Capítulo 10
Aeropuerto de Barajas 14:30
“El vuelo procedente de Heathrow ha efectuado su
aterrizaje”
(Pepa en off)
En 10 minutos la tendré entre mis brazos, regalándole mil besos que
sigue mereciendo de mi, Adriana se merece todo el amor del mundo, al fin y al
cabo, la que debe pagar su penitencia soy yo, pero no puedo, no sé cómo, como
dejar a ese ser que me lo ha dado todo…
Adriana es todo amor, frágil, cómplice, sincera, suave…hasta hace una
semana y media me era insoportable no poder dormir sin el roce constante de su
piel con la mía…
Sin sus palabras sabias, sin su horrible café ingles matutino…pero
luego, cierro los ojos y a la que veo a mi lado envejeciendo luce una preciosa
melena pelirroja…
(Silvia en off)
Camino descalza por casa, buscando con desespero mis zapatillas, como
si ellas tuvieran la culpa de que Pepa se haya ido…”te querré siempre” retumba
en mi mente…¿me quiere?
Si, esta noche sin duda…ha sido Pepa, mi Pepa, todo amor, todo mi amor…
Rompo a llorar cuando encuentro el pie derecho, he encontrado la
zapatilla pero no a ella debajo del sofá…
Ahora mismo deberá de estar en el aeropuerto sonriéndole a ella,
abrazándola a ella, besándola a ella…y yo debo aguantar, porque al fin y al
cabo yo soy…la otra!
Dios! Soy la amante, ella la despechada cornuda, y yo…yo la amante….
He dejado de ser la novia, la única mujer en su vida para convertirme
en su amante a escondidas… ¿y ahora qué? ¿Qué me espera?
¿Encerrarme en esta casa a esperar a que entre por esa puerta para
regalarme mil besos con sus labios que antes han rozado los de Adriana?
¿Simular que todo está bien?
¿Qué no me importa?
Encima seguro que Lola quiere organizar alguna cena para celebrar que
la niña sale del hospital, que Adriana ha venido…
Ya sé!
Pondré la excusa del trabajo, del operativo, de las pruebas….
Dios! Me voy a volver loca!
Solo siento sus besos en mi espalda, sus palabras, sus gestos, ella en
mí…y ahora…esta sensación de vacío…de dolor…de celos constante!
(Adriana en off)
Bajo del avión con cierto miedo, con temor…no dejo de ser una inglesa
en tierras desconocidas…
Una inglesa que habla un idioma, que conoce una cultura, un estilo de
vida porque ha tenido una novia española, y digo tenido porque algo dentro de
mí siente que Pepa se ha ido…su frialdad por teléfono ocultándola detrás del
accidente de su sobrina…algo me dice que Silvia está detrás de todo esto…
Amo a Pepa, si, la amo, aunque nunca ha sido mía 100%....
Pepa siempre ha sido como ese pájaro que tienes en una jaula pero que
de vez en cuando tienes que soltar en casa para que vuele, para que se choque
por los muebles, para luego, con suma delicadeza recogerlo entre tus manos y
volver a meterlo en su jaula, en su hogar…protegerle…pero Pepa necesita,
libertad…o simplemente, yo no soy quien debería de estar a su lado…
Las puertas se abren y ahí está ella, con su gran sonrisa, su pelo
negro suelto, sus gafas negras en las manos, su chaqueta justa que marca su
silueta, sus ojos grandes, sus labios carnosos que me esperan…
Y ahí…en medio de mucha gente solo yo tengo ojos y brazos para
agarrarme a su cuerpo, para sentir su calor, sus besos en mi frente…
P: Has llegado!
A: Te eché de menos “sweete”
P: Y yo a ti mi niña guapa….
Y los miedos desaparecen en la mente de Adriana, solo necesita sentir a
Pepa….
