Mi vida antes y después de ti - Rozz (Parte 18)

Desperté por las cosquillas que su roce por mi espalda, sentí como se acercó a mí y me dijo al oído “perdóname, no fue mi intensión hacerte daño”, y recordé los rasguños, me di la vuelta para quedar de frente y le dije “no te preocupes que no fue nada, aunque me duele el cuerpo no creo que tengas nada que ver”,

me sonrió y fijo su mirada en mi pecho y me volvió a decir “también siento eso”, instintivamente baje la mirada y vi en mi pecho unos cuantos chupetones, sonreí porque ya era algo que no me los hubiera hecho en el cuello, y me dijo “no lo vuelvo a hacer”, deje de sonreír y toda seria le dije “por qué?”, frunció el ceño y me dijo “porque no te gusta”, hice lo mismo que ella y le dije “quién te dijo eso?”, “tú me lo dijiste ayer” me dijo un poquito alterada, cosa que me hizo sonreír y le dije “no, yo te pedí solamente que no se vieran y a menos que nos vallamos a nadar no se van a ver, así que siéntete con libertad de hacer lo que quieras”, me sonrió y se puso encima de mi diciendo “en serio quieres que haga lo que yo quiera”, le sonreí y le dije “si, pero dame tiempo que no es por quejarme ni nada pero tengo hambre y mi cuerpo me duele un poco, si quiera deja que me tome unas pastillas ok”, me beso y al separarse me dijo “vamos anda, saca la ropa en lo que yo preparo el baño” y se fue desnuda rumbo al baño, me quede ahí pensando cómo era posible que la tuviera para mí y yo pensando en Valeria, me levante y estaba sacando ropa cuando escuche que tocaban la puerta, me acerque a abrir y estaba Doris con un sobre en su mano, me le quede viendo y tome el sobre, no me dijo nada y se fue, cerré la puerta y estaba por abrir el sobre cuando escuche que Ximena me grito “se desperdicia el agua”, deje el sobre en mi escritorio y me metí al baño.

Cuando bajamos a desayunar ya no era desayuno ya que eran cerca de las 5 de la tarde, le pedí a Doris que nos sirviera de comer en el jardín porque la verdad se me antojaba estar al aire libre, en lo que preparaba algo de comer nos fuimos a la biblioteca para enseñarle un libro de sexualidad que había en algún estante, se me hizo importante que ella estuviera segura de lo que le había dicho anteriormente, mientras buscaba en los estantes encontré el primer libro de astrología que nos compramos unos 10 años atrás, lo saque y se lo di a Ximena diciendo “mira dile a Aarón que se cheque este libro igual le ayuda”, justo en ese momento me di cuenta de que tal vez no había sido la mejor idea porque como le iba a explicar que la persona por la que tenía un tatuaje era Valeria, para fortuna ella no me pregunto por qué  y solo lo puso debajo de su brazo para seguir buscando el libro antes mencionado, lo encontramos y se apresuró a decirme “que te parece si me dejas que lo lea yo sola”, salí para darle un poco de privacidad y me encontré con Doris que me dijo “tal vez no seas la misma niña que yo ayude a criar pero sé que dentro de ti todavía ay un buen corazón y como ya vi que tomaste tu decisión solo me queda decirte que hagas las cosas bien y que cuides tu corazón al igual que el de ella”, a veces no entendía muy bien lo que me quería decir y eso no me había quedado claro del todo, estaba procesando lo que me acababa de decir cuando vi salir a Ximena del despacho, no me dijo nada y yo tampoco quise preguntarle ya que sabía que era un tema no muy de su agrado, salimos juntas al jardín en donde ya estaba la comida y comenzamos a platicar de otras cosas, estábamos comiendo y escuche cuando el teléfono de la casa sonó pero no le puse mucha atención, minutos después salió Sonia una de las trabajadoras diciendo que la llamada era para mí, lo cual era bastante obvio, conteste sin moverme de mi lugar y escuche a Cinthia decirme “pensé que no te iba a encontrar en tu casa a esta hora pero al parecer corrí con suerte, pero bueno a lo que voy, mañana no hay clases así que tu fin de semana se extiende hasta mañana, cuídate por favor no hagas nada tonto ni peligroso, y cualquier cosa llámame por favor” y me colgó sin que me diera tiempo siquiera de darle las gracias por haberme avisado, le platique a Ximena lo que había dicho y me dijo “eso quiere decir que tenemos más tiempo de estar juntas”, solo sonreí y asentí con la cabeza.

