-¿No
escuchaste? – pregunto la secretaria a la otra chica en el ascensor.
-No…
todo el mundo comentaba algo de una ‘’llegada’’ pero no entendía mucho
-Bueno…
es algo así como que llega una especie de genio – dijo en tono de admiración.
-¿Otra?
– Pregunto confundida - Yo creo que ya tenemos bastante al tenerla a ella aquí.
-Yo
creo lo mismo – coincidió – pero dicen que es sumamente hermosa e
increíblemente inteligente.
-¿Mas
que… – en aquel momento la puerta del ascensor se abrió y revelo a una rubia de
metro setenta entrando, en una mano el café y en la otra un iPhone. El silencio
reino en la jaula de acero y por un momento pensaron que la habían incomodado.
La puerta se abrió en el decimo quinto piso y la mujer salió con aire elegante y
sin mucha rapidez - ¿crees que nos escucho?
-No
lo se, pero realmente da un aura superior… ¿Crees que la que venga sea igual
que ella?
-Seguramente,
esa aura viene con el pack de inteligencia y hermosura.
Y
ciertamente las había escuchado. Pero eso ya no importaba. Poco realmente
importaba. Suspiro y tomo otro trago de su café. Saludo a Lane su secretaria,
quien le informo que Gordon quería verla. Le pareció extraño pero no protesto.
El siempre dejaba las reuniones para la tarde, por alguna razón en la mañana se
sentía de mal humor y si te cruzabas con el debías tener tu autoestima bien
alto. Dejo su maletín en su silla y corrió las cortinas. El sol matutino inundo
la habitación y siempre se sentía purificada después de realizada la acción.
Dejo su café en la mesa, prendió la computadora y navego en los problemas de la
red hasta que considero oportuno ir a hablar con su jefe.
-¿Me
buscabas? – pregunto luego de haberse anunciado con su secretaria y luego de
que esta le diera permiso de pasar.
-Oh
mi pequeña hija – dijo el hombre en un tono afable- siempre te busco – le hacia
señas que pasase. Hoy estaba de terrible buen humor.
-Me
encontraste- dijo al momento en el cual entraba en una especie de abrazo
cariñoso con su jefe. ¿Tuviste sexo
anoche? Nunca le preguntaría aquello pero estaba segura que lo había
tenido. Nunca era tan bueno - ¿Pasa algo?
-Tenemos
buenas noticias, ¿Lo escuchaste? – su subordinada era sumamente solitaria
inclusive en semejante empresa.
-Si,
oía a unas chicas hablar en el ascensor ¿Vendrá alguien importante?
-¡Vendrá!
– No pudo evitar emocionarse – Ella es sumamente importante hija – dijo en modo
cariñoso - ¿Y no sabes quien la entrenara?-
Oh oh… Ahora sabía por que la había llamado y por qué se portaba tan
insoportablemente cariñoso con ella
-Si
ella es importante y tu la has pedido derivada a esta área, dudo que necesite
mi ayuda – no quería hacer de niñera. Nunca más – esta es la vida Gordon, no
podemos cuidarnos unos a otros siempre – muchos decían a su espalda que su
mirada congelaba y esperaba hacerlo ahora, así no la mandaban de canguro.
-Ella
es especial… vamos… por favor hija – ladeo su cabeza – ¿recuerdas a Esme? Ella
te ayudo a ti.
-Eso
fue diferente-protesto
-No
lo fue, ella tenia la misma posición que la tuya y mírala ahora – la amabilidad
estaba a punto de abandonarlo – ¡y mírate a ti! Hicimos mucho por ti – la
mirada de ella era mas dura que de costumbre – vamos, hazlo por mi ¿Ok?
-Bien
– contesto de mala gana - ¿Cuándo llegara?