Mientras…los ojos de Pepa se empañan inundados por lágrimas ocultas
entre el pelo amoroso de Adriana
Silvia en off
La penumbra de la noche no llega a iluminar mi habitación, tan solo una
manta tapa mi cansado cuerpo, rodeada de ti, de recuerdos, de fotos nuestras,
de cartas…una camiseta tuya del concierto de Suede y de banda sonora
Portishead…hacia tanto tiempo que no me paraba a escuchar sus canciones …me
dolía, me sigue doliendo…
Te imagino entre sus brazos, sonriendo a su lado mientras yo me muero
por dentro esperando de ti un gesto, una señal, algo…
Empiezo a pensar que es tu castigo por todos estos años de ausencia y
dolor…
Se que me lo merezco, lo sé…
Te imagino aquí con tu amplia sonrisa intentando averiguar como
funciona la Nesspresso, probando todo tipo de capsulitas de colores…acurrucada
en mí, piel con piel…recordando momentos de la infancia…han sido tan pocos días
juntas en nuestra pequeña burbuja…pero ahora…nos ha explotado…
3 días…3 largos días desde que ella llegó a Madrid, 3 largos días
encerrada en el laboratorio de comisaría ocupando mi mente, buscando pruebas
del caso donde no las hay, suplicando la entrada de cadáveres…3 largos días…sin
ti….
No quiero pensar en tus actos…
No quiero saber…
No quiero imaginar que la habrás tocado con tus labios, que le estarás
enseñando la ciudad de la mano, como una pareja más de enamoradas, mintiéndole
al fin y al cabo….
Cumplirás tu promesa de contárselo? Tiempo me pediste…pero esto es un
infierno, amor, un verdadero infierno si ti…
Lola imagina pero no me apetece hablar con nadie, no puedo, no sale de
mí explicar lo que hemos hecho, además, su felicidad y pensamientos están en
saber que Sara está en casa recuperándose y que por fin las pistas del caso se
esclarecen…
Mi padre sigue sin hablarme…aunque yo tampoco a el…cree que necesito un
Psicólogo, como si eso fuera a curar mi amor por ti…
Adriana en off
Pepa ya no es mi Pepa, ha dejado de serlo…algo se ha roto en ella, en
mí, en nosotras…
Sabía que era una apuesta por nuestra relación este viaje, que aquí
veríamos de qué madera estaba hecho nuestro amor.
Me ido dando cuenta poco a poco, su tristeza se refleja en el descenso
del brillo verde de sus ojos, en su sonrisa forzada ante mí, en las enormes
ganas que tiene por satisfacer mis deseos, pero…Pepa ha cambiado, está
distante…y yo lo noto…
Cada vez que alguien dice su nombre ella baja la mirada ocultándome
quizás lo que yo no quiero ver…
Para mí, Pepa vuela a 1000 pies de mí cada vez que estamos juntas, amo
a su cuerpo, lo rozo, se estremece ante mis caricias, pero, dónde está Pepa?
¿Su alma?
¿Su corazón?
¿Sus pensamientos?
¿Están conmigo?
¿O están con ella?
Pepa en off
3 largos días sin verla no son suficientes para borrar esta imagen de
ti rodeando mi cuerpo la última noche que pasamos juntas…
Sé que te pedí tiempo…
Sé que tendría que estar ahora mismo hablando con Adriana, contarle
todo, explicarle que…lo he hecho mal, que nuestro amor perdura en el transcurso
del tiempo, que la vida sin ti para mi no tiene ese punto, ese sentido, la luz
de mis noches, tu… simplemente tu…eterna en mí, pero…soy una cobarde, una
maldita cobarde que no se merece la felicidad que me proporcionas…¿y qué hago
yo ahora?
