Había
tomado una decisión y por mas dolorosa que fuese ella la llevaría a cabo. Era
lo mejor para Naomi. No podía cuestionar aquello. Lo siguiente podría ser lo
mas difícil que haría pero constantemente se convencía a si misma repitiendo
que el futuro de Naomi era mas importante. Ella era adulta y tendría que
enfrontar las consecuencias de haber deseado a su alumna. Tendría que verla por
unas semanas mas e ignorar aquel anhelo que la atacaba cada vez que la veía.
Pero todo estaba decidido y ella no le haría a Naomi lo mismo que a los otros.
-Todo
salió bien –Max hablaba desde su asiento con su mirada penetrándola
profundamente. Seguro buscaba secuelas de su última charla – el evento
deportivo fue un éxito y no hubo complicaciones con respecto al premio de polo.
-¿Cómo
se la paso Jess? – la habían remplazado a ella por una profesora de arte que
todos amaban e idolatraban. Si se las comparaba era difícil saber cual era la
mejor como premio – escuche que la cena fue estupenda.
-Lo
fue – asintió Max – pero se mostraron un poco disconformes cuando supieron que
no eras tú – le sonrió a la que era su mejor profesora hasta que había mezclado la docencia con el
amor – pero te cite aquí para decirte que dentro de un día tu pasantía termina.
-Bien
– estaba particularmente feliz pero algo le daba tristeza – ¿un día exacto?
-Si
– vio como su profesora que había rogado por no venir mas se debatía entre la
alegría y la tristeza. Y él lamentablemente sabia el por que –lo pedí
especialmente detallando que los chicos ya no te necesitan – la estaba
intentando ayudar lo mas posible al
permitir el retiro anticipado – tus alumnas ya han pasado las pruebas de los
exámenes con un 95 % de éxito.
-Me
alegro – dijo fingiendo un sonrisa lo mas amable posible – eso significa que
hay dos personas que no la pasaron – dijo preocupada. Pensaba que todos estaban
listos.
-Lo
han hecho todos, pero dos personas siguen la línea de trabajo de sus familias
en importantes empresas – vio como Kall se había preocupado – no te aflijas, lo
has hecho estupendamente – vio como los ojos de su joven profesora se llenaban
de emoción por el alago – bien, puedes volver a clases y anunciar tu retirada –
y volvió a sus papeles – Kall – recordó agradecerle apropiadamente – muchas
gracias por todo lo que has hecho. Principalmente con Naomi – era frio pero aun
así siempre estaría eternamente agradecido por lo que Kall le había salvado a
Naomi de una mancha en su expediente.
-Gracias
Max – dijo mientras se levantaba y se iba.
Mientras
esperaba en el pasillo decidida todo parecía irradiar aunque la temperatura
afuera era bajo cero ¡Como si no pudiera! Se había besado con su profesora. Y
había sentido la pasión por su parte también. En determinado momento del beso,
antes de que Kall la empujase, se sentía como si fuesen una sola persona. Una
sola alma dividida en dos cuerpos que es completamente nueva y feliz al momento
de conectarse a través de sus labios. Aunque Kall lo negase ella sabia que ella
también lo había sentido. Quizás su moral se debatía entre el amor o la
profesión pero no podía mentirle. Eso era seguro.
La
esperaba apoyada afuera del salón. Su padre la había llamado así que cuando
volviese ella y Kall estarían solas. La última semana su profesora se había
limitado a dirigirle la palabra si era estrictamente necesario. Parecía un
poste a su lado, ni siquiera la miraba. Era tan doloroso y no podía soportar
mas seguir así. Sin mencionar que dentro de unas semanas la academia se
acabaría para los de ultimo años. Lo único que las conectaba era el salón de
clases en el cual ella ya no existía para una Kall completamente fría.
Sencillamente no podía aguardar más. Su futuro lo formaría con sus propias
manos, eso era un hecho.
