Mi vida antes y después de ti - Rozz (Parte 17)

Era la segunda vez que escuchaba eso en esa noche, pero retomaremos el hecho que nunca fui de muchas palabras, yo siempre fui más de demostrar lo que sentía en vez de decirlo, me levante ligeramente y lo primero que vi fueron sus ojos, que me encantaban, después sus pequitas que eran lo más lindo que hubiera visto, después pase a sus labios que simplemente me ponían mal en todo sentido, respire profundo y estaba lista para decirse pero me interrumpió diciendo “no, no quiero ni espero que me digas nada, desde un principio sabía que lo tuyo no era eso del amor, solo quiero que me dejes decírtelo las veces que yo lo sienta”, le sonreí y la bese.

Esa noche perdí la cuenta de las veces que hizo que me sintiera como si el cielo no fuera suficiente y me llevo más lejos de ahí, y digo que sentí porque esa noche no me dejo hacerle sentir lo que ella a mí, me dijo algo como que ella no importaba en ese momento o algo así, la verdad era que no estaba muy atenta a lo que me decía.

Terminamos después de no sé cuántas horas y se quedó dormida encima de mí, su peso no me molestaba, al contrario, me llenaba de paz, después de unos minutos se bajó y quedo boca abajo, yo no dormí esa noche y la verdad era que no tenía sueño, ni estaba cansada, ni me dolían los golpes, para esas alturas ni me acordaba de los golpes, la estaba contemplando con esa paz que contagiaba, su cabello castaño a la altura de sus hombros, su piel suave que tenía a mi disposición pero por alguna razón no tenía la intensión de tocarla, me gustaba lo que veía, pero solo mirarla, de pronto mi mente me traiciono, en el momento en que empecé a recordar las veces que Valeria durmió conmigo en la misma cama, incluso pude ver su cuerpo junto al mío, sentir su olor que era característico de ella hasta durmiendo, recordé esos ojos verdes que tenían el mismo efecto sobre mí que los de Ximena, su piel que hacía que la mía reaccionara ante su toque, y para terminar con mi tranquilidad recordé que a Valeria era la única persona en el mundo a la que no había hora, minuto ni segundo en que no le dijera que la amaba, cosa que no me costaba, solo me salía del alma.

El sol empezaba a salir y era visible por el balcón de la recamara, sentí el fresco de la mañana y decidí recoger las cobijas para taparla, no era mi intensión que se enfermara y me levante para darme un baño, a lo mejor con eso dejaría de pensar tonterías, eso pensé en el momento, con el agua corriendo por mi cuerpo me di cuenta de que me ardía la espalada, cosa que me hizo recordar los rasguños que me hizo a pesar de que prácticamente yo solo puse el cuerpo y no hice nada más.

