Inevitable - Eugeene (Cap. 13)

Caminaba por los pasillos como de costumbre; aunque mas feliz que antes. Luego de un interrogatorio por parte de Alex sobre su amor secreto, ambas decidieron que anotarse en todos los deportes era estúpido. Solo se anotaría en los que destacara su talento (por mas que en todos les valla bien). Con este plan podría impresionar fácilmente a su profesora o al menos esa era la idea. Como tenia sus auriculares puestos no noto su nombre en el aire. Solo el cambio de canción lo hizo hacerlo.

-Naomi- se dio vuelta y la vio. Era una chica de su edad, delgada, hermosa,  con el pelo marrón claro y una piel de porcelana. Casi la misma que la de su profesora. La altura coincidía con la suya pero posiblemente su postura la hacia parecer mas alta.

-¿Si? – dijo bajándose los auriculares al cuello para no parecer grosera.

-¿No me recuerdas?- tenía acento británico y levantaba la ceja en sorpresa

-Lo lamento… - no sabia por que pedía perdón pero parecía lo correcto.

-No me sorprende – dijo acercándose y estudiándola entera mientras giraba a su alrededor. Después la volvió a mirar a los ojos y sonrió. Pero era parecida a la sonrisa que alguna vez recibió del posible amor de Kall. Una no muy amigable. Entonces la chica volvió a hablar – pero no te preocupes, no me olvidaras nuevamente – y se dio media vuelta dejándola sola. ¿Acaso eso fue una amenaza?  Descarto la idea rápidamente por los nuevos pensamientos del evento deportivo.

Siguió su camino en el pasillo y le subió el volumen a su iPhone para aislarse de la escuela. Tenía que ir a ver a su padre; odiaba aquello. Siempre le pedía favores pero cuando había que echar la culpa el principal objetivo de su padre era ella. Dobló la esquina de la galería principal y allí en la tabla de anuncios vio a unos 50 chicos discutiendo entre si. Empezó a pensar que podría causar tantos problemas. Pocas personas se paraban a mirar la tablas de anuncios y cuando lo hacían era por pocos segundos. Entonces lo recordó. La lista de premios. Su papa había echo un nuevo sistema en el torneo deportivo de este año. Esté incluía un premio para cada equipo o clase ganadora en todas las disciplinas. Su padre lo había organizado en conjunto con todos los profesores determinando que los premios no se excediesen. Lo único que él buscaba con estos premios era la participación y el esfuerzo en la competencia ya que generalmente carecía de participantes. Se acercó al alboroto y pregunto a Mike que aunque se mantenía apartado de la bola de gente participaba con un comentario o dos.

-Hey – golpeo su hombro – ¿cual es el gran premio?- bromeó

-Naomi – dijo en alto, seguramente para advertir a John. Aparto la vista de Mike y vio a su novio en una clara discusión con sus compañeros atletas - ¿Premio? ¿De que premio hablas? – parecía esconder algo. Pero no podría hacerlo. Estaba en la tabla de anuncios claramente. Así que esquivo los brazos de Mike que intentaban sujetarla para que no avance y avanzo entre la multitud varonil. Escuchaba grandes discusiones y una en particular era de su novio. Cuando la vio acercarse se calló al instante y el intento sujetar igual que Mike.

-¿Qué haces aquí Nao?

-¿Me dejas pasar? – pregunto en tono inquietante.

-Vamos a la cafetería a tomar algo.

-No – tajó para que su novio la dejara en paz. Su brazo en la cintura era como si la dominase. Y ya no aguantaba las horas de cortar con él-Déjame pasar – dijo cuando se deshacía de su brazo y corto la distancia entre el cuerpo de John y la tabla. Entonces leyó una de las noticias más buenas o malas que podría haber recibido.

-Carrera 400 metros con posta unisex, premio: Elegir la música en la hora del almuerzo de la cafetería por 5 meses.

-Beisbol unisex, premio: Pueden saltearse el día de limpieza anual.

-Futbol unisex, premio: Tener a disposición a cualquier profesor de Artes para ayuda en trabajos por el resto del año.

- Polo unisex, premio: Dos de los ganadores cenaran con Kall Steigh.

-Adelante- se escucho la grave voz de Max.

Entro con tal fuerza que casi rompe el picaporte. Se paro en frente de su jefe que buscaba algo en los papeles sin prestarle atención. Tenia que mirarla, o mejor no, si lo hacia le prendería fuego. Había llegado a la academia para obtener un día tranquilo antes del fin de semana pero por alguna razón todos sus colegas le hacían chistes sobre ella siendo una niñera; al principio se reía por cortesía, pero se dio cuenta que algo debía haber pasado. Hasta que un profesor de Arte le explico la situación al verla desconcertada.

