Porque soy diferente - Sankh

Caminando senda abajo con mis manos dentro de mis jeans me atrevo a preguntar; ¿por qué me miras y señalas al caminar?, murmuras y comentas, criticas y enjuicias mi vida como si de la novela de las siete se tratara, ¿o la de las seis? La realidad es que no importa la hora pero mi vida te interesa porque según tú no soy “igual” a los demás, ¿igual a los demás? 

¿Qué es ser igual y quiénes son los demás? Es sin duda vivir una vida de apariencias ocultándose dentro de una normalidad que es relativa para agradar y satisfacer la comodidad de un mundo idílico; tu mundo idílico. Vamos, este es el momento, obsérvame bien, soy un ser humano que siente, padece y ama; aunque lleve el paso lento y la mirada perdida. Fíjate bien, soy la profesora que educa a tus hijos en el colegio, la doctora que sana tus heridas y hasta salva tu vida en el hospital, la que mantiene limpio y en orden tu ciudad, la que cuida por la seguridad de tu familia o quizás sea la que insertó la minúscula pieza que hace que puedas teclear tu portátil. Si, esa puedo ser yo, tan necesaria como cualquier otra persona.

¿Qué me hace ser tan diferente entonces, que hace que voltees a verme? Sin duda debe ser la tez de mi piel, o quizás el color de mi cabello, ¿no?, definitivamente me atrevo a adivinar que es mi altura o quién sabe si es mi sonrisa picara y a flor de piel. O pensándolo mejor será porque estoy fuera cuando la norma debe ser estar dentro, estoy arriba cuando debo estar abajo, soy vegetariana cuando la carne es lo más nutritivo o digo negro cuando debería ser blanco, ¿o azul?, bueno la esencia es que siempre tengo el color opuesto y… ¿eso me hace diferente?, pensaba que eso me hace especial.

Aun así te sientas a unir el “rompecabezas” que es esta vergonzosa vida que llevo y no te detienes a pensar un solo segundo que mis derechos son los mismo tuyos, que tengo sueños, metas, ilusiones y que se amar…y que puedo decidir a quién amar. No se trata de amar al hombre o mujer, se trata de amar un alma, amar sin género, amar un corazón; simplemente amar. Entregar el corazón no es un crimen pagado con muerte, entonces ¿por qué debe serlo a quien lo entrego? Dices que parezco normal hasta que amo, hasta que siento, hasta que me entrego… ¿y no es precisamente el amor lo que nos humaniza, lo que normaliza nuestra existencia?…y dices que no soy normal.

Tú aprecias con delicadeza una Mona Lisa y yo deliro por un Dalí, te emocionas con Mozart y yo enloquezco con Pink, lloras con una película romántica y yo me exalto con una de terror, te gusta la ensalada a mí la pizza, disfrutas el vino añejo y yo una taza de café aromático, prefieres la etiqueta yo el informalismo, te apasionada el futbol y yo me divierto con los juegos de video, estudias la historia  de las leyes laborales y yo la historia del arte…que prefieras la izquierda y yo la derecha no quiere decir que vengo del espacio exterior; muy al contrario las diferencias de opiniones y el respeto por ellas nos hacen seres humanos “civilizados” y...aun así soy inaceptable, ¿no?.

Si pudieses entender que cuando tu amas, yo amo con la misma intensidad a pesar de las diferencias triviales del físico, gustos, emociones y extravagancias que en consecuencia nos unen más de los que no separan (porque que aburrida existencia si todos pensáramos, sintiéramos y decidiéramos igual); cuando amamos lo hacemos sin importar dimensiones. Entonces, ¿no crees que soy tan diferente?, ¿común?, ¿normal? El amor es el juego del tonto idiota no importa si amas al tonto o a la idiota, creo que todos perdemos el juicio en la entrega de la pureza de ese sentimiento mas allá de la lujuria y la pasión. No es el hecho de poseer un cuerpo es la necesidad de amar una alma…parecida, congruente, la pieza faltante de un rompecabezas llamado amor.

Y por amar soy rechazada, insultada, discriminada, odiada, censurada e inadaptada…y si por ese amor que me roba el aliento, que me renueva y purifica soy diferente…me enorgullece decir que soy DIFERENTE. No porque tú me mires, murmures, señales y critiques acepto que soy diferente, acepto que lo soy porque puedo cerrar mis ojos y amar con el corazón en el silencio donde solo existe un idioma…el amor.

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