Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Buscando el futuro en mi pasado - Bell (Parte1)


Capítulo 1
Los nervios me ganan pensando que estás por llegar… Cuando escuché tu voz en el teléfono no pude creerlo,      mucho menos cuando dijiste: “Hola, ¿Tía Marina?...”, casi no pude responder, el llanto me invadió por completo, después de una pausa pude decir: “Sí, soy Marina,
¿Quién habla?... No podía decirte que sabía quién eras, que  reconocía el tono de tu voz, debía esperar para saber el por qué de tu llamada, esa fue mi promesa y debo cumplirla. En ese momento dijiste: “Perdón soy Lucía, es normal que no me recuerde, hace mucho tiempo que no nos vemos, soy hija de Luciana, sé que es raro pero necesito saber algunas cosas sobre mi madre y encontré una foto de nosotras tres, si no le molesta me gustaría que nos viéramos para hablar”.

¿Cómo decirte que no? Hace tiempo que espero la oportunidad de hacerlo así que respondí:”Por supuesto, sé quien sos y podés tutearme para mí sería un gusto verte”. Con su respuesta no pude evitar que las lágrimas recorrieran mi rostro, porque dijo: “¿Te parece encontrarnos en la plazoleta de la calle Belgrano? Si no te molesta llevo el mate”. Acepté como era lógico, al cortar no contuve el llanto, miles de cosas pasaron por mi mente, tantos recuerdos, tanto dolor, tantas sensaciones encontradas, pero entre las lágrimas escuché su voz. “No llores…todo saldrá bien” y me dormí acunada en sus brazos como siempre.
Ahora te veo a lo lejos mientras estoy sentada en el banco donde conocí a la persona que cambiaría mi vida para siempre, me senté en el, tal vez pensando que no estaría sola, así lo siento, somos dos esperando, te miro y no puedo creer que hayas crecido tanto, tan hermosa, tan parecida a tu madre, en pocos segundos muchas preguntas cruzan por mi mente. ¿Por qué ahora? ¿Qué pasó? ¿Qué cambió? ¿Era el momento? ¿Qué querrás saber? ¿Qué te podré decir?...
Lucía se acerca mirando de un lado a otro, al verme sonríe y sacude su cabeza viniendo hacia mí. Tengo ganas de abrazarla, pero no sé cómo reaccionará, mejor espero a ver qué hace ella…
Lucía: ¡hola! Marina… ¿No? - Se acerca al banco y me abraza fugazmente
Marina: ¡Hola! Sí, soy yo - No pudiendo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas
Lucía: Qué bueno encontrarte, mientras me acercaba, pensaba ¿Qué tendrá este banco? Porque desde que me acuerdo siempre me senté en él, y esta plazoleta es mi favorita de días de silencio, al verte acá me causó gracia la coincidencia - Hablaba aceleradamente, parecía nerviosa.
Marina: Este banco tiene historia, como la plazoleta, vos, yo, en cada lugar y persona siempre habrá una historia que contar.
Lucía: Es cierto, gracias por venir, sé que no me expliqué mucho pero es importante ¿Tomás mate?...
Marina: Sí, una persona especial me enseñó a hacerlo - Buscaba en su mirada algo que me hiciera saber que era lo que necesitaba - Podemos tomar y conversar si te parece bien.
Lucía: Sí, claro
Se sentó a mi lado y  mientras buscaba todo para cebar el mate pude observarla, ¡Qué parecida a su madre era! Sus ojos, sus manos, su pelo, era muy parecida a ella, termina de preparar uno, me mira seria y mientras tomo el mate comienza a hablar.
Lucía: Seguro esto te pareció muy raro, que después de estos años te busque, pero tengo una necesidad hace tiempo, quiero conocer a mi madre, saber de ella, no es que antes no hubiese querido, pero si fuiste tan amiga de ella como creo, sabrás que mi padre no es fácil y lidiar con él no lo ha sido para mí, hace unos meses enfermé muy grave, creí que podía morir y en esa situación pensé que nunca le había dado la oportunidad a mi madre de explicarme porque me abandonó. Toda mi vida tuve la versión de mi padre, que ella simplemente no me quería lo suficiente y que se fue sin mirar atrás, cuando me recuperé intenté que me explicara, le dije que quería ver a mi mamá, que necesitaba que ella me dijera como pudo irse así, que donde estaba, me vio tan decidida y angustiada que me dijo: “ella ya no podrá decirte nada y es mejor así, muchas veces es preferible no saber”. No pude aceptar eso como respuesta y volví a pedirle llorando una explicación, cuando le dije que hice tan mal para que ella me abandonara, le dio miedo que vuelva a enfermar y me dijo : “Ella no te abandonó, pero no busques mas explicación, no la daré” -  Sus ojos se llenaron de tristeza, tragó saliva y continuó - En ese momento sentí mucha culpa por haber pensado que ella me abandonó, que no me quiso, lloré y le pedí a mi padre una respuesta pero fue inútil, pasé llorando esa noche, al dormirme no sé, tal vez fue un sueño pero escuché una voz que me dijo: “la caja de momentos felices”… Al despertar recordé que de pequeña tengo una caja con esa etiqueta, donde guardo recuerdos de cosas que me hacen o hicieron feliz. La busqué y entre muchas otras encontré esto…
Lucía extendió su mano, me entregó una foto y una hoja de papel, entonces comprendí que era el momento de que ella supiera todo, en la foto estábamos las tres en este mismo banco, Lucía ese día cumplía 3 años, la hoja de papel tenía un corazón que encerraba nuestros tres nombres, y  escrito con los primeros intentos de letras de Lucía se lee… “las amo…” ¡Cómo no reconocer esas cosas! Al mismo tiempo pensé ¡Qué bueno que ella pudo conservarlas!
Marina: Recuerdo esta foto y la nota…
Lucía: Yo tengo un vago recuerdo de la foto, pero al verla supe quienes eran, atrás de la foto estaba tu número, como no estaba segura, revisé las cosas de mi padre y ese número se repetía muchas veces, por eso te llamé…por favor, necesito saber. ¿Podrás ayudarme?
Marina: ¡Por supuesto que sí! Sólo decime que querés saber y trataré de contestarte- tuve temor de no poder ser del todo clara, por eso preferí que sea ella quien me diga qué  y cuánto quería saber.
Lucía: La verdad es que quiero saber ¡Todo! A mi vida siempre le ha faltado un pedazo, ahora sé que me lo arrancaron, necesito saber desde cómo conociste a mi mamá a cómo es que ella ya no está, no quiero presionarte me haré el tiempo que sea necesario y los días que vos consideres, sólo necesito saber todo y que sea la verdad.
Lo que escucho es lo que necesitaba para contársela, me había preparado para esto, quería poder transmitirle a ella no sólo palabras sino sentimientos, pequeñas y grandes sensaciones vividas por mí… por su madre…
Marina: Haré arreglos para tener horas libres en la tarde, así que el tiempo está en tus manos, si te parece puedo empezar ahora  por el momento en que conocí a tu mamá.- los ojos de Lucía se llenaron de brillo, se acomodó en el banco y continuó con el mate, esperando mi relato.
