Paris - Nessa - 18

CAPITULO 18

-         Buenos días

-         Auch–dije masajeando mi cuello- Buenos días Mayra, ¿qué tal tu primera noche en Bogotá?

-         Es una broma –me dijo algo molesta- se fueron dejándome de niñera, estuvo aburriiiidisima. –acercándome una taza de café- pero por lo que veo ustedes la pasaron genial.

-         ¿a qué te refieres? –pregunte algo confusa-

-         Pues Mariana no ha llegado lo que me confirma lo buena que estuvo la fiesta para no venir a dormir. –mire alrededor y efectivamente no había llegado, no estaba su chaqueta en el piso, era algo común en ella tirarla al piso cuando llegaba- debiste dormir en su cuarto, ese sofá es horrible deberían cambiarlo bueno eso si mi mama ya no trae uno con la lista de todo lo que deberían cambiar.

-         Verdad tu familia ¿Dónde está?

-         En casa de mi tía.

-         ¿Carla esta con ellos?

-         Mi mamá o la señora González –la mire algo molesta- tienes que ser específica, ambas tienen el mismo nombre y si esta con ellos.

-         Me iré a duchar ¿puedes cuidar de Paris?.

-         Tendrán que pagarme por esto, no tardes quiero salir estoy aburrida.

No dejaba de pensar en que podría estar haciendo Mariana, con quien podría estar para no haber venido a dormir, será que se quedó con alguna de las chicas que estaba anoche, la imagine en otra cama con una extraña besando su cuello acariciando su piel “no mas Emi, déjalo así” me dije, salí de la ducha me vestí con unos jeans rasgados, una blusa blanca y unos tenis.

-         Listo, ya puedes irte. –le dije a Mayra- Disfruta Bogotá

-         Casi que no, ¿me prestas tu auto?

-         ¡Jamás! Es nuevo, además no tienes licencia así que usa tus pies o una bicicleta. –se molestó por mi comentario- si quieres te doy dinero supongo que no tienes.

-         Bueno eso estaría mejor, -tome dinero de mi cartera y se lo di­- gracias Em, al menos tu estas pendiente mi hermana como raro no está.

-         Llámame si necesitas algo, vale. –se acercó y me abrazo, no me gustaba la idea de que saliera sola a una ciudad tan grande como está pero presentía que se vería con Mike, se habían entendido muy bien además vi su motocicleta en la acera- bueno solo quedamos tu y yo -le dije a Paris- te parece si salimos a caminar.

Desayune, recogí el desorden y asee a Paris para llevármela al parque, tome el coche, la maleta y su peluche favorito, estábamos lista para salir y la puerta se abrió, era Mariana se veía cansada, podía sentir el olor a trago.

-         Buenos días –nos dijo- van de salida, ¿verdad?

-         En realidad son tardes, y no te acerques apestas a alcohol, dúchate.

-         Solo quiero saludar a mi pequeña, no puedo.

-         Claro que puedes pero no quiero que te le acerques asi.

-         Así ¿cómo? –se acercó, así que me aleje de Paris­- ¿Qué te pasa?

-         En serio quieres saber –asintió- se te olvida que tenemos una responsabilidad –señale a Paris- no puedes darte el lujo de desaparecer y dejarle a tu hermana el cuidado, ¡Carajo! Estamos juntas en esto.

-         Lo sé solo no quería venir, no se fue una noche extraña.

-         Pero es que no un día no quieras venir, debes hacerlo Mariana esto no es un juego, no puedes llegar un día y no querer más, esto es permanente, a veces me cuestiono porque Cris te escogió.

-         Hasta yo me lo pregunto.

-         Necesito saber que quieres esto, que puedo contar contigo, que llegaras a dormir.

-         Dame tiempo, solo eso.

-         ¿Más tiempo? Se consiente de lo que nos jugamos, su custodia, su futuro esto ya no trata de nosotras de lo que éramos antes de que llegara a nuestras vidas, ahora somos lo que tiene. –intento acercarse más así que retrocedí- no puedo hacer esto sola, y tú no puedes llegar alcoholizada, ella no puede verte así y yo menos.

-         Estoy confundida, no sé bien si deseo continuar con esto.

-         Como me gustaría no haber escuchado eso –miramos la entrada y estaba el abogado Rodríguez con la madre de Mariana, se podía ver en su rostro la decepción- no llegue en un buen momento.

-         No sabíamos que vendría –le dije, mire a Mariana pero ella no decía nada, no reaccionaba- siga, desea algo de tomar.

-         No gracias, las veo mañana les daré un día más solo por el afecto que le tengo a la señora González, y por favor señorita Montenegro dúchese hasta aquí me llega el olor a alcohol. Que tengan buena tarde, permiso.

-         Lo que faltaba –le dije, estaba tan molesta justo tenía que llegar hoy, esto no pintaba bien- lo mejor será que busque un apartamento. Vamos pequeña.

-         Lo siento –decía sin mirarme, prefería salir y calmarme antes de decidir algo- en serio no sabía que esto pasaría.

-         Tranquila nadie lo sabía –le dijo Carla, yo solo salí de allí-

Camine un largo rato, no tenía destino fijo solo quería caminar y caminar, después de largo tiempo Paris se durmió, era tan inocente tenía miedo de perderla ya estaba tan ligada a ella que la idea de que se alejara me asustaba; podía verla dormir sin cansarme, sin evitar sonreír; no tendría por qué seguir en Bogotá si ella no estaba conmigo, no tendría razón para levantarme a las tres de la mañana con un llanto desesperado, plantee mi vida en los últimos meses a su alrededor, a cuidarla, a vivir para ella, ¿Qué haría sin ella?.

