No todas las historias tienen final feliz - Daniells

Con el amanecer del nuevo día Dani sintió que su barco finalmente había encontrado su puerto. Se había enamorado de aquella dulce chica con cara de niña y estaba dispuesta a todo con tal de que fuera para siempre. Con una sonrisa dibujada en la cara entro en la habitación y contempló el cuerpo semi cubierto de su amante y se sintió la mujer más feliz del mundo, incluso llegó a olvidar que el futuro podía ser incierto y nada fácil.

-  ¡Buenos días! – susurró al oído de Malu y esta, poco a poco, fue despertando. Una tímida sonrisa se mostro en su rostro y Dani no resistió la tentación de besarla, fue un beso rápido, fugaz, como esos que se toman robados.

- Mmm, - fue la respuesta de su ángel  en cuanto se separo de sus labios. – Daniela… yo... – intento decir Malu pero ella la silencio con su mano.

- No digas nada por favor. – le pidió y esta asintió. Para Malu aquella experiencia era totalmente nueva y se sentía aterrada. No solo por el hecho de creer haberse enamorado de una mujer sino por lo que sucedería después. – Anda, ven. – le pidió Dani y ella evitando pensar que era correcto y que no, la siguió. Camino lentamente a través de la habitación envuelta en las sabanas y juntas tomadas de la mano entraron en el cuarto de baño. Ella solo observo cada movimiento de Dani mientras preparaba la bañera con agua caliente y sales aromáticas. – Me das una escusa para usarlas. – dijo sonriendo mientras guardaba el frasco en su lugar. – ¿Quiero que te duches conmigo? – le pidió y Malu de inmediato se sonrojo. Ni siquiera con su novio había compartido una ducha y le pareció algo sumamente sensual e intimo. ¿Qué tenía aquella mujer? Se preguntó mientras se dejaba guiar por las manos de Dani que delicadamente retiraron las sabanas para dejar su cuerpo desnudo. La piel de Malu sintió nuevamente la corriente del deseo y como si estuviese hipnotizada se dejo llevar hacia el cuerpo de su amante.

Con las más delicadas caricias, Dani mojò el cuerpo de Malu y enjabonó, quería disfrutar de cada detalle de su piel, cada rasgo de su rostrò, queria enamorarse más si eso era posible.

- ¿Qué me hiciste? – le pregunto Dani al tiempo que besaba su rostro para luego, besar sus ojos y así seguir bajando hasta sus labios. Malu no decía nada se dejaba llevar por la pasión y el deseo nuevamente. No se reconocía a ella misma, ahora estaba experimentando aquello que tanto había leído de adolecente en las novelas “Harmony” la pasión pura y sin reserva que podía ofrecer el cuerpo de aquella mujer. Sin detenerse Dani continuo con el juego de la seducción pero sus labios se detuvieron por un instante en el que le pidió que se volteara de espaldas. Así con sus senos rozando la espalda de Malu, comenzó a recorrer cada centímetro de esta con sus manos y como antes sus labios entonaron nuevamente el dulce tormento que hacía de Malu nada. Con delicadeza y susurrándole palabras de amor al oído Dani beso el cuello y fue subiendo hasta el lóbulo de su oreja causando un gemido de Malu.

- Daniela esto. – dijo la parte racional de Malu por un segundo, pero Dani la callo al rozar sus pezones con las manos y masajearlos hasta volver a obtener otros gemidos de su mujer. Sin dejar de masajear los pechos que se llenaban de aire con la respiración entrecortada de Malu, Dani comenzó a trazar con la palma de su mano el camino hacia su sexo. Se detuvo un momento y fue Malu quien la ínsito a que continuara con un gemido que salió de lo más profundo de su garganta.

- ¡No te detengas! – mas que suplica fue una orden y Dani sonrió complacida. 

Lo que siguió a continuación fue la pasión sin ninguna reserva, Daniela hizo que Malu disfrutase cada segundo de aquel juego y con delicadeza volvió hacerle el amor, volvió hacerla suya. Malu también hizo que Dani se sintiese fuera del universo y juntas llegaron a tocar ese maravilloso mundo en el que desearon por un instante quedarse para siempre.