“Hace casi 20 años cruzaba esta plazoleta una tarde, apurada porque tenía que asistir a un curso, con el apuro tropecé y caí de rodillas, miré alrededor, vi a varias personas que se rieron pero hubo una que llegó rápido a mi lado, extendió la mano para ayudarme, en su rostro había una mueca de dolor acompañando la mía, pude sentarme en el banco mientras ella recogía mis cuadernos, los puso a mi lado y recién entonces me preguntó: “¿Estás bien?¿Duele mucho?¿Puedo hacer algo más por vos?, mucho gusto soy Luciana.” Me gustó que no se riera de mi caída, no muchos no  lo harían, respondí que sólo era el golpe que seguramente pasaría rápido el dolor. “gracias por tu ayuda, soy Marina” y empecé a reírme de toda la situación a lo que ella miró sorprendida y comenzó a reír también, así conocí a tu mamá.”
Lucía: ¿Cómo era?... Me refiero a cosas de su personalidad
Marina: Ella era alegre, divertida, podía ser muy seria o bromear todo el tiempo, se preocupaba siempre por el bienestar de los demás, le gustaban los deportes, el chocolate y el mate, para ella era un ritual, yo aprendí  con ella, antes sólo tomaba café - Continué con mi relato. Eso significaba recorrer mi vida otra vez…
“Pasaron unos días desde la caída cuando la volví a ver, estaba sentada en este banco buscando algo en su bolso, tan concentrada que no  vio que me acercaba:
Marina: ¿Qué perdiste?
Luciana: La cabeza…perdón, busco una lapicera ¿Cómo estás? ¿Tus rodillas?
Marina: Sólo fue el golpe, estoy bien. ¿Estás ocupada? ¿Puedo invitarte un helado? Te lo debo por tu ayuda…
Luciana: Mmmm ¡Que tentación! Acepto, pero no por la ayuda sino porque me encanta el helado.
Fuimos y pasamos toda la tarde hablando de nuestras vidas, ella estaba casada, su marido le llevaba varios años, era ama de casa si bien siempre quiso seguir una carrera, se esperaba que se case y tenga hijos, y así lo hizo. Yo en cambio con la misma edad que ella 22, estaba soltera, estudiando medicina, sólo me faltaba un año, así que me dedicaba a mi carrera, no tenía tiempo de amigos ni novios, ella se burlaba de eso. Nos conocimos pocas horas pero parecía que nuestras vidas estaban ligadas  mucho tiempo antes. Ese tipo de encuentros se hicieron regulares, ella traía el equipo de mate y yo mis libros, por lo menos una vez por semana coincidíamos para hablar. Nunca había tenido una amiga como ella, sólo pensaba en estudiar, alcanzar mis metas y era poca o nada la vida social que tenia. Mis padres tanto a mis hermanos como a mí, nos habían dado la posibilidad de elegir y llevar adelante nuestras ideas, nos apoyaban para lograr cada cosa. Al conocer mejor a Luciana, me fui dando cuenta que no todas las familias eran iguales, en su caso todo era muy diferente, las decisiones sobre su vida no fueron  de ella; amaba el arte, lo que más quería era poder estudiar y enseñar, pero al terminar el secundario, sus padres le dijeron que era mejor formar una familia, que después de todo casada no iba a necesitar trabajar, que era indispensable que buscara a alguien que pudiese darle lo que necesitaba. Cuando escuchaba todo eso daba gracias por mis padres…
 Llegado este punto del relato me di cuenta que el sol había bajado y que tendría que volver a casa para organizar mi agenda, estaba segura que mi vida sería diferente a partir del momento que vi a Lucía.
Lucía: ¿Se hizo tarde verdad? ¿Podríamos hablar mañana? Me acomodo a tus horarios, por favor.
Marina: Por supuesto, todo lo que quieras saber te lo diré, mañana no pero pasado, si te parece a las 5 de la tarde estoy acá - Se despidió con un beso y un abrazo esta vez no tan fugaz y yo sentí que volvía a respirar.
Marina
Mi vida está muy organizada, por la mañana trabajo en el hospital, corriendo de un lado a otro por mis pacientes, al terminar almuerzo, descanso un rato para después ir a mi consultorio, en general atiendo desde las 2 de la tarde hasta las 7, pero ahora mi horario cambiaría por Lucía, mi vida cambiaba por ella.
Marina: Buenas tardes Ana- Ana era mi secretaria hace 5 años casi en todo dependía de ella
Ana: Buenas tardes doctora ¿Cómo le ha ido hoy?...Mmmm se la ve algo distinta
Marina: Es posible, me siento bien, será eso. Necesito que ordenes mi agenda, a partir de mañana atenderé hasta las 5.
Ana: está bien, ¿Pasó algo? ¿Algún problema? ¿Será por muchos días?
Marina: No; es sólo que necesito hacer algo que me llevará tiempo pero ya era hora de hacerlo. Que pase el primer paciente por favor.-así comenzó mi tarde de consultorio muy distinta a las demás porque pensar en Lucía hacía que todo fuera diferente.
Ana
Soy Ana tengo 28 años, estudio enfermería, mientras lo hago trabajo medio día con Marina, la doctora, es todo un misterio y al mismo tiempo es imposible no querer estar cerca de ella, es inteligente, amable, sabe mucho de su profesión, es paciente para explicarme o enseñarme cosas, para mí es un placer trabajar con ella. Siempre está sola y dedicada únicamente a su profesión. Por eso hoy cuando dijo que cambiaria el horario me extrañó, no suele hacer esas cosas, eso significa que la veré dos horas menos…definitivamente estoy loca no digo que seamos amigas pero ella me cae bien y por eso la extrañaré no por otra cosa…
Marina: Ana…¡¡Ana!!¿Qué pasa? ¿Estás bien? Hace un rato que te pedí algo…
Ana: Perdón doctora, estaba algo distraída…dígame- (espero no se diera cuenta…cuando se sonríe así es más linda todavía…)
Lucía
Llego a casa, me tiró en la cama sintiendo que este es el primer día de mi vida, porque estoy buscando una verdad que se me ocultó demasiado tiempo, Marina me hace sentir segura, no recuerdo que nadie me mirara con tanta ternura, desde que tengo memoria estuve rodeada de niñeras, empleados, maestros, nadie se tomaba el tiempo de verme, mi padre simplemente me daba el dinero que pedía, como si fuera una molestia para él. Cuando intentaba saber de mi madre no había respuestas, sólo supe que un día se fue sin más, simplemente se fue, eso me torturó por muchos años, alguna vez escuché a mi padre hablando con mi abuela y dijo que me parecía mucho a ella, que teníamos los ojos iguales. Recuerdo que a partir de ese día miraba entre la gente buscando unos ojos como los míos, pensaba que tal vez ella me buscaba y podría preguntarle porque me abandonó.