Terminamos de comer y me dijo “que te parece si te invito al cine y después no sé, a ver que hacemos no”, la idea no me pareció mala y le dije “ok pero a dónde quieres que vallamos”, me sorprendí un poco cuando me dijo “no te preocupes por eso yo te llevo”, nos arreglamos un poco y por arreglarnos me refiero a ponerme maquillaje en los golpes que tenía por petición de Ximena cosa que no entendí muy bien pero igual le hice caso, bajamos y le di las llaves de la camioneta pero me dijo “mejor nos llevamos el jetta” y sin esperar a que le respondiera se fue rumbo al carro, salimos de la casa y no tardamos mucho en llegar a un centro comercial muy famoso y grande que quedaba cerca de mi casa, me sorprendí al ver que nos dirigíamos al estacionamiento y es que hacía mucho tiempo no iba ahí, aunque en ese momento entendí porque me pidió que me maquillara los golpes, nos bajamos del carro y empezamos a caminar hacia los elevadores para ir al cine que estaba en la última planta, llegamos al cine y escogió una película que no tenía nada que ver con sus gustos, de hecho era en ingles subtitulada, cabe mencionar que no me dejo pagar nada, ni las entradas ni lo que compramos en la dulcería, poco después de 1 hora de estar viendo la película que la verdad si me gustó mucho, decidimos dar una vuelta por el centro comercial y después de comer un helado y pasar a ver muchas tiendas de ropa y comprar una serie de cosas que no sabía ni porque la compramos, entramos a una tienda de artesanías porque vimos unas cosas para decorar el departamento porque solo tenía lo esencial, según ella le faltaba el toque de hogar, compramos cuadros, macetas, floreros, lámparas, muchas cosas y estábamos llenando la solicitud de envió cuando sentí un abrazo en la espalda y escuche como me decían “Paula, te he extrañado tanto”, la voz me era familiar y voltee para cerciorarme de que era quien yo pensaba, sonreí al verla, siempre en la familia hay un primo o prima con el que te sientes más identificado y en mi caso era ella, mi prima Isabella y a pesar que era varios años más joven que yo eso realmente nunca importo, sentí como apretó más mi cuerpo y le correspondí el abrazo, empezó a llorar entre mis brazos y me dijo “perdón, nunca fue mi intensión alejarme de ti pero mi papá no me di otra opción”, sonreí porque no estaba enojada con ella ni con mi tío, después de todo aunque se hubiera acercado a mí la hubiera alejado, le levante la cara y con mis dedos pulgares le limpie las lágrimas y le dije “no pasa nada, mira igual el destino nos quería juntas a estas alturas”, me sonrió muy tiernamente, volteo a ver a toda la tienda que había sido testigo de la escena que acabábamos de protagonizar y me dijo “te espero aquí afuera para que termines lo que haces”, acto seguido se fue, mientras yo me apure a terminar el papeleo y me apresure a salir, la encontré recargada en el barandal y volvió a abrazarme, cuando nos separamos nos quedamos en silencio un momento hasta que me dijo “ok, ¿entonces quién de las 2 no es digna de presentar?”, voltee a ver a Ximena que había puesto cara como de susto y me apresure a decir “no seas tonta ninguna, y mira ella es Ximena y Ximena ella es Isabella”, Isabella le sonrió y le dijo estirando su mano “yo soy su prima y tú?”, Ximena tomo su mano y volteo a verme como si no supiera que debía de contestarle, yo solo sonreí y le