El baño cumplió su cometido y deje de pensar tonterías, salí envuelta en la toalla y en silencio porque no quería que se despertara, estaba terminando de ponerme la ropa interior cuando escuche detrás de mí que me dijo “nunca vuelvas a hacer eso”, voltee a verla y se estaba incorporando de la cama, cosa que provoco que la sabana que la cubría callera hasta su cadera dejando su dorso desnudo, mi mirada inmediatamente se planto es sus pechos que simplemente eran hermosos pero llamo mi atención diciendo “veme a los ojos cuando te hablo”, levante la mirada y me encontré con una mirada de entre enojo y vergüenza, me voltee y camine rumbo al mueble donde estaba mi ropa para sacar una playera sin mangas, tendría que estar tapada para que me pudiera concentrar en sus ojos, camine sin despegar mi mirada de la de ella hacia la cama, me senté junto a ella y se la di, antes de que terminara de ponérsela comenzó a decirme “no quiero que te vuelvas a bañar después de estar conmigo”, me le quede viendo tratando de entender lo que me decía, y volvió a decir con un tono más arriba lo que me hizo darme cuenta que por alguna razón lo que acababa de hacer le había molestado “no te das cuenta que para mí lo de ayer fue la cosa más maravillosa que jamás me haya pasado, por primera vez desde que estamos juntas sentí que realmente eras mía, ya sé que me has dicho infinidad de veces que estas comprometida en esta relación y te creo, pero no están fácil ir por la calle y ver que aunque vas de mi mano todos te voltean a ver, y ni que decir de la escuela, no sabes lo que sufro solo de pensar que tienes en tu salón a Valeria que cuando te ve parece que te quiere coger”, para ese momento de la plática-monologo ya me había parado y me había empezado a untar crema pero en el momento en que dijo lo último voltee a verla con una ceja levantada, y no porque me asustaran sus palabras, yo conocía peores pero sabía con quién y en donde y yo jamás le había dicho nada parecido así que era momento de poner barreras, ella pareció entenderlo porque me dijo “lo siento, es que me exalte, pero es que es cierto, y ayer fuiste mía en toda la extensión de la palabra, no solo físicamente también espiritualmente, lo pude sentir, tu piel, tu boca, tus miradas, tu olor, hasta tu sudor me pertenecieron ayer y vas y te bañas como si para ti no hubiera significado nada, como si… te arrepintieras”, me acerque por el otro lado de la cama y yo estaba tranquila, deje que dijera todo lo que tenía que decir, me acosté junto a ella y le dije “nunca en la vida había sentido lo que tú me haces sentir con un simple beso, jamás había sentido lo que ayer me hiciste sentir, me llevaste ida y vuelta más allá del cielo, entiendo que tal vez tener una relación conmigo no es lo más sano para nadie, pero tú te aventaste y me aceptaste y respecto a lo del baño, no podía dormir y de dar vueltas en la cama y despertarte a darme un baño preferí lo segundo, pero no lo hice con la intensión de olvidarme de nada, al contrario, aparte ya me conoces, pero si no quieres que lo vuelva a hacer está bien”, tomo la misma posición que yo y me dijo “lo siento, no quise ponerme así pero entiéndeme, yo no sé nada de ti y lo único que tengo es esto, tu cuerpo, físicamente eres mía, pero nunca sé que piensas cuando te quedas callada mucho tiempo, tampoco sé que sientes cuando recuerdas cosas, sé que recuerdas por lo que tu mirada me dice y sé que te dije que no era necesario que hablaras conmigo si no lo querías y no lo es te lo juro, pero también  te dije que me daba cuenta de que algo pasaba dentro de ti con solo ver tu mirada así que dime que quieres que piense cuando veo lo que pasa con tu mirada cuando te encuentras con Valeria, sé que no debo ponerme así pero ayer tus sentimientos fueron míos, lo único que te pido es que cuando pase eso me dejes disfrutarlo un poco más, por favor”, le sonreí y es que no tenía más que decir, todo lo que me decía era cierto y ni como desmentir el hecho de lo que me pasaba con Valeria porque