Cuando enfermé hace unos meses todo cambió para mí, supongo que es a lo que llaman madurez, pero lo que había pasado de ser añoranza después bronca ahora se convertía en necesidad de saber la verdad, sin juzgarla por nada, sólo saber…Cuando se lo dije a mi padre, simplemente me di cuenta que me crié con una mentira, insistí pero él no me dio respuesta, así que busqué a mi abuela, ella me dijo que pasaron muchas cosas, que ella no sabía dónde estaba mi mamá, pero que mi padre sabría algún modo de comunicarse. Hablé nuevamente con él, sólo conseguí que me diga que ella no me abandonó, pero que ya no estaba, el dolor se hizo muy intenso, darme cuenta lo que eso significaba, pero me propuse encontrar a alguien que me diga la verdad. Así encontré a Marina, esa foto donde estábamos las tres…al verla supe que mi madre no me abandonó. Recordé que una vez cuando tenía alrededor de 9 años, buscando unos ojos como los míos, seguí a una mujer al salir del colegio, caminaba lento atrás de ella, quería preguntarle si era mi madre, ella parecía no darse cuenta de mi presencia, hasta que se detuvo frente a una heladería, giró y dijo: “Tengo muchas ganas de tomar un helado ¿Aceptas que te invite uno?” seguro vio mi cara de sorpresa, porque sonrió y dijo: “Entro y te espero, si aceptas entra”, mi sorpresa había sido porque tenía los ojos como los míos, por eso no sé cómo tomé valor pero entré tras ella, nos sentamos y pedimos, a ella le gustaba el mismo sabor que a mí, chocolate…la miraba esperando que me dijera que era mi mamá, pero no pasó, me habló de lo rico del helado, lo feliz que estaba de que aceptara su invitación, también dijo que no debería aceptar invitaciones de extraños, ni seguir a personas que no conozco. Ella fue tan dulce conmigo que si bien no era mi mamá yo pensaba que si, en un momento miró hacia la entrada del local y su cara cambió, se puso seria, miré y estaba mi papá parado en la puerta mirándonos, se acercó y me dijo que debía esperarlo en el colegio, que se asustó, a ella  casi no la miró, aun así le dijo:”lo siento, no quisimos asustarlo, la vi sola y le invité un helado supuse que usted o alguien vendría por ella”. Él sólo dijo, gracias, de todas maneras mi hija sabe que debe hacer y que no, tomó mi mano, salimos pero antes me di vuelta, le sonreí y pude decirle “tenés hermosos ojos” a lo que ella, creo yo con los suyos llenos de lágrimas respondió “yo no he visto unos más hermosos que los tuyos preciosa” y me mandó un beso en el aire. No volví a verla hasta ahora que en la caja de recuerdos felices, ella estaba en la foto que encontré, sí, era mi madre, me di cuenta que tal vez ella nunca estuvo tan lejos, que tenía que encontrarla o si ella ya no está como dijo mi padre, buscar a quien me diga la verdad, así encontré a Marina.


…toc, toc, ¿Se puede? ¿Cómo te fue? ¿Es lo que esperabas?
Lucía: ¡Hola Cami! Sí, es lo que esperaba aunque me parece que me llevará un tiempo saber todo - Cami se sienta a mi lado y me abraza, es la única que sabe mi dolor.



Capítulo 2
Marina
El día hoy amaneció luminoso o por lo menos para mí lo está, desperté con ganas que hace mucho me faltaban, Lucía ha renovado mi vida, creo que poder contarle todo sobre su madre será para mí el alivio que me hace falta.

Enfermera: Buenos días doctora, el paciente de la cama 12 no pasó buena noche, y si me hace el favor podría firmar el alta de la 15.
Marina: buen día, gracias ya me ocupo- mi trabajo me encanta, me ayuda a mantener mi mente ocupada, creo que de otro modo hubiese enloquecido mucho tiempo atrás, cuando perdí lo que mas amaba. Mi día continúa entre pacientes, colegas, reuniones, mi especialidad hace que tenga muchas cosas que ver o que atender.
…Marina, necesito tu consejo sobre un paciente- Walter es un gran amigo, siempre está a mi lado y trabajo muy cómoda con el.
Marina: bien, veamos en que puedo ser útil-cuanto más trabajo menos pienso en el tiempo que falta para las 5.
Ana
Casi no dormí anoche, el trabajo que necesito presentar, me tiene preocupada, voy a pedirle ayuda a Marina, ella me tranquiliza y me hace ver que no todo es tan complicado, quisiera saber qué es eso tan importante que hizo que cambie sus horarios (¿Habrá conocido a alguien? Nooo), desde que la conocí siempre ha tenido una rutina,  a veces creo ser la única capaz de distraerla un rato, aunque sea con anécdotas, pero que la hacen reír, de otro modo su seriedad asusta un poco como si sólo pensara en trabajo, trabajo y más trabajo.
Ana: ¡Uy! Perdón- (¡Qué vergüenza! ¡Justo vengo a tropezar con ella¡)
Marina: ¿Estás bien? Últimamente me da la impresión que tu cabeza está en otro lado…
Ana: Es que tengo que entregar un trabajo y si… me tiene mal, (Usted…) porque no entiendo algunas cosas
Marina: Comprendo, si te parece entre paciente y paciente podemos revisarlo, si puedo colaborar, encantada
Ana: (Usted me encanta…) Siiiiii, ehmmm, gracias la necesito…para entender algo- (¿Será que podré disimular la cara de idiota cuando la tengo tan cerca? Espero que sí…)
Marina: ahora lo vemos
Lucía
Creo que haberme tomado unos meses para saber bien las cosas fue lo mejor, en los estudios no podía concentrarme, necesito acomodar mi vida, de otro modo no podré seguir adelante, esta tarde  sabré más
Cami: ¿Adivino dónde está tu cabeza?
Lucía: No es muy difícil, estoy ansiosa por conocer toda la historia, siento un gran dolor por no tener a mi mamá, pero creo que hasta que me cuenten que fue lo que pasó, no podré llorar - Cami es mi mejor amiga, nos conocimos en secundaria, como ella no tenía a su madre nos identificamos y ya no nos separamos, me acompaña hasta cuando ni yo misma me soporto. Cuando me peleé con mi padre, vine a vivir con ella.
Cami: falta poco corazón, antes no sabías nada por lo menos ahora sabes que alguien dirá la verdad. Pero para eso señorita usted debe cuidarse, comer bien y estar fuerte, no sabemos con que podremos encontrarnos, así que levántate que preparé algo para comer.
Lucía: Awwww, me encanta que me mimes…
Cami: Y a mí hacerlo…pero no abuses eh!
Lucía: ¿No? ¿Ni un poquito?- suelo hacer estas cosas, sólo pongo cara de consentida y ella termina haciendo lo que quiero, aunque tiene su carácter, que de todos modos me encanta.
Cami: Hoy esa cara no cambia nada, vas a lavar los platos y ordenar,  que yo debo estudiar para el parcial… ¡Basta!  ¡Qué contra esa carita no puedo…!
Lucía: jajajaja jaja No te preocupes hago todo antes de irme, a mí también me gusta mimarte - Nos vamos a comer, me cuida mucho debido a lo enferma que estuve, aunque a veces exagera, pero ¿A quién no le gusta que lo cuiden?
