Capítulo 5
ABIGAIL
Esto debe ser una broma, ¿un niño? No, esto lo debe
de estar diciendo porque está drogada…
-
No podemos dejarla
así- la cara de Claudia reflejaba preocupación. La habíamos vuelto a sentar
porque ni siquiera se tenía de pie estando apoyada en la pared. Estaba al borde
del coma etílico, o no sé, tal vez de algo peor.
-
Lo sé- No Abi, no jodas tu noche por ella, ¡JODER!,
soy una autentica gilipollas. Saqué mi teléfono del bolsillo, llamé a un
taxi y lo volví a guardar en mi pantalón- oye bonita- la agarré de la cintura-
sé que lo de esta noche se ha jodido, pero me gustaría seguir en otro momento-
ella me sonrió y me besó, al separarse tenía mi móvil en sus manos, no me había
dado cuenta de cuándo lo sacó de mi bolsillo. Se mordía el labio, dios cada vez odio más a Alejandra, me ha
tirado por alto una muy buena noche. Me tendió el teléfono.
-
Mañana libro,
espero tener un mensaje tuyo- me brindó una sonrisa pícara y me volvió a besar.
Escuchamos un claxon, sería el taxi. Entre las dos la levantamos y la llevamos
a la calle, efectivamente, era el taxi. Con la ayuda de Claudia la metí dentro.
Antes de subirme volví a agarrarla por la cintura y la besé, diciéndole con ese
beso que quería terminar lo que habíamos empezado.
-
Mañana te llamo- le
sonreí, ella a mí y sin mas me monté en el taxi y me fui. Todavía estaba dándole
vueltas a por qué había arruinado mi noche por una mujer a la que tanto odiaba.
ALEJANDRA
Abrí los ojos poco a poco, sentí que mi cabeza iba a explotar de un
momento a otro. Apenas recordaba lo que había pasado esa noche a partir de mi
conversación con el desgraciado de Antonio…
Cuando llegué con las chicas al pub, lo vi echado en la barra con su
jefa y con mi otro profesor. Se notó a leguas su cambio de expresión cuando vio
que estaba allí, pasó de una sonrisa preparada para ligar a una expresión de:
estoy en apuros. Como si nada se acercó y nos saludó a todas, notó mi cara de
descontento y me alejó de las demás.
-
Ey guapa, ¿qué
pasa?
-
¿Qué pasa? ¿A caso
no pensabas decirme que ibas a salir?
-
Oye que tú tampoco
me has dicho nada y aquí estás- parecía que le importaba poco.
-
He venido porque me
dijeron que venías, pero antes de eso pensaba que pasaríamos el viernes juntos-
Resopló, ¿pero que se cree?
-
Será mejor que
salgamos a fuera- me agarró de la mano y me sacó del local- A ver, ¿qué pasa?-
en ese momento, mi cabeza soltó todo lo que tenía guardado todo ese tiempo.
-
Sólo quiero saber
por qué estás así conmigo, llevamos quedando casi un mes y casi dos semanas acostándonos…
quiero saber qué somos por qué yo no soy como las demás mujeres, yo no puedo ir
teniendo un novio una semana y otro otra, no puedo, salí contigo porque me
gustabas mucho y porque creía que yo a ti también pero con el paso de los días
parece que tu interés por mi está bajando- suspiré hondo por lo que iba a
decir- Antonio…yo tengo un hijo, tengo que tener una estabilidad emocional y
necesito saber qué somos- Sus ojos se abrieron como platos.
-
¿Un hijo?-
Asentí-¿Por qué no me lo dijiste antes?
-
Porque tenía
miedo…los hombres no reaccionan muy bien cuando se enteran de que soy madre
soltera…pero por lo que estoy viendo el no decírtelo ha sido un error.
-
Oye Alejandra, lo
nuestro solo era para pasárnoslo bien, yo no quiero ningún tipo de relación
seria- estaba luchando para que mis lágrimas no cayesen delante de él, no se
las merecía-pero si quieres podemos seguir pasándolo bien- se intentó acercar a
mi para besarme.
-
Ni se te ocurra
tocarme. No quiero saber nada de ti- No me lo podía creer, había caído en las
redes de un estúpido engreído como si fuese una cría. Me sentía utilizada. Al
volver dentro del local en busca de Carolina para contarle lo sucedido y
desahogarme con alguien, ella me estaba buscando.