Ya
estaba caminando con la cabeza gacha. La vergüenza no la había abandonado desde
aquel día en que había tocado con sus labios los de Naomi. Todo parecía
recordarle a ella y su deseo. Su determinación era fuerte pero pendía de un
hilo cada vez que recordaba como se sentía Naomi contra su cuerpo y sus labios…
Un día… Después esta clase ya no la vería
más. Ya no tendría otra oportunidad de ayudarla y tampoco volvería a ver esos ojos
azules desafiantes, angustiados, llenos de deseo y promesas de amor. Eso era lo
mejor. Se lo repetía una y otra vez cada día pero parecía perder importancia
cada vez que lo hacia. Suspiro ruidosamente y cuando faltaba poco para llegar
se dio cuenta que la poseedora de sus pensamientos estaba esperándola. Sonrió
ante el gesto pero no puedo evitar sentir dolor por los minutos que tenia para
memorizar a su alumna.
La
vio caminar hacia su salón con aire pensativo. No parecían buenas noticias las
que había recibido, pero cuando levanto la vista hacia ella vio una sonrisa con
un tinte de tristeza en su boca. El corazón se le acelero estrepitosamente y
tenía miedo de que Kall lo descubriese pero ella parecía ahogada en sus
pensamientos. Se enderezo y se paro en frente. Cuando Kall se quedo frente a
ella sin decir nada y mirándola profundamente le sorprendió. Últimamente no
hacia mas que escapar y rehuir a su mirada.
-Tenemos
que hablar.
-Es
cierto – coincidió Kall – por el momento entremos a clases – la paso y abrió la
puerta invitándola.
-Gracias
– dijo tímidamente cuando paso a su lado entrando en el salón y llenándose del
exquisito aroma que emanaba su profesora.
-Silencio
por favor – todo el mundo que estaban charlando sobre la graduación animosamente
se dio vuelta y le presto atención – acabo de hablar con Max y me ha dado la
buena noticia de que todos pasaron- todos sonrieron ante el gesto de
felicitación de ella – nunca dude de ustedes y estoy segura de que les ira de
maravilla en la universidad – no sabia si decirles o no. Encariñarse siempre
había sido su debilidad pero ahora tenia que aceptarlo. En algún momento se
separaría de su primera clase y tantos momentos que le había dado. Se llevaba
muchas cosas y como algo físico era una cicatriz en la mano izquierda pero
sobre todo se llevaba hermosos recuerdos en los cuales disfruto mucho enseñando
a la mejor clase del estado. Pero decidió guardarse todo el circo para el
último día, mañana – bien, ahora nos prepararemos para que cada uno este en su
mejor rendimiento académico cuando entre en la universidad – toda la clase
obedeció como siempre y mientras reían sobre la graduación y lo mucho que se
extrañarían entre ellos.
Sabía
que algo andaba mal. Kall parecía haberse callado algo, y seguro era lo que le
había dicho su padre. Pero a toda la clase le había ido bien. No comprendía que
andaba mal. Pero lo intuía. Y era buena en ello. Quería ayudar desesperadamente
a su profesora pero si ella se dedicaba a esquivarla ¿Qué se supone que podría
hacer? Su padre rara vez le dejaba saber de los asuntos de la escuela y su
hermano no había vuelto a casa para preguntarle a él.
-Nao…
- le toco el brazo por que se había quedado embobada mirando a su profesora-
¿estas bien?
-S-si
– fue sorprendida con la guardia baja por Alex – estoy bien.
-¿Necesitas
hablar? – Naomi se mostraba rara desde hacia una semana aproximadamente, quizás
por la chica de la que gustaba - ¿Sobre algo?
-No
– dijo distraídamente esquivando la mirada de su mejor amiga – estoy bien Alex,
en serio – le apretó la mano para reafirmar su mentira. Pero solo consiguió más
dolor. Quería hablar con ella más que con nadie pero ahora que había conseguido
un mínimo rayo de esperanza cuando Kall acepto hablar con ella, ahora tenía que
estar más callada que nunca. Cuando sea el momento se lo diría a su mejor amiga
pero mientras tanto tendría que hacerle creer que todo estaba bien – si
necesito, te buscare, ¿Si? – le dedico su sonrisa mas prometedora pero vio en
los ojos italianos la duda.
-Okey
– respondió. Si Naomi no quería hablar de momento, estaba bien- asegúrate de
buscarme- justo cuando terminaba de decirle eso el teléfono de Nao sonó y la
sonrisa se expandió por su rostro cuando lo leía -¿Buenas noticias? – pregunto
esperanzada y Naomi asintió.