Marina
Ana me muestra su trabajo, me hace reír la forma en que sus ojos van y vienen entre lo que leo y mis ojos, siempre parece estar buscando una respuesta, tiene una frescura especial en todo lo que hace a veces creo que busca cosas para contarme y robarme sonrisas, la suya es muy bonita…antes no había pensado lo mucho que me hace reír, por cierto son muchas veces, cuando entra y comienza a contar algo que parece tendrá un gran desenlace y se convierte en algo con final optativo como dice ella, a veces la observo y me da la impresión que hablara con ella misma, porque niega con la cabeza o sonríe y si le hablo, se sorprende sin saber que decir o se le caen las cosas. Si no fuera que la conozco hace tiempo diría que la pongo nerviosa. ¿Por qué estoy pensando en ella ahora?...
Ana
Tendré que regalarle algo a la señora Márquez porque no vino y puedo estar ahora con Marina, ella lee mi trabajo pero yo disfruto de mirarla, no creo que se dé cuenta, disimulo bien (o eso creo) cuando me descubre mirándola y me ve por encima de sus lentes juraría que sus ojos sonríen, para luego continuar leyendo, por momentos me pone tan nerviosa que no sé cómo reaccionar  (mayormente de manera torpe…) o no dejo de hablar o se me cae algo( ¡un hilo de baba en la comisura Ana!). Esta mujer hace que el piso se mueva, pensar que cuando la conocí en el hospital no me gustó nada, mi mamá estaba internada y ella era su doctora, siempre seria, siempre estricta, tan segura, tan seca, en ese momento pensaba que para ella mi mamá era sólo un número de cama… ¡Cuánto me equivoqué! Cuando tuvo que explicarme que la enfermedad avanzaba, que tal vez no tendría solución, que comenzara a hacerme a la idea, creo que en mis 23 años, nadie me habló nunca con tanta ternura, comprensión y empatía, cuando lloré y me abrazó, me sentí segura y apenas la conocía. Cuando mi madre murió fue ella quien me ofreció ser su secretaria y me animó a estudiar una carrera, ahí elegí enfermería… (Para tenerla cerca Ana…) ¿Se fijará alguna vez en mí? Cómo me gustaría que lo hiciera, que me diera la oportunidad de demostrarle que puedo hacerla reír, hacer que sea feliz, tengo la impresión que no lo es o tal vez no puede serlo. Mi amigo Rodrigo dice que para él a ella no le van los hombres y que él jura que la vio mirarme, no sé porque me lo dice, cuando lo hace ando en una nube…si hasta creo que revolotean pajaritos en mi cabeza (¡Ana!)
Marina: Ana… ¿me expliqué bien?
Ana: sí, sí, claro entendí que si digo que….eeeee, sí lo entendí confíe en mí doctora.
Marina: siempre lo hago…ahora me voy porque no puedo llegar tarde.-se acerca y me da un suave beso en la mejilla… (Awwww me besó…) creo que por instinto o estupidez llevé mi mano a ese lugar como queriendo ese beso por siempre - Ejem… ¿Cerras vos Ana?... Hasta mañana.
Ana: Sí, claro doctora, disculpe es que estaba…porque…Sí yo cierro.- (¿Cómo puede tener ese poder sobre mi? (¡Seguro se dio cuenta auch!)
Marina
Jajajajaja Ana es un personaje difícil de comparar, si no supiera que es muy inteligente y que lo que le explico aparece en sus notas, diría que no escuchó nada de lo que dije…ese aire distraído me gusta, me¿¿…?? No, claro que no…
Llego a la plazoleta,  veo a Lucía que se despide de alguien con un abrazo, un abrazo es algo que me trae muchísimos recuerdos, me acerco y la veo preparada, mate, unas galletitas, de chocolate…¡obvio! tuve algo que ver en sus gustos de comidas.
Marina: Hola preciosa- le doy un beso y un abrazo
Lucía: Hola Marina, ¿Todo bien con el trabajo?
Marina: si gracias, ¿Qué tal tu día? ¿Tus cosas?
Lucía: Bien, algo ansiosa esperando la hora, por eso ya empecé el mate, así podes…
Marina: ¿Arrancar?...de acuerdo, tengo que decirte que más allá de lo que cualquier persona diga, nadie te amó más que tu madre.
“Un día llegué a nuestro encuentro y Luciana estaba eufórica, la sonrisa no se movía de su rostro, estaba feliz, me acerqué y me abrazó fuerte, sólo decía: sí, soy felizzzzzzz Marina, muy felizzzzzzz, no entendía porque pero me alegre mucho por ella.
Luciana: Marina, hoy soy la persona más feliz del mundo, sentate a mi lado, necesito contarte.
Marina: me doy cuenta ¿Qué pasó? Ya quiero saber…
Luciana: ¡Vas a ser Tía!, estoy embarazada.- (Sus ojos se llenaron de lágrimas y nos abrazamos, esa tarde fue de festejo, fuimos a su casa, esa tarde no estudié).
Todo tuvo que ver con vos Lucía, en ese momento ya sabía cómo te llamarías, no buscó nombre de varón, no se le notaba para nada pero sostenía su mano sobre el vientre como acunándote, sólo pensaba en vos y en que seas feliz, para mí también te convertiste en la personita más importante, compartimos muchos días hablando de vos y tu futuro. Cuando se lo dijo a tu padre, él estaba contento, aunque no sabía bien como acompañarla.
 Me dio miedo porque tenía que hablarle a Lucía sobre los sentimientos que despertó su madre en mí y me quedé en silencio, ella lo notó…
Lucía: ¿No querés seguir?...Marina, durante mucho tiempo pensé mal de mi mamá, ahora sólo necesito saber si fue feliz, no voy a enojarme ni nada de eso.
Marina: Sí, quiero seguir, es sólo que me preocupaba que no entiendas pero creo que estoy equivocada.-acaricio su rostro como lo hacía cuando era una bebé y no puedo evitar el suspiro y decirle…”Te amo bonita”, Lucía no se sorprende, toma mi mano, me da un beso y dice:
Lucía: ya lo sé, y te aseguro que yo debo sentir lo mismo en algún rincón escondido, supongo que espera despertar, creo que sos la única que puede…
De acuerdo, continúo…
Para mí conocer a tu mamá, fue conocerme a mí misma, antes de conocerla como te conté casi no tenía amigos, a veces salía con mis hermanos, pero nunca tuve la sensación de necesitar a alguien, de tener cerca sólo a esa persona, nunca había conocido a alguien tan especial como ella, como Luciana. Una tarde estábamos hablando y de pronto sentí un cosquilleo en mi cuerpo cuando ella se acercó por detrás dándome un beso en el cuello, me quedé sin palabras.
“Luciana: hey! ¿Qué pasó? Te estoy hablando…
Marina: Síí…, No, ¿Qué?- me miraba y se reía de tal manera que no pude menos que reír también.
Luciana: No te hacía tan vergonzosa, perdón, porque supongo que esto es por el beso, sólo me salió así…
Marina: No pasa nada, no pidas perdón- en ese momento no pude decirle cuantas cosas pasaron en mí, cuantos sentimientos encontrados tenía, ella era mi amiga, la única que pude conocer tanto, estaba embarazada y formaría la familia que ella tanto anhelaba, mientras que yo…no sabía que pasaba en mi cabeza.”
