Qué estoy sintiendo? - M.G.M - 21

21

La noche fue tranquila, el aroma nada grato de la pintura había desaparecido por completo.

Al amanecer me costó un poco de trabajo levantarme, deseaba quedarme  dormida por lo menos una hora más, pero el deber me llamaba, mi trabajo. Tome una ducha rápida, me vestí como de costumbre, muy formal, recogí mi cabello y me marche a la escuela.

-Daniela espera- me interrumpió el profesor Raúl.

-Sí- dije deteniendo mi marcha.

-¿Quisiera saber si tiene planes para esta noche, tengo entradas para el teatro y pensé en que tal vez le gustaría asistir?- dijo algo sonrojado y notablemente nervioso.

-Lo siento, pero tengo planes- dije de forma amable.

-Entiendo, solo que ¿sale con alguien?- pregunto un tanto molesto, Raúl Trujillo era muy insistente, después de nuestro altercado pensé que no me volvería a hablar o algo por el estilo, pero ese  hombre no se rendía, no lo considere importante aunque esta vez era realmente molesto, no era mala persona pero si me irritaba esta vez.

-Sí, de hecho si estoy saliendo con alguien, y tengo planes con esa persona.

-Ok, solo sepa que si necesita algo ya sabe que estaré para ayudarle, no le quito más su tiempo- el sujeto se fue de prisa como si su vida dependiera de ello.

En mis clases lo mismo de la rutina de siempre, el día parecía interminable, deseaba que fuera hora de salir para poder arreglarme y salir con Abril.

Durante mi tercera clase recibí un mensaje de Abril que decía lo siguiente:

“Te extraño, el profe esta de un genio ¿no sabes que le paso a Trujillo?, como sea te quiero mucho, besos”

Al parecer el rechazo no le había parecido a Raúl, lo peor era que estaba rematando con los alumnos, y aun peor con Abril entre ellos. Sin evitarlo sonreí por el hecho de que Raúl sea tan inmaduro y me sentí mal por los pobres chicos que tendrían que pagar por mi rechazo.

Después de las clases me dedique a prepararme, saque  la ropa que tenía pero nada parecía gustarme, no me decidía por ninguna, la moda no era lo mío eso era cosa  de Sam, así que decidí llamarla de inmediato.

-Sam emergencia de moda.

Con tan solo escuchar estas palabras Sam dijo- Voy enseguida- colgó el teléfono y en menos de lo que esperaba estaba en casa, la moda era lo suyo, el buen gusto era algo completamente distintivo en ella. Con tan solo una mirada rápida pudo crear el atuendo perfecto para la ocasión, mi hermana tenía muchos defectos pero mal gusto para vestir jamás, su rapidez  para encontrar las prendas adecuadas eran dignas de admirarse.

-Eres genial- le dije mientras le daba un fraternal abrazo incómodo.

-Lo soy- dijo de forma muy fanfarrona- pero tienes que hacer algo con ella.

-¿Cómo?- pregunte confundida por sus palabras.

-Con Abril, dijo lo que sea, no estoy hablando de sexo.

Mire a Sam con una mirada de indignación, no le creía que no se refiriera a eso, así que solo basto que la viera durante unos segundos para que la culpa por tratar de mentir hiciera su trabajo y se dignara a reconocer sus verdaderas y depravadas intenciones.

-Ok, tal vez si me refiero a eso, pero eso no es lo importante, lo que importa que es que te la pases bien y que me prestes  esos zapatos- su dedo apunto al par deseado.

-Tómalos- dije sonriendo.

Después de una tarde estresante por mi fracaso a la hora de elegir vestuario y la aliviadora ayuda de Sam la hora de la cita llego.

El cielo lucia muy estrellado, me quede parada unos segundos contemplando esos pequeños puntos brillantes que iluminaban la oscuridad de la noche, mientras la suave brisa jugaba con mi cabello y mi corazón latía emocionado ansiando ver a Abril, la sensación antes de verla era siempre la misma, era como si fuese esa primera vez, cuando ella iría a mi casa por el libro que fue el pretexto perfecto para acercarme a ella, al recordar ese día mi sonrisa apareció en mi rostro mientras subía al auto para recogerla.

Los clackson de los autos era la melodía que me acompaño durante todo el camino, estaba demasiado feliz como para molestarme con algo tan insignificante e inevitable como el tránsito, además esas continuas paradas me dejaban apreciar el movimiento en las calles; todas esas personas corriendo de un lugar a otro, moviéndose lo más rápido que les es posible, mientras algunos turistas se quedan contemplando absolutamente todo lo que está a su alrededor, aprendiendo y sorprendiéndose con nuestro país, mientras que las personas que vivimos en el pasamos su belleza por alto.

Al llegar a la casa de Abril en la puerta se encontraba ella con otra persona, al estar lo suficientemente cerca me di cuenta de que se trataba de Judith, baje la velocidad de auto y pude observar la escena.