-De
las mejores – dijo al momento que sonaba el timbre, la saludaba y escapaba de
la escuela para prepararse para su encuentro.
-¿Estas
segura de lo que has decidido? – Cris preguntaba una vez más.
-Es
lo mejor y ambas lo sabemos – se coloco el sobretodo que cubría sus muslos y el
gorro para la nieve. Como siempre a finales de año, nevaba furiosamente. Y hoy
la tormenta era particularmente leve pero la nieve siempre mojaba su pelo-
puede que ahora no lo entienda pero cuando sea un poco mas grande lo hará.
-No
la taches de niña- reprocho su mejor amiga enojada – no elijas por ella.
-No
tengo nada para ofrecerle Cristina y tú lo sabes – el silencio cayó entre ambas
inmediatamente y Kall suspiro – ella merece mucho mas.
-No
creo que tú debas decidir por ella –pero cuando a Kall se le metía algo, era
difícil hacerla cambiar de opinión -
pero es tu vida. Solo espero que Naomi no te odie por esto – escucho lo
ultimo de la boca de Cris y salió al crudo invierno que comenzaba.
Había
pasado casi dos horas dudando sobre que ponerse. Estaba tan pero tan nerviosa
que mientras caminaba sentía que estaba en una nube. Quizás se debía a que le
temblaban rodillas. El lugar en el cual Kall le decía del encuentro era en la
fuente del centro de la ciudad. Le pareció extraño, ya que si le preocupaba que
la vieran con una alumna ese no era el mejor lugar pero no discutió nada. Solo
quería verla. Estaba llegando 15 minutos antes y mientras más se acercaba mas
fuerte le latía el corazón. El viento y la nieve le azotaban de frente pero nada
tenía importancia. No cuando Kall le había pedido verla exclusivamente fuera de
la escuela. Le faltaban 25 metros y cuando vio la figura de una mujer de
espaldas supo que era Kall. Tenía un sobretodo blanco, un jean negro y botas.
Cuando se dio vuelta literalmente se le detuvo el corazón. El gorro que tenía
cubría su cabeza pero contrastaba notablemente contra sus rizos dorados que
caían sobre los hombros y la espalda. Los ojos verdes estaban entre cerrados a
propósito por la nieve y le permitían admirar sin reparos aquella belleza con
la que soñaba desde que ambas habían caído por el ventanal. Era hermosa, con su
simpleza y elegancia.
-¿Supongo
que ambas estábamos ansiosas?- intento aliviar la tensión cuando llegaba a su
lado pero Kall mantenía aquella mirada seria.
-
Siempre llego antes – comento distraída Kall – odio llegar tarde – miro a Naomi
y recordó su cuerpo contra el de ella –
parece que tu también.
-No
me malinterpretes – dijo mientras le sonreía- llego temprano por ti – y vio
como el rubor subió a la piel de porcelana. Buena
reacción Kall…
-Vamos
a sentarnos – ofreció rápidamente mientras le daba la espalda. Si Naomi se
comportaba así, se le olvidaría rápidamente su objetivo.
Vio
como Naomi la seguía y en vez de sentarse en frente se sentó a su lado. En una
distancia prudentemente cerca. Cualquiera que pasase cerca pensaría que serian
amigas muy intimas. Odiaba hacer esto. Siempre se le había dado mal y desde lo
de Heck lo tenía que hacer con más frecuencia. Inspiro profundamente rogando
que Naomi lo entienda.
-Naomi,
el día de hoy, era mi ultimo día enseñando.
-¿Qué
quieres decir? Todavía te quedan 3 semanas – esto era lo que había intuido.
-Todos
ustedes pasaron las admisiones y yo le pedí a tu padre terminarla antes –
miraba el horizonte- no me necesitan.
-Yo
te necesito – su inconsciente respondió sin pedirle permiso. Quedo un silencio
total y ella tuvo que volver a hablar sospechaba que su profesora no lo haría -
¿Por qué solicitaste irte antes?