Lo que no supe hasta mucho después fue, lo que ella sintió y por qué lo hizo. Cuando Luciana estaba en secundaria, tenía muchos amigos además de pretendientes, era muy bonita, si bien salía con ellos, no encontraba nadie que la hiciera ver pajaritos y mariposas. Hasta que…y a partir  de ahora usaré las mismas palabras que tu madre.
Hasta que conocí a Mariana, era una chica pero me hacia andar en las nubes, me hablaba y yo sentía que el piso se movía, tenía 16 años y la realidad me golpeó tan fuerte en el rostro como no imaginé, nos hicimos amigas, siempre venía a casa o yo iba con ella, sólo como amigas, hasta que llevadas creo yo por las ganas de experimentar o las hormonas, un día nos besamos, para mí fue tocar el cielo, podía escuchar la sinfónica tocando a Beethoven, fue una locura total, para Mariana era experimentar sensaciones nuevas y por la confianza no le molestaba, pero siempre decía que así aprendería para cuando Mauro la besara, fue una desilusión para mí, porque yo creía estar enamorada, lloré muchas noches, escribí poemas y cartas, no me alejaba de ella con la esperanza que sintiera lo mismo que yo, pero eso no pasó, en cambio sí , pasó lo peor…
Una tarde estábamos en  mi casa como siempre jugando, escuchando música cuando ella me acercó de golpe y empezó a besarme, me olvidé de todo incluso de que mi padre estaba en casa y que siempre entraba en mi habitación sin pedir permiso, porque decía que era “su” casa y “su” hija, entonces entró; Sólo escuché el grito y vi como sacó del brazo a Mariana hasta la calle, yo sólo lloraba, trataba de decirle que era un juego o inventar alguna otra mentira, porque para mí , Mariana nunca fue un juego. Mis padres llamaron a mis abuelos, hubo reunión familiar sobre por qué la única hija y única nieta cometió aberración semejante, cómo no supo decir no a la desviada esa, entre muchas cosas que escuché ese día, estuvieron: “es demasiado débil”,  “necesita mano fuerte”,  “no sabe lo que quiere”,  “no podrá sola”,  “tenemos que hacer algo” y entonces mi padre sentenció, “terminas el secundario y te casas, ya veremos con quien, tengo amigos que seguramente recomendaran, mientras tanto sólo vas a estudiar, te llevaremos y traeremos de la escuela, nada de amigos ni visitas, olvídate de ‘esa’ sobretodo”  No sirvieron mis explicaciones, ni mi llanto, ni nada de lo que hice, mi madre no habló, ese día me entregué a la idea de no ser feliz nunca, ese día me resigné a ser quien ellos querían sin que importara lo que yo sentía.
Marina: Tu mamá sufrió mucho ese trato, se convirtió en una persona a quien le costaba tomar decisiones por sí misma, tímida, frágil, pero en el momento que supo que existías, nadie se sintió más poderosa que ella.
Pensé que Lucía se sorprendería ante mi relato, pero sólo reaccionó con lágrimas en los ojos, cuando le dije lo que cambió su madre al sentirla.
Lucía: Saber eso me hace muy bien, que ella me quería- lo decía mientras secaba sus lágrimas
Marina: Lo único que quiero es que eso pase, que estés bien ¿Estás apurada? Porque me gustaría que me acompañes a casa.
Lucía: No, no estoy apurada, me encantaría acompañarte
Marina: Entonces vamos.- necesito que ella esté en casa, para que vea muchas cosas y para contarle otras, me sorprende porque al caminar se toma de mi brazo de forma natural, eso me hace sonreír, soy feliz.



Capítulo 3
Ana
Hola Rodri, ¿Dónde estás? Ya di el parcial…me fue bien creo… ¡Obvio que Marina tuvo que ver! Siempre tiene que ver…no te rías y decime dónde te encuentro…está bien ahí voy.

Con amigos como este…la realidad es que Rodri es un gran amigo, cuando empecé a estudiar a pesar que era más chico que yo, me ayudó mucho y sigue igual , él escucha mis locuras, hasta las comparte diría yo, además es quien sabe mi historia con Marina…¿Marina?...¡¿Marina?! Con una chica de su brazo, no puede ser LLL, ¿Será ella la causa del cambio de horario? Es la primera vez que la veo con alguien y parece muy feliz… (¿Por qué tuve que venir por acá? L yo que estaba tan contenta…)
¡Señorita! Preste atención casi la atropello
Ni siquiera me di cuenta que llegué al medio de la calle, bueno tal vez mejor haberla visto, así dejo de ilusionarme porque la verdad, ¡Qué joven es! Nunca podría competir con ella (nunca pensé que a mi doctora le gustaran tan chicas) que dolor de estómago tengo, y la cabeza, el pecho… ¿Estaré muriendo? (sólo de amor Ana…y uno no correspondido) ¿Quién me manda a mi fijarme en lo imposible?...
Ana: Rodri…hola
Rodrigo: ¿Y esa cara? ¿Qué pasó Bambi?...
Ana: Nada… (Marina...)
Rodrigo: Tu nada en general tiene que ver con Marina, un día contás corazones en las nubes y después como hoy con cara de enferma… ¿Qué pasó?
Ana: La vi…estaba…y entonces…me duele el estómago
Rodrigo: ¡Ay!  Bambi, primero tranquila, tomá agua…nadie te deja en ese estado salvo tu doctorcita, así que imagino que la viste a ella, ahora calmáte y Contame…
Ana: ¿Por qué sos tan bueno?...venía para acá y en la plazoleta Belgrano después de hablar con vos, la vi del brazo con una chica, encima es hermosa y muy joven, no tengo nada que hacer frente a ella, me di cuenta que lo que creo sentir por ella no puede ser, pero no sabes el dolor de estómago, de cabeza… ¡Grrrrrrr Que bronca! ¡No puedo ser más tonta!
Rodrigo: No digas eso, pasa que no podes estar más enamorada, vos sos más tierna que Bambi y soñadora, Marina ocupa muchos de tus pensamientos…por no decir todos…, pero si ella es como me contaste me parece un poco apresurado todo esto, sólo por verla del brazo con esa chica.
Ana: es que ella tiene su rutina, ahora resulta que me cambia los horarios por algo MUY importante que resulta ser rubia, ¡hermosa! Además… (Ay, mi cabeza…)
Rodrigo: Amiga mía, hay que festejar que pasaste el parcial, y dejemos que las cosas con tu doctorcita se acomoden solas, yo insisto, ella te mira de manera especial, dale tiempo porque creo que tendrá una explicación todo eso.-Él siempre me cuida, me anima, es mi mejor amigo, así que tiene razón vamos a festejar tomando…agua… es lo único que tomamos (súper divertidos nosotros jajaja) pero es el hermano que hubiese elegido.
Marina
Mi departamento queda a pocas cuadras de la plazoleta, es un segundo piso, muy austero, tiene living comedor, cocina, dos dormitorios, el baño y el balcón, por las noches me gusta sentarme en una reposera a mirar la nada, sólo pensar, tengo plantas que no fui yo quien las puso, no se me da muy bien el arte de la jardinería, pero me encargo que las cuiden bien, disfruto mucho estar en mi casa, no tengo muchas cosas pero las que tengo, son las que elegí.