-Dentro
de unos momentos pero antes –dijo acercándose y hablando en tono confidencial –
debo advertirte una cosa…
Recostada
contra la pared del ascensor esperaba que el aparato se llenase cuando se abría
en un piso y se descomprimiera cuando dejaba otro. Odiaba Nueva York, siempre
tan atestada de gente. A diferencia de Massachusetts, que tenía su buena
población, la gran manzana parecía desbordar personas. Inclusive en esta
empresa sumamente importante donde las personas eran seleccionadas
cuidadosamente y eran ‘’pocas‘’, el ascensor se llenaba rápidamente y eso que
no era ni siquiera hora pico. El numero 15 se ilumino y las puertas se abrieron
una vez mas. Salió rozando varios cuerpos y emprendió camino a su pasantía. No
era cualquiera, era ‘’la pasantía’’. Solo se la daban a los graduados en honores
de Harvard y como era de esperarse, ella había salido primera en todas las
clases de ciencias sociales.
Se
cruzo con la que seria su nueva secretaria compartida. Era una mujer de unos 30
años, piel trigueña y un acento muy londinense. No le extrañaba, esta empresa
debía estar llena de extranjeros. La
siguió con paso firme a través de todas las puertas. La gente empezaba a
murmurar a sus espaldas y supo el por qué. Media aproximadamente 1,75 peros con
tacos debía medir 1, 85 o más. Sin mencionar que la ropa de abogados
convencional ella la detestaba y se vestía con ropa de j-crew elegante.
Entraron en la sala principal donde la recibiría su nuevo jefe. Estaba vacía, y
decidió sentarse. Pasaron unos minutos antes que el ruido de la puerta la
trajera de vuelta a la realidad. Se levanto y vio entrar a un hombre de su
altura, robusto y muy sonrisal. Por atrás entraba una chica que no pasaría de
su edad. Tenía algo extrañamente familiar y su corazón parecía reconocerla por
que latía como loco pero su mente la ignoraba completamente.
-Buenos
días – dijo el hombre – esperaba que llegases mas tarde.
-Supongo
que es la ansiedad – respondió la morena al momento que estrechaba la mano – y
también el miedo de llegar tarde, Nueva York esta inesperadamente llena de personas
– dijo con una sonrisa.
Odiaba
las mañanas de lunes y mas ahora que tenia que hacer de niñera de una recién
graduada. Eran tan ingenuos, pensaban que la vida sonreía siempre y que por
haber estudiado todo iría bien. Esquivaba su mirada principalmente por eso. No
quería verla, estaba de muy mal humor pero tenia que presentarse y pasar la
mayoría de tiempo con ella así que en algún momento debía enfrentarla. Cuando
levanto la mirada unos ojos azules la penetraron profundamente. El corazón se
le paro repentinamente. Los conocía, y de no ser por ese color tan intenso
quizás no podría haberla reconocido de lo cambiada que estaba.
-No
te preocupes, te acostumbraras al ritmo de la manzana –dijo su nuevo jefe – por
cierto, soy Gordon Ray- justo la había soltado y al frente tomo la mano de la
chica que se había quedado helada al verla.
-Estoy
segura que lo hare – se perdió en los ojos verdes por un segundo y se acordó
que tenia que presentarse – Soy – se vio interrumpida por la rubia.
-Naomi
– susurro.
-¿La
conoces Kall? – pregunto sorprendido Gordon.
El
contacto visual no se había roto todavía y supo que debían haber pasado muchos
segundos por que Gordon repitió la pregunta un poco más fuerte. Por la cara de
Naomi no la había reconocido – Ella fue una de mis estudiantes en la academia
Preston – justo después de decir aquello Naomi soltó la mano y se quedo
entumecida.
-¿Kall?
– Esto no puede estar pasando – ¿Trabajas
aquí?- intento no sonar desesperada pero tenia muchos cambios en su vida en
menos de un día. Había dejado Harvard, así como Alex. Se movía en una ciudad
completamente nueva, llena de gente ¿y ahora trabajaría con Kall?