Y
aunque lo que estaba por venir era complicada, en este preciso momento tenia
que mentirle. Le dolía no poder tenerla o no poder besarla como antes pero
mentirle iba a ser realmente complicado – tengo asuntos que tratar – intento
evadirla antes que mentir.
-No
nos veremos mas en la escuela – declaro Naomi mas para adentro suyo que para
Kall.
-No
nos veremos más Naomi – tajo.
-¿Qué
quieres decir? – ¿No la había citado para ver una posibilidad entre las dos?
-Tu
te iras a Harvard y no nos veremos.
-Puedo
pedir ir a Yale – esto ya lo había pensado. Kall no la dejaría por esto – queda
a 30 minutos de aquí. Podríamos vernos todos los d-
-¡Naomi!
– la interrumpió – no deseo que hagas eso – busco valor en su interior y no lo
encontró pero tenía que seguir – lo que paso en el cuarto de deportes fue un
error.
-¿Hasta
cuando pretendes engañarte Kall? No puedes mentirme – se paro por que estar
sentada al lado de una Kall que parecía tan fría le molestaba – ¡sé que lo
sentiste! ¡LO SE! – se calló rápidamente por que pronto estaría armando una
escena y en ese momento se dio cuenta el por que había elegido ese lugar. No
podría gritar ni armar escena, todo estaba fríamente calculado por su profesora
– no puedes mentirme…- y comenzó a llorar silenciosamente con la cabeza gacha.
-No
lo estoy haciendo – necesitaba de todo su autocontrol para no levantarse y
abrazarla. Se paro y con el puño le hizo levantar la mirada – tu te mereces
algo mejor y alguien de tu edad– vio el
azul todo vidrioso por las lagrimas y le dolió demasiado pero nuevamente tenia
que seguir – yo no te deseo Naomi – entonces Naomi corrió su mirada y la
cabeza. Como si lo que le dijera quemase.
-¡¿De
mi edad?! – Chilló – ¿Por quien demonios me tomas Kall?
-Necesitas
alguien que este experimentando la vida como tu – al instante supo que lo que
había dicho había sido un error – alguien de la universidad, con tus mismos
ideales…
-Me
tratas como a una niña – reveló – pensaba diferente de ti Kall…- siempre la
había visto tan trascendental, tan valiente y tan fuerte cuando se enfrentaba a
la gente. No de los que catalogaba a la gente por su edad-Ya has tomado tu
decisión – dijo con voz entre cortada – veo que no puedo hacerte cambiar de
opinión.
-No
tome ninguna decisión, ni tampoco tengo una opinión – intento sonar lo mas dura
posible – al no desearte no tengo que decidir nada.
-Bien
– dijo secándose las lágrimas, pero seguían insistiendo en caer cuando levanto
la mirada con una sonrisa forzada– no hay nada que pueda hacer contra eso –
todo se veía borroso – suerte Kall – susurro y se fue.
Se
sentó de golpe. Todo había salido mejor de lo que había planeado. Naomi misma
la había dejado atrás. Pero todo dolía notablemente. Se pasó la mano por el
pecho que le traía muchísimo dolor y los recuerdos quisieron acudir a su memoria
nuevamente pero se encargo con muchísimo esfuerzo de bloquearlos. Si no lo
lograba, empezaría a tener un ataque de pánico aquí mismo. Suspiro al notar que
había pasado el momento pero le había quedado un profundo dolor en el corazón.
Ver a Naomi forzándose a sonreírle le había golpeado más que mentirle. En
cierta forma no sabia si la amaba pero era claro que no podía permitirse el
lujo de experimentar una relación con Naomi. Con ella no lo haría y no la
lastimaría.
Quería
parecer fuerte y cool. Que idiota había sido. Podría haberse quedado y decirle
que juntas luchen por su amor. Pero no, había decidido ser la heroína de la
historia. Dejando a su amor libre para que ande a sus anchas y ella sufriendo
atrás como en una hermosa novela trágica. Aunque había intentado ser cool ahora
corría por las calles del centro a toda velocidad y con los ojos empapados en
lágrimas. Al cabo de un rato se serenó y tomó un taxi. Cuando bajo ya estaba
bastante mejor o shokeada seria la palabra adecuada. Todo estaba perdido. Entro
a su casa por atrás como de costumbre y cuando escucho voces en la sala
principal le extraño. Nadie la usaba a menos que fuese alguien o algún evento
especial.