Abril le decía algo a Judith, después Judith le contesto y levanto las manos al cielo, Abril movió la cabeza en señal de negación y sin decir nada más Judith se acerca a Abril y se besaron…

No pude soportar más la escena y arranque el auto a toda velocidad, Abril no había hecho nada, no se quitó ni nada, se quedó congelada, la beso…

Llegue a casa hecha una fiera, encendí las luces y busque la botella de tequila que Sam, había dejado, había escuchado que ayudaba una copa, pero en ese momento no tenía cabeza para entretenerme en buscar una copa, destape la botella como pude y le di un trago, el líquido quemo mi garganta, sentí como esta se incendiaba pero no me importo.

Fui a la cocina partí unos cuantos limones y continúe con el proceso de “me  emborracho porque te vi con otra, y eso me convierte en una perdedora por completo”, el ardor con el limón incrementaba pero conforme avanzaba me importaba menos.

El maquillaje estaba destrozado pero no a comparación de mi corazón.

Vi a Tulio en su pecera, me acerque con un vaso y barios limones, me senté en el suelo y cense a hablar con él.

-La vi con ella, Tulio, me dejara por ella- la tortuga no decía nada mientras yo seguía moqueando y llorando-  pero no vale la pena ella se lo pierde… a quien quiero engañar, la necesito.

Tome el teléfono, presione un botón al azar de mi lista de marcación rápida y sin saber a quién había llamado le dije- te necesito ven pronto- colgué sin esperar respuesta de quien haya sido la persona a la que llame.

El timbre sonó y me pare como pude a abrir la puerta, en cuanto la abrí abrase a quien estaba del otro lado- La vi con otra- le dije mientras seguía aferrada a esa persona.

-Estás borracha- esa voz no me pareció nada familiar.

-No, estoy dolida-conteste sin soltarle.

-Dios está muy tomada.

Me llevo arrastrando a sofá en donde me sentó.

Cuando pude ver quien era me quede sorprendida.

-¡A carajo!, ¿Quién eres tú?- pregunte tratando de recordar su rostro, pero el alcohol no me lo permitía.

-Compraste una tortuga en mi tienda, te di mi número por si tenías algún problema con tu tortuga y me llamaste.

-Tortuga- dije tratando de recordar- Tulio- dije mirando la pecera.

-Tulio, que nombre.

-¿Cómo supiste donde vivía?

-Llenaste los datos, el identificador de llamadas me dijo que eras tú, por cierto me llamo Margaret.

-Es un gusto conos…- no pude terminar la oración por que las ganas de vomitar no me lo permitieron, corrí lo más rápido que pude hacia el bote de la basura.

-Te ves terrible, ¿Qué pasó?

-La vi con otra, la beso, y yo… la amo, como es que ella se atrevió, no tiene corazón es una bruja.

-Sí te hiso algo tan feo debe de serlo.

-La amo- le dije abrasándola de nuevo- ¿por qué me hiso esto?

-¿Solo tomaste verdad?-me preguntó.

-Sí, es solo un poco de esto- le mostré la botella media que quedaba- pero no me dejes sola, toma.

Tome el vaso, le serví un poco le pase un limón y la obligue a tomar.

-No creo que esta sea la solución- dijo antes de que yo le obligara a dar otro trago.

Después de varias copas ella se encontraba igual que yo.

-Dani, tú te mereces algo mejor- me dijo- no llores por esa…¿Cómo se llama?

-Abril, se llama Abril.

-Esa Abril, tu consigue algo mejor, mira cantemos-se acercó al minicomponente, lo encendió e introdujo una memoria USB- esta es la que le debes de dedicar.

Hace unas horas estaba alistándome para una cita con Abril y ahora me  encontraba en la sala de la casa, con la veterinaria cantando una canción de Calibre 50

“Te estoy engañando con otra

Aquí estoy ya en el hotel

Y ya le quite el pantalón

Y los calzones también

Esta re ‘buena la plebe

El cuerpo lo tiene al 100”.

-Y sabes que es lo peor- le dije mientras estábamos las dos tiradas en el suelo.

-¿Qué?

-Que no es cierto, no la estoy engañando, fue ella quien lo hiso- dije riéndome sin saber el por qué.

Te estoy engañando con otra

No me vayas a colgar

Quiero que escuches los gritos

Que la morra va a pegar

Así soy de sin vergüenza

No te vayas a enojar.

Te estoy engañando con otra

En la recamara suite

A los que no agarran nada

Yo les puedo dar un tip

Con dinero y troca nueva

Caen morritas V.I.P.

Te estoy engañando con otra

No te pongas a llorar

Dicen que en el 2012

El mundo se va acabar

Y yo le creo a los aztecas

Por eso hay que disfrutar.

Te estoy engañando con otra

Perdóname la adicción

Cuando la falda es cortita

Aumenta mi pulsación

Cuando la morra me gusta

Empeora la situación.

Te estoy engañando con otra

No será la última vez

El sexo es la medicina

Para quitar el estrés

Tengo mucho parecido

Con don Mauricio Garcés”

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