Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

3 2 1 y Acción - Eugenia (Parte Final)

Sexta parte
Ambas ya estaban en casa, abrazadas y tumbadas en la cama, el silencio las rodeaba, solo se oía sus respiraciones, eran tranquilas, la rubia encima de Beth que la tenía entre sus brazos, sus expresiones reflejaban la felicidad.

- Me alegro de que no lo hicieras - dijo Beth.
- No podía, lo cierto... es que no quería hacerlo.
- ¿Entonces?
- Bueno... es que te vi en tu nueva serie y vi como te besabas con uno de tus compañeros y... me deje llevar por los celos - dijo algo tímida.
- Vaya... pensé que era la única que se estaba muriendo de celos.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque vi en una página de Internet cuáles serían los proyectos del director, y vi que en tres días tendrías que rodar esas escenas de sexo, y bueno... por eso vine, para pedirte que no lo hicieras.
- Entonces mi plan dio resultado - dijo riéndose.
- Ya lo creo - río del mismo modo y se giró quedando ella encima de la rubia - pero ahora no te saldrás con la tuya.
- Si creo que vas hacer lo que estas pensando yo creo que si - dijo juguetona Sarilen.
- ¿A si?
- Si señorita.
- Muy bien, veamos a ver.
Beth se agachó lo suficiente para rozarle los labios, poco a poco fue presionando sobre ellos hasta convertirlo en un beso apasionado, una de sus manos paseaba por la entrepierna de la rubia, Sarilen gemía a cada contacto, Beth hizo rodar sus labios por su cuello hasta ir llegando a uno de sus pechos, la rubia tenía los ojos cerrados y sus manos enredadas en la oscura cabellera.
- Mmm, me está entrando mucha hambre - dijo la morena.
- Puedes... comer lo que quieras - dijo Sarilen fatigada.
- ¿De verdad? - la morena acarició el centro de la rubia.
- ¡Oh!, ¡siiiiiiiii!
- Gracias... - susurró en él su pecho.
Beth se quitó rápidamente de encima de la rubia y se disponía a salir de la habitación.
- ¿Pero dónde vas?!
- ¿A comer recuerdas? - dijo Beth sonriente.
- ¿Me vas a dejar así? - preguntó con morritos.
- ¿Esto era lo que estabas pensando?
- ¡No!
- Entonces sí, jajajaja - la morena se giró y salió riéndose de la habitación.
- ¡Vuelve aquí!
Sarilen se levantó y echó a correr detrás de Beth que ya estaba en el frigorífico.
- Ni pienses que vas a dejarme así - dijo Sarilen acercándose muy sensualmente.
- Claro que si - dijo riendo y sin mirarla.
- ¿De verdad?.
La voz de Sarilen cada vez era más sensual, la morena la fue a mirar pero justo en ese momento la camisa de la rubia cayó en su cara, poco a poco la fue apartando para ver a la espectacular rubia que ahora solo llevaba los vaqueros y el sujetador negro, Beth estaba perdiendo la fuerza en las piernas, le estaba costando mucho contenerse, pero decidió que lo mejor sería no mirarla.
- Así no conseguirás seducirme - dijo la morena haciéndose la dura.
- Aun no he dicho mi última palabra.
Sarilen se acercó a la morena por la espalda, la abrazó por la cintura y sus manos fueron desabrochando los botones de la camisa de Beth hasta dejarla en sujetador, la morena ni se movió, ahora estaban igual, pero sintio unos pechos desnudos pegados a su espalda y una mano que la enseñaba el sujetador negro y lo dejaba caer al suelo.
- Hasta que no te salgas con la tuya no pararas ¿verdad?
- ¡Exacto! - dijo sonriente la rubia.
Su mano acariciaba el vientre liso de Beth, su otra mano rozaba con sus dedos uno de los pezones de la morena, Beth ante el contacto gimió y cerró los ojos, su lengua mojaba sus labios, ya casi no podía aguantar, justo cuando decidió rendirse oyó la voz de la rubia.
- Me estoy muriendo de sueño, así que me voy a dormir.
La rubia se separó y salió de la cocina con una sonrisa victoriosa, Beth se dio cuenta de que esta era su venganza, lo mismo que le había hecho ella, pero no tenía ninguna intención de dejarla ganar, fue a la habitación, nada más entrar los ojos casi se le salen de la cara al ver a Sarilen completamente desnuda delante de la cama, estaba de espaldas a la morena, Beth con paso acelerado se puso detrás de ella y la abrazó agarrándola de los brazos y susurrándola al oído.
- Esto aun no ha acabado...
Beth giró a la rubia que estaba sonriendo y la besó apasionadamente, la rubia fue desabrochando el sujetador de la morena que aun lo llevaba puesto, una vez se lo quitó sus manos acariciaron su ancha espalda con total libertad, sin dejar de besarse, Beth tumbó a Sarilen en la cama tumbándose ella encima, la morena aun estaba con los vaqueros, pero no le durarían mucho puestos, la rubia fue desabrochando los botones uno a uno, la morena sonreía y cada vez besaba con más pasión a la rubia, gemidos se arrancaban de la garganta mutuamente, la morena bajo una de sus manos hasta el centro de Sarilen y lo acarició con mucha suavidad, la rubia suspiraba una y otra vez, Beth succionó por el liso cuello de la rubia hasta dejarle varios chupetones, las caricias fueron aumentando y Sarilen movía sus caderas con ansia, necesitaba más, la morena la entendió pero quería hacerle sufrir un poco más, con dos de sus dedos atrapó el clítoris de Sarilen, esto la hizo gritar de placer, la morena dejó de besarla y de moverse, se quedó mirando a la rubia, sus ojos brillaban como nunca antes lo habían hecho, tras recuperar un poco de aliento la rubia miró a la morena para ver por qué había parado, vio como Beth la miraba sin parpadear casi, una sonrisa se formó en los labios de la morena, Sarilen sabía que iba a hacer algo pero no sabía el qué, de repente tres dedos entraron dentro de ella, esto la hizo gritar a pleno pulmón, la morena acometía con fuerza y a gran velocidad, las caderas se movían al mismo ritmo, la rubia no dejaba de gritar.