-¿Podrías explicarme que es esto?- exigió mientras aleteaba el papel que había arrancado del tablón de anuncios de la sala de profesores.

-No puedo hacerlo si agitas el papel así- dijo tranquilamente sin despegar los ojos de sus cosas. Con un simple movimiento coloco el papel encima de lo que fuese que estuviera leyendo Max y señalo el premio de la disciplina de polo, es decir, ella – ¿que hay con ello?- pregunto mientras levantaba la mirada y se encontraba con su profesora-premio enojada.

-¿A que te refieres con que hay con ello?- poso sus dos manos en el escritorio buscando intimidarlo- soy una profesora, de ninguna maldita manera cenare con alguno de mis alumnos- dicho eso, se enderezo y emprendió camino a la salida.

-Tu no lo decides- por supuesto que Max no se iría sin dar pelea- soy tu jefe, y si quieres una bonita recomendación de mi parte en tu curricular – dijo mientras se ponía en pie y llenaba su vaso con wiski del mini bar que tenia en la oficina – tendrás que hacer lo que yo te mande- sentencio al momento que tomaba.

- Había escuchado que eras ambicioso, y lo descubrí luego de unas semanas enseñando – suavizo el tono por que lo que decía no quedaba precisamente bonito-pero tu forma de dirigir es como… algo egoístamente solidario - se dio vuelta para decirle cara a cara lo que pensaba- ¿pero esto?- señalo el papel- ¿Qué crees que pensaran los patrocinadores sobre que alientes a un alumno y su profesor a cenar?- levanto un ceja- ¿crees que lo aprobaran?- se acercó hasta el escritorio- no lo creo Max.

-No lo entiendes ¿verdad Kall?- uso un tono superior. ¿Qué había que entender? ¡Estaba sirviéndola a ella en bandeja para que cene con dos alumnos!- esto nos conseguirá el entusiasmo de los alumnos.

-¿Y?

-Ellos correrán a sus padres, a su vez, sus padres se convertirán en nuestros patrocinadores…

-Y si obtienes patrocinadores… obtendrás publicidad. Ello desembocara en propagandas con más público tanto interior como exterior a la academia – ahora empezaba a visualizar el punto de vista de Max.

-¡Claro!- afirmo, contento de que Kall entendiese.

-Espera, espera, espera- dijo luego de un segundo de pausa- hay algo que no cuadra- dijo pensativa- ¿Cuál es el motor de aquel entusiasmo en los estudiantes con la competencia?- pregunto una Kall ajena a la verdadera razón de que quieran salir a cenar con ella.

Esto era simplemente increíble; la persona que había entrado por la puerta de su oficina parecía que se llevaría el mundo por delante sin importarle nada. Y aunque había expuesto los objetivos bien no sabía cual era la fuente de origen de aquel engranaje de tuercas que giraría por si solo una vez que todos supieran que Kall era el premio ¿Como se podía ser tan inteligente pero no tener aquella simple percepción que te dice lo que tienes en frente? ¿Acaso no sabia que era hermosa? ¿Qué era inteligente, carismática, simpática y con una edad de ensueño para todo el sexo masculino? Él era el único que posiblemente sabía la edad de Kall, por su curricular. Y más de una vez se sintió atraído de manera magnética a aquella sonrisa que deslumbraba el lugar por parte de Kall. ¿Cómo podía no darse cuenta como todos sus alumnos varones e inclusive algunas chicas babeaban por ella? Quería largarse a reír, era tan inteligente, con un doctorado y adelantada dos años en su clase de la universidad no sabia lo que hasta un adolescente podía leer en el ambiente donde ella se encontrara.

-Eres tú

-¿de que hablas Max?- estaba cansada de esta charla que aunque tuviese sentido no le cerraba la idea del todo.

-Tú eres el motor que impulsa la competencia. Es el premio lo que quieren.

-Con mayor razón no deberías dejarme ir a cenar con ellos- estaba sorprendida por la revelación pero si esto beneficiaba a la academia en algún mínimo sentido, Max sin dudas lo haría – escoge de premio a otra – dijo mientras se levantaba y se disponía a salir por segunda vez – yo no seré tú premio.

-El trabajo es trabajo Kall- elevo la voz por que Kall tenia ya medio cuerpo afuera- espero que sepas lo que te conviene- y escucho la puerta cerrarse.

Caminaba rápidamente hasta el ala oeste de la academia en busca de su padre. ¿Cómo podía poner a una persona de premio? Estaba muy molesta e ignoraba todo lo que pasaba a su alrededor. Solo tenia un objetivo en mente por ello no vio las manos que la obligaron a entrar al baño. Intento zafarse pero las manos la llevaron a un cubículo del baño, cerrando con traba la puerta.