conociéndome seguro terminaría contándole la verdadera razón para que me metiera a bañar, así que opte por darle lo que me pedía, me recosté boca arriba y ella se recargo en su brazo para quedar de lado viéndome, baje un poco mi bóxer y lo detuve antes de llegar a mi ingle izquierda, se sonrió y me dijo “creo que ese es mi tatuaje favorito”, le regale una sonrisa y le dije “me lo hice cuando cumplí 18 en señal de la libertad que adquirí al cumplir esa edad”, lo cual era un poco obvio porque era una mariposa, digamos que a esa edad no tenía mucha imaginación y mucha menos conciencia, paso sus dedos por el tatuaje y mi piel se erizo inmediatamente por lo que opte por quitarle la mano y acomodarme la ropa porque si seguía lo más probable era que empezáramos con lo de la noche anterior, me voltee y quede boca abajo mientras le decía señalando mi coxis “ este es el símbolo del ying y el yang, cuando termine con mi ex novio nos hicimos este, en señal de amor y de que nunca nos olvidaríamos”, no vi su cara pero no me dijo ni hizo nada así que me voltee rápidamente y le dije “nos conocíamos desde que éramos pequeños, él es 2 años más grande que yo, su familia es muy amiga de la mía así que siempre convivimos mucho, después cuando entramos al colegio nos hicimos más amigos, cuando yo iba como en cuarto me dijo que si quería andar con él y yo le dije que sí, éramos unos niños así que no era un gran noviazgo, pasaba por mí para ir juntos al colegio, me llevaba a mi casa y los fines de semana cuando nuestras familias se juntaban pues estábamos juntos, cuando el entro a la prepa yo iba a mitad de secundaria y ahí fue cuando se volvió más formal la relación, ya iba a mi casa y comíamos ahí o yo iba a la suya, los fines de semana estábamos juntos siempre ya fuera con su familia o con la mía, cuando no estamos juntos hablábamos por teléfono, nos íbamos de viaje, no había nada que no hiciéramos juntos, no sé, ahora que lo pienso tal vez lo que teníamos más que amor era costumbre, aunque no te voy a negar que había o hay un gran cariño, él era un hombre muy simpático y muy amable, siempre tenía una sonrisa en su cara, era contagiable su buen humor, siempre jugaba y me hacía reír mucho, teníamos los mismos gustos, nunca peleamos, creo que era por eso, siempre quisimos las mismas cosas, pero cuando el cumplió 18 su familia se fue a vivir al extranjero y decidimos terminar, los dos sabíamos muy bien que las relaciones de larga distancia no funcionan así que lo dejamos, aunque al principio me llamaba y teníamos contacto eventualmente le pedí que dejara de hacerlo porque me dolía mas no tenerlo conmigo así que dejo de llamar”, la expresión de Ximena no había cambiado, era seria y distante así que decidí que era la información necesaria acerca del tema, estaba por empezar a explicarle mi tatuaje del dragón pero me interrumpió diciendo “él fue el primero?”, su pregunta me saco un poco de onda pero me estaba dando cuenta de que la intimidad significaban cosas diferentes para las dos, mientras para mí era una cosa sin trascendencia alguna, para ella era de suma importancia compartir una cama, me quede callada un momento y después le dije “si él fue la primera persona con la que estuve”, se quedó callada y le vi la intención de preguntar algo mas pero no lo hizo, así que proseguí con mi intención de platicarle más cosas de mí, me puse de lado y baje mi bóxer de lado para que el dragón quedara más visible mientras le decía “dentro de la mitología de las constelaciones existe una en la que cuentan como Hera era dueña de un dragón al que tenían como protector de un árbol al cual Hércules mato y como Hera lo quería mucho decidió ponerlo en el cielo como constelación”, me sonrió de una manera extraña y me dijo “nunca pensé que fueras una de esas personas a las que les gustan las estrellas y eso”, le sonreí y le dije “hubo un tiempo en que me llamo la atención pero la verdad es que me lo hice por una persona que me dijo que le hubiera gustado que alguien la quisiera tanto que le