-
Ale me tengo que
ir.
-
¿Qué? Si acabamos
de llegar.
-
Lo siento mucho- me
dijo con cara de pena- pero me acaba de llamar mi compañera de piso, dice que
se ha roto una tubería en la cocina y que el agua no para de salir. Me tengo
que ir corriendo, lo siento, el lunes nos vemos, disfruta de la noche- Y sin
dejarme decirle nada mas se fue.
A mi lo único que me apetecía en ese momento era beber. Me senté en un
taburete al fondo de la barra y pedí una copa y después de esa otra, y otra...
mi corazón se terminó de romper cuando lo vi ligando con otra chica, ¿no podía esperar a que yo no estuviera
presente? No lo miré mas, solo me centré en mi copa. Después de eso no
recuerdo nada…
Miré a mí alrededor, estaba tumbada en un sofá bastante grande, estaba
totalmente estirada y aun sobraba espacio. Intenté incorporarme pero parecía
que me había pasado un elefante por encima, tenía nauseas y mi cabeza me dolía
como nunca me había dolido. Cuando por fin me pude incorporar miré a mí
alrededor. Estaba en un salón muy amplio e iluminado, con muebles muy
minimalistas y modernos. Había cuatro puertas cerradas, y una de ellas llevaba
a la cocina ya que se veía una barra que conectaba los dos espacios. Había un
gran ventanal que daba una terraza. Intenté mirar pero la luz hacía que mi
dolor de cabeza aumentase aunque era casi imposible un dolor mayor. Me eché la
mano a la cabeza, apretaba los ojos intentando buscar en mi dolorida cabeza
donde estaba y como había llegado hasta aquí. Me miré y aun llevaba mi vestido,
lo único que no tenía eran mis zapatos. De repente escuché la puerta principal
abrirse y cerrarse. Miré asustada, no tenía ni idea de quién era la casa,
aunque mis ojos no se pudieron abrir mas al saber de quien se trataba. Era Abi.
Venía en ropa deportiva toda sudada.
-
Bien, al menos no
te has muerto ni me has vomitado en el sofá- Entró a la cocina y salió con dos
vasos de agua. Puso uno enfrente mía acompañado de una pastilla- Tómalo como el
servicio de desayuno- Ella comenzó a tomarse su vaso de agua. Yo me quedé
mirando la pastilla.
-
¿Qué es?- Ella me
miró extrañada.
-
Es un ibuprofeno,
para tu cabeza, joder, ayer seguro que no pediste tantas explicaciones cuando
te ofrecieron pastillas eh.
-
¡¿Qué yo qué?!
-
Sabía que eras una
irresponsable pero no que llegaras hasta esos extremos y más si es verdad que
tienes un hijo- ¿anoche le dije a Abigail que tengo un hijo? Bien Ale, ¡¡muy bien!!
-
Ahora mismo mi
cabeza me va a explotar así que ¿serias tan amable de explicarme que es eso de
las pastillas?
-
Pues resulta que
anoche te encontré en el callejón del pub tirada en el suelo, borracha a mas no
poder y drogada, oye, no me voy a meter en tu vida pero si consumes normalmente
deberías dejarlo- parecía que se estaba cachondeando de mi, la prefería cuando me ignoraba.
-
Oye yo no soy una
drogadicta- dije enfadada.
-
Pues si no lo eres,
hiciste una cosa de las mas irresponsables que podías haber hecho ¿y si te
hubiese dado una sobredosis al no estar acostumbrada? Tus compañeros no estaba
muy por la labor de ayudarte- me quedé callada. La verdad es que ni yo misma me
lo explico. Nunca había tomado drogas. Me tomé la pastilla y el gran vaso de
agua. Me sentó genial.
-
Gracias por traerme
a tu casa… no me puedo ni imaginar que pensaría mi madre si me hubiese visto
llegar así y ni que decir de… mi hijo- agaché la cabeza avergonzada.
-
No tienes por qué
darlas, pero si no te importa, me gustaría que te fueras- me dijo con toda la
naturalidad del mundo- tengo muchas cosas que hacer y supongo que cuanto antes
te vayas mejor, por eso de que tu madre no sabe donde estás. ¿Quieres algo de
ropa?