-¡Dios!- dijo cuando la reconoció- casi me matas del susto ¿que sucede contigo Mel?

-¿La has visto? – pregunto

-¿A quien?

-Amy

-¿Amy?

-Por favor dime que te acuerdas de ella- rogo Mel

-No se de quien me hablas- respondió Naomi un tanto incomoda por tener tan cerca a Mel, el baño era común, pero para dos personas era pequeño.

-¡Naomi!- usaba un tono de reproche- ¿Cómo puedes olvidarte de Amy?

-Oye- intento defenderse- ¿acaso la conozco?

-¡Tu le robaste su novio! Y encima no la recuerdas…- movía la cabeza de un lado a otro, intentando obtener paciencia.

-Yo no le robe su novio. Debes confundirme y de todos modos… ¿Por qué estamos en el baño?

-No quiero que te vean conmigo- dijo luego de haber suspirado.

-¡Oye!- golpeo el brazo de Mel – eso duele.

-Sabes a lo que me refiero- dijo la morena- ellas no tienen bastante autoestima – intento excusar a su grupo de seguidoras- en fin, esto no es lo que quería hablar contigo.

-Bueno por lo menos sé que nos encerraste en el baño con una buena razón- dijo intentando no descargar su frustración con su amiga. Esto era con su padre.

-Debes andar con cuidado

-¿Por qué?

-Naomi- la tomo por los hombros por que parecía querer huir del baño- debes escucharme. Amy es una alumna de intercambio en la primera academia del estado de Boston. Ella y nuestro equipo de basquetbol se enfrentaron el año pasado.

-Cierto, yo los ayude. Fue una victoria de 167 sobre 98. ¡Fue aplastante!- ¿como podía recordar el resultado y no a la estrella que le había jurado vengarse? Naomi era hermosamente RARA.

-Si- confirmo- en ese momento ella y un chico salían –vio como Naomi empezaba a hilar la historia- Tyler, el chico, vio tu talento y se enamoro instantáneamente de ti – se recostó sobre la puerta- por supuesto tu no nunca le diste una oportunidad por que estabas ciegamente enamorada de John.

-De Tyler me acuerdo- dijo luego de un segundo- espera, ¿eso significa que Amy esta buscando venganza?

-No la escuchaste al terminar el partido ¿verdad?

-Estaba viendo como se preparaba John para jugar…

-Oh dios… ¿eso significa que la ignoraste?

-Seguramente respondí algo pero no le preste atención- luego de un segundo se acordó de su encuentro con una chica extranjera- ¿ella es británica?

-Si! Sabía que te acordarías.

-No realmente. Ella y yo nos cruzamos esta mañana.

-y no te hizo nada- dijo mientras la miraba en busca de alguna signo violento.

-No, pero… creo que si busca venganza- recordando la sonrisa que le había brindado Amy.

-Ella juro que te quitaría a lo que mas amaras- se dio vuelta y saco la traba de la puerta- debes tener mucho cuidado de que no averigüe quien te gusta o estarás en problemas.

-¿Por qué?

-Ella es un lobo- ambas habían salido al área de los lavabos. Una chica entro pero las ignoro. Mel ahora se lavaba las manos- eso significa que todo lo que quiere- pulso con el codo el secador y poso sus manos abajo para dejarlas secas- lo obtiene… hombre… mujer… lo que sea- termino la tarea y se dirigió a la salida – ten cuidado Naomi.

Tomo una gran bocanada de aire en un vano intento de tranquilizarse. Poso su mano sobre la perilla y suspiro por segunda vez. Tenia que hacerle frente a un puñado de alumnos hambrientos de respuestas sobre los premios; en los cuales, ella era uno. Puedes hacerlo. Entonces giro la manija y todo el bullicio que había, se corto. Avanzo los pasos hasta su escritorio, se saco el bolso con cuidado de no tocarse la mano izquierda que todavía seguía en proceso de recuperación y antes en la oficina de Max la había descuidado. – Bien, los exámenes de admisión son la semana entrante y para aquellos que han sido entrevistados por algunas universidades deben concentrarse y estudiar – agarro la fibra y comenzó a anotar fechas de consulta.

-Profesora- dijo un alumno varón- ¿no es la semana que viene el evento deportivo?

-Eso es correcto Ben- dijo al momento que se daba vuelta- el evento deportivo será suspendido hasta después de los exámenes- escucho a toda la clase bufar y maldecir- escuchen por favor- pidió y la clase se lo concedió por respeto- hemos decidió que no queremos distracciones y entrenamientos hasta que aprueben sus exámenes. Eso no los distraerá.

-¿La lista de premios es la definitiva?- pregunto otro alumno curioso.