dije “ella es mi novia”, la sonrisa de Isabella se hizo más amplia y jalo a Ximena un poco hacia ella y le dio dos besos en las mejillas, la cara de Ximena cuando se separaron era inexplicable e Isabella me dijo toda feliz “tu definitivamente vas a volver loca a la abuela”, le devolví la sonrisa y estaba por contestarle cuando vi que una chavo un poco más alto que yo, de cuerpo atlético y vestido de traje se le acercó y le dijo “donde te habías metido, no entiendes que no te debes de separar de mí”, la escena no me agrado mucho y estaba por intervenir cuando Valeria apareció de la nada diciendo “tranquilos todos que lo importante es que está bien”, Ximena me tomo de la mano y me hizo regresar a mi lugar a lado de ella mientras ella y Valeria se dedicaban unas miradas intensas y nada agradables, me sentía incomoda y no sabía cómo hacer para salir de esa situación pero gracias a Dios mi prima interrumpió diciendo “y que decidiste vas o no vas?”, no entendí la pregunta y le dije “de que estamos hablando”, Isabella se sorprendió y le dijo a Valeria “no le entregaste la invitación?”, Valeria dejo de lado las miradas con Ximena y le dijo “si, le di el sobre a Doris porque me dijo que la señorita estaba bastante ocupada”, en ese momento recordé el sobre que Doris me había dado justo antes de meterme a bañar y le dije “o si lo recuerdo pero es que cuando me lo dio estaba en medio de algo y luego lo olvide pero prometo abrirlo”, me sonrió y me dijo “no me prometas abrirlo, mejor prométeme que vas a ir, es mi fiesta de 15 años y quiero que estés ahí, bueno a la fiesta y a la cena, ya sabes primero cenamos toda la familia en casa de la abuela y después nos vamos a un antro que rento mi papá exclusivo para nosotros”, la idea no me convencía del todo, no había vuelto a la casa de mi abuela desde el accidente y tampoco había convivido con todos ellos, así que no me parecía buena idea que de buenas a primeras me apareciera como si nada, pero por otro lado era mi prima la que más quería la que me lo pedía, era importante para ella que yo estuviera ahí, estaba por contestarle no muy convencida cuando me dijo Valeria “puedes llevar a la chica”, señalando con la cabeza a Ximena que solo sonrió y movió la cabeza en forma negativa al oír lo que había dicho, yo voltee a ver a Isabella pidiendo su aprobación y me dijo “sí, claro que valla será de lo más divertido y no estaré contando los segundos para que acabe la dichosa cena y nos vallamos a la fiesta de verdad”, voltee a ver a Ximena para que me dijera que le parecía mi idea y cuando estaba por hablar Isabella la agarro de la mano y la jalo diciendo “mira vamos a que me ayudes a escoger mis vestidos va”, yo me quede ahí parada sin saber muy bien que hacer y Valeria me dijo “supongo que tú me acompañaras a mí, a menos que no te den permiso”, vi cómo empezó a caminar y me fui detrás de ella, entramos a la tienda de ropa y no vi a Ximena cerca por lo que supuse que ya estaría en los probadores así que me quede con Valeria, escogió como 7 vestidos y camino rumbo a los probadores, la seguí, se metió a uno y me dijo “ven que necesito que me ayudes”, voltee a ver a todos lados para cerciorarme de que nadie hubiera escuchado y por nadie me refiero a Ximena que seguro estaba cerca, pero no pareció haber oído nada porque no dio señales de vida, me acerque poco a poco al vestidor y me recibió