Capítulo 5
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Hoy recuerdo más que nunca la primera vez que
pronunciaste la palabra “Cariño”…a una semana de irnos a Londres de viaje de
estudios…llevábamos un mes y medio juntas y habíamos avanzado
sigilosamente en nuestra inexistente relación, cada vez había más calor entre
nosotras….
Era un sábado por la noche y juntas
preparábamos las maletas, solas en casa como casi siempre, pero aquella noche
estabas especialmente radiante o eran mis ojos que cada vez te miraban como un
lobo hambriento…jugábamos al ahora te rozo, ahora te toco la espalda, ahora te
robo un beso…Y ocurrió algo, no sé…no lo puedo explicar…te deseaba…y esta vez
tu tomaste la iniciativa empujándome sobre la cama…los besos eran diferentes,
menos tímidos quizás, cargados de una fuerza que me arrastraba, y me cansé…me
cansé de tu camiseta y no pusiste resistencia, tan solo ocurrió…Poco a poco
fuiste deslizando mi camiseta hasta sacarla y quise morirme al notar tus manos
en mi espalda desabrochando mi sujetador…Y entonces paraste y pensé que te
habías asustado, pero no…paraste para observarme, para observarnos por primera
vez como dos amantes y no como 2 amigas…Me levante poco a poco para abrazarte y
apoyar mi cabeza en tu cuello mientras me dabas besos suaves en mi frente,
sintiendo tu respiración agitada mientras mis manos se regocijaban en acariciar
todos los rincones de su espalda. Sin saberlo habíamos cruzado aquella pequeña
barrera del pudor. Cerré los ojos y me dejé llevar por su olor recorriendo con
mis labios su cuello, sus brazos, sus hombros, y llegué a aquellos que hacía
rato que me estaban esperando para recrearme con mi boca…Suspiraste y poco a
poco fuiste empujando mi cuerpo para caer una encima de la otra y ahora eras tu
la que repetía mis gestos y yo la que ahoga mis gemidos en silencio...pero
cuando quisimos traspasar la siguiente barrera despertaste del letargo de mis
caricias y mis manos que luchaban por quitarte cada uno de los botones de
tu pantalón pararon de golpe
S: cariño…noo…
S: no, no te enfades, es que, solo que creo
que es pronto y si sigues, si seguimos no podré parar y no quiero que se
así…todavía no…
Seguía abrazada a mí en silencio esperando mi
reacción pero yo estaba medio muerta
P: Me has llamado cariño…
S: Si… ¿es malo?
P: No, es maravilloso…es que es la primera vez
que me nombra así…diferente
S: Ya… ¿estás bien?
P: Si si…perdona si hemos ido más rápido…
S: No no… está bien así…
Nos volvimos a vestir y durante días no
volvimos a pronunciarnos sobre el tema, quizás, porque sabíamos que algún día
una de las dos no podría parar…
Cuando llegamos al avión yo estaba realmente
nerviosa, era mi primera vez en avión, nuestro primer viaje juntas sin familia,
una semana juntas durmiendo, mil dudas mil pensamientos, mil todo…
Pero cuando fui a sentarme a tu lado mi
sitio estaba ocupado por él
P: Perdona Alberto, pero este es mi sitio,
pasillo E10
A: Venga Pepa, enróllate y déjame sentarme
al lado de la pelirroja, necesito hablar con ella…
Azafata: Perdonen, siéntese, entorpecen el
sitio
Me tuve que sentar 2 asientos más atrás
con la rabia contenida por aquel imbécil que de alguna manera usurpaba mi
sitio, pero lo peor había sido tu poco coraje en sacártelo de encima…
Viniste detrás mío al recoger las maletas
pidiéndome mil perdones…pero yo estaba demasiado enfadada
S: Va Pepa, no te enfades, solo hemos
estado 2 horas y media separadas y no quería montar un espectáculo en el
avión…y hemos hablado y aclarado más las cosas
P: Perfecto…cuantas veces lo vais a
aclarar
S: Va…no estropeemos el viaje…
P: Ya se me pasará…
Pero no se me pasó hasta que llegamos al
hotel y entramos en nuestra habitación…no era un mal sitio y estaba bien
situado cerca del centro…
P: Vaya camas más grandes ¿no?