-Bueno eso me ahorra muchas cosas – dijo Gordon mientras le sonreía a Kall. Casi como si dijese ‘’no es tan malo después de todo’’. Y esto era malo, muy malo – dejare que se pongan al corriente. Y Kall – la mira de vuelta – has sentir a gusto a Naomi ¿si? – y salió de la oficina dejándolas solas.
-Bueno eso me ahorra muchas cosas – dijo Gordon mientras le sonreía a Kall. Casi como si dijese ‘’no es tan malo después de todo’’. Y esto era malo, muy malo – dejare que se pongan al corriente. Y Kall – la mira de vuelta – has sentir a gusto a Naomi ¿si? – y salió de la oficina dejándolas solas.
-Si
– sonrió lo más que pudo pero la sorpresa de encontrar a su ex mejor alumna en
esta empresa, en nueva York era simplemente imborrable. Había cambiado
considerablemente. Como si desafiase a la ciencia había crecido luego de marcharse
y sus facciones eran las de una mujer. Su
pelo que antes contenía ondas irremediablemente salvajes ahora estaban aplacas,
como si el mismísimo pelo hubiese madurado. Sin mencionar la increíble aura de
elegancia y sensualidad que irradiaba. Cosas de las que carecía a sus 17 años y
de las que debía haber adquirido en la
universidad. Debía concentrarse o pronto estaría babeando la sala – Veo que te
fue bien en la universidad – comento para emprender charla.
-Eso
parece – le regalo una sonrisa. Había sufrido tanto por aquella mujer frente a
ella en su primer año de universidad que su cerebro la había bloqueado. Posiblemente
por que era lo mejor. Pero no se engañaría otra vez. Y si podría hasta jugaría
con ella – entonces eres abogada – afirmo.
-Podrías
definirme así – dijo Kall.
-
¿Serás la que me enseñe aquí? – pregunto de mala gana. Odiaba volver al ciclo
del alumno y profesor y más con esta persona.
-Parece
que el destino te quiere como mi alumna – dijo en tono divertido.
-Así
parece, en fin, ¿vamos? – cuanto antes saliese de su nuevo-infierno trabajo,
mejor. Kall la condujo mostrándole todo amablemente pero distante. Al principio
pensó que era por que su pequeña acosadora había vuelto (ella) pero luego se
dio cuenta que era así con todos. Rara vez saludaba a alguien a no sé que sea
por presentación. Era más correcta que antes y más distante de lo que nunca la
había visto. Emanaba un aura de elegancia y frialdad. Todos parecían
respetarla. Pero se sentía increíblemente solitario a su alrededor, quizás por
eso no muchos se acercaban.
-Eso
es todo por hoy Naomi – dijo mientras se dirigía a su secretaria – Lane, dale a
Naomi todas las claves de seguridad de la web y una llave de mi despacho.
-¿Compartiremos
despacho? – no esperaba una oficina para ella sola pero tampoco quería
compartirla con Kall.
-¿Te
molesta? - cuando ella había llegado había obtenido un triste cubículo ¿Cómo
podía Naomi quejarse?
-No
– dijo más fríamente. Debía calmarse.
-Bien
– le sonrió – te veo mañana.
-Adiós
– se quedo aun más helada cuando vio aquella sonrisa. Antes esa sonrisa la
movilizaba entera pero ahora parecía tan falsa que solo le producía
escalofríos. Kall no había cambiado nada con los años, excepto por el largo de
su pelo que antes era hasta la cintura ahora apenas rozaba sus hombros. Hasta
parecía mas joven que antes pero también madura. Suspiro por lo bajo y
emprendió camino a su nuevo departamento. Con suerte hoy abrían llegado sus
pertenencias y podría ponerle un poco de amor a este lugar tan desconocido.
-Hey
no te esperaba tan temprano – dijo sonriente mientras preparaba la comida.