con una sonrisa de esas que dejaban tonto a cualquiera, entre y me dijo “que te paso?”, me le quede viendo y me siguió diciendo “no te hagas la tonta que no se te olvide que conozco cada poro de tu piel a la perfección y tienes la cara y la mano hinchada”, voltee a ver instintivamente mi mano y le dije “tuve una pequeña pelea”, se volteó al espejo y se quitó la blusa que traía mientras me sonreía, se desabrocho el pantalón y acto seguido me voltee para darle un poco de privacidad pero tarde más en voltearme que en lo que sentí su mano en la mía, su pecho en mi espalda y su boca en mi oído diciendo “tú también conoces mejor que nadie mi cuerpo así que no hagas cosas que ya no vienen al caso” y sentí como camino hacia el espejo, me voltee y me di cuenta de que cuando ella se me acercaba y decía cosas a mi oído como lo acababa de hacer mi cuerpo y mi alma o reaccionaba de la misma manera como cuando Ximena lo hacía, se puso uno de los vestidos y me dijo “que no tenías un trato con Yolanda?, tu no entiendes”, por alguna razón sentía la necesidad de explicarle las cosas y le dije “fue algo que no pude evitar”, me hizo señas para que le ayudara con el cierre y me dijo “creí que pensábamos igual con respecto a eso”, tenía razón nosotras nunca fuimos de no aceptar la responsabilidad de nuestros actos así que le dije mientras me hacia un lado para verle el vestido “tienes razón fue algo que no quise evitar, tenía ganas de poner a cierta persona en su lugar”, se dio la vuelta para mostrarme bien el vestido y me dijo “supongo que se lo merecía entonces… y espero que hayas ganado”, se volteó al espejo y movió la cabeza con respecto al vestido, me acerque para bajarle el cierre y le dije “no sé, me arrepentí de haber actuado como lo hice y me fui”, le pase otro vestido y mientras se lo ponía me dijo “si me imagino, se lo que se siente”, recordé el altercado que había tenido con Tamara la vez que me aventó y le sonreí, termino con el vestido y se veía realmente bella, bueno más de lo que era, sonreí y me dijo “perfecto ya tengo vestido, ahora falta el tuyo”, me le quede viendo y le dije “mi vestido, ni siquiera he decidido si voy a ir”, me sonrió y me quito la chamarra que llevaba mientras decía “si sabes que la chica esta esta con Isabella verdad?”, y es que Isabella tenía un poder de convencimiento como pocos, no había persona en el mundo que pudiera decirle que no, tal vez aprendió muy pronto que a las personas se les maneja por os sentimientos y en eso ella era una experta, agache la cabeza en señal de que tenía razón y comencé a quitarme la ropa en lo que Valeria se ponía la suya, me probé varios vestidos en silencio hasta que me encontré con el que finalmente me quede y me dijo “te vez realmente preciosa” pero no creo que debas dejar que la chica te vea, si no se va a molestar por semejantes muestras de cariño” y señalo con su dedo mi pecho que estaba lleno de chupetones, le sonreí y le dije “no creo que le moleste, al contrario conociéndola sería feliz de que le mostrara al mundo que no soy soltera”, se me quedo viendo y me dijo “ósea que ella te los hizo?”, asentí con la cabeza y me termine de quitar el vestido, estaba por ponerlo en el gancho cuando me lo arrebato y se salió del probador, no entendí su acción pero tampoco iba a salir semidesnuda a perseguirla, me sonreí porque extrañaba sus extraños cambios de humor.

