Capítulo 8
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¿Y qué te hace
pensar eso? – le pregunte mientras me sentaba en el escritorio apoyando las
manos hacia atrás y ella entraba al despacho
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Esa es nuestra
canción – mi corazón dio un vuelco
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Oh
Se acercó, la tenía
a un metro, se sentó en el sillón, su mirada estaba fija en mí
-
Debo reconocer que
me he vuelto fan de Sarah- dijo riéndose
-
Entonces ya somos
dos
-
Es lo único que me
unía a ti en todos estos años – mi mirada estaba en ella, nuestras miradas
estaban entrelazadas, en ese entonces se paró y se puso enfrente mío tanto que
podía sentirla – no he podido olvidarte Mar – apoyo su frente en la mía
agarrándome el cuello fuertemente, sentí su aliento en mí, ese cálido olor a
menta
-
Yo tampoco he
podido….- no termine de completar lo que iba a decir porque en ese instante me
apodere de su boca como si fuera lo último que haría en la tierra
Sol se pegó más a mí,
nuestras bocas encajaban a la perfección, era un beso de pasión acumulada, de
necesidad, de deseo, su lengua recorría cada centímetro de mi boca, se sentía
como mariposas revolotear alrededor, no quería separarme de ella.
-
Te necesito –
exclame
-
Te deseo tanto
Sentí su mano por
debajo de mi remera explorando mi piel, sin perder el tiempo me despojo de ella
y besaba mi cuello, apretando lentamente mis pechos. Un gemido de placer
exploto en mi boca. Sentía sus manos en mi cuerpo. Estaba realmente excitada,
mi humedad crecía en mí, tomo con su boca mi pezón y lentamente los saboreaba,
eso hizo que me perdiera por completo
-
Sol
Su nombre me salió, era lo único que podía decir,
ella al escucharlo e boso una sonrisa y me miro solo un momento para deleitarse
con mi placer
-
Sos hermosa
Continuo
besándome, sentí su mano en mi entrepierna, apenas tocándome, otro gemido más
fuerte exclame, Dios pensé
-
Estas preparada
para mí, amor – me levanto de las cadera agarrándome bien fuerte y me llevo
hasta el sillón, saco mi pantalón dejándome totalmente desnuda
Se tomó todo su
tiempo en sacarse la ropa, me encantaba verla así. Desnuda , la recordaba tal
cual estaba o mejor aún, lucia tan tranquila y tan llena de deseo que eso me
éxito mucho más.
-
hoy tenemos todo
el tiempo del mundo solo para nosotras dos.- dijo. Me beso suavemente. Su piel
se quemaba con la mía, estábamos incendiándonos, beso nuevamente mis pechos, mordiéndolos
apenas haciéndome gemir de placer, con las puntas de los dedos apretaba mi
pezón que estaba disponible mientras lamia el otro, yo ya sentía estar
completamente mojada, arqueaba mi cuerpo pegándolo más al de ella, bajo una
mano y me toco la entrepiernas, moviendo los dedos en circular. Abro los ojos
para mirarla y ella estaba ahí mirándome totalmente encendida, introduce dos
dedos dentro de mí y nuevamente me arqueo, me muevo a su ritmo, sintiéndola más
dentro mío.
Introducía tan
lentamente los dedos que me hacía morir de placer, me beso muy apasionadamente
apagando mis gemidos, baje mi mano buscando su entrepierna, ella se dio cuenta
de lo q trataba de hacer y me facilito el trabajo abriendo más sus piernas y
ahí note su extremada humedad, hice lo mismo que ella, introduce dos dedos, soltó
un gemido de puro placer, se empezó a mover en mis dedos mientras ella movía
sus dedos en mí,.
Todo se volvió en
cámara lenta, ese momento era puro placer, cuando ya estaba por llegar al clímax,
ella se detiene, observándome, abre más mis piernas, se acomoda en mí, pudiendo
sentir su sexo húmedo en mí, lentamente se empieza a mover, una corriente de
energía pasa por mi vientre llenándome a cada balanceo. Le clave los dedos en
la espalda y eso hizo ella gimiera de placer, nos miramos y sabíamos que ya no
aguantábamos más y una explosión de deseos y gemidos brotaron por toda la
oficina.
Sol cae encima de
mí y yo la abrazo fuertemente sintiendo el latido rápido de su corazón y el
sudor de su cuerpo mezclándose con el mío hizo que corriera una gran
satisfacción por mi cuerpo y por mi corazón.
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Me encanta tu historia :D gracias
ResponderEliminar¡Wow! ¡Excelente historia! :)
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