S: King size pone aquí
P: Y el baño es enorme…
S: Si…
P: ¿Qué cama quieres?
S: La misma que tú, ¿o te piensas que te
vas a despegar de mi?
Nos besamos y yo olvidé la escena del
avión y todo lo demás…que importaba, el la había tenido 2 horas y media, yo…yo
la tenia siempre
Los dos primeros días fueron demoledores,
visitamos el Brittish museum, el Portrait, el Tate, la catedral, el Big ben, el
parlamento y el cansancio hacia mella por la noche, tanto que nadie se atrevía
a decir una palabra sobre fiesta, salir, alcohol..
Entonces descubrimos el Soho…
P: Silvia, ven…mira, es un bar gay
S: Ya veo, y ahí una tienda con…con libros
y películas gays…
P: Podríamos venir esta noche a tomar una
cervecita
S: ¿Nosotras dos?
P: Si, salimos y venimos, estamos a 5
calles
Nos metimos aquella noche en el primer bar
de chicas que vimos, ella más asustada que yo, nos reímos un rato de nosotras
mismas con nuestras caras de alucinación, bailamos libremente, bebimos un par
de cervezas, éramos libres…
P: Venden unos libros y películas en la
entrada
S: ¿Y de qué son?
P: De la iglesia católica! De que va a
ser…hija...de chicas…Hay una de Sharon Stone...y el Kamasutra lésbico…
S: ¿Cómo?
P: Si, si…mira
S: Bueno, deja eso ahí…anda…la peli aún…
Compramos aquella película romanticona
donde las protagonistas de las 3 historias eran mujeres enamoradas en
diferentes épocas con la esperanza de verla algún sábado noche en casa,
tranquilas.
P: ¿Nos vamos al hotel?
S: Sí…antes de que se den cuenta
P: Si, si, si, no vaya a ser que pierdas
tu reputación de niña buena
S: Anda tira…que me llevas por el mal
camino siempre
P: Oye! ¿Que eres tu quien empieza muchas
veces eh?
S: ¿Seguimos hablando de lo mismo?
P: Si, si claro
Subimos aquella avenida hacia el hotel
agarradas de la mano por primera vez en la calle, sonriendo, relajadas, con esa
sensación gratificante de libertad que nos había invadido al llegar a Londres,
quizás fue que no había padres, quizás el hecho de no ser conocidas, o
simplemente que estábamos aprendiendo a ser nosotras mismas…
Aquella noche nos desnudamos la una frente
a la otra sin miedo por primera vez, sin tocarnos, en silencio, rodeadas de
pequeñas velas que Silvia había traído en su maleta…Nos abrazamos dentro de la
cama sin saber muy bien que decirnos, hasta que descubrimos que no hacía falta
hablar…
Acariciamos nuestra piel el silencio al
compás de nuestra respiración, los brazos, las caderas, los hombros, el cuello
P: Eres preciosa
S: Tienes la piel tan suave
P: Podemos esperar más
S: No…creo que ya no puedo más…
Empezamos a besarnos con más intensidad y
nuestras manos buscar respuestas a nuestros deseos, intentando entender donde
estaba la fuente que saciara la necesidad que gritaban nuestros cuerpos…
Busqué tus manos con las mías para
ayudarte a saciar mi deseo mientras tu hacías lo mismo con las tuyas…quizás en
la distancia de mis pensamientos yo lo recuerde como algo mágico o simplemente
lo fue…notar mi cuerpo temblar junto al tuyo, gritar nuestros nombres en
suspiros ahogados y abrazarnos luego para refugiar nuestras caras ocultando que
a las dos nos caía alguna que otra lágrima…
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Haaaa que lindoo... cada día me gusta mas... sigue pronto
ResponderEliminarVal
México