-Naomi
– dijo la cocinera mayor con un tono afable – te estábamos buscando – cuando
reparo en ella vio los ojos levemente hinchados - ¿Estas bien?
-Si
– respondió despreocupada. Olvidaba cuanto su cocinera la conocía – estoy bien
María ¿Decías que me buscabas?
-Han
venido unos profesores de esa universidad a la que quieres ir – no le creía
pero si no quería hablar, no lo haría – ve, están en la sala principal hablando
con tu padre – apenas termino de hablar recibió un cortes ‘’gracias’’ y la vio
salir de la cocina camino al lugar indicado.
-Naomi
– su padre tenía un tono igual o más amable que su cocinera – te estábamos
esperando.
Luego
de presentarse los dos hombres uniformados le dijeron el motivo de su visita.
Estaban aquí para convencerla de viajar dentro de un par de días e instalarse
ya en Harvard. Era para promover la universidad mostrando a su AS. Al parecer
había salido primera en la prueba de admisión en todo el país. Ellos costearían
todos los gastos de traslados y lo que gastaría allí hasta que empiece el
próximo año universitario. Era irse a vivir a Harvard dentro de unos 15 días.
-Bueno
– dijo el hombre con traje azul marino pulcro – creo que eso es todo lo que
hemos venido a decirte – estiro la mano para apretar la de ella – esperamos
tener noticias tuyas pronto – y le sonrió al momento que la soltaba.
-Por
cierto – dijo el otro hombre con voz un poco de voz mas entonada – tu amiga
Alexandra Milano tiene la misma oferta que la tuya – estiro la mano igual que
el otro señor – consultado con ella ¿Vale?
-Esta
bien – dijo mientras se despedía y subía a su habitación. Cerró la puerta y el
sonido le recordó a lo que había pasado en su encuentro con Kall. Era una
puerta cerrada y lamentablemente sin ventanas. Se largo a llorar como nunca
antes había hecho y esa noche se durmió por el agotamiento emocional. Mañana lo pensare bien… Como todas las
noches últimamente, sus sueños estaban colmados de su persona favorita pero en
este sueño Kall le daba la espalda y caminaba hacia un horizonte sin ella.
-Naomi
–dijo Alex cuando abrió la puerta a las 7 de la mañana y la tenia ahí agachada.
La suerte de decidir buscar el diario temprano - ¿Qué estas haciendo? – le
pregunto mientras se sentaba a su lado.
-Es
curioso- dijo Naomi – cualquiera moriría por verte así – señalo los paños
menores de su mejor amiga – y a mi solo me dan ganas de reírme – volvió su
mirada al césped - ¿como puede gustarme una mujer y tenerte a ti vestida así
sin provocarme nada? – al recordar lo que sentía se le volvieron a llenar los
ojos de lagrimas.
-Oh
Nao – la abrazo y supo que con esa chica todo había salido mal. Esa persona
debía tener un tornillo zafado para dejar pasar la oportunidad con Naomi. La
estrecho más fuerte en sus brazos y se largo a llorar con ella. Daba tanta
bronca ver como su mejor amiga se desarmaba frente a sus ojos y la impotencia
de no saber quien era para dejarle bien claro lo que se perdía – ¿Quieres
hablar?
Negó
energéticamente con la cabeza y recordó a lo que había venido – Alex, vámonos a
Harvard ahora – suplico.
-Esta
bien – no podía negarle nada y no quería hacerlo tampoco - ¿estas segura que
esto es lo que quieres? ¿No lo haces por las razones equivocadas?
-No
– aunque parte era mentira, otra parte era verdad –quiero comenzar de cero
desde ya – se dio cuenta de lo egoísta que estaba siendo – disculpa por venir
tan temprano y pedirte semejante estupidez cuando tu tienes a Mike aquí – se
deshizo del abrazo y se levanto al tiempo que Alex – supongo que te veré allí
en febrero ¿verdad? – le dedico la misma sonrisa que a Kall pero con Alex no
lloraba y era por que no debía tener mas lagrimas en su interior.