No sale de mí ser un témpano de hielo con Adriana, siento sus besos,
sus caricias en mitad de la noche, anhelando los días en soledad que ha pasado
sin mí en Londres, feliz por su viaje descubriendo las calles viejas del Madrid
de los Austria, la plaza Santa Ana, riendo por querer hacerse una foto en
la Puerta del sol…susurrándome al oído palabras llenas de amor con sonido
inglés…esa mujer...Ella…no se merece mi desprecio…
Y yo…una títere en sus brazos que no sabe como empezar el fin, con
miedo a romper su gran corazón…ese que me ha dado todo en estos años…no…sin
duda Adriana no se lo merece…no…
Pero aquella tarde algo se rompió en ella, lo pude ver, lo pude palpar
en el momento que Silvia hizo aparición en los Cachis…
Entró despistada, con carpetas llenas de papeles buscando a Paco y
Mariano, nerviosa, con su pelo recogido en forma de moño, ojerosa, con sus
labios apagados al igual que el brillo de sus ojos…quizás victima de mi
silencio, quizás cansada por el caso…
Observé la frialdad de los ojos de Don Lorenzo, como que sin querer
miraba hacia al suelo cuando su hija, su gran hija, su ojito derecho, se
esforzaba en explicar el resultado de sus investigaciones…
Paco: Tienen que estar ahí comisario, en esa nave,
deberíamos empezar a preparar el operativo.
D.L: Montoya, Curtis, preparar el equipo…Inspectora
Castro, tómese la tarde libre y descanse.
S: Comisario, quisiera participar en el operativo.
D.L: No, estás implicada emocionalmente, no quiero que
ni tú, ni Lucas, ni Paco participéis en esto, os quiero al margen…
S: No me hagas esto…
D.L: No me vas a dar alternativa verdad?
S: No, iré de agente de apoyo en la furgoneta de
escuchas y el material de médico.
D.L: Tú misma.
Estábamos ahí, sentadas con Rita y la niña junto con Lola que no perdía
comba de la conversación, todos queríamos coger a los tipos que habían
disparado a Sara, queríamos de alguna manera acabar con aquella pesadilla…
L: Hermana…¿qué pasa?
Se acercó temerosa buscando en mí una aceptación y la encontró cuando
esbocé una pequeña sonrisa...
S: Hola…Lola, nos vamos a un operativo, hemos
encontrado a los sicarios, uno de ellos fue el que disparó a Sara, están en una
nave a las afueras de Guadalajara…ahora vamos a preparar el operativo.
R: ¿Zagala me necesitas?
S: No Rita, quédate con la niña, hoy no estás de
servicio, además tienes buena compañía…
P: (operativo…se va a un operativo…Dios!)
Se miraron con cierta curiosidad, las dos sabían quien era quien, no
hacia falta una presentación para saber que en pocos segundos se habían
observado. Aquella situación era tensa para las 3…
P: Silvia, esta es Adriana, mi pareja. (Tenia que
hacerlo…)
S: Hola, si, me lo he imaginado (esbozando un sonrisa
forzada), mucho gusto. (Realmente es muy guapa…)
A: Igualmente Silvia, encantada de conocerte (así que
tu eres Silvia… impresiona)
Se quedaron unos segundos más observándose…hasta que Silvia se despidió
amablemente y con prisa…pero…la palabra operativo estaba taladrándome el
cerebro…y me entró ese pánico…pánico a perderla…
P: Silvia!
Se giró asombrada por mi reacción…y me acerqué hasta ella sin pensar,
sin nada…
P: Silvia, ten cuidado… (Dime que vas a estar
bien….por favor!)
S: Lo tendré...
Y casi como un susurro…
S: Cuida lo que tienes Pepa…
Se alejó de mí…como otras veces lo había hecho aunque esta
vez…rota…rota del dolor de saber que quizás yo no tendría nunca las fuerzas de
abandonar a Adriana, rota por un amor que un día dejó escapar…
Y yo…rota por ver como se alejaba de mí…otra vez, con los pies pegados
al suelo como si estuvieran amarrados con cemento, buscando una salida…sin
saber, sin ser cauta, porque al girarme vi en la cara de Adriana la duda, la
pregunta, la conversación pendiente…
El sentimiento de culpa, los remordimientos, la conciencia justiciera
que hace que no peguemos ojo por la noche cuando sabemos que hemos hecho algo
malo, algo imperdonable, que hemos hecho daño a la persona que queremos…
La Mentira, esa mala palabra que todos odiamos en una relación, la
mentira…
El engaño, el desprecio al ser querido…alimentar cada día con nuestras
palabras un poco más de nuestro propio veneno…nos hace frágiles, nos destroza….