- Aaaaahhhhhhh!!!!!!, Beeeeeeetttttttttthhhhhhhh!!!!
La morena siguió acometiendo, la rubia ya casi estaba y la morena lo sabía así que rápidamente añadió un dedo más, y hizo la última envestida con todas sus fuerzas, Sarilen no tenía fuerzas ni para gritar, quedó tendida en la cama completamente fatigada y sudada, la morena la besó levemente los labios y aun rozándolos la preguntó.
- ¿Te ha dolido?
- No... Ha sido... fantástico - la rubia la abrazó por el cuello y la besó - todavía estoy temblando.
- Ven aquí.
La morena la puso entre sus brazos y la abrazó, estuvieron asi hasta que los temblores se calmaron.
- ¿Estás mejor? - preguntó la morena.
- Si, estar entre tus brazos es lo mejor - dijo sonriente.
- Te quiero.
- Yo también te quiero - dijo la rubia muy feliz - es mi turno...
- ¿Tu turno?
- ¡Oh!, si.
Sarilen de un rápido movimiento se puso encima de la morena, tiró de los vaqueros desabrochados hasta quitárselos, la morena sonreía ampliamente, Sarilen estaba de rodillas entre los muslos de Beth, la rubia comenzó a acariciarle los muslos muy suavemente, Beth se limitó a cerrar los ojos y disfrutar de las caricias de la rubia, Sarilen se agachó hasta posar sus labios en uno de los muslos de la morena, lo besó muy despacio, la rubia fue subiendo hasta llegar a uno de los pechos de la morena, el pezón enrojecido de la morena fue capturado por los labios de Sarilen, los besó y los lamió con suma delicadeza, Beth gemía levemente, hasta que los labios de la rubia apretaron con más fuerza su pezón, Sarilen juntó su centro con el de la morena, Beth al sentirlo no pudo evitar tener un escalofrío, la rubia empezó con un leve frotamiento, Sarilen comenzó a subir, beso a beso hasta llegar a su boca y devorarla con pasión y ansia, siguieron besándose a medida que el contacto aumentaba y se hacía más rápido, Beth acariciaba la espalda de la rubia y la apretaba mas contra ella, Sarilen bajó una de sus manos hasta introducirla entre los dos centros, unos dedos ágiles entraron en Beth quien intentó gritar pero fue ahogado por la boca de la rubia que la besaba ferozmente, la rubia acometía con gran facilidad ayudada por sus caderas, eran rápidas y fuertes, Sarilen no dejó de besarla ni un momento, la morena se aferraba a ella con todas sus fuerzas al ver que el momento llegaba, con la última acometida la morena llegó al clímax, la rubia quedó tumbada encima de ella, ambas con la respiración agitada, se abrazaron y sonrientes descansaron hasta recuperar el aliento nuevamente.
- ¿Sabes que al final me he salido con la mía? - dijo la rubia riendo.
- Lo sé, pero si siempre va a ser así dejaré que siempre te salgas con la tuya - dijo riendo la morena.
- Jajaja, mmm, no debo acostumbrarte mal.
- Ya me has acostumbrado.
La morena la besó suavemente en los labios y sonrió.
- Veo que te acostumbras rápido.
- No podrás quejarte.
- No, eso desde luego
- jajaja.
- Ye amo Beth
- Y yo a ti.
La morena la volvió a besar, pero esta vez mas apasionadamente, de repente el móvil de la morena comenzó a sonar, con cara de fastidio lo cogió.
- ¿Si?
- Beth soy Max, tienes que venirte mañana para rodar.
- ¿No puede esperar un par de días?
- Lo siento pero no, te necesito ya.
- Luego te llamo.
- Hasta luego entonces.
La morena colgó el teléfono, su cara era de total fastidio, pero cambio rápidamente al encontrarse a esos ojitos verdes que la miraban con curiosidad.
- ¿Qué pasa? - preguntó la rubia.
- Me acaba de llamar el director de la serie, necesita que regrese mañana.
- Oh...
La rubia bajó la vista, en su cara se veía la tristeza, no quería que Beth se fuera y menos tan pronto.
- Lo siento cariño, supongo que tu tendrás cosas que hacer aquí ¿no?
- ¿Por qué lo dices?
- Me gustaría que vinieras conmigo pero... no sé si tú tienes planes aquí.
- Bueno... yo... no sé, no puedo dejarlo todo de golpe y...
- Sshh, lo entiendo, no pasa nada, yo solo quería que estuviéramos juntas, pero entiendo que no puedas venir conmigo.
- Beth... quiero ir, quiero estar contigo todos los días, pero no puedo dejarlo todo de golpe.
- Lo sé, pero quiero que sepas que aunque estemos separadas no cambia nada de lo que siento por ti.
- Lo sé Beth, tampoco cambia nada para mi, te amo y es lo único que sé.
- Yo también te amo.
- Beth...
- Dime.
- Prométeme que no rodaras escenas de sexo con alguien que no sea yo.
- Claro que te lo prometo, nadie excepto tu me tendrá, - dijo con una gran sonrisa.
Entre besos y caricias ambas se quedaron dormidas, por fin tenían lo que tanto habían soñado, no podían estar más felices, pero a Sarilen aun le preocupaba que su morena se tuviera que ir.