Cuando salí del probador ya estaban las tres en la caja y cuando me acerque escuche a Ximena decirle a Isabella “no, como crees que voy a dejar que lo pagues, mejor lo dejamos y en la semana que tenga dinero lo compro aparte, como me vas a regalar algo si se supone que la fiesta es tuya”, Isabella le sonrió y le dijo “créeme que un vestido no paga lo que tú vas a hacer por mí”, se quedó en silencio un momento e Isabella prosiguió “vas a llevar a mi prima a mi fiesta, cosa que nadie hubiera logrado así que te compraría la tienda entera y aun así estaría en deuda contigo”, sus palabras me dejaron sin palabras a mí y no supe como intervenir pero Ximena se apresuró a decir “no me debes nada y en serio no es necesario que me regales nada”, Isabella estaba por contestarle pero Valeria se le adelanto diciéndole a la chica de la caja “cargas todos los vestidos a esta tarjeta” y le dio su tarjeta, Isabella me sonrió y acercándose un poco me dijo al oído “a que te parece conocida la actitud”, y era cierto, años atrás yo era así como era ahora Valeria, sin miedo, sin remordimientos pero sobre todo sin conciencia de lo que la demás gente quisiera o pensara, aunque Valeria siempre había sido quien me ponía limites parecía que ahora era ella la que no los tenía, Ximena estaba por decirle algo pero por alguna razón la tome de la mano y con un pequeño apretón le indique que no le dijera nada. Salimos de la tienda e Isabella volvió a jalar a Ximena yy volví a quedar en con Valeria, mientras el chico que había ido a reclamarle a Isabella cargaba las bolsas de las compras resultaba que era la seguridad de mi prima.

Llegamos al estacionamiento y las acompañamos hasta la camioneta de Valeria, Isabella se colgó de mi cuello y no dejo de repetirme lo mucho que me quería y me extrañaba mientras Valeria y Ximena se despedían de una manera muy civilizada, cuando Isabella me soltó se fue a despedir de Ximena y le dijo “vamos te acompañamos al carro para que subamos las bolsas de sus compras” y se fueron con rumbo a mi carro con el chico, Valeria se acercó y me abrazo fuerte, fue gracioso el hecho que las 2 respiramos profundo y soltamos tremendo suspiro al mismo tiempo, después de unos minutos de estar abrazadas me dijo al oído “crees que me pueda despedir”, en cualquier otra persona eso habría sonado absurdo porque nos estábamos despidiendo pero sabía bien a que se refería cuando me decía eso así que sin pensarlo mucho la separe de mí y deje un pequeño beso en sus labios, me sonrió y me dijo “te quiero”, la volví a abrazar y le dije al oído “también te quiero”, nos separamos y vimos que Isabella y su guardia volvían por lo que me apresure y me fui al encuentro con Ximena.

Dos semanas después del dichos encuentro era el tiempo de la fiesta, ese sábado me desperté solo porque Ximena llevaba días quedándose con su mamá para que no tuviera problemas, me desperté, salí a correr un poco por el jardín, me bañe y prepare todo para esperar a Ximena y después irnos a casa de mi abuela, que estaba del otro lado de la ciudad, después de unas horas llego Ximena y nos dispusimos a arreglarnos, a eso de las 6 de la tarde ya estábamos listas para emprender camino, por alguna razón incomprensible decidí llevarme el munstag bueno en ese momento pensé que sería lo mejor puesto que generalmente siempre había mucho tráfico.

Estábamos algo así como a mitad del camino y voltee a ver a Ximena que se veía hermosa en su vestido rosa pálido hasta las rodillas, perfectamente pegado a su cuerpo, incluso parecía que estuviera pintado pero luego me fije en su cara y no era muy agradable por lo que revise el tablero del carro y me di cuenta de que iba a uso 190k/h e inmediatamente baje la velocidad no me dijo nada pero su cara había cambiado completamente, llegamos después de las 7 y era visible el movimiento de los carros que poco a poco iban llegando, me forme atrás del carro que supuse que era el de mi primo Joshua hijo de mi tía Beatriz que era la más grande, entramos a la casa y los recuerdo me llenaron la mente, era imposible