ANGELA

Como era de esperar estaba muy molesta y dolida aun, sé que provoque lo de anoche pero no esperaba que la besara a ella, de tantas chicas que había en ese lugar tuvo que ser a ella, no sabía que decirle a Emily no era su culpa pero ella no hizo nada solo se dejó besar. Lo único bueno de esa noche fue saber que aún me quiere tanto como yo a ella, nos necesitamos era inevitable reencontrarnos pero no esperaba que fuera así.

-         Hola mamá –me acerque para besarla- ¿me extrañaste?

-         Angie debiste haber venido con nosotros el viaje a Portugal estuvo increíble. Conocimos un chico muy lindo.

-         No empieces, sabes que no estoy buscando relaciones –dije tomando una manzana- y menos con un chico –dije en voz baja, esperando que no me escuchara- y ¿papá?

-         Salió muy temprano a jugar golf, pero no me cambies el tema –sabía que vendría su discurso- desde que cancelaste tu compromiso con Daniel no te he conocido ningún pretendiente, ya es hora sino envejecerás sola y amargada.

-         Mamá por favor no hagas esto.

-         Debo hacerlo no quiero verte sola y triste.

-         Pero no estoy triste

-         No te creo, soy tu mamá lo olvidas –jamás podía ocultarle nada era como si me espiara-  te escuche llegar en la madrugada, me acerque a tu cuarto y estabas llorando – se sentó a mi lado- quiero que me cuentes que te pasa, en algo puedo ayudarte –negué con mi cabeza- bueno al menos podre aconsejarte.

-         Mamá es complicado, conocí a alguien hace algunos meses fue asombroso, me hacía reír, me cuidaba, estaba pendiente de mí y aún mejor me quería, me daba esa libertad que tanto deseaba era tan mágico pero nos herimos tanto que no nos logramos perdonar o bueno yo no logro hacerlo.

-         Espera lo conociste cuando estabas comprometida con Daniel –asentí- lo entiendo todo, princesa si todo es tan mágico como lo describes ¿Por qué no lo perdonas?.

-         Tengo miedo mamá, si le perdono y me lastima de nuevo. Le quiero tanto es la única persona con quien me plantee un futuro. –me abrazo-

-         No lo sabrás si no lo intentas, además es inevitable no todo es color de rosa. –beso mi frente- Igual si eso pasa yo estaré aquí para ti, siempre lo estuve y esta no será la excepción.

-         Gracias mamá –dije tomando su mano- lo pensare.

-         ¿Lo conozco?, ¿es guapo?, dime su apellido quizás conozca a su familia.

-         Ese es el pequeño detalle mamá, es una… una gran persona –no tenía el valor de decirle a mi madre que era una mujer, que me había enamorado de una mujer- esinteresante y bastante agradable.

-         Pero dime su nombre Angie.

-         Su nombre es… -fui interrumpida por el timbre, ‘me ha salvado la campana’ dije, quizás debía esperar un poco más para contarle a mis padres, porque Pablo ya lo sabía- luego te cuento, me iré a mi cuarto.

-         Señorita Angela es para usted –dijo Carmen la empleada- es una chica llamada Lauren, permiso.

-         Gracias Carmen –me acerque a la puerta algo temerosa, pero en el fondo me alegraba verla- ¿Qué haces aquí?

-         Hola, a mí también me alegra verte. –sonrió-

-         No estamos para esto, Pablo no está llámalo la próxima. –dije dándole la espalda- Adiós.

-         Espera –tomo de mi brazo, tenía esa sensación de nuevo la provocaba al tocarme y ocurría lo mismo con ella cuando rosaba su piel- sabes que no vine por el pero me diste una excusa para mi próxima visita –me guiño el ojo- como dije hare que me quieras de nuevo.

-         No es ni el lugar, ni el momento adecuado para esto, vete por favor.

-         Me iré si me aceptas un café. –de nuevo sonreía, era tan hermosa me resultaba difícil decirle que no- después veremos qué pasa.

-         Está bien nos vemos a las 4 en el café de siempre –levanto su puño en señal de victoria, podía ser tan infantil a veces-, ahora vete.

-         Perfecto, te esperare.

-         Angie, ¿Quién es? –dijo mi madre acercándose- Hola yo te he visto, eres amiga de Angie ¿verdad?

-         Buenos días señora Brooks, si lo soy nos conocimos en la cena… -se quedó un segundo en silencio- en la cena de aniversario de su hija.

-         Es verdad, ¿Cómo has estado?

-         Mamá ella ya se va, ¿no es así? –la mire esperando que se fuera- después charlas con ella.

-         Así es, ya debo irme solo vine a buscar a Pablo quedamos hoy pero al parecer no está, un gusto en verla que tenga un buen día. Permiso

-         Que lastima quería conocerte un poco y quizás sacarte quien es el pretendiente de mi Angie. –me miro sorprendida, note algo de desilusión en su rostro, pero se despidió nuevamente y se fue-.

“Hola chicas,

Lamento haber tardado tanto en enviar los capítulos, pero me han sucedido bastantes cosas esta semana entre esas mi madre fue operada y pues entenderán lo complicado que puede ser eso (ella está bien), así que espero no estén muy molestas y gracias por tenerme taaaanta paciencia.

NessaJ”

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