Inevitable - Eugeene (Cap. 21)

No sabía a donde llevarla. Actuaba puramente por instinto. Esta era la Naomi en la cual se había convertido; solo cegada por el deseo de satisfacerse a si misma y presa de encuentros ocasionales de sexo. Ya no le asqueaba su imagen, después de todo solo era el producto de un mal pasado. No sentía pena, tristeza o alegría. Solo el éxtasis de llegar al clímax en brazos de extraños en lo que respecta al corazón, pero la mano que sostenía no era una extraño. Era la persona que la había convertido en lo que era ahora. Era la causa y el efecto de aquel dolor de su primer año de la universidad; de aquel alejamiento del amor y de aquella promesa en el tren.

Solo se dejaba llevar a donde quiera que Naomi la condujera. Se sentía sumamente nerviosa y excitada al mismo tiempo. Parecía una estúpida colegiala en frente de su primera relación sexual. Aunque no estaba explicito,  eso pasaría. Entraron al lujoso y espacioso baño mientras la tensión cargaba el ambiente. Dos chicas de vestido largo se fueron charlando animosamente sin prestarles mucha atención. Cuando se quedaron solas miro a una Naomi que tenia la vista perdida, como si dudase.

Había llegado el momento de tomar la decisión pero no estaba del todo segura ¿Esto era realmente lo correcto? ¿Esta era la mejor forma de lastimar a Kall? ¿A besos? La idea le pareció sumamente idiota, nadie sufriría de eso. El plan original era enamorarla pero…. ¿Y si ella caía enamorada otra vez? ¿Qué haría entonces? ¿Huir otra vez? ¿Tomarse un tren y escapar de nuevo sin mirar atrás por otros 5 años? No… no podía hacer nunca más eso. Por lo menos de ello estaba segura.

No podía resistir ni un minuto más. La había deseado desde que se arriesgaba innecesariamente por ella. Verla ahora, después  de cinco años tan hermosa solo hacia acrecentar su necesidad de fusionarse con ella como aquella vez en la sala del gimnasio. Sin su consentimiento la tomo por la mano y la adentro en un cubículo. Cerró con traba con una Naomi visiblemente aturdida – Lo lamento, no podía aguantar mas – dijo al momento que tomaba con sus manos la cara de Naomi y comenzaba a besarla suavemente. Para hacerle entender sus sentimientos intento plasmar toda su ternura posible en aquel beso que Naomi le devolvía a duras penas. Cuando estaba a punto de rendirse, de pensar que quizás había malinterpretado todas las acciones de su acompañante esa noche; Naomi cambio bruscamente y la estableció con cierta dureza contra la pared mientras aumentaba la intensidad del beso.

Se había debatido mentalmente durante un minuto promedio entre cortar o seguir con el beso. Era claro que la intensión de Kall no era satisfacerla sino amarla. Y era perfecto, era perfecto ese sentimiento para el plan. Seria mucho mas rápido ahogarla. Pero algo no se sentía del todo correcto. Antes de siquiera poder  tomar una decisión con su conciencia, su cuerpo se había hecho cargo de tomarla encerrando a Kall contra la pared. Ahora ya no había vuelta atrás, y si Kall quería amarla que lo hiciera; ella solo se dejaría llevar por la vida que había tenido estos últimos años.  Empujo su cuerpo contra la suavidad de Kall y el perfumo que tanto había anhelado toda la noche la impregnaba profundamente.

La sensación se le hizo familiar; Naomi contra su cuerpo y ella contra la pared. Pero había algo distinto. El cuerpo que la presionaba en el pasado parecía cálido y suave. Este era duro y el calor no provenía del corazón sino de la excitación. Sintió una mano abrirse paso por el vestido con dirección al norte y apretar un pecho. Y solo pudo gemir en su boca cosa que hizo excitar aun mas a una Naomi que siempre había soñado con este momento.

Estaba cegada por la suavidad, el calor y los sonidos que escuchaba de su acompañante y tuve que contenerse con todas sus fuerzas cuando escucho que la puerta del baño se abría y un grupo de chicas entraba para retocar su maquillaje. Se notaba por los ruidos de los cosméticos y su charla. Cruzo mirada con Kall y ambas parecían acordar en silencio que este no era el mejor lugar para el acto que querían llevar a cabo. Esperaron a que se fuesen y ellas salieron todavía agarradas de la mano.

-¿Quieres venir a mi casa? –pregunto de forma dudosa ¡Dios!  Acababa de besarla y tocarla pero ¿perdía la confianza tan rápidamente? Noto su corazón desbocarse como loco por la respuesta y la tristeza que sentiría si recibía una negativa.