No hay que ser muy listo para saber que…he sido engañada….
Nací en Brigthon, un pequeño pueblo costero de Inglaterra que algunos
se empeñan muchas veces en comparar con Sitges o eso me contaba Pepa cuando
íbamos a pasear…
Situado a una hora en tren, pueblo pequeño, donde el turismo gay
encuentra su reposo cerca del mar bañado por los días buenos de sol…
Siempre rodeada de gente que me ama, de una familia buena y comprensiva
que vieron en mí desde muy niña mi naturaleza de amar a las mujeres y no a los
hombres…
No puedo negar que me enamoré de ella nada más verla detrás de aquella
barra de bar, con sus preciosos ojos grandes y su aire chulesco propio quizás
de los latinos…
Su gracia, sus chistes, sus risas iluminaban las tardes y noches de la
parte más guerrillera del SOHO…Y aunque su alma estaba partida nunca desistí en
el empeño de saber que algún día me amaría…
Me quiere, eso lo sé, igual que sé que ella es incapaz de hacer daño de
una forma gratuita…pero sabía que nunca había sido mía 100%...
Sus pocas ganas de volver a su ciudad, sus pocos recuerdos, su manera
de apartar todo recuerdo de su amor pelirrojo habían inundando mil veces de
dudas…que clase de persona es aquella que no quiere volver a compartir nada con
su familia en tantos años? Que clase de amor es ese que perdura en una persona
durante años…esperando…
Se aferra a mi cuerpo mientras duerme como si fuera un bote
salvavidas en medio del océano…
La pregunta es: “¿Quiero ser su bote?”
Después de verla en el bar, quizás he entendido con sus miradas, ese
amor profundo que sienten la una por la otra…se quisieron, se quieren y se
querrán siempre…pero…es suficiente?
Son las 2:00 de la mañana y sigo dando vueltas sobre esta pequeña cama
nido…me levanto para beber agua y ahí sentada me encuentro a Lola…pensativa…
A: Hola…
L: Ussshhh ¿te he despertado?
A: No Lola no te preocupes, no podía dormir…
L: Yo tampoco, hace un rato que ha empezado el
operativo…ya sabes, esposa de policía, hija de comisario, madre de policía,
hermana de forense…
A: Muy duro…
L: Mucho…¿Y a ti qué te pasa?
A: No puedo dormir
L: Eso ya lo veo
A: Te puedo hacer una pregunta?
L: Claro mujer, dime…
A: Lo que pasó hace años en vuestra familia, fue tan
duro como para que Pepa se marchara a otro país y nadie la hiciera volver? O
simplemente que ella quisiera volver?
L: UHF hija, vaya pregunta! Pepa se marchó por muchas
razones que tu ya debes saber, su padre era muy duro, su hermano en aquel
momento no la apoyó lo suficiente, su madre en cierta manera no quería saber y
bueno…
A: Silvia
L: Silvia….(suspiró) aquello fue muy duro para las
dos…mucho…porque sufrieron las dos, cada una a su manera…Porque Pepa se fue y
ha vivido su vida como ella ha deseado, pero mi niña se quedó aquí, aparentando
una felicidad inexistente al lado de un marido ficticio, de una profesión que
le llenaba sobretodo por hacer feliz a su padre, pero con el corazón
vacío…esperando a una Pepa que no regresaba y cuando decidió ir a buscarla mi
padre se puso hecho una furia, tuvimos que ingresarlo pensando que le daba un
infarto…y entonces, la culpa se apoderó de ella…
A: Tanto se querían... ¿Tanto?
L: Pero hija eso ya da igual, ¿por qué quieres
saberlo?
A: Lola…no soy tonta…cuando las ves te das cuenta de
tantas cosas…
L: Hay cosas que nadie puede cambiar…simplemente están
ahí, nacieron, crecieron y quizás muera en ellas…pero…quienes somos nosotras
para cambiarlo? Debes dejar que las cosas sucedan….
