Capítulo
14: Rose
Todo
estaba bien, hasta que llegamos. ¿Por qué Noa tenía que aparecer ahora? Escuché
como Elisa le preguntaba molesta a Noa el porque estaba en su casa…
-No
me pareció mala idea ¿Cuál es el problema?
-Es
una falta de respeto, tu y yo no somos nada Noa. ¡Maldita sea! ¡Es mi casa!-
decidí entrar, no sé si fue buena la idea, pero lo hice. Noa me clavo una
mirada fulminante, pero ¿Por qué? Si ella no estaba sola tampoco.
-¡Qué
bien! ¡¿Vienes aquí con tu amorcito?!
-Sí,
ella es mi mujer… ¿algún problema? ¡¿Podrías largarte Noa?!- Elisa estaba que
botaba fuego, solo le sujete la mano en señal que se tranquilizara, me miro y
sonrió: -No te vayas sin antes darme las benditas llaves-
-¡Comételas
si deseas Elisa!- y le tira las llaves en la mesa.
Se
fue y Elisa todavía echaba fuego. Me le acerque y la abrace.
-Ven
amor, no te estreses así… sabes que no vale la pena
-Mmmm…
¿Por qué no me das un rico beso? Hazme olvidar todo- me lo dijo tan coqueta que
no pude resistirme ante esta mujer que me tenía loca…
La
besé como si no hubiera un mañana…
-Eli…
-¿Qué?
– me contesto sin despegar sus labios de los míos…
-Te
deseo…
-Mmmmm….-
me dijo mientras sentí sus manos recorrer mi espalda…-Déjame recorrerte toda mi
Rose…- lo dijo mientras mordía mi lóbulo y admito que me dejo mal, demasiado
mal.
Sonó
el teléfono de Elisa… ¡cuánta imprudencia por Dios!
-Eli…-
le decía mientras saboreaba su cuello
-¿Huh?
-Tu
teléfono suena
-No
importa, déjalo sonar… Mmmmm…
-Puede
ser una emergencia amor
-¡Ay!
Se
separó molesta y contestó.
-Hola
-¿Qué
tal Kim?- pensé que no pudo ser más imprudente la amiga, todavía mi cuerpo se
quemaba por el momento… moría por amarla.
- Estoy
bien, con Rose en la casa de playa
-Ok
chao, te amo bonita, adiós.
Colocó
el teléfono en la mesa y giró, amé la cara que puso… más coqueta no pudo ser.
Si ella supiera lo mucho que me estaba enamorando se sorprendería, de seguro.
-Mmmm,
a ver… ¿en dónde nos quedamos?- me sujetaba por la cintura tan cerca…
-Me
quede besándote aquí…- le dije mientras me acerque nuevamente para besarle el
cuello.
-Mmmmm…
Rose…
-¿Qué
paso amor?
-Aún
no soy tuya, y ya siento que lo soy…
¿Qué
me acaba de decir? ¡Oh Dios! Sentí que mis piernas no me sujetarían. Jamás
había escuchado algo así… tan hermoso. No sabía que contestar, solo pude
tumbarla en el sofá y besarla hasta sentir que pierdo el aliento… Nuestras
lenguas se encontraban, sentía el éxtasis del momento. No aguantaba tanta
excitación, ella sabía cómo y dónde acariciarme.
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AAAAAAAAAAAAAAAAA mujer no jodas,puff que estrés.
ResponderEliminarEres un pedazo de bruja,xfff mas largas po :)
si no jodas mas largas x3
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