olvidar todo lo que ahí viví, llegamos a la entrada y le di las llaves al valet, después camine hacia Ximena que me esperaba con una sonrisa en su cara, la tome de la mano y antes de entrar decidí que ella tenía que saber mi historia con mi familia para que pudiera entender la cosas que seguramente sucedería ahí adentro así que me la lleve a caminar por el jardín que estaba a oscuras ya que solo había alumbrado en lo que era el camino a la casa, sentí como me apretó fuerte la manos cuando ya no se veía nada y le dije “tranquila que no va a pasar nada, de hecho aquí a 3 pasos hacia delante ay una banca en la que nos vamos a sentar”, y si justo termine de hablar y chocamos con la banca, nos sentamos y me dijo “si te quieres ir está bien”, sonreí aunque no creo que se haya dado cuenta y le dije “yo desperté 1 semana después del accidente en una cama de hospital, con tubos saliendo de todo mi cuerpo y con un dolor de cuerpo que era casi insoportable, no recordaba que había pasado, ni se me hacía conocido el lugar, no recordaba nada, ni mi nombre, la primera sensación que tuve al darme cuenta de mi situación fue de desesperación y fue ahí cuando Cinthia se hizo presente, me tranquilizo y me pidió que tratara de recordar que había pasado, para ese momento nadie sabía lo que había pasado, poco a poco me fui calmando y recordé a mi mamá, yo no podía hablar porque tenía un tubo en mi garganta, así que empecé a llorar, vi como Cinthia salió y del otro lado de la cama sentí como me apretaban mi mano, me voltee y era Valeria que había observado todo y estaba hecha un mar de lágrimas igual que yo, no me dijo nada y poco después llego Cinthia con un enfermero y me sacaron el tubo, en cuanto me sentí libre del tubo mi llanto se hizo más intenso y Valeria se abrazó a mi cuerpo llorando, nos quedamos así un buen rato hasta que Cinthia me dijo “tu familia está ahí afuera y quieren hablar contigo”, yo no me sentía con fuerza para verlos a la cara y decirles lo que había pasado porque la verdad que hasta este momento sigo sin saber muy bien lo que paso pero igual le pregunte si podía pararme, no quería que me vieran acostada en una cama, después de muchas suplicas Cinthia accedió y salí en una silla de ruedas, los vi y todos tenían la misma cara de dolor, cuando estuve con ellos el primero que se me acercó fue mi tío Román que me dijo “debiste ser tú y no ella” y se fue, inmediatamente después de él se levantó mi abuela de su lugar y sin avisarme ni nada empezó a darme bofetadas hasta que mi tía  Beatriz se metió y la separo de mí, los ojos de mi tía se clavaron en los míos y me dijo “yo no te culpo princesa pero aún es muy pronto, perdóname” y se llevó a mi abuela, después se acercó mi abuelo y me dijo “yo pienso igual que tu tía, pero ahora mismo no puedo estar contigo”, se agacho y dejo un beso en mi frente para luego irse, desde ese día no los he vuelto a ver, no sé si siguen enojados conmigo y tampoco sé cómo se comporten conmigo ni contigo, pero en el momento en el que te sientas incomoda me lo haces saber y nos vamos ok”, se levantó y nos pusimos a caminar rumbo a la casa. Entramos y cabe mencionar que la casa con solo verla impone, de hecho es más grande que la mía, en la entrada estaba una persona encargada de los abrigo y dentro no había nadie más que pura familia, pude identificar a mi tío Saúl esposo de mi tía Beatriz, a sus hijos Joshua con la que parecía ser su novia, Joanna e Ivana  quien al parecer también llevaba al novio, por otro lado vi a mi tía Gemma esposa de Román con sus hijos Roberto y Damián este último con un bebe y su esposa Mariela, me sorprendí porque lo último que había oído de ellos era que estaban en planes de boda y ahora hasta u bebe tenían, tome de la mano a Ximena y camine un poco más adentro de la casa y me quede en una de las esquinas con la intensión de pasar desapercibida, cosa que le causo gracia Ximena, llego un mesero y nos invitó una copa de champagne, las tomamos y mi plan de pasar desapercibidas se vio en picada cuando Ximena escupió el champagne diciendo “esto sabe horrible, lo más seguro es que ya está echado a perder”, comentario que logro que todos los que estaban cerca se fijaran en nosotras, uno de los meseros le acercó una servilleta y mientras ella se limpiaba yo les decía a los presentes “lo siento es que no está acostumbrada a tomar”, al terminar de hablar mi tía Gemma se acercó y me abrazo fuerte diciendo “no te preocupes eso suele suceder… perdón debí buscarte pero” no la deje termina y le dije “no pasa nada, lo importante es que nos volvemos a ver”, me sonrió, me tomo de la mano y jalo diciendo “mira deja te presento al más pequeño de los de la torre”, mi primo me abrazo fuerte y también pidió disculpas pero opte por hacerle preguntas del bebe, así poco a poco cada uno de los antes mencionados fue acercándose y al parecer era bienvenida por todos y cada uno de ellos, después de los saludos respectivos mi tía Gemma volvió a ser la portadora de la palabra y me pregunto “y quien es la adorable chica que te acompaña?”, en eso salieron del despacho mis abuelos, mis tíos e Isabella quien nos sonrió muy ampliamente y le contesto a mi tía pregunta diciendo “mamá si ya te había dicho que mi prima iba a venir con su novia”, en ese momento quise que la tierra se abriera y me tragara, nunca habíamos hablado del tema de la sexualidad pero era una familia tradicionalista en toda la extensión de la palabra, yo era la única rebelde, bueno yo e Isabella que lo veía todo tan normal, agache mi cabeza puesto que no supe que más hacer y escuche la voz ronca de mi abuelo decirme “en esta casa y en esta familia nadie agacha la cabeza así que déjate de tontería y ven a saludar a este viejo que ya no puede dar ni un solo paso”, levante la cabeza y me sonreía, lo que me dio la confianza suficiente para acercarme, le di un beso en la mejilla y sin poder evitarlo lo abrace, cuando me separe de él tenía lágrimas en los ojos y me dijo con un hilo de voz “anda saluda a todos los demás que la edad me pone sensible”, le sonreí y me dirigí a mi tía Beatriz que ya me esperaba con una sonrisa de oreja a oreja y los brazos abiertos, también me pidió disculpas y sus lágrimas no se hicieron esperar, me separe de ella y camine rumbo a Román que estaba del otro lado junto a mi abuela, le estire la mano y me la tomo diciendo “gracias por venir”, me le quede viendo a mi abuela y no pareció darme la menor importancia, de hecho se dirigió a los demás diciendo “la cena ya está servida por favor pasemos al comedor”, me quite de su camino y camino encabezando a las personas rumbo al comedor, yo espera hasta el final para caminar con Ximena que no me dijo nada pero tomo mi mano con mucha seguridad y me sonrió, llegamos a la enorme mesa y todos empezaron a tomar sus lugares, generalmente mi lugar era a mano derecha de mi abuela mientras el de mi mamá era a mano izquierda de mi abuelo pero ahora no sabía qué lugar era el mío, todos tomaron asiento y cuando estaba por sentarme en uno de los extremos llego Valeria diciendo “perdón pero la tardanza pero es que el trafico está fatal”, y mientras decía eso se acercaba a mi abuela con una botella de su vino favorito, y la saludaba con un beso en la mejilla, mi abuela por su parte se levantó de su lugar y la abrazo muy cariñosamente para después decirle algo al oído que supongo que era con respecto a mí porque inmediatamente volteo a verme y me sonrió diciendo “no te vi lo siento, pero no te quedes hasta haya ven que este es sus lugar y señalo los lugares vacíos que habían a mano izquierda de mi abuelo, no podía creer lo que me estaba diciendo, en qué momento se decidió que yo tomaría el lugar de mi mamá, debí de haber escuchado mal, pero la voz de Valeria me saco de mis pensamientos diciendo “anda que no tenemos toda la noche”, tome la mano de Ximena y camine rumbo a mi lugar señalado, me senté sin estar muy segura y cuando termine de acomodarme vi como Valeria me sonreía y tomaba el lugar que yo había ocupado tiempo atrás a mano derecha de mi abuela.                

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