Tan sola que me enamoré de tí - Sonia

Ahogándome sin beber ni una sola gota de agua, así es como tú has dejado mi vida. Queriéndote con un amor, que de tanto que te di, no pude ver, que tal vez tu no sentías. Era muy pronto, lo sé, enseñé muy pronto mis cartas, aposté tanto para que ganara nuestro amor, que no entendí que tu no tenías cartas, y nuestra partida se perdió... se acabó.

Ilusa, tonta romántica, que no aprendió que al amor se llega con tesón. Con una paciencia, que mi loco enamorado corazón no puedo tener, puesto que empezó a correr a ti en cuanto te vio.

Me desesperé tanto por ti, que no puede ver cómo ni cuándo te asusté. Me salté todos los pasos del enamoramiento, yo ya los sentía dentro de mi ... Y corrí, después de esos besos que me devolvieron la vida, quise más y lo quise ya... no esperé... te quería toda para mí, como yo me sentía toda tuya ya...

Mi desesperación me hizo crear una casa, un amor, por el tejado... cuando ni siquiera había puesto los cimientos...

Eran tan grandes las ganas que tenía de amarte, de sentirte, de crear una vida contigo que yo sola creé mi mundo a tu alrededor, sin ni siquiera haberte preguntado qué querías tú.

Di por sentando tantas y tantas cosas, quizás ese fue mi más grave error. Después de esas maravillosas noches en que nos regalábamos tantas caricias, besos, pasión... Noches que se hacían días, y como cual círculo vicioso regresaba de nuevo la noche y nos encontraba de nuevo llenas de pasión... de emoción, de dos corazones solos que se habían encontrado y se amarraron...

Luego entendí que lo que yo llamaba amor, sólo era desesperación...

Cuando toda persona pasa un tiempo sola, luego cualquier rayo de luz, de atracción, incluso amistad tiendes a disfrazarlo de amor...

Lo esperas tanto, tan vacía te sientes sin él, que cualquier muestra de cariño o afecto, lo confudes, y tu solitario corazón se lo queda porque esta tan solo como tú.

Que tarde entendí que lo que hicimos en aquella cama no era amor, era necesidad de cariño, de saberte amada por lo menos unas horas de un reloj, que aunque fueran pocas podrían ser reales.

Tus besos, que poco a poco fueron despertando mi dormida piel... Tu aliento, caliente que me quemaba hasta el alma... Tus manos que hicieron volar mi cuerpo.... tan dormido durante tanto tiempo...

Tus labios que dibujaban mi cuerpo creando mil colores a los cual agarrarme...

Y cuando nuestros cuerpos sudorosos llegaron a su cima, te miré lentamente a los ojos y supe que estaba engañándome.

Que tonta fui, incluso para irme contigo a la cama fingí enamorarme para que fuera menos doloroso el despertar...

El sentirme menos sola, saber que he pasado unas horas a tu lado, llenas de calor y tan lejos del amor, que tuve que engañar a mi pobre dolorido corazón.

Y ahora despierto, no sé cuántas horas han pasado... cobarde de mí, me dormí para evitar darte la cara o una explicación... tan tonta y tan vacía que quizás no valdría ni ser escuchada.

Ya no estás... no te lo reprocho... al contrario, te admiro por ello. Mientras nuestras bocas se juntaban y se unían no paraba de decir te quiero... de una forma tan falsa que no me extraña que el miedo te irritara la piel.

Pero, ni niña hermosa, tan sólo lo hice como escudo...

También sabía que era lo que tú querías, y te lo di... Unas noches,  y después un adiós...quizás llegué a quererte, no lo sé... pero ya no me importa...

Si ya había perdido antes de empezar contigo... por lo menos que menos que llevarme grabado el sabor de tus besos, el calor de tu piel...y ese te quiero engañado... que yo dije tan real, que ahora que te has ido me dice que fue verdad.

Tal vez me enamoré de una persona que no existe, o de una persona que sólo supo hacerme el amor....

Ya han pasado varios días, no sé nada ti, tampoco lo espero, pero el ahogo que me dejaron tus besos lo he compensando con los recuerdos que dejaste en mi piel.

No, quizás no te quise, sólo que cuando una persona sola encuentra un poco de afecto se agarra a ello esperando su gran amor...

Pero no lo es... ¿Sabes por qué?... porque en tus ojos, durante todas esas noches no me  vi, ni en un  momento reflejada...

Por eso sigo esperando, esperando ser más lista la próxima vez... que mi loco corazón enamorado no me juegue una mala pasada otra vez... pero sabiendo que soy tan tonta, que otra vez, volveré  a caer.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Sonia Derechos Reservados

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