inmortalizara”, se sonrió y me dijo “y tu muy obedientemente la inmortalizaste en tu cuerpo”, mientras decía tocaba los bordes y termino haciéndome cosquillas, comenzamos a jugar y a revolcarnos en la cama, terminamos boca arriba y viendo el techo de mi recamara en el que estaban escritas citas de algunos libros que leí alguna vez, las estaba leyendo cuando sentí la cabeza de Ximena sobre mi estómago, la voltee a ver y tenía una sonrisa de esas que me dejan sin aliento y me empezó a acariciar mi brazo izquierdo lo que me hizo recordar que debía seguir contándole, respire profundo y comencé a decirle “el año pasado cuando estábamos por salir de la escuela, no sé si sepas que hacen una fiesta de termino de año escolar, a la cual solo están invitados maestros y directivos, mi mamá y yo siempre estuvimos invitadas así que ese día me levante pensando que sería de los mejores días de mi vida pero todo cambio, cuando termine de bañarme mi mamá estaba esperándome aquí sentada en la cama, su cara era de entre preocupación y tristeza, me dijo que mis tías las hermanas de mi papá acababan de llamar para decirle que no había llegado a su casa en dos semana y querían que lo fuéramos a buscar, mi mamá siempre había tenido un ojo en él así que sabía perfectamente en donde estaba, me pidió que me cambiara y la llevara a donde me dijera, le hice caso y maneje más o menos unas 2 horas, llegamos a un lugar feísimo, bueno la vecindad donde vive Tito es un lujo comparado con el lugar a donde llegamos ese día, no había camino, era pura terracería, las casas eran como de  adobe con techos de láminas, y ni hablar del olor como a basura que había ahí, yo no me quise bajar de la camioneta porque la verdad me dio miedo así que la que se bajo fue mi mamá, se acercó a un grupo de niños que estaban por ahí y hablo con ellos, mientras yo estaba bajando los seguros, estaba cerrando las ventanas cuando un niño pequeño se acercó en ropa interior y sucio y me dijo “a quien busca”, me quede pensando un poco y le dije “a Fabián Gómez”, me sonrió y me dijo “yo soy Fabián Gómez”, le devolví la sonrisa y le dije “pero yo busco a un señor”, se quedó pensando y en eso salió una mujer  a la cual no le tome mucha importancia y el niño le dijo “mamá buscan a mi abuelo”, en ese momento mi cabeza hizo clic y me di cuenta de que mi papá efectivamente estaba ahí pero  que no eran las condiciones como para que mi mamá lo viera, me baje rápido de la camioneta y prácticamente me eche a correr hacia donde había visto que mi mamá se fue, cuando llegue ella salía de una casita más fea que las otras y lloraba como nunca la había visto llorar, y detrás de ella venia mi papá y detrás de él una señora, desaliñada, sucia, y grande, vi como el tomo del brazo a mi mamá y la regreso, yo me enoje mucho y me le fui encima, aunque solo con la intensión de que la dejara en paz, lo avente y la verdad no supe que paso porque en cuanto vi que la había soltado la jale y la lleve a la camioneta, la ayude a subir y después me subí yo, le pedí que se pusiera el cinturón pero parecía no oír porque seguía llorando así que se lo puse yo, me arranque lo más rápido que pude cuando vi que se acercaba mi papá, salimos de la terracería y había una pequeña carretera, recuerdo que delante de mi había un camión de carga el cual me estorbaba para pasar y lo rebase, a partir de ahí son pocas las cosas que recuerdo, escuche una bocina y antes de que reaccionara escuche un golpe, recuerdo un árbol en el que estaba recargada, escuchaba gritos, después recuerdo estar de frente a la camioneta, la cual estaba volteada y con el parabrisas roto, vi que mi mamá seguía adentro, el siguiente recuerdo que tengo es que la tenía recostada sobre mis piernas y me dijo “siempre estaré contigo” y ahí murió en mis brazos”, señale mi tatuaje y le dije “el 11 de junio” , me abrazo con mucha fuerza y sonreí porque esa era la manera en que todos me abrazaban cuando me daban sus condolencias y para terminar con la ironía, me dijo “lo siento  mucho”, se