Marina: Pasa, estás en tu casa
Lucía: gracias es muy bonita ¡Cuántos cuadros y fotos!
Marina: Sí, no las saqué yo por cierto, no soy tan buena. Te traje porque quiero contarte más cosas, pero necesitaba mostrarte algunas también.- La invito a sentarse después de calentar el agua para el mate, para continuar con la parte de la historia en que estamos las tres juntas.
“Después del beso en el cuello que me dio Luciana, estuve algo confundida, porque no me había planteado nunca la idea de elegir de quien enamorarme, mis padres siempre decían que cuando llegara la persona indicada la reconoceríamos, no decían ni el hombre ni la mujer indicados, sólo una persona. Aunque me costaba yo estaba reconociendo a esa persona en Luciana. Una tarde vinimos a casa, nos sentamos en este mismo living, porque tu mamá decía que de mi propia casa no querría escapar, después de burlarse de mi cara de asombro, me dijo:
Marina, esto que voy a decir es muy serio, hasta puede ser peligroso, sobre todo para mí, pero en este tiempo que nos conocemos me enseñaste que vale la pena pelear por lo que se quiere, por las cosas que en las que creemos, me enseñaste a mirar la vida, los días con una sonrisa, levantarme con ganas todas las mañanas,  que no hay nada más bello que la risa que sale de dentro, compartida. Debo ser sincera, el beso del otro día no fue planeado, pero sí fue a propósito, no me resistí a hacer algo que sentía hace mucho.
Marina: Después de decir esto, me contó la historia con Mariana y continuó…
Luciana: “Lo que decidí en ese momento respecto a mí, lo sostuve mucho tiempo, mis padres me presentaron a Sergio, era mayor que yo pero me sentía segura con él, de hecho creo que me enamoré de algunas cosas de su personalidad, después de salir un tiempo, obvio con colaboración de mis padres, me propuso matrimonio y acepté. No volví a tener ese cosquilleo en mi estómago de mis 16 pero me acostumbré a mi vida de casada, Sergio no es de mucho hablar, sus negocios son lo más importante, las veces que intenté decirle que necesitaba estudiar algo, sólo decía: “No te hace falta nada, podes comprar lo que quieras, no hace falta” era cierto no me faltaba nada por fuera, pero por dentro me sentía como una planta seca. Una de las tantas tardes en que salía a la plazoleta a llorar en silencio, te ví, de lejos te estaba mirando, cuando caíste mi impulso fue consolarte, cuando me miraste con esa carita de dolor, sólo quise cuidarte y cuando te reíste me olvidé que vine a llorar, porque robaste mi risa.
Marina sé que esto puede parecer locura pero, mis sentimientos por tantos años presos, mi capacidad de reconocer el latido de mi corazón, los recuperé cuando entraste en mi vida, no sé en qué momento, que situación, porque no me di cuenta…me enamoré, no te estoy pidiendo nada más que la posibilidad de decirlo, estoy embarazada y no hay nada que quiera más que tenerte en mi vida en estos momentos, creo que uno no planea enamorarse por eso sólo pido que me dejes ser tu amiga lo que me quede de vida, no te pido nada más.”
Ahora soy yo la que no puede contener las lágrimas, Lucía se acerca y me abraza, no puedo evitar llorar porque recuerdo exactamente los ojos de Luciana tras cada palabra.
Lucía: Tranquila, es tan hermoso poder conocer así a mi madre, gracias por no mentirme, si preferís que lo dejemos por hoy está bien.
Marina: No, necesito que hoy sepas algunas cosas que no sé si mañana me anime a decir.- Sequé mis lágrimas y seguí adelante.
“Los ojos de Luciana brillaban porque estaba a punto de llorar, así que sólo la abracé y le dije: te reconocí casi la primera vez que te ví, supe lo que querían decir mis padres con “la persona”, tampoco sé en qué momento pero cuando me besaste tuve que sostenerme para no caer, vos acabas de enseñarme que no importa de dónde venimos o cuantas veces caemos, podemos levantarnos, pero jamás pensé que alguien pudiese hacerlo con tanta decisión y seguridad.
Luciana: Es lo que me arrebataron y ella me devolvió.-poniendo su mano en el vientre- quiero que mi hija tenga a su mamá tal cual es, con sus sentimientos, dudas, temores, miedos, dolores, por sobre todo, que mi hija tenga a su madre feliz, no me importa lo que tenga que enfrentar, de nada le serviría a ella que yo continúe mi vida gris como hasta ahora, porque por dentro me siento de mil colores, quiero que sepa que el latido de mi corazón es por ella y es por vos.
Marina: Ay mi amor, esto no será fácil, ni siquiera sé cómo será, pero quiero verte feliz.- Esa tarde pudimos decirnos todo lo que sentíamos, estábamos enamoradas, pero al mismo tiempo, en el medio de un huracán, mucho tendría que pasar y no teníamos idea de cómo sería.”
Lucía
La casa de Marina, es muy cálida, es cómoda, me sentí como en casa. A medida que la escucho, puedo sentir en ella los sentimientos de mi madre, es cierto que si por mi padre fuera, jamás hubiese aceptado lo que ella me está contando, pero ¿Quién tiene derecho a sentir por otro? A imponer sentimientos, a romper corazones, alguna vez, no hace mucho pensé que mi madre podría haber hecho otra elección para su vida, aunque pensé que podría ser otro hombre es cierto, pero al conocer a Marina, me doy cuenta cuantas cosas encontró mi madre en ella.
Marina: tengo algo que mostrarte, vení.- me lleva al otro dormitorio, lo primero que vi me sorprendió, un cartel con mariposas que decía “LUCÍA” en la puerta. Al entrar me encontré con la habitación que siempre soñé, con mucho colores, muchas fotos, mi sorpresa fue mayor al darme cuenta que era yo en todas, y mi madre en muchas de ellas. 
Marina
Veo como los ojos de Lucía recorren cada rincón del cuarto, su cuarto, lo decoramos para ella, cada foto que Luciana sacó esta en este cuarto, ahora me toca contarle el resto de la historia, mientras ella se sienta en la cama, como probando si es cómoda.
Lucía: me encanta el cuarto, ¿Cómo es que todo esto está acá?
Me siento a su lado y continúo: desde que tomamos la decisión de aceptar que nos amábamos, estuvimos buscando la manera de concretar nuestro amor, pero sabíamos que lidiar con tu padre no sería fácil, ni con su familia, continúe con mis estudios y ella empezó un curso de fotografía, algo que amaba, porque le permitía estar cerca del arte, mientras cada día, si no podíamos vernos , hablábamos por teléfono, ella ponía el auricular en la panza para que pudiese saludarte, a medida que crecías, nosotras estábamos más unidas a vos y el amor que sentíamos se hacía imposible de ocultar. Pero aún así, lo intentábamos, porque dependía mucho el futuro de lo que nosotras hiciéramos. Pasaron nueve meses, yo rindiendo finales, corriendo para terminar todo, ella esperando las últimas semanas, una de las primeras cosas que hizo fue la caja de recuerdos felices, para que tuvieras donde guardar todo lo bueno que te pasara. Con tu padre su relación era distante, él siempre asumió que era el embarazo aunque notaba su rechazo, sin embargo, sólo decía que se le pasaría al ser madre.