-
No…gracias- Me
levanté, no quería seguir allí, me sentía avergonzada e incómoda- De
nuevo…gracias- apenas la miré y salí del piso.
Al salir a la calle, me tomé un momento para ubicarme, no estaba muy
lejos. Tomé un taxi y en unos minutos llegué a casa. Al llegar vi que aún no se
habían levantado. Fui al baño, me duché y me puse mi pijama, al salir vi que mi
madre ya se había despertado.
-
Buenos días- le
dije a mi madre fingiendo que me acaba de despertar.
-
No creas que me la
vas a pegar, sé que no has venido a dormir. Aunque no me importa, ¿te lo
pasaste bien con Antonio?- En ese momento mis lágrimas comenzaron a salir, me
sentía tan mal aún- oh cariño ¿qué pasa?
-
Es un cabrón mamá-
ella me abrazó- me siento estúpida, utilizada, una autentica gilipollas mamá-
intentaba que no se me escuchara mucho, no quería despertar a Víctor y que me
viese así.
-
Shhh cariño, ya
está, no eres nada de eso, solo una chica a la que le ha gustado un chico y no
ha salido bien.
-
Pero mamá, no
perdió el tiempo en ligar con otra chica delante mía.
-
Ha sido lo mejor
cariño, has visto como era realmente antes de que tus sentimientos por él
fueran a mas.
-
Llevas razón…Te
adoro mamá- le sonreí levemente, necesitaba esas palabras.
-
Y yo a ti mi vida.
-
Buenos días- una
voz soñolienta sonó a nuestras espaldas, me limpie las lágrimas y forcé mi sonrisa.
-
Buenos días
dormilón- le di un sonoro beso en la mejilla- ¿qué quieres que hagamos hoy?- me
miró extrañado.
-
Hoy no vas a salir
con el hombre ese- me reprochó.
-
No cariño- le
sonreí- sabes que el único hombre de mi vida eres tú.
ABIGAIL
Esa noche al llegar al piso, el taxista me tuvo que ayudar a subirla y
llevarla al sofá, le tuve que dar una buena propina por ello. Le quité los
zapatos y la puse de lado por si vomitaba, rezaba porque no lo hiciese, mi sofá
es muy muuuy caro. Me fui para mi cuarto y le mandé un mensaje a la camarera avisándola
de que ya había llegado a casa y que esperaba que nos viéramos mañana, ella me
contestó enseguida deseándome buenas
noches. Me cambié y me acosté. A la mañana siguiente, me desperté muy temprano,
normalmente después de haber trasnochado tanto me hubiese despertado unas tres
horas después pero tener a una de las personas que tanto he odiado en mi vida
en mi casa me quitó el sueño. Salí al salón y ella seguía allí así que decidí
salir a correr para ver si al volver no seguía en mi casa. Pero no fue así,
cuando volví ella estaba en mi sofá, después de una pequeña aclaración de lo
que pasó esa noche conseguí que se fuera, dejándome una sensación extraña… pero mira que eres idiota Abigail.
El día trascurrió con normalidad y cuando se acercó la hora de la
cena, llamé a mi camarerita para ver si le apetecía cenar conmigo y ella
aceptó. Me duché y me vestí con unos chinos, una blusa de gasa y una
bailarinas, algo informal para mí, llamé a un taxi y fui a recogerla. La cena
fue muy amena, reímos y nos contamos algunas cosas de nuestras vidas, yo
obviamente, le dejé claro que no buscaba nada serio, ella se decepcionó un poco
pero me agradeció que le dejara las cosas claras para así no confundir las
cosas. Después de la cena la invité a una copa, copa que nos tomamos muy rápido
ya que no aguantábamos las ganas que nos teníamos. La pasamos muy bien esa
noche, tanto que se quedó el día siguiente en casa, comimos juntas, vimos una
peli y sobre todo, practicamos sexo hasta estar exhaustas.
Ya era de noche, estábamos esperando la comida china que habíamos
pedido, le dije que podíamos salir a cenar otra vez, que yo le prestaba ropa,
pero ella me dijo que nos quedáramos en casa, que así teníamos la cama mas
cerca. A mí me pareció perfecto. Estábamos viendo la tele, ella me besaba de
vez en cuando y yo no soltaba sus pechos. Si el repartidor no llegaba pronto me
cenaría a la chica. El timbre sonó y fui a abrir cartera en mano. Tal fue mi
sorpresa al abrir y encontrarme a Carlota.