levantó y me beso muy tiernamente acto que correspondí, cuando termino lo que hacía me dijo “ahora entiendo tu tatuaje de las costillas”, sonreí y no se la cara que pondría porque me dijo “lo investigue”, sonreí y me quede sin palabras porque nunca pensé en ella como una persona que hablara ingles ya que mi tatuaje dice algo así como “i’m lost, i’m vain i will never be the same without you” y no se lo iba a decir con todas sus letras a parte me gusto lo que sentí cuando me dijo que se había tomado la molestia de haberlo investigado, la volví a besar y me di cuenta de que debajo de la playera que le di estaba completamente desnuda cosa que hizo que me dieran ganas de hacerla mía así que me puse encima de ella y comencé a besarla más intensamente, poco a poco fue subiendo mi mano desde su rodilla hasta sus muslo y de regreso, eso con la intensión de avisarle lo que tenía en mente, ella entendió a la perfección porque subió la intensidad de los besos mientras sus manos se metían poco a poco entre mi bóxer y mi piel, yo comencé a dejar pequeños besos en su cuello y me dijo “no quieres descansar”, deje lo que estaba haciendo y la voltee a ver a los ojos, me sonrió tiernamente y me dijo “no es que no quiera pero es que no has descansado y tienes la cara un poco hinchada de los golpes de ayer”, tomo una de las manos y me dijo “mira, tu mano también esta hinchada y te juro que por mí no hay problema si quieres descansar”, ella tenía razón, no había dormido en toda la noche y después del baño pude sentir los estragos de la noche anterior en mi cuerpo porque me dolía pero ahora, teniéndola ahí debajo de mí el dolor y el cansancio habían desparecido completamente, aunque era consciente de que necesitaba descansar pero también quería estar con ella así que habría que escoger.

Pasaron unos segundos en los que me perdí en sus hermosos ojos color  miel, que se habían apartado de los míos para recorrer mi piel semidesnuda y cuando volvieron a mí lo supe así que seguí con mi labor en su cuello, ella no se hizo esperar mucho y empezó a recorrer mis costillas una por una con sus uñas, lo cual me encanto, me levante un poco y mis ojos se fijaron en sus muslos desnudos, con una de mis manos poco a poco fui levantando la playera que traía y mis ojos recorrían el camino que mis manos dejaban, no pensaba perderme ningún detalle de esa mujer que tenía en mi cama, ya lo había hecho una vez y no volvería a pasar, sentí una punzada en mi vientre cuando mis ojos vieron su parte más íntima, me mordí el labio con la intensión de calmarme, después de todo no iba a terminar solo porque la vi, no estaba funcionando mucho el auto control así que decidí desviar mi mirada hacia su cara la cual estaba completamente roja y oculta entre las almohadas cosa que me causo ternura, me moví un poco para llamar su atención y cuando la tuve le dije “quiero que veas lo que hago”, me sonrió y se puso aún más roja mientras asentía con la cabeza, retome lo que hacían mis manos y llegue a su estómago que me encantaba, era tan firme, y tan bello que sin poder controlarlo deje un pequeño beso en él, poco a poco subí más la playera hasta llegar a sus pechos que no eran muy grandes pero tampoco pequeños, digamos que le quedaban perfectos a su cuerpo, sin quitar la mirada de sus pechos le termine de quitar la playera y me fui directo a ellos, podía escuchar los gemidos que soltaba cada vez que mi lengua pasaba por ellos, al igual que sentía sus manos poner más y más presión sobre mi espalda, me separe un poco y en sus ojos vi el mismo brillo que había visto la noche anterior, le sonreí y le bese en los labios, mientras mi mano derecha recorría su cuerpo hasta su centro, el cual ya estaba bastante húmedo cosa que me gusto, jugué un poco con su clítoris mientras ella mordía mis labios, estuve así unos momentos hasta que se separó de mi boca y me dijo al oído y jadeando “por favor por favor, no me hagas esto, termina de una vez que me vas a volver loca”, puse cara de matón cuando le ruegan y le dije “convénceme”, sus ojos en ese momento se abrieron y se puso roja ante mi mirada indiferente a su suplica, de pronto sentí como su mano tomo la mía y me di cuenta de sus intenciones cuando la bajo un poco así que tuve que actuar rápido y la quite, la tome de las 2 manos y las puse por encima de su cabeza, me acerque a su oído y le dije “no seas mal educada, que ayer yo no te dije lo que tenías que hacer cierto?”, sonrió y cerro lo ojos mientras me decía “haz lo que se te dé la gana”, me baje de su cuerpo y le pedí con un movimiento de mi mano que se diera la vuelta, me hizo caso y tenía ante mí el cuerpo más hermoso que jamás había deseado, mis dedos comenzaron un recorrido muy lento por toda su espina dorsal, desde su nuca hasta el inicio de sus glúteos, empecé a dejar besos sobre su piel, la cual estaba completamente erizada, me subí en ella y proseguí con los besos que iban desde su hombro a su cuello, no sé cuánto tiempo estuve ahí, perdida en su piel que bese, mordí y lamí hasta que me canse, poco a poco fui volteándola para quedar de frente, y no la hice esperar más y es que no sabía bien quien lo necesitaba más así que poco a apoco fui introduciendo uno de mis dedos en ella, aunque sentí que no era suficiente y no sabía muy bien si tenía que ver que mis manos fueran un tanto delgadas pero igual me di cuenta de que podía meter otro y no le haría ningún daño, lo hice y ella en respuesta araño con más fuerza mi espalda, el movimiento de mi mano era lento, mientras mi boca tomaba sus pechos sin más, me encantaba escucharla gemir y levante mi cara para poder verla a la cara, pero para mi sorpresa había algo en su mirada que me indicaba que no estaba completamente concentrada en lo que hacía, por primera vez sentí miedo de que no estuviera haciendo las cosas bien, antes del accidente siempre pensé que hacia todo bien y después dejo de interesarme así que no supe cómo reaccionar ante el sentimiento de que pude haber hecho algo mal, detuve lo que estaba haciendo y por alguna razón que sigo sin entender le dije “lo siento”, estaba por sacar mi mano cuando la apretó con sus piernas y me dijo sonriendo “¿Qué haces?”, le devolví la sonrisa y le dije “pues pensé que estaba haciendo algo mal, digo no parecías disfrutarlo mucho”, con una de sus manos me acaricio la mejilla y me dijo “no es eso, lo que pasa es que… bueno yo… ósea…quería pedirte algo pero la verdad me da pena” me sorprendí un poco porque para estas alturas no habría porque sentir pena pero igual le sonreí y bese la palma de su mano que tenía aun en mi mejilla, con la intensión de darle confianza, comencé a besar todo su brazo hasta llegar a sus labios los cuales bese sin piedad alguna, tenía que recuperar lo que casi dejaba pasar, deje sus labios y me fui al espacio que hay entre su cuello y su oído, y le dije “pídeme que escriba tu nombre en medio de la luna y moriré en el intento de hacer tus deseos una realidad”, me levante para verla y me sonrió mientras sus mejillas volvían a tomar ese color rojizo que le quedaba tan bien y que me volvía loca, nos quedamos en silencio un buen rato y después suspiro profundo y soltando el aire retenido me dijo al oído y quedito “quiero que lo hagas más rápido” y se separó de mi viendo hacia sus piernas que aún tenían mi mano en medio de ellas, entonces entendí a lo que se refería, pareció entre raro y tierno que no fuera capaz de decirme lo que quería pero supongo que era normal para ser la primera vez que estaba con ella, la bese tiernamente y ella abrió sus piernas para dejar a mi mano con libertad total, empecé despacio y no tarde mucho en que mi ritmo fuera más rápido, los gemidos de antes no eran nada comparados con los de ese momento, habían dejado de ser gemidos para convertirse en pequeños gritos que poco a poco fueron aumentando al igual que la presión en mi espalda, llego un momento en el que no supe si gemí del dolor o de la excitación, no paso mucho tiempo cuando empecé a sentir que sus músculos se tensaban por lo que subí un poco más