a Carol.

¿Qué?

Ven…sube sobre Sansón…..voy a guiar sus riendas para que no tengas de que preocuparte.

Está bien.- tomando la mano de Terry y subiendo sobre el lomo del animal, tenía una sensación extraña pero sumamente agradable, luego observo como Terry subió sobre Suerte, cogió las riendas de Sansón y empezaron su andar hacia las llanuras del rancho. Cabalgaron cerca de 20 minutos.

¿Terry?

¿Ummm?

¿Crees que pueda llevar las riendas del caballo?

Creo que si....no es tan difícil…solo tienes que transmitirle confianza.- Terry observando cuan hermosa era Carol bajo la luz de la luna, sus facciones parecían revivir con fuerza.

Puedo hacer eso.- indico hipnotizada por la luz de la luna reflejada en los bellos ojos verdes de Terry.

Está bien, pero será cuando regresemos…ya llegamos.- bajando del caballo.

¿Dónde estamos?.- bajando del lomo de Sansón.

En un lugar genial, ven.- conduciendo a Carol cerca de un pequeño follaje que se levantaba en la llanura, en éste se encontraba un pozo poco profundo.

¿Dios…..a donde me has traído?.- horrorizada cuando observo a un insecto volar de una rama a otra.

No tengas miedo.- tomando la mano de Carol y atrayéndola hacia a ella.- solo observa en silencio, tus ojos pronto te mostraran la vida y la inocencia de los insectos.- sonriendo, mientras abrazaba a la otra mujer.

Está bien.- indico Carol, tenía miedo, pero sostener la mano de Terry, y ésta estar abrazándola era sumamente tranquilizador, una ola de calor lleno su cuerpo.

Al principio no podía ver nada, sus ojos solo mostraban oscuridad, pero con el pasar de los minutos poco a poco fue observando lo que sucedía en su entorno. Lo primero en percatarse fue en el sonido, era un cantar melodioso de ranas y grillos, luego observo unas luciérnagas volando cerca de una plantan, en unas hojas había una araña tejiendo su red, tan matemáticamente perfecta que resultaba fascinante, una rana brinco de una hoja a otra, tenia llamativos colores, por alguna razón Carol supo que lo prudente era no tocarla, luego un grillo salto y empezó a limpias sus patas traseras, cerca del pozo habían gran cantidad de insectos volando y debajo del agua había lo que parecían ser pequeños peces nadando; armonía, perfección, coexistencia y paz era todo lo que Carol podía ver, cada uno estaba tomando su lugar en la naturaleza, jugando el papel para el cual fue creado, cuando se percato de todo con total claridad, su temor, su fobia había desaparecido, solo quedaba admiración por tener la oportunidad de ver la vida de esta manera; pensó en Terry, como había sido tan astuta de disuadirla y mostrarle todo tan fácilmente, ayudando claramente a desaparecer sus temores; comprendió en ese momento que Terry no era una persona de hablar por largo rato, pero sus acciones lo decían todo, esa es su forma de comunicarse con los demás; el abrazo cálido ahora quemaba su piel, su corazón se aceleró y cerro sus ojos para disfrutar del momento acompañada por la melodía de la noche.

¿Qué vez?.- Terry preguntando en un susurro, haciendo que Carol volviera abrir sus ojos.

Vida.- contesto sonriendo.- ellos están en perfecta armonía y ni siquiera parecen saber que estamos aquí.

Así es…no estamos interviniendo en su vida, por eso ellos no se interesan en nosotras.

Gracias.- expreso Carol girando su rostro para ver a Terry, iluminada por la luna.

De nada….sabía que podías ver mas allá de tus temores.- correspondiendo la sonrisa.

¿Cómo lo sabías?.- con curiosidad

Porque eres valiente Carol….más de lo que imaginas….viniste aquí, a pesar de temerle a todo, has tratado de integrarte, estás haciendo un buen trabajo y descubriste que el antiguo administrador no es más que un bandido……sin mencionar que fuiste capaz de defender el rancho de un cuatrero que se atrevió a entrar en él.- Terry sonriendo

¿Vez todo eso en mi?.- pregunto Carol ahora estableciéndose frente a Terry, aun sosteniendo su mano

Si…….¿por qué?.- extrañada

Porque tengo que decirte algo.

¿Qué cosa?

Sabes…..hay algo que debes reprocharme de todo lo que dijiste.

¿De qué hablas?....¿qué cosa?.- pregunto curiosa Terry

De haber dejado que aquel cuatrero robara mi corazón.- Carol sosteniendo la mirada de la mujer al frente.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

La Teta Feliz Historias y Relatos ® Oriana Derechos Reservados

© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.