Tengo que decir que nuestro amor fue de muchas palabras, abrazos, roces y miradas no hubo otro beso como el del cuello por mucho tiempo, no porque no lo deseáramos, sino porque las circunstancias no estaban dadas, aprendimos a amar con el alma, que el amor podía existir mas allá de la piel. Naciste un domingo de madrugada, cuando llevaron a tu mamá al hospital, me avisó. Salí corriendo de casa, tu padre no entendía bien que hacía  yo en ese lugar, pero no renunciaría a estar cerca de las dos, cómo ya estaba recibida, cursando mi residencia  en ese hospital y cómo tu padre no quiso asistir al parto, pude entrar para verte. Jamás tuve alegría más grande, verte nacer y la cara de felicidad de tu mamá, en medio de todo la besé en los labios sin que casi nadie lo notara, hizo un gran trabajo, se portó como toda una madre cuando te tuvo en brazos, no podía dejar de llorar ni yo tampoco, pero vos no llorabas. Todo salió muy bien, fue cuando conocí a tus abuelos, ninguno entendía muy bien quien era yo, pero tu mamá al mirarme me hacía sentir en el único lugar que quería y debía estar. Al recuperarse y salir del hospital, volvió a su casa, se hizo muy difícil poder verlas seguido pero si hablábamos por teléfono, hasta que un día ella dijo que no soportaba más, que necesitaba irse,  había hablado con tu padre diciendo que ya no quería esa vida ni esa relación, él se sintió herido en su hombría, no entraba en su cabeza que su sumisa mujer se fuera de la casa, llamó a sus suegros que como siempre dijeron que era una locura, que seguro tenía que ver con el postparto o alguien que le llenó la cabeza, que ella era incapaz de pensar por sí misma algo así. Esta vez tu mamá enfrentó todo, dijo que ella necesitaba encausar su vida de otra manera, que quería hacer algo para su hija, como tantas veces fue su padre quien sentenció: “Dejala Sergio, qué se vaya, no sabe hacer nada así que en unos días la tenés de vuelta, eso sí que se lleve lo puesto y la nena la trae todos los días”. Tú abuelo inspiraba mucho temor diría yo, hasta tu papá parecía tenerle miedo, así que aceptó lo que él dijo y la dejó ir, tenías casi 1 añito, cuando llegaste a esta casa y llenaste mi vida de una luz única, que perdí y la recuperé cuando llamaste hace unos días.
Lucía: Marina, yo sabía que eras especial para mí, lo sabía, cuando te llamé fue como escuchar algo que llevaba dentro, una conexión que se ve nunca perdimos. Lo que sí me gustaría saber es cómo fue que terminé separada de mí mamá y de vos.
Marina: Cuando tu mamá dejo la casa, nadie sabía a dónde iría pero ella sí, nuestra vida siempre fue simple, mis hermanos y padres las amaron en cuanto las conocieron, mientras yo trabajaba, tu mamá estudiaba fotografía, y ganaba dinero sacando fotos, para lo cual era muy buena. Te cuidaba con todo el amor del mundo y el tiempo que estuvimos las tres juntas, fue lo mejor de mi vida.- Me levanto porque hay algo que debo darle creo haber contado casi todo lo que me correspondía, ahora era tiempo que hable Luciana.- Lucía, tu mamá me dejó algo para darte, lo escribió ella y así esta, es sólo tuyo, podes quedarte y leerlo o llevarlo, como decidas está bien.- le alcanzo el diario que su madre escribió y me hizo prometer le haría llegar.
Lucía: Si no te molesta me quiero quedar, sólo aviso en casa…Si no Cami se preocupa… (Tomando el teléfono dijo que no volvería, volviendo a sentarse en la cama).
Marina: está bien, después creo que te dejaré sola para que puedas leerlo, me iré a hacer  compras para la cena ¿Te parece?
Lucía: me encantaría, te espero.
Lucía
Todo lo que Marina me cuenta, hace que me sienta contrariada en algunas cosas, en otras todavía necesito respuestas, seguramente mi madre lo sabía y por eso me dejó esto, siento algo de temor porque hasta ahora me contaron de ella, ahora pienso que estaré directamente con ella, la angustia cierra mi garganta, tanto tiempo sin saber…
Me acomodo en la cama y abro el diario, la primera foto me hace reír, es mi madre en el espejo sacando la foto señala su panza y escrito dice “Acá estas mi vida”. Entonces veo la letra de ella, acaricio las palabras creo que tratando de tenerla más cerca, empiezo a leerla…
Mi amada Lucía, la vida me ha enseñado que no siempre las cosas salen como uno quiere, por eso prefiero contarte desde ahora que todavía te cobijo en mi vientre, como son las cosas alrededor, espero hacerlo hasta que tengas edad para poder leer por vos misma, y lo hagamos juntas. Hace tres meses que estas en mi vida, que llenas mi vida, nunca fui tan feliz, cada mañana despierto pensando en tus ojos en tu carita o el color de tu pelo, cuando leas esto tendrás edad suficiente para entender que no hay nada escrito, nada es tan blanco ni tan negro, no permitas nunca que alguien te diga que no podes hacer algo, que no sos capaz, no permitas que nadie ni siquiera yo te diga que no conseguirás tus metas, lo más importante es que seas feliz, no importa cómo elijas vivir tu vida, lo que si importa es que respetes la vida y decisión de cada persona que te rodea, sin juzgar, porque no sabemos que nos pase mañana.
Hija, quiero que sepas que soy muy feliz, hace un tiempo, conocí a alguien que me hace sentir que mi vida vale la pena, con ella volví a sonreír, antes mi vida era sólo transitar cada día, cuando ella apareció, sí hija es “ella” se llama Marina, hizo que todo tuviera otro sentido. Es casi doctora, ama su profesión, es inteligente, capaz, segura, decidida, tiene unos ojos pícaros, una sonrisa dulce, Lucía, tengo que contarte que estoy enamorada, cuando crezcas tendré que contarte otras cosas para que lo comprendas, pero necesito compartir mi felicidad con vos, porque ni siquiera ella sabe lo que siento, no me animo a decirle así que sos mi cómplice, porque no pienso dejar que pase demasiado tiempo para que lo sepa ¿Vas a estar conmigo? Estaba pensando que serás preciosa y seguro entenderás cuando la conozcas por qué esa mujer me tiene loquita…hoy estoy algo cansada así que vamos a dormir bebé…
A medida que leo, siento que estoy con ella, la veo sentada escribiendo, o sonriendo mientras mira disimuladamente a Marina o cuando me acaricia o me habla, veo a mi madre feliz…entonces ¿qué pasó?...
Hoy voy a decirle a Marina que la amo, no sé qué diga pero sé que quiero que esté en mi vida hasta el final, ella nunca dijo nada pero cuando la besé el otro día en el cuello, me di cuenta que se puso muy nerviosa, eso significa algo ¿No te parece? Ya decidí que no importa que pase ella estará en nuestras vidas siempre, quiero que la conozcas. ¡Qué nervios! Ella llega en cualquier momento, pero iremos a su casa para estar más tranquilas y decirle.
