Se acabo - Sonia

Dejarse nunca es fácil, ni bonito, cuesta no pensar en esa persona con lo que hace poco pensabas por ella, vivías por ella y para ella.

Nunca olvidas los momentos, las cosas, los pensamientos de los que ya nunca podrás huir; irán contigo mientras vivas. 

Porque son sinceros y esos se te clavan en el alma. 

Los día pasarán y eso que hoy te hace tanto daño, mañana seguramente te destrozará... pero, poco a poco, se desvanecerá y quedará como una bonita locura, que no te importaría repetir. 

No lo cambiarías por nada, pero con ilusión, con mucha ilusión... esa es la clave... Ilusión.

Sentís que ya no estaís enamoradas, que ya no sentís nada, ahí hay algo... pero es tan leve que se desvanece....

La vida en común agota. Y duele reconocerlo pero, se acabó.

Se acabó, lo repetís varias veces para acabar de convenceros...

Qué difícil es reconocer que todo se ha acabado. Los días pasan y sientes que poco a poco vas cayendo a un pozo, y cuánto más caes... más difícil te será salir.

Pero, no haceís nada. Os quedaís quietas, esperando. Rogando con todas vuestras fuerzas que las cosas cambien y que todo vuelva a ser ilusión. Pero dentro de vosotras sabeís, conoceís, que cuando algo se va es muy difícil que vuelva, y mucho menos la illusión.

La habeís perdido. No sabeís cómo, ni dónde, pero ya no está entre vosotras. Díos, cómo duele admitirlo. Siempre es más fácil cerrar los ojos y seguir manteniendo una farsa. O que el cariño os haga vivir una vida que  nos os mereceís, ni mucho menos ofrecer.

No, no podeís más. Os duele tanto que al miraros no sintaís nada. Que os toqueís y vuestra piel no se estremezca.

Qué amaros sea un esfuerzo que cada vez os cuesta más realizar. No, no podeís negar más la realidad. Porque os persigue, y poco a poco os convence y cuánto más tarde sea, más daño os hará.

Dar el paso, llegar hasta aquí os supone un sacrifício casi inhumano.

No cerraís la puerta de volver a amaros, con tanta locura como hace.... no sabeís cuánto hace. Quizás fuera ayer o hoy. Sabeís que puede llegar el día en que ocurra y en cierta forma lo deseaís.

No quereís luchar más. No quereís más oportunidades. No pudo ser. Os llevareís siempre dentro, muy dentro, como una parte de vuestro ser. Vuestra pareja ideal.

La que más os ha comprendido y querido, y habeís amado con locura. Tanto alumbraba, resplandecía que un día, por el largo camino, se apagó.

Esas lágrimas que hoy os brotan pronto se convertirán en risas, por haber tenido la oportunidad de conoceros y vivir un bonito sueño del cual os despertasteís. 

Os rendís de vuestra pasión. Porque un día, quizás no muy lejano, os quemareís en otra.

Sabeís que estas cosas pasan, que no soís culpables. Porque  cuando tú corazón te pide a gritos que no le hagas más sufrir, debes parar. 

No hay más palabras, ni miradas. El final a llegado y teneís que atravesar la puerta que no sabeís dónde os llevará. 

A aprender a vivir la una sin la otra, os recordareís porque sin duda algo tan profundo no se olvida jamás.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Sonia Derechos Reservados

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