Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Ella y Ella - Luzi Müller - 3

Capítulo III

Se encaminaron en dirección a la playa que estaba en las inmediaciones del hotel, la noche bañaba el mar, y sólo la luz de la luna iluminaba el espacio, la brisa corría, era cálida al contacto con la piel, Quinn se detuvo y se quitó los zapatos, dejando sus pies en directo con la arena suave, Rachel sonrió ante la acción y la repitió; continuaron el andar en silencio, total ninguna de las dos se entendía, de pronto la rubia detuvo el paseo y se sentó en la arena.


Q. Sé que no me entiendes, al igual que yo no te entiendo, pero ahí adentro estoy segura que me contaste tu vida desde que tu madre se entero que te tenía dentro suyo, y yo en cambio no te he dicho nada de la mía, ¿sabes?
R. yes -no sé que está diciendo esta mujer, y si me está insultando, no peor si me está proponiendo un plan terrorista, no... No... y si... dios que mirada, la luna se refleja en su rostro, y su cabello como baila al compás del viento, y su perfil, parece una princesa de cuentos.
Q. y luego mi padre no dejo que siguiera mis sueños, amaba la fotografía, siempre desde pequeña, pero en cambio fui a u.c.l.a y ahora soy la ingeniero Fabray y la súbdita de Russel Fabray, me convirtió en su sombra
R. -dios pero que me está contando, porque está llorando y de que carrusel me habla-
Q. no soy feliz Rachel, nunca lo he sido
Un suspiro, un sentimiento de ternura se despertó en ella, como si la diferencia de idioma por segundos hubiese desaparecido, la diva entendió lo que dijo su rubia recién conocida
R. la felicidad Quinn hay que buscarla, como a los sueños hay que perseguirlos, algún día serás feliz
Sostuvo la mirada con la de ojos verdes, por impulso poso con delicadeza sus dedos sobre las mejillas de la rubia, secando aquellas lágrimas que se hacían camino allí, Quinn se quedo embelesada con la imagen tan tierna de aquella chica latina, y sin saber cómo o porque razón lo siguiente que sintió fueron miles de pequeñas descargas eléctricas en su estomago, sus labios tocaban sutilmente los de su acompañante, podía sentir el calor de su aliento, y lo delicada de su piel, la beso con ternura, la beso con anhelo, la beso con todos su ser, aquellos labios acolchados y deliciosos, aquella lengua que se enredaba con la suya en una danza lenta al ritmo de las olas del mar, aquel sabor de la morena la estaba haciendo arder de felicidad, bueno en lo de arder realmente por el grado de excitación, pero también cuenta.
R. Q… Qui... Quinn
Q. ¿Quieres Rachel? -entiéndeme por favor-susurraba en su oído sin dejar de repartir besos con la esperanza de que sus palabras fueran comprendidas
R. -que me estás pidiendo, oh... no, no, no puede ser- Quinn yo... yo... yo
Q. -y ahora que me dice, no quiere estar conmigo? no, no puede ser- Solo déjate llevar por favor
Aquel “please” fue lo único que Rachel comprendió a la perfección, un por favor basto para darle paso a la pasión, un extraño sentimiento que apenas con unas horas se había instalado en ambas de una manera arrolladora. Así de esa forma aquella rubia se la llevo hasta su habitación y se convirtió en su perdición.

"Ella se refugia en su piel, la quiere para ella; y ella se va olvidando de Fidel"

Sin estar consciente la rubia tomo en sus brazos a esa chica latina, la cargo hasta llevarla a su cama sin separarse de sus labios, con delicadeza la coloco sobre las sabanas y se posicionó sobre su pequeño cuerpo, recorrió su cuello, bajo por su clavícula, a medida que le iba desvistiendo, sus manos maniobraban a la perfección y Rachel hace rato había perdido la cordura en manos de la desconocida, como si la conociera de toda la vida, de esta y otras anteriores, Quinn sabía cómo tocar cada centímetro de piel de la diva, sus besos la hacían estremecer, la llevaban al paraíso y la volvían a la tierra en tan solo segundos, una mezcla de rubio y moreno que hacían un solo cuerpo, manos que a su paso dejaban marcas de fuego, manos que dibujaban la siluetas de aquellos perfectos cuerpos, manos que se adentraron a las profundidades del deseo, manos que se llevaron lo más preciado de aquel pequeño moreno cuerpo.
R. ahhhhhh
Un gemido que parecía de dolor más que de placer sacaron a la rubia de su trance pasional
Q. ¿Qué? ¿Qué... te... te hice daño Rachel?
Su cuerpo estaba sobre el de la morena con 3 de sus dedos dentro de ella
Q. ¿te he lastimado? -soy una bruta, como no le pregunto si podía, pero como le voy a preguntar si igual no entendería, porque todo es tan complicado-
Rachel tenía sus mejillas con algunas lágrimas recorriéndole, veía los ojos de Quinn que le suplicaban por una respuesta
Q. voy... voy a salir de ti con cuidado ok?
Cuando Rachel noto que la rubia iba a retirar su mano la detuvo, Quinn volvió a conectar con sus ojos, se notaba bastante contrariada, por lo que la morena se alzo hasta llegar a su oído con la respiración aún entrecortada
R. Sé que no me entiendes, pero no lloro porque me hayas causado dolor, lloro porque nunca he sentido tanta felicidad en mi vida, y lloro porque no quiero que este momento se termine, quiero tenerte sobre mi y dentro de mí para siempre.
Los susurros de las palabras de Rachel en su oído le llegaron al alma, no sabía exactamente el significado de las palabras, pero sabía que no había hecho nada malo, y que aquella desconocida hasta ahora para ella le había entregado en unas horas todo lo que su vida entera jamás le había concedido.
Quinn volvió a entregarse, Rachel se dejo llevar por lo que le dictaba su corazón, y ambas sumergidas en su burbuja de amor se dedicaron lo que le restaba de noche y amanecer a fundirse en una sola alma, ambas llegaron a su último orgasmo de aquel encuentro, pero al terminar Rachel dejarse caer sobre el cuerpo de Quinn esta emitió unas palabras que aun en inglés fueron más que claras para la diva
Q. I love you Rachel
Levanto su cabeza del pecho de la rubia y con una enorme sonrisa le respondió en el mismo idioma
R. I love you me too.