Sin fuerzas para respirar siquiera terminaron de ducharse. Dani ayudo a Malu con su albornoz y como si fuese una niña pequeña le seco el cabello, luego ella se puso su albornoz y juntas salieron a la habitación. Alli se respiraba el olor de la pasión, de lo que acaba de ocurrir antes. Malu se quedo parada frente a la cama, contemplando sus ropas dobladas sobre el escritorio y la cama des-tendida. No quería pensar, no quería reflexionar en lo que había pasado porque sabía que al hacerlo todo sería diferente.

- ¡Usa estas! – le susurro Dani dándole unos jeans y un pullover de mangas largas. Estaban en primavera pero la temperatura por las mañanas era aun un poco baja. Malu acepto las ropas y con timidez se giro para vestirse provocando una sonrisa en Dani. – no tengo zapatos de tu numero, lo siento. – comentó tras mirar entres sus cosas.

- Esta bien, gracias. – susurro Malu.

Una vez vestidas, Dani se preparo para enfrentar el mundo una vez salieran de su habitación. Pasaban de las diez de las nueve por lo que ya sus abuelos y sus padres estarían levantados. El sol entro por la puerta e ilumino todo cuando Dani abrió esta. Malu mira hacia el exterior y sintió como su corazón latía fuertemente. Era la hora se dijo. Tomo un buen respiro y camino hacia donde Daniela.

- No hemos hecho nada malo. – le susurro Dani cuando ella paso por su lado deteniéndola del brazo. Malu sólo asintió y le sonrió.

...

Tal y como lo había imaginado cuando bajaron al comedor se encontraron con casi todos aquí. Su abuela que ponía jugo en la mesa, sus madres que traían tostadas y sus abuelos que junto a Jessi y Davide comenzaban a desayunar.

- ¡Buenos días! – saludo Dani y ella sólo sonrió a todos.

- Buenos días, cariño. – saludo una señora mayor que ocupaba un lugar junto al abuelo de Dani. Sus abuela, comprobó Malu ya que Dani su madre y esta se parecían mucho.

- Daniela podías habernos dicho que la amiga de Jessi se quedaría en casa, podía haber preparado la sala de la tv para ti. – dijo su madre sentándose también a la mesa. – pero siéntate niña, no mordemos ¿y debes de tener hambre? – exclamó la madre de Dani y ella se siento morir de vergüenza. Acababa de hacer el amor con una mujer, con Daniela y ahora estaba allí frente a su familia como si nada hubiese pasado.

- Sí, Malu, Ven, siéntate, cuando terminemos de desayunar Dani nos llevara a casa. Verdad Dani.- dijo su amiga. Su mejor amiga que no tenía ni la menor idea de lo que había pasado en aquella habitación.

Segunda Parte y Final

Daniela se sentó y ella también lo hizo pero evito encontrarse con la mirada de esta. Durante los minutos que duro el desayuno permaneció así, callada y con la cabeza baja, respondiendo con monosílabos a las preguntas de Jessica y de su abuela que era una señora muy simpática. Al terminar el desayuno Dani subió a su habitación para buscar las llaves del auto mientras ella y Jessi le esperaban en la terraza.

- Malu, tengo que decirte algo y espero que no me odies. – le dijo Jessi abrazándola tan cariñosamente como siempre. – es que como ayer Dani iba a dormir con mi primita no pensé que fuese necesario, pero como se que durmieron juntas.

Al decir aquello Malu se sintió morir, Jessi sabía que habían dormido juntas.

- Dani es gay. Pero tranquila que no es mala persona, ni nada. – termino Jessi y ella suspiro, por un segundo pensó que su amiga sabía lo que había pasado entre su prima  ella.

- Jessi ya sabes que no tengo prejuicios. – fue lo único que le contesto a su amiga y esta le sonrió feliz porque aceptaba a su prima. No todos sabían que Dani era gay, solo su madre, sus tías y sus primas, también su abuelo porque era como un padre para ella. Su abuela y su padre no sabían de esto porque así lo había querido Daniela y los demás respetaban su decisión.