-
Hola guapa- me
sonrió.
-
Ey, ¿qué haces
aquí?- le di dos besos- yo te hacía aún de viaje- Carlota se iba por un mes a
Suiza por negocios.
-
Me necesitaban aquí
y he tenido que adelantar mi vuelta, no tenía nada para cenar en casa así que
había pensado invitarte a cenar- en ese momento vi como miró hacía dentro del
piso y vio a Claudia- pero veo que estás ocupada, siento no haberte avisado,
mejor nos vemos en otro momento- me besó la mejilla y se disponía a irse cuando
la agarré del brazo.
-
¡No! Espera, quédate-
Claudia, al ver que tardaba tanto se acercó a la puerta.
-
¿Ocurre algo Abi?
-
No, os presento:
Claudia ella es Carlota una amiga, Carlota ella es Claudia otra amiga- se
dieron dos besos.
-
Encantada.
-
Lo mismo digo,
siento haber escuchado la conversación, pero si quieres te puedes quedar a
cenar, hemos pedido comida china más que de sobra para las tres.
-
Me encantaría.
-
Pues no se hable
más, pasa y ponte cómoda- se sentó en un lado del sofá mientras yo le llenaba
una copa del vino que estábamos bebiendo.
Estuvimos charlando las tres largo y tendido mientras esperábamos la
cena y durante ella. Las dos se cayeron genial, Claudia estudiaba diseño
gráfico y Carlota trabajaba en una empresa de publicidad, por lo que tenían
muchos temas de los que hablar. Yo estaba disfrutando mucho de la velada, en
pocas ocasiones se tenía a dos bellezones así, una a cada lado, y además tan
inteligentes. Después de cenar, insistí en recoger la mesa. Cuando volví al
salón pude ver una mirada en Carlota que conocía muy bien, a ella le había gustado
Claudia. No me puse celosa ni nada por el estilo, lo único que paso por mi
mente era que teníamos gustos muy parecidos y eso me causó gracia.
Una botella de vino después, la conversación se tornó a algo mas
picante, no me di ni cuenta de como llegamos a hablar de sexo y de nuestras fantasías
sexuales. Durante la conversación salió a la luz que me había acostado con las
dos, por un comentario que hizo Carlota, a mí no me molestó, no era nada malo,
pero no quería que el ambiente se pusiera tenso aunque fue todo lo contrario.
En un momento que Claudia fue al baño, Carlota se acercó y me besó.
-
¿Sabes? Echaba un
poco de menos tus labios, pero no te lo creas mucho, solo un poco- volvió a
besarme- debo decir que tienes muy buen gusto.
-
Lo sé, se nota a
leguas que te ha gustado Claudia, no paras de mirarle el escote- recibí una
palmada en el brazo y un beso- pídele su número, seguro que te lo da, eres una
mujer maravillosa- me sonrió, negó con la cabeza y me besó.
-
No es lo que tenía
en mente precisamente- me dijo sin apenas separar sus labios de los míos.
-
Oh lo siento…será
mejor que me vaya- dijo avergonzada Claudia al volver del baño.
-
No te preocupes
preciosa- dijo Carlota, se levantó del sofá e hizo algo que me puso muy muuuy
caliente: agarró dulcemente la cara de Claudia y sin pedir permiso la besó y,
después de unos segundos, Claudia correspondió el beso agarrándola por la
cintura. Se separaron y Carlota la cogió de la mano y la sentó como estábamos
anteriormente estando yo entre las dos. Carlota me volvió a besar, mientras
Claudia nos miraba sedienta de deseo, segundos después la volvió a besar, sus
labios estaban tan cerca de mí…dios, no
me puedo creer que esté pasando esto… ¡¡GRACIAS KARMA!! Yo lamía mis
labios, mi cuerpo se estaba encendiendo como nunca. Claudia se separó de
Carlota y comenzó a besarme el cuello, Carlota tampoco perdió el tiempo y fue a
por mis labios. Una me acariciaba los pechos, la otra la parte interna de los
muslos.