-Adivina
– dijo Kall fuerte por que su habitación estaba arriba.
-Mal
día – contesto la cocinera.
-El
peor – dijo Kall cuando volvió al comedor – soy una especie de profesora.
-Pensé
que esos días habían quedado atrás.
-Soy
la que le enseñara todo a Naomi.
-¿¡Naomi!?
– el aceite que caiga suavemente sobre la ensalada delicadamente preparada se
agolpo por salir cuando Cris casi vierte todo su contenido.
-La
que viste y calza – dijo mientras se pasaba una mano por el pelo.
-Woaoo
– ahora intentaba arreglar el aceite con ensalada - tu si que tienes mala suerte K- Se burlo de
ella - ¿Cómo esta?
-¿Naomi?,
bien supongo.
-No
genio, ¿como esta físicamente? - la miro para ver su expresión – han pasado 5
años.
-Hermosa
– Kall nunca se preocupaba por las apariencias pero esta vez era diferente –
realmente parece una mujer.
-Es
una mujer – coincidió Cris.
-Lo
se, pero es tan raro – la nostalgia la invadió – la ultima vez que la vi estaba
tan frágil y tan niña.
-Tenia
17 años, no la subestimes tanto.
-Lo
se Cris, pero era tan pequeña – se empezó a reír – ahora es mas alta que yo.
-¿En
serio? – La idea hizo sonreír a Cris – eso debe ser interesante.
-Lo
es – dijo Kall.
-¿¡QUE!?
-Alex
– reprocho – no me grites en el oído.
-Disculpa
pero la noticia es simplemente impactante.
-¿Lo
es verdad?
-De
entre todos los lugares de Estados Unidos tenias que ir a la pasantía donde
Kall trabaja.
-Demasiada
coincidencia – acoto Naomi mientras se pasaba el celular a la oreja izquierda –
esto da miedo.
-No
te preocupes, han pasado muchos años, tú ya la olvidaste.
-No
hablo de Kall, hablo del departamento – miro neuróticamente para todos lados-
da mucho miedo.
-¿Acaso
no era espacioso? – escucho la voz de su mejor amiga preocupada.
-Lo
es y quizás es por eso que tengo miedo.
-Nunca
cambias Nao – dijo riéndose su interlocutora – oye debo irme, me pasare por
allí en unas semanas – escucho como cambiaba de tono – pórtate bien.
-Si
si mama – respondió automáticamente – te quiero
-Yo
también – respondió Alex y se escucho la línea cortada.
Miro
el gran ventanal-pared y suspiro. Seria un año largo. Era verdad que había
olvidado completamente a Kall, pero también era verdad que había sufrido
considerablemente al intentar olvidarla. Se sentía orgullosa de lo que era y no
cambiaria por simplemente por intentar dar una buena impresión. El aire afuera
era fresco así que agarro su cazadora negra y se la coloco al momento que
agarraba las llaves y salía. Las calles estaban como la mayoría de la ciudad:
congestionadas y no se alarmo. Tenia que acostumbrarse, se sentó en un bar que
no daba la impresión ni de ser muy elegante ni muy antro. Tomo dos o tres vasos
de cerveza cuando una mujer se le acerco.
-¿Puedo
invitarte un trago? – movió la cabeza en su dirección y la persona en cuestión
no estaba nada mal.
-¿Todavía
no llego?
-No,
¿quieres que la llame?
-No,
esta bien. Dile apenas llegue que venga a mi oficina.
-Es
la de ella también Kall.
-Es
verdad – miro de nuevo al reloj de su muñequera y ya pasaban de las diez de la
mañana – entonces no le digas nada, gracias Lane.
-De
nada Kall- respondió su secretaria mientras la veía alejarse tan condenadamente
sexi. Después de haberla visto alejarse el ascensor se abrió y mostro a Naomi
recién fresca con un café en su mano de Starbucks – Naomi, Kall te busca.