Cuando Daniela llego con las llaves, Davide se despidió de Jessi con un hasta un rato ya que iban a pasar el día juntos, al parecer las cosas iban más allá de una sola noche y eso hacia feliz a Daniela porque conocía a su amigo y a su primita.

Las tres subieron al auto, Dani conducía, Jessi iba a su lado y Malu nuevamente se sentó en el asiento de atrás. Esto permitía que Dani la mirase por el espejo.

Un poco antes de llegar a la casa de ella Jessica nuevamente propuso una de sus maravillosas ideas.

- Dani, porque no vienes con Davide y yo. ¿Vamos a ir a dar una vuelta y luego a tomar algo? – pregunto Jessi y Daniela respondía tras mirarla a ella.

- Solo si Malu nos acompaña. No me gusta ir de tercera. – dijo y ella se quedo paralizada. Por un segundo pensó que diría de lo que había pasado. 

El silencio reino por unos segundos, Jessi se quedo mirándola, esperando su respuesta.

- Mmm, perdón, pero... no puedo. Tengo cosas que hacer. – mintió, la verdad era que nunca hacia nada los sábados pero igual y no estaba segura de querer pasar el día o la tarde con ella. Al llegar a la casa el auto se detuvo frente a esta y las tres bajaron.

- Nos vemos el lunes.- dijo Jessi saludándola con un beso en la mejilla, entonces ella se acerco para despedirse de Dani, no sería correcto que entrase sin siquiera saludarla. Se acerco lentamente a ella, Daniela se había arre costado al auto mientras ella y Jessi se despedían y allí en aquella posición, se veía muy hermosa.

- Gracias por todo, Daniela. – dijo tímidamente sin verla a los ojos, su mirada hacia que su cuerpo temblase de solo recordar que habían compartido horas antes.

- De nada, para mí fue un placer. – respondió Dani aceptando el beso en la mejilla que esta le ofrecía. Malu respiro por última vez el delicioso aroma de Dani y se apartó para entrar en casa.

Una vez en el auto Dani condujo de regreso a casa, donde Davide esperaba a Jessi. Al llegar estos se fueron a dar una vuelta por la ciudad mientras que ella se fue a su cuarto. Entrar en aquel lugar  donde solo unas horas antes le había hecho el amor a Malu fue como revivir esa magnifica experiencia. No tenia deseos de cambiar las sabanas, todo el contrario, deseaba sentir el olor de la piel de aquella mujer y memorizarla.

Por su parte Malu no pudo dejar de pensar en las caricias de Daniela, en sus besos, en su piel. Cada vez que cerraba los ojos aquellas imágenes la asaltaban y  la hacían sentir culpable. Había traicionado a Jorge y no estaba segura de que pasaría en adelante.

Nada eso fue lo que sucedió, había pasado la mejor noche de su vida con una mujer de la que se había enamorado desde el fondo de su alma, pero nada de aquello tenía sentido para Malu. Aceptar una vida llena de reproches, de dolor y culpas no estaba hecho para ella aun cuando podía asegurar Daniela habría estado a su lado.

Después de aquella noche Malu siempre guardo en su memoria el recuerdo del aroma y la suavidad de la piel de Daniela.

Daniela siempre espero, deseo que aquello que juntas habían compartido no fuese solamente una noche, pero en el fondo siempre supo que Malu no estaba preparada para enfrentarse a esa realidad. Siempre la llevo en su corazón, siempre recordó los dulces labios de aquella chica que había logrado enamorarla.

Desde entonces han pasado varios meses.

Malu terminó su relación con Jorge y sigue concentrada en sus estudios, desde Daniela y Jorge, no ha tenido otras relaciones, pero su vida es tranquila y así lo prefiere.

En cambio Daniela ha tenido otras relaciones pero en ninguna ha vuelto a encontrar lo que sintió con Malu, no sé da por vencida y continua esperando que el amor vuelva a sorprenderla.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ®Daniells Derechos Reservados

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