el ritmo de los movimientos de mi mano, cuando llegó al orgasmo grito aún más fuerte y por alguna extraña razón sus gritos me excitaron más, así que seguí con lo que estaba poniendo un poco de fuerza porque con una de sus manos trataba de sacarme de ella, sentí como estaba a punto de venirse y saque mi mano rápidamente, me quede observando las formas que su cuerpo hacia y espere hasta que se quedara quieta para tirarme a lado de ella, vi como trataba de controlar su respiración y se volteaba en dirección contraria a la mía, ósea quedo dándome la espalda, trate de acercarme y acariciarle la espalda pero no me dejo, empecé a escuchar como sollozaba, lo cual me saco completamente de onda y no supe que decir o hacer, así que me quede viendo el techo de mi recamara, poco a poco los sollozos se hicieron más fuertes y me levante de la cama, la rodee y llegue al lado de Ximena, me arrodille en el piso y le dije “hice algo mal?”, ella sin levantar la cabeza solo la movió de forma negativa pero seguía llorando, tome las sabanas que estaban en el suelo y la cubrí para después acercar mi mano a su cara y quite el cabello que no me dejaba verla bien, lo acomode detrás de su oreja y cuando sus hermosos ojos vieron los míos le dije “puedo saber que paso?”, ella se movió un poco de lugar y abrió las sabanas para que me acostara junto a ella, no lo pensé mucho y me acosté con ella, puso su cabeza en mi cuello y me dijo “fue perfecto, pero arruine el momento” no entendí muy bien de lo que hablaba y me siguió diciendo “perdóname, te juro que pude controlarlo, nunca antes me había pasado, la verdad que no se ni que decir”, yo seguía sin entender ni una palabra de lo que me decía y trate de abrazarla y acercarme más a ella pero me dijo “no te acerques que esta mojado”, ahí me di cuenta a lo que se refería cuando pedía disculpas, me puse de lado y tome su mentón para poder verla a la cara, no me vio y tampoco le pedí que lo hiciera pero le dije “te refieres al hecho de que te hayas venido?”, me volteo a ver un poco sorprendida por lo que le había dicho y me dijo “eso solo le pasa a los hombres”, me sonreí un poco por su falta de información y le dije “no, eso no es exclusivo de los hombres, también le pasa a las mujeres, es totalmente normal”, su cara había cambiado y me dijo “anoche no te paso a ti”, le volví a sonreír y le dije “porque no le pasa a todas, pero dime algo, tu no eras virgen o sí?”, se estaba poniendo roja otra vez y supongo que no era para menos, a nadie le es muy agradable hablar de sexualidad abiertamente y no me dijo nada pero movió la cabeza en forma negativa, la abrace y le dije “no pasa nada es algo completamente normal, si quieres al rato buscamos más información para que estés segura”, “no es necesario, te creo, pero me sentí incomoda, no sabía que me había pasado, llegue a pensar que…” no me termino de decir y supongo que porque le dio pena, no por propia experiencia pero alguna vez platicando de ese mismo tema con Valeria me dijo que era una sensación parecida a cuando vas al baño, cosa por la cual tampoco le pedí que siguiera hablando, estaba pensando en que más decir cuando me dijo “gracias, te juro que nunca había sentido nada como lo que acabo de sentir, no sé cómo agradecértelo”, y se acercó a mis labios para besarme suavemente, se separó de mi un poco y le dije “lo acabas de hacer”, en un movimiento que no entendí muy bien puso su cabeza a la altura de mi pómulo y sin pensarlo me queje, se separó de mi abruptamente y me dijo “perdón no quise lastimarte”, sonreí y le conteste “no pasa nada, supongo que ya empezaba a ser hora de que me doliera, tampoco soy de piedra”, me sonrió y se acostó sobre mi pecho, le acaricie el cabello y de pronto empecé a sentir sueño y supongo que ella también porque su respiración se hizo más pausada poco antes de que yo callera rendida.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

La Teta Feliz Historias y Relatos ® Rozz Derechos Reservados

© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.