"Quinnie abre, es hora de bajar a desayunar"
La rubia se encontraba enredada con el cuerpo de Rachel en aquella cama de ese hotel, totalmente desnudas y cubiertas por las sabanas, aún estaban inmersas en un sueño profundo, el reloj marcaba las 9 de la mañana y su hermana menor impaciente por bajar a lobbit para irse a desayunar tocaba sin cesar la puerta de aquel lugar.
R. mmm
Q. juro que voy a echarla en el medio del mar junto al gato parlanchín

Rachel abrió los ojos tras escuchar aquellas incoherencias, pero más que las frases sin sentido y en otro idioma lo que le sorprendió fue ver a la rubia a su lado, echo de nuevo su cabeza hacia la cama, con timidez levanto un poco las sabanas y ahí descubrió que nada había sido un sueño, todo aquello fue real, ella y aquella extraña se habían acostado esa noche, y no una ni dos veces, sino varias
R. oh no, que hice
Q. good morning lady -es real, está aquí conmigo, que linda se ve así con el cabello alborotado, y su carita de perdida, es... hermosa-
Quinn no perdía detalle de su acompañante, con una sonrisa dibujada en su rostro no quitaba sus ojos verdes de la morena, hasta que otro ruido volvió a sacarla de la ensoñación

B. pensé que tenía que tumbar la puerta
Britt como de costumbre y sin pedir permiso aparto bruscamente a su rubia hermana y se adentro, quedando paralizada con su mascota en brazos al ver una chica de piel morena, ojos expresivos, con una cara de avergonzada tratando de cubrirse totalmente con las sabanas
Q. Britt por favor espera abajo quieres, y ni una palabra de esto a mamá ¿entendiste?
B. Hola, me llamo Brittany Fabray, soy hermana de está gruñona
Rachel y Quinn se miraron simultáneamente, la chica se dirigió en un perfecto español a la morena, cosa que causo sorpresa en ambas
R. soy... soy Rachel Berry
Q. ¿tú hablas español?
B. Claro Q, hicimos un curso en la secundaria, ¿recuerdas?
R. ejemm
Rachel trataba de llamar la atención de ambas chicas, le incomodaba que hablaran de ella y más si era en inglés que poco o nada entendía.
B. ¿Cómo se han comunicado sino hablas su idioma? ¿Speak english Rachel?
R. No entiendo, ¿qué si sé inglés?
B. exacto, me entiendes
R. no, la verdad no
B. si Lord, tienes razón, aquí no fue cuestión de comunicación con palabras, mejor vamos a bajar
La interacción de la ojos azules con el gato dejo perpleja a Rachel, Quinn lo vio en su mirada, pero tenía un pequeño problema para explicarle lo especial de su hermana y que no pensara que ellas estaban corridas del tejado
B. te veo abajo, un placer conocerte Rachie.
R. Un momento ¿Brittany?
B. ¿Sí?
R. ¿Cómo sabes que hablaba español?
B. Sé muchas cosas gracias a él
El gato gordo y color gris que llevaba la ojos azules entre sus manos miraba fijamente a la morena, quién por momento juró que ese animal parecía un humano atrapado en esa bola de pelos, segundos bastaron para sacudir su cabeza y quitarse ese pensamiento loco que la había abrumado
R. gracias Brittany
Q. Hasta pronto Rachie
Acto seguido un sonido anunciaba que habían quedado solas de nuevo
Q. she is special, my sister is special
R. entiendo
Rachel se levanto envuelta en las sabanas y empezó a recoger sus pertenencias, hizo amago de irse, cuando sintió una delicada mano deteniéndola sobre su brazo
Q. me -se señalaba a sí misma- quiero- haciendo gestos que confundían a la diva- volverte a ver Rachel
R. ¿tú y yo?
Q. yes
R. Quinn yo, yo
Q. shhhh
Un beso la silencio, un beso que le hizo volver a sentir las emociones de las horas vividas recientemente.
R. estoy... estoy en el piso 7, si quieres... ya sabes... 7-C
Haciendo señas con sus dedos le índico donde se hospedaba a la rubia, y luego medio vestida salió a toda velocidad de aquella habitación. Quinn quedó perdida viendo como la puerta se cerraba, no podía creer que en tan solo unas horas había cometido la mayor locura de su vida, y peor aún, no lograba entender que era todo eso que había sentido, desconcertada se sentó en la cama para tratar de pensar, echo su cuerpo atrás quedando tendida totalmente, y luego de unos minutos giro su vista al espacio donde lo ocupó Rachel, de pronto se sobresaltó, volvió a sentarse y se quedó absorta en lo que observaba, pequeñas machas rojas estaban esparcidas en aquella sabanas.

Q. Oh no, no… ¡¡¡¡soy una bestia!!!!!
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados
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2 comentarios:

  1. ohhh esta super hiper ultra vacanoooooo!!!!! muy bueno la verdad ....me recuerda una cancion creo que es de ricardo arjona pero no me acuerdo del nombre ahora ...pero me ha encantado tu historia, espero y la continues..ya sabes no te demores en actualizar please!!!! ....suerte

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  2. Esta super buena ya quiero seguir leyendo esta hermosa historia...

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