-Claro – noto la duda en Naomi y se acercó para besarla antes de salir – pero creo que deberíamos irnos separadas – dijo mientras miraba sus manos.

-Cierto- dijo al momento que la soltaba y sorprendida como Kall podía disipar cualquier duda en su interior.

Se despidieron amablemente de un par que conocían y todos no pudieron ocultar su sorpresa al ver a su acompañante. Al parecer Kall no salía en fiestas ni sociabilizaba demasiado ya que conocían a la misma cantidad de gente considerando que ella solo llevaba dos semanas en la empresa a comparación de Kall que llevaba 4 años. Lane fue la ultima en saludarlas y el dolor en sus ojos podía atraparse en el viento; odiaba robarle el amor a otra persona. Pero ella tenía que hacerla pagar por sus actos y si para eso debía lastimar a Lane en el camino, no dudaría.

Después de un viaje incomodo en limusina en el cual ninguna de las dos decía mucho debido a sus pensamiento, llegaron al edificio de Naomi. Kall no pudo evitar sentir crecer su nerviosismo mientras Naomi la guiaba a través de las escaleras. Era un mono ambiente situado en pleno centro de la ciudad a  escasas cuadras de la empresa. Estaba ambientado modernamente y lo que mas le impresiono fue el ventanal-pared que mostraba la ciudad bañada de luces artificiales. Apenas entraron Naomi se situó a unos pasos de ella y la miraba esperando. Esperando que tome la decisión.

Esta vez tendría que volver a tomarla Kall. Si iba a hundirla  no la perseguiría hasta hartarla. Ella debía dar el propio paso en falso y también se debía a que no quedaría en ridículo una vez más. Vio como la mirada llena de ternura de Kall se transformaba en deseo puro y acortaba la distancia entre ellas sellándolo con un beso. Se fundieron unos minutos en el beso, mientras ambas se dedicaban caricias que no excedían la línea que las llevaría a la locura. De repente Kall comenzó aumentar la gradualidad del beso y se encontró jadeando por aire. Sintió unas manos en su espalda baja apretarla contra el cuerpo de Kall y el escalofrió vino de inmediato sin pedirle permiso. Empezó a guiar sin despegar sus bocas hasta el sector donde estaba la cama tamaño King y detenerse al lado de ella.

Subió sus manos de la espalda baja hasta el cuello y encontrar el sedoso pelo de Naomi. Lo apretó y la suavidad embargo sus manos. Mientras que sentía como su cierre en la espalda era bajado no pudo evitar profundizar el beso ante aquella nueva sensación de fundirse en una sola con la morena. Torpemente bajo sus manos intentando buscar la cremallera que seria la puerta del placer en el vestido de su compañera. Sintió como la boca de Naomi la abandonaba y reclamaba su cuello; el placer que sentía era demasiado intenso para ignorarlo y un leve quejido se escapo de su boca mientras la apretaba contra su cuerpo.

Terminar la labor de bajar un simple cierre se le había hecho demasiado complicado con Kall besándola y gimiendo de esa forma en su boca. Cuando por fin lo había completado decidió dejar su boca a cambio del cuello de lo contrario llegaría sin que la haya tocado siquiera. Su cuello, su cuello era otra historia. El olor del perfume de su ex profesora era tan dulce, seductor y embriagador que se podría quedar toda la noche besando aquel lugar. Recordando su tarea, poso sus manos en la cintura haciendo alusión a sacar aquella vestimenta y fue recompensada con los brazos en alto para permitirle la acción. Cuando la despojo del vestido, se quedo paralizada con la vista. Se había preparado mentalmente para ver a Kall desnuda pero esta imagen no le hacia justicia a sus fantasías. La figura de Kall desnuda con un triangulo de encaje en su centro y con cierta timidez era demasiado a lo que resistirse;  parecía o tranquilamente podría ser una modelo con aquel estomago plano y sus pechos en perfecta proporción con su trasero. Simplemente se quedo mirando embobada lo hermosa mujer que tenia al frente y que la había elegido para pasar la noche.

Sintió estremecerse por la mirada de Naomi no pudo evitar sentir el rubor subir a sus mejillas. Los ojos azules reflejaban tal deseo que si pudiese empaquetarse y venderse podrían hacerse ricas. Viendo como el momento parecía alargarse sin que su ex alumna hiciese nada mas que mirarla, dijo con vos ronca -¿V-vas a quedarte mirando?- y no pudo evitar querer levantar el brazo y taparse.