Ya era de día cuando unos ojitos verdes se empezaron a abrir, sentía el calor de Beth en su cuerpo, aferrándose más a él volvió a cerrar los ojos, una mano grande le acarició la espalda, la rubia sonrió ante el contacto, Beth ya estaba despierta, estuvo pensando que hacer, en parte quería seguir con la serie, pero por Sarilen estaba dispuesta a abandonarlo todo por ella, tras estar un rato pensándolo tomó una decisión.
- Sarilen, ¿estás despierta?
- Mmm, más o menos.
- Quiero decirte una cosa - la rubia levantó la cabeza.
- ¿De qué se trata?
- He estado pensando y... a pesar de que me va bien la serie para mi tu eres lo primero y estoy dispuesta a dejarlo todo para quedarme aquí contigo - dijo seriamente mirándola a los ojos.
A Sarilen se le aceleró el pulso, estaba muy contenta por ello, pero no quería que Beth dejara su trabajo, se lo agradecía eternamente, con eso la había demostrado que su amor era verdadero, ella ya lo sabía pero esto lo aseguró aun mas, la rubia sonrió y le dio un tierno beso a la morena, pegó su frente a la de ella y la dijo...
- Cariño no tienes que renunciar a todo por mí.
- Pero quiero hacerlo, quiero estar contigo.
- Lo sé, yo también quiero estar contigo y lo estaremos, pero no renuncies a tu trabajo.
La morena se la quedó mirando, su cara tenía expresión triste y de preocupación, colocó una de sus manos en la mejilla de la rubia.
- No quiero que nada nos separe...
- Y nada lo hará, nos amamos y eso es lo único que necesitamos saber para seguir juntas.
- Te quiero.
- Lo sé - dijo la rubia sonriente.
Ambas se besaron llenas de amor y empezaron a juguetear por la cama, no dejaron de reirse ni un momento hasta que por fin se fueron a desayunar, eran las ocho de la mañana, y la morena tendría que ir al aeropuerto a sacarse el billete para la tarde, una vez desayunaron ambas se vistieron. La morena paso a su casa a recoger unas cosas, después volvió a la casa de la rubia.
- Cariño iré al aeropuerto a sacar el billete para esta tarde.
- ¿Quieres que te acompañe?
- Tranquila no tardaré nada, tu ve hacer la compra, que era lo que ibas hacer.
Beth se acercó a ella cogiéndola por la cintura y besándola, la rubia sonreía en la boca de la morena y la abrazaba por el cuello.
- Mm, te adoro, te quiero! - dijo la rubia.
- Jajaja, y yo a ti - la morena la volvió a besar - será mejor que me vaya ya.
- Vale, yo iré a la compra.
- Vale, pues hasta luego! - dijo besándola otra vez.
- Hasta luego cariño - la rubia la devolvió el beso.
La morena salió de la casa para ir al aeropuerto, Sarilen se fue muy contenta a la compra, una vez llegó Beth al aeropuerto fue a la ventanilla a pedir el billete, lo malo era que el último vuelo salía en una hora, Beth le dijo que lo tenía que pensar, una vez se apartó la morena sacó el móvil y marcó el móvil de la rubia.
- ¿Si? - contestó Sarilen.
- Hola cariño.
- ¡Hola Beth! - respondió alegremente.
- Cariño tengo un problema.
- ¿Qué pasa? - preguntó preocupada.
- Pues dentro de una hora sale el único vuelo en todo el día.
- ¡¿En una hora?! - dijo sorprendida.
- Si, y si lo acepto tendría que quedarme aquí ya.
- Ya veo...
- Cariño por mi me voy ahora mismo a casa y renuncio a todo.
- No!, ni se te ocurra, compra el billete y ve, yo mañana te enviaré las cosas.
- ¿Estás segura?
- Si - en su voz se notaba la tristeza.
- Te amo Sarilen, más que a nada.
- Yo también te amo Beth, te voy a echar mucho de menos.
- Y yo a ti, ya te estoy echando de menos.
- Ten mucho cuidado ¿vale?
- Lo tendré, tu también ¡eh!
- Claro - dijo sonriente, avísame cuando llegues.
- Vale, pues luego te llamo.
- Que tengas buen viaje.
- Gracias cariño.
- Te quiero.
- Te quiero.
Una vez colgaron Beth fue a comprar el billete y a sentarse a esperar a que saliera el avión. Sarilen estuvo pensando todo lo que le dijo Beth por la mañana, y tras pensarlo detenidamente echo a correr.
Solo quedaban diez minutos para que el avión despegara, Beth ya se dirigía a la puerta de embarque, cuando le dio el billete a la azafata una voz la hizo girarse.
- ¿No irás a dejarme aquí verdad?
La morena casi se desmaya al ver a la rubia con dos maletas, sin pensarlo se acercó a ella.
- Pero...
- Nada de peros, me voy contigo - dijo sonriente.
- Nada me haría más feliz, ¿estás segura?
- Si que lo estoy, tú estabas dispuesta a dejarlo todo por mí, pues yo también.
La morena sonreía pero a su vez sus ojos se humedecían, acarició la cara de la rubia y se agachó para besarla.
- Gracias... eres lo mejor de mi vida - dijo la morena casi llorando.
- Te amo! - la rubia la volvió a besar dejando que sus lágrimas cayeran por sus mejillas.
- Disculpen señoritas, tienen que embarcar ya.
- Claro - dijo la morena sonriendo.
Cogidas de la mano, Sarilen le dio su billete a la azafata y entraron en el avión, una vez sentadas Beth cogió la mano de la rubia.
- Gracias por todo Sarilen.
- No me las tienes que dar - dijo sonriente.
- Oye, ¿tú qué vas hacer?
- Seguiré con mi libro.
- ¿Crees que podrás inspirarte?
- Mi libro trata del amor más grande que se haya conocido, para inspirarme tú eres lo único que necesito, porque ese libro trata de nuestro amor.
Dijo la rubia en un susurro, en los ojos de Beth se podía ver su sorpresa y su eterno amor, sin decir más ambas se besaron profundamente. Y así llenas de amor y un futuro por delante ambas realizaron su sueños, y el primero era pasar el resto de su vida juntas.