A: No quiero perder a Pepa…
L: Quizás deberías hablar con ella
A: Quizás….
Y mientras en un polígono cerca de Guadalajara….
DL: Silvia, por lo que más quieras no abandones el
coche de vigilancia
S: ¿Ahora soy Silvia?
DL: Vamos a dejar las borderías, los trapos sucios se
lavan en casa…
S: Aquí ya no hay trapos que lavar…
DL: Es una orden, no salgas del coche de vigilancia….y
ponte el chaleco…
Se alejan de mí, mientras observo como mi padre sigue tratándome como
una niña de 5 años que aprende a montar en bicicleta y se niega a quitarle los
ruedecillas para que no se caiga…
Me siento a vigilar la zona con mil ideas en mi cabeza, tomarme unas
vacaciones, un corte de pelo, unos zapatos nuevos, cambiar la ropa del armario
de invierno a verano, actualizar la música de mi ipod…cualquier cosa que no sea
ella y su flamante novia inglesa…es guapa pienso….y tiene cara de ser buena
persona, de ser cariñosa…
Sin querer permito que caiga una lágrima de mis ojos que aparto
enfadada de mi rostro…
Solo me quiero concentrar en el operativo…en coger a la banda de
sicarios que ha hecho daño a mi Sara…
Me siento culpable por ser la causa del dolor de Pepa durante estos
años y este sentimiento de culpa no desaparecerá nunca…
Sería tan fácil salir ahí fuera y desaparecer…sería tan fácil que una
bala de en medio de ese operativo me alcanzara…y desvanecerme…
Salgo de la furgoneta empuñando mi arma y a lo lejos veo esa sombra
familiar que se acerca a mí…
S: Mi padre te dijo que no vinieras
L: ¿Qué harías tu si el tiro hubiera sido a Pepa?
S: Lucas…
L: La sigues queriendo y aun así no haces nada…
S: No puedo…no podemos
L: El problema pelirroja, es que…seguiréis haciendo
daño a más gente…vendrán otras y otros que ya no se llamaran Lucas, Adriana,
Gonzalo…
S: Crees que no lo sé Lucas, crees que es fácil querer
a alguien tantos años y hacer daño a tanta gente? Mi padre no me habla desde
que le dije lo que sentía por Pepa y luego...ella...Adriana...no se lo merece,
quizás ese sea el problema ya no nos merecemos
L: Te equivocas Silvia, te equivocas siempre, das
pasos erróneos...Anda, entra dentro de la furgoneta
S: No, no quiero que vayas, no es seguro, tienen la
zona acordonada y esta gente es muy peligrosa...
Pero entonces…
Oímos gritos, disparos….todo fue muy rápido….oía a Lucas gritarme que
me pusiera a cubierto…mi chaleco… ¿dónde está mi chaleco???
A lo lejos Curtis, Kike y Povedilla disparando al otro lado de los
coches de camuflaje y de dentro de la nave…cruce de balas…
Vi a mi padre pidiendo refuerzos, Gonzalo a lo lejos con más hombre
intentando entrar por la parte trasera de la nave…
Lucas empezó a correr en dirección a ellos y yo detrás…rogándole que no
fuera…
Ráfagas de balas de un extremo a otro…
S: Lucas!!! (Grité)
L: Silvia!!
Sirenas de coche policía, sirenas de ambulancia…fue todo tan
rápido…todo……
L: Adriana hija, vámonos a la cama…Seguro que mi padre nos llama cuando
sepa algo
A: Seguro…
Caminé hacia la habitación en silencio…no quería despertar a Pepa…
Me acurruqué con cuidado a su cuerpo…estaba inquieta…como si estuviera
soñando…y entonces…
P: SILVIA!!!
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No puede ser no seas tan cruel es lo que estoy pensando noooo
ResponderEliminarNo puede ser no seas tan cruel es lo que estoy pensando noooo
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