-Naomi
– dijo en tono grave – quiero ir contigo – quería ayudarla. Siempre quiso y
querría ayudarla. Se iría de su lado solo si Naomi la apartaba pero sino la
acompañaría hasta el fin del mundo.
-Gracias
– dijo y se volvieron a abrazar – hablamos después – y se disponía a volver a
su casa.
Los
quince días se habían cumplido y el momento de alejarse de su ciudad natal era
ahora. Ella y Alex habían aceptado el trato de Harvard y hoy salían. Por algún
desperfecto técnico en el avión privado de la universidad, les dijeron que
viajarían en un tren, exclusivo. Era extraño ver como se desvivían por
proporcionarle todo lo que ella quería cuando en realidad lo único que deseaba
nunca se lo darían. Así que todo daba igual. En las dos semanas Alex la había
intentado hacer hablar pero ella no quería recordar nada de dolor así que
eludía el tema siempre.
-¿Lista?
– pregunto su padre al momento que la sorprendía y le daba un abrazo. No era
cariñoso pero para ser de su parte era demasiado – recuerda, nos veremos en
Navidad – quería irse pero volver para las fiestas estaría bien – pórtate como
un Clark y enorgullécenos – al momento que se soltaba de su padre y pasaba a los
brazos de su hermano una figura que pensó que nunca mas vería y era por la que
huía principalmente, se presento. Se soltó del abrazo de su hermano y se dio
media vuelta. No la iba a saludar como si nada hubiese pasado. Como si nunca se
hubieran besado o como si nunca la haya deseado. Si Kall quería mentir bien por
ella, pero ella no lo haría.
-Buena
suerte Naomi – dijo Kall con voz vacía, la misma que cuando la había apartado
de su lado.
-Gracias
– susurro y ante la mirada de todos subió al tren sin siquiera mirar atrás. Ya
sentada al lado de Alex que ya se había despedido de sus familiares, se
derrumbo. Había frenado el dolor ignorándolo y en gran parte el no verla la
había ayudado. Pero ahora, justo antes de irse, verla perfectamente fría y
hermosa la había golpeado tan bajo. Puso las manos en su cara y comenzó a
llorar desconsoladamente. Se quejaba de que Kall huía a su relación y ella
hacia lo mismo. Pero, ¿que podría hacer cuando la otra persona no la veía más
que como una niñita con ganas de experimentar? En ese momento sintió los brazos
de Alex a su alrededor y sabia que podía confiar siempre en su mejor amiga.
Aunque el dolor que sentía en el pecho la estuviese desgarrando – es ella –
logro decir – Alex… - levanto su rostro lleno de lagrimas y con la cabeza
señalo la ventana – es Kall… estoy enamorada de ella.
Alex
solo se limito a asentir y acunarla contra su pecho. En ese momento comprendió,
que el destino no estaba de su lado, que no podía amasarlo ni moldearlo. Que el
destino era simplemente inevitable y que lo que tenía que pasar pasaría sin
importar lo bueno o lo malo. Rogo a Dios y a todos los demás dioses que existiesen
que le dieran fuerza para superar lo que una especie de hoyo negro se había
formado en su pecho por amar a una profesora que no le correspondía. El amor no
estaba en el aire, no era bonito ni hacia milagros. Solo daba dolor. Y con ese
pensamiento se realizo una promesa a si misma. Nunca volvería a amar como hoy,
el dolor que provocaba era mucho y la ganancia era nula.
El
tren comenzó a moverse y ni Alex ni ella dijeron palabra. Solo le limitaron a
abrazarse hasta que se durmieron. A partir de ahora seria otra Naomi, una menos
pasional y más centrada en sus objetivos. Nadie volvería a hacerla sufrir
tanto. Nunca ni nadie se recordó.
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por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
NOTA DE LA AUTORA:
ResponderEliminarPd: deben de odiarme, inclusive yo me odio ahora mismo pero cuando comencé la historia no tenia un rumbo fijo para ellas dos. Ahora lo tengo claro y para lograrlo tengo que separarlas. Como recompensa por tan amargo semi-final, voy a lanzar por dos semanas dos capítulos J sepan disculpar mi loca imaginación.
