Capítulo
3
Decidí
que no me importaría, igual sabia que esa posibilidad existía, no era la
primera vez que me ilusionaba, pero si era la primera vez que alguien me hacia
vibrar aun sin saberlo, era la primera vez que le hacía el amor a una mujer con
solo imaginarlo, definitivamente era la primera vez que una mujer estaba en mi
cabeza como una droga que no podía sacar de mi sistema, y debía asimilar la
idea de que era imposible para mí.
Crueldad del destino, maldije la vida por un
instante, como me arrebataba esa ilusión que a diario vivía y quién era ese
sujeto que en mi felicidad se interponía, porque si el no hubiese aparecido tal
vez no le habría dicho nada aun, pero al menos la vería como ese sueño único,
como esa mujer especial que la vida podría darme después, pero el después es
incierto, el presente era ahora y se había ido.
Salí
a caminar luego de mi acostumbrado café, Salí sin verla ese domingo, de regreso
a casa pase por la playa, me senté en la arena y estaba tan entretenida viendo
las olas ir y volver que no había notado que ellos estaban detrás mío y menos
había percibido que el rico olor a perfume de mujer que inhalaba era el
suyo, cuando decidí que era tiempo de
volver y para mi sorpresa ella dice: hola, eres la vecina del frente?
Yo
respondo: si, me parece que sí.
Ella:
ya te vas?
Yo:
si, debo pasar a comprar algo para hacer de cenar.
Ella:
si quieres te llevamos, mi hermano mayor está pasando unos días conmigo,
podrías ir a cenar con nosotros, igual siempre estamos solos cuando él viene.
Sentí
que el alma me volvía al cuerpo, cuanta angustia había pasado la noche anterior
pensando cosas, imaginando cosas, esas cosas que no existían, pero aun así me
negué a ir a cenar con ellos, temía y no se a que, me temblaba todo y estaba
comenzando a sudar.
Ella
noto mi reacción y sonriendo dijo anda, así conoces mi hermano y de paso a la
vecina que tiene 7 meses viviendo al frente y jamás te había hablado, debes
pensar que soy mal educada, mi nombre es Angelie afirmo y este es mi hermano
Carlos.
Un
placer, mi nombre es Anaeli.
Sonreí
y le conteste que iría a cenar con ellos, con la condición de invitar la
botella de vino, y así fue.
Al
llegar a mi casa, mientras me bañaba pensaba que ponerme, me mataban los
nervios, cenaría con ellos, pero él ellos no me importaba si no, el “ella”, la
mujer que tanto soñé, quizás tuviera un chance, pensé y luego me dije, deja de
pensar en eso, no sea que lo lamentes al notar que no es así.
Llegue
a su casa, su hermano de lo mas gentil, me hizo sentir como en casa.
Así
que Anaeli, a que te dedicas pregunto él. Antes que contestara ella interrumpió
diciendo “ya vienes hermanito, tu y ese detective que llevas por dentro, la vas
a espantar”
No
sabía si era de él o de ella el espanto, pero quise soñar lo mejor.
Fuimos
a la cocina, donde alegremente le ayude a hacer la pasta que cenaríamos más
tarde; yo estaba feliz de ayudarla, de olerla, de rozarla al pasarle cerca,
toda mi piel se erizaba y antes de cenar ya habíamos destapado la botella, que
llevo a la búsqueda de otras botellas, cenamos y su hermano se fue a acostar,
tenía que salir temprano de regreso a su hogar.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Anneliz - Derechos Reservados
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Que bonita historia a ver que pasa con la vecina
ResponderEliminar¡¡Declaración, declaración!! xDD (o una noche de pasión :3)
ResponderEliminar¡AY DIOS!QUÉ ALEGRÍA SIENTO CUANDO VEO HISTORIAS NUEVAS TAN ROMÁNTICAS...
ResponderEliminarSALUDOS Y FELICITACIONES ANNELIZ, DESDE PERÚ.
me encanta :3, se torno muy interesante
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