-Bien
– respondió encogiéndose de hombros y guiñándole el ojo a Lane – de todos modos
iba para allá – la broma le saco una sonrisa a su secretaria y se dio cuenta
que era bastante hermosa con ese aire británico.
Estaba
sentada cuando la puerta se abrió y Naomi entro a paso lento. Parecía
despreocupada con su café y el matorral marrón a su costado del cuerpo. Tenia
el pelo mojado y un traje Armani juvenil. Estaba realmente hermosa y Kall se reprendió
mentalmente. Ella la había dejado escapar. No podía permitirse el lujo de jugar
con ella de vuelta.
-¿Me
buscabas? – pregunto de pie frente a una Kall que la miraba intensamente -
¿Kall? – llamo por que no respondía.
-A-ah
– Maldición- ¿has visto la hora que
es?- consiguió decir como una madre.
-Si
– respondió aun mas despreocupada - ¿Cuál es el problema?
-Naomi
aquí debes cumplir un horario – deseaba mas que nada correr ese mechón mojado
de su rostro pero retarla le salía mas fácil – no puedes llegar cuando quieras.
-No
eres mi madre Kall- escucho en un tono sumamente frío. La vio tomar un sorbo de
su café y el acto le pareció demasiado sensual.
Naomi podía provocar aquella sensación y ahí realmente se dio cuenta de
cuanto había crecido– se lo que tengo que hacer- dijo luego.
-¿Lo
sabes?- pregunto irónicamente Kall.
-¿Pretendes
salvarme? – Pregunto con el doble de ironía – me siento halagada, pero no
funcionara de nuevo – tajo mientras miraba a su alrededor – ¿donde estará mi
escritorio?
-Ahora
no hay tiempo para ver eso – Naomi atacaba fuerte, ella también lo haría si las
reglas eran estas – si hubieses llegado temprano, los chicos te hubieran
ayudado.
-Bien
– dijo como si no hacerlo fuera incluso mejor – será otro día ¿Qué debemos
hacer?
-Reuniones.
-¡Que
mejor que una reunión para comenzar el día! – dijo mientras se estiraba un
poco.
-Medio
día querrás decir – la volvió a retar.
-¿Nos
vamos?- la ignoro – realmente me
encantaría quedarme para que me retes pero me aburriría demasiado – termino su
café y lo tiro en el tacho de basura - ¿o puedo irme sin ti?
-No
lo entiendes ¿verdad?- esta Naomi estaba lejos de ser la que había sido su
mejor alumna – estas bajo mi protección.
-¿Y?
– Pregunto en tono indiferente – ¿acaso debemos ir al baño juntas?- la idea no
era mala si Kall no le hubiese roto el corazón hace 5 años atrás. Levanto una
ceja en cuanto Kall tardo en responder.
-No…
pero debes aprender de mi – la imagen de ellas dos en el baño todavía bailaba
en su mente – solo iras a aquellas reuniones que yo te mande – se levanto –
ahora vámonos. Llegamos tarde genio.
La
siguió en silencio. Ya habían tenido bastante pelea para el primer día y
todavía les faltaba un año. Salieron de la oficina y vio como Lane se devoraba
a Kall con la vista y la susodicha ni se daba cuenta. Era comprensible estar
enamorada de ella. Era hermosa, exitosa, joven y esa aura de elegancia y
superioridad atraía hasta la persona mas fría. Maldición Naomi no caigas de nuevo. Sacudió su cabeza
energéticamente para liberar esos pensamientos. Le había tomado un año, de
dolor, sufrimiento, arrepentimientos y hasta errores en su carrera olvidar a
Kall. No caería en lo mismo.
Las
reuniones que tuvieron fueron breves pero intensas. Kall se mostraba
concentrada en todo momento y comentaba solo cuando era oportuno. La presento
ante todos como su colega y socio. Eso la sorprendió, ella era una simple
ayudante en una triste pasantía. Pero nuevamente se reprendió mentalmente para
no caer. Mientras salían de su despacho momentos después de haber llegado de lo
que seria la ultima reunión se disponía a irse cuando Kall la tomo del brazo.