Se dio cuenta de lo idiota que había sido y cuando se acercó comenzó a besarla suavemente mientras la abrazaba, Kall pasó sus manos por su cuello y la atrajo más para si. El cuerpo de Kall contra el suyo se sentía de maravilla y eso que ella misma  todavía seguía vestida. Con su mano temblorosa busco uno de los pechos y lo apretó gentil pero firmemente. Como regalo recibió una mordida de labio y un leve gemido. Cuando ya le pareció poco comenzó a jugar con el pezón con el dedo índice y pulgar y podría jurar como sentía a Kall estremecerse en su cuerpo.

Había tenido bastante y sentir como jugueteaban con ella no daba mucha tranquilidad. Obviamente que la tranquilidad estaba sobrevalorada cuando la excitación la superaba a grandes creces. Su cuerpo quemaba, donde quiera que Naomi pusiera sus labios o manos. Como si la morena pudiese escuchar sus pensamientos comenzó un camino tortuoso desde el cuello hasta que llego a uno de sus pechos y con lentitud infernal paso su lengua por toda la aureola dejándola deseosa de mas. Clavo sus dedos en el pelo castaño y lo obligo a situase en uno de sus montículos que estaban dolorosamente erguidos de placer. Cuando la lengua de Naomi comenzó a succionar uno de sus pezones sus piernas comenzaron a temblar y una oleada de electricidad hizo el recorrido desde su pecho a la entre pierna. No resistiría mucho pero todavía faltaba sentir a su compañera contra ella, desnuda. – ¿No piensas desvestirte? – pregunto jadeando.

-Oh – dijo de forma burlesca sonriendo contra la carne blanca en su boca - ¿quieres que abandone este lugar?- pregunto de manera sensual.

- Umm – era realmente tentador decir que no pero sabia que la recompensa seria mucho mayor cuando lo moreno se mezclara con su blanco – no, no lo quiero pero realmente quiero sentirte contra mi – respondió de manera honesta buscando la mirada de Naomi. Al parecer lo comprendió y se alejó para desvestirse velozmente, sacándose absolutamente todo. Cuando pudo admirar toda la figura bronceada de pie frente a ella su corazón empezó a palpitar como loco y el deseo en su centro se acrecentó tanto que ya dolía. Naomi era tan hermosa que los adjetivos que existían no podían describir enteramente su belleza. Su cuello era alargado y elegante, su clavícula encantadoramente invitadora para enloquecer y sus pechos se mantenían firmes. Su abdomen era una de las partes mas bronceadas y con leves abdominales marcados pero con una cintura estrecha que lo volvía a todo completamente femenino. Sin mencionar las morenas y extensas piernas que podrían llevar a la locura hasta la persona mas cuerda.  No queriendo prologar mas la espera ambas se encontraron a medio camino y la sensación de sus torsos rozándose eran la gloria que ambas expresaron gimiendo en la boca de la otra.

No había querido parecer desesperada pero tener a Kall mirándola de esa manera y luego de haber saboreado su cuerpo no creía que pudiera alejarse mucho tiempo de el. Poso sus manos en los glúteos bien formados de Kall y la atrajo mientras le dedicaba diversas apretadas haciendo a su dueña gemir incontrolablemente. La impulso levemente y la sostuvo sobre su espalda baja mientras la bajaba a la suavidad de la cama y se posicionaba encima de ella con una rodilla entre los muslos de Kall. El beso no se rompió y la intensidad aumento lógicamente mientras sentía unas manos cálidas acariciar su vientre y dirigirse al norte. La distraía profundamente y su objetivo que se había quedado en la parte inferior de su consciencia la trajo de nuevo a la realidad. Obviamente disfrutaría del momento, pero primero debía hacerla temblar y suplicar en el torbellino del placer para luego marcarla con su nombre en lo alto del clímax.

El cuerpo de Naomi aunque pareciese imposible, era más suave que su pelo. Su vientre firme se agito ante el tacto y ante de que llegara a sus pechos se encontró impedida de movimiento con una mano cerrándose sobre sus muñecas que las colocaba arriba de su cabeza dejándola completamente expuesta. Ya no podría hacer mucho, estaba a entera disposición de Naomi y por la mirada que esta llevaba de seguro le daría algo más que placer.

-Lo lamento –la escucho decir en su cuello – pero me distraes si haces eso – empezó a dejar pequeñas mordidas en el camino de vuelta a su pecho – y tengo que hacer algo antes de que me distraigas – el aliento de Naomi la envolvió antes de que su lengua la llevara a la locura nuevamente. Habría intentado responder algo coherente, algo provocativo y hasta burlesco pero todos sus pensamientos parecían demasiados complejos de decir; le parecía sumamente extraordinario como Naomi hablaba con naturalidad.

