Amor Inmortal - Ve.C - 72

 Capítulo 72

Miro desde mi posición en la cama, todo alrededor intentando ver quien es pero no veo nada.

Vuelvo mi vista al senador y empieza a levantarse del piso adolorido, la mesa de la habitación está rota.

-      Pero ¿Qué mierda fue eso?-pregunta mirando a todos lados- si piensas que con eso dejare de hacer lo que tengo en mente estas equivocada.

-      ¡nooo!- grito al tenerlo sobre mi e intenta abrirme las piernas.

-      ¿no la has escuchado?-pregunta una voz cerca de nosotros- te dijo que no- alzo la vista y me encuentro con sus ojos.

Lo saca de encima mi cuerpo y lo hace volar contra la puerta. Me mira y me desata en silencio y me pasa ropa para que me vista.

-      ¡de aquí no saldrán!- dice Politari atrás de ella- ahora tendré dos con quien divertirme- ríe, la miro y puedo ver como sus ojos empiezan a oscurecerse- llamare a mis hombres.

-      No te van a responder- dice ella sin darse vuelta y apurándome con la mirada que me cambie- están teniendo un lindo sueño. Estas solo ¿Qué harás? ¿dispararme?- dándose vuelta a mirarlo.

-      ¿tu? ¿cómo llegaste aquí?- pregunta asustado apuntándole con su arma, miro asustada la escena- nadie sabía que la tenía aquí, esos infelices, alguno me traiciono- grita enfadado.

-      Eres demasiado bobo- responde ella- quédate detrás mi- dice por lo bajo para que solo yo la oiga- puede que la policía que está llevando su caso no se dé cuente además de que tienes a muchos de ellos comprados, pero alguien me dio la idea que podrías tenerla aquí y ya ves no se equivocó. Ahora córrete de nuestro camino- dice esto acercándose a él.

-      No- responde el aun apuntando con su arma- de aquí no pueden salir y menos ella- señalándome- me refundirá en la cárcel y no puedo correr ese riesgo.

Ella se acerca a él y este retrocede un paso. Tiene miedo puedo verlo en sus ojos al mirarlo. Sin más empieza dispararle, ella ni siquiera se mueve de su lugar. Vuelve a cargar el arma y la sigue disparando.

-      Ahh- grito al sentir un ardor en mi hombro, llevo mi mano a esa parte y al retirarla veo sangre.

Ella de un rápido movimiento le saca el arma y de un golpe lo deja tirado allí. Toma su celular y llama.

-      Ya pueden entrar- dice acercándose a mí- está herida- mira mi hombro- no, no es nada grave, ya salimos.

Se acerca y me abraza con cuidado de no hacerme doler la herida de bala. Se separa un poco y me besa, es un beso, suave, tierno, cargado de amor.

En ese instante recuerdo, lo que hace unos días recordé de ella y me separo abruptamente.

-      ¿estás bien?-pregunta mirándome desconcertada.

-      Si estoy bien- respondo- tu y yo tenemos que hablar seriamente, pero ahora vamos

Salimos en silencio y con cuidado, al ver como algunos policías están arrestando algunos hombres que están por el pasillo de la casa y patio.

Me lleva hacia una ambulancia para que vean mi herida, protesto, diciendo que no es nada grave, pero de todas formas tengo que dejarme revisar.

-      En realidad habría que llevarte a un hospital- dice- para saber que droga te dio.

-      No quiero, quiero ir a casa- respondo.

-      Está bien allí te llevare.

Después de que me curaran y vendaran la herida, salimos rumbo a su casa. Todo el camino lo hicimos en silencio. Tengo que hablar con ello respecto a lo que se pero no sé cómo afrontar el tema. Además he podido comprobar que en verdad es un vampiro, las balas no le han hecho absolutamente nada. De no haberlo visto seguiría sin creerle.

Llegamos y al abrir la puerta vi a Camila, Josías y Karla que están sentados un poco impaciente.

-      ¡Amiga!- dice Camila abrazándome- me tenías preocupada, en realidad a todos aquí.

-      Gracias por preocuparse por mí- digo mirando a todos y soltándome de ella con una cara dolorida.

-      ¿estás bien?-pregunta

-      Si solo que recibí una herida en el brazo nada más.

-      Eso por no dejarme ir contigo- dice Karla mirando seriamente a Natalia- pero al menos fue el hombro y no en otro lugar ¿ese no te hizo nada?