Marina: ¿Sabré alguna vez que secretos comparten ustedes dos?...
Luciana: sólo el día que Lucía  quiera que lo sepas…
Estoy nerviosa, pero estás conmigo y me siento capaz de todo hija ¿Crees que ella se enoje?...en verdad no creo, bueno ya estamos acá, veremos que dice ella Lucía, porque yo sólo sé que la amo. Creo que ella algo se imagina…
¡Qué feliz soy! ¿Escuchaste cuando dijo que ella me reconoció? Sentí que mi corazón iba a estallar, qué alegría, estoy más decidida que nunca a vivir este amor, que podamos las tres estar juntas, lo único que espero es que cuando crezcas sepas comprender mi aparente locura, cuando descubras qué es el amor y no quieras soltarlo”.
No es fácil entender del todo, pero si me doy cuenta que ella siempre quiso ser sincera conmigo, desde el principio, a medida que leo me doy cuenta como fue mi crecimiento y como ella se dedicó a mí, pasaron los meses de embarazo y el momento de mi nacimiento, lo describe casi igual que Marina:
El momento del parto llegó y ahí estaba yo, llamando a Marina para que vaya al hospital, quería su compañía, como tu padre no quería estar en el parto, sabía que ella podría, así fue, cuando pude verte eras como una visión, dicen que los bebés al nacer son feos, para mí eras brillante, las dos llorábamos por conocerte y vos no, como si dijeras…ya hay demasiadas lágrimas. Al salir del hospital volví a la casa, costaba mucho que pudiésemos ver a Marina, pero al menos por teléfono hablamos, ella pone el tono más suave que tiene para hablarte, te amamos.
Las cosas con tu papá no están bien, se da cuenta que no quiero estar con él, tal vez mi padre le contó la historia de mi amor de secundaria porque vez tras vez me dice, que con un hombre no tengo suficiente, no es así, tendría suficiente con quien me ame, y sólo me siento así con Marina, con vos mi amor, quiero que podamos disfrutar de una vida juntas, no  será fácil pero en la vida nada suele serlo.”
¿Cómo habrá sido para mi mamá estar tan sola? Pienso en que ella ya conocía sus sentimientos, lo que necesitaba para ser feliz mucho tiempo antes, puedo sentir su dolor ante el rechazo, es cierto que tengo algunas contradicciones pero ¿Puedo yo también dejarla sola? Todo lo que leo me lleva a verla, puedo verla y en este momento es feliz…
“Lucía ya decidí que nos vamos, se lo dije a tu papá, él sólo por orgullo dice que es imposible que lo deje, pero llamó a mi padre;  si no te hablé mucho de tus abuelos es porque no son el mejor recuerdo para guardar, supongo que a su manera me han querido, pero he derramado demasiadas lágrimas por ellos, de todos modos era obvio que tu padre los llamaría, nada es diferente, mi padre me trata como si no sirviera, para él mi gran pecado es sentir algo diferente a lo que él considera correcto. Con su aprobación… es una manera de decir, me voy con tu añito de vida, tus primeras palabras, jugando con mi pelo, siento que por fin respiro, Marina nos espera en casa, tenes tu cuarto, tu cama, tus juguetes, mientras camino con vos en brazos, te voy contando todo y te reís, tus ojitos van de un lado a otro y tu boca se mueve intentando repetir palabras. Te amo hija, espero poder demostrártelo siempre.
Marina trabaja mucho, es una gran doctora, ya la vas a conocer mejor, aunque creo que tu modo de recibirla cada día es muestra que se conocen muy bien, ya das tus primeros pasos, nos reímos mucho, disfruto cada momento con vos, creo que no me canso de sacarte fotos, no son muy buenas pero estoy aprendiendo, me apasiona poder guardar momentos únicos en una imagen, mientras estudio y Marina trabaja te cuida su madre, Susy, siempre dice que no sabe quien está más enamorada, si ella o Marina, toda la familia te adora, nunca pensé que sería tan feliz”

Continua ACÁ
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Bell Derechos Reservados
© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.

2 comentarios:

  1. Por favor tome su tiempo para leer mi breve testimonio que podría ser un uso completo AL USUARIO EN una manera u otra .
    ¡Hola
    Mi nombre es James fe . quiero compartir este breve testimonio con la buena gente de este mundo. Puede ser útil en un sentido o en otro . Esta es mi historia .
    Mi esposo piensa la poligamia no está mal , ha estado viendo a otra chica para los últimos 1 año, y le dije que necesitaba parar , pero él dice que está enamorado de ella, que incluso han hablado de estado juntos "para siempre " y su vivir con nosotros. mi marido todavía me ama, lamento entrar en esto en el primer lugar, pero no está dispuesto a ruptura con ella, le dice que si lo ruptura, no habrá ningún otro tipo de relación fuera de su matrimonio. Entonces le explico y me quejo de mi buen amigo llamado MISERICORDIA , y me contacté con un hechicero llamado DR SUNNY.this gran hombre me dijo que mi marido estaba bajo el hechizo de la dama. Pero fue capaz de romper el hechizo y mi marido terminó la relación con la mujer dentro de las 48 horas, y se volvió a mí pidiendo perdón por todo lo que hizo y pidió perdón . Rezo para que Dios Todopoderoso seguirá utilizando a ayudar a otros people.Friends no permanecen en silencio porque dicen que " un problema compartido es la mitad PROBLEMA SOLUCIONADO " Pero yo os digo un problema compartido con este gran hombre es "un problema de forma permanente RESUELTO "porque alguien como DR SUNNY tiene una solución a todos sus problemas , no importa el problema sólo en contacto con él en su email: drsunnydsolution1@gmail.com estoy viviendo feliz ahora con mi marido y mi hijo de 2 maravillosa kids.DR SUNNY me dijo que también podría ponerse en contacto con él en cualquiera de los siguientes problemas :

    ( 1 ) quiere que su ex atrás .
    ( 2 ) Usted siempre tiene pesadillas.
    ( 3 ) Para ser promovido en su oficina
    ( 4 ) ¿Quieres un niño.
    ( 5 ) ¿Quieres ser rico.
    ( 6 ) que desee mantener su esposo / esposa para ti solo para siempre.
    ( 7 ) la necesidad de asistencia financiera.
    8 ) ¿Quieres estar en control de que el matrimonio
    9 ) ¿Quiere usted ser atraído a la gente
    10 ) La falta de hijos
    11 ) necesita un esposo / a
    13 ) CÓMO GANAR SU LOTERÍA
    14 ) HECHIZO DE PROMOCIÓN
    15 ) PROTECCIÓN DE HECHIZO
    16 ) HECHIZO DE NEGOCIO
    17 ) GOOD JOB HECHIZO
    18 ) cura para ninguna enfermedad.
    Contacto DR SUNNY hoy y se le alegra que usted lo hizo. Email: drsunnydsolution1@gmail.com

    GRACIAS POR SU TIEMPO

    ResponderEliminar
  2. Me parecio muy tierna la historia me atrapo y espero el proximo capitulo felicidades besos ARGENTINA

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...