-No entiendo c-como – todo se entrecortaba con gemidos – todavía puedes hablar – dijo mientras se retorcía de placer al momento que sintió como manos expertas la despojaban de su ultima prenda.

-No es una ciencia – dijo triunfante. Podía hablar y se debía a que este momento lo había reproducido en su cabeza tantas veces que algunas fantasías ya eran de memoria – prueba cantando el abecedario si te es muy complicado – se burlo mientras soltaba las manos de Kall que no oponían resistencia – aunque no te reprimas – dijo susurrando en su oído, una de las manos se poso en el pezón olvidado – y grita todo lo que quieras – al momento que con la otra se situó entre los pliegues resbaladizos de Kall en su entrepierna.

Como si le concediese el permiso lanzo un grito cuando el tacto de Naomi se situó en su entrepierna. Ansiosa por la pasión, el fuego y la necesidad que la estaba comiendo por dentro, levanto las caderas en demostración de lo que quería. Pero Naomi solo se burlaba de ella acariciándola de manera superficial y sin profundizar demasiado. Podría volverse literalmente loca con la tortura que su ex alumna le estaba suministrando –Por favor – dijo con la voz completamente ronca.

Era la victoria. Podía reducirla, adiestrarla y vengarse con Kall en este estado. Aunque tampoco podía negar que era absolutamente hermosa y sensual con los movimientos y sonidos que emanaba de su boca.

-Naomi – dijo con la voz cargada de deseo – por favor – elevo sus caderas otra vez- tócame.

Y el plan fue completamente olvidado. Verla tendida en la cama desnuda, sumisa y sexi la hizo perder el hilo de sus pensamientos mojándola en la entrepierna como si ella hubiese recibido las atenciones. Cegada por el deseo, animo dos de sus dedos dentro de Kall que solo supo gemir ante el contacto y aferrarse con sus manos a su espalda. Kall era tan…cálida. Su interior era estrecho y suave. Comenzó a penetrarla con un ritmo lento mientras bajaba la cabeza para atrapar un pecho con su boca y con la mano libre agarraba su espalda baja para fundir sus dos cuerpos. Las caderas de su compañera comenzaron a demandar más rapidez y se la concedió marcando un ritmo mas pasional y con golpes certeros que hacían que las uñas de Kall se clavasen en su espalda. Como siempre, sabia cuando iba a correrse, y su amante no parecía tardar mucho en hacerlo. Hábilmente con su pulgar acaricio el clítoris mientras le imprimía más rapidez y sintió estremecerse  cuando el orgasmo se había liberado en su ser al mismo tiempo que Kall mientras esta se aferraba a su espalda con fuerza.

Todo fue tensión por los momentos que le seguía; escondía su cara en su cuello mientras ambas respiraciones volvían a la normalidad y la vergüenza parecía disminuir ¿Cómo había llegado al clímax sin ser tocada? Nunca le había pasado, inclusive necesitaba de una buena ronda de juegos preliminares antes de siquiera mojarse.

Había salido de su casa pensando que pasaría una encantadora velada con Naomi, pero la realidad superaba a la ficción con grandes anotaciones. Lo que podía terminar con un beso había terminado con las dos sudando en una cama abrazadas cuando todavía tenía a Naomi dentro. La sensación era la cosa más hermosa y excitante que podía imaginar. Esto era sentirse conectada, llena y feliz en el contacto más primitivo que los humanos habían establecido. Esto era lo que debía haber sentido con cada uno de sus parejas y que había fingido por miedo a romperles el corazón. Por lo menos no se había quedado con ninguno, aquello si hubiera sido malvado por su parte. Quien no pudiera sentir esta felicidad de estar conectada a la otra persona no debía quedarse y engañarse a si mismo. Después de tanto buscar, de olvidar y de perdonar en el recuerdo podía seguir adelante, todo gracias a Naomi.

Cuando su respiración y corazón se normalizaron, salió del encantador refugio que prometía el cuello de Kall. Los ojos verdes la esperaban con brillo, deseo y felicidad. Una mano acuno su mejilla y la acaricio mientras la atraía para un beso. Para Kall de seguro era el broche final de una noche de pasión pero para ella era la sentencia de lo que había acordado con su mente.

-¿Estas bien? – le pregunto mientras retiraba sus dedos dentro de ella y con la otra mano acomodaba un mechón rubio mojado por el sudor.

-Mejor que nunca – respondió antes de besarla. Y allí por primera vez realmente se planteo la situación verdadera. El beso estaba cargado de amor y se pregunto  a si misma ¿Qué demonios has hecho Naomi?

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Eugeene Derechos Reservados

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