-¿A
donde crees que vas?
-Hora
de irse – dijo sin darse vuelta. Todos se agolpaban en los ascensores para
llegar a tierra y evacuar a sus hogares. Se dio vuelta y la miro con furia por
hacerle perder el ascensor.
-Nosotras
nos quedamos – dijo firmemente.
-¿De
que hablas? Yo me voy- intento zafarse pero la mano todavía persistía, sin
hacerle daño pero indicándole quien mandaba.
-No
lo harás – suspiro por que Naomi seguía siendo tan caprichosa – debes cumplir
tus horas de llegar tarde.
-Obsérvame
– dijo al momento que vio otro ascensor abrirse y se zafo de su mano. Emprendió
un camino firme y decidido hacia la
jaula de metal y antes de que se cerrase, Lane puso la mano para ganar tiempo.
Subió y le dedico una sonrisa a su secretaria – Gracias Lane.
-De
nada – se sonrojo - ¿Qué le hiciste? – pregunto mientras con la mirada señalaba
a Kall.
-Tsk
– dijo mirando la hora en su reloj pulsera – quería obligarme a quedarme.
-Es
increíble – se sorprendió pensando en voz alta y por la mirada de Naomi quería
saber sus pensamientos –nunca había abandonado esa mascara perfectamente vacía-
miro a Naomi y dijo – realmente la trastocas de alguna manera.
-Preferiría
no hacerlo – dijo al momento que las puerta se abrían y podía por fin salir –
preferiría no estar acá- y no supo si su secretaria la escucho o no. Pero quería alejarse desesperadamente del edificio.
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por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Dejé este capítulo como el último para leer este día porque, a decir verdad, me moría de miedo de lo que podrías presentarnos. Ahora que ya lo leí, estoy con sentimientos encontrados; por un lado, ya sabía que el reencuentro sería de esta manera, pero por otro lado, igual me chocó... bastante. 5 años no es poco y no sé por qué me da la impresión de que tal vez haya alguien más en la vida de Kall?... ella ya ha tenido tiempo para estar en New York por lo visto y seguro que debe tener algún pretendiente (aparte de Lane, por supuesto, que parece que prefiere admirarla desde lejos).
ResponderEliminarBueno, mejor dejo de especular y espero a la próxima entrega de la guerra fría xD
pd. de verdad postearás dos capítulos a la semana?... no juegues con mis sentimientos por favor *-*
ahora si se puso emocionante
ResponderEliminarVaya... No puedo darte 10 estrellas? Dios esta historia es tan hipnotizante... Gracias con ansias del próximo capitulo
ResponderEliminarMe encanto este capitulo.. aaaww me fascina como va esta historia.. Muchas gracias!
ResponderEliminara la espera con muchas ansias del próximo capitulo
Saludos
Lilith, Chile
OH DIOS...OH DIOS!!!! siento q muerooo!!! otra vez juntas pucha pero estas van a estar como perros y gatos jajaja bueno no importa esto esta q arrrdeee!!! en el comentario anterior dije q te odiaba un poquis ahora TE AMO!!!! jajajaja esto esta buenisiiimooo!! bueno bueno en fin gracias x este capi de maravilla de seguro el siguiente va a estar puffff orgassssmiiiicooo LOL. xoxo
ResponderEliminarGia/Ecua
Gran capitulo!!! La semana de espera mereció la pena ,pero...no se supone que nos deleitarias con 2 capitulos,Eugeene?? ;-)
ResponderEliminarEugeene, mejor q el anterior, me encanta, felicidades.
ResponderEliminarHaidee
R. Dominicana
:O este capitulo es de impacto, me encanta. PAOLA
ResponderEliminar