Eugeene.
muchas muchas gracias por compartir tu historia antes y dos capitulos por semana genial muchsima gracias no sabes lo que espero por tu historia y que sea viernes para poder leerla !!!! sos una exelente escritora felicitasiones y una vez ms gracias por compartirla con nosotras , solo espero que tenga un final feliz.
ResponderEliminarbesos desde argentina jesica pereira
Hablare por mi y créeme no te odio, eres la creadora de tan maravillosa historia y solo optare por esperar los siguientes capítulos que por cierto sera un enorme agrado leer 2 capítulos por las siguientes 2 semanas, comprendo su esfuerzo y por ello deseo que sus exámenes los hayas logrado aprobar, un abrazo!
ResponderEliminarDebo admitir que te odio un poquito xD (eso traerá más capítulos por semana?) xD... naaa, tu eres la autora y mientras no me traigas un desenlace hiper triste, creo que puedo sobrellevar la tragedia de los próximos capítulos... aunque no negaré que será duro ver a Naomi tan retraída y dolida :/ así no va a disfrutar nada la universidad.
ResponderEliminarMe encantaaaa..A veces los caminos se cruzan cuando 2 personas están viviendo etapas diferentes; pero los reencuentros, en el momento justo de ambos, son maravillosos..
ResponderEliminarVicki..Argentina..
SIIIIIIIII te ODIOOOO!!! nahhh no creas un poquis yeap pero es q me haces SUFRIRR!!!! eresla culpable de mi infelicidad en estos momentos....jajaja q drama el mio. XD
ResponderEliminarDe todas las historias q e leido aki esta es la q mas triste me deja!!! y lo peorrr es q a mi me encanta!!!!! jajajaja lo se... lo se soy algo masoquista... pero bueno como siempre estuvo buenisimo este capi triston y todo muy lindo!! :)
Pues yo no te odio para nada, y teniendo en cuenta el papel de los personajes es.. diría yo.. incluso lógico que suceda algo así, me gusta la historia, me gusta como la escribes, espero y deseo que no dejes de escribirla, y seguiré leyéndola.
ResponderEliminarBesotes.
Makeys. España.
Woww. Que Triste, Aunque Pense Que Algo Así Pasaría.. Je.. No Te Odio, Me Encanta Lo Que Has Hecho, SUFRI Pero Se Que Pronto Tendré Recompensa, Jeje Gracias Por Los Dos Capítulos, Asi Solo Sean Por Dos Semanas Es Muy Bueno..!! =D Los Espero Super Ansiosa..!! Gracias..!
ResponderEliminarSaludos Desde Colombia xoxoxo
oyee amigaa espero solo 6 dias para poder leer tu historia y me das ese final qe me recordo a mi ex qe termine hace una semanaa pff! peroo buenoo..me encanttoo leer tu historia..Felicidadees!
ResponderEliminarKriis.Mexico
No tiene lógica alguna. He ido leyendo en espera de ver alguna mejoría en el argumento, pero no. Al contrario, el argumento se ha empobrecido. Te sacas sutuaciones y sentimientos de la manga, como el as en una partida amañada, para buscar suspense en prejuicio de la lógica. Entiendo que la mayoría de los impulsos humanos están dictados por una lógica bastante contradictoria, pero de ahí a lo que tú haces. Te pondré dos ejemplos, aunque te aseguro que hay bastantes más. Dentro de lo más reciente: ¿cómo es posible que alguien que se autoincrimina (cuando lo de la huelga), que se lanza contra una cristalera que podría haberle costado la vida y que agrede físicamente a dos policías (y este es un tema muy, pero muy serio, el de golpear a dos agentes del orden uniformados), insisto, cómo es posible que alguien que hace esto, decida, de pronto, alejarse de la persona a la que ama (y por la cual se ha arriesgado tanto) después de conseguir su objetivo: que esta persona le haga caso? De verdad no tiene ni pies ni cabeza. Podría suceder, no digo que no, pero es que tú no das suficientes argumentos para que eso sea creíble. Sencillamente necesitabas dar un giro a la historia e hiciste eso, en un momento que no tiene cabida. Luego está lo de Amy: ¿una niña de dieciocho años con drogas tan poderosas? Y ya no sólo eso; estamos hablando de personas con un CI de 130 hacia arriba, ¿realmente no saben sumar uno más uno? A Kall la drogan, Noemí y Amy son las dos únicas personas cercanas al suceso, Amy ha tenido una actuación bastante coqueta y extraña con Kall, ¿y ninguna de estas personas con un CI tan elevado es capaz de relacionar a Amy con el suceso? A parte de que la droga le ha hecho perder la memoria durante el suceso, no anteriormente a él, quiero decir, que debería recordar a la perfección que Amy le trajo un café y que la alumna no probó del suyo. Como ya te he dicho, esto es un no acabar y seguiría poniéndote ejemplos de contradicciones en la historia, y todo por crear un suspense que no viene al caso.