-No es del todo definitiva- mintió, pero no se sintió mal. Después de todo todavía podía convencer al director de ‘’cierto’’ premio- Bien, cada uno preséntese en su área o carrera y tráiganme las dudas a mi escritorio por favor- dijo para tajar el tema de los premios de una vez por todas.

Escucho el golpe en la puerta de su salón y salió. Se encontró a Max con una chica de la edad de su clase. Vestía unos jeans negros y una camisa blanca ceñida al cuerpo. Su pelo castaño caía en cascada sobre sus hombros y la miraba descaradamente de arriba a abajo.

-Ella es Amy Mildelton – dijo el director mientras le entregaba unos papeles- es una alumna de intercambio de Inglaterra. Estará en tu clase hasta nuevo aviso- dijo lo último y giro sobre sus mocasines de cuero autentico abandonando a la profesora.

-Soy Kall Steigh- no sabia como saludar a un alumno en particular así que solo se limito a estirar la mano.

-Amy- dijo con voz sensual. Cuando estrecharon las manos un calor inexplicable cruzo por su cuerpo. La sostuvo un poco más y vio como empezó a incomodar a su nueva profesora- ¿Cuántos años tienes?

-No creo que eso importe- dijo al momento que retiro la mano y Amy la acaricio.

-Eres sorpresivamente joven.

-Supongo que lo tomare como un halago- dijo mientras abría la puerta del salón y le hacia señas de que entre.

-Estas en tu pasantía ¿correcto?- dijo mientras entraba al salón.

-De nuevo, eso no importa- No quería desquitarse con la alumna nueva pero no estaba de humor. Cruzo el salón y pidió atención a su alumnado- Ella es Amy Mildelton, alumna de intercambio británica- ubico con la mirada un asiento vacío- ayúdenla en lo que necesite por favor- miro a su nueva alumna- preséntate por favor.

-Soy Amy y estaré aquí el ultimo mes por un asunto que debo tratar- dijo lo ultimo y ubico con la mirada a una Naomi que la miraba imparcial.

-Bien, ubícate en cualquier asiento que prefieras y ven a hablar conmigo por favor- le dedico una sonrisa por que ser la nueva era lo peor. En sentido estudios, amistad y otras cosas. Quería ayudarla lo más que pudiese en estos dos últimos meses de clases.

-Gracias- respondió mientras intentaba no pensar en lo cálida de su mano y aquella sonrisa que la profesora le había ofrecido. Encontró un lugar vacío en diagonal a Naomi y se sentó. Así podre observarte.

Sentía un cuchillo imaginario clavarse en su vientre. Si esto eran los celos deseaba que alguien la mate aquí mismo. Ver como Amy ‘’se ponía al corriente’’ con Kall era lo peor que podía haber, ni siquiera con su hermano había sentido tal explosión de celos. Al fin y al cabo si su hermano se quedaba con Kall por lo menos era de su familia el afortunado. Podía ver como Amy coqueteaba descaradamente en las narices de todos. ¿Acaso sabia que a ella le gustaba y por eso iba a por ella? Imposible… nunca nos vio juntas.

Llevaba hablando con ella más de una hora minutos y aunque siempre tuvo paciencia, esta parecía estar agotándose. Sin mencionar las increíbles insinuaciones que su nueva alumna expulsaba como si fuera lo más común.

-Amy, creo que ya sabes todo- dijo mientras toda la clase salía.  Empezó a ordenar su bolso por que sino no llegaría al buffet a tiempo- te ira genial. No te preocupes- dijo mientras sonreía en forma de disculpa cuando se levantaba para irse. Pero se choco con el bolso de Amy en su mano cuando esta dio vuelta. No sabia lo que llevaba adentro pero era sin dudas era algo duro y afilado, dejo escapar un gemido de dolor haciendo preocupar a su agresora.

-Oh dios mio, discúlpame- dijo mientras tomaba entre las manos su mano lastimada. Estaba contra su escritorio retorciéndose del dolor y si alguien las veía así pensaría cualquier cosa ya que Amy estaba peligrosamente cerca. Pensó que estaban solas pero de repente a su lado tenia a una Naomi que miraba con odio a Amy y le preguntaba si necesitaba que llamase a su hermano para examinar la herida.

Se alejó para buscar un poco de hielo. Sentía una atracción inexplicable con la persona a la que había golpeado con su bolso. No había notado su mano vendada para su mala suerte. Pero antes de ir rumbo a la cafetería se dio cuenta de los ojos de Naomi. Su azul mostraba preocupación y un destello… de ¿deseo? Era solo un presentimiento pero cuando hablaba con Kall sentía la mirada de Naomi en su espalda y si lo que pensaba era cierto por la forma en que Naomi trataba a Kall y como Kall se dejaba tratar…eso solo podía significar una cosa.

¿Habré  encontrado lo que mas amas Naomi?

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Eugeene Derechos Reservados

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