-
¿Qué os parece si
seguimos en la habitación? Estaremos mas cómodas- mi voz estaba ronca, no podía
estar mas cachonda.
Pude ver decisión en Carlota y un momento de duda en Claudia, no iba a
forzarla, ni mucho menos, solo llegaríamos hasta donde quisiésemos las tres. Al
final Claudia sonrió y asintió y Carlota se levantó como un resorte, luego
Claudia y después yo. Las cogí de la mano a las dos y fuimos para mi cuarto. En
ese momento agradecí en silencio a Santi, él me convenció para que me comprara
una cama de las más grandes.
Llegamos y las dos se subieron a la cama y yo comencé a sacarme la
camisa, ellas acudieron para ayudarme. Carlota fue desabrochando mis botones y
Claudia se abrazó a ella por detrás y comenzó a besarle el cuello. Cuando
terminó con mis botones, me la quitó, la lanzó al suelo y prosiguió con mis
pantalones y así, poco a poco, nos fuimos desnudando hasta que nuestras pieles
se rozaban completamente. Chupé los pezones de las dos mientras ellas se
besaban, no sabía cual de ellos me gustaba mas, eran deliciosos. Las chicas
estaban igual de calientes que yo, lo pude comprobar cuando, al mismo tiempo,
pasé mi mano por sus coños escurridizos, tenían hasta los muslos mojados. Quería
follármelas y lo quería hacer ya. Las tumbé a las dos, agarré la mano de
Carlota y la puse justo en el clítoris hinchado de Claudia. Entre las dos
comenzamos a estimularlo y la chica comenzó a gemir, su orgasmo no se haría
esperar mucho, las tres estábamos que explotábamos nada más con los besos y con
el roce de nuestros cuerpos. Dejé que Carlota siguiese con lo que estaba
haciendo y yo fui descendiendo por su cuerpo dejándole besos en cada centímetro
de su piel hasta que llegué a su coño rasurado, era tan apetitoso, tenia el
clítoris tan hinchado que le sobresalía, estaba empapada. Sin pensarlo mucho
pasé mi lengua por él, su gemido seguro que se escuchó en todo el bloque, ella
había comenzado a meter dos dedos en Claudia y ella tenía un vaivén que
indicaba que en poco tiempo se correría, yo seguí estimulando a Carlota, ella también
estaba llegando y unos segundos después llegó el orgasmo de ambas, casi al
mismo tiempo. Cuando sus cuerpos se relajaron completamente y como si se hubiesen
puesto de acuerdo, las dos fueron a por mi, las dos besaban mi cuerpo, era una
fantasía que jamás creí que se cumpliera, esto
lo recordaré por el resto de mi vida. Me sometí al puro deseo, se turnaron
para besarme, para acariciarme y para degustarme, yo intenté aguantar todo lo
posible, pero mi orgasmo llegó enseguida. Las tres nos abrazamos durante unos
minutos, pero la noche no había acabado, ni mucho menos. La noche siguió, las
tres nos fuimos a la ducha, nos enjabonamos, gemimos y llegamos al clímax.
Después volvimos a la cama y la noche siguió entre besos, caricias y orgasmos.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Xiion - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
wow-. wow-. wooooow-.
ResponderEliminarmuy buen capitulo-.- escribes de lo
más chulo-.- <3
ummmmmmmm que imaginacion :)
ResponderEliminarUfffff me hizo calorr que hermosa fantacia jaja pero debo decir q pense q se iban a enamorar las dos claudia y carlota pero solo fue atraccion.sexual.??las quiero juntas a ale con abi y carlota con claudia
ResponderEliminarEsta Abi es de temer! jejeje.
ResponderEliminarMuy bueno el capitulo!! ���� Jajaja . Me encanta Abi disfruta de la vida siendo buena gente y sin engañar a nadie, y tb me gustará ver como Ale y ella se enamoran . Carmen
ResponderEliminarGracias gracias todos los días entro para ver si publicaron el siguiente capitulo y la historia va bien. Me tiene al pendiente
ResponderEliminarMuy buen capitulo!! �� jajaja Me encanta Abi, disfruta de la vida siendo buena gente y sin engañar a nadie y tb me gustará ver como se enamora de Ale. Carmen
ResponderEliminar