ResponderEliminarSé que esta crítica puede sonar dura, pero la intención es ayudarte a mejorar. Cuando yo empecé a escribir también las recibí y me ayudaron a mejorar. Ahora vivo de ello. Lo que quiero que entiendas de todo esto es que si he dedicado mi tiempo en escribir estas líneas es porque vale la pena, tienes potencial, pero negar tus errores no ayudarán a hacerlo florecer. Tienes potencial, cometes errores, ahora sabes cuales son esos errores: falta de coherencia. Mejora eso y mejorarás en mucho.
Un saludo, te deseo lo mejor, y perdona si parezco duro juzgando, pero un diamante no lo obtienes con caricias; has de picar duro para extraerlo.
No tiene lógica alguna. He ido leyendo en espera de ver alguna mejoría en el argumento, pero no. Al contrario, el argumento se ha empobrecido. Te sacas sutuaciones y sentimientos de la manga, como el as en una partida amañada, para buscar suspense en prejuicio de la lógica. Entiendo que la mayoría de los impulsos humanos están dictados por una lógica bastante contradictoria, pero de ahí a lo que tú haces. Te pondré dos ejemplos, aunque te aseguro que hay bastantes más. Dentro de lo más reciente: ¿cómo es posible que alguien que se autoincrimina (cuando lo de la huelga), que se lanza contra una cristalera que podría haberle costado la vida y que agrede físicamente a dos policías (y este es un tema muy, pero muy serio, el de golpear a dos agentes del orden uniformados), insisto, cómo es posible que alguien que hace esto, decida, de pronto, alejarse de la persona a la que ama (y por la cual se ha arriesgado tanto) después de conseguir su objetivo: que esta persona le haga caso? De verdad no tiene ni pies ni cabeza. Podría suceder, no digo que no, pero es que tú no das suficientes argumentos para que eso sea creíble. Sencillamente necesitabas dar un giro a la historia e hiciste eso, en un momento que no tiene cabida. Luego está lo de Amy: ¿una niña de dieciocho años con drogas tan poderosas? Y ya no sólo eso; estamos hablando de personas con un CI de 130 hacia arriba, ¿realmente no saben sumar uno más uno? A Kall la drogan, Noemí y Amy son las dos únicas personas cercanas al suceso, Amy ha tenido una actuación bastante coqueta y extraña con Kall, ¿y ninguna de estas personas con un CI tan elevado es capaz de relacionar a Amy con el suceso? A parte de que la droga le ha hecho perder la memoria durante el suceso, no anteriormente a él, quiero decir, que debería recordar a la perfección que Amy le trajo un café y que la alumna no probó del suyo. Como ya te he dicho, esto es un no acabar y seguiría poniéndote ejemplos de contradicciones en la historia, y todo por crear un suspense que no viene al caso.
ResponderEliminarSé que esta crítica puede sonar dura, pero la intención es ayudarte a mejorar. Cuando yo empecé a escribir también las recibí y me ayudaron a mejorar. Ahora vivo de ello. Lo que quiero que entiendas de todo esto es que si he dedicado mi tiempo en escribir estas líneas es porque vale la pena, tienes potencial, pero negar tus errores no ayudarán a hacerlo florecer. Tienes potencial, cometes errores, ahora sabes cuales son esos errores: falta de coherencia. Mejora eso y mejorarás en mucho.
Un saludo, te deseo lo mejor, y perdona si parezco duro juzgando, pero un diamante no lo obtienes con caricias; has de picar duro para extraerlo.