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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Eugenia Derechos Reservados
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7 comentarios:

  1. aww estaa hermosaa la historiaa!!(=
    me recordo a mi relacion..dejee todo para poder estar junto al amor de mi vidaa!(=
    Linda Historia..esperoo y escribaas muchas maas!(=

    Kriis..Mexico

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  2. Aplausos!!! te pasaste! hiciste el mejor final! lo más romántico y tierno. Me encantaron estas dos y sería genial volver a saber de su nueva vida. Sigue escribiendo, lo haces muy bien. Saludos!!
    Javi
    Chile

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  3. ooohhhhh!!!! q hermoso final!!!! me diverti mucho con esta historia muy buena...:)
    Gia/Ecua

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  4. genial y encantadora historia !!!
    bsos desde argentina

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  5. wow que hermosa historia las amo a las dos son tan tiernas y divertidas definitivamente son la pareja perfecta ¡¡¡¡¡¡¡ ♥
    saludos desde peru ♥

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  6. ¡Que hermosa historia! ¡He quedado fascinada con ese final! ¡Muchas muchas gracias por traernos tan genial historia!

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  7. *Se para y aplaude* muy muy muy fascinante...desde el primer capitulo ya amaba esta historia♥♥...Sigue escribiendo...Tienes un muy buen futuro:3

    Besos desde santiago,Chile♥

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