-      No falto mucho para eso- responde por mi Natalia y veo como sus ojos vuelven a oscurecerse- mejor no me hagan recordar.

Hablamos un rato mas pero las cosas entre Natalia y yo están tensas, lo demás lo nota y deciden retirarse poniendo excusas de no poder quedarse más y que mañana volverán para saber cómo estoy.

Me siento en uno de los sillones con las piernas cruzadas mirándola fijamente.

-      ¿Qué me ves así?-pregunta sentándose frente a mí.

-      Recordé todo-respondo.

-      ¿todo’- vuelve a preguntar

-      Si y no te hagas que estoy segura que sabes perfectamente a que me refiero.

Veo como se pone un poco nerviosa y esa es toda la prueba que necesito para saber que ella lo sabe.

-      ¿Cómo pusiste engañarme de esta manera? ¿desde cuándo?

-      Desde que te vi casi desnuda en tu oficina- responde bajando la mirada- todo este tiempo he querido decírtelo, pero tú siempre decías que no creías en esas cosas. Tenía pensado decirte estos días. Recuerda que te pedí tiempo para poder decirte el porqué de mi misterio.

-      Si recuerdo eso. ¿por eso te acercaste a mí? No puedo creer que todo este tiempo me hayas estado mintiendo, descaradamente sabiendo toda mi vida anterior.

-      No me acerque por eso, fue para protegerte de lo que te quería hacer Politari y con el tiempo quise volver a conquistarte, aun sabiendo que recordarías o tal vez no- dice esto acercándose e intentando tocar mis manos- no lo pensé claramente, solo quería volver a estar contigo.

-      Sabes que lo que más detesto- respondo parándome y con lágrimas en los ojos- es que me engañen y mientan y tú lo has hecho. Me gustado que me lo dijeras aun así yo te tomara de loca. Encima eres un vampiro, no quiero pensar en lo que debes hacer y habrás hecho.

-      No fue mi intención lo que menos quería era mentirte- dice acercándose a mis espalda y abrazarme me separo de ella- no te miento que he cometido errores de los cuales me arrepiento profundamente, pero esas cosas son del pasado, uno el cual siempre me ha perseguido y perseguirá, pero por favor perdóname.

-      ¡no me toques!-grito al sentir su mano junto a la mía- y si tu pasado. Te amo pero no puedo estar con alguien como tú.

-      ¿queee?-pregunto incrédula- no hagas esto por favor. Te amo más que a mi… vida

-      Lo que has oído no puedo estar con un vampiro y vaya a saber las atrocidades que cometiste y cometes. ¿hiciste algo con Akil?

-      Son cosas del pasado, no tiene  por qué intervenir en nuestro presente y futuro-puedo escuchar desesperación en su voz- le hice pagar lo que te hizo.

-      No deberían- respondo mirándola tiernamente- pero lo hacen o sea ¿lo mataste?

Solo agacha su cabeza confirmando la pregunta que le hice.

-      ¡vete!- digo dándole la espalda- no tienes nada que hacer aquí. Yo no soy la Istar de hace siglos que tu amaste y te amo, así como tú tampoco eres la Ast que ame hace tanto tiempo. ella murió como lo hice yo- me vuelvo a mirarla- ella está muerta-repito.

-      ¡no hagas esto! No tienes por qué sacarme de tu vida de esta forma. Tú me amas yo te amo. Déjame explicarte todo.

-      ¿Qué vas a explicarme?-pregunto llorando- ¿Cómo has matado tanta gente durante estos años? ¿cómo consigues alimentación para sobrevivir?- la amo ella tiene razón pero o quiero saber sus atrocidades y me niego aceptarla así- ¿Cuántas veces manchaste tu mano con sangre, inocente o no? Te agradezco que hayas hecho pagar Akil lo que me hizo pero no debiste.

-      ¡puedo explicarte todo lo que quieras!- respondo y veo como de sus ojos se escapan unas lágrimas- él se merecía eso y más.

-      Escúchame bien-respondo acercándome a ella y empujadora a fuera de casa- tú crees estar viva, pero estas muerta. Mi Ast murió hace mucho y solo quiero quedarme con su recuerdo. No me busques nunca más en tu “vida”. Tú para mí- la miro fijamente- ¡estas muerta! - después de eso cierro la puerta en su cara